Primer fic de Hetalia bueno espero que esto quede bien, porque la verdad no se como es que termine escribiendo esto, aunque probablemente fue mientras escuchaba Meltdown.

Disclaimer: Hetalia no me pertenece, es de Hidekaz Himaruya (si fuera mio tengan por seguro que seria un desastre T.T, aunque tendria a Canadá y a Prusia en todos y cada uno de los episodios).

Advertencias: Muerte de un personaje, uso de nombres humanos, UA, posible OoC, incesto y ganas terribles de matar a la autora. o.o

Bueno sin mas los dejo con esta cosa rara, pero haganle caso a la advertencia por favor, morira un personaje, no mas adelante si no en este mismo capitulo. T.T

Nos leemos abajo...(?)


¿Cuál es el límite del amor?

Resumen: ¿En el amor existen límites?, ¿Cuál es el límite para amar? Si había un límite el no lo conocía ni tampoco lo haría. Cuando el amor se vuelve obsesión, es ahí cuando se llega a graves consecuencias.


Capitulo 1

"¿Por qué?"

Solo esa pregunta surcaba su mente…

"¿Cómo fue que terminamos así?"

Ciertamente no lo sabía, no quería saberlo, pero sin embargo tampoco podía detenerse, quería hacerlo, pero ciertamente no podía.

Miro aquel cuerpo retorcerse bajo el, podía sentir aquellos espasmos, veía perfectamente aquella mirada vidriosa, suplicante, lo veía todo y se ordenaba a si mismo parar, pero…

"¿Por qué no haces más que molestarme? ¿No se supone que deberías ser tu quien me apoyara? ¿No se supone que tú eres mí…?"

Sus pensamientos fueron interrumpidos al dejar de sentir aquella leve resistencia que solía imponer aquel otro cuerpo.

Hey…vamos deja de jugar…oye…-lo llamo pero no obtuvo respuesta alguna, tampoco podía oír su respiración, y es que después de haber estado asfixiándolo de esa manera lo más probable era que luego de soltarlo el otro comenzara a toser con fuerza tratando de recuperar el aliento. Pero no, ni siquiera se movía.

Se quedo observándolo, aguardando, tratando de conservar en su ser aquella tonta idea de que en cualquier momento el más joven se levantaría y lo enfrentaría enfadado por casi haberlo matado.

Pero no se movió ni un poco, observo claramente como la sangre emanaba de su cabeza, parecía ser una hemorragia severa, era una sorpresa que no hubiera perdido el conocimiento antes, sin embargo siguió paseando su mirada por aquel cuerpo sin vida, observando las marcas que había dejado en su cuello.

"Esto no puede ser…no, no, no es posible, esto no puede estar pasando…esto no…"

Su expresión de satisfacción fue desvaneciéndose, por fin había caído en cuenta de algo…

"¿Esta…muerto…?"

Si bien era cierto que ya no lo molestaría mas, que ya no le diría todo lo que no deseaba escuchar, lo que lo aterraba era el hecho de que ya no lo escucharía más.

"Esto es tu culpa…por tu culpa yo…"

Odiaba que le dijeran que hacer, odiaba que le dijeran todo lo que había hecho mal, pero lo que más odiaba es que esa persona siempre estaba ahí para recordárselo y es que a quien en su sano juicio le parece agradable que le recuerden todo aquello en lo que tiene fallos.

Miro ese rostro tan similar al suyo, pero a la vez tan diferente y sintió una fuerte punzada en su pecho. Lo quería, lo quería demasiado, tanto como para dejarlo ser feliz…

"Yo solo quería que te quedaras callado…si no te hubieras enterado de eso ahora yo…"

De nuevo ese otro sujeto vino a su mente, le había robado lo que más amaba y ahora por su culpa había pasado esto.

Sonrió lastimosamente, recordando como aquel que ahora yacía muerto por su culpa solía consolarlo cuando le veía aquella expresión de profundo malestar, no pudo evitar recordar esos ojos violetas llenos de preocupación. Y entonces sonrió un poco, con dicha, pero sin embargo vino otra vez a su mente ese maldito, aquel que le había robado todo, incluso su hermano estaba enamorado de él, de aquel estúpido que le había arrebatado al amor de su vida.

-Te amo…-susurro inclinándose un poco para besar los labios de aquel que yacía bajo el.

-Te amo…-repitió al sentir como las lagrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas-te amo…hermano…te amo…

Sus palabras se repetían una y otra vez como una plegaria, mientras sentía su temblorosa voz quebrarse, repetía con desesperación aquellas palabras, lo amaba mucho, más de lo que uno es capaz de amar o al menos así lo sentía…

Acababa de darse cuenta de eso, amaba a su hermano, pero también a aquella persona, después de todo llevaba años obsesionado con él, sin importarle ni un poco la diferencia de edad y ahora acababa de descubrir que también estaba enamorado de su gemelo…

-Espérame aquí-dijo como si el otro fuese capaz de escucharlo.

"Lo mejor será limpiar esto, luego debo asegurarme de esconderte bien, Mattie…"

Salió corriendo del vestidor, con cuidado de ser cauteloso, a pesar de que lo más seguro es que todos los demás estuvieran dormidos. Era de madrugada, pero ellos se habían quedado discutiendo un buen rato hasta que empezó la verdadera confrontación y todo acabo de esa manera.

"Soy un idiota…"

Lo era, era un idiota posesivo, un egocéntrico y demás, pero en ese momento nada importaba, lo único que tenía en mente aparte de la verdad irrefutable de que era un idiota, era que tenía que apresurarse y esconder el cadáver de su hermano pequeño.

Sin embargo se estaba tomando demasiadas confianzas al no asegurarse de cerrar correctamente el lugar donde había dejado a su hermano, ya que sin que lo pudiera presentir un chico al parecer molesto se dirigía ahora mismo hacia el lugar.

-Demonios-se quejaba, al escucharlo se escondió lo mejor que pudo, observando con temor como se dirigía a los vestidores, era seguro, vería aquel cuerpo carente de vida y se asustaría, seria descubierto, pero no podía hacer nada, más que permanecer escondido. -¿Por qué demonios olvide mi llave en el casillero?

Podía escucharlo quejarse, pero realmente no le importaba lo que decía, solo prestaba un poco de atención esperando escuchar un grito, pero este no parecía que fuera a llegar.

-El awesome yo no está para…

Se coló como pudo en el sitio, observando oculto al sujeto peli plateado que se había quedado inmóvil observando el cuerpo de Matthew, no podía ver su cara, pero comenzaba a percibir aquel estremecimiento en el cuerpo del albino.

-Esto…-se arrodillo hasta quedar a la altura del rubio, que yacía en el suelo aparentemente muerto. Comenzó a tomar sus signos vitales, pero estaba muy débil.

"¿Está vivo?"

Una pequeña esperanza inundo su corazón, quizá Matthew solo estaba inconsciente y quizá era más estúpido de lo que pensaba pues ni siquiera podía diferenciar a un vivo de un muerto.

El albino lo tomo en brazos a medida que el rubio recobraba la consciencia.

-¿Qué fue lo que paso?-pregunto confundido, aquello tenía pinta de muchas cosas, ya que el chico frente a él estaba medio muerto, era extraño que con la sangre que había perdido fuera capaz de seguir vivo, además de que había podido notar las marcas en su cuello. ¿Acaso había sido un intento de violación?

-Gilbert…-susurro mientras mostraba una sonrisa llena de inocencia.

Él lo miro confundido, ¿Quién en este mundo era capaz de hacerle tal daño a una criatura como esa?

-Yo quiero…-podía sentir como el fin se acercaba, esa vida estaba expirando, pero sin embargo no pudo más que estrecharlo contra su cuerpo.

El ojiamatista sonrió, mientras sentía como sus parpados se cerraban pesadamente.

-Alfred…yo…Alfred…

El prusiano sintió algo destrozarse en su interior, algo que lo desgarraba y siguió abrazándolo, tratando de entender que era lo que había pasado. Gilbert lucho por reprimir las lagrimas que luchaban por escapar pero era inútil, aquel chico había muerto en sus brazos y el no había podido hacer nada…

Lo estrecho más fuerte en sus brazos, no importándole mancharse de la sangre de este, Matthew estaba muerto, el canadiense había muerto en sus brazos, aquel chico que parecía estar tan solo como él, aquel que parecía tan inofensivo. ¿Quién demonios había sido capaz de hacerle algo así a alguien como él?

Dos soledades tan parecidas, pero tan alejadas, le dolía, le dolía la muerte de aquel canadiense, sobre todo porque no entendía que alguien en el mundo fuese capaz de hacer algo como eso, pero también, porque aun sin darse cuenta le había tomado demasiado cariño a aquel chico, aquel que siempre le sonreía cuando volteaba a verlo, aquel que parecía tan solitario como él.

Es divertido estar solo, solía decir para el mismo, pero al ver a aquel chico solo e ignorado se le partía el corazón, si tan solo hubiera entendido antes ese sentimiento quizá el tal vez… ¿habría compartido su soledad con él? No más bien, el se hubiera convertido en su compañero, en aquello que lo alejara de la soledad, por fin se había dado cuenta de que lo quería y de que tal vez hubiera llegado a amarlo, pero era tarde, porque a final de cuentas, no importaba lo que hiciera el ya no lo escucharía, jamás volvería a verlo.

"¿Acaso tu también…?"

No pudo evitar que se formara esa mueca de profundo asco, mientras observaba la escena, estaba interesado en Matthew, lo acababa de demostrar.

"Es mejor así, Mattie nunca hubiera podido ser feliz contigo…él no tiene ojos para nadie solo para esa persona…"

No pudo evitar sonreír de puro placer al escuchar las últimas palabras de su hermano. "Alfred…yo…Alfred"

"Lo único que hay en su corazón soy yo y ese maldito…"

Se alegro de sobremanera al pensar que su hermano antes de fallecer había pensado en el. Después de todo en el fondo era posesivo, quizá por eso jamás consintió que alguien se le acercara a su hermanito, quizá por eso le robaba la atención a cada oportunidad, aunque tal vez eso también era debido a su personalidad, pero al final de cuentas, nunca había soportado que alguien le prestara atención a su gemelo, porque después de todo si para todos Mattie era invisible eso significaba que tardarían mas en alejarlo de su lado.

El siempre lo había deseado, en el fondo siempre lo había querido, anhelaba que tanto Arthur como Matthew le pertenecieran solo a él, deseaba que solo ellos fueran su mundo y ser solo el su mundo.

Suspiro con cansancio saliendo de su escondite, para dirigirse a su dormitorio, ya no había más que hacer, lo único que podía hacer era salir de ahí y esperar que todo fuera un mal sueño y con esto en mente se marcho, dejando solo al albino con su dolor.

Quizás y con suerte…todo sería un sueño.


Comentarios, sugerencias, amenazas (?)

Que conste que amo a Matthew y a Gil y a Arthur asi que me senti muy mal luego de matarlo, pero tenia que sacarme esa idea de la cabeza. ¡No me maten! *se va corriendo a esconderse debajo de unas cobijas*

By!^^