Disclaimer: Solo la historia me pertenece, todo lo demás es de SM. Yo soy una fan mas que utiliza sus personajes para entretenerme y entrener a otros. (FANOFSM)

-O-

N/A: Para las que ya han leído este fic, se darán cuenta de que hay algunas pequeñas modificaciones. Pero son chiquitas y no influyen mucho en la historia, solo algunos elementos gramaticales y entre otros.

Para los que no han leído, simplemente, disfrutenlo.


"LA CHICA USC"

Edward

- ¿Escuchaste los rumores?, Hay una chica nueva en la escuela, dicen que viene de china – dijo Jessica con sus últimos chismes.

Interensante, veo que tenemos a una extranjera rondando por estos pasillos.

- ¡Ay Sí!, esta en mi clase de Ingles – respondió Tanya – se llama Isa, Isidora, Isadora… no lo recuerdo. Pero no parece un nombre chino…

Una extranjera bastante extraña al parecer.

- ¡Ah! Eso es porque la chica nació en Estados Unidos, se fue a vivir a china y se vino de intercambio a Inglaterra, es genial – comentó Angela.

- Es super tímida, debe ser de esas apartadas sociales, una rata de laboratorio… - El comentario de Jessica hizo que Tanya y Angela se miraran, y rodaran los ojos.

- No sabes nada, a mi me pareció agradable – murmuró Tanya un tanto irritada.

- Además, es super sociable, puede parecer tímida, pero la chica sabe español, chino, japonés, ingles, y alemán. Es una superdotada.

Estaba caminando solo por los pasillos de este internado, escuchando conversaciones ajenas, no es que me interesara realmente, pero era bueno estar informado de vez en cuando. En este internado no había secreto, todo salía a la luz tarde o temprano, en especial si tenías a Jessica Stanly de chismosa.

Me dirigía a mi clase favorita: Biología, era mi favorita porque sabía absolutamente todo lo que me explicaban, incluso pienso que sé mas que el profesor, pero lo mejor que puedo sacar de esto, es que podía tomar siestas, ya que siendo la última clase de los lunes, era bastante estresante.

pd. No soy para nada arrogante. Es mas, podría decirse que llevo una corona de oro que tiene la palabra "Humildad" impresa sobre él.

Sonreí inconscientemente por lo que acababa de pensar. Humilde, por favor.

- ¡Edward! – llamó una voz muy conocida, y muy molesta a la vez, interrumpiendo mis pensamientos.

Hice como si no la hubiera escuchado, y apresuré mi camino, dos metros más, dos metros más y estaría dentro de mi refugio. Escuche unas pisadas más rápidas, estaba trotando, ¡Mierda!

- ¡Edward! – llamó de nuevo.

Un metro y medio. ¡Mierda, mierda, mierda! Su mano toco mi hombro, era imposible aparentar no haber notado eso. Apreté la mandíbula, y con un gran esfuerzo, sonreí, a tal punto que sentía mis mejillas reventar.

- Hola Lauren – murmuré - ¿Qué pasa? - pregunté con amabilidad.

- ¿Quieres ir a mi habitación esta noche? – dijo seductoramente. Arrugué la frente y compuse mi mejor cara de lastima.

- No gracias, tengo que estudiar – dije rápidamente, y sin darle tiempo para hablar de nuevo, me puse en marcha, esperando llegar pronto a la sala, a mi refugio. Pero ella se puso delante de mí para detener mi caminar.

- ¿Desde cuándo que estudias? – pregunto curiosa. Ella sabía que era un genio.

La corona de humildad brilló en mis pensamientos. Tuve que contener una sonrisa.

- Desde ahora – murmuré cortante.

- Vamos, hare todo lo que quieras – susurró cerca de mi oído. Asco, Asco, Asco. No puedo creer que me haya atraído alguna vez.

- Lauren, no estoy de humor y ya te lo dejé en claro, nosotros terminamos, no quiero nada contigo – aclaré.

- Para ti solo es sexo ¿Verdad? Un día vienes, te diviertes con mi cuerpo hasta saciarte, y luego me botas – dijo más fuerte de lo que era necesario con voz quebrada, intentando llamar la atención. Patético. Una chica morena pasó a mi lado, fulminándome con la mirada. ¿Y qué le pasa a ella?

- ¿Podrías bajar la voz, por favor? - pedí, las personas a nuestro alrededor nos miraba atentamente, malditos chismosos. - No exageres Lauren, porque para empezar, tu comenzaste esta conversación con sexo, así que si alguien se quiere divertir con el cuerpo de alguien, esa serías tu. Segundo, nunca estuvimos juntos querida, nunca estuvimos en una relación y si tu consideras que alguna vez tuvimos algo, entonces terminamos. Tercero y último, tuvimos sexo tan solo una vez, y déjame decirte que de no haber sido porque estuve borracho, no te habría tocado ni con un palo.

- Eres un bastardo. – dijo con lágrimas en sus ojos. La miré por un instante, y su expresión realmente me demostraba que le había lastimado los sentimientos. Suspiré, ella tiene razón, soy un bastardo. No debí hablarle así, tenía que ser sutil, pero es que no puedo evitarlo, una vez abro la bocota, vomito insultos, directa o indirectamente. Piensa Edward, se inteligente.

- Lauren, lo lamento, no… no debí tratarte de esa manera. - Sus ojos brillaron, y me miró, esperando alguna explicación razonable. - Mira... Lo que quiero decir, es que no estoy buscando una relación ni tampoco sexo casual. – mentira – Estoy buscando a la persona correcta donde pueda entregarme completamente a ella. – gran, gran, gran mentira. – y siento que tu no eres la persona correcta. Sin ofender. - dije lo último rápidamente. - Es solo que, me arrepiento de haber tenido sexo contigo – verdad, frunció el ceño. – No me malinterpretes, lo hice inconsciente, no sabía lo que hacía, y estaba bajo la influencia del alcohol – ¡Gracias a Dios! – Y me hubiera gustado haber recordado ese momento – esa pesadilla me hubiera perseguido por toda la eternidad. – Ahora siento vergüenza, no puedo ni mirarte a la cara sin sentir asco. – Cierto - sin sentir asco conmigo mismo. Siempre te vi como una amiga, y esa noche lo cambió todo. Creo que no puedo verte de la misma manera. Cruzamos una línea, y eso lo cambia todo. Lo mejor, sera que no nos hablemos más, no intercambiemos palabra. Es mas. Hagamos como que no nos conocemos, ¿Qué te parece?- Es lo mas inteligente que jamas has dicho en tu vida Edward.

- Si lo hubieras dicho antes… – dijo ella con un grado de comprensión. ¡Sorpresa! Quién lo diría, la descerebrada, comprende. Soy malo, muy malo, debería estar quemándome en el infierno.

- Entonces, ¿Desconocidos? – dije estirando la mano.

- Desconocidos – respondió sonriendo, y estrechamos nuestras manos.

- Bueno, creo que tengo que ir a clase – dije rápidamente, y sin siquiera decir adiós, me esfume a mi sala, a mi refugio, mi salvación.

Al entrar, una chica estaba sentada al lado de mi banco. Estaba mirando a la ventana dándome la espalda. Tenía un cabello marrón ondulado, que descansaba suavemente en sus hombros. ¿Qué tan suave serían? Se veían sedosos, desenredados, donde podías pasar tus dedos con facilidad. ¿Sería muy psicópata si paso mis dedos por su cabello? Obviamente que si Edward, no te descontroles, piensa con la cabeza. Si tu lo dices… dijo mi otro yo, mi lado oscuro, yo lo llamo… "El Darkward" Shan shan shan… podía oír la música tenebrosa en el fondo. Ya estoy delirando. Agh, piensa con la otra cabeza, se educado, presentate…

Su cabeza se estaba moviendo al ritmo de la música, supuse que los audífonos estaban escondidos detrás de esa cascada de cabello.

Me acerqué y me senté a su lado. Al parecer no notó mi presencia. Levanté mi mano y toqué su hombro para llamar su atención. La chica dio un brinco y se calló de su asiento.

- ¡Fuck! – exclamó, con su trasero en el suelo.

Toda la clase se giró para mirar a la chica, que se sonrojó como un tomate al darse cuenta de ello. Me miró un tanto asustada y enojada. Frunció el ceño y arrugó la boca. Murmuró algo inentendible.

En el momento en que sus ojos se encontraron con los míos, quedé casi hipnotizado. Eran grandes, saltones , brillantes y de un color chocolate único, tal como su cabello. Tenía esa chispa especial que le daba un aspecto tímidos y salvajes a la vez. Su rostro pálido, contrastaba perfectamente con su cabello, y poseía unos labios carnosos - No al estilo Angelina Jolie grr, ronroneó Darkward - Sino… no sé cómo describirlos, eran delicados, eran suaves, rosados, casi como el tono de sus mejillas, que me llamaban a besarlos, mordisquearlos, chuparlos, hacerle de todo. Anda, nadie te detiene amigo, hazlo.

Claro que no lo iba a hacer, mi lado cuerdo era más fuerte, o eso pensé.

Estiré mi mano para ayudarla a levantarse, pero ella solo frunció mas el ceño, se quitó los audífonos y se paró dignamente, ignorando algunas risas de los compañeros e ignorando mi mano. Se sentó en su asiento, dejándome con la mano estirada. Escuche una suave risa de Darkward, burlándose de mí, hijo de puta. Me ignoró olímpicamente, y se quedó mirando al frente, hacia el pizarrón, como si fuera muy interesante, cosa que me pareció raro, porque estaba en blanco y el profesor ni había llegado.

"Te esta ignorando, Idiota" dijo DK. Estaba molesto, y medio loco, tengo a otro yo hablándome continuamente.

Traté de hablarle de nuevo antes de que llegara el profesor. Toqué suavemente su brazo para llamar su atención sin que se sobresaltara esta vez, se volteó para mirarme, sus ojos desprendía un odio profundo, que me intimidó un poco.

- Lamento si te asuste recién – me disculpé – Creo que no nos presentamos de la manera correcta. - Reí casualmente. - Mi nombre es Edward Cullen – sonreí torcidamente, estirando mi mano para saludarla.

Esa sonrisa las mata, pensé. Con el resplandor de la corona de humildad, vi una pequeña grieta sobre él.

Ella miró a mi mano y luego a mi rostro. Tenía una cara de confusión tremenda.

- Wǒ bù guānxīn nǐ de míngzì, báichī. (1), No entender – dijo negando con la cabeza, se encogió de hombros y se giró de nuevo, mirando al pizarró. Esta vez, el profesor ya había llegado. Demonios, ¿Qué dijo?, ¿Me acaba de hablar en chino o qué?

Y nuevamente, me dejó con la mano estirada y la palabra en la boca.

- Silencio alumnos – dijo el señor Huang, mi profesor chino de biología. – Buenos Días – La chica a mi lado se inclinó con un gesto de reverencia, sin decir ninguna palabra. El profesor notó la presencia de la chica nueva y le sonrió abiertamente. - Tu debes ser Isabella Swan – exclamó el profesor. Toda la clase se giró para mirarla, nuevamente, haciendo que se sonrojara, alzando las cejas.

Adorable, pensé.

- ¿Por qué no pasas adelante y te presentas? – dijo feliz el profesor. La chica miró al profesor, con una mirada de súplica, que al parecer, el viejo no captó. – Ven, no seas tímida.

- Lèi yǐjīng zhīdào wǒ de míngzì, bìng bù xūyào tài duō de jièshào (2) – murmuró Isabella acercándose al profesor, con que ella era la nueva chica, la estado unidense china, que es multilingüe y se vino de intercambio a Inglaterra. Interesante. ¿Quién dice que escuchar conversaciones ajenas es malo?

El profesor le murmuro algo en chino a la morena, y ella le fulminó con la mirada. Al viejo pareció un poco intimidado, pero su palabra seguía fija. La mirada de esa chica era profunda, que mataban. Sus ojos te traspasaban, y expresaban demasiado. Recuerdo cuando me miro con cara de odio, ella era la misma chica que pasó a mi lado cuando estaba hablando con Lauren y me fulminó con la mirada.

Resopló enojada y pasó a mi lado, pude sentir el aroma que su cabello emanaba, fresas. Mmm, ronroneó Darkward. Se paró enfrente de la clase roja como un tomate y se inclinó como un gesto de saludo, al estilo chino.

- Hola… - murmuró, su voz era como música para mis oídos – Como ya saben – remarco la última palabra, mirando al profesor con los ojos entrecerrados, éste solo río – me llamo Isabella Swan. - ¿Acaba de hablar en español? Pensé que no sabía. Tarado, se hizo la desentendida para ignorarte, pero apuesto que sabe más español que tu.

- Bienvenida Isa – dijo Mike Newton – Te puedo decir Isa, ¿Verdad? – Ugh, lame culos. Lame mi culo, decía Darkward. La morena, mas que parecer bienvenida, parecía incómoda.

- Hum…

- ¿Vienes de China? – preguntó otra persona en el salón. Su rostro fue de un alivio tremendo, podía reflejar cuanto amor desprendía por esa persona. Asintió a ese desconocido.

- Si, nací en Estados unidos, por eso mi nombre no es chino, y me fui a vivir a China. Ahora estoy aquí de intercambio.

- Y ¿Cómo aprendiste tantos idiomas? – dijo otra persona. Yo lo único que quería preguntar era, ¿No era que no entendías el español?

- Bien, era solo una presentación, no hace falta tantas preguntas, ya conocen lo escencial, se llama Isabella, se vino de intercambio, así que recíbanla con cariño. - dijo el profesor un poco molesto.

Con gusto.

- Ya sabía que esto iba a pasar – se burló en silencio. El profesor solo rodó los ojos al escuchar el comentario.

Volvió a su asiento.

El profesor comenzó a pasar materia, a pesar de ser chino, el también era multilingüe, sabía chino, español e ingles, y era un excelente profesor de biología.

La clase fue tediosa, por no decir aburrida, tonta, inservible. No era por ser poco humilde, pero eran cosas tan básicas que no eran necesarios de explicar, bueno al menos para mí. Al parecer, Isabella, la morena, opinaba lo mismo, pues estaba cabeceando, intentando no quedarse dormida mientras el profesor hablaba.

El timbre sonó = Libertad. La morena se sobresaltó de nuevo, mirando a su alrededor para verificar que nadie se haya dado cuenta de su cansancio, hasta que se topó con mis ojos, que la estaban mirando con diversión. Ella se sonrojó y se paró para comenzar a arreglar sus cosas.

- Bien, terminamos por hoy – dijo el profesor.

La morena, pasó a mi lado rápidamente y salió de la sala, seguida por Mike Newton.

- Hey Isa – llamó. Darkward Gruñó.

Cuando terminé de arreglar mis cosas, salí, camino hacia mi habitación viendo la escena en donde Newton acosaba a la morena. Aceptalo, ella no te quiere, ¡No le gusta los bastardos! Le exclamó Darkward.

- Te agradecería que no me dijeras Isa – dijo ella amablemente. Yo comencé a caminar más lento para poner un poco de atención a lo que decía. No era que fuera entrometido, para nada. Seguro, solo quieres quedarte para ver cómo le patean el trasero a Newton. No podía negarlo, Darkward tenía razón. En todo tengo razón, aceptalo Edward.

- ¿No te gusta? ¿Qué prefieres entonces? – pregunto Newton

- Isabella, ese es mi nombre, asi me gusta que me llamen.

- Bueno, como quieras. Si necesitas ayuda en algo, cualquier cosa, solo avísame y estare allí para ayudarte – dijo dándole un papel. – Éste es mi número, adiós. – Dijo Mike, y se fue caminando.

Cuando Mike estuvo a una distancia prudente de Isabella, ésta suspiro de alivio y siguió caminando hacia donde supuse era a su habitación, pasó por un lado de un basurero y lanzó el papel que Mike le había entregado. No pude más que sonreír satisfecho.

Seguí caminando hasta mi habitación, mirando a Isabella, no es que la estuviera siguiendo ni nada, pero estaba justo en frente de mí, dándome una buena vista de su figura. Era de una estatura normal, delgada, con curvas es los lugares perfectos, que te hacían desear recorrerlos con los dedos sin cansarte. Me imagino que tan suave sería su piel. Se desplazaba como un ángel, pero un poco agraciada, sin saber cómo, se enredó con sus propios pies, y se cayó, desparramando sus libros por todo el piso.

Yo, como todo un caballero, me acerqué y la ayudé a pararse. Claro, así que ahora se les llama ser un "caballero" hacer una jugada para obtener a una chica. ¿No? Simplemente ignoré esa voz, yo estoy seguro de mi mismo, y mi intención no era mas que ser una persona noble y ayudar a una damisela en apuros. Bien, esa ni yo me la creí, pero bueno, cuando la vida te da limones, vendelas.

Ésta vez, sin tanto rencor, me acepto la mano, y se paró, con el infaltable sonrojo, desde su mejilla hasta su cuello. De todas las tres veces que pude apreciar bien su rostro, siempre estaba sonrojada, y eso me encantaba.

- Gracias – murmuró.

- De nada- le respondí con una sonrisa. Pude apreciar como sus ojos se agrandaron, y luego evitó mi mirada, agachándose para recoger sus libros. Yo también me agache para ayudarla con los libros. – Así que vienes de china – murmure intentando hacer conversación.

- Así es – respondió.

- Debe ser fascinante.

- No lo creas, la comida es deliciosa y todo, claro, si te gustan los perros – murmuró con una sonrisa. No iba a juzgar lo que comía, puesto que no tenía el derecho de hacerlo si yo comía vacas, cerdos, pollos, etc. Aún así, no pude evitar poner una cara de horror.

- Lo siento, no debí haber puesto esa cara, no soy quien para juzgar – me disculpé.

- No te preocupes – rió – era una broma, debiste ver tu cara. – No pude evitar reírme. – Aunque en verdad, si comen perros y de todo. -Sonreí, me pare una vez que recogí todos los libros y se los entregué.

- ¿Vas a tu habitación ahora?

- Sí – respondió

- ¿En qué campus vives? - pregunté curioso.

- Adivina – dijo la chica mientras seguía caminando.

- El campus A -

- No - murmuró con una sonrisa pícara.

- B - concluí.

- ¿Cuál es entonces? - pregunté desconcertado, porque si no me equivocaba, solo existían dos campus donde se alojaban los estudiantes.

- No te lo diré – dijo sonriendo.

- ¿Por qué no? – pregunte un tanto ofendido.

- Porque no te conozco, no quiero que un desconocido sepa en donde vivo – sonrió arrogantemente.

- Soy Edward Cullen, 17 años, 100% Ingles

- Saber tu nombre no me basta - murmuró encogiendose de hombros.

- No importa, tarde o temprano sabre donde vives, eres una persona muy desconfiada. A todo esto.

- Yo lo llamaría mas como, Precavida, no confiaría en una persona con una cara bonita, que se presenta con su nombre, y me ayuda con unos libros.

- ¿Piensas que tengo una cara bonita? – pregunte con una sonrisa arrogante. Mi corazón aceleró un poco, alagado de que ella pensara así de mi. Eres todo un perro, me felicito Darkward.

Se sonrojó como nunca jamas creí que alguien se podría sonrojar. Sonreí divertido, era tan adorable.

- Em...

- Estás sonrojada - murmuré - nerviosa, ¿Te pongo nerviosa? - Su cara de vergüenza cambió enseguida a la de odio. ¿Y ahora que hice?

- La verdad, es que solo tienes una cara bonita, quizá un cuerpo bonito, todo lo que quieras - dijo un molesta - pero eso solo recompensa la gran falta de humildad y cerebro que tienes. Porque andar pensando que pones nerviosa a chica que se te cruce en el camino, es muy arrogante y egocéntrico.

Yo solo pestañé a lo que dijo.

- ¿Y crees que porque tengo cara bonita soy arrogante? - ella asintió

- Todos lo son - dijo muy segura.

- Pues juzgas demasiado sin saber nada. ¿Qué sabes tu de mí? - pregunté ahora molesto

- Me basta y me sobra con lo que acabo de ver ahora, y hace un rato. Por un segundo pensé que eras un poquito diferente. - juntó su dedo pulgar e indice a tal punto de que casi se tocaban, para hacer ilustrar el "poquito" - Pensé que no eras arrogante, pero claro, las cosas siempre salen a la luz. Hace un rato vi a tu novia discutiendo contigo...

- ¿Y qué hacías tu metiéndote en asuntos ajenos? - dije molesto, ella se quedo callada sin decir nada. - No sabes como ocurrieron las cosas, no me conoces y no tienes ningún derecho a juzgarme diciendo que soy arrogante solo por lo que aparento. Para que sepas, no soy arrogante.

Pero mi corona de Humildad me demostraba lo contrario, pero ella no tenía porqué saber eso.

- Esa es la frase célebre de una persona arrogante, decir que no es arrogante, es decir que es humilde, y decir que que uno es humilde, no es humilde. Es como si un pedofilo dijera, "no soy pedofilo" cuando tiene una mano dentro de sus pantalones, mirando la foto de un bebe desnudo. Es como si Hitler dijera, no soy racista, es como si Nemo dijera que nada bien...

- ¿Qué?, Ya me confundiste.

- Claro, pues tienes una mente pequeña, solo puedes pensar en ti y en tu figura que no puedes poner un mínimo de atención en lo que dice una persona.

- ¿Sabes? Eres una persona muy prejuiciosa, que solo por ver una cara de la persona cree conocerla y saber exactamente quien es. Tu al escuchar esa conversación creíste que yo tuve la culpa de todo y que soy un desgraciado. Pero te apresuras mucho y sacas enseguida las conclusiones, ella se hizo la victima, nunca la usé, solo estuve con ella cuando estaba borracho y no sabía lo que hacía, nunca fue mi novia, y nunca tuvimos una relación...

- No tienes por qué dar explicaciones, no me interesa.

- Pues sin explicaciones, te piensas cualquier cosa de cualquier persona, y juzgas sin saber. Yo por ejemplo podría decir que eres una chica tímida, amable, linda, buena, de todo con solo mirarte. Pero al parecer, Yo también juzgue demasiado rápido, porque no eres tímida, no eres amable, no eres lin... no eres como creía que eras. Tratas a la gente según como tu crees que son, y no sabes nada. Nosotros nos conocimos hace menos de una hora, y ya me estas llamando arrogante, creyendo que lo sabes todo.

- Ya, esta bien, lamento haberte juzgado tan antes. No debí tratarte así - se disculpó.

- Lamento haberte juzgado también. Gracias - respondí.

Habíamos llegado a la salida del edificio donde estan todos los salones, y estabamos afuera. Eran 5 Edificios, todos ubicados alrededor de un círculo donde había una cancha de Aletismo y Futbol pero cuando no estaban en la etapa de entrenamiento, era recreación. Dos era de alojamientos, y los otros tres eran los salones.

- ¿A que campus vas tu? - preguntó ella cambiando el tema

- No te lo dire - dije sonriendo, ella rodó los ojos. - ¿Cuál es el tuyo?

- Es el...

- ¡Edward! - dijo una voz chillona saltando sobre mi espalda.

- Alice - dije sonriendo. La abracé y comencé a dar vueltas con ella en el aire. - ¿Cómo esta la chica mas bella de este campus? - pregunté con ironía.

- Edward - murmuró avergonzada, golpeándome el hombro. - No me trates como si fuera una chiquita, soy tu melliza, recuerdalo. No por que sea baja de estatura, te da el derecho de tratarme como tu hermana pequeña...

- Pues prácticamente, lo eres...

- Te recuerdo que te gano por quince minutos - dijo triunfantemente.

- Pero ni eso te basto para ganarme en altura - respondí, recibiendo un golpe como recompenza.

- ¿Quién era esa chica con la que estabas? - pregunto sonriendo picaramente.

- Ella - comencé a buscarla con la mirada, y vi que ya se había ido, estaba llegando al Campus A. - Ella se fue - murmuré un poco confundido por no haberse despedido...

- Sí, cuando comenzaste a darme vueltas, escuche que murmuró algo raro y se fue.

- Apuesto que me insulto en chino...

- ¿Estas coqueteando con la chica estadounidense china, o mejor conocida como, USC*?

- No estaba coqueteando con ella, no es mi tipo. - dije pasando mis dedos por los cabellos

- Claro, por eso estas nervioso. Te gusta - dijo molestándome. Cruzamos la cancha para llegar a nuestros campus, ella al campus B y yo al campus A.

- Claro que no, no es mi tipo, ya te lo dije - dije irritado - Deja de hincharme las pelotas, no me gusta, punto.

- No era para que reaccionaras así, hermanito - respondió ella, aun divertida.

- No sabes cuanto agradezco el hecho de que vivamos en campus diferentes.

- Pienso lo mismo. Así no me andarías molestando cuando Jasper y yo... - me tapé los oídos.

- No me hables de ese hijo de puta.

- Que hijo de puta ni nada, si sabes que es tu mejor amigo - dijo ella

- Es mi mejor amigo cuando esta conmigo, pero cuando esta conmigo, simplemente es el hijo de puta. El tiene bien claro el cuento, no quiero saber que mi mejor amigo le esta metiendo sus manos en nose donde a mi hermanita.

- Calla, no eres mi hermano mayor, soy mayor que tu por quince minutos...

- Y yo soy mayor que tu por 33 cm, así eso me da el derecho de ser tu hermano mayor, y joder a cualquiera que te ande tocando, chiquita.

- Tu sí que eres insoportable cuando te lo propones - murmuro irritada.

- Por alguna razón somos mellizos, ¿No?

- Ya llegamos, me ire a mi Campus, y tu vete a la tuya, eres muy fastidioso.

- ¿No puedo pasar para tomar una tacita de café? - pregunté ironicamente.

- No - dijo y se fue hacia la entrada de su campus, sin siquiera despedirse. Que linda hermana.

Suspiré y entré a mi campus, mi hogar. Llegando al pasillo de mi cuarto, vi a una chica tratando de abrir mi puerta. ¿Que mierda?

- ¡Hey! - llamé una vez que ya estuve cerca. Ella se volteó, y mira quien era, "La morena" - ¿Que estás haciendo?

- ¿Me estabas siguiendo? - preguntó confundida

- Y mira quien es la arrogante ahora, no porque sea un hombre, quiere decir que te estoy persiguiendo - dije bromeando, ella rodó los ojos. - ¿Qué estas haciendo?

- Estaba intentando abrir la puerta de mi habitación...

- Em... No lo estas logrando muy bien, pues esta no es tu habitación...

- Si me di cuenta también- murmuró irritada - Me equivoque de puerta, y ahora la llave esta atascada - dijo frustrada mientras estaba tirando de la llave. - ¡Agh! - exclamó pateando la puerta. Rindiendose.

- Ey, la puerta no tiene la culpa - murmure sonriendole - dejame ayudarte... - Se movió a un lado y se quedó observándome. Yo con delicadeza y paciencia, gire la llave un poco, dejando la cerradura derecha, y luego retire la llave. - Solo necesitabas un poco de paciencia, y no fuerza

- Gracias - dijo sacando las llaves de mi mano - ¿Qué haces tu aqui?

- Pues esta es mí habitación - murmuré divertido.

- ¿Eres mi vecino? - su cara era entre sorpresa/felicidad/horror. Linda combinación.

- Se podría decir que si. ¿Viste que al final iba a saber donde vivías?

Se encogió de hombros.

- Me iré a mi habitación, gracias de nuevo por sacar las llaves - dijo haciendo sonar el manojo de llaves.

- De nada - fue a la habitación de al lado, y abrió su puerta - ¿Me das tu número telefónico? - murmuré antes de que entrara, esperando el no como respuesta.

- Claro - dijo sonriendo - ¿Tienes un lapiz? - saqué el lapiz que espaba en mi bolsillo y se lo entregué. Escribió un par de números en mi mano y se fue a su habitación.

- Adiós desconocido - se despidió antes de que tuviera la oportunidad de decir algo.

Y nuevamente me dejo con la boca abierta, sin reaccionar. En la palma de mi mano decia "666-666-666 Vete al Diablo (L) Llamame" Esta morena era tan intrigante, tan prejuiciosa, tan hermosa, tan misteriosa, tan, tan... tan maldita.

(1)No me interesa tu nombre, idiota.

(2)La clase ya conocen mi nombre, no hace falta tanta presentación.

N.A: Cuando estan diciendo que hablan en español, quiere decir que es Inglés Británico, es para no decir que esto es ingles cuando estan hablando en español. Pero en realidad es ingles, porque estan en inglaterra :D

*USC, en vez de USA. C=China en vez de america :D