Final Live: Graduación.

Desde la soledad y tranquilidad de su asiento junto a la ventana la pelirroja Asuka observaba a la distancia como llegaban sus compañeras en el último día de clases de ese año escolar. La chica se levanto temprano para llegar al salón lo antes posible, y como era usual en ella, su exageración le causo ser la primera en llegar a la escuela. Con lentitud pasaron los minutos y las chicas fueron asomando sus rostros una tras otra. Con una sonrisa en el rostro observo como Sakura corría apresurada pues como siempre se le había hecho tarde para llegar al lugar.

Para las chicas de primero este era simplemente el día donde les entregarían las calificaciones de este año, así como la bendición para avanzar al siguiente grado en algunos días, sin embargo para la relajada pelirroja y la aun agotada castaña significa que sería el día antes de despedirse de sus Sempai quienes aparecieron lentamente en el horizonte, juntas como era su costumbre y siempre con una sonrisa en sus rostros, incluso Azusa quien hace algunos días parecía no querer separarse de ninguna. Ellas lo sabían y todo estaba preparado.

Las chicas se saludaron como era de esperarse en esa mañana, como si todo terminara ese día para ellas, aunque sus ánimos eran muy distintos a lo que se podía haber esperado. Jun lloraba mientras abrazaba a Sakura, repitiendo una y otra vez que no quería separarse de ella, sin embargo Asuka y Azusa la observaban seriamente, consientes de lo ridículo que se veía la chica de tercer año mientras que la castaña solo se dejaba querer.

-Jun-Sempai…- susurraba la pelirroja dudando acerca de lo que diría a continuación, sabedora de que la castaña de coletas no le haría caso de cualquier manera.

-Mañana te despedirás apropiadamente de ella…- replico Azusa ante su compañera, haciendo que Jun soltara momentáneamente a la pequeña Sakura mientras que Ui solo sonreía a sus compañeras.

Para las tres chicas de tercero el día fue extremadamente corto. La ceremonia de despedida de la escuela y las sencillas palabras que la profesora Sawako les dedico al igual que su posterior transformación frente al grupo a pesar de ser sumamente llamativas fueron breves. La tarde llego rápidamente para Azusa quien junto con sus dos amigas que siempre se encontraban a su lado subieron hacia el salón de música ligera, donde como ya habían planeado con anticipación esta al ser la última vez que estarían en el lugar no habría música y solo se sentarían a relajarse.

Al llegar al lugar Asuka ya servía el clásico té de la tarde mientras que Sakura observaba los postres que la pelirroja había llevado ese día mientras que hacia ademanes con las manos esperando tomar un postre antes de que sus compañeras llegaran.

La flor con el listón rojo que las chicas de tercero llevaban en el pecho, junto con sus prospectivos diplomas hacían que esa tarde saliera de lo común, aunque todo lo demás parecía exactamente igual. El desastre usual que Asuka y Azusa causaban añadido a la serenidad contrastante de Ui y las tonterías eventuales que comentaban Jun y Sakura mas la eventual presencia de la profesora Sawako Yamanaka quien solo se unía al grupo para comer dulces.

-Asuka-chan, ven aquí un momento- menciono la peli azul levantándose de su lugar. La pelirroja aun sin saber con exactitud qué es lo que Azusa quería se levanto de su asiento y siguió las órdenes de su amiga.

-A partir de ahora te sentaras aquí- menciono Azusa mientras la pelirroja se sentaba tal y como la peli azul se lo había indicado. –Es la silla de la presidenta del club de música Ligera- añadió. La pelirroja observo el rostro de sus amigas y la profesora quienes la observaban sentada en el aparente centro del poder del club al que recién este año se había unido y que ahora quedaría a su cargo.

-Ya te había dicho que compartiría la presidencia con Sakura- replico la pelirroja mientras Azusa y las demás continuaban sonriéndole. –Está bien solo por hoy…- añadió al ver los rostros de sus compañeras e incluso el de su amiga da primero a quien parecía no molestarle en lo más mínimo el hecho de que haya sido la pelirroja y no ella misma la elegida para seguir con el club.

-¿Entonces cual es el plan de mañana?- pregunto Ui a las chicas mientras Azusa tomaba asiento en el antiguo lugar de Ritsu que era donde Asuka solía sentarse.

-Hoy decidimos apartar el día para que ustedes celebren con sus familias, mientras que mañana saldremos todo el día, no hay plan para mañana, y al anochecer ¡pasaremos la noche en mi casa!- menciono entusiasmada la pelirroja quien ya había preguntado a su madre con anticipación y tenía todo listo para que el club de música ligera pasara su ultimo día como tal, todas juntas.

La tarde avanzaba y a pesar de las risas y la alegría que todas sentían al tocar en ese lugar y tomar el té hoy sería la última vez que esto ocurriría y lentamente las chicas tomaron algunas fotografías en el lugar, así como con Ton quien continuaría siendo la tortuga mascota del club y de quien quedaba a cargo Asuka. Al final del día y de despedirse del salón por dentro por última vez las cinco chicas bajaron las escaleras y salieron de la escuela como grupo dejando atrás recuerdos de innumerables días en los que se divirtieron juntas, así como también lloraron y sufrieron un poco, pero siempre juntas las seis si contamos a la profesora quien observo como las chicas se alejaban de la escuela lentamente… una generación más del club de música ligera se había graduado.

Las chicas continuaron con su usual ritual de todos los días: Ui, Azusa y Asuka se despidieron de Jun y Sakura quienes tomaron el autobús en dirección hacia sus casas. Ambas chicas se despidieron afectuosamente de sus amigas, al menos en el caso de Jun quien no paraba de llorar como si el mundo se estuviera acabando mientras que Sakura mucho más serena en realidad no deseaba tanto volver a su casa, debido a que tendría que entregar las calificaciones del año… algo nada alentador para la castaña a quien el primer año de preparatoria le fue fatal en casi todo y solo en los deportes alcanzo una calificación superior al seis… aunque tampoco era un resultado tan alentador.

Ui junto con Azusa y Asuka reanudaron nuevamente su caminata hacia sus hogares, con la promesa de que al día siguiente las chicas se reunirían por última ocasión como el club de música ligera. Ui se separo antes de las dos amigas como siempre ocurría, felicitando a Azusa y despidiéndose afectuosamente de Asuka, como si de una amorosa hermana mayor se tratase la castaña mientras la pelirroja algo incomoda por aun así respondía al abrazo de la misma manera afectuosa.

El momento clásico llego en el que las dos nuevas amigas se quedaban solas en su camino a sus respectivos hogares y el silencio predomino entre ellas algunos instantes.

-No estés triste Asuka-chan- rompió el silencio la peli azul mientras caminaban con el frio del invierno acariciando sus mejillas.

-¿Triste porque Azusa?, nadie murió…- respondió seriamente la pelirroja.

-Hasta yo llore cuando las Sempai se graduaron- añadió Azusa a su comentario.

-Azusa… tu lloras por todo- replico Asuka seriamente ocultando un poco su rostro dentro de su bufanda.

-¡Claro que no, eso nunca ha pasado!- respondió molesta Azusa.

-¿Y qué hay de la vez que vimos esa película en tu casa, la del perrito que al final moría?, lloraste toda la tarde sin sentido.

-¡Eso no es cierto…!- respondió la peli azul, aunque en el fondo sabia que la pelirroja tenía razón…

-Y la vez cuando Jun se comió el ultimo pastel de banana en el salón del club, y la vez que querías repetir año para quedarte con nosotras, y la vez….-

-Ya basta, si soy un poco llorona está bien…- replico la peli azul, interrumpiendo molesta por toda la razón que Asuka tenía.

Las dos chicas continuaron caminando en silencio unos breves instantes una al lado de la otra sin decir nada hasta que la pelirroja volvió a romper el silencio con sus palabras siempre dinámicas y llenas de energía que contrastaban con el frio del ambiente por su calidez.

-¡No me harán llorar Azusa!- menciono Asuka con esa sonrisa característica de cuando la pelirroja estaba feliz, dejando a la peli azul con una sensación agridulce en su pecho al saber que su ultimo año escolar había terminado pero que su amiga aun continuaba aquí a su lado y ahí continuaría un buen tiempo más.

La noche se fue rápido para las chicas y en el caso de Azusa resulto imposible conciliar el sueño de forma apropiada. La razón era simple: la emoción que sentía en pasar todo un día completo con sus amigas, un día que sería especial al ser la última vez que estarían juntas como club de música ligera. Ese simple hecho lejos de provocarle tristeza a la pequeña peli azul le traía nostalgia y algo de nerviosismo al ignorar por completo lo que ocurriría después de las 9 de la mañana de ese día, que era la hora acordada.

El lugar era la parada donde Jun y Sakura se despedían del grupo y la hora mencionada llego para las chicas quienes llegaron mucho antes de la hora acordada. Ui fue la primera en llegar, unos instantes después Jun y Sakura hicieron presencia para que al final llegase Azusa. Las cuatro con el insomnio bastante marcado en sus rostros pero a pesar de ello llenas de energía.

-¿Y Asuka?- pregunto Ui al ver que la peli azul llegaba por su cuenta.

-No lo sé… habrá que esperar a que llegue a la hora- respondió Azusa con un tono de voz que denunciaba como no estaba nada convencida de sus propias palabras.

De inmediato al ver que aun faltaban unos minutos para la hora acordada decidió marcar al celular de la pelirroja, con lo cual confirmo sus peores sospechas. El teléfono sonó varias veces y la sospecha de Azusa se confirmaba cada segundo que demoraba.

-Buenos días…- menciono Asuka una vez que contesto el teléfono.

-¿Aun estás en tu cama cierto?- pregunto la peli azul al instante en que escucho el tono somnoliento de la pelirroja.

-Azusa, aún es temprano…- menciono Asuka segura de que aun tenía tiempo suficiente para dormir un poco más, sin embargo el rostro le cambio por completo a la pelirroja de melena alborotada esa mañana al descubrir que se había quedado dormida más tiempo del que esperaba.

-¡Lo siento!- grito la pelirroja y la llamada se corto al instante.

Unos minutos después Asuka llego al lugar acordado, curiosamente con la melena peinada de forma adecuada, completamente limpia y con ropa acorde a la ocasión que la hacía resaltar un poco dentro del grupo de amigas. La chica estaba notoriamente más descansada que las demás aunque en ese momento estaba agotada por una impresionante carrera que pego la chica desde su hogar hasta la parada.

-Es tu culpa por quedarte dormida- replico Azusa al ver que la pelirroja ni siquiera podía hablar… no tenia aliento con cual emitir sonido alguno y simplemente colapso sobre una banca cercana ante la mirada penetrante de Sakura y Jun quienes parecían nunca haber visto a alguien tan agotado.

-¿Y a dónde iremos?- pregunto Azusa a Ui al ver que las otras tres chicas estaban en su propio universo.

-¡Al parque de diversiones!- grito Asuka reponiéndose al instante y brincando súbitamente de gusto llena de energías renovadas mientras que asustaba a las dos chicas que la observaban y casi la daban por muerta.

-Parece que hoy no va a parar en todo el día…- menciono Azusa para sí misma, haciendo una profecía que en breves instantes vería cumplida.

La pelirroja encabezaba el contingente de chicas mientras continuaba alegre y dinámica como siempre, con Jun y Sakura detrás de ella y Ui y Azusa un poco más serias detrás. Al ver la entrada del parque de diversiones Asuka comenzó a correr provocando que las chicas la siguieran por su propia seguridad ya que corría sin preocuparle si chocaba con las demás personas o algo peor.

Las cuatro chicas llegaron a la entrada del parque completamente agotadas mientras que la dinámica pelirroja llena de energía compro las entradas mientras sus amigas se recuperaban.

Asuka junto con Sakura demostraban que eran las menores del grupo emocionándose por cualquier cosa que veían, desde una simple maquina de grúa para obtener premios hasta la gigantesca rueda de la fortuna que había en el lugar a la cual la pelirroja no tardo en convencer a sus amigas de subir.

Una vez arriba las chicas se dividieron en dos grupos. Ui cuidaría de Sakura y Jun mientras que Azusa subiría junto con Asuka, un trato que a la peli azul se le hizo medianamente justo ya que aunque Asuka era la menos calmada del grupo Ui tendría que cargar con dos molestias en lugar de una.

-La vista es hermosa- menciono Azusa, aunque la pelirroja estaba en su propio mundo mientras miraba por las ventanas y observaba los alrededores.

-¡Puedo ver mi casa desde aquí!- grito Asuka.

-Eso no es cierto Asuka, tú casa está al otro lado de aquella colina- menciono mucho mas será y cuerda la peli azul.

-¡Yo puedo volar!- grito de nueva cuenta Asuka al ver que ambas chicas estaban en el punto más alto de la rueda de la fortuna.

-No, no puedes…- replico de nueva cuenta Azusa.

-¿Tu puedes volar?- pregunto la pelirroja a Azusa.

-¡Claro que no, Asuka déjate ya de loqueras por favor!- grito Azusa mientras observaba que la pelirroja claramente no se iba a calmar tan fácil… lo único que mantenía a Asuka sentada en su lugar dentro del vagón de la rueda de la fortuna era la falta de espacio, de lo contrario seguramente se la habría pasado corriendo durante todo el recorrido.

Al bajar de la rueda de la fortuna Azusa se veía claramente agotada de cuidar a la pelirroja por todo el recorrido mientras que Ui parecía haber tenido un viaje mucho más tranquilo a diferencia de ella.

-¿Tan malo fue?- pregunto la castaña a la peli azul.

-Lo fue…- respondió agotada Azusa. -¿Por qué estas así de cualquier forma?- menciono la agotada peli azul a la enérgica pelirroja.

-¡Es la primera vez que vengo con unas amigas a un parque de diversiones!- respondió enérgicamente la inagotable Asuka. -¿Y ahora a cual nos subimos?- añadió la pelirroja.

-Hay uno al que yo quisiera subir… pero tal vez no sea lo que tu esperas…- menciono tímidamente Sakura observando a la pelirroja fijamente.

-¡Lo que sea Sakura-chan, hagámoslo!- respondió la nueva presidenta del club de música ligera.

Con el mismo dinamismo de siempre la pelirroja arrastro a las demás hasta el lugar a donde estaba el juego al que Sakura deseaba subir.

El carrusel era el juego elegido por Sakura, era un lugar mucho más tranquilo y distinto a lo que Asuka eligió con anterioridad, pero incluso a pesar de lo relativamente calmado Asuka parecía estar disfrutando cada instante que pasaba con sus amigas e incluso algo tan sencillo como lo que estaban haciendo parecía llenarla de felicidad.

Las chicas llevaban un buen rato en el parque de diversiones donde Ui consiguió ganar varios premios haciendo cosas excepcionales e increíbles de la nada como era su costumbre, mientras que Azusa se veía agotada por tanto soportar a la pelirroja.

-¿Y ahora que es lo que haremos?- pregunto Ui a las chicas mientras tomaban un respiro sentadas en una banca del lugar, aunque la pelirroja continuaba corriendo de un lugar para otro.

-Creo que es turno de Ui-chan de escoger algo, ¿Qué es lo que quieres hacer?- menciono Asuka, quien a pesar de todo prestaba atención a las conversaciones de sus agotadas amigas.

-Pues… hay algo que nunca he hecho y que quisiera hacer aunque no tiene nada que ver con lo que estamos haciendo aquí…- menciono Ui algo apenada de que fuera su turno para elegir.

-¿Qué es?- preguntaron llenas de intriga Sakura, Jun y Asuka al mismo tiempo.

-Quisiera ir al zoológico- menciono la castaña siendo interrumpida por Jun inmediatamente. -¡Ah, yo también quisiera ir!- añadió súbitamente para después ocultar su rostro apenado por resaltar tanto.

-¡Iremos!-grito nuevamente Asuka y en unos breves instantes las chicas ya se dirigían hacia el lugar nuevamente encabezadas por la pelirroja quien en ese momento continuaba derrochando energías sin dar señales de agotarse.

El viaje al zoológico aparentaba ser ordinario y común, aunque esos dos adjetivos desparecieron al cruzar las puertas del lugar pues nuevamente Asuka se transformo en una estampida humana que corría en todas direcciones y aunque la seriedad y madurez de Azusa contrastaba seriamente con esa actitud extremadamente dinámica de la pelirroja, en esta ocasión fue todo lo contrario.

-¡Mira que trompa tan grande Asuka-chan!- gritaba Azusa mientras observaba a los elefantes.

-¡Mira el cuello tan largo de este!- respondió la pelirroja quien observaba a las jirafas.

Ui estaba fascinada por el lugar aunque las que en verdad parecían estar disfrutando todo eran Asuka y Azusa. En esta ocasión eran ellas dos las que estaban descontroladas en el lugar provocando que varios las voltearan a ver por las excentricidades de las dos chicas que habían perdido la compostura por completo.

La visita al zoológico fue algo breve aunque bastante ilustrativa para las chicas. En esta ocasión fueron Asuka y Azusa quienes salieron con las manos llenas de la tienda de recuerdos del lugar mientras que la seriedad y madurez de la peli azul brillo por su ausencia.

-¿Y ahora que es lo que haremos, Jun-Sempai?- menciono Asuka con la boca llena mientras las chicas comían en un conocido restaurante de comida rápida al que siempre solían ir juntas las cinco.

-Asuka veo tu comida…- replico Azusa refiriéndose al mal habito de la pelirroja, haciendo gala de la seriedad que la caracterizaba y que parecía haber vuelto.

-Y yo veo la tuya- respondió la pelirroja sonriendo, aun con el bocado sin terminar y sin comprender lo que la peli azul deseaba decirle.

-Pues aun no he ido a ver esa película de la que tanto hablan…- menciono la castaña de coletas. –Pero…- añadió la chica observando el gran vacío que había en su cartera después de las visitas al parque de diversiones y al zoológico.

-¡Iremos!- menciono la pelirroja mientras intentaba meterse a la boca un gran bocado de papas fritas al mismo tiempo.

-Pero… es que no tengo mucho dinero ya…- replico Jun.

-¡Iremos!- respondió Asuka… o al menos eso es lo que las chicas entendieron ya que la pelirroja continuaba hablando con la boca llena, incluso bocados más grandes de los que podía tragar hasta que al final ocurrió lo más lógico y la chica termino ahogándose con su comida.

Al llegar a los cines Jun descubrió lo que Asuka había querido decir y sin preocuparse por todo lo que estaba gastando compro las cinco entradas para la película que la Sempai de coletas deseaba ver, de igual forma compro palomitas, refrescos y todo con lo que se podía acompañar una película.

-¿Piensas comerte todo eso?- pregunto Sakura a su compañera.

-No pude comer bien… es la primera vez que mi hamburguesa intenta matarme así que no quede satisfecha- respondió la pelirroja.

-No creo que la comida haya tenido la culpa…- susurro Azusa para sí misma mientras el entusiasmo de la pelirroja continuaba en ascenso.

A final de cuentas Azusa obtuvo un poco de la tranquilidad que tanto deseaba en la sala de cine. La película que Jun deseaba ver era tan dramática que sin querer y recordando la conversación del día anterior con la pelirroja termino derramando lagrimas nuevamente.

-¿No que no eras una llorona?- menciono la pelirroja en tono burlón a la peli azul quien se secaba las lagrimas ante el dramatismo de la historia que tenía en pantalla.

-Ya déjame en paz Asuka- replico la peli azul aun triste por causa de la película, aunque al final de la cinta Azusa tendría su venganza pues la acumulación de comidas en el estomago de la pelirroja finalmente causaron el efecto más lógico.

Azusa esperaba afuera del baño de damas de los cinemas mientras escuchaba los sonidos provenientes del estomago de la pelirroja. Su rostro estaba un poco molesto, aunque Asuka obtenía lo que merecía, tenía que ser ella quien lidiara con la pelirroja.

-Comiste demasiado y aquí quisiste seguir comiendo… ¿En verdad que esperabas que ocurriera?- pregunto Azusa al ver que la pelirroja salía con una mano en el estomago y otra tapándole la boca debido a las nauseas que tenia.

-Pues no esperaba que saliera por donde entro…- respondió aun alegre y desafiante la pelirroja antes de volver a meterse al baño de forma súbita pues parecía que la comida aun no terminaba de salir.

El atardecer de ese día tan agotador para las chicas del club de música ligera estaba llegando y el momento de que el día en el que decidieron despedirse estaba llegando. Las cinco chicas caminaban por la calle mientras aun recordaban todo lo que habían hecho hasta ese momento.

-¿Qué es lo que tú querías hacer Azusa?- pregunto mucho más tranquila la pelirroja después de lo ocurrido en el cine.

-Es cierto, dejamos a Azusa al final y posiblemente no nos alcance el tiempo…- menciono algo triste Sakura.

-Tiempo… ni dinero- menciono Jun entristecida de la misma manera que su amiga, solo que por una causa muy distinta que recordaba cada que veía su cartera vacía.

-Lo que quiero hacer no necesita tiempo ni dinero- respondió la peli azul sin decir ni una palabra más al instante en que se dirigió al frente de las chicas y comenzó a guiar sus pasos.

Azusa las llevo por un camino que todas conocían y al instante todas supieron que es lo que la peli azul deseaba. Al llegar al lugar todas lo confirmaron.

-Deseaba ver el salón del club por última vez- menciono Azusa al momento de detenerse afuera de la preparatoria. El lugar estaba cerrado como era de esperarse después de la graduación y la peli azul se conformo con observar desde lejos al igual que Ui y Jun, pues para las tres esta seria al última vez que verían el salón de música ligera de la preparatoria pues ahora eran universitarias.

-Listo, vayamos a casa de Asuka como estaba planeado- menciono Azusa unos instantes después.

Las cinco chicas le dieron la espalda a la escuela que lentamente se quedaba atrás al instante en que el sol desaparecía del horizonte de la misma manera y la luz de la luna comenzaba a brillar en la oscuridad. Bajo ese escenario y mientras todas caminaban un poco delante de ella Azusa volteo una última vez para observar una de las ventanas del club donde paso tres años de su vida y tantas cosas le ocurrieron, tanto buenas como malas pero ella siempre había estado ahí sintiéndose más viva que nunca en su vida.

-Gracias club de música ligera… y adiós- menciono la peli azul al instante en que sonreía alegremente recordando muchas de las cosas que vivió en ese lugar.

-¡Azusa no te quedes atrás!- gritaron sus amigas quienes la esperaban con algo de distancia entre ellas.

Sin decir una palabra más la peli azul con la sonrisa aun en el rostro y los ojos un poco llorosos corrió al encuentro de sus amigas.

-¿Aun estas llorando por la película Azusa?, en verdad eres una llorona- replico Asuka al ver a la peli azul.

-¡Ya basta Asuka!- replico seriamente la peli azul a su amiga, con quien a pesar de todo continuaba riendo como en tantas ocasiones lo había hecho.

En la casa de la pelirroja, Ton, la tortuga mascota del club ya esperaba a las chicas pues sería responsabilidad de Asuka desde ahora en adelante. La mamá de la pelirroja ya esperaba a las niñas con una cena en la que se notaba el esfuerzo de la ama de casa, así como también se apreciaba que era una ocasión especial. Todas comieron alegremente a excepción de una persona… Asuka después de todo lo que le paso no tenía deseos de meter más comida a su boca por un buen tiempo.

Las chicas sabían que era una despedida pero ninguna actuaba de acuerdo a ello, todas reían y jugaban en la habitación de la pelirroja mientras lentamente el sueño las vencía e incluso en ese momento las risas no paraban, era la despedida más alegre que jamás hubiera tenido cualquiera de ellas desde el momento en que el día comenzó hasta el momento en que las luces se apagaron.

En medio de la habitación oscura solo los susurros de los sueños de las chicas se escuchaban. Azusa como siempre se levanto al baño a la mitad de la noche y al volver a la cama no pudo conciliar el sueño rápidamente, así que se quedo en silencio observando a sus compañeras profundamente dormidas. Jun susurraba fragmentos de la película mientras dormía además de tener la boca y la almohada llenas de saliva. Ui como siempre era ordenada incluso dormida y solo se notaba la profundidad con la que descansaba. Sakura roncaba y su manera de dormir no era la más adecuada, pero aun así la chica parecía cómoda mientras que por su parte Asuka profundamente dormida no emitía sonido alguno y cubría su rostro con la cobija.

-No se vayan…- escucho Azusa a lo lejos y de inmediato volteo su mirada a la fuente del sonido.

Asuka se había dado la vuelta mostrando su rostro a Azusa mientras seguía dormida. La cobija que la cubría no siguió el movimiento de la pelirroja y la personalidad de la baterista quedo al descubierto.

-No se vayan…- susurraba una y otra vez Asuka mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y comenzaba a llorar dormida.

-Así que esto es lo que eres en realidad- menciono Azusa sonriendo a la pelirroja quien continuaba llorando profundamente dormida repitiendo la misma frase una y otra vez.

-No nos iremos… creo en tu promesa- menciono la peli azul mientras tomaba una de las manos de la dormida pelirroja quien a pesar de estar dormida se tranquilizo al sentir la presencia de su mejor amiga.

Asuka era una niña que parecía ser demasiado gritona, demasiado dinámica, incapaz de quedarse callada… pero Azusa descubrió como en muchas otras ocasiones que la pelirroja no dejaba de ser una niña después de todo, y ahora era la nueva presidenta del club de música ligera. El final de la historia de Azusa en la preparatoria había llegado y lo que ocurriera desde ahora en adelante dependería por completo de esta niña que sonreía despierta pero lloraba dormida por aquellas amigas de las que hoy se despedía.

Final Live: Encore

Ser profesora de la preparatoria te permite ver muchas cosas que antes como estudiante no tendrías ni idea. Este será mi tercer año como maestra del salón 3-2 y recién hace algún tiempo la segunda generación a mi cargo se graduó. Este año no conozco a ninguna de las estudiantes del salón, pero espero que las cosas salgan tan bien como los dos años anteriores. Solo tengo amistad con dos chicas de segundo año que hace unos días me recordaron a mi misma cuando formaba parte del club de música ligera.

Si Azusa las viera se sentiría orgullosa aunque tal vez también se sienta un poco incomoda por los hábitos que Asuka le está imponiendo al club.

La primera semana de clases Asuka se la paso corriendo de un lado para otro, arrastrando a Sakura con su mano izquierda mientras que con la derecha cargaba una enorme cantidad de panfletos promocionales del club de música ligera. La pelirroja buscaba nuevos miembros para mantener vivo el club que sus tres amigas ahora universitarias le encomendaron y no aceptaba un no por respuesta.

Su método era similar en todos los casos: siempre se acercaba arrastrando a su compañera castaña detrás de ella y prácticamente le restregaba en la cara a las personas los panfletos.

-¡El club de música ligera te necesita!- les decía a todas para después dejarles un panfleto y seguir corriendo mientras Sakura se quejaba en vano del dinamismo de la pelirroja.

La energía con la que hacia esto dejaba sorprendidas a muchas chicas e incluso hubo alguna que le dio su cartera a la pelirroja quien puso en el rostro una mueca de sorpresa… la pobre chica de primero creía que la pelirroja la estaba asaltando con todo ese entusiasmo que le ponía a las cosas.

A pesar de todo Asuka tiene algo que al club le faltaba pues de alguna manera fue capaz de traer miembros nuevos antes de la presentación ante las chicas de nuevo ingreso. Aunque la primera chica que llego era una bajista extremadamente tímida, incluso más que otra de las bajistas del anterior club: Mio Akiyama. La chica estaba tan confundida acerca de lo que estaba pasando que hasta parecía que la pelirroja la había secuestrado, ya que la llevo arrastrando por las escaleras al igual que a Sakura… ¿De dónde saca tanta energía esta niña?

Pocos días después una guitarrista y una tecladista se unieron al club pues la campaña tan extraña que la pelirroja había estado haciendo de alguna manera estaba funcionando. Así la banda base estaba formada y la presentación ante las chicas de primer año fue algo memorable. ¿Cuál canción creen que tocaron?, ni siquiera están cerca de adivinar si creen que fue alguna de las que practicaron el año anterior. Las notas de Fuwa Fuwa Time sonaron de nueva cuenta en el auditorio de la escuela preparatoria causando un efecto increíble en las alumnas de primero.

17 alumnas contando a la presidenta Asuka y la segunda presidenta Sakura. El salón nunca había estando tan lleno, ni siquiera cuando yo era alumna del club de música ligera y teníamos 11 miembros. A final de cuentas el salón estaba tan lleno que resultaba imposible que las chicas practicaran al mismo tiempo y la presión recayó sobre la pelirroja a quien todas las chicas exigieron una solución. Sobra decir que la capacidad de Asuka para lidiar con el asunto era nula y se escapo dejando la mirada de las nuevas miembros fijas en Sakura quien a pesar de ser sumamente confiada es extremadamente tímida la primera vez… la chica castaña casi se desmaya.

Poco tiempo después comprendí que es lo que planeaba Asuka al compartir la presidencia con Sakura. Cuando el momento de la primera reunión de presidentes llego el tema a tratar era el cambio de salón del club de música ligera. A pesar de ser el tema principal la pelirroja se quedo dormida en la reunión y su idea era que Sakura atendiera todo mientras ella dormía, aunque su plan no resulto del todo ya que la castaña se quedo dormida a su lado también.

A final de cuentas Asuka tomo una decisión importante: no cambiar de salón, en lugar de eso el club se dividió en tres grupos y mientras un grupo ensayaba los otros dos tomaban té y comían dulces como era costumbre… a excepción del viernes.

La puerta del club de música ligera se abrió súbitamente y los rostros de las dos chicas de segundo año aparecieron frente a sus nuevas miembros, las cuales se encontraban a la expectativa.

-¡Chicas ensayen mucho, las veremos el lunes!- menciono la pelirroja antes de cerrar la puerta de nueva cuenta y de que los pasos que corrían bajando las escaleras se escuchaban.

-¿Sawako Sensei, exactamente a donde van Asuka-Sempai y Sakura-Sempai los viernes?- pregunto una de las chicas de nuevo club de música ligera.

-Tienen una promesa que cumplir- respondí sabiendo lo que hacían los viernes las chicas.

Unas cuadras después de correr a toda velocidad como era costumbre de la pelirroja, las dos chicas entraron al campus universitario y lo cruzaron llamado la atención de todos los estudiantes que observaban a las dos pequeñas niñas de preparatoria quienes aun portaban sus uniformes.

Las dos entraron en uno de los edificios más alejados del campus donde los sonidos de la música se escuchaban desde la distancia. Era el edificio donde los clubes musicales estaban asignados y el lugar donde Azusa, Ui y Jun habían pedido un salón para practicar. En el lugar la batería de Asuka ya esperaba en el lugar y solo restaba a que las dos chicas de preparatoria cruzaran por la puerta.

-¡Perdón por la demora!- menciono la pelirroja al instante en que cruzaba la puerta junto con Sakura quien prácticamente se estaba desmayando por la falta de aliento.

Azusa sonrió alegremente al instante de ver de nueva cuenta a sus amigas quienes cumplían la promesa que le habían hecho. Las cinco chicas a pesar de la distancia continuaban con su amistad y su música.

K-ON! GeneX

The End