MIS AMORES, AQUÍ LES DEJO EL SEGUNDO CAP, ESPERO QUE LES GUSTE ;)

P.D.: respondiéndole a Pollito, que no está registrada/o, primero gracias por su RR, aquí estoy actualizando :) Y no, los puntos de vista varían a lo largo de la historia. Saludos ^^

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ENAMORADO DE UNA LESBIANA

CAPÍTULO 2 "¡QUE TE JODAN, CULLEN!"

BELLA POV

El despertador sonó a las ocho de la mañana y con él se fueron todos mis bellos sueños en los cuales yo seguía en Francia y no estaba aquí en Seattle. No es que no me gustase volver a casa, a mi hogar, pero después de tantos años la Ciudad de las Luces se había convertido en mi hogar también y allí tenía vida, mi escuela, mis amigos y... mi novio. Al llegar a esa ciudad, desconocida en ese entonces para mí, las cosas no me habían sido fáciles, tenía tan solo diez años y era más tímida que ahora. Así que me había refugiado en los Hale, mis amigos de toda la vida, hermanos del alma, que me habían ayudado a integrarme a la nueva sociedad en la que vivíamos. Nuestras familias se dedicaban a los negocios, eran inversionistas, hasta que un día decidieron fusionarse y crear una gran empresa. Luego, les surgió una gran oportunidad en París, así que tuvimos que mudarnos y allí fuimos. Con el tiempo comencé a hacerme amigos, a formar mi vida allí. En mis estudios sobresalía y a los tres meses de llegar dominaba el francés completamente, pero algo me faltaba. Entonces fue cuando Jacob Black, un niño de mi edad, entró a mi colegio. Él era la persona más buena y divertida que hubiese conocido jamás y pronto nos hicimos grandes amigos. Pasábamos mucho tiempo juntos y me sentía bien junto a él, me sentía en casa. Así fue que, cuando ambos teníamos quince años, Jacob me besó por primera vez, me dijo que me quería y me preguntó si le haría el honor de ser su novia. Yo, por supuesto, le dije que sí. Estaba enamorada de él completamente y él de mí. Así pasó el tiempo, hasta que me enteré por mis padres, Charlie y Renee Swan, que regresaríamos a Seattle. En lugar de alegrarme, como lo hicieron Jazz y Rose, me entristecí profundamente. No quería abandonar a Jake, él había estado conmigo siempre, no quería perderlo. Pero tampoco podía ser tan egoísta de intentar mantenerlo atado a mí. De modo que decidí dejarle, mas cuando lo intenté él se negó diciendo que nos amábamos y que debíamos luchar por nuestro amor. Esa fue la primera vez que hicimos el amor, después de esa charla, para demostrarnos que éramos uno solo y que lo seguiríamos siendo en la distancia. Él fue mi primer beso, mi primer amor y mi primera vez, era muy importante para mí. Así fue como decidimos mantenernos en contacto, llamándonos, escribiéndonos e-mails todos los días e incluso tal vez nos visitaríamos de vez en cuando.

Hasta ahora no habíamos encontrado un horario que nos quedara bien a los dos para hablarnos por teléfono, pero nos escribíamos todos los días. Cada mañana, al despertar, me dirigía a mi ordenador y leía el mensaje que él me había enviado la noche anterior. Luego, yo le respondía y él leía mi mensaje en su noche, allá en París. Así que eso hice. Cuando hube terminado, me dirigí al baño y comencé con mi rutina de aseo matutina.

Al terminar de vestirme con el uniforme, bajé las escaleras hasta llegar al hall y de ahí me fui directo a la cocina. Los martes Alice y yo entrábamos una hora más tarde al colegio (a las 10 am) y ese día Rosalie también, ya que su profesor de la primera hora se ausentaría por gripe. Así fue que decidimos juntarnos a desayunar en mi casa y Allie nos contaría sobre la reprimenda que prometió le daría a su hermano al llegar a su casa.

Es que, el día anterior, Edward Cullen, el mellizo de mi pelinegra amiga, se había portado a los mil demonios conmigo. Nadie había sido tan atrevido conmigo en mi vida. Varios chicos habían demostrado su interés en mí en alguna ocasión, pero ninguno había sido irrespetuoso a tal modo. Por eso me asusté de esa forma y salí corriendo del baño llorando. De lo cual, más tarde, me arrepentí, porque me había mostrado "Débil ante el enemigo", según las palabras de Alice. Ella y Rose habían venido a mi casa al término del horario escolar y se habían quedado hasta ya entrada la noche, dándome consejos para deshacerme de mi "acosador".

FLASH BACK

-Para empezar, Bella, debes saber que mi hermano es un completo idiota en lo referente a las mujeres –comenzó Alice-. Es el típico casanova al que no le importa nadie ni nada que no sea su miembro masculino –añadió haciéndonos reír a Rose y a mí-. Verás, él tiene la teoría de que será más feliz tirándose a cuanta mujer camine cerca suyo, excepto sus parientes, claro. Por mi parte, pienso que es un imbécil redomado y que no conseguirá nada bueno de todo eso, pero allá él. El punto es que en su forma de ver las cosas, las mujeres son solo un número o su presa, como quieras verlo. De paso, aclaro que si no se le aventó a Rose también fue porque Emmett le hubiese roto la quijada solo de intentarlo –yo solté una carcajada y de reojo vi como mi rubia amiga se ruborizaba.

-¡Alice no digas esas cosas! No me gusta Emmett –se defendió con la barbilla en alto, típico gesto de ella.

-Tal vez, pero él esta loco por ti, ya lo verás –apostó Alice.

FIN FLASH BACK

Bueno, ahora me quedaba más tranquila al entender que Edward era un Don Juan y no un psicópata desquiciado. Además, mis amigas me habían enseñado a ponerle los puntos, si acaso las amenazas de Alice no fuesen válidas.

FLASH BACK

-Mira, Bella, si fuese cualquier otro hombre te diría que le digas frases típicas, pero cordiales, como "En este momento no busco nada serio, pero gracias" o "Eres muy gentil pero me temo que tengo novio", etc. –comenzó Alice.

-Pero con tipos como Edward, debes ser... más dura –explicó Rosalie.

-Exacto –corroboró la morocha-, tienes que utilizar oraciones como "Vete a la mierda"...

-"Que te jodan, Cullen" –continuó la rubia.

-"Aléjate de mí si no quieres terminar sin bolas" y demás –sentenció la melliza del aludido.

En ese momento, las tres nos miramos y nos echamos a reír.

FIN FLASH BACK

Recién había terminado de preparar el desayuno, cuando, faltando quince minutos para las nueve de la mañana, el timbre sonó. Abrí la puerta y Alice se me colgó del cuello, asfixiándome con su abrazo. ¿Cuándo se acostumbraría a verme todos los días? Luego pasó Rosalie y también me saludó alegremente, pero me dejó aire en los pulmones. Dejaron sus abrigos en el perchero y nos dirigimos a la cocina. Allí nos servimos el desayuno, chocolate con churros (igual que lo comíamos de pequeñas), y comenzamos a parlotear. Alice nos contó, más serena hoy, la gran reprimenda que le había dado a su hermano, riéndose al describirnos su cara de susto.

-En fin, como parecía que no iba a rendirse –Alice tomó un sorbo de su chocolate-, le dije que eras lesbiana –explicó lisa y llanamente, dejándonos a Rose y a mí con la mandíbula por el suelo.

-¡¿Qué le dijiste qué? –chillé yo asombrada.

-Bueno, ahora sí que no se te acercará más. Ni él ni ningún otro –sentenció Rosalie.

La situación era demasiado ridícula y, luego de balbucear alguna que otra bobera, nos echamos a reír estruendosamente, muy al estilo Emmett. Cuando recuperamos el aliento, empecé a razonar y dije:

-Alice, tu plan no funcionará.

-¿Por qué no? –preguntó contrariada- A menos que mi hermano sea en secreto una jollie (1), dudo que se te acerque.

-No seas tonta –le repliqué-, él querrá constatar que lo que le dijiste es cierto, se lo mencionará a Jasper y...

-De Jasper me encargó yo –comentó distraídamente con un brillo en los ojos.

-¿Y ahora a quién le gusta el hermano de quién, eh? –inquirió Rosalie con malicia y fue el turno de Alice para enrojecer.

-¡Cállate! –le espetó la aludida y se refugió tras su taza, a lo que mi rubia amiga y yo nos reímos, pero, claro, a ella no le causó gracia.

Eran casi las dos de la tarde y yo me encontraba en medio de un receso, antes de comenzar la última hora de clases del día. Alice todavía estaba enfadada con Rose y conmigo por la broma de ésta, por lo que no nos dirigía la palabra y se había pasado todo el día con sus otras amigas. Mi blonda amiga, para demostrarle que ella también podía hacerla sufrir, comenzó a hacer sociales por todos lados, ganando varios adeptos y enfureciendo aún más a Alice. Yo, por mi parte, resignada a que solo ellas podrían solucionar sus problemas y aburrida de verlas pelear, me había retirado al patio, a la sombra de un árbol. Estaba cómodamente leyendo "Cumbres Borrascosas", por trigésima séptima vez o algo así, cuando mi demonio personal se presentó a incordiarme.

-¿Qué quieres, Cullen? –preguntó con voz de fastidio al verlo aparecer de detrás del árbol.

-Vaya cambio, Swan. Ayer te ruborizas cuando te toco, me pegas cuando me acercó más a ti y luego sales corriendo. Hoy, en cambio, casi se podría decir que me insultas –comentó entre intrigado y divertido. Se sentó a mi lado y cerré mi libro de golpe, con furia contenida.

-¿Acaso piensas que te mereces algo diferente? ¿Crees que debo ser condescendiente contigo? ¿O acaso debería arrojarme a tus brazos al igual que lo hacen todas las chicas? –le solté exaltada.

-Veo que Alice te estuvo asesorando.

-¡¿Qué mierda te importa si lo hizo o no? –exploté furiosa- ¿No puedes solo alejarte y dejar de molestarme?

-¡Wow! Entonces sí tenías carácter –observó divertido.

-La verdad no suelo gritarle a las personas, pero tú eres la excepción, felicitaciones –ironicé.

-Mira, está bien, solo tenías que decirme que eras lesbiana, no era necesario hacer todo el escándalo de ayer –dijo pagado de sí mismo. No pude menos que reírme.

-E-r-e-s-u-n-i-m-b-é-c-i-l –le solté entre carcajadas- ¿De verdad creíste lo que Alice te dijo? Pensaba que eras algo más inteligente que eso, Cullen. Claro que no soy lesbiana, tu hermana te mintió para protegerme, porque le importo, a diferencia de ti.

-¡Vaya! Y yo que pensaba que la duende solo tenía cerebro para comprar ropa –comentó para enojarme y lo logró.

-Sabes, quizás no seas estúpido, pero sí eres patético. No puedo creer que hables así de tu hermana o que menosprecies a las mujeres como lo haces. Creo que mis compañeras del Centro Feminista de Orleans, en Francia, estarían más que contentas de golpearte con algunos carteles de protesta. De verdad no entiendo qué le hiciste a ese niño tan dulce y amable que eras de pequeño. Ese que lloró cuando me fui, porque era mi mejor amigo –le dije en un tono más suave, intentando que razonara.

Por un momento creí que lo había logrado, ya que una sombra surcó su rostro, mas luego abrió la boca.

-Ese estúpido niño antisocial murió hace tiempo Bella, las cosas cambiaron, yo también. Crecí, punto. Ahora, el decirme que no eres lesbiana fue un error, aunque de seguro lo hubiese terminado averiguando, pero ahora será peor para ti –me amenazó-. No descansaré hasta tenerte en mi cama, de piernas abiertas, con mi miembro llenándote y mi nombre saliendo jadeante de labios –me prometió sin pudor alguno y con una sonrisa en la cara.

-¡Qué te jodan, Cullen! – le grité, más enfurecida que nunca. Me levanté de allí y me fui, sin darle la oportunidad de hablar.

Ese chico no era mi Eddie, mi mejor amigo de la infancia. Un monstruo lo había encerrado muy en el fondo de su ser y yo no estaba dispuesta a caer en sus garras. Si quería cambiar debería hacerlo solo.

EDWARD POV

"La gatita tiene garras", pensé. ¿Así que no era lesbiana? Pues ya vería lo que Edward Cullen era capaz de hacer. Muy pronto ella caería ante mí, pero si antes quería guerra, guerra iba a tener. Una sonrisa maliciosa cruzó mi rostro y me apresuré a entrar a clases, para la última hora del día.

(1) En francés, dama o señorita. (N. de la A.)

By *Ayee*

Disclaimer: los personajes de este fanfiction no me pertenecen y son creación de Stephenie Meyer, lo que sí me pertenece es la historia y su trama. Este fanfiction se ha hecho sin fin alguno excepto el divertirme.

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FINALMENTE SE RESOLVIÓ EL MISTERIO: BELLA NO ES LESBIANA Y ADEMÁS TIENE NOVIO, AUNQUE EDWARD NO LO SEPA ¡MUAJAJAJA! XD ¿QUÉ PIENSAN QUÉ HARÁ EDWARD AHORA? ¿CÓMO PENSARÁ SEDUCIRLA?

DÉJENME SUS OPINIONES, SUGERENCIAS, SALUDOS, GUSTOS DE HELADO, VIDEO PREFERIDO O LO QUE SE LES ANTOJE JEJEJE XD

NOS LEEMOS EN LOS RR, SE LAS QUIERE...

A LA LUZ DE LA LUNA