Imponente

Tomo aire un par de veces antes de animarse a si misma a cruzar la puerta. Kiba la miraba expectante ¡Nunca en su vida le confesaria que tenia panico! Es decir, cualquiera en su lugar tendria miedo, estaba, literalmente, por entrar en la boca del lobo. Su novio le sonrio infundiendole coraje, pero eso le sobraba.

No estaba segura de que demonios hacia, lo hizo por impulso, sus pies se movian sin su autorización. Era una de las pocas veces en la vida que Ino que no sabia que iba a ocurrir, que ni siquiera tenia una idea, o un escenario más o menos parecido a la futura realidad.

-Mama, Hana- Las llamo Kiba y su sangre se congelo en las venas- Ella es Ino, supongo que ya la conocen.

Ino estaba a su lado, no iba a esconderse. Si iban a matarla, seria con la frente en alto. Bueno, estaba exagerando.

-¿La rubia de la floreria?- Cuestiono Tsume, mirandola sin mucho interes.

-Tengo nombre, señora- Le contesto de modo automatico, frunciendo el cejo.

Y entonces, solo perdio el control.

-Lindo nombre te han ido a poner…- Dijo con sarcasmo.

¿Dónde tenia que meterse? Se pregunto Kiba, pero antes de poder intervenir su novia lo hizo.

-Bueno, por lo menos mi nombre no significa garra.

-¿Qué tiene de malo, eh, mocosa?- Tsume Inuzuka se levanto de su lugar.

-¿Qué tiene de malo el mio, señora?- Respondio, deformando el titulo hasta convertirlo en un insulto.

-¡Mama!- Exclamo Hana, sorprendida. Su madre no solia ser tan hostil, no tanto, no sin una razon.

-¡A callar Hana, que no ante ninjas deviluchos no se muerde la legua!

-¡¿Ninjas deviluchos? ¡Ja, pero si es usted una mujer escandalosa y tosca!

-¡Y tu una nena de papi jugando a la chica mala!- Ladro la mujer, sonriendo para sus adentros.

Y para sorpresa de Tsume, la chica no se acobardo.

-¡Nena de papi antes que mujer grosera, tosca, maleducada, y sobre todo hostil! ¡Hasta parece perra en celo!- Ino no iba a echarse para atrás.

Ambas mujeres siguieron discutiendo y los Inuzuka menores solo las miraban, medio atónitos y medio confusos.

-¡Y un demonio con la mente, tu no duras un dia en el campo de batalla, barbie!

-¡Y usted se quiebra ante cualquier tortura psicologica, lobezna destetada!

Tsume rió, ya sin poder controlarse un segundo más. Ino la miro sorprendida pero no bajo la guardia, pues tenia un amplio avanico de insultos para la "matriarca" del clan de su novio. Y una mierda con las suegras, una Yamanaka no se retractaba como si nada.

-Ya, niña- La calmo, tomando una tasa de café- Sientate y desayuna con nosotros.

Ino la miro como si estuviese loca, y en parte, lo parecia.

-¿Eres la novia de mi hijo, no?- Pregunto y Kiba e Ino asintieron confusos- Genial, una mujer con los ovarios bien puestos, me caes bien, chica.

La jovencita se sento frente a la mujer aun desconfiada, Hana le paso una taza de café y descubrio que Tsume Inuzuka era bastante… metodica para aprobar o no a las novias de su hijo. Sorprendentemente Ino era la primera que no se echaba para atrás con el rabo entre las piernas, atemorizada por la imponente figura de la Inuzuka.