Y tal como los había amenazado, aquí está: La primera secuela de "Sueño Recurrente". El disclaimer estará al final del capítulo, pero ya se lo saben de todas formas. Esta vez trataré de darle un rumbo diferente a la historia, aunque haré lo posible por conservar los elementos más fundamentales de la narrativa.

Poniéndolos en situación, quizás sería conveniente dieran un vistazo a "Sueño Recurrente" (si es que no lo han leído) para saber en qué contexto nos ubicamos y no sean tomados por sorpresa en el desarrollo de la historia. Bien... terminado este simulacro de introducción, los dejo con el prólogo. ¡Qué lo disfruten...! ¡Y comenten!


Padecimiento Etéreo.

Prólogo.

Mi espíritu decae poco a poco en tanto nos acercamos a nuestro destino… bueno, mientras pretendo que nos acercamos… la verdad es que conducir un auto del lado izquierdo nunca fue mi fuerte, los autos nacionales se conducen al revés… además, estar en las calles de un país ajeno confunden fácilmente a cualquier turista perplejo como yo. Seis personas comparten este compacto de alquiler que parece conducido por una anciana mientras el chofer, despistado, mira con curiosidad los letreros en las esquinas que nos dicen el nombre de las calles… y tal como ya asumieron, dicho chofer tonto soy yo. Aunque eso es ciertamente penoso, no es esa la causa de mi incipiente depresión. Lo es que nos dirigimos a un hospital.

—¿Te perdiste, verdad?— Dice Haruhi mientras me ve con esa mirada penetrante que bien puede ser comparada con un Mikuru Beam.

—Claro que no—. Respondo de inmediato, a la defensiva.

—Bien… ¿Dónde estamos entonces?

—Cerca.

—¿Cerca? ¿Cerca? ¿Qué clase de respuesta estúpida es esa?— Pregunta irritada mientras me golpea en la cabeza con la copia de The Jersey Journal que adquirió apenas llegamos a la ciudad.

—De hecho, sí estamos cerca—. Interviene una voz infantil desde la parte de atrás del auto. Sentada en las piernas de Nagato, junto a la ventanilla, Ryoko interrumpe el juego de manos que sostenía con Asahina para responder la agresión de su madre contra mí. —Sólo debe tomar la calle Washington Road a la izquierda y seguir derecho por un kilómetro.

Cómo es que sabe eso, se preguntarán. Sí, también es su primera vez en Nueva Jersey, de hecho, es su primer viaje intercontinental, yo ya había venido a los Estados Unidos antes, pero no en particular a esta ciudad. Bastó con que ella echara un vistazo al mapa que estaba en el aeropuerto… además, es impresionante que ni ella ni Haruhi estén al menos un poco cansadas, ha sido una jornada larguísima que comenzó con un primer vuelo Tokio-Los Ángeles con el transbordo Los Ángeles-Nueva Jersey…

Cuando Haruhi se embarazó de ella, hace algunos años, tuve al estupenda idea de decir en voz alta: "deseo que sea la niña más especial del mundo…" pues bien, mi pequeña, a sus seis años ha concluido ya la secundaria, entre las muchas virtudes que la adornan, está una perfecta memoria eidética visual y auditiva… cuando nació, el médico me dijo que tenía hipertrofia de la memoria y mi ignorancia me hizo pensar lo peor… descubrí luego que simplemente se refería a que tenía un cerebro enorme.

—Mejor que un GPS, ¿no?— Agrega Koizumi al lado de Asahina, justo en la otra ventanilla del asiento trasero. Los años le han sentado un poco mal… el tipo nunca embarneció mucho, de hecho, es particularmente delgado, aún así, sigue poniendo esa cara y esa sonrisa de metrosexual de quinta, ahora con el rostro adornado por un fino y bien cuidado bigote y siempre bien vestido. Con toda honestidad siento que no va con él el vello facial. Sin embargo, sigue teniendo mucho éxito con las chicas.

La mayor de los miembros de la Brigada SOS (Sí, aún en funcionamiento), va sentada entre la alien y el ésper. Asahina apenas si ha aumentado de estatura, y fácilmente podría ser tomada por una jovencita de preparatoria aún cuando hoy por hoy supera los veintiséis. Afortunadamente para todos, ese espíritu infantil y caritativo apenas si ha cambiado, aunque en efecto ha madurado con el paso de los años. Al igual que Nagato, desarrollo un gran apego por mi hija. Hoy luce particularmente linda en un atuendo ligero, aunque formal, muy propio para la estación.

Nagato, por su parte, mira con interés las calles de la ciudad. En su caso, es su primer viaje fuera de Japón y observa ensimismada a las personas tan diferentes que viven por aquí y sus costumbres. De no ser por Haruhi y Asahina, seguramente seguiría vistiendo el uniforme de la Preparatoria del Norte, apenas nos graduamos, las otras dos mujeres de la brigada se encargaron de comprar un vasto guardarropa para ella y Haruhi le dejó la indicación de elegir una prenda diferente para cada día. Al principio fue muy gracioso. Nagato carecía de todo sentido de la moda y solía combinar colores y estilos muy aleatoriamente. Al final aprendió el fino arte de la armonía para vestir, supongo que es inherente a ella por el simple hecho de haber sido creada como mujer… hoy viste jeans, camisa vaquera y botas. Supongo que revisó por internet el estilo texano.

En el asiento del copiloto, Haruhi juega ansiosamente con sus dedos mientras busca la calle que Ryoko nos acababa de indicar. Por motivos de trabajo, Haruhi no viste la ropa casual que tanto le gustaba en su adolescencia, y constantemente se le ve enfundada en trajes sastre, también tuvo que renunciar a su emblemática banda amarilla, aunque de vez en cuando se pone algún tocado discreto o un broche de dicho color. Como sucede con muchas mujeres, el embarazo y nacimiento de Ryoko, lejos de hacerla ganar peso, perfeccionó su de por sí agraciada figura, y sin importarme cuan morboso suene, debo hacer énfasis en el muy favorable aumento de estatura, así como del tamaño de sus senos y caderas… no es voluptuosa, sino que dejó de tener el cuerpecito de una adolescente para convertirse en una mujer que simplemente levanta pasiones. Hoy viste de falda entubada y saco negros con una blusa blanca, todo esto, en conjunto con las zapatillas altas que lleva, simplemente quita el aliento… ahora que lo pienso, cuesta algo de trabajo concentrarme en el volante mientras miro de reojo sus piernas debajo de esas largas media negras… aunque creo que es una buena señal que después de diez años de conocerla siga teniendo ese efecto en mí.

Mientras hago esta reflexión sin quitar los ojos de sus muslos, ella baja la mano y truena los dedos un par de veces, obligándome a verla a la cara.

—Esta es la calle…— Me dice en voz baja. —…fisgón…

—Tú eres la única culpable…

Giro a la izquierda el vehículo y tomamos algo parecido a una autopista rural. Pasamos un pequeño canal e inmediatamente después un brazo de lago Carnegie. El campus de la Universidad de Princeton nos esperaba del otro lado. De cierto modo me trae recuerdos de mis buenos años de universitario en Tokio, y siento una ligera nostalgia. Los estudiantes, con sus reservas, claro, lucen tan semejantes en todos lados donde he estado…

Luego de estacionar el vehículo, soy nuevamente reprendido por dejarlo lejos del lugar a donde realmente nos dirigimos.

—No le hagas caso—. Me dice Ryoko tomándome de la mano.

—¡Tú! ¡Deja de consentirlo!— Ordena Haruhi mientras caminamos al frente del grupo.

—Te regaña sólo porque siente pena de demostrar lo mucho que te quiere—. Continúa la pequeña ignorando los regaños de su madre.

—¡Y deja de decir ese tipo de cosas!

—Sí, pero no se lo digas, porque al final termina desquitándose conmigo…— Le digo a Ryoko, ignorando también a Haruhi.

—¡Motín! ¡Se amotinan contra su líder de brigada!— Aumenta Haruhi su tono de voz. —¡Doble penalización por ser mi hija! ¡Triple por ser mi esposo! ¿Qué demonios pasa con ustedes?

Sin pensarlo dos veces, Ryoko me suelta de la mano y abraza por la cintura a Haruhi. Los gritos cesaron… es escalofriante cuán bien adiestrados nos tiene.

—Pequeña chantajista—. Reprocha ella. Recuperada su compostura, se vuelve hacia el ésper. —¿Tenemos dónde hospedarnos, Koizumi?

—Por supuesto—. Responde él de inmediato. —Tres habitaciones sencillas y una familiar en el hotel Hyatt Regency Princeton por tiempo indefinido, cortesía de la Agencia. De hecho, hace unos minutos pasamos por el hotel… sin embargo, no incluyeron viáticos por alimentos.

—De eso se puede encargar Kyon—. Demonios… ¿Por qué yo? —Mikuru, ¿qué sabes sobre las personas que vamos a ver?

—No puedo dar muchos detalles, pero históricamente hablando, son varios de los mejores médicos del mundo, en particular uno. Te va a resultar muy entretenido—. La trémula expresión de gozo en el rostro de Haruhi aumentó.

—Yuki, ¿algo de lo que deba enterarme?

—Todo dentro de los parámetros de normalidad, no parece haber afluentes de información extraños. Actualización de datos según lo previamente requerido completada.

—Kyon, ¿empacaste toda la ropa que te encargué?

—¿Por qué debo ser yo el responsable por eso?

—Tu mala actitud ha hecho que a lo largo de los años no trasciendas de rango en la Brigada, sigues siendo el tipo de los trabajos raros… hasta Ryoko tiene mejor rango que tú.

—¿Por qué no podemos comportarnos como una familia normal aunque sea cuando estamos fuera del país?— Pregunto con amargura.

—¿Cómo cada vez que cae la noche y se encierran a ver televisión en su alcoba?— Pregunta Ryoko, adelantándoseme. —A mí me limitan sólo con dos horas de televisión. Creo que hay una injusticia en eso—. Mi pequeña… si supieras que lo único a lo que no prestamos atención en ese momento es al televisor… lo prendemos para evitar que se filtren otros sonidos fuera de la alcoba… sin importar que clase de niña genio seas, eres pequeña para comprenderlo, seguirás pensando que somos unos ogros por unos cinco o seis años más. —¿Por qué no hacen el amor como otros papás y me dan un hermanito? Eso sí que sería genial.

Nagato parpadea un par de veces rápidamente, Asahina se sonroja y Koizumi sonríe como idiota ante tal afirmación. Retiro todas y cada una de las palabras que dije… es un alivio que su sentido común aún no trascienda su inteligencia.

Por cierto, es marzo. Dentro de menos de una semana comenzará la primavera y el clima de esta parte del mundo es muy semejante a la de nuestra propia localidad. Incluso dentro del campus hay varios árboles de cerezo que hacen que no me sienta tan lejos de casa. Fuimos convocados aquí por motivos de trabajo… oh, sí, la Brigada SOS es una asociación seria hoy en día, asociación civil sin registro o reconocimiento formal, claro. Vaya que hemos tenido más de un trabajo interesante, y esta es la primera vez que Ryoko viene con nosotros, Haruhi pensó que incluso podría llegar a ser útil.

En algún punto de nuestra historia establecimos que sería nuestra misión (La de la brigada) mejorar al mundo, pues será donde nuestra Ryoko vivirá cuando crezca. Ese propósito se acerca de alguna manera al que teníamos en un principio, cuando Haruhi fundo nuestro alocado club. Las cosas han cambiado para bien y en el presente me siento muy honrado de ser parte de la Brigada SOS.

En un principio, tal como hicimos en la preparatoria, resolvimos pequeños misterios y casos locales, rara vez teníamos algún caso verdaderamente extraordinario, pero nuestra reputación fue creciendo poco a poco. Antes de graduarnos de la universidad, el apellido Suzumiya (que como seguramente recordarán, ahora es también el mío, haciendo a nuestra familia una parte del diminuto tres por ciento de las familias niponas que adoptan el apellido de la esposa) había ganado fama a nivel nacional. Sin embargo, fue hasta un año después que Haruhi obtuvo un trabajo que le permitió llevar su cruzada a nivel internacional. Puedo decir orgullosamente que a mis veinticinco años he pisado cinco de los seis continentes en cerca de dos docenas de países.

Koizumi y su organización se han encargado de procurarnos algunos de los recursos materiales que no son posibles para Haruhi o para mí, y pasaron de estar atados al estado anímico de Haruhi, a estarlo a su voluntad, ésta dispuso que se volvieran una asociación humanitaria, y así lo hicieron. Tengo la noción de que nuestro ésper tiene un rango alto hoy en día, pero termino aburriéndome cuando me lo cuenta y hasta ahora no lo tengo del todo claro. Su principal aportación, sin embargo, es su poder de deducción, como siempre.

Asahina sigue al pendiente de las órdenes de Haruhi. Por un momento estuvo a punto de ser forzada a usar el disfraz de enfermera que usó en la preparatoria… no es que me moleste verla vestida así, pero me da la impresión de que podríamos ser incluso arrestados aquí por tratar de aparentar que somos lo que no somos. Es algo así como un asesor externo y eventualmente ha tenido que hacer uso de su tecnología para ayudarnos a resolver algún misterio. También hay veces en que desaparece por unos días, disculpándose con que tiene que "atender otros asuntos". Supongo que serán asuntos como la "Comandante Michiru…" creo que ya está en esa edad.

Nagato sigue haciendo las veces de monitor-analista de Haruhi y sus capacidades para creación de datos. También sus facultades nos han ayudado de mil maneras y en muchos escenarios para realizar el trabajo, sobre todo si dicho trabajo es peligroso, además de ser la niñera y protectora autoproclamada de Ryoko.

Algunos minutos de caminata después, arribamos a la recepción del amplio edificio hospitalario que buscábamos. Era una enorme habitación cuadrada con un segundo piso visible desde el recibidor, con una gran sala de espera. Es realmente un grandioso hospital, muy parecido en tamaño e infraestructura a los dos que tiene la Universidad de Tokio.

—Bienvenidos al Hospital Universitario Princeton-Plainsboro—. Nos dice la recepcionista, una mujer de mediana edad de raza negra con el cabello enrulado. —¿Puedo ayudarlos?

—Sí, gracias—. Responde Haruhi en inglés perfecto. —Estamos buscando al decano de medicina…— Rebusca en su bolso y saca un papel arrugado. —…el… doctor Cuddy… debe estar esperándonos.

—La doctora Lisa Cuddy—. Corrigió la recepcionista. —¿Quién la busca…?

Haruhi sonrió ampliamente a la pregunta y sacó su billetera del bolsillo, abriéndola a un lado de su rostro, haciendo visible placa y credencial:

—Detective Haruhi Suzumiya, Interpol.

Aquí vamos de nuevo…

Prólogo.

Fin.


Sí, es correcto... es un crossover... sin embargo, me parece conveniente ponerlo en esta sección hasta que esté terminado, por aquello de que parte de una historia completamente ubicada en el universo del animé. así que una vez que concluya su escritura, será puesto en la sección de crossovers.

Por cierto, y anticipando un poco los eventos del futuro, les comento que tomaré como guía otro de los esquemas de Tanigawa, es decir, contaré las historias con eventuales desórdenes cronológicos, pero no se asusten, será muy entendible.

Pongo, ahora sí, el disclaimer: Peronajes creados por Nagaru Tanigawa (Excepto por Ryoko Suzumiya). Personajes creados por David Shore.

¡Comenten, comenten!