Disclaimer Skip Beat es de propiedad intelectual de la maravillosa Mangaka Yoshiki Nakamura

–Despierta Kyoko– decía una chica de larga cabellera negra a la chica tendida en la cama mientras la sacudía levemente intentando despertarla–La hermana Hikari, se molestara si llegas ¡Taaardeeee!-

Le hablaba, le gritaba, seguía sacudiéndola, pero no había caso. No reaccionaba "¡Por Dios, como puede tener el sueño tan pesado!… ¿Como la despierto? ¡Ya se!"Tomo un jarrón que había sobre mesita de noche, en el cual su amiga, colocaba de vez en cuando las flores que cortaba del jardín, las saco y vacío su contenido sobre el rostro de esta.

– ¡Mamá no lo hago nunca más! –gritó la chica, incorporándose de golpe –¿Eh? Pero porque me mojas Kan-… ¡Kanae! ¡Mis flores! ¡¿Qué les hiciste?! –exclama al ver el jarro vacío en las manos de la pelinegra.

–No les hice nada y no es momento para que te procures por unas flores, llegaras tarde a clase y la hermana Hikari te va castigar–le advierte.

No era la primera vez que Kyoko se quedaba dormida, pero sí sería la primera vez que llegara tarde a clases. Y la hermana Hikari era muy severa cuando de estudios se trataba, y por sobre todo no soportaba la impuntualidad. Ya que esperar a los atrasados provocaba que la clase se retrasara. Y como castigo a los que llegaban tarde les tocaba limpiar las aulas al término de clases.

–¿Por qué no me despertare antes Kanae? – le lloriqueaba a chica reprochándole, mientras que se ponía el uniforme lo más rápido que podía– Esta vez sí llegaremos tarde.

–Intente despertarte por más de veinte minutos y además TÚ llegaras tarde. Yo ya me voy– dicho esto se encamino hacia la puerta.

– ¡Qué! No vas a esperarme –la retiene del brazo– Que mala amiga eres, en estos casos deberías decir: "Me da igual que me castiguen, así que te esperare"–dice con estrellitas en los ojos.

–¡Por qué diría yo eso! Es vergonzoso, mejor suéltame que no quiero llegar tarde– sacude el brazo soltándose de su agarre– Y por favor intenta apurarte.

Kanae estuvo a ponto de dejarla sola cuando de la nada dio media vuelta y entro nuevamente a su cuarto, Kyoko le sonríe de oreja a oreja queriendo decir " ¡Si vas a esperarme!"

–No es lo que piensas, solo olvidaba las llaves – luego la chica se fue.

"Ni siquiera voy a alcanzar a desayunar" pensaba, mientras se tomaba su largo y sedoso cabello color anaranjado en dos coletas. Por último se miro al espejo antes de salir, cerciorándose de que estaba impecable y no haya olvidado ponerse algo como la falda o algún calcetín.

"Todo en orden…cuanto tiempo me queda para llegar… ¡Ehhh! dos minutos" exclamo para sí misma saliendo de la habitación dejando todo desordenado.

Por más rápido que corriera, sabía que no llegaría a tiempo, por lo que sería castigada, ya que su salón estaba bien retirado de los dormitorios.

"Ya no llego… Y si me salto la clase…Mmm mejor no… La hermana se molestara aun más ¿Qué de debería hacer Corn?" introdujo su mano en uno de su bolsillos y luego al otro, registrando cada uno de ellos pero no estaba. ¡Corn, no estaba! "¡Corn! ¿¡Cómo puede olvidarte!?" Corn era la piedra que le había dado su amigo hace años y siempre la llevaba consigo, nunca la olvidaba "No pude haberla perdido ¿Cierto? Que hare si no la encuentro" solo esperaba que Corn se encontrara en su cuarto. Obviamente fue a buscarla.

Gracias al cielo estaba en su habitación. Ya con la piedra bien guardada en su bolsillo, se dispuso a ir a clases sin más demoras. En cuanto salió de su habitación echo a correr nuevamente. Y al girar al final de unos de los pasillos, choco contra algo, mejor dicho alguien. Que la hizo perder el equilibrio y caer de espaldas.

–Lo siento, no lo vi- Se para y hace una reverencia disculpándose– Lo lamento mucho – y sigue corriendo sin dedicarle ni una mirada al chico que tenía en frente.

"Esa tonta ¿Cómo se puede demorar tanto? Le va a ir peor porque acaba de llegar la Madre superiora… ¡Apúrate Kyoko!". Kanae miraba constantemente por las ventanas del pasillo, por si se veían señales de vida de su amiga.

–¿Qué hay de interesante afuera señorita Kanae? – Le llama la atención la Madre superiora.

–Ehhh…nada interesante, Madre, solo me distraje un momento, disculpe– se excusa.

–Como les decía–continuo hablando– hoy llegan los nuevos alumnos y sus futuros compañeros de habitación, tal vez tengamos que hacer algunos cambios en la distribución de los cuartos. Si no me equivoco ustedes tendrán dos compañeros nuevos. Les pido que sean amables con ellos. –dijo a los jóvenes– Bueno eso es todo lo que tenía que informarle. Que tengan un buen día.

–Disculpe madre superiora, ¿Pero en que habitación se quedaran Chiori y Reino? Porque la única disponible sería la de Kyoko– le explica la hermana Hikari mientras la acompañaba a la puerta– No sería correcto que un hombre se quedara con dos jovencitas en el mismo cuarto.

–No te preocupes Hikari, el chico se comprometió a comportarse y su hermana me aseguro que lo controlaría. Y solo será por esta noche– Le pone una mano sobre su hombro– Relájate, que yo estaba igual de preocupada que tu pero el Padre Lory me asegura que nada pasara. Ya sabes que siempre tiene razón. – sonríe.

–Y a todo esto no vi a Kyoko, ¿Le pediste que hiciera algo?

–No Madre, aun no llega.

–No podré avisarle que tendrá compañía…Le puedes avisar- le pide a la vez que deja escapar un pesado suspiro- Dale un buen castigo, tiene la costumbre de dormir de más, pero hoy por lo que veo se le paso la hora.

–No hay problema yo le aviso–se ríe se podía ver cierto toque de malicia en aquella sonrisa–Y le daré un buen castigo, vaya tranquila.

La mujer se fue por el jardín, siguiendo el camino que llevaba a las capillas.

"¡Waa… la madre superiora!… ¡Donde me escondo!, ¡Donde me escondo!". Daba vueltas de aquí para allá, sin encontrar escondite seguro, y termino por quedarse apoyada detrás de un pilar. Que la camuflaba perfectamente.

Se aseguro de no salir hasta asegurase de que a la mujer, no estaba por ningún lado. Verificado esto, salió de su escondite para ir a clases. Toco la puerta, pero al no escuchar respuesta del otro lado, decidió entrar. Y lo primero que vio fue a la hermana Hikari sentada en su escritorio, y esta la miraba con reproche.

–Hasta que llegas Kyoko, ve a tu puesto– paso rápido ubicándose en su lugar, el último junto a la ventana.

–¿Sho cuánto me perdí? – Le pregunta al chico rubio, que era su amigo desde la infancia, con el que compartía puesto y del cual estaba enamorada.

–¿Por qué llegaste tarde? –pregunta demandante– La hermana esta moleta…Por lo menos no llegaste cuando estaba la señora –Sacude la cabeza –Tienes suerte, y no te perdiste nada.

Al terminar la clase, Kyoko iba saliendo con toda tranquilidad, disimulando que no existía junto a Kanae. Dando gracias por la suerte de no ser castigada. Hasta que la hermana la llamo.

Se dirige hacia el escritorio de la mujer con la cabeza gacha.

– Lamento mucho llegar tarde esta mañana Hermana, prometo que no volverá a pasar–dice juntando sus manos en signo de súplica. – Por favor no me castigue.

–Lo siento mucho Kyoko, pero si soy estricta con los demás, sería injusto que no lo fuera contigo–La chica se encoje de hombros- Y la Madre superiora me pidió que te castigara, así que limpiaras lo baños masculinos.

–¡NOOOO! HERMANA, CUALQUIER COSA MENOS ESO. – suplica desesperada, no quería por nada en el mundo entran en aquel lugar.

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–Si hubiera sabido que esto pasaría, hubiera limpiado los baños– Refunfuñaba, mientras barría las hojas del jardín, la cuales eran bastante – Y tengo que hacer esto el resto de la semana. Por lo menos hoy es viernes.

–Oye, disculpa que interrumpa tu platica con las hojas, pero esta mañana chocaste conmigo–Voltea sobresaltada, encontrándose a un chico alto de caballera negra y pupilas grises.

Recordaba que había chocado pero no se fijó con quien. Solo se había limitado a pedir disculpas.

–Cuando te caíste se te olvido esto– Le enseña una piedra morada similar a la suya. Acto reflejo, se revisa su bolsillo dándose cuenta que Corn no estaba.

–¡Ohhh! ¡Gracias! No me había dado cuenta que se cayó– extiende su mano para recibir su tesoro– ¡Muchas gracias! –sonríe cálidamente al contemplar la piedra. Sorprendiendo al chico.

–¿Cómo te llamas? –le pregunta él chico

– Kyoko Mogami ¿Y tú? –

–Ren Tsuruga, es un placer conocerte–Le sonríe dejando a la chica deslumbrada y sonrojada ante aquel gesto.

Hola!

Soy nueva en esto de publicar historias. Espero que les haya gustado. Siempre había querido escribir un fanfic, porque aquí leí historias muy buenas, pero no me atrevía a publicar una... pero ya se me paso XD

Y quiero aclarar que no soy muy buena en esto de redactar, y creo que no aclare muy bien algunas cosas. Y si quedo alguna duda o cometí algún error háganmelo saber. =)