Fic random y romántico que se me ocurrió ajasjddkjdjf XD los caps no serán muy largos, pero prometo que serán bonitos, quería escribir un SuFin pero no tengo ideas T.T me odio, es que con ellos siento que tengo que ser muy melosa y orita no me siento asi que digamos… so… lo dejo pa' después ._.
Y sin contar este, son tres caps mas :P
Advertencias: tal vez lime, aun no estoy segura, decidan ustedes por mí ¿sí? Necesito ayuda en ese punto XD, a e iditoces de Dinamarca, lo normal (?)
Disclaimer: Que Hetalia no es mío joder ¬¬ y a Noru solo lo comparto con el danés ¿entendido? Nyaa Noru *¬*
Que viva el DenNor huzzah! XD
Capítulo 1: La planeación
Él no era un experto en cosas románticas, no, para nada, a duras penas y sabía sobre el tema, pero… ¡rayos! ¡Estaba enamorado! Y vaya que le tomo tiempo adaptarse a ese sentimiento… era extraño, primero veía a Noru caminar tranquilamente para abrazarlo como su mejor amigo que es, y ahora solo quería proclamarlo en el nombre del Reino de Dinamarca… y no exactamente en el sentido territorial de la frase.
Se sentó suspirando en el sillón ¿y qué demonios iba a hacer? ¿Cómo podía decírselo sin terminar pateado en sus regiones vitales por los dolorosos golpes que era capaz de plantarle su amigo? No tenía la menor idea… pero luego se puso a pensar, diablos, él es el rey de toda Europa del norte, tenía que ocurrírsele algo bueno en cualquier momento ¿no? asi que allí entro su gran mente en acción, si, tal vez con esfuerzo se le ocurriría algo.
Tomo una pluma y un papel y pensó… pensó… dio vueltas en el sofá… siguió pensando… fue por un té, siguió pensando, se dio de a golpes contra la mesa frente al sillón, intentó pensar de nuevo pero ahora con dolor de cabeza, termino con la frustración más grande de su vida
- ¡DEMONIOS! –gritó a todo pulmón en la sala de su casa, menos mal que todos habían salido –NO SE ME OCURRÉ NADA ¿CÓMO PUEDE SER TAN DÍFICIL MALDITA SEA? –se tiro en el suelo con un aire depresivo, luego volvió al sillón con pluma en mano otra vez, pero con poca esperanza, pero entonces, una pequeña parte de su sub-consciente empezó a trabajar
Aquél era un sentimiento muy fuerte, podía sentirlo, era tan tangible que a veces llenaba todo el lugar donde se encontraba, eso no podía ser posible si sólo una de las dos partes lo sentía ¿cierto? No podía ser unilateral si era tan colosal… entonces, existía una pequeña posibilidad de que Noru le correspondiera
"Solo se tu mismo" le dijo aquella voz en su cabeza, el rubio sonrió, era cierto, no necesitaba hacerse largos y elaborados planes, todos podían irse al demonio, solo siendo el mismo conquistaría el corazón de su Noru, porque aunque lo negara, el sería suyo y de nadie más y quien le dijese lo contrario sería atacado con una pequeña hacha vikinga que ocultaba en algún misterioso y desconocido lugar de su casa, tan sencillo como eso.
Bien, sólo anotaré lo que se me ocurra para que no se me olvide –dijo con aire de inocencia el danés mientras tomaba de nuevo su cuadernito y escribía las románticas ideas que le venían a la cabeza, aunque la mayoría eran muy vergonzosas o Noru se negaría… asi que opto por las tres que parecían más decentes y empezó con su plan –bien, ¡manos a la obra! –sonrió feliz y salió corriendo a la cocina
Se puso un delantal, un muy masculino delantal rojo y empezó con su tarea, hace siglos que no cocinaba, pero esperaba no haber perdido el toque, aun asi tenía el consuelo de que seguro sabía mejor que la comida que preparaba cierto inglés, si, seguramente era años luz mejor que eso.
Se puso a revisar su libro ¿y que se suponía que podía hacer de comer? O rayos… allí estaba el dilema, pero luego se fue por lo que le pareció mas fiable por no decir lo más fácil y lo único que sabía que le saldría bien: pescado frito con papas, o si.
Revisó la hora, no tenía mucho tiempo, Noru llegaría en cualquier momento de su gran travesía hacia la librería donde iba comprar uno de aquellos libros aburridos que al danés jamás le interesaba leer, pero su lectura se vería interrumpida por la gran cena que le estaba preparando el mayor, definitivamente, tenía que seguir su instinto y sabía que aquello estaría bien, y hasta podría hacer que… podría… él podría…
Si, definitivamente… ¡Noru hasta podría sonreírle! Aquello lo motivo más, vale, dejo la cocina hecha un desastre, pero en su interior era el hombre más feliz del mundo ¡ya iban a ver todos como aquél chico inexpresivo se rendiría ante él o moriría en el intento!
No le gusto eso ultimo, pero ya que.
Se fue a la mesa y arreglo el resto, joder que la casa estaba congelada, había visto una vez en la tele que cuando querías poner una buena atmosfera, eran necesarias las velas que con su suave calor alumbraban un gran y autentico ambiente amoroso… o algo por el estilo, asi que fue hasta el sótano, casi fue mordido por arañas, pero él en sus pensamientos sólo creía que lo peor que podía pasarle era volverse un país araña asi que le dio igual, saco unos candelabros que hace tiempo no utilizaban, los limpio y los llevo a la mesa, no se acordaba donde rayos estaban las velas asi que termino buscando por toda la sala por una hora hasta encontrarlas, cuando las consiguió recordó el pescado… llego justo antes de que quedara hecho polvo
- Bueno… si lo pico en trocitos podríamos hacer rueditas y asi no se nota lo quemado… ¡sí, eso haré! ¡soy genial! –su depresión se fue luego de la gran idea mientras picaba el pescado, lo adorno con las papas que hasta él mismo se sorprendió de no haber quemado y regreso a encender los candelabros que había buscado, se sorprendió del cambio que vio
Su sala que habitualmente era fría ahora tenía cierto aire… cálido y confortante ¡justo él que buscaba! Se aplaudió a sí mismo por sus grandiosas ideas y luego fue por la comida, la dejó en la mesa y la cubrió, luego se quito el delantal y recordó otra cosa que había escuchado… asi que fue a cambiarse por una ropa mejor, tal vez asi hasta le resultaría atractivo a su amado mejor amigo.
Escuchó la puerta abrirse, rayos, ya llegó, se acomodo como pudo y bajo las escaleras para encontrarse con un estupefacto Noruega… o algo asi, no lo demostraba en su cara, pero si en sus ojos, el danés podía jactarse de reconocer las emociones de su amigo cuando se lo propusiera.
- Den ¿Qué mosca te pico? –luego lo observo… se veía diferente, no sabía exactamente la razón, pero el mayor sintió que podía tener éxito
- ¡Hice la cena Noru! –bajo y lo saludo tan alegremente como siempre lo hacía – ¡es una cena para hablar!
- ¿Más de lo normal? –el noruego suspiró, seguro era otras de sus estúpidas ideas, pero se resigno al ver que no recibiría mas información si no se sentaba a cenar
Lo que él no sabía, era que le esperaba una larga, larga noche.