Y bueno aca estamos, terminando un ciclo, terminando mi primer proyecto. (cosa que pense imposible cuando lo empezó) pero en fin, aca estamos. Es mas largo que los anteriores para explicar todo, espero que les guste y espero sus reviews! Agradecimientos a Nyu-Nono por su apoyo incondicional desde el principio, te debo una amiga, eres la mejor. muy bien ahora a la lectura!


Capitulo XIX

Seto miraba perplejo a Kisara, sin entender que diablos había hecho mal esta vez. Estaba seguro que no había dicho nada malo, ni tampoco la había ofendido; entonces ¿Por qué la peliblanca estaba tan enojada?

- Seto tenemos que hablar- dijo ella cerrando de un portazo la puerta.

- ¿Paso algo Kis?- respondió él con una tímida sonrisa.

- Se franco conmigo, ¿Yo significo algo para ti?

Seto volvió a mirar confuso los ojos azules de la peliblanca, pero se arrepintió al instante. Aquellos dos zafiros lo escaneaban de arriba a abajo buscando una respuesta. Es mas, él sentía que escrutaban directamente su alma. ¿Serviría ser sincero con ella a esta altura? ¿Serviría decirle que la amaba con todo el corazón, que deseaba salir de aquel infierno para verla dormirse en sus brazos todas las noches? ¿Serviría decirle que quería casarse con ella, que quería pasar el resto de su vida con ella, verla despertar cada día hasta su muerte?; tal vez surtiría efecto si Kisara no estuviera hecha un fuego y no tomara a mal cada una de las palabras que este le digiera. Sabia que se avecinaba una guerra y que nada calmaría aquel malestar que la peliblanca sintiera en su interior.

- Claro que significas algo para mí- reconoció Seto luego de meditar la respuesta- Eres una gran amiga, una gran compañera y de veras te aprecio…

- ¡Lo sabía! ¡Sabía desde el principio que me usarías como un juguete! ¿Acaso me usas para satisfacer tus necesidades?- estallo la peliblanca golpeando el escritorio fuertemente- claro, me olvido con quien estoy tratando. ¡Eres el gran Seto Kaiba! Las chicas te caen como cascada, seguro que cuando me vaya, vendrán dos más para atenderte, ¿cierto? Que estúpida soy, pensaba que realmente tú estabas enamorado de mí. Pero veo que me equivoqué.

- ¡Yo nunca dije eso, no me mal interpretes!- replicó tomando a la peliblanca por los hombros. Su actitud altanera lo había sacado de quicio. Odiaba que ella inventara cosas sin sentido y parte de la furia que sentía tomo posesión de su cuerpo- ¿estar tanto tiempo con el cachorro de cuarta te afecto el cerebro? Estoy muy seguro de lo que siento por ti y no tengo miedo de decirte que te amo pero me enloquece que actúes de esta manera. ¿Ahora que hice, si se puede saber?

- ¡Hablar contigo es como hablar contra una pared! No tienes sentimientos, ni corazón ni tacto, ¡te odio Seto Kaiba! Odio el momento en el que te conocí y cuando te volví a encontrar. ¿En serio quieres saber que hiciste? Te lo diré con gusto, ¡Jugarme como un trofeo eso hiciste! ¿Cuándo ibas a decirme que yo era tu estúpido botín en la guerra que tienes con Joey? ¡Pues se acabó! ¡Ni tu ni él me tendrán, soy un ser humano no un objeto destinado a tu colección!

Dicho esto la puerta pegó otro portazo y Kisara desapareció de la oficina. Seto se sentía desorientado y no sabía por donde empezar, ¿Acaso ella le acababa de decir que…?. No después de todo lo que había pasado entre ellos. Se rehusaba a creer semejante verdad. Ahora que pensaba, ¿El amor lo estaría haciendo sensible? Ahora que lo pensaba, él se sentía mas alegre, animado y hasta podría decirse de buen humor.

"¿todos esos sentimientos provoca ella en mi? ¿Realmente será que no puedo vivir sin ella? No debería ser así, soy una persona independiente, con ideas claras y con convicciones firmes. Pero no puedo pensar un mundo donde Kisara no este; tal vez antes era posible, ahora no lo es." Pensó Seto mientras miraba por la ventana.

Volvía a llover torrencialmente en Londres. El cielo se torno negro y varios relámpagos sonaron a lo lejos. Parecía que el fin del mundo se acercaba o eso creyó Seto cuando caía en la cuenta de que aquella imagen lúgubre era un reflejo de su propio corazón. Él sonrió amargamente y decidió seguir con su trabajo, al mismo tiempo que Roland llegaba para darle las noticias.

Habían pasado varios días después de aquella charla y no había signos de Kisara por ningún lado. Había desparecido de la mansión Kaiba, no contestaba su teléfono y al parecer su departamento estaba completamente cerrado. Al principio, les había parecido totalmente normal, pero al pasar los días y ver que ella no daba señales de vida, comenzaron a preocuparse. La primera persona quien la buscó fue Mokuba, que a pedido de Seto, recorrió todos y cada uno de los lugares que frecuentaba la peliblanca, para recabar información, sin embargo nada de lo que había averiguado servía.

-Si, una chica de cabello blanco y ojos azules pasó por aquí a comprar unas cosas. Pero creo que fue hace una semana, tal vez dos.- le confesó una empleada de un negocio cercano a la casa de Kisara.

- Está bien, gracias por su tiempo.- respondía siempre él. Ya se estaba cansando de esta búsqueda ya que mientras mas investigaba mas difícil era encontrarla, por lo que el pelinegro tomó una decisión. Iría a la casa de Joey y aunque su hermano no quisiera, hablaría con él para arreglar este problema de una vez por todas.

Después de un rato, Mokuba llego a la casa de su amigo. Éste vivía solo en un departamento pequeño de los suburbios. La primera impresión que le dio al joven Kaiba fue extraña ya que, aunque la fachada del edificio era un completo desastre, el interior estaba pulcro y ordenado, cosa que jamás habría imaginado de su amigo.

Joey se quedó pasmado cuando vio a Mokuba parado en la puerta ya que desconocía el porqué de su visita. El rubio lo dejo pasar sin abrir la boca y solo cuando se aseguró que estuvieron solos le pregunto:

- ¿Qué haces aquí Mokuba?

- Estaba por el lugar y quise venir a verte, como no apareces mas por la casa de Yugi, nos preocupamos.

- Tú no lo entenderías.-confesó él en un taque de sinceridad- Aunque dudo que sea por eso solamente. ¿Sucedió algo con tu hermano?

- Algo así- respondió el pelinegro tomando el vaso de agua que el rubio le ofrecía- en realidad Seto tiene algo que ver en todo esto, pero no lo afecta del todo…

-¡ya deja de hacerte el misterioso y dime de que diablos se trata!- soltó el rubio impaciente. Odiaba que hicieran eso y más cuando intuía que algo malo pasaba.

- ¿Has sabido algo de Kisara últimamente? Porque quisimos llamarla a su celular varias veces y no contesta nadie.

- ¿Kisara? Déjame pensar. La ultima vez que la vi fue cuando discutimos y ella me, bueno ella…

- ¿Te devolvió el anillo?- dijo Mokuba completando la frase- Lo siento Joey, no sabía, pensé que ustedes seguirían hasta las ultimas consecuencias. ¿Dices que discutió contigo? Pues también discutió con Seto hace un par de días atrás y según el, ella estaba muy enojada… creo que dijo algo como "no me verán mas" o algo por el estilo.

Cuando el pequeño terminó su relato, Joey quedo sumamente pálido y mudo. Él recordaba que su ex-novia había dicho exactamente las mismas palabras en su primera separación… y las consecuencias habían sido severas. Como si fuera impulsado por un resorte, el rubio tomó su chaqueta y salió casi corriendo hacia la puerta cuando Mokuba lo detuvo y le digo a gritos:

- ¿Que crees que haces Joey? ¿Adonde vas?

- A hablar con tu hermano, ¿Dónde mas? Creo que algo malo va a pasar, si no es que ya sucedió- dijo el aludido tirando de la muñeca de Mokuba.

- Pero Joey- replicó de nuevo el pelinegro- que…? Como…? De que?

- ¡Ya cierra la boca y camina quieres!- manifestó el rubio sacándose de sus casillas.

Por suerte, el chofer de Mokuba seguía esperándolo en la entrada del complejo, por lo que les resulto sencillo llegar a la empresa. Lamentablemente, el joven C.E.O estaba en una reunión muy importante con unos inversionistas, por lo que les resultó sumamente difícil convencer a Roland para que interrumpiera (muy a su pesar) al ocupado castaño.

El hombre de confianza de Seto entro inadvertidamente; se posesionó junto a su jefe y le susurró:

- Señor Kaiba su hermano lo esta buscando desesperadamente en su oficina. Dice que es algo sumamente urgente sobre el F.. Pero creo que esta jugando con usted, ¿verdad?

Seto se paro en seco y miro incrédulo a Roland. Conque su hermano encontró a Kisara, eso era una razón más que valida para enviar esa reunión al mismísimo infierno. Él enseguida se levantó de su asiento y alisándose su traje se retiró de la sala de reuniones sin decir una palabra, con Roland detrás de él.

- Mokuba mejor que sea…

Sin embargo se quedó estático al ver al mismísimo Joey Wheeler sentado en el sofá junto a su hermano. Su acérrimo "enemigo" tenia la tez pálida y unas grandes ojeras debajo de sus ojos color miel. Además iba vestido con una especie de conjunto deportivo muy anticuado y con su cabello totalmente despeinado. Saco la conclusión de que de no ser por su hermano, él jamás habría entrado vestido de esa manera. Éste lo miro medio acongojado y un poco asombrado por la pronta presencia de Kaiba, pero rápidamente sacudió su cabeza y expreso:

- ya sé que no nos llevamos bien Kaiba pero creo que tomaras la decisión correcta y que trabajaremos juntos en esto ya que sin mi no encontraras a Kisara.

- ¿Acaso me estas chantajeando perro sarnoso?- dijo él mirándolo despectivamente- puedo encontrarla con o sin tu ayuda. Seguro no habrá ido tan lejos.

- Como se nota que no la conoces. ¿Qué sabes de ella? Donde vive, que es lo que hace en su tiempo libre, su trabajo, ¿pero acaso sabes que pasa cuando ella se siente sola y desorientada?, ¿a donde se dirige?

En ese momento Seto no supo que contestar y muy a su pesar se dio cuenta de que el perro tenía razón: ¿acaso realmente conocía a Kisara como él pensaba? Obviamente que no, porque hubiera podido contestar esas simples preguntas fácilmente. Milagrosamente Mokuba cortó el hilo de sus pensamientos cuando dijo:

- ¿Insinúas que a Kisara le sucedió algo grave?

- Creo que será así si seguimos hablando aquí- respondió Joey- por eso decidí venir a verte cuando Mokuba me conto tu problema. Veras, ella hace un par de años perdió a su abuelo paterno y quedó destrozada. Él fue quien le enseño a dibujar y ella compartía todos sus dibujos con él. Cuando murió no pudo soportar el dolor y desapareció por varios días, justamente como esta sucediendo ahora. Sus padres se desesperaron, como era lógico y realizaron una búsqueda exhaustiva. La encontramos en la cabaña de su abuelo desmayada en el piso con una botella de ron. Nunca nos dijo que intenciones tubo, pero sospecho que quiso aliviar su pesar. Si creo conocerla, Kis hizo lo mismo esta vez asique antes de que sea tarde debemos ir directamente para allí.

Los hermanos Kaiba estaban consternados ante semejante revelación. Ellos se miraron mutuamente y sin hablar asintieron con la cabeza enfáticamente; sabían que tenían que hacer y debían hacerlo ahora. Sin decir una sola palabra Seto tomó las llaves de su Ferrari y con un movimiento de su cabeza indicó que Joey lo siguiera.

Gracias al control que el castaño tenia de semejante maquina y que las calles estaban desiertas, en muy pocos minutos llegaron a un complejo de pintorescas cabañas situadas al norte de Londres. Allí todo era paz y tranquilidad, definitivamente un lugar en el que se podían pensar cosas importantes. El viaje hasta allí había sido muy silencioso y con un ambiente de tensión indescriptible, en el cual Seto pensaba continuamente en las ultimas palabras que Kisara le había dicho: "Ni tu ni él me tendrán, soy un ser humano no un objeto destinado a tu colección!". Le dolía en el alma que ella pensara eso de él cuando la peliblanca sabia que el cariño que le tenia… Ahora que lo pensaba, ¿podía ser posible que el perro se le haya salido las palabras de la boca?.

- ¿Acaso le dijiste algo que no debías a Kisara?- soltó Seto cuando estaban estacionando el auto en frente a una de las cabañas mas grandes del lugar

- ¿A que te refieres?- respondió Joey desconcertado- No claro que no yo no dije...- sin embargo se detuvo en seco al darse cuenta del error que había cometido- ¡que estúpido soy!

- ¿QUE DIABLOS LE DIJISTE WHEELER?- vociferó el castaño tomándolo por el cuello de la camisa

- Le dije que creía que te había superado en algo, pero que me había equivocado. ¿Acaso hice mal?

Kaiba estaba que echaba humo. No podía entender como ese imbécil no se había dado cuenta del imperdonable desliz que había cometido. Rápidamente el castaño sintió que un fuego atroz lo invadía y quiso propinarle un golpe en el contrariado rostro de su acompañante, pero no lo hizo. Se limitó a bajar del vehículo ágilmente y con grandes zancadas llegar hasta la puerta. Allí, se dio cuenta de que estaba ligeramente abierta ya que se vislumbraba que entraba un pequeño rayo de luz por allí. Inmediatamente él abrió la puerta de un tirón temiendo lo peor, sin embargo Seto se decepcionó con lo que encontró.

Un par de días antes de su "desaparición", Kisara se encontraba meditabunda mirando por la ventana de su departamento. Todos los sucesos que le acontecieron en el ultimo mes la habían hecho pensar muchísimo sobre el rumbo que debía darle a su vida. Era cierto que a su corta edad, ya se había convertido en una mujer respetada y exitosa, pero ella se sentía vacía por dentro. Ella necesitaba salir de su burbuja de contención y conocer el mundo a su manera; y la peliblanca sabia la manera de hacerlo.

Se dirigía a llamar a su primo cuando alguien golpeó sonoramente su puerta. Esperando que fuera Duke fue a abrirla sonriente, sin embargo su semblante cambió al ver a Tea de brazos cruzados y con una mueca de satisfacción en el rostro. Kisara, al verla, le dijo:

- Pensé que lo nuestro había terminado. ¿Qué quieres ahora?

- Hablar contigo, ahora que estas mas calmada. Creo que querrás retractarte de tus palabras.

Kisara no respondió y se limitó a mirarla con cara de pocos amigos. ¿Tan sínica seria Tea como para creer que ella la perdonaría después de todo lo que hizo? Al parecer sí porque se presentaba allí diciendo semejantes palabras.

-¿realmente crees que luego de todo lo que hiciste yo voy a rebajarme a tu nivel? Recuerda que yo se muchísimas cosas sobre ti, ¿O acaso te olvidas las veces que te cubrí para que Yugi no sospeche que lo estabas engañando? Bueno, eso se acabó! Vete de aquí antes de que haga algo de lo que me arrepienta.

- ¿Qué podrás hacerme niña rica? Llamar a tu papi para contarle tus problemas? ¡Eres tan patética que ni siquiera te diste cuenta de que yo te usaba! ¡GRACIAS POR DEJARME UN HERMOSO PUESTO EN LA KAIBA CORP!

Kisara no lo soportó más. Sintió como un enorme nudo en su garganta crecía a pasos agigantados y que comenzaban a salirle lágrimas por los ojos. Al mismo tiempo percibió que la ira recorría su cuerpo rápidamente. Sin darse cuenta le propinó un fuerte golpe en la nariz a la altanera castaña, que le causo la rotura de su tabique. Instantáneamente comenzó a salir muchísima sangre, causándole pavor y mirando a la peliblanca con una mezcla de asombro y temor. Quizá por supervivencia o instinto no articuló una palabra y solo se limito a salir corriendo sin mirar atrás.

Extrañamente Kisara se sintió aliviada, como si se hubiera desecho de una mochila realmente pesada. Increíblemente aquella descarga le aclaro absolutamente todo, por ello tomó su celular y tecleó el número de su primo.

- Duke, tenemos que hablar.

Seto volvía a su mansión con el corazón destrozado. Aunque había leído la carta millones de veces en el camino de vuelta, seguía sin entender el porqué. Le parecía absurdo y hasta un poco infantil pero era su decisión y tendría que respetarla. Sin decir una palabra se dirigió a su escritorio y allí volvió a leer el mensaje. Deseaba estar solo y poder realizar su duelo en paz. Deseaba con todo su corazón llorar a rienda suelta, poder limpiar su frustración y su impotencia.

"Querido Seto: Sé que no comprenderás mi decisión y lamento haberte preocupado de más, pero necesito hacerlo por mi y por un momento no pensar en los demás. Dile a Mokuba que lamento muchísimo no poder estar en su cumpleaños pero tengo una razón muy importante para no hacerlo. ¿No te preguntas por que no perdiste tu empresa aun? Bueno, yo tuve una idea genial. Decidí comprar tu parte de la compañía a un precio que el directorio no pudiera rechazar y adivina que, ahora es toda tuya. Inmediatamente después de adquirirla realice los tramites de traspaso de capital y ahora el 100% de Kaiba Corp. te pertenece. No me lo agradezcas, considéralo como un regalo de cumpleaños para Mokuba, ¿es mejor que nada no?"

Releía esas líneas con un profundo dolor en el pecho. Ella se había tomado la molestia de hacer eso, pero ¿Por qué?. No creía que solo fuera por el cumpleaños de su hermano si no que había algo mas de fondo. Se devanó los sesos para descubrirlo y sin embargo no pudo. Decidió continuar con su lectura por más dura que fuera.

"¿Qué será de mi te preguntas? Bueno, como ya no necesitas a un socio mayoritario y mi vida útil en Kaiba corp. terminó decidí aceptar una propuesta. Me iré a trabajar lejos de aquí, lejos del ruido de Londres, de la rutina diaria y, muy a mi pesar, lejos de ti. Necesito tiempo para pensar en mi futuro y por sobre todo sobre mis sentimientos por ti. Aunque tengo muy claro mi amor por ti, sé que el amor casi nunca tiene sentido y creo que cuando amas a alguien con tanta pasión te haces la vaga ilusión de que te corresponderá, pero seamos realistas, tu no vas a corresponderme jamás. Mi amor no es un simple capricho y hasta llegue a pensar que lograría estar junto a ti, pero veo que me equivoqué. ¿Tu apreciaste a alguien de esa manera?"

Claro que él había amado de esa manera. ¿Acaso Kisara lo dudaba? Era obvio que ella ponía en tela de juicio sus sentimientos. El castaño sentía que aquel nudo se formaba nuevamente en su garganta, odiaba esa sensación de angustia, pero no podía evitarlo. Prefirió volver a seguir leyendo.

"No contestes, en realidad guarda esa respuesta en tu corazón, que es el que realmente sabe la verdad. No hace falta que te diga lo que yo siento por ti, porque durante todo este tiempo lo has podido escuchar repetidas veces. Lo único que quiero que sepas es que yo estaré bien, no te preocupes por mí… No intentes buscarme, no trates de localizarme; Solo confía en mí y mantén la esperanza firme de volver a verme algún día. Te Amo. Kisara"

Seto no soporto más y sintió como sus lágrimas se derramaban lentamente sobre su rostro y sobre el papel.

"¿Después de todo lo que pasamos terminara así todo? ¿Va a dejarme asi como asi, sin explicaciones y sin respuestas? Te odio Kisara." Pensó él haciendo un bollo la carta. Se disponía a tirarla, sin embargo se detuvo. "No puedo, te amo mas de lo que te odio. No puedo eliminar el último vínculo que nos une. Te esperaré". Sus lágrimas siguieron derramándose lentamente sobre su rostro mientras él miraba al cielo imaginándose donde podría estar Kisara ahora y si estaría pensando en él.


Y bueno que les parecio? Espero no haberlos decepcionado... Maldita Tea, eres una desvergonzada! Te mereces el golpe que Kisara te dio... Alguien alguna vez vio a Seto tan angustiado?... bien, les aconsejo algo... la carta de Kisara está inspirada en la cancion de James Blunt Goodbye my lover... asique porfis escuchenla!

Pero esto no termina aca porque hay una ultima sorpresa... HAY SEGUNDA TEMPORADA! Asique por ende habrá mas de Kisara, Seto y Mokuba... (pero primero adelantaré My Real xq pobrecito lo tengo muy abandonado)... Sigan leyendo y mil gracias por sus hermosos reviews!