Disclaimer: Todo (excepto Percy, él es mío) le pertenece al genio de Rick Riordan.

Summary: Y lo último que te queda es implorar a los dioses por que este sea el chico al que has estado esperando todo este tiempo. De alguna u otra forma.

Nota 1: Primera cosa que escribo de este maravilloso fandom :'D

Nota 2: Dedicado a mi queridísima Ceci (Lovely to the last) porque la amo y sé que ama la saga tanto como yo.


Babea.

Babea.

–Qué asco –mascullas.

Frunces el ceño ya que te cuesta trabajo creer que la persona a la que has esperado que llegase al campamento sea este chico; posiblemente sea la única persona que podría conocer el secreto que te ocultan los demás y hacer que cumplieras tu sueño de enfrentarte al mundo real pero parece que solo ha tenido suerte con el Minotauro y, además, babea mientras duerme.

Resulta un poco decepcionante, a decir verdad. Pero no descartas la posibilidad.

Haces una mueca y tomas el plato hondo con la ambrosía de la mesita de noche junto a la cama de aquel chico y le das de comer un poco más, cucharada por cucharada. Planeas quedarte aquí a su lado hasta que se presente la oportunidad de preguntarle todo aquello que te intriga, incluso si eso significara quedarte aquí cuidando de él por una semana, aunque sabes que no cuentan con tanto tiempo.

El muchacho se mueve un poco de un lado al otro y un poco de la ambrosía se le escurre de la boca hasta la barbilla. Ruedas los ojos y te colocas frente al chico para limpiarlo. Y no puedes evitar sonreír burlonamente porque aquel chico se ve un tanto patético.

De pronto, abre los ojos de un verde inconfundible y tu corazón da un vuelco. Es tu oportunidad, tu oportunidad de hallar las respuestas que necesitas con urgencia.

Y lo último que te queda es implorar a los dioses por que este sea el chico al que has estado esperando todo este tiempo. De alguna u otra forma.