Hola! Si están releyendo esta historia se darán cuenta de que hice algunos cambios, algunos relevantes otros no mucho... pero la diferencia es mínimaasí que disfruten de la historia!

Disclaimer: One Piece no me pertenece, si así fuera ufff! Mejor ni digo xD

Advertencia: Spoilers del manga! Cosas inventadas y fluffy!

-Situado 2 años después de la saga actual -

Hombre

.*~*.

Era un día cualquiera en el Sunny, tranquilo y de cielo despejado. Ideal para recostarse en la hierba, sentarse a pescar o a tomar el sol. Lo cual era exactamente lo que hacía la tripulación de los sombrero de paja.

Zoro dormía, Sanji veía a sus chicas tomar el sol es sus provocativos trajes de baño, Ussop y Chopper pescaban, Franky y Luffy bailaban ridículamente mientras Brook tocaba una melodía con su violín.

Ya tenían 2 años en el nuevo mundo, Raftel ya no estaba tan lejos y sin embargo, aún muy de vez en cuando recibían el periódico y hoy era uno de esos días.

Un ave se depositó suavemente cerca de donde Nami estaba recostada en un camastro. Al darse cuenta de la presencia del ave, rápidamente tomó el periódico y depositó unas cuantas monedas en la bolsa de dicho pájaro que inmediatamente emprendió el vuelo.

-Vaya, cada vez está más caro este periódico –dijo algo molesta Nami mientras observaba el titular de la primera página sin mucho interés

-Así es navegante-san recuerde que estamos en el Nuevo Mundo, incluso ese periódico ha de ser ya de varias semanas- le respondió Robin sentándose en el camastro y esperando el momento en que Nami desocupara el periódico para leerlo ella también.

-Sí, es viejo ya, la primera plana habla de cómo Luffy derrotó a Barba Negra para vengar a Ace y los daños que causó… y de eso ya hace casi un mes!-gritó la peli naranja, lo cual provocó cierto revuelo en la tripulación ya que algunos aún tenían heridas por sanar de dicha batalla.

-Oi! ¿Habla de mí el periódico?-preguntó con interés Luffy mientras se acercaba a donde estaban sentadas las chicas.

-Así es, pero tendrás que esperar a que terminemos de leerlo Robin y yo para que lo puedas leer-

-mmm- gruño Luffy- mejor me siento aquí contigo en el camastro y lo leemos juntos- dijo mientras se sentaba junto a Nami y tomaba el otro extremo del periódico

-Jo yo que pensaba que nuestro capitán no sabía leer –dijo Sanji con enojo al ver como estaba sentamos muy juntos el chico de goma y su Nami-swan.

Luffy solo volteó a verlo y su sola mirada hizo que Sanji retrocediera un poco y mejor entrara a la cocina mientras decía palabrotas sobre el capitán.

~Flash Back

La batalla con Kurohige había marcado un antes y un después en los mugiwara quienes aún podían recordar cómo se habían enfrentado en una pequeña isla del Nuevo Mundo.

Una isla que ahora se encontraba deshabitada y en ruinas, un sentimiento agridulce que se mezclaba con el de la victoria al que sería uno de los responsables de la muerte de Ace, el otro por supuesto era Akainu.

Lo mugiwara nunca habían sido del tipo de piratas sangrientos o que hicieran daño si no era necesario, pero en aquella ocasión había parecido que todo eso lo habían olvidado pues la furia de su capitán era tal que los nakamas de Teach habían quedado tan desmadejados como unos muñecos de trapo, dudaban mucho que incluso bajo el cuidado de un buen doctor se recuperaran del todo.

Sin embargo la pelea decisiva no fue con ellos, si no con su capitán. Para ese punto de la batalla, Luffy ya estaba bastante enojado. No solo los habían amenazado a ellos sino también a toda la isla, así que la tripulación de Kurohige a sabiendas de que los Mugiwara se encontraban en la isla, lo primero que hizo para llamar su atención fue hacer explotar el pequeño hospital del lugar. Los gritos, el olor a muerte y la angustia de los habitantes del lugar habían sido precedidos de una serie de detonaciones por toda la ciudad, rodeándolos, aprisionándolos. La sensación les recordó a aquella vez que en Dressrosa Doflamingo había usado su fruta del diablo para crear una jaula alrededor de ellos y como poco a poco los había conducido al palacio.

Pero esta vez no perderían tiempo haciendo planes o escondiéndose, irían directo al centro del tumulto acabar de una vez por todas con la situación.

La batalla final con Teach fue de lo más extraña, Luffy jamás había peleado con alguien que tuviera dos frutas de diablo, sin embargo, Kurohige parecía inclinarse más al uso de la Yami Yami no mi que de la furta Gura Gura robada a Shirohige. De inmediato el capitán de los sombrero de paja vio una oportunidad ahí, pues la forma en que su oponente atacaba con su fruta del diablo original le era ya conocida, pues se habían enfrentado en batalla ya en varias ocasiones, pero nunca como estas vez donde incluso se notaba que este último improvisaba algunas técnicas para contrarrestar el Gear Four de Luffy, ataque que solo reservaba para situaciones extremas y para su oponentes más fuertes y que él hasta el momento jamás había presenciado en persona.

Teach combinaba técnicas con ambas frutas del diablo, lo cual lograba ataques sumamente potentes que a Luffy le estaba costando esquivar a tiempo, logrando algunas fuertes heridas de batalla. Pero fue en una ocasión donde Kurohige aprovechando un ataque mal desviado por parte de Luffy, logró tomarlo del cuello con una mano y levantándolo por encima de su cabeza, con su otra mano comenzó a formar una esfera de oscuridad la cual penetró el cuerpo de su capitán y con una un aura sombría a su alrededor, Kurohige lo dejó simplemente caer al suelo donde el mugiwara comenzó a convulsionarse.

Sus nakamas corrieron rápidamente a su lado enfrentando sin miedo al pirata y temiendo por la visa de capitán a quién Chopper rápidamente comenzó a atender solo para darse cuenta que no podía hacer nada al respecto. La oscuridad había penetrado a Luffy en lo más profundo de su ser y solo él podía enfrentarla.

Los mugiwara enfrentaron arduamente a Teach sin éxito para escapar cuando de repente Luffy a quien sus nakama habían apartado un poco del lugar de la batalla, se levantó como si nada hubiera pasado y con un certero golpe volvió a encarar a Kurohige quien estaba pasmado por la recuperación de mugiwara el cual lo miraba con odio.

De inmediato sus nakamas se alejaron un poco, reconocían a la perfección esa mirada, sin embargo no pudieron evitar un escalofrío, definitivamente la Yami Yami no mi le había afectado a Luffy pero no sabían hasta que punto, incluso cuando volvió a hacer el Gear Four, les recordó aún más a Nightmare Luffy.

La pelea entre Teach y Luffy se reanudó por un lapso que les pareció eterno, la tensión era palpable en el ambiente. Y fue entonces cuando Kurohige volvió a utilizar una técnica improvisada utilizando las dos frutas y Luffy volvió a notar esa ligera falla en su poder, por que si algo tenía el sombrero de paja, es que era increiblemente observador y astuto cuando de batallas se trataba. Así que provechó al máximo esa desventaja de su contrincante y sinq ue este se diera cuenta cuando volvió a atacar al mugiwara, el poder de sus dos frutas del diablo colapsó.

Era difícil explicar con palabras lo acontecido, pero la descripción más sencilla sería que Teach se rompió. Su cuerpo se quebró sobre si mismo y con el efecto de la Yami Yami no mi comenzó a autoengullirse en la oscuridad que su ataque había creado.

Aterrado, Teach luchaba por escapar de su vortex o por lo menos llevarse a Luffy con él, pero este fue más rápido y le asestó el golpe final que terminaría por consumir a Teach quien desapareció sin dejar ningún rastro.

Luffy volvió a su estado normal y dirigió su mirada al cielo, donde unas espesas nubes se habían formado por obra del clima tact de Nami, quien había invocado la lluvia para apagar las cenizas de lo que había sido antes la villa.

Sus nakamas se acercaron poco a poco mientras la lluvia comenzaba a bañarlos en su suave frialdad y donde las lágrimas podían ser fácilmente disimuladas por la lluvia.

Fin Flash Back

Mientras Nami y Luffy leyeron por unos minutos el artículo, Nami no pudo evitar volverse hacia él y observar lo serio que estaba su rostro y como momentáneamente sonrió diabólicamente. Todos sabían lo que había significado ganaar esa batalla para él. Vengar a Ace lo había calmado un poco, además de que aún les inquietaba un poco a todos el efecto secundario que tendría la Yami Yami no mi en él, pero hasta el momento no había causado ningún estrago más que un ligero cambio en el comportamiento del capitán.

Pero Nami desde ese día, el solo hecho de voltear a verlo la hacía confundirse aún más que cuando se reencontraron en Shabondy y lo vio tan cambiado.

-Nami- dijo Luffy interrumpiendo sus pensamientos para darse cuenta de que no había leído nada

-Ah perdón Luffy –cambió de página entendiendo lo que él quería, pero al momento de hacerlo, un cartel de búsqueda calló a sus pies.

Nami lo tomó en sus manos y lo volteó para observar una fotografía reciente de Luffy y la nueva cifra por su cabeza.

-750 millones de Berries!- gritó Nami, haciendo que todos dejaran de hacer lo que estaban haciendo y que Luffy le arrancara el cartel de las manos

-Sugoi!- gritó Luffy mientras bailaba de felicidad. Poco a poco los mugiwara se fueron rolando el cartel para verlo y festejar con el capitán la nueva cifra.

-Ahora sí que te consideran una verdadera amenaza para el gobierno mundial capitán-san- dijo Robin viendo el cartel

-Yosh! ¿Es genial no lo creen? ¡Hagamos un banquete! ¡Una fiesta! Sanjiiii! Comida! –comenzó a gritar mientras saltaba por toda la cubierta. Todos reían menos una persona: Nami

-¿qué acaso no se dan cuenta? Esto ya no es motivo para festejar! Ahora sí que estamos en un lío gordo! Lo que menos deberíamos hacer es celebrar!-Todos la miraron perplejos, a estas alturas ya no era raro que se metieran en líos y sus recompensas subieran.

-Naaaami –dijo Luffy haciendo pucheros- no seas amargada! Celebra con nosotros!-

-No –dijo acercándose peligrosamente al moreno –se supone que eres el capitán! ¿Qué no te das cuenta de que con cada aumento de recompensa nos perjudicas más a nosotros? Hay algunos aquí que no tenemos los poderes de la fruta del diablo, ni la tecnología o la fuerza para defendernos! ¿TU NO LO ENTIENDES VERDAD? Eres un egoísta! Un estúpido egoísta! -Le gritó Nami con verdadero enojo, con lo que todos se quedaron quietos y miraron a Luffy esperando su habitual reacción, sin embargo una sombra de dolor pasó por los ojos de este.

-¿Así que eso es lo que crees Nami?- pregunto el mugiwara

-Sí, eres el capitán más egoísta y estúpido que existe!-le dijo haciendo berrinche como niña.

-bien, entonces fija rumbo a la siguiente isla, porque ahí te bajarás de mi barco- dijo con verdadero enojo y muy serio volviendo a tener esa aura oscura a su alrededor. Todos se quedaron en shock, pero Luffy simplemente de caló su sombrero y se dirigió a su camarote.

La tripulación se dispersó y Nami quedó de pie, sola y atónita en la cubierta del Sunny.

Hacía ya varios años en Water 7 había pasado algo similar, pero nunca con tanto enojo por parte del capitán. Nami fue y se ocultó en sus mandarinos a pensar como había en algunas ocasiones para que sus nakamas no la molestaran. ¿Por qué se había enojado tanto por el cartel?

La respuesta era sencilla: temía por Luffy, una recompensa más alta solo lo ponía más en riesgo. Lo que había dicho en realidad no lo pensaba, pero necesitaba una excusa rápida a su preocupación y fue lo primero que salió. Ahora Luffy ya no la quería en su tripulación. ¿Qué iba a hacer?

Ella sabía muy bien que la única forma era disculpándose, aunque hiriera profundamente su orgullo. Pero aún se sentía muy confundida. Durante los últimos 2 años, la relación con Luffy se había "tensado" por así decirlo, pues en ocasiones el moreno posaba la mirada en su navegante y ella no podía mantenerle la mirada, pues un extraño rubor le subía a las mejillas sin que pudiera evitarlo.

Esos momentos eran pocos pero muy intensos y bastaban para hacerla condundirse al grado de que pasaba noches en vela analizando esa mirada y lo que causaba en ella. Pero prefería evadir el tema, además de que el Nuevo Mundo era todo un reto para ella como navegante y cartógrafa, sin embargo eso no evitaba que soñara con él, situaciones y escenas propias de una novela pornográfica. ¿Qué era lo que le sucedía? ¿Le gustaba Luffy? Pero si él era un idiota! Un idiota al cual le gustaba mucho observar y... Basta!

Suspiró, no debía pensarlo más, simplemente se disculparía y esperaría a que su capitán cambiara de parecer.

-Debería pedirle un poco de carne a Sanji- pensó.

Salió de entre sus mandarinas y fue a la cocina por algo de la preciada carne de Luffy.

.*~*.

Mientras tanto, Luffy se encontraba en el acuario tirado en el piso viendo el techo de madera. Se sentía fatal. Estaba enojado y sobre todo, sumamente dolido.

Cuando Nami le dijo lo que pensaba, no pudo evitar sentir que algo se rompía dentro de él. Podía soportar que todos le dijeran idiota, incluso que ella se lo dijera, pero no con esa mirada, no con ese tono de voz. Sentía que de nuevo esa furia oscura e inexplicable se apoderaba de él, así que trató de controlarse y respiró hondo varias veces hasta que sintió como esta se alejaba de su mente. Ya más tranquilo, se llevó una mano a la cabeza y se quitó su sombrero depositándolo en su estómago e inconscientemente se llevó una mano a la cicatriz que cruzaba su pecho.

No podía evitar recordar, todas esas noches cuando quedaba agotado de su entrenamiento y veía el cielo estrellado mientras pensaba en su navegante y se preguntaba si ella también estaría viendo esas mismas estrellas. Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos pasos. No hacía falta que el moreno se volviera para darse cuenta que era Nami y que traía carne consigo.

-Luffy…vengo a disculparme contigo-le dijo la navegante con una voz suave muy impropia de ella mientras se paraba junto a él –yo… no pensé lo que decía, no quise decirte todo eso y…- pero se quedó sin palabras y roja de la vergüenza.

Luffy que no se había volteado a verla, se puso de pie y la vio a los ojos. Nami se quedó petrificada pero no desvió la mirada, casi podía sentir que él estaba usando haki.

-Ya no digas más Nami, ya he tomado mi decisión –dijo de la forma más fría imaginable

-Pe-pero Luffy, ¿por qué dices eso? ¿Acaso ya no somos nakama?- preguntó ella con los ojos un poco acuosos

-No- respondió aún más serio –yo no puedo soportar que tú seas mi nakama, que me llames estúpido y egoísta cuando lo único que hago es pensar en ti –

-Luffy ya te dije que lo sentía en verdad! Yo no… -entonces abrió desmesuradamente los ojos –Espera…¿qué acabas de decir?

Luffy retrocedió un paso y aun viéndola a los ojos –que yo no puedo soportar que tú me digas estúpido, ya me canse de eso, sigues viéndome como a un niño idiota que juega a ser pirata! –dijo sacando lo que había estado reprimiendo desde la derrota de Kurohige –No soy un niño, ya no más, soy un hombre que lucha por su sueño, que es capaz de vencer a sus enemigos pero tú no lo ves! ¿Porque para ti siempre seré el idiota más grande de todos, verdad? ¿O no es eso lo que acabas de decir Nami?-

Ella estaba impactada y entonces calló en cuenta de demasiadas cosas. Tantas que tardó lo que le parecieron varios minutos en siquiera poder volver a respirar. Luffy estaba en lo cierto, ya no era para nada un niño. Físicamente tenía casi la misma complexión robusta y fornida que había tenido Ace, además de que la sobrepasaba por más de un palmo y se notaba que no se había rasurado en un par de días. Espera, ¿rasurado? ¿Luffy se rasuraba? ¿Cómo es que no lo había notado si se pasaba horas observándolo?

Sí, al parecer lo había visto como niño por demaciado tiempo y seguía estancada en esa idea, pero ahora en aquella habitación, con su mirada fija en sus ojos lo vio como hombre, un hombre que le dolía que ella lo llamara idiota. Además, no había hecho caso del plato lleno de carne que Nami traía consigo, lo cual ya era en sí una clara señal de lo mucho que había cambiado en tan poco tiempo.

Volviendo de nuevo a la realidad, Nami tomó una decisión y bajo la cabeza un momento para después con verle a los ojos de nuevo sin poder evitar que una fugaz lágrima saliera de su ojo izquierdo.

-Sí, eso fue lo que dije. Eres un idiota Luffy –reiteró Nami, viendo como otra vez esa sombra de profundo dolor cruzaba los ojos de su capitán –pero ya no creo que seas un crío –

La tensión en el cuerpo de Luffy se relajó un poco, pero aún con los brazos firmemente cruzados en el pecho en una postura que trataba de reflejar lo molesto que estaba, se volvió para mirarla, pero al notar que los ojos de la navegante estaban acuosos de inmediato deshizo su postura y se acercó a ella. Nami le sostuvo la mirada intentando descifrar los pensamientos de su capitán. Pero Luffy fue el primero en moverse y con un pulgar limpió de un movimiento la lágrima de Nami que ya había viajado hasta su barbilla. La pelinaranja se sorprendió ante el gesto de su capitán pero con la mirada aún en él, no pudo evitar preguntarle –Y bien Luffy, ¿dejarás que me quede en tu tripulación?-

-Sí, pero con una condición –dijo este acercándose más a su rostro

-¿Cuál?- preguntó ella sin poder evitar mirar sus labios de reojo y también acercarse más a él

No necesitó responder, pues suavemente acercó su rostro al del moreno hasta que sus frentes se tocaron, sintiendo la respiración del otro y cerrando los ojos, dejándose envolver por la cercanía del otro. Nami fue la primera en abrir los ojos para observar el de nuevo tranquilo rostro de su capitán. Y sin poder evitarlo, posó suavemente sus labios en los de él, haciendo que el mugiwara se sobresaltara por el inesperado contacto. Nami aprovechó que este bajó la guardia y lo abrazó recargándose en su pecho y Luffy que no estaba muy acostumbrado a ese tipo de gestos por parte de la navegante, rodeó torpemente con sus brazos la espalda de esta sabiendo que aunque estuvieran en un océano aún mayormente desconocido para ellos, mientras fueran nakamas se tendrían el uno al otro.

Estuvieron así por lo que les pareció una eternidad hasta que el ruido de unos pasos y un "lo siento" por parte de una voz femenina, los sacó de su burbuja. Robin los había visto, pero se dio la media vuelta y se marchó por donde vino, además ya le sacaría la sopa de lo sucedido a Nami más tarde.

El capitán aflojó un poco su abrazo pero no la soltó. Ambos un poco sonrojados se sonrieron el uno al otro. Ninguno hablaba, solo se veían como se habían visto muchas otras veces, pero esta vez de una forma aún más intensa.

La navegante rompió el contacto visual y con el corazón latiéndole a mil por hora, decidió que lo mejor era marcharse ahora que las cosas ya estaban bien.

-N-Nami, espera…- dijo el chico con voz ronca.

-¿sucede algo capitán?- preguntó ella fingiendo cordura

-Aún no hablamos de la condición- le recordó

-Entonces supongo que ¿me puedo quedar verdad?- dijo jugando

-Sí, pero eso no quiere decir que te haya perdonado ¿o sí? Tendrás que compensármelo- añadió también mientras la veía de forma desafiante

-¿ah sí? ¿Y cómo tendré que pagártelo?-

-Me darás los postres que hace Sanji para ti durante todo un mes, ¡He dicho!- dijo el capitán muy seguro como si no fuera a cambiar de parecer por más que Nami le rogara, mientras que esta al notar lo absurdo de su petición no pudo evitar sonreir un poco.

-¡Oh no, todo menos eso Luffy! –dijo melodramáticamente mientras se dejaba caer en un sillón y riéndose a carcajadas.

-¡Oi Oi, ya veras cuando mueras de envidia por que yo me como tus postres! –le dijo el capitán sentándose en el sillón junto a ella y notando por primera vez el plato que había llevado la navegante como disculpa.

–ah! Carne! –dijo comiendo desesperadamente

-supongo que hay cosas que no cambian –pensó mientras lo veía comer.

*~*.

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