LA PROMETIDA DE LA ARENA

PROLOGO:

Sakura Haruno era una respetable ninja médico originaria de la Aldea Oculta de la Hoja, su inteligencia y buen juicio dio pauta a su reconocimiento por todo el mundo ninja.

Sin embargo, aún con su exitosa y creciente carrera, debajo de su piel se encontraba una capa de soledad teñida con matices traumáticos.

Esa mañana la Hokage había mandado a llamarla con urgencia. No tenía idea de cual era la prisa… ¿Algún enfermo quizás? No podía ser tan grave para que la escoltara un Anbu hasta las oficinas donde usualmente pasaba la mayor parte de su tiempo.

Se postró frente a la puerta de madera gruesa y suspiró antes de tocar… una, dos veces para escuchar el "Adelante".

La rubia de exuberantes proporciones se encontraba de frente a la ventana, mirando el ocaso con sus enriquecidas tonalidades naranjas. Las manos de la princesa de las babosas se encontraban unidas por detrás de su espalda. Como si estuviera pensativa, meditabunda… conocía demasiado bien a Tsunade-sama como para que le ocultara algo.

― ¿Sucede algo maestra? ―solo en la privacidad de su oficina se animaba a llamarla de esa forma tan informal.

La Hokage dejo salir un suspiro cansado, apagado, para finalmente girarse. Un extraño sentimiento de tristeza le transmitió, instalándose en su propio ser… algo andaba mal.

― Toma asiento Sakura ―Tsunade fue la primera en sentarse seguida por su alumna.

― Por favor maestra ¿Qué ocurrió? ¿Naruto esta bien? ―la rubia asintió sonriendo de lado y su preocupación disminuyó solo un poco.

― Sakura ―la llamó seriamente, apoyando los codos en el escritorio tapando la mitad de su rostro― Sabes que la relación con Suna siempre ha sido muy inestable ¿cierto?

La joven estudiante asintió.

― Aunque Gaara-Kun sea el Kazekage, hay cierta fricción entre Konoha y Suna… cosas que no se pueden arreglar tan fácil ni diplomáticamente… ―se incorporó con el corazón en la mano y prosiguió su discurso― Puede que no sepas esto, pero puede venir una guerra próxima…

― ¿Qué dice?

― No todos están conformes con la Alianza entre la nación del fuego y del viento ―pausó para tragar saliva, con solo imaginarlo un nudo en su garganta comenzaba a originarse― Los ancianos del consejo han llegado a la conclusión para terminar una próxima confrontación...

― ¿Por qué me cuenta todo esto? ―frunció el ceño, ella no era estúpida, todo ese discurso debía llegar a algo, no estaba ahí solo para que la instruyera.

― Los ancianos del consejo de Suna y la Hoja han tomado una decisión y esa es… que el Kazekage se una en matrimonio a una de nuestras mejores kunoichis… le llaman "el acto de buena fe"―la pelirrosa quedó en shock… no estaría pensado que… ella…― Sakura, tu has sido elegida para ser la esposa del Kazekage