CAPITULO 1

RECUERDOS

Hermione desde que lo conoció se había sentido intrigada.

La primera vez que supo de él fue cuando estaba por comenzar el tercer año en Hogwarts. Los carteles ofreciendo recompensa por su captura, lo mostraban en un estado de desesperación. La foto fue tomada cuando había sido capturado y acusado por la muerte de uno de sus amigos, entregar a los padres de Harry y causar la muerte de varios muggles.

La segunda vez que lo vió, en ese entonces en persona, fue en la casa de los Gritos cuando se descubrió la verdad. El padrino de Harry nunca había traicionado a sus hermanos, al contrario, él había sido una víctima más de una red de traiciones y ambiciones. Su aspecto distaba mucho de ser aquel aristócrata que gritaba y clamaba por su inocencia. En esa casa derruída, antes testigo de aventuras y amistades entrañables, tenía ante ella a una ser casi vacío de emociones, solo la cáscara de un hombre a punto de enloquecer. Pero cuando ella montó a Buckbeak junto a Harry, para salvarlo de una muerte segura por un beso de muerte y sintió sus manos alrededor de su cintura, su percepción de aquel hombre había cambiado. No entendía muy bien qué la hacía sentir así, a los catorce años las sensaciones no se podían identificar, pero las veces que recordaba sus palabras:"Eres la mejor bruja de tu edad que conocí", su corazón se desbocaba y las mariposas revoloteaban en su estómago. Por eso, cuando al finalizar el año escolar Harry recibiera de regalo aquella escoba, ella tomó para sí la segunda pluma de hipogrifo, la de color gris, la que era igual a esos ojos tan misteriosos para ella.

Al año siguiente el interés de la adolescente casi mujer estuvo centrado en tratar de ayudar a Harry en el Torneo de los Magos, además de su aparente noviazgo con Víctor Krum, del que solo Ginny tenía conocimiento. Aunque en su corazón aún escondía el deseo de ver otra vez aquel rebelde mago en busca de justicia. Ese año no había tenido un final feliz, Voldemort había regresado y estaba segura que tendrían más noticias de tan infame ser.

Por pedido de Víctor ella había estado de vacaciones tres semanas en Bulgaria. Sus padres, renuentes a concederle el permiso para viajar tan lejos, habían sido visitados por el famoso jugador, esta actitud logró el milagro y entonces Hermione fue autorizada. Había pasado los días más asombrosos de su corta vida, porque Víctor, lejos de intentar conquistarla se había transformado en su profesor, consejero y amigo. Ella le había pedido que le enseñara más de las Artes Oscuras, ya que debía prepararse para lo que vendría, para la lucha.

Unos días antes de regresar a Londres la castaña recibió una nota de Dumbledore. Había un nuevo lugar de reunión, por lo que tendría que estar en La Madriguera en una semana. Suspirando dobló la nota, la guardó en su maleta y salió en busca de Víctor, quien estaba a punto de tocar la puerta de su habitación.

-Lista para la última clase?- el moreno notó un cambio en el semblante de su huésped- sucedió algo que te preocupa?- le preguntó tomando su mentón para que lo mirara de frente.

-Aún no, pero debo irme pronto, Dumbledore me escribió y si lo hace personalmente es porque algo tiene en mente.

-Tú sabes que si lo deseas puedes quedarte conmigo y alejarte de todo el peligro.

-Víctor- se abrazó a él- jamás me alcanzarán los días de la vida para agradecer todo lo que hiciste y haces por mí, pero dónde quiera que yo esté, peligra mi vida y no quiero arriesgar a otra persona más- lo miró fijamente a esos ojos negros como las noches sin luna- además Harry me necesita, no puedo abandonarlo menos ahora cuando Voldemort está de regreso.

Víctor se estremeció al escuchar el nombre y ajustó tu abrazo- me siento culpable en parte por lo que sucedió, la muerte de Cedric no habría sucedido si no me hubieran usado.

-Ey- ella acarició su mejilla- mírame, lo acabas de decir, fuiste usado, traicionado, eres tan víctima como lo fue Cedric- besó delicadamente las lágrimas que el hosco muchacho se permitía derramar solo en presencia de su amiga- nunca imaginamos que el falso Moody usaría en ti una imperdonable.

-Gracias Hermione sin tu apoyo creo que hubiera enloquecido, la culpa me hubiera consumido- besó su frente – vamos no perdamos tiempo y terminemos las clases Srta. Granger, sino le quitaré puntos.

-Ese es el profesor que yo quiero- sonreían y caminaban hacia la sala de prácticas- vamos y te demostraré que por algo soy llamada la insufrible sabelotodo.

Mientras tanto en Londres un nuevo lugar empezó a recuperar vida, la antigua casa de los Black era habitada otra vez.


Sirius Orión Black había regresado a la casa de sus ancestros, aquella casa que había abandonado antes de terminar sus estudios, aquella casa donde había sido despreciado y que irónicamente le pertenecía.

Albus Dumbledore, Remus Lupin, Alastor Moody y Kingsley Shacklebolt fueron sus escoltas, no era que los necesitaba pero ellos habían insistido en estar allí, sobre todo su único amigo.

-Todo sigue igual, pero ahora la suciedad se nota, antes la escondían en una falsa distinción que creían merecer- comentó Sirius al ingresar a la oscura sala.

-Vamos Canuto, ya deja el pasado donde corresponde- Remus lo abrazó en un intento de apoyo.

-Lunático, Lunático amigo, el pasado tarde o temprano vuelve, sino yo no estaría aquí.

Albus los miraba por encima de sus lentes- Jóvenes debemos ocuparnos en los que nos interesa, Sirius puedes llamar al elfo de la familia si quieres, te pertenece de todas maneras, hay que acondicionar la casa y una vez más te agradezco que la hayas cedido como el nuevo cuartel de la Orden.

-No tiene importancia Brian- el último Black siempre lo había llamado así y al director le pareció original.

-Black no seas irrespetuoso- Moody había regresado de su recorrida por la casa en busca de peligro- Albus no hay nada que sea peligroso, excepto el hipogrifo en el ático.

-Alastor, gracias pero también me llamo Brian- Sirius y Remus ahogaron sus risas ante el fastidio del viejo y peligroso auror- Kingsley encontraste algo?

-Además de polvo, humedad, abundantes doxies y una excelente colección de libros en un estado deplorable, nada que temer.

-Libros en mal estado?, conozco a alguien que se ocupará de ellos- agregó Remus.

-Sigue siendo la misma con ansias de aprender?- preguntó Sirius- que aún no descubrió que hay vida después de las hojas? por las fotos de ella y ese muchacho búlgaro pensé que había notado que es una mujercita- reía el merodeador de ojos grises al recordar los viejos periódicos que había leído en la clandestinidad.

-Es una gran bruja, excelente amiga y fiel a sus creencias, creo que Harry está seguro en su compañía- había hablado el ex profesor- ella y Neville Longbottom fueron los únicos en creer en Harry cuando todos lo acusaban de hacer trampa.

Sirius lo miró fijamente tratando de leer más allá de sus palabras pero solo había encontrado admiración y un profundo respeto.

Sirius la recordaba como una delgada jovencita de una cabellera salvaje, ojos grandes de un profundo color chocolate y sobre todo valiente y decidida. Y había recordado otro pequeño detalle, algo que no olvidó nunca, gritaba como una loca cuando volaban.

-Comencemos con el encantamiento Fidelius- Moody lo abstrajo de sus recuerdos- que debemos regresar urgente al Ministerio debemos seguir tras los pasos de terrible Sirius Black, según testigos lo vieron en Irlanda- añadió irónico Ojoloco- Albus tú serás el guardián secreto?

-Así es, en cuanto terminemos Uds. solo podrán regresar aquí cuando reciban mi nota con la dirección, si intentan hacerlo ahora vagaran por varios lugares pero nunca estarán aquí de nuevo- explicó Albus como si estuviera dando una clase.

-Sí, si Albus, ya sabemos cómo funciona empecemos que debo irme- añadió Kingsley- yo tengo apuro porque si me demoro más mi mujer se enfada- y los cinco reían por las ocurrencias del moreno Subjefe de Aurores.


Era su último día en Bulgaria, el matrimonio Krum estaba ausente por asuntos de negocios, así que ella y Víctor almorzaban solos.

-Mis padres te adoran y ni hablar de mi hermana.

-No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos, a pesar de ser quien soy fueron muy generosos al permitirme venir aquí contigo- le agarró la mano- y Katya ya es parte de mi corazón, por cierto dónde está ella?

-No se lo digas pero fue por un obsequio- le habló en secreto- y aquí tienes el mío- Víctor puso en la mesa ante ella una cajita de madera finamente tallada- ábrela, no protestes y ábrela, no es ninguna broma, ni joya ni reliquia familiar, es un viejo proyecto mío que gracias a tu guía en la biblioteca de Hogwarts pude terminar.

En un falso gesto de molestia Hermione tomó la caja y cuando la abrió encontró un objeto de oro que no reconoció, se trataba de un medallón con varias runas, estaba formado por aros concéntricos móviles. Lo escudriñó, primero había pensado que se trataba de un giratiempo pero no estaba el clásico reloj de arena, seguía sin dilucidar de qué se trataba.

-Por Merlín, dejé muda a Hermione Granger, no sabe lo que tiene en las manos, si te viera el profesor Snape- bromeaba Víctor.

-Me hubiera gustado que mostraras esta faceta humorística en Hogwarts- le reprochó simulando enfado- ahora dime qué es?

-Aún no le puse nombre- levantó los hombros- pero tiene el mismo mecanismo que un giratiempo aunque no lo es, cuando una persona lo esté usando y está en peligro mortal inminente es transportado automáticamente a un lugar seguro y tiene este cordón de piel de unicornio negro que…-Hermione lo miró anonadada y a punto de interrumpirlo- esta piel si es una reliquia de la familia- se apresuró a explicar- la heredaron mis abuelos al casarse, el ejemplar murió de viejo, nadie le hizo daño- la castaña lo miraba poco convencida- desde entonces todas las mujeres Krum tienen en la varita un pelo de este unicornio.

-no me mientes Víctor?

-no mi princesa, contigo no puedo hacerlo- acarició su mejilla- sigo explicando- tragó saliva- al ser apartado del peligro regresa al lugar cuando está seguro.

-por qué el cordón y no una cadena?- preguntó analizando cada palabra.

-porque el cordón crea una barrera impenetrable, propiedad de la piel propiamente dicha.

- y funciona o son solo hipótesis?

-funciona muy bien Hermione- la joven bruja lo miró asustada- yo mismo lo probé y no me peguntes cuándo, cómo ni dónde, de eso no hablaré.

-Víctor esto puede salvar muchas vidas, cuánto tiempo te llevó construirlo?- la mente de Hermione ya había empezado a funcionar a mil.

-En este solo cinco años, lo comencé a fabricar cuando tenía casi catorce años.

-no puedo aceptarlo, me niego.

-Hermione tú lo necesitas más que nadie, Merlín sabe en qué estarás metida desde ahora, y en tus manos sé que tendrá un buen uso, no quiero imaginar si llegara a las personas equivocadas y créeme yo puedo cuidarme muy bien- Víctor lo había sacado de la caja y lo puso en su cuello, ella levantó la maraña de pelos y él pudo anudárselo atrás, la castaña lo tomó entre sus dedos y no pudo evitar llorar, esto significaba demasiado para ella y no había manera de retribuir tanto amor- un pequeño pero muy importante detalle, se activa con sangre, la persona que lo use solo tiene que colocar una gota en el aro central y automáticamente se crea la barrera y te transporta a los cinco segundos.

-Ohh, Víctor y todos en Hogwarts piensan que eres solamente músculos y nada de cerebro- comentó en broma para acallar su llanto.

Él se levantó para consolarla- qué mejor pantalla que eso mi leona, quién desconfiaría del hosco, tímido y descerebrado Víctor Krum?

-Ay pero que bonita pareja- Katya la hermana menor de Víctor se hizo presente, hermosa de piel muy blanca, con una larga trenza de pelo negrísimo y extraños ojos lilas, iguales a su padre- qué le hiciste?- le recriminó a su hermano.

-Nada, solo que no se quiere ir y además estaba preguntando por ti, auuuch- la llorosa castaña le pellizcó el brazo- duele.

-Me imagino que mi adorado hermanito te contó dónde me fui.

-No me conoces- Víctor se había sentado y sobaba su brazo- no exagero si me duele- le contestó a Hermione que lo miraba y notaba la exageración en sus gestos.

-Claro que sí- sonreía Hermione.

-te conozco demasiado hermanito- le mostró la lengua y abrazó a su amiga- toma, para que nos recuerdes, fue el mejor verano de mi vida.

Hermione deshizo el moño dorado, desplegó el papel de seda rojo- excelentes colores- opinó y encontró un gran álbum de fotos, sus tapas eran de cuero de dragón, lo hojeó y estaban las imágenes de su estadía en ese misterioso país.

Paseando del brazo con Katya por un centro de compras muy coqueto, entrenando con Víctor, leyendo en la biblioteca, nadando en el lago cercano al Castillo de los Krum, galopando en unos unicornios que había en el bosque que rodeaba la propiedad, sentada abrazada a Víctor mirando el atardecer más espectacular del que ella había podido ser testigo y las últimas pero las más divertidas cuando el mejor buscador del mundo le estaba enseñando a volar en escoba o por lo menos lo intentaba.

-Uds. dos son lo mejor que conocí en este último año, los amo demasiado- se abrazó a los hermanos Krum, no quería romper el contacto.

-Gracias por venir a casa Mione, ahora también será tu casa o por lo menos mis habitaciones y mi guardarropa- respondió la adolescente búlgara.

-Gracias por entenderme y por aceptarme a pesar de mi elección.

-Víctor, yo sería incapaz de juzgarte mal, lo que llevas en el corazón es lo que me importa- y le dio un suave beso en los labios- Katya me ayudas a empacar?


En su antigua cama, en esa casa que odiaba tanto, Sirius soñaba que montaba su vieja moto en una noche de luna llena. Pero no iba solo. Podía ver unas femeninas manos que se aferraban a su cintura, en uno de sus dedos lucía una sortija de compromiso, él sonreía encantado pero al aumentar la velocidad un grito muy conocido se escuchó en su oído. Se sentó en la cama de golpe- por Merlín, me estoy volviendo loco.


Hola a todos, yo por aquí de nuevo. Ahora en una nueva aventura.

Espero que la disfruten y ya lo saben, habrá romance y demás pero no en exceso, no siempre más es mejor.

Un beso grande a quienes vengan y lean.

Black