Capítulo 14: No salir lastimada.

Pum…

Sus cuerpos estaban tan pegados que no solo Scorpius sentía cada curva de el cuerpo de Rose, sino que ella sentía con toda claridad cada latido en el pecho del chico, sus propios oídos se enfocaban en ese sonido de manera muy clara.

Pum… Pum… Pum…

Le costó unos segundos entender que no eran los latidos de Scorpius los que escuchaba, sino los suyos propios magnificados, fuertes, pesados; pronto sintió que cada latido no solo se proyectaba en su pecho sino en cada parte de su cuerpo, y es que así se sentía con Scorpius Malfoy, poco a poco, día a día, se había ido abriendo campo dentro de ella -primero en su mente y ahora ni quería pensar hasta donde había tenido alcance- golpeando cada parte, siendo un latido continuo y ahora, entre sus brazos, entendiendo la magnitud de lo que ocurría se dio cuenta de que tal vez podría pelear contra el todo lo que quisiera pero no podía pelear contra sus sentimientos o el indicio que comenzaba a tener de estos.

No entendía hace cuanto pero en ese momento fue consciente que la batalla estaba realmente perdida. Scorpius deslizó sus manos desde las manos de ella –que aun estaban sobre su cabeza-, a lo largo de sus brazos, bajando por su costado y luego se colaron bajo el cuerpo de la chica y sintió como el la estrechaba con fuerza, un extraño abrazo que le hizo latir su corazón aun mas rápido.

Ella solo pudo cerrar los ojos y echar la cabeza atrás apoyándola en el colchón y dejando que el siguiera apretando su cuerpo, poco a poco comenzó a adormilarse aun con los brazos del chico alrededor. Entre la neblina que la cubrió en esos segundos sintió que elevaban su cuerpo y la colocaban en una mejor posición sobre el colchón y como luego él se colocaba tras ella y la envolvía en sus brazos nuevamente, calentándola con su presencia.

James mantenía su mirada fija en el techo de su habitación, el frío que sentía en su cuerpo nada tenía que ver con el clima del lugar, al contrario por primera vez el chico entendió que la causa de ese frío en su interior y exterior al mismo tiempo no era más que la falta de cierta serpiente. Era en momentos como ese, en el silencio de la habitación cuando uno entendía lo que hacía mal, las decisiones que tomabas y no podías cambiar.

Podía estar muy molesto con la situación de Rose, pero era consciente que en todo lo que le había dicho a la chica nada tenía que ver con su prima y el rubio, al contrario cada palabra había salido de su corazón e iban dirigidas a ella.

¿Por qué?

¿Solo porque ella era diferente a él? ¿Por qué ella necesitaba hacer las cosas de otra manera? ¿Por qué no soportaba la idea que él podría ser solo un amor de verano –como seguramente habían sido muchos otros chicos antes de el- para ella? Cada acción de ella era la de una chica que había vivido bastante para su edad, que había tenido muchos amantes para sus escasos 17 años, pero él no era nadie para reclamarle eso, para echarle en cara las decisiones que había tomado en el pasado cuando lo único que debería importarle era que estaba allí con él. O seguramente que había estado allí con él, porque luego de esas palabras, de dejarla en el baño sola y escuchar el sollozo ahogado que ella había dado entendió que había ido más lejos que cualquier persona.

Puede que Alessandra hubiera tenido muchos amantes en el pasado, pero estaba seguro que ninguno le había hecho tanto daño como el con las palabras que había pronunciado.

"…me dan asco"

Ella le había albergado en su cuerpo sin inhibiciones, sin prejuicios, sin pensar en las chicas que James había dejado tras de ella, ¿Por qué él no había podido hacer lo mismo con ella? ¿Por qué necesitaba sentir que no había nadie detrás de él esperando que se alejara de la chica?

¿Debía tener miedo de algo que no existía tras ellos, debería darle tanta importancia al futuro sobre ellos dos o hubiera sido mejor decisión enfrentar cada día intentado superar ese miedo irracional que lo embargaba al no saber que les esperaba?

Mirando la luz de la luna que entraba por la ventana entendió que el miedo que llenaba su mente y le había cegado hace unas horas no era nada más que un obstáculo, le estaba impidiendo que pudieran seguir adelante con ella. Alessandra era como un ave, libre, suelta y no tenia porque atarla de manos, no tenia porque dejarse llevar, porque cuando el miedo lo había dominado decía cosas que sabia no solo herían a la chica sino que poco a poco la alejaban de él, y James no la quería lejos. Al contrario, no quería ser solo su amor del verano.

El no era como muchos de sus amigos, no era una persona que se dejara llevar a la hora de tomar decisiones –como sabia lo habían sido su padre y madre en muchos momentos- ni tampoco era una persona impulsiva, conocía solamente una manera de lograr que una chica quisiera estar con él y mantenerla a su lado, trabajaría por esa pequeña relación que había creado con Alessandra, porque ella valía la pena y por supuesto valía el dolor que él podría pasar si ella le decía que no. Aunque le doliera su corazón de solo pensar que ella le rechazara estaba seguro que era mejor que ella se lo dijera y no que él lo especulara.

Lily caminó por el ancho pasillo fuera de las habitaciones en las que todos ellos se habían quedado en total oscuridad, estaba pensativa. Una noche antes por primera vez en su vida la chica había tenido pánico, pánico irracional y estúpido.

¿Por qué en nombre de Merlín había huido de un chico que no solo la quería sino que de verdad se planteaba estar con ella largo plazo? ¿Cuál era su problema? Seguramente tenía un serio problema de compromiso, siempre escucho que sus padres habían tenido la más trágica historia de amor y nunca podían estar juntos, entonces ¿Por qué ella no podía ser una chica normal y estar feliz al lado del chico que la quería?

No se tomo más tiempo luego de que ese pensamiento llego a su cerebro y corrió escaleras abajo, directo a la sala del piano, donde en un par de ocasiones Lysander le había dicho que era su lugar favorito de la casa, abrió la puerta con delicadeza para no hacer ningún ruido y asomo la cabeza levemente, en un primer vistazo no lo vio en ningún lado, ninguna luz estaba encendida e incluso pensó que el chico no estaba allí; pero al fijarse bien lo enfocó sentado con la espalda apoyada contra la pared a un costado de la habitación observando la ventana que estaba a su lado, ella entró en la habitación y cerró con suavidad la puerta.

Se quedo parada en la entrada mirándolo, observando el masculino perfil y como sus cabellos dorados emitían ciertos reflejos con solo la luz de la luna. El giró levemente su rostro a ella y Lily Luna sintió que la mirada de él la atada y la halaba hasta donde él estaba sentado. Llego hasta el y despacio se sentó a su lado, apoyando su mejilla en el hombro de él.

El chico instintivamente inclinó el rostro y recostó su mejilla en la coronilla de ella, la chica no hablo pero suavemente deslizó su mano y entrelazó los dedos de ambos antes de apretar levemente.

―Lamento lo que hice anoche ―susurró.

Lily sintió que el cuerpo de él se tensaba levemente― Creí que la molesta eras tú.

―No estoy molesta, bueno, si lo estuve pero sé que la culpa es realmente mía. Sé que muchas veces actuó impulsivamente y no pienso en las consecuencias pero solo… ―se quedó en silencio a media frase y respiró profundo intentando encontrar las palabras adecuadas para seguir.

―¿Qué?

―Tengo miedo de perderme a mí misma, no quiero pensar que he cambiado por algo o alguien, no quiero hacerme algo así.

El giró el rostro y tomó la barbilla de ella para que ambas miradas se conectaran― no pretendo cambiarte, siempre me has gustado tal cual eres. Si no me gustara algo de ti simplemente no me hubiera fijado en ti, me alegra que así como yo pude ver como eras tú, tu también pusiste tu atención en mi y llegamos a este punto pero no quiero que pienses que debes cambiar por mí, porque no es así.

Lily se sintió reconfortada con cada una de las palabras y volvió a apoyar su mejilla en el hombro del chico, el hizo lo respectivo apoyándose en la coronilla de ella y se quedaron así.

Luego de varios segundos ella giró su rostro y por la posición que ambos tenían no le costó besarlo en los labios, así de simple Lysander llevó su otra mano al rostro de ella y convirtió el suave roce de labios en un beso más demandante.

Rose se despertó cuando los primeros rayos de luz se filtraban por su ventana, al principio se desubicó levemente al ver que la habitación no era la que había compartido con el rubio y luego recordó porque ya no estaba en ella, flashes de lo que había pasado el día anterior invadieron su mente: el beso del chico con la francesa, el dolor dentro de su cuerpo al verlo, su salida con Anthony y el rechazo al chico, y en su mente aun nublada por el sueño recordó lo que había ocurrido cuando ella había llegado a la casa.

Se movió un poco y en ese momento se percató de la mano blanca de dedos alargados que se posaba sobre su abdomen y la mantenía pegada al cuerpo masculino tras ella, la respiración pausada del chico le indicó que ella era la única despierta. Cada centímetro de su cuerpo estaba pegado al de él, incluso su espalda y la curva baja se encontraban en contacto con el pecho del chico y cadera, respectivamente; si alguien hubiera entrado ella estaba segura que hubiera matado a Scorpius Malfoy por tenerla en una posición que se podría malinterpretar fácilmente pero por primera vez en su vida Rose sintió que no estaban haciendo nada indebido y se sentía muy bien estando así con el chico, solo acostados.

Giró el rostro y observó de medio lado al chico, era tan extraño como era de parecido con su padre, muchas veces al caminar en Hogwarts había visto una imagen de el padre de Scorpius en 4º o 5º años posando con el equipo de quidditch de Slytherin, el chico era el retrato vivo de él, mismas facciones finas y cuerpo, la única diferencia era que su cabello no era absolutamente rubio como el de su padre y por supuesto sus ojos tenían una pequeña variación de tono por los de su madre. Aun así estaba segura que en personalidad Scorpius no era como Draco Malfoy ni mucho menos como Lucius Malfoy, su abuelo. El nunca le había dicho nada por el origen de su sangre pero estaba segura que el tema era algo que aun creaba controversia en el hogar de él.

―¿Te han dicho que no es educado ver a las personas mientras duermen, Weasley?

La chica pegó un respingo y se puso colorada de haber sido descubierta con las manos en la masa, giró el rostro intentando hacer como si no le hubiera estado viendo por quien sabe cuánto tiempo.

La mano en su abdomen se movió acariciándolo en círculos y luego el chico se hizo un poco atrás para girar a la chica y dejarla viendo el cielo de la habitación, las mejillas de ella aun se encontraban coloradas cuando sus ojos chocaron con los del rubio.

―Nunca pensé que Hermione Granger, heroína de guerra, permitiría que su hija fuera malcriada con las personas.

El rostro femenino se calentó dándole color a sus mejillas― no estaba viendo a nadie, Malfoy. Que tú te creas tan irresistible para que todos estemos pendientes de ti es otra cosa, pero créeme, no te estaba viendo.

El chico sonrió del lado con coquetería y luego se inclinó despacio para colocar un beso juguetón en el cuello de la pelirroja, ella cerró los ojos sintiendo como en su estomago parecían andar revoloteando miles de doxys en ese momento. El chico siguió al ataque de su mandíbula y luego al llegar a su boca pensaba besarla pero ella le giró el rostro alejando sus labios de él.

―No ―le susurró con voz dura, tomó asiento en la cama y lo miró desde la altura, intentando controlar el latir de su corazón y ese sentimiento en su estomago, no se quiso levantar de la cama porque sentía la piernas débiles y temblorosas― no quiero que sigas haciendo eso.

―Rose…

―No ―repitió determinada, no sabía cómo poner en palabras lo que pasaba por su mente en ese momento. Sabía que si dejaba que él la besara la doblegaría y Rose volvería a caer en el circulo en el que habían estado antes. No quería volver a sentir ese dolor cuando lo vio besándose con la francesa, no iba a seguir cediendo terreno con el chico. El había tenido la palabra desde el principio, ahora era tiempo que ella controlara lo que estaba pasando si quería mantener un poco de su dignidad intacta. Y por supuesto su corazón entero.

―¿No qué?

―No quiero que me beses ―aclaró.

―Rose…

―He dicho que no, Malfoy.

El chico se sentó al lado de ella y tomando la barbilla de la chica entre sus manos le giró el rostro para que ella enfrentara su mirada, los ojos celestes le vieron con dureza e incluso frialdad, ¿era posible que por fin Rose se negara a lo que él le ofrecía?

―¿Me estás diciendo que no quieres que te vuelva a besar, Rose? ―la chica le miró por varios segundos y aun mientras el mantenía su barbilla entre los dedos delgados movió la cabeza negativamente.

El chico se acercó lo suficiente para que su aliento chocara con los labios de ella cuando volviera a hablar― Rose, quiero besarte. Quiero que me digas que no quieres que te bese, repítelo mirándome a los ojos y te aseguro que me iré en este momento de tu habitación ―a medida que cada palabra salió de los labios del chico, Rose sintió como su aliento se colaba en su boca, todo pensamiento coherente huyó de su cerebro y no pudo decir nada.

Sabiendo Scorpius que había ganado esta pequeña batalla terminó de acortar la distancia entre ambos y unió sus labios, agradeciendo que estuvieran sobre la cama en ese momento porque sintió que todo le dio vueltas cuando beso a la chica, poco a poco la fui inclinando en el colchón hasta que la tuvo acostada en el.

Se colocó de costado y tomó su cintura con sus manos, dedicándose por primera vez en lo que llevaban en la casa a besarla larga y suavemente, cada golpe dentro de su pecho le dijo que tanta dulzura en Rose Weasley solo podía significar algo en él, la manera en que siempre buscaba acoplarse al ritmo de ella y no le molestaba su inocencia, le decía muchas cosas en las que no quería pensar aun. Desechó la voz que le insinuaba cada tanto que si antes había pensado que este era un flirteo de rato o por lo menos hasta que acabara el gusto por Rose Weasley, poco a poco sentía que no estaba siendo así.

Se elevó de la cama y se inclinó sobre ella, cubriendo el cuerpo femenino por el suyo, cortó el beso para poder observar desde ese ángulo a la chica, con sus brazos en tensión para no aplastarla. Ella se había quedado con los ojos cerrados después del beso y parecía paladear su sabor.

Acercó su nariz al cuello de la chica y respiró su aroma mientras la acariciaba solamente con la punta de la nariz, luego comenzó a repartir besos a lo largo de este mientras ella hundía la cabeza en el colchón dejándole más espacio para besar. Recorrió nuevamente hacia la mandíbula y terminó fundiendo sus labios en un beso más demandante.

Rose se sentía débil, su cabeza no podía hilar ningún pensamiento por lo menos coherente o que estuviera lejos del beso que compartía con Scorpius, el chico la rodeaba con su cuerpo y su esencia masculina la intoxicaba hasta dejarla totalmente a su merced.

Sentía como cada movimiento de lengua le absorbía poco a poco su esencia, sus pensamientos, sus creencias, y no importaba lo que alguna vez su padre le dijo de los Malfoy o saber la procedencia del chico, no podía resistirse a esos besos que le permitían tocar el cielo con sus manos; sentía los mechones de su pelo rozando su frente y saber que él la tenia totalmente envuelta y sin ninguna escapatoria creaba una sensación demasiado ahogadora en su pecho, el día anterior había tenido miedo de sus sentimientos, de lo fácil que cedía ante el chico siempre que el chasqueaba sus dedos pero su mayor temor era entregarse a él y no poder separar un momento de pasión con todos aquellos sentimientos que podía llegar a albergar por él.

El no le ofrecería más que unos besos detrás de esa puerta, no una relación en donde él se llevará con sus hermanos y primos, y donde le llevaría a conocer a sus padres.

Si iba a mantener una relación con Scorpius Malfoy, por más ínfima que fuera lo que menos deseaba era verse envuelta en un mar de confusiones, separaría cualquier sentimiento del rubio y no porque no lo mereciera, simplemente lo haría para protegerse a ella.

Levantó la cabeza y cambio el ángulo del beso calentando mas al chico y haciéndolo que el demandara más de su cuerpo. Así como se entregaba a ese beso, se entregaría a él en lo que fuera que iniciaran pero en ese colchón Rose se prometió no entregarse a sí misma y no salir lastimada.

Sin saber exactamente cuánto tiempo habían pasado besándose, Scorpius no entendía como podía besar a Rose desde todos los ángulos sin aburrirse de ella, parecía que a cada beso que se daban sus ganas de ella solo crecían cada vez mas.

Y si violentar su boca había sido una de las mejores experiencias de su vida, tenerla a ella totalmente entregada a él mientras con sus manos apretaba su cadera y sentir la curva de sus senos pegados a su pecho era el cielo.

Siempre que se habían besado él había sentido la imperiosa tentación de desnudarla, de poder hundirse en ella y tenerla entregada totalmente a él; pero ahora que por fin había sentido la rendición de Rose y la tensión que siempre la invadía había desaparecido totalmente le parecían que sus besos estaban siendo toda la gloria.

Además que se sentía demasiado mareado para intentar algo mas con ella.

Por fin se separaron para llenar de oxígeno sus pulmones y ambos se miraron fijamente mucho tiempo a los ojos, en algún momento la chica había pasado a estar sentada sobre su cadera, se elevó sobre sus brazos y le miró desde lo alto. Luego observó el reloj y se dio cuenta que faltaba poco para bajar a desayunar.

―Creo que es hora que nos arreglemos y bajemos ―comentó mas para sí que para el chico, el soltó la cadera de ella con algo de reticencia y le permitió bajarse de su cuerpo e ir hasta el baño. Escuchó correr el agua de la ducha y solo el sonido del agua cayendo rompió el silencio en el que había quedado la habitación durante todo lo que duro el baño de la chica.

Cuando se cortó el flujo de agua el chico espero unos minutos a que Rose se pudiera vestir y se levantó de la cama en un movimiento fluido y rápido, caminó hasta el baño y con suavidad abrió la puerta. La chica estaba parada frente al espejo peinando su cabello húmedo con un gran cepillo.

El se movió hasta pararse tras de ella y sus ojos chocaron por el espejo que había frente a ellos, el llevó una mano hasta la cintura de ella y la deslizó por el costado y abdomen mientras con la otra despejaba su cuello y comenzaba a besarlo con pereza, ella entrecerró los ojos y se apoyó levemente en él bajando sus manos y dejando su cabello a medio trabajo.

Cuando el chico se separó levemente de ella, Rose aprovechó a alejarse de él y girar para tenerlo de frente, intentó buscar unas palabras que no sonaran tan bruscas pero al final soltó la frase que le había estado dando vueltas por la cabeza en todo momento― Nadie debe saber lo que pasa dentro de esta habitación.

El semblante de el rubio se endureció al escucharla y se sintió débil al saber que era ella la que había declarado aquello que él debería haber dicho, la situación estaba del lado de ella y no quería que pensara que él estaba pensando que las cosas iban a ser diferentes entre los dos.

―Es obvio que esto no saldrá de acá ―respondió de manera brusca, ella le miró con los ojos entrecerrados por el tono que había utilizado para contestarle y no entendía porque unos segundos antes la había abrazado como lo había hecho y ahora le salía con malas maneras.

―Bien ―contestó.

―Bien ―repitió el chico, y para no ceder más terreno de lo que lo había hecho le dirigió una mirada inexpresiva, abandonando el baño y el cuarto.


Durante mucho tiempo creí que había perdido el norte del fic, no se imaginan la de situaciones que he vivido para lograr continuarlo. A pesar de todo eso me alegra mucho el giro que ha dado con este capítulo, aunque sé que a partir de ahora será un reto seguirlo.

Bueno, luego de ese "lo siento" algo iba a pasar, Rose como buena chica que es iba a terminar quebrándose ante una sola frase que ella no pensaba escuchar en la situación y el abrazo mucho menos. Con respecto a James, me da cólera como este chico no logra terminar de entender a Alessandra, ella puede ser muchas cosas pero al final es una chica y creo que muy a la antigua el lo ha entendido y ojala a partir de ahora pueda enamorarla como debe hacerlo, si es que ella lo permite. Aunque no es la pareja principal me gusta mucho la pareja de Lily Luna y Lysander, es extraño ver la dinámica que ambos tienen pero me siento muy identificada con ella, porque considero que lo mas difícil en una relación es siempre pensar que te podes perder a ti misma por otra persona, ella esta haciendo le esfuerzo pero Sander como el chico maduro que es le ha dejado en claro que la quiere tal y como es, es un amor, ¿no?

Finalmente con respecto a Rose y Scorpius, ya a la luz del día iba a ser todo mas claro, en teoría lo ha sido. Ella ha entendido que quiere darse la libertad de algo PERO sin entrometer a sus sentimientos. Es decir, una relación más sexual que otra cosa, pero todos sabemos que cosas así con difíciles de controlar, especialmente cuando sabemos que hay algo mas pero no terminamos de aceptarlo. Scorpius se siente igual que ella pero como ambos son unos cabezotas es obvio que las cosas no van a salir tan bien como deberían y en la última parte se ha visto. Entonces ¿Qué va a ser del futuro de ambos? También hay una insinuación de que aunque no están presentes si ha habido influencia de Ron en su hija y también sabe el pasado de cierto rubio con familia mortífaga, debemos estar pendientes qué tanto puede afectar algo que no esta en sus manos pero si en sus pensamientos.

Al principio pensé que el fic no sería tan largo pero vamos a 14 capítulos y ese cambio en las actitudes de ambos me han hecho obvio saber que si vamos para largo, no he quedado tan contenta con el resultado y supongo que algo tiene que ver con el haberlo soltado por tanto tiempo, me cuesta mas tomarle el hilo. Por eso mismo ahorita que gozo de 1 mes mas o menos de vacaciones trataré de actualizar mi par de capítulos mas.

Agradezco los reviews que siempre recibo, que pinchen mi historia como favorita y las alertas que dejan, me gusta mucho que me dejen comentarios porque me ayudan a entender si les gusta como esta quedando el fic o si de verdad perdí el camino -últimamente me preocupa mucho porque no me siento tan conectada a lo que escribo- pero mi percepción puede ser muy diferente a la suya.

Estoy teniendo problemas para concentrar la historia por la cantidad de parejas que he colocado, por eso trataré de hablar solo d por capítulo y las que se vayan resolviendo se irán dejando un poco de lado, al final el fic es de nuestra pelirroja y rubio :)

Espero que les haya gustado y espero también que nos leamos pronto.

Adi Roldán

PD: deseándoles lo mejor espero que nuestro rubio las acorrale sobre su cama esta noche ;)