Disclaimer: CCS pertenece a CLAMP, esta historia no tiene ningún fin de lucro y se publica solo para entrenamiento.

PROLOGO

-"Así que, tu debes ser una de las chicas que se enamoro de mi la primera vez que la bese, ¿verdad?"- ,- "¡Aléjate de mi maldito loco, egocéntrico, asqueroso e infantil mago!" -,-"En realidad es Syaoran, pero si eso te hace sentir mejor…"-

"Por decreto real, se les informa a todos los habitantes del reino que, su Majestad el Rey Hiraguizawa, ha lanzado un conjuro con efecto inmediato desde éste amanecer, afecta a cada persona que viva en nuestro querido reino o en las proximidades del mismo y debido a la magnitud de la magia se les explica a continuación en que consiste:

Primera: Solo las personas con magia son consientes de este hechizo pero pueden quedar atrapados en él por igual personas que no tienen magia, sin embargo no afectara a aquellas personas que ya estén enamoradas, por favor les pedimos que no intenten romperlo o sufrirán las consecuencias. Estén atentos, lo sabrán cuando se active.

Segunda- Durara solamente la semana del festival anual en honor a las familias principales, el hechizo terminara exactamente a la media noche del domingo pero sus efectos, si es que son activados, prevalecerán hasta que la persona muera.

Tercero- El ya mencionado conjuro consiste en algo muy simple. Amor. El proceso para activarlo es sencillo: Deben buscar a la persona que al besarla, por primera vez, logro enamorarlos. Pero para activar los efectos, deben besarse de nuevo antes de que de la media noche el ultimo día del festejo. Si dichos efectos son activados, prevalecerán por siempre. Pero tengan cuidado pues el amor no esta basado en la clase social, edad o en la magia.

Cuarto- Y ultimo. Aquellos que logren encontrar a esa persona y activar el hechizo, serán requeridos de inmediato en el castillo real pues les daremos una insignia especial que representara por siempre el honor de haber encontrado el verdadero amor.

Firma: Su alteza real el Grandioso….bla bla bla bla.

"Honor de haber encontrado el verdadero amor"

¡Bah!

Sakura Kinomoto aplasto con su puño el "decreto real", que por casualidad había recogido en la calle en su camino al mercado, y lo tiro al suelo con desprecio.

¿Cómo era posible tanto cinismo? ¿Cómo se atrevían todos esos…..esos… ¡esos hechiceros engreídos!

Ellos no tenían ningún derecho de ir y lanzar hechizos sobre las personas "normales" que no tienen poderes mágicos o los recursos como para defenderse.

¿Y todo para que? ¿Para una mugrosa e insignificante medallita de honor?

En lo que a ella concernía podían irse al infierno con sus hechizos y encantamientos tontos.

La oji-verde continuo con su camino de mal humor, lanzando miradas feas a cualquier hombre que se atreviera a detener sus ojos en ella y rodando los ojos cuando las chicas a su alrededor gritaban 'llenas de alegría' por el grandioso 'evento'.

Ella si tenía cosas importantes en las cuales pensar.

Necesitaba desesperadamente un trabajo mejor, vender flores era algo que amaba, que la llenaba de alegría y le iluminaba el espíritu…o lo que le quedara de él.

Pero no era bien remunerado, difícilmente podía juntar lo suficiente como para pagar lo que le correspondía de la renta del mes y ni que decir de la comida….lanzo un suspiro de frustración y tristeza.

La vida no siempre te daba todo lo que querías, pero ella no iba a detenerse a sentir lastima.

Tenía una decisión que tomar y ya que Tomoyo estaba perdida en batalla, o mejor dicho, estaba irremediablemente enamorada de quien-sabe-que hechicero y se había comprometido con él hacia poco más de una semana, no podía ir a ella y llorar sus penas como de costumbre, no tenia derecho de quitarle la alegría con sus problemas.

Necesitaba un nuevo empleo, uno que le permitiera pagar la renta cuando Tomoyo no estuviera para ayudarla y que le permitiera sobrevivir…pero de nuevo…

¿Qué podía hacer ella?

No tenia poderes mágicos, era huérfana, difícilmente había sido buena en la escuela y los números y ella estaban divorciados.

¿Vendedora? No tenía mucho poder de convencimiento

¿Limpiando? Solo si no le quedaba de otra y esperaba que no fuera en casa de ninguna de esas familias de hechiceros, todas llenas de objetos extraños y mágicos y de mocosos insufribles que gustaban de gastarle bromas a las personas…

Al diablo con los hechiceros, prefería morir dignamente de hambre.

Bueno tal vez estaba exagerando un poco… ¡tal vez podía tener dos empleos!

¡Claro! ¡Y los ponis vendrían volando por el arcoíris para llevarla al paraíso mágico de dulces y colores! ¡Era tan obvio!

Suspiro a pesar de si misma, los trabajos no eran una cosa tan sencilla de conseguir y una vez que conseguías uno, trabajabas en él al menos durante ocho horas diarias, de lo contrario era difícil que te mantuvieran y que te pagaran un sueldo completo.

Eso de vivir con magos que pudieran hacer todo tu trabajo en menos de cinco minutos de verdad apestaba.

¡Los odiaba!

¡Y claro que pensaban que las personas sin magia eran insignificantes! ¿A quien le importaba verdad? No tenían magia después de todo. Lo cual era exactamente lo que estaban haciendo ahora mismo, lanzaban un hechizo al zar y decían que podían hacer que otros se 'enamoraran'.

¿Ellos que sabían de amor si lo trataban como a un simple batir de manos y decir palabras raras?

¿Y que tenían que decir las personas sin magia al respecto? Nada, el rey había sido muy claro…TODOS estaban en el hechizo…

De verdad que no entendía como podía ser el rey del reino entero si no era justo con todos.

-"¡Es por eso que me voy a encerrar en la florería y no saldré de ahí hasta que…!"-

Auch.

-"Arg…"-escucho una especie de gruñido justo sobre su cabeza.

Había chocado con alguien por no mirar mientras caminaba…eso pasaba a menudo.

Levanto la mirada avergonzada.

-"Lo siento yo…"- su voz murió en su garganta cuando sus ojos vieron contra quien había chocado.

Un joven increíblemente apuesto estaba a pocos centímetros de ella…eso definitivamente no pasaba a menudo.

Sus ojos ámbar la estaban mirando, con una mezcla de molestia y curiosidad en ellos, las cejas del hombre estaban unidas justo en la mitad de su perfecta frente, casi rosando con su muy estética nariz y sus labios tenían gesto serio, casi malhumorado.

De repente sintió una pequeña descarga eléctrica, algo sutil pero después vino una ráfaga de calor que hizo que sus labios se sintieran extraños, se llevo la mano a la boca para tocarlos y escucho lo que pareció ser un suspiro de cansancio por el joven…

Lo ignoro por el momento, pues sus labios definitivamente estaban tibios, tibios y de alguna manera pesados…como si…

-"¡Tú!"-dijo antes de poder pensarlo, sus ojos se abrieron y su corazón comenzó una carrera, incitando a sus pies a que lo siguieran, mantuvo la mano sobre su boca, intentando de alguna manera de protegerla de él.

Él la miro de arriba abajo lentamente, después frunció los labios y dijo en un tono más bien aburrido.

-"Así que, tu debes ser una de las chicas que se enamoro de mi la primera vez que la bese, ¿verdad?"-

El miedo fue rápidamente reemplazado con el dolor, pero desecho ese sentimiento de inmediato y lo sustituyo con otro más fuerte: ira.

- "¡Aléjate de mi maldito loco, egocéntrico, asqueroso e infantil mago!"- grito fuertemente, sin importarle quien la escuchara.

-"En realidad es Syaoran, pero si eso te hace sentir mejor…"- respondió el mago en un tono aburrido de nuevo, siquiera afectado por las palabras de la joven.

La chica definitivamente se enfureció ante esto y antes de pensarlo tomo la cesta que traía consigo para hacer sus compras del mercado, ya con algunas verduras que había comprado anteriormente, y lo golpeo con todas sus fuerzas, directo en el rostro.

El sujeto retrocedió y escucho claramente sus maldiciones pero ella hizo oídos sordos y obedeció a su corazón…

Salió corriendo como el infierno de ahí.

N/A: Hola! xD lo se soy un fiasco pero no pude evitarlo jajaja, por favor díganme que piensan!