¡Hola a todos!

Feliz de volver con otro capítulo.

Disculpen la tardanza, he estado muy ocupada con el trabajo incluso estoy copada de conciertos, sin embargo aquí me di un tiempito para escribir.

Por decisión mayoritaria, Sasuke quedará con Ino. (Los que no les gusta la pareja espero no incomodarlos)

Se acercan muchas sorpresas, no se pierdan los demás capítulos.

¡LOS REVIEWS SON GRATIS, PUEDES DEJARME UNO!

/***/***/***/***/***/

Amor A Segunda Vista

/***/***/

Capítulo 3: Día De Campo

Sus miradas chocaron por largo rato tensando el momento, de no ser porque Sakura hubiese llegado Hinata estaba segura que se dejaría llevar por los besos de Naruto, y temía que le gustaran demasiado.

- Sakura, tardaste demasiado - Naruto tragó saliva.

- Ya lo creo - a paso desconfiado y sin dejar de mirar a Hinata, fue donde él y lo besó. - No volverá a pasar. -

- Ve a la habitación, iré en un momento. -

Sakura asintió y caminó a un lado tropezando el hombro de Hinata.

- Buenas noches - rechinó los dientes y siguió caminando.

Hinata bajó la cabeza y una vez que el fuerte repiqueteo de sus tacones cesaron, habló.

- Creo que me odia. -

- No Hinata, yo lo siento. - ella alzó la cabeza.

- ¿Por qué? -

- Me ha besado en frente de ti. -

Hinata abrió los ojos sorprendida.

- Es tu prometida, Naruto. -

- Y tu eres mi esposa, te debo respeto - colocó una mano tras su cabeza y le besó la frente. - Descansa, mañana es sábado -

- ¿Aún siguen con la tradición? - sonó emocionada.

- Sí, mi hermana y yo nunca la dejamos. A Sakura le gustó y desde hace unos meses nos acompaña. -

- ¡Día de campo! - alzó el puño de su mano por los aires.

Naruto rió feliz, su aún esposa, poseía cierto carácter emotivo incluso pequeñas veces le salía una hiperactividad más complicada que la de él.

- Hasta mañana Naruto - besó su mejilla y salió corriendo a su habitación.

Se tocó la mejilla sorprendido y a la vez confundido, ¿de verdad quería que Sakura no lo besara por respeto a Hinata, ó por algo más? Sabía que ésto nunca fue una buena idea, debió renunciar a la empresa una vez que Hinata desapareció. Desde que la vio le gustó, le intrigó la cierta timidez que ella poseía y el extraño gris de sus ojos, pocas veces brillaban y agradecía a Dios que una de esas era cuando él la besaba.

Durmieron juntos pero nunca consumaron su matrimonio, le desesperaba las veces en que buscó la forma de seducirla pero más eran las veces que se negaba, a las que se dejaba llevar; poco a poco un extraño sentimiento de pertenencia se apoderó de él, recordaba la mirada de los trabajadores hacia ella, esa perversión con la que se lamían los labios y la desnudaban con la pupila, se retorció enojado en su interior para luego impedirle de nuevo el paso a la empresa, le dijo que él se encargaría de todas las responsabilidades. Ella le obedeció.

Cada vez la conocía más y se daba cuenta que era diferente, podía llegar a ser muy tímida como muy retadora, era elegante a la hora de insultarle si dejaba sucio el baño o no limpiaba la cocina, gruñía tiernamente cuando la abrazaba a mitad de la noche, no soportaba ver el canal de moda pero si se divertía con el de la lucha. Tomaba escosés doble si iba al bar, margaritas si salía con sus amigas o un martini si necesitaba relajarse, le gustaba el jazz al bañarse y tararear a Tchaikovsky en la cena.

Hinata le resultó una caja llena de sorpresa por no contar cuando perdía la mirada en sus labios, no necesitaban un esmalte rojo para resaltarle la belleza; ese carmín disimulado la hacía ver tan atractiva que de solo imaginársela, se la comía a besos. Tantos como para nunca dejarla ir.

¿Y entonces por qué ella desapareció? Una vez le dijo que era feliz. ¿Por qué se fue?

Hiashi viajaba a Londres para cerrar un negocio de grandes sumas de dinero, ésa misma noche el vuelo desapareció. Nadie supo su paradero, no pudieron sepultura sin embargo rezaron para que su alma descansara en paz. Hinata se encerró una semana en la habitación de él, lloraba y no quería comer, Naruto trató de hacerle sentir que él estaba ahí para ella que nunca la dejaría sola; pero una noche se fue hasta 6 meses después que supo de ella, pero no quería verlo ni a él ni a nadie.

- ¿Vas a acostarte? - Sakura habló entre sueños sacándolo de sus pensamientos.

- Sí amor, duerme. - se acostó a su lado pero no la abrazó.

Hinata invadía cada parte de su corazón y su mente, ¿sería de soportar todo y luego alejarse de ella? Pero si la quería como una amiga, ¿por qué le dolía tanto? No pretendería quitarle la empresa, él era un hombre honesto y solo él lucharía para no solo obtener la mitad, sino dejarle una muy buena cantidad de dinero a Hinata. Ésa era su empresa y se lo merecía.

/***/***/***/***/***/

Sintió un fuerte almohadazo chocarle la cara, molesto e irritado se sentó sobándose la cara. Poco a poco abrió los ojos y se llevó una gran sorpresa al ver a la intrusa que lo despertó.

- ¿Qué quieres rubia? Son las 6am, más te vale que sea importante. -

- No vine a discutir niño bonito, vístete. Saldremos a las 7am. - se giró decidida a irse.

- ¿Así me crees? - quitó la sábana y se paró.

Ino tragó saliva, ése hombre tenía músculos hasta donde creía capaz de encontrar, el sol le daba de lleno en la cara y el cabello negro desordenado lo hacía ver, extremadamente, sexy. Nunca en su vida ni en el modelaje, había visto un hombre tan guapo como él.

- Ya quisieras - nerviosa volvió a girarse. - Porque seas atractivo no dejaré que me intimides. -

- Con que eso soy para ti. ¿Atractivo? Vaya. - sonrió de medio lado cogiéndole una mano por detrás.

- Suéltame Uchiha. - cerró los ojos con fuerza.

- Estas temblando, ¿qué pasa? - ronroneó - ¿Te gusto demasiado? -

- ¡Eres un estúpido imbécil! - alzó la mano dispuesta a cachetearlo pero él se la detuvo a centímetros de su mejilla.

- Y tú eres muy molesta. -

- Suéltame -

- Oblígame -

Sentían el ambiente caliente y pesado, sus respiraciones chocaban e Ino creía que se desmayaría; Sasuke la cogió entre sus brazos fuertemente.

- ¿Puedo...? - se detuvo un rato mirándole los labios.

- Ni lo pienses, Uchiha -

- Vete - la soltó y se fue al baño.

- ¡Te quiero en 30min. listo! - gritó saliendo de su ensoñación más no obtuvo respuesta. - Cara de pasa - dando un fuerte portazo se fue de ahí.

Ése día sería largo y extenuante, Sasuke se había convertido en un estreñido que quiso besarla, Naruto era un estúpido por no darse cuenta que se estaba enamorando de Hinata, ella una tonta por querer resolver un problema de los cuales pueden salir ahora sin heridos, Sakura poco a poco amaba más la posición social y económica de Naruto que a él mismo. ¿Acaso el mundo se estaba volviendo loco? Porque si era así deseaba nunca ver a un psiquiatra, aunque como iban capaz y vería uno muy pronto.

- Ino iré a guardar las cosas en la camioneta, ¿quieres avisarle a los demás que salimos en unos minutos? - Naruto cogió las llaves del auto.

- Puedo encargarme de tus mujeres pero no del estreñido de Uchiha. -

- Por favor, no creo que sea tan malo. -

- Créeme, la maldad esta de su lado -

Naruto negó con la cabeza mientras la veía alejarse, ésos dos parecían no llevarse nada bien. Nunca vio a su hermana tratar así a un chico y no negaba que Sasuke era muy atractivo a la vista femenina, solo podía llegar a la conclusión que a Ino le había gustado tanto al punto de odiarlo, ó de verdad no lo soportaba por llegar algún día a gustarle. La cabeza empezaba a dolerle demasiado, el pensar tanto en el amor nunca se la había dado y quizás por eso perdió a Hinata, por ser tan distraído e ignorar al corazón.

Ino se masajeó la cien un poco antes de entrar a la habitación de Hinata, todo éste asunto de la empresa y el Uchiha le empezaba a hartar.

- Buenos días - asomó su cabeza por la puerta.

- ¡Hola! Entra. - suspiró viendo dos vestidos en la cama. - Llegaste justo a tiempo, no sé cuál elegir - jugó con sus dedos.

- ¿No sabes? Hinata...- canturreó.

- Solo, quiero verme bonita - bajó la cabeza.

- ¿Para Naruto? - sonrió de medio lado.

- ¡Oh no! Solo, solo...- pero las palabras se le atragantaban.

- Como me gustaría que te quedaras con mi hermano para siempre - bufó cansada mientras se sentaba a un lado de la cama.

- Él, él esta comprometido y yo...- dudó por un momento. - Nos queremos como amigos. -

- No soy tonta Hinata, sé que te mueres por estar en sus brazos. Aceptemos que es un idiota bueno para nada, pero es bueno. -

- ¿Rosa o azul? - desvió la conversación.

- Ninguno - rodó los ojos. - Te queda mucho mejor el blanco -

- Pero me ensuciaré -

- Azul - suspiró. - ¿Qué relación mantienes con Uchiha? -

- Es como un hermano para mí, después de Neji -

- No sé como lo soportas -

- Sasuke puede ser frío y obstinado pero es una gran persona, yo lo quiero - se terminó de poner el vestido. - No es tan malo -

- Lo mismo dijo Naruto - bufó cansada mientras la ayudaba con el cabello.

- Ya veo - bajó la mirada.

- Siéntate - Hinata le obedeció. - Te vas a ver muy hermosa hoy -

/***/***/***/***/***/

Sakura golpeteó un poco el asiento, Naruto suspiró y Sasuke rodó los ojos cansado.

- ¿Por qué las mujeres son tan molestas? Tardan una eternidad arreglandose para salir igual - volvió a rodar los ojos pero al voltear la cara quedó impresionado - Vaya, eso sí es nuevo -

Ino había maquillado levemente a Hinata, el suave rosa en sus labios y el fino delineador negro de ojos le resaltaban la belleza, y su cabello recogido en una cola alta la hacía ver más joven.

- Cierra la boca - susurró Sakura molesta.

- No sé de que hablas - Naruto giró el cuerpo tratando de relajarse.

- Buenos días, lamento la tardanza. - Ino entró al auto quedando en el medio.

- Buenos días - Hinata bajó la cabeza avergonzada.

El camino fue largo y tedioso, desde que que se conocían y sus familias pasaban tiempo juntas los sábados hacían día de campo, sin embargo poco a poco se fue convirtiendo en un día familiar. No solo iban al campo sino a otros lugares. Sakura quiso ir a la playa, Naruto la complació y aprovechó para llevar a todos por tradición.

- Sasuke, ¿te importaría ayudarme con la sombrilla y las sillas? - Naruto bajó del auto siendo seguido por los demás.

- Hmp - respondió con un gruñido molesto.

- ¡Vamos Hinata! Debemos ponernos los trajes de baño - Ino la jaló hasta perderse en los vestidores.

- Traidora - Sakura bufó molesta.

Al rato de unos segundos tanto Hinata como Naruto fueron a jugar en el mar, Sakura asqueada fue por un trago e Ino se recostó en una se las sillas a tomar el sol.

- ¿Te quedarás ahí todo el día? - miró de reojo a su acompañante.

- Hmp -

- Bien, ponme un poco de bronceador - lo pegó con brusquedad de su pecho.

- No soy tu novio -

- ¡Dios me libre que lo seas! Nunca sería novia de un cara de pasa -

- ¿Cara de pasa? -

- ¡Si! - se sentó quitándose los lentes - Tienes la cara más arrugada que el culo de mi abuela -

- Voltéate - rechinó los dientes.

Ino sonrió feliz y se volteó dejando su espalda a merced de las manos Uchiha.

Naruto le cogió un pie a Hinata y volvió a hundirla en el mar, empezaba a amar su risa y sus bromas.

- ¡Eres un tramposo! - se le lanzó encima.

- Vale, lo siento - estalló en carcajadas. - Si me dices que me quieres te suelto el pie. -

- Te quiero, ahora suéltame -

- No, quiero que suene real -

- De verdad te quiero Naruto - sintió el agarre aflojarse.

- ¿No mientes? -

- Si no te quisiera ¿crees que te ayudaría? No sé si llegue a embarazarme pero prometo dejarte la empresa, es más tuya que mía. -

- ¡Al carajo la empresa! -

Hinata abrió los ojos sorprendida, él nunca había mostrado ese carácter con ella.

- No la quiero - se dio la vuelta.

- Naruto. -

- ¡No! - volvió a girar y la cogió por los hombros. - Si he de lastimarte con todo éste maldito asunto, ¡no la quiero! Te dije que prefiero mil veces quedarme en la ruina a que quitarte todo. -

- Y yo te digo que quiero dejartela, soy maestra de primaria, amo a los niños y ellos me aman a mí. No quiero quedarme aquí atada a una empresa que no me gusta. -

- Tampoco quiero que te vayas -

- Debo hacerlo - suspiró. - Te vas a casar y quiero dejarle estabilidad a tus futuros hijos. ¿Por qué es tan difícil? Soy feliz en España. -

- Bien, no seguiré discutiendo sobre esto. - le agarró la mano. - Volvamos a la orilla. ¿Qué te parece un partido de voleibol? -

- ¡Excelente! -

- Te ves hermosa hoy - sonrió.

- Gracias - bajó la mirada.

Al llegar observaron que entre Ino y Sasuke se armaba una fuerte discusión, al parecer alguien le tocó el trasero y Sasuke pagó los platos rotos, Sakura a un lado trataba de detenerlos pero nada de lo que decía los hacía recapacitar.

- ¡Oigan! Juguemos - Naruto agitó la mano en el aire.

- ¡Vaya! Éste pervertido se jacta de mis nalgas y ¿tú te crees en la luna de miel? - Ino se volteó molesta.

- ¡Naruto! - Sakura se enfadó.

Hinata le apartó la mano con brusquedad.

- Solo me ayudó a salir del mar -

- Tienes dos perfectas piernas para salir sola. - se cruzó de brazos.

- Escucha, sé que no te caigo bien y tú a mi tampoco. Pero llevemos la fiesta en paz por hoy, como sabrás ésta es una tradición de familia y no quiero arruinarla, menos por unos celos de tu parte donde yo soy la esposa. - suspiró sorprendida de sus palabras y le pasó por el lado.

Todos abrieron los ojos, Ino chocó su mano riendo y Sasuke bufó cansado, Naruto shockeado fue a buscar la pelota en parte le gustó que recalcara el hecho de que estaban casados, pero por otra no, él estaba comprometido con Sakura y eso no cambiaría.

- Estúpida - rechinó los dientes.

- Vamos frente de marquesina, por primera vez te pusieron en tu sitio. Eres mi amiga pero ésta vez debo decir que Hinata tiene razón. -

Sakura pisoteó el piso irritada y gruñendo se fue de ahí por otro trago, Sasuke rodó los ojos mientras caminaba y se posaba encima de una roca para ver el atardecer. Hinata, Naruto e Ino se posicionaron para jugar.

- ¡Les ganaré a todos! - gritó el segundo efusivamente.

- Lo siento hermanito pero ésta victoria será mía. -

- ¡Hinata deseame suerte! -

- Suerte, Naruto - apretó sus manos.

El juego empezó, la pelota iba de un lado para otro. Ino hacía buenos pases pero Naruto los remataba con mucha fuerza, lo que comenzó por diversión se convirtió en una pelea por ver quien era el mejor. Un enorme perro se acercó a Ino con un platillo, se lo quitó sin perder de vista a Naruto y en un rápido giro se volteó para lanzarlo, supo exactamente a donde iba el platillo, pero no fue que reaccionó hasta que el enorme perro estaba cerca de...

- ¡Sasuke cuidado! -

Él giró el cuerpo al escuchar su nombre, el platillo impactó en su entrepierna y sintió el mundo darle vuelta, de pronto unas grandes patas chocaron contra su cuerpo y mientras caía de pleno en el agua, un fuerte pensamiento paso por su cabeza.

Odiaba a esa rubia.

/***/***/***/***/***/

Naruto estacionó el auto en la entrada de la mansión, Sakura bajó obstinada perdiendose en la sala, Hinata hablaba muy animada con Naruto e Ino estaba avergonzada, Sasuke llevaba una bolsa de hielo en su entrepierna mientras maldecía a los Namikaze.

- Buenas noches, parece que han tenido un mal día. - el abogado de Naruto apareció en la sala.

- Buenas noches abogado, ¿qué se le ofrece? -

- Sentemonos -

Todos le obedecieron, a pesar del mal rato Ino ayudó a Sasuke, pero éste le retiró la mano con brusquedad.

- Ahora díganos ¿a qué se debe su visita? -

- Creo que lo que vengo a decirles no lo tomarán muy bien. -

- Vaya al grano de una vez, tengo una fuerte punzada de dolor donde menos usted piensa y lo único que quiero, en este momento, es ir a dormir. - Sasuke estaba más que irritado.

- Bien, me he saltado algunas de las voluntades de Hiashi. - suspiró. - Lean éste párrafo, y éste - señaló los seleccionados.

Hinata y Naruto leyeron al mismo tiempo cada pálabra escrita, abrieron los ojos con sorpresa y lo primero que querían sería desaparecer.

- Hay más de una voluntad por lo que veo. - Sasuke solo quería irse de ahí.

- Solo dos. No puede haber un hijo si ellos no se conocen. -

- ¿Qué dice el maldito papel? -

Hinata suspiró y Naruto le tocóla mano para tranquilizarla.

- Antes de que Hinata tenga nuestro hijo, debemos pasar tiempo juntos. - tragó saliva. - Y dormir...- volvió a tragar saliva mientras la miraba. - Juntos -

- Entonces háganlo, buenas noches - Sasuke se paró y a paso extraño se fue de ahí.

- Yo también me retiro. Buenas noches. - Ino lo imitó y fue tras él.

- Creo que es tarde, ustedes necesitan hablar. Cualquier inquietud que tengan, llámenme. - cogió sus cosas y se fue.

- Naruto - susurró nerviosa - ¿Qué haremos? -

- ¿Aún deseas seguir con ésto? -

- ¡Totalmente! - empuñó las manos decidida.

- Entonces prepara la cama, iré a dormir contigo - dio la media vuelta para ir a su habitación, necesitaba hablar con Sakura.

Hinata sintió el corazón contraersele, si la sola presencia de Naruto la ponía nerviosa ¿cómo sería capaz de dormir con el?

- Presiento que nos tienes preparada otra sorpresa papá. - bufó cansada.

¿Y si se enamora de Naruto? ¡No! Él es un hombre comprometido, y ella una idiota que no supo retenerlo cuando era tiempo. Ahora es muy tarde para el amor.

- Naruto -

Susurró mientras se dirigía a su habitación.

- Ésta será una noche larga -