Tiff: Los personajes no son de ninguna de las dos, sino Nat tendría a Inuyasha amarrado a su cama para que no se escape y yo tendría a Sesshomaru de la misma manera, pero para desgracia nuestra son de Rumiko Takahashi

Nat: ¬¬ no lo tendría amarrado... al menos no a la cama ;)

Mi vida es un caos ¿Por qué? Dos palabras: El Instituto. Voy pésimamente mal, mis calificaciones son un asco… Pero ¿Qué puedo hacer yo? Después de todo, tengo catorce años… Lo normal a mi edad es que salga mal por ir a fiestas, emborracharme, salir con algún chico, ya saben: lo normal. El problema aquí, es que no soy una adolescente muy normal, que digamos…

Tengo un hermano mayor, que es lo más pervertido, libidinoso y obsceno que puedes encontrar en un solo chico, no me extrañaría entrar a su habitación y encontrar miles de fotos de chicas desnudas, entre otras cosas que no pienso mencionar por mi bien mental y el de ustedes. Miroku, mi queridísimo hermano, tiene su cabello de color azabache, como el mío, y siempre va a amarrado en una coleta. La mayoría de las veces que he querido ir a algún lugar con mi mejor amiga, Sango, intenta algo bastante libidinoso como tocarle el trasero a la agresiva Sango… No quieren saber la respuesta de mi amiga.

Tiene unos increíbles ojos azules, que mi madre y yo nos preguntamos de donde los sacó, por que nuestro padre no tenía los ojos así. El punto es, que los utiliza muy a su favor… He visto millones de veces como engatusa a las chicas con ellos; pobres idiotas que se creen sus mentiras.

Ya que la mencioné, es lo mejor decir quien y como es ¿no? Bueno, Sango es la más alta del salón, también es una de las chicas más cotizadas de todo el instituto, pero ¡Dios! Deberían verla, ahuyenta a los chicos sólo con una mirada… Hasta a mi me da miedo. Tiene una esbelta figura, por eso mismo Miroku es como es con ella. Tiene unos ojos en tono chocolate, parecidos a los míos y su carácter es muy fuerte, cuando sigo fuerte es en serio… Es muy irritable, y metete con ella si quieres verla realmente enojada… Es algo no muy recomendable.

¿Yo? ¿Cómo soy yo? Mmm… Soy alta, no tanto como Sango, obviamente, tengo una figura bastante esbelta y mi cabello es negro azabache, me llega hasta la cintura en "v" y tiene algunas ondas rebeldes con las cuales me peleo cada mañana… ¿Mi nombre? ¿En serio? Bien, como quieran, mi nombre es Aome Higurashi ¡Y detesto las matemáticas!

Aún sigo encerrada aquí, en el estúpido Instituto Shikon… ¿y saben qué? Lo detesto. Ups, creo que olvidé aclarar por qué no soy una adolescente normal… Pues, hay muchas razones… Muchos chicos son mis pretendientes y a TODOS, absolutamente TODOS los rechazo… No creo que sea bueno tener novio sabiendo lo mal que están mis calificaciones. Y también, me visto como una monja ¿Se están riendo o es mi idea? ¡Es en serio! Nunca utilizo faldas ni vestidos, solo mis cómodos jeans y el short de educación física… y la estúpida falda del colegio.

Miré al frente en un vano intento de entender los jeroglíficos que tenía en la pizarra… ¿Trigonometría? No, eso aún no lo vemos… ¿álgebra? Quizá era la maldita álgebra. Creo que más específicamente era… ¿Geometría? No, no había figuras… ¿Productos notables? No, no veo ni A+B ni nada de eso… ¿Ecuaciones de primer grado con una incógnita? No seas idiota, no parece eso … ¿Con dos incógnitas? Ok, me afecto el refresco del receso. Desistí. Me recosté en mi lugar y pronto caí dormida.

–Aome-me removió Sango- La profesora quiere hablar contigo

–Dile que se joda-murmuré dormida

–Es sobre tus calificaciones, tonta

Sin replicar más, me levanté y fui directamente donde se encontraba la profesora, quien con el ceño fruncido y los brazos cruzados me veía. Rayos, no eran buenas noticias… Le sonreí, fingiendo que no sabía lo que me esperaba y me alzó una ceja en señal de incredulidad. ¿Por qué rayos debo ir mal en todas las materias?

–Hum, Señorita Higurashi…-murmuró con ironía- Sus calificaciones están un poco bajas

–¿Un poco bajas?-imploré que me dijera cuán bajas estaban

–Bastante… Debería tener un 100% en la nota, usted es totalmente capaz de mantener sus calificaciones altas… ¿Sabe con cuanto va en matemáticas?

–N…No-dije nerviosa

–Va con un 55%, casi la mitad del rendimiento perdido

–¿Y… y no puedo… recuperar?

–Señorita, este es el segundo trimestre y en realidad lo estamos acabando… Tiene tres meses de tiempo… Es casi imposible que recupere todos los puntos que debe en todas las materias sin ir a las "olimpiadas"

Se preguntaran ¿Olimpiadas? Pues sí, los malditos profesores suelen decirle así a los exámenes extra que hacen en diciembre o enero o en los dos, para que los que van mal (como yo) recuperen su nota con una sola prueba con toda la materia de todo el año. Si, es un examen MUY largo.

–Señorita, yo voy a pasar… Se lo aseguro

–Eso quiero verlo, Higurashi

Miré incrédula a la profesora irse ¡¿ESTABA DUDANDO DE QUE FUERA CAPAZ DE PASAR EL AÑO? ¡¿ESO ESTABA INSINUANDO? No, eso tenia que ser que yo escuché mal… Si, eso tiene que ser… Aunque, puede que aún guarde rencor a mi familia luego de que Miroku le gastara aquella broma.

Miré a Sango desanimada, ¿Cómo debía estar? Si en casa mi madre se diera cuenta de que voy MAL en el colegio, me agarra del pelo y me guinda en el primer poste de luz que encuentre. Comenzamos a caminar lentamente, aunque yo rogaba interiormente no encontrarme a Miroku ni a ninguno de sus estúpidos amigos. ¿Saben algo curioso? Casi que más de la mitad de los amigos de él… ¡Se me han insinuado! Y un vivo ejemplo es Hojou, cada vez que me ve trata de entablar conversación conmigo o sino, me da algún remedio raro para yo-no-sé-qué enfermedad. Choqué con alguien y alcé la mirada con bastante tristeza, y me encontré unos ojos dorados mirándome con altanería… ¿Tenía que ser con él? ¿En serio?

–¿Qué quieres, Taisho?-repliqué alejándome

–Tu hermano te busca, torpe-y se fue

Miré con enojo a Sango ¡Ese maldito Inuyasha! Lo odiaba, en serio lo odiaba… ¿Por qué debía ser el mejor amigo de mi hermano? Bufé molesta y seguí mi camino… Esperen, ¿Mi hermano me estaba buscando? ¡Rayos, eso es un GRAN problema! Él es el único de la familia capaz de saber si miento, o si me pasa algo… Ni siquiera mi propia madre.

Tomé una bocanada de aire. Sabía muy bien lo que me esperaba, si yo no lo buscaba… él me buscaría. Miré a Sango, quien caminaba tranquilamente, luego la imagen de Taisho se coló en mi imaginación ¡Demonios! ¡Él era un completo nerd! Por que, por mucho que me costara admitirlo y por mucho que yo lo odiara, él era el chico perfecto. Es decir: guapo, atlético, estudioso, caballeroso (yo soy la excepción, obviamente), amable… cuando quería y tenía un buen sentido del humor. Pero, he ahí el detalle… ¡Conmigo NO era así! Miles de veces las chicas me decían que por qué no intentaba tener ALGO con ÉL… Y sinceramente ese "ALGO" y "ÉL" en la misma oración, es un horror ortográfico. ¿Por qué? Por que yo nunca me fijaría en el mujeriego y altanero de Inuyasha Taisho.

–¡Aome!-gritó la voz de mi hermano, un frío caló mis huesos- Te he estado buscando

–Si, lo sé… Taisho me lo dijo-repliqué

–Hmph, con que aún no lo soportas ¿eh?-murmuró burlón- Algún día ustedes dos terminaran juntos, lo sé

–¿Ahora ves el futuro?-exclamé molesta- Yo nunca, escúchame, NUNCA me voy a enamorar de Taisho, ni siquiera me fijaré en él… Te lo apuesto

–No te preocupes, Higurashi, tampoco me fijaré en ti, no me interesan las chicas torpes como tú-me contestó el idiota a mi espalda

–Mira, Taisho, no te creas el cazanovas por que tú a mi tampoco me interesas-exclamé

–Aome, ¿Cómo que te sacaste un 55 en matemáticas?-mi hermano puede ser tan inoportuno

–¿Un 55? Ay, niña… No creí que pudiera haber alguien tan torpe, pero veo que sí

–Tienes que mejorarla, sino mamá nos castigará a los dos-amenazó Miroku- Y creo que ya sé como empezar

–¿Cómo?-inquirimos el idiota y yo a coro

–Inuyasha, serás el tutor de Aome-dijo con una sonrisa

–¡¿Qué?-gritamos al unísono- ¡No quiero tener/darle clases con/a este/a idiota!-nos miramos con enfado- ¿Yo? ¿Idiota? ¡Él/la idiota eres tú!

–Ya está dicho

–Miroku, puedes ser mi mejor amigo pero esta vez te pasaste

–Inuyasha, querido amigo, ya está dicho y de por sí tú me debes algo-replicó mi hermano

–Sólo por que me salvaste, Miroku-dijo el idiota con enojo- Higurashi, los miércoles, en mi casa, a las 4:30pm te quiero allí… Sé puntual-y se largo nuevamente

Esto iba a ser una tortura.