Hola chicas esta historia es de Yurika Cullen que muy amablemente me permitió adaptarla a los personajes de Candy Candy, espero le encante tanto como a mi…

Sé que aun está pendiente la historia se labios del pecado pero Miko la autora no la actualizado por lo que todas estamos en la misma situación que paso con la pareja, espero que ella pronto logre actualizar y poder seguir deleitándonos con sus producciones

MOSTRÁNDOTE LAS ESTRELLAS

By Yurika Cullen

Capitulo Uno

Cerré los ojos sintiéndome algo cansada, llevaba más de una hora sentada en el café de Anthony y aun no había podido encontrar nada de lo que había estado buscando todo el día, nada se ajustaba a mis necesidades y estaba empezando a desesperarme, tal vez sea mejor descansar un poco y tratar de intentarlo de nuevo mañana. Así que dejando el periódico sobre la mesa moví la cabeza de lado a lado y masajee un poco mis cansados ojos.

— ¿Agotada?— escuche una voz que se me hizo bastante conocida, abrí los ojos y sonreí enormemente cuando vi quien era la persona parada frente a mí

— ¡Albert! No lo puedo cree, cuánto tiempo sin verte— dije y me levante a abrazarlo emocionada— ¿Cuándo volviste? yo te imaginaba en Inglaterra— él correspondió mi abrazo mientras sonreía— ¿Qué haces en Chicago? ¿Por qué no me avisaste que venias? No sabes lo mucho que te he extrañado— pregunte ahora estando él sentado frente a mi

— Volví hace un par de días, por fin termine mi carrera y aunque me ofrecieron seguir una especialidad allá, la verdad es que extrañaba América, envié una solicitud de traslado al hospital de Chicago hace un par de meses y como me aceptaron decidí hacer la especialización aquí. No le avise a nadie porque quería darles una sorpresa, iba a buscarte y justo pasaba cerca así decidí entrar a saludar a Anthony pero Rosemary me dijo que está haciendo su turno a la mañana, estaba por irme cuando te vi— dijo sonriendo

— ¿Lo que significa que te quedaras definitivamente en Chicago?— pregunte emocionada, él asintió simplemente— ¡Estupendo! Tenemos que hacer algo para celebrar y darte una bienvenida, hace mucho que no hablamos— dije tomando emocionada sus manos sobre la mesa

— Me parece bien— sonrió— pero dime, ¿Tu como has estado? Hace un rato me pareció verte deprimida— él siempre ha sido muy observador, yo solté un suspiro

— Deprimida no, desesperada si—

— ¿Paso algo malo?—

— No, o al menos no es nada tan grave, el problema es que como recuerdas comparto departamento con Annie— él asintió— bueno, después de mucho tiempo ella y Archie por fin decidieron vivir juntos, como sabes el departamento es de Annie, y Archie comparte el suyo con su hermano Ster, lo más lógico es que sea yo quien les de la privacidad pues será él quien se mude, pero de igual forma tarde o temprano me iba a ir, aunque considero a Annie como una hermana, ya no soporto su relación con Archie—

— ¿Tan mal se llevan?— pregunto levantando una ceja

— No, y ese es justo el problema, se llevan de maravilla— Albert me miro extrañado, yo de nuevo suspire— se la pasan juntos prácticamente todo el día y eso no me molestaría tanto de no ser porque están teniendo sexo como conejos todo el tiempo y en todo lugar, creo que conozco a Archie mucho mejor de lo que me gustaría, y más de lo que Annie debería permitir— Albert soltó una fuerte carcajada— No es nada gracioso, te aseguro que no es muy lindo despertar un domingo en la mañana con la esperanza de descansar todo el día y salir de tu habitación encontrándote con una pareja totalmente desnuda y teniendo sexo sin control en el sofá de la sala y sin cohibirse de nada— dije molesta, él volvió a reír

— ¿Nunca te quejaste?— me pregunto divertido

— ¡Mas de un millón de veces! Y siempre me promete que no pasara de nuevo, pero llega Archie le calienta el oído y ella se olvida de todo lo demás, especialmente de que no vive sola—

— Entonces tu problema es encontrar otro departamento— más que pregunta fue una confirmación, yo asentí

— Si, y la verdad que estoy desesperada por irme, pero es difícil, he estado buscando pero he descartado prácticamente todo lo que he encontrado—

— ¿Por qué?— pregunto curioso

— La verdad es que no quiero compartir más departamento, con una mujer pueden haber discusiones, ya sabes que hay algunas muy competitivas y no estoy para soportar eso, si no llegamos a llevarnos bien seria todo un problema, y de ninguna manera compartiré con un hombre, ¿Qué tal que resulte ser un psicópata asesino o abusador de mujeres? No, no pienso arriesgarme, así que mi último recurso es buscar algo para mí sola, lo que me lleva al siguiente inconveniente—

— El dinero— completo él

— Exacto, con mi trabajo de medio tiempo en la escuela Pony no gano lo suficiente para sustentarme y pagar la universidad—

— Y no quieres pedirle dinero a tu familia porque no quieres ser una carga para ellos, prefieres que le costeen el instituto privado a tu hermano y que él tenga una buena educación, sigues con lo mismo de siempre— y de nuevo acertó, Albert me conocía bastante bien— Sabes que no puedes tu sola con todo Candy, me parece estupendo que siempre pienses en los demás antes que en ti, pero algunas veces te va a ser imposible conseguir todo sola—

— Ya lo sé, pero mientras pueda quiero hacerlo, sabes perfectamente que Jimmy es el mejor de su clase, él sí ha sabido sacarle provecho a sus estudios, no como yo que era un desastre en el instituto, él merece tener lo mejor, yo puedo arreglármelas un tiempo más, solo necesito encontrar un departamento que se ajuste a mi presupuesto—

— Y según me has contado, no has podido encontrarlo, si piensas en tu presupuesto vas a terminar viviendo con él psicópata asesino que tanto temes— dijo en broma tratando de animarme, yo le sonreí de vuelta

— No sé qué hacer, quiero irme lo más pronto posible, pero llevo días buscando algo y nada me convence del todo, Annie me ha dicho que no hay apuro, pero con la frecuencia que la he encontrado teniendo relaciones con Archie en el sofá creo que solo lo hace para no hacerme sentir mal, pero sé que está desesperada por vivir con él—

— ¿Y si te vienes a vivir conmigo?— dijo luego de un largo rato en silencio, yo abrí mucho los ojos de la sorpresa

— ¿Cómo?—

— Lo que oíste, sabes que mi departamento es lo suficientemente amplio para que vivas tu también, no soy mujer, no soy ningún psicópata asesino o abusador de mujeres y no tendrás que pagar ningún alquiler, ambos siempre hemos congeniado de maravilla ¿No cumple eso tus requisitos?—

— Sabes que no puedo aceptar Albert—

— ¿Por qué?— pregunto serio

— Porque estaría abusando completamente de tu amabilidad, en serio, no quiero molestarte, recién llegas del exterior e imagino que quieres algo de tranquilidad—

— Y tú sabes perfectamente que no es abuso, pues soy yo quien te lo propone, nos conocemos hace mucho tiempo y ambos sabemos lo que le disgusta al otro y lo que no, por esa parte no tendremos ningún problema, nunca serias una molestia para mí y la verdad es que tuve suficiente tranquilidad en Inglaterra dedicándome prácticamente solo a mis estudios, además te puedo asegurar que no me vas a encontrar un domingo en la mañana teniendo sexo en el sofá de la sala, sabes que no soy exhibicionista— comento en broma, yo me sonroje al imaginarme la escena

— No lo sé Albert— dije sintiéndome tentada ante su propuesta

— Solo acepta Candy—

— ¿No sentirás que invado tu privacidad? ¿Qué pensara Eliza? No creo que tu novia este muy feliz de que compartas tu departamento con una chica— ahora que lo pensaba antes no mencionó nada sobre ella, ¿Se habrá quedado en Inglaterra?

— Terminamos— yo lo mire sorprendida— Eliza y yo terminamos hace tiempo, en realidad creo que no duramos ni cuatro meses en la relación—

— ¿Por qué?— pregunte curiosa

— Siempre fue muy obsesiva, quería estar todo el tiempo pendiente de lo que hacía y ya me tenía cansado su actitud, después de la última escena de celos en el hospital en el que trabajaba fue suficiente para mí y rompí la relación— dijo haciendo un claro gesto de molestia. Vaya, algunas mujeres no saben valorar lo que tienen, y dudar de la fidelidad de Albert era una clara muestra de lo poco que lo conocía su ex novia

Albert había sido mi amor imposible cuando tenía catorce años, éramos buenos amigos, los mejores, pero yo nunca me anime a decirle lo que sentía por él, y ahora doy gracias a Dios por eso, porque luego de los dieciséis se me paso el enamoramiento y empecé a verlo mejor como el amigo que era y como la gran persona a la que todavía a mis veintidós años admiro y respeto. Es un gran hombre y sé que aunque ha tenido pocas novias, cuando empieza una relación con una chica la respetara en todo momento y nunca pensara en traicionarla, así que es obvio que su ex no llego a conocerlo suficiente.

— Además— continuo sacándome de mis pensamientos— nunca podría sentir que invades mi privacidad, sabes que aunque estos dos años que he estado fuera no hemos hablado tanto como antes, eres a la única persona a la que le cuento todo, incluso más que a Anthony, pero por favor no le digas nada— dijo riendo divertido y mirando alrededor por si acaso, yo reí ante la escena

— Es realmente tentadora tu propuesta— acepte

— Es tu mejor opción y lo sabes— dijo sonriendo— aunque ahora que lo pienso, tal vez no quieres aceptar por Terry, sé que también es bastante celoso— y de nuevo suspire

— También terminamos— ahora fue su turno de sorprenderse

— Pero si parecía ser por fin el hombre de tus sueños—

— Pues ya ves, después de dos años y medio nos separamos, la verdad es que aunque él lo niegue, Terry me tenía totalmente abandonada, solo tenía tiempo para su carrera, entre sus películas, entrevistas, sesiones fotografías, eventos y la maldita y obstinada idea de que tuviéramos nuestra relación en secreto para evitar ser acosados, nos llevo a no llegar a vernos en más de cuatro meses, ni siquiera por teléfono nos podíamos comunicar, nunca tenía lugar en su agenda para mí y la verdad que no quería seguir siendo una mujer luchando contra un cuaderno de apuntes, al final termino ofendido conmigo y acusándome de tener a otro hombre y ser ese el motivo por el que terminara la relación, encima todo fue por teléfono, pues cuando le pedí que nos viéramos para hablar de algo importante, me dijo que no tenía tiempo, que si era tan importante entonces que se lo dijera por teléfono, después de ese día no supe más de él, y fue hace ya más de tres meses—

Comente algo disgustada, pues recordar nuestra última "conversación" me hacia fruncir mucho el ceño, Terry se había limpiado las manos y me había dejado a mí con la culpa, no había sido capaz de asumir nada y ni siquiera cuando le pedí que viniera a verme por algo importante lo hizo, además había tenido el descaro de acusarme de serle infiel, cuando yo me había portado tan bien con él esperándolo siempre y negando algunas cuantas proposiciones que tuve mientras que él estuvo lejos.

— Si fue capaz de dejarte con la culpa es porque en verdad no era para ti Candy, yo pensé que en verdad él te iba a saber valorar, pero será él quien se arrepienta más tarde— dijo al verme disgustada

— Ya lo sé—

— Bien, entonces no tienes motivos para negar mi propuesta— volvió a retomar el tema— deja de darle vueltas Candy, sabes que es lo mejor para ti, acepta— yo suspire rendida

— Está bien, acepto vivir contigo, pero solo hasta que me gradué y pueda conseguir el empleo a tiempo completo en la escuela Pony, solo me falta medio año, así que será solo por ese tiempo—

— Me parece bien— dijo con esa típica sonrisa de triunfador— ¿Cuándo quieres mudarte?—

— ¿Cuándo puedo hacerlo?—

— ¿Cuánto tardas en empacar tus cosas?— dijo sonriendo divertido

— ¿En serio me aceptaras tan rápido? Recién llegas ¿No tienes tus cosas por acomodar?— pregunte sorprendida

— Ya está todo hecho, por eso no les avise en cuanto llegue, pues me dedique primero a dejar todo en orden en el departamento y el traslado al hospital, además tu quieres irte lo más pronto posible y yo no tengo problema en que vengas hoy mismo si lo deseas— yo me levante y le di un fuerte abrazo, él me correspondió

— Gracias Albert, eres el mejor, no sabes el favor tan inmenso que me estás haciendo, te prometo que desde hoy estoy en deuda contigo, puedes pedirme lo que quieras— dije cuando lo solté

— No deberías ofrecerle a ningún hombre el que te pida lo que quiera, eso abarca muchas cosas— dijo arqueando una ceja yo me sonroje

— Sabes perfectamente de que hablo— él sonrió

— Ya lo sé Candy, pero sabes que adoro hacerte sonrojar, además tengo la facilidad—

— Desgraciadamente la tienes— dije simulando molestia— pero en verdad, muchas gracias—

— Basta de agradecerme, y dime ¿Cuándo vas a mudarte?—

— Si en verdad no tienes ningún inconveniente, mañana mismo, es domingo y lo tengo libre, así que puedo empacar con calma—

— Si quieres puedo ayudarte— ofreció, yo sonreí

— Me serias de mucha ayuda—

— Muy bien, mañana temprano pasare por tu departamento para ayudarte a empacar, por ahora ¿Qué te parece si salimos? Ya tenemos dos motivos para celebrar, mi regreso y tu mudanza— yo sonreí

— Me parece estupendo, así nos pondremos al día con todo lo que ha pasado mientras estuviste fuera, yo también tengo muchas cosas que contarte— Albert asintió

Después de que aunque a la fuerza Albert pago lo que había consumido antes de que él llegara, ambos salimos del café y él me llevo hasta la puerta del edificio y prometió volver por mí a las ocho.