Hola de nuevo. ¡Cuánto tiempo sin pasar por aquí! Ya lo siento, pero dejé esto olvidado y...bueno la historia de Matrícula de Honor, sin acabar, lo siento en serio. Se que está muy mal. Ahora, bueno, voy a intentar que vuelva la inspiración y al menos acabar la historia.

Se que le dije a alguien creo, que no volvería con esta trama, y es cierto pero...nunca es tarde si la dicha es buena no? ;)

Os dejo este capítulo, a ver que os parece. No me ha salido muy bien, lógico después de tanto tiempo sin seguir la historia. A ver que os parece.

Besos.

DISCLAIMER: LOS PERSONAJES PERTENECEN EXCLUSIVAMENTE A LA SRA. MEYER. LA TRAMA ES OBRA DE LA MENTE CALENTURIENTA DE UNA SERVIDORA

-ESTE FIC CONTIENE ALTO CONTENIDO SEXUAL Y LENGUAJE NO APTO PARA MENORES DE 18 AÑOS. SI ERES SENSIBLE A ESTOS TEMAS, MEJOR NO SIGAS LEYENDO. GRACIAS-

*QUEDA PROHIBIDO LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE LA MISMA SIN PERMISO DE SU CREADORA.

Capítulo 3

La Pelos (alías la cerda)

Edward POV

Había traído al niño a casa de mi madre a pasar la noche, después de que Bella me avisara de que ni ella ni su padre iban a estar en casa. Así pues, ahora el demonio de mi hijo se encontraba en la cocina con mi madre, haciendo de chef, como se había dicho el.

Y yo...resoplando cada cinco minutos y saliendo y entrando de la salita. Después de salir de casa de Bella, recibí una llamada en la cual la dueña de una voz estridente era nada más y nada menos que Jessica. Se había presentado en casa de mi madre, como mi novia, la muy descarada. Y ahora la tenía ahí, en la sala, como en su casa. ¿Qué podía hacer?

Robby POV

La yaya Esme me estaba enseñando a preparar una tortilla de patatas. Bueno, ella hacía y explicaba, yo, solo miraba, porque decía que era muy chico para hacerlo. Estaba mejor aquí. En la sala estaba la bruja mala del tinte. Una con pelos de estropajo y más fea que pegar a un padre. Yo vi que se arrimaba mucho a papá aunque yaya Esme me dijo que era una fulana ¿Que significará eso?.

-Cariño, dile a tu padre y la pu...su amiga, que la cena ya está hecha- asentí y me bajé de la silla.

Al llegar al salón, fruncí el ceño al ver a ´´la pelos´´ sobando a papá. Eso no me gustó.

-¡Papá!-grité todo lo fuerte que pude- la yaya dice que está la cena hecha, que vengas.

Miré a ´´la pelos´´ y le saqué la lengua. Me di la vuelta y salí corriendo de ahí.

Cuando entré a la cocina, me subí rápidamente a la silla y me senté.

-¿Ya les has avisado?- me dijo mi yaya, mientras ponía la mesa.

-Sí, aunque a ´´la pelos´´ no le dije nada- le dije mientras la miraba.

-¿La pelos? ¿Quién es la pelos cariño?-vi que seguía poniendo cosas en la mesa mientras yo sonreía.

-La que está con papá. No deja de sobarle. ¿Por qué le soba?- le pregunté. Yo no quería que le hiciera eso.

Mi yaya se quedó mirándome un rato, sin decirme nada. Se dio media vuelta y siguió haciendo cosas.

Edward POV

Intentaba por todos los medios apartarme de Jessica, pero era como una garrapata. Cada dos por tres, la tenía encima de mí. Me estaba poniendo malo y no porque me estuviera poniendo palote, si no malo malo de verdad.

De repente, oí a mi hijo gritar y me asusté. Empujé a Jessica y miré a mi hijo, que nos miraba con cara de pocos amigos.

Cuando nos dijo que la cena estaba hecha, salió corriendo, no sin antes, sacarle la lengua a Jessica. No pude evitar que se me escapara una risilla, ante la cara de ella de desagrado.

Cuando ya estuvimos los cuatro sentados en la mesa, a punto de cenar, mi hijo habló.

-La yaya Esme dice que eres una fulana- tuve que dejar el tenedor en el plato al oír aquello. Levanté la vista para mirar al niño, que tenía su vista fija en Jessica. De fondo, oí la risilla (poco disimulada) de mi madre y me giré para ver a Jessica.- No sé que es- volvió a decir- pero yo te digo que no me gustas-apuntó con su dedito- que sepas que mi papá quiere a mi mamá. Cerda!- le gritó con ímpetu.

-Robby!-le grité, aunque mi voz no sonó tan autoritario, porque en el fondo, me hizo gracia. Pero a pesar de eso, tenía que regañarlo.

-Papá- hizo un mohín- el yayo Charlie, dice que- cogió el vaso de agua y bebió- que, una chica o chico, si arrima cebolleta, o seta- dijo con un gracioso gesto- es de ser cerdos. Porque como le pica y se frotan contra algo, es porque no se lavan- dijo encogiéndose de hombros- y ella- señaló con su dedito- lo hacía contigo, así que es una cerda.

Seguido se metió un trozo de tortilla y siguió comiendo. Yo me quedé sorprendido por la conclusión a la que había llegado el niño. Mientras veía como mi madre se tapaba, con la servilleta. Pero el movimiento de sus hombros la delataba. La muy canalla se estaba partiendo de risa.

-Edward- tuve que frotar mis sienes al escuchar esa voz. Que molesta es- tu hijo es un mal educado- la voz de Jessica era como un grano en el culo- dile algo- notaba que estaba enfadada, aunque no me importaba- un par de cachetadas no le vendría mal.

- Y a ti una patada en el culo- le respondió el niño.

Tenía 7 años pero era más listo que el hambre. Vaya que sí lo era. Menudo demonio.

Más tarde, aquella noche, después de dejar un par de sábanas a Jessica en el sofá del salón, ya que mamá había decidido, que no quería que la cama de la habitación de invitados se infectara, me encontraba en la cama, dando vueltas y recordando todo lo que había pasado.

Por mucho que se mereciera el regaño, tengo que decir, que me hizo mucha gracia mi hijo y tenía razón. Jessica era una cerda y bastante molesta. ¿Por qué me tuve que enrollar, en su día, con ella? ¿Tan desesperado estaba? ´´Si, Edward, muy desesperado. Necesitabas meter tu cosa en un agujero y no tenías a Bella. Ahora te jodes´´ la voz de mi conciencia, como siempre tenía razón.

Robby POV

No podía dormir y sabiendo que estaba ´´La Pelos´´ abajo menos aún. La yaya me contó que habría que vigilarla y eso haría. Me levanté y salí con cuidado de mi habitación. Bajé las escaleras, con sigilo. Al llegar abajo, me dirigí a la cocina y busqué lo que la yaya me había dicho.

Al entrar a la sala, vi a la bruja dormida en el salón. ¡Que marrana! Solo estaba en bragas y sujetador. Eww que asco.

Encendí la pequeña linterna y la enfoqué en su cara. Y encima apestaba. Puff. Me acerqué y empecé a dibujarle un bigote. La cerda, ni se inmutaba. Cuando acabé, guardé el rotulador y cogí las tijeras.

Me moví con cuidado para no caerme. Enfoqué la linterna y le di un tajo a las bragas, haciendo que se rompieran. Cojones!

Salí corriendo de ahí. ¿Qué era eso? Qué asco. Dejé todo y subí a la habitación. Mañana se iba a poner interesante. Y con una sonrisa me dormí.

Edward POV

Estábamos en la cocina desayunando, con risas y bromas. Mi hijo, aun siendo un trasto, era un niño dulce y cariñoso. Ver a mi madre con su nieto era la visión más enternecedora que podía existir, aunque también peligrosa.

Oímos unas pisadas y supuse que sería ´´La Pelos´´ digo Jessica, ya se me pega lo de mi hijo. Vi que mi madre, tenía los ojos desorbitados, y la boca abierta. Me pareció extraño. Así que me di la vuelta para...

-Buenos días a todos- dijo una muy alegre Jessíca. ¿Pero esta de que va? Pensé.

No podía dar crédito. Creo que dejé hasta de respirar. Tenía el cabello muy revuelto, su cara, parecía un payaso. Tenía un gran bigote pintado y en la frente ponía: Soy cerda. Pero lo peor de todo, era que...que, no llevaba BRAGAS! La vi que se paseaba por la cocina...¡su CULO! Me dio tanto asco, que tuve que salir corriendo al baño, no sin antes tropezarme con una silla y caerme al suelo.

Robby POV

Esto era muy bueno. La cerda iba sin bragas y la cara pintada y sin darse cuenta. Papá, el pobre que es muy impresionable, tuvo que ir al baño.

Miré a la yaya, que después de tener la cara como si viera un fantasma, ahora no hacía más que maldecir.

-Hola Roberto- me acarició la cerda en la cabeza, aunque la aparte enseguida.- ¿Cómo has dormido? - vi que se sentaba a mi lado y me acerqué más a la yaya.

-Jessica- dijo con voz grave y mirándola fijamente- ¿Se puede saber qué haces?- Ja! Ahora iba a ponerse bien la cosa, pensé mientras absorbía la pajita del zumo.

-Desayunar con ustedes- sonrió. Que sonrisa más falsa.

-¿Y tus bragas?- preguntó a bocajarro. Vi que apretaba demasiado la mesa, como si fuera a romperla. Uiii...

-Ah ¿Te gustan?- dijo con orgullo-Las compré en La Perla, ¿Son bonitas verdad?- decía mientras le daba un mordisco, asqueroso por cierto, a una tostada- ¿No os molestará verdad? Total, somos familia- dijo a la vez que intentaba acariciarme, otra vez.

Le miré ceñudo y bufé. Será cochina.

-Querida- ui ui cuando pone ese tono, malo malo. Me reí por dentro- aquí, no acostumbramos a andar por casa medio desnudos- puso una sonrisa falsa mientras la cara de Jessica, se contrajo- ¿Tu nos ves que vayamos enseñando, el pito y la concha?- enarcó una ceja. Esto se ponía interesante pero ¿qué es la concha?

-¿Que es la concha, yaya?- le pregunté

-Algo que conocerás cuando seas más mayor, Robby- me dijo. Más mayor. Vale.

-Esme ¿Que dices?- encima es tonta. No pude evitar que se me escapara una risa al ver la cara de pánfila que tenía. Me miró como si quisiera matarme, pero le volví a sacar la lengua.

-Jessica, mírate.

La cerda, confusa, se miró y entonces...

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh- pegó tal grito que tuvimos que taparnos los oídos. Fue tal su impresión, que al echarse para atrás con la silla, se cayó y dio una vuelta de campana.

La cocina, se quedó en silencio. Miraba a la yaya, ella a mí y de repente, empezamos a reírnos sin poder parar. Tuve que sujetarme de la tripa, porque creía que podía hacerme pipí encima.

Luego se levantó y cogió a Jessica de los pelos. La sacó de la cocina y yo detrás de ellas, riéndome descontroladamente. Abrió la puerta de casa y la echó, no sin antes, tirándole su ropa.

-No se te ocurra volver aquí- le dijo firmemente- y mucho menos vuelvas a buscar a mi hijo. Él ya tiene una mujer que le quiere, le folla y encima es la madre de su hijo. Cerda!- y cerró la puerta de un portazo.

Se me quedó mirando y agaché la cabeza ¿Me habría metido en problemas?...

-Robby- alcé la mirada cuando me llamó. Vi que sonreía y entonces, chocamos los cinco- ¡Ese es mi nieto!- me abrazó y me empezó a besuquear, mientras reía sin parar.

-¿Se ha ido?- nos volvimos cuando vimos a mi papá, que menuda cara más verde tenía el pobre.

-Si hijo, y menos mal- hizo un gesto como si le habrían entrado escalofríos- que mujer más marrana- asentí, tenía razón.

-He echado todo el desayuno, que mal. Creo que esa imagen no se me irá en la vida- decía cuando entrábamos a la cocina.- ¿Me puedes preparar una infusión?-. La yaya le dio un beso en la mejilla y asintió.

Después de todo, yo no iba a decir ni pío a papá. Si él no me decía nada, supongo que estaría de acuerdo con lo que ha pasado. La yaya, se le veía más feliz que una perdiz y yo, pues igual.

Nos hemos librado de una buena.

Jessica POV

Esto no iba a quedar así, claro que no. ¿Pero quienes se creían que eran? Yo vine a por Edward y lo conseguiré, tarde o temprano. Nada ni nadie, conseguirá separarme de mi amorcito.

Mientas que caminaba por el pueblo, veía que la gente se me quedaba mirando y como sonriendo. ¿Qué coño le pasa a la gente de este jodido pueblo? Están mal de la cabeza.

-Cerda!- oí que gritaban

Seguí caminando y volví a oír eso. Me giré y vi a un grupo de jóvenes, riéndose.

De repente, un señor mayor, me paró y se me quedó mirando fijamente. ¿Qué narices les pasaba?

-Debería irse a una piara, con los cerdos, señorita o señorito no sé. Este sitio no es lugar para usted- me quedé plantada ahí, cuando el señor se fue. ¿Qué habría querido decir con eso?.

Me fije en un escaparate y entonces lo vi. 'Soy una cerda´´ pintado en mi frente, y un bigote.

-Robby!- grité.


Robby: ¡Estoy de vuelta! *cara feliz* No creais que os ibais a escapar de mi, muchachas muahaahahaha *cara maligna* He vuelto con más energías y mas travesuras. Seguiré con mi intención de que papá y mamá estén juntos, se quieran y follen...*cara sonrojada* perdón perdón...la yaya Esme me ha dado un codazo. Dice que un niño como yo, no debería decir eso...¡Pero si se los oigo a ella y al yayo Charlie todos los días decirlo! Bueno, que he vuelto. Os mando besitos porque soy un niño bueno eh *gato de shrek*. Nos vemos lindas!