Little Wally,

Por Alisse

Introducción.

La verdad era que no estaba segura de si había decidido bien, pero la verdad era que poco le importaba. Después de poder confirmar lo que realmente estaba ocurriendo, cada día que pasaba era una verdadera tortura. Y aunque había tenido la oportunidad de pensar en todo, aún no lo comprendía del todo.

Ella siempre había sido cercana a la familia de su hermano, sobre todo cuando nació el hijo de éste, Wallace. Adoraba a su sobrino desde siempre y pasaba con él bastante tiempo. Era así que ambos tenían una relación que bien podía pasar de madre e hijo… y fue más aún, después de la muerte de la madre de él.

Había ocurrido cerca de un año antes, debido a un cáncer que no fue detectado a tiempo. Mary luchó durante un tiempo pero terminó perdiendo la batalla, dejando prácticamente a la deriva tanto a Rudoph, como a Wally, que tenía cuatro años cuando ocurrió eso.

Fue después de eso cuando empezó el desastre.

Debido al término de sus estudios, no pudo estar tanto con ellos como hubiera deseado, pero los visitaba cada vez que podía. Cada vez que iba a su casa, salía de ahí más y más alarmada. Su hermano no estaba bien, mucho menos en condiciones de poder cuidar a Wallace. Se lo había dicho unas cuantas veces, pero no había querido escucharla.

La primera vez que se dio cuenta que no cedería, fue cuando terminaron discutiendo a gritos. Le hizo ver que necesitaba ayuda, que no era capaz de cuidar a Wally. Él la terminó sacando a empujones de la casa, prácticamente amenazándola si es que se le ocurría hacer cualquier cosa para arrebatarle a su hijo.

Iris se asustó, obviamente. Decidió que, por el bien de su pequeño sobrino, no debía hacerle caso.

Las visitas que le hacía era a escondidas. Wally, dándose cuenta que algo no estaba bien, fue capaz de mantener el secreto y esconder a su padre las visitas de su tía.

Las tardes que pasaba con él, se dedicaba a ayudarlo en lo que más podía. Iris tenía muy claro, eso sí, que no era suficiente. Tenía que sacar a Wally de ahí si es que deseaba ayudarlo realmente. No estaba del todo segura, eso sí, de cuánto podía demorarse. De momento, tenía que conformarse con estar con él durante algunas tardes, cuidar que se bañara y se alimentara lo mejor posible.

Tenía deseos de avisar a la policía, o por último a alguien que hiciera cualquier cosa para ayudar al pequeño Wally, pero su instinto le decía que esa no sería la mejor solución. Conocía a su hermano lo bastante bien como para saber que no se quedaría tranquilo si es que le arrebataban a Wally.

Lo que finalmente hizo que su alarma se encendiera, fue una conversación que escuchó sin querer. Había estado con Wally casi todo el día, sabiendo que Rudolph llegaría más bien tarde (conocía algunos de sus horarios), y cuando se estaba haciendo tarde, lo llevó a la cama.

Le dolía en el alma dejarlo así...

Cuando iba a la puerta de la casa, una vez que Wally ya estaba dormido, pudo sentir la voz de su hermano en la cocina. Asustada, tenía pensado salir lo más rápido posible. Sólo la detuvo una cosa... podía sentir que Rudolph hablaba con alguien, al parecer, por teléfono.

En un primer momento no tuvo intenciones de escuchar, pero cuando se dio cuenta que hablaban de Wally. Lo poco y nada que podía entender, era que Rodolph le entregaría a su sobrino a alguien, no tenía idea para qué. Lo sintió tan distante, que Iris sintió un escalofrío y lo creyó capaz de hacer algo así... aunque bueno, considerando la manera en que estaba cuidándolo, no tendría que extrañarse demasiado.

Había conseguido ahorrar algo de dinero, lo suficiente como para vivir bien con Wally por unas cuantas semanas en otra ciudad. Habló con sus amigos más cercanos, pidiendo ayuda, la que fuera. Uno de ellos le ayudó a encontrar una pequeña casita en otra ciudad, específicamente en Central... lo bastante alejada como para dificultarle a Rudolph encontrarla. Además, considerando que podía haberse ido a cualquier parte del país, le daba algo de seguridad.

Así pues, una noche en que tuvo ya todo listo, fue a la casa de su hermano en Blue Valley. Tal como había esperado, encontró solo a Wally, en la casa a oscuras, tratando de dormir.

-¿Tía Iris?- la expresión feliz del niño cuando se dio cuenta de su presencia la enterneció. Hacía bastantes días que no se habían visto, más que nada por la urgencia de Iris de poder arreglar todo para llevarse a Wally.

-Wally, tenemos que irnos, ¿si?- le preguntó, acariciándole el cabello -vamos a ir de viaje, ¿te gustaría?

-¿Por qué?- preguntó el pequeño pelirrojo. Por momentos, Iris guardó silencio.

-Porque... me tengo que ir de aquí- le dijo ella, rápidamente -y quiero llevarte conmigo, ¿te gustaría? Podremos vivir juntos...

-¿Y mi papá?- preguntó Wally, Iris notó perfectamente el tono de temor en sus palabras -¿papá sabe que nos iremos?

-No, por eso tiene que ser rápido- contestó Iris, sabiendo que era mejor ser sincera en algunas cosas con él -¿te gustaría, Wally, que vivamos juntos?

El niño asintió enérgicamente. Acto seguido guardó en un bolso lo más necesario para el niño y salió junto con él de la casa. Wally comió en el automóvil, mientras veía por la ventana. Rato después se quedó dormido.

Iris estaba muy consciente de lo que estaba haciendo era peligroso, tanto para ella como para Wally. Rodolph estaba metido en algo serio, que comprometía a su sobrino de alguna manera que no llegaba a comprender. Por otro lado, estaba la policía. Prácticamente estaba secuestrando a Wally.

Pero si le preguntaban, no se arrepentía. Amaba a su sobrino y haría cualquier cosa para protegerlo, de quien fuera.