Disclaimer: Los personajes le pertenecen a SM

Bueno chicas he aqui el último capítulo, espero lo disfruten :)

Superación de las adversidades

Edward POV

Corrí hacía Isabella cuando esta se desvaneció frente la fogata.

-Tienes que esperar unos segundo más- me dijo Jasper yendo tras de mi

-Si espero unos segundos más, ella morirá- le dije tomando el frío cuerpo de Bella entre mis brazos

-El tiene razón Edward, solo un poco más- me susurro Bella intentando sonreírme pero estaba tan débil que apenas fue una mueca lo que se asomo en sus pálidos labios, pasaron los diez segundos más largos de mi existencia y después se ocasiono una explosión en la fogata donde se quemaban los restos de Aro y Cayo para después apagarse el fuego sin dejar evidencia alguna de las cenizas de los cuerpos, esto se había acabado, de inmediato comencé a intentar cerrar las heridas de Bella con mi ponzoña, lo cual para mi alivio funciono, al terminar de cerrar sus heridas la levante y a toda prisa me dirigí a casa, en el patio estaban todos conversando animadamente pero su charla cesó cuando vieron el cuerpo inerte de Bella y a Jasper y a mi con una fúnebre expresión, Carlisle se acerco rápidamente.

-Se desangro- le dije, Carlisle asintió entendiendo el porque lo había hecho y a toda prisa nos dirigimos al estudio donde Carlisle tenía un consultorio o mas bien algo más parecido a una habitación de hospital previendo lo que pasaría y preparándolo para Bella, la puse en la cama, Carlisle sacó una sonda para hacer una transfusión de sangre pero la aguja no logró traspasar la piel de Bella rompiéndose en el intento la aguja.

-Me temía que eso sucediese- dijo Carlisle- No estaba seguro que tan dura era su piel, sus padres jamás permitieron que alguien lo comprobase

-¿Entonces que haremos ahora?- pregunto preocupado Jasper

-Esperar- nos dijo Carlisle

-¡Esperar!- le grite exaltado, no podía hacernos esto, no podíamos simplemente sentarnos y esperar

-No la tomen contra Carlisle, todo estará bien- susurro Bella mientras tomaba mi mano

-Estas muy débil todos sabemos que hay probabilidades de que no lo logres- le dije arrodillándome a lado de la cama para quedar a la par de su rostro

-Te prometí que lucharía ¿No es así? Lo are- me dijo mientras su voz se desvanecía lentamente a la par de que sus ojos se cerraban, estaba inconsciente, al momento que eso sucedió su escudo se esfumo, yo sentí un nudo en mi garganta y una enorme desesperación, tenia ganas de gritarle que no me abandonara, que no me dejara, quería pensar que todo esto era una pesadilla y poder despertar y encontrarla dormida a mi lado siendo yo aún humano, juraría que encontraría la manera de pagarle a la vida el regalo de la compañía del amor de mi vida de alguna manera, dejaría de lado las costumbre y llevaría a Bella conmigo a la universidad, prometiéndole jamás volver a dejarla… pero esto no era una pesadilla, no despertaría, no por ahora, mi vida seguiría hasta que esos ojos me volviesen a ver y esa sonrisa me llenase de calidez, por el momento solo me quedaba esperar de nuevo.

Cuatro días, cuatro días desde que Bella había cerrado sus ojos y no había cambio alguno, la temperatura de su cuerpo era menor a los 48 grados centígrados, si piel aún era pálida y sus labios estaban tornándose de un color púrpura y como era de esperarse esas 96 horas no me había separado de ella ni un segundo, seguía esperando a su lado a que despertara y que por fin todo esto terminara.

-Edward- me llamo Alice desde la entrada de la habitación, yo ni siquiera volteé a mirarla

-Edward, cariño, creo que deberías ir de cacería, lo necesitas- me dijo Esme en tono dulce pero yo no aparte la vista de Bella

-Nosotras cuidaremos de ella- me dijo Rosalie, ¿Qué no entendían que no me movería de aquí hasta que ella despertara? No me movería de su lado así le llevase una eternidad despertar

-Sino te alimentas no podrás seguir a su lado y cuando ella despierte y te vea en mal estado se preocupara y será peor para su salud- me dijo la voz de la razón ósea Carlisle, era verdad ella no podía exaltarse en su estado delicado, así que de mala gana me levante, mirándome en la puerta estaba toda mi familia, los chicos se acercaron.

-Solo iremos a cazar algo y después regresaras- me dijo Emmett, el cual también estaba afectado por el estado de Bella, yo solo me limite a asentir

-Todo ira bien, se que pronto mejorara- me dijo Jasper, puso su mano en mi hombro en señal de apoyo y después salto por la ventana, lo siguió Emmett y después Carlisle, mire por última vez a Bella

-La cuidaremos, tranquilo- me dijo Alice, confiaba en ellas era por eso que consideraba la opción de irme un par de minutos, así que solo me dirigí a la ventana para unirme a los chicos, mientras más rápido partiéramos más rápido regresaríamos, al tocar el suelo comencé mi carrera internándome en el bosque con los demás tras de mi, no dijeron nada ni pensaban nada solo me seguían, llegamos a la reserva de Olympic y allí nos separamos.

Sobra decir que me costo trabajo cazar al puma que fue mi objetivo, ya que mi mente la ocupaba totalmente Bella, después de lograr cazar al puma y alimentarme me senté en una piedra cercana mientras cubría mi rostro con mis manos, poco a poco llegaron los chicos a mi lado.

-¿Solo lograste cazar un puma?- me pregunto de forma burlona Emmett intentando quitar la tensión en el ambiente, lo cual no paso pero intente responder

-Al parecer sin ella son un completo inútil y pereciera que estoy perdido- le dije

-Todo saldrá bien, ella logrará regresar- me dijo Jasper "A mi pesar eres lo más importante para ella, te ha esperado dos siglos como para darse por vencida ahora" pensó Jasper, lo cual hizo que lo mirara, en su tono había percibido de nuevo amistad y comprensión, al parecer ya no me odiaba.

-Gracias- le dije a lo que el solo asintió

-Bien, es hora de regresar muchachos- dijo Carlisle encabezando el regreso, corrimos por el bosque mientras Emmett corría a toda velocidad contra los árboles y a último momento los esquivaba, como siempre parecía un niño y en estos momentos lo agradecía ya que aminoraba mi pesar, por momentos, pero era bueno poder dejar un poco de peso atrás. Faltaba menos de seiscientos metros para llegar a casa cuando me di cuenta que algo iba mal, los chicos lo captaron también ya que aceleraron el paso al igual que yo, todo estaba tan silencioso, no se percibía ningún sonido, ni siquiera el sonido chillante del marcapaso de Bella, entre rápidamente y corrí al estudio, la cama estaba vacía.

-¡Alice, Rosalie! ¡¿Dónde demonios esta Bella?- grite impaciente al no saber donde estaban siquiera ellas, Alice bajo rápidamente

-Tranquilo, ha despertado- me dijo, me quede un momento en mi lugar sin poder creer lo que me decía pero cuando reaccione me dirigí a las escaleras pero Alice tapo mi paso

-Esme y Rosalie le ayudan a bañarse, tranquilo Romeo pronto podrás ir a verla

-Solo un par de minutos mas- me dijo Carlisle a lo que yo asentí de mal humor ¡Por fin había despertado Bella y no me dejaban verla! Alice subió de nuevo las escaleras y yo me senté en un sofá cercano ya que si no lo hacia seguramente comenzaría a golpear los muebles-

-El escudo se activo cuando ella despertó, lo habríamos sabido antes si no estuviéramos todos al borde de la histeria- dijo Jasper

-Es verdad pero es Bella la que esta en riesgo ¿Cómo podríamos estar tranquilos?- pregunto Carlisle, deje de escuchar la conversación cuando mi ansiedad comenzó a crecer, limitándome a contar cada segundo hasta que Alice, Rosalie y Esme bajaban las escaleras tranquilamente después de 1600 segundos después de la partida de Alice arriba .

-Listo, puedes verla- me dijo Alice

-Solo se cuidadoso, esta frágil aún, haces solo un movimiento brusco y te sacare a patadas de allí- me amenazo Rosalie, yo solo le gruñí

-Basta, es suficiente- no reprendió Esme- Sube a verla

-Gracias- le dije subiendo rápidamente, al llegar a la puerta toque tres veces y después entre sin esperar respuesta, acostada sobre la cama estaba Bella, al parecer estaba dormida, me acerque a elle lentamente y me recosté a su lado percibiendo el olor del jabón en su piel, el olor de shampoo en su cabello y su deliciosa esencia natural de fresias, su rostro tenía un poco mas de color, lo cual me alivio un poco, acaricie su piel y estaba tersa como siempre, ella abrió los ojos pesadamente y al verme me sonrío débilmente.

-Hola- me susurro

-Hola- le conteste

-Me preguntaba donde te habías metido, te extrañe

-No sabes lo feliz que me hace el que hayas despertado

-Lamento el haberte preocupado, Alice me dijo que no te separaste de mí ni un segundo

-No podía simplemente dejarte, me han obligado a ir de caza hoy

-Mereces un descanso ¿Quieres dormir conmigo?- me pregunto, yo no le pregunte a que se refería, me limite a acercarla y sostenerla en mis brazos, ella se acomodo y después retiro el escudo de su mente, cerré mis ojos, todo era oscuridad, poco a poco un sopor comenzó a invadirme, hasta que todo se volvió tranquilo y pacifico, una sensación que reconfortaba a mi cuerpo y a mi mente, estaba "durmiendo" a través de Bella y eso era muy cómodo así que me deje envolver por la mente de Bella y disfrutar del "sueño".

La luz comenzó a molestar mis ojos mientra los abría, era extraña esta sensación, era como estar desorientado.

-¿Qué te pareció dormir después de tanto tiempo?- me pregunto Bella en un susurro

-Es una buena manera de engañar a la mente- le conteste

-Ya lo imagino, a mis padres les encantaba el truco- me dijo sonriendo de manera melancólica

-Y me gusta a mí también

-¿Tu también me dejaras en algún momento?

-No, siempre estaré para ti, toda la eternidad- le dije, ella me sonrió y asintió

-Te amo, gracias por ser mi puerto seguro, por haber estado allí para mí siempre y por haber renunciado a la vida para buscarme todo un siglo, te ame desde el primer momento que te vi y te amare hasta que deje de respirar- me dijo mientras se aferraba a mi en un abrazo, yo la estreche cuidadosamente con miedo de lastimarla, Bella salió de su escondite cuando llamaron a la puerta.

-Adelante- dijo Bella limpiando los rastros de lágrimas que habían quedado en su rostro, en el momento entraron Rosalie y Esme

-Buenos días- nos dijo Esme feliz- Es tan raro no escuchar lo que pasa en toda la casa, el escudo de Bella al parecer se ha vuelto a activar

-¿Prefieren que lo retire?- les pregunto Bella

-¡No!- dijo al instante Rosalie a lo que todos la miramos- Ahora Emm y yo no tenemos que huir cada vez que queremos divertirnos- nos dijo sonriendo, suerte que ya no podía leer su mente, en verdad era un alivio

-Me alegro que les guste- le dijo Bella sonriendo

-¿Cómo te sientes?- le pregunto Rosalie

-Bien, gracias aún débil pero sobreviviré- le dijo Bella

-Que bueno, allá abajo te espera un grupo ansioso por saber como estas- le dijo Esme refiriéndose a nuestros invitados

-Muy bien, bajaré en un momento- les dijo Isabella, a lo que Esme y Rosalie asintieron

-¿Quieres que te ayude a cambiar?- le preguntó Rosalie

-Te lo agradecería, no se si puede mantenerme aún en pie- le dijo Bella sonriendo así que no me quedo más que levantarme y salir de la habitación junto a Esme

-¿Y tu como te encuentras?- me preguntó Esme preocupada, yo solo le sonreí y la abracé

-Por fin puedo decir que bien sin mentir, encontré lo que estuve buscando todo este tiempo ¿Qué mas puedo pedir?- le dije mientras caminábamos a la sala que era donde se encontraban nuestros 14 invitados y mi familia, me senté a lado de Emmett escuchando la conversación, minutos después bajo Bella apoyada en Rosalie, al verla me levante y fui hacia ella, le agradeció a Rosalie y se apoyo en mi

-Vaya ¿Quién lo diría? Por fin vemos a la dura Isabella vulnerable- se burlo Peter

-Pensé que no viviría para verlo- le dijo burlonamente Kate

-Cierren la boca o cuando me recupere les daré una lección a todos- bromeó Bella mientras la ayudaba a sentarse en el sillón. Todos comenzaron a acercarse y a hacer bromas, de las cuales Bella reía alegremente, yo realmente no oía la conversación, ya que solo tenía ojos para mi hermosa esposa, y siempre sería así, quizá cuando se recuperará deberíamos alejarnos de aquí por un tiempo, quizá una isla sería la mejor opción y estaba seguro que Carlisle no tendría objeción de que utilizáramos isla Esme y quizá Bella y yo podríamos renovar nuestros votos en Río ¿Qué tan descabellado sonaba eso? O podríamos viajar por el mundo un par de años y volver a casarnos en cualquier lugar que Bella quisiera, eso sonaba bien, a partir de ahora me dedicaría a planear nuestro primer viaje juntos, para poder irnos en cuanto ella estuviera mejor.

Los días pasaban tranquilamente, nuestra vida tomaba el curso de siempre, poco a poco los invitados fueron yéndose haciéndole prometer a Bella que los visitaría pronto a lo cual ella aceptaba feliz. Sobra decir que todos disfrutábamos el escudo de Bella, y más aún yo al poder hablar con Carlisle sin que mi sorpresa tuviera riesgo de ser descubierta, ya tenía los boletos de avión, el auto rentado en Río y a disposición uno de los yates de Carlisle al igual que isla Esme, camine al jardín trasero que era donde estaba mi familia, Carlisle y Esme conversaban, Rosalie miraba a Emmett y Bella jugar mientras Alice y Jasper platicaban animadamente, ese par en estos últimos días no se habían separado ni por un momento, eso era buena señal, al parecer habían encontrado a su compañero y me alegraba por ellos.

-¡Allí estas!- me dijo Bella sonriéndome y acercándose a mi con pasos ligeros mientras Emmett gruñía frustrado por no poder atraparla.

-Deberías dejar que te atrapase por lo menos una vez- le dije, ella sonrío melódicamente

-No, me gusta ver sus berrinches- me dijo feliz- ¿Vas conmigo de cacería?

-Claro, andando- le dije mientras tomaba su mano y nos internábamos corriendo en el bosque, llegamos a la reserva natural y allí nos separamos.

Después de alimentarme comencé a buscar a Bella, no escuchaba donde estaba, comencé a seguir el rastro de su aroma el cual me llevo a un punto sin salida, cuando menos lo imagine Bella estaba tras de mi volteé al momento de sentir su presencia y ella me sonrió corriendo hacia mi con un impulso que nos hizo caer a los dos.

-Te atrapé- me dijo sonriendo

-No iré a ningún lado- le dije mientras colocaba algunos mechones de su cabello tras su oreja

-Eso suena bien

-Bella, te amo ¿Lo sabes cierto?

-Claro que lo sé al igual que tú sabes que yo te amo a ti

-Quisiera que volvamos a casarnos- le dije, ella por un segundo no mostró ninguna reacción pero después ensancho su sonrisa

-¡Me encantaría!- me dijo mientras me abrazaba, después se levanto y me tendió la mano para ayudarme a mi para que ella comenzara a andar de regreso a casa

-Espera- la detuve, ella me miro confundida- Debo hacer de manera correcta esto, ya sabes soy de la vieja escuela

-¿Qué más podrías decirme?- me pregunto sonriéndome, yo me arrodillé frente a ella, por lo que me miro sorprendida

-Se que quizá pienses que es prematuro el hacer esta propuesta pero yo creo que es el mejor momento antes de mi partida a la universidad, también se que había dicho que el plan de mis padres hacia mi vida de tener una prometida, ir a la universidad y regresar para casarme me era aburrido e indiferente pero eso era porque no la conocía a usted señorita Isabella, antes de que entrara a mi mundo yo no conocía la verdadera belleza, la verdadera generosidad o lo fascinante que podía se una mujer, y ahora estoy aquí pidiéndole que comparta sus días conmigo ya que se ha vuelto una necesidad para mi, incluso mayor que respirar, sin usted seria como estar perdido de nuevo, se ha vuelto mi todo y quisiera que me hiciera el gran honor de ser mi esposa, así que señorita Isabella ¿Quisiera casarse conmigo?- le dije con las palabras exactas con las que le había pedido matrimonio por primera vez en 1916, ella solo sonreía mientras lagrimas de felicidad rodaban su hermoso rostro mientras asentía.

-Si ¡Si! Me casare contigo Edward- me dijo , me levanté y puso en su dedo anular de la mano izquierda el anillo con varios puntos de diamantes, anillo que iba de generación en generación, que había llevado alguna vez, ella lo miro y después me abrazó- Soy tan feliz Edward

-Al igual que yo, entonces señora Masen ¿Dónde querrá que nos casemos?- le pregunté, ella me miro y sonrió

-En donde comenzó todo, en San Francisco, si nos apresuramos llegaremos antes del atardecer- me dijo sonriendo

-Prefiero que viajemos de manera convencional

-¿Y donde esta la aventura en eso?- me preguntó haciendo un adorable puchero

-Escapemos, no le diremos a nadie pero viajaremos de manera convencional, en auto y avión

-Me agrada tu idea, después me gustaría ir a donde nací, Francia, quiero que conozcas donde crecí- me dijo entusiastamente

-Claro pero antes tengo una sorpresa para ti, por nuestra luna de miel

-¿A dónde iremos?

-Es una sorpresa

-Odio las sorpresas

-Esta te gustará, ya lo verás

-Je t'aime y jamás me acostumbraré a tanta felicidad sin embargo estaré agradecida toda la eternidad por haberte encontrado, la eternidad será solo nuestro comienzo- me dijo sonriéndome

-Ninguna cantidad de tiempo será suficiente para estar contigo, comencemos con un para siempre- le dije, ella asintió, tomo mi mano y comenzamos nuestro regreso para tomar algunas cosas y huir juntos por tiempo indefinido, quizá hasta que hayamos recuperado el tiempo perdido o cuando simplemente nos acostumbráramos a haber salido de la oscuridad y poseer tanta felicidad, aunque probablemente eso nunca sucedería pero no me quejaba ¿Quién lo haría? Estar con su esposa en una isla o viajando por toda la eternidad solo con ella ¿A quién le molestaría tal plan? A mi no y quizá realmente no regresaríamos en un par de décadas.