Capítulo 1: Un chico especial.

Miro a su alrededor, esperando ver a su hermana Harriet, había muchos chicos y chicas de su edad, así que era muy difícil distinguir entre tanto alboroto. A diferencia de él su melliza hacia amigos con facilidad y no era de extrañarse que ya estuviera ganando compinches en ese nuevo colegio. Era deprimente pero eso ya lo tenía asumido desde hace mucho tiempo. No le tenía envidia, aunque un poco de su carácter no le vendría mal.

Espero paciente hasta que el timbre sono y por fin la multitud empezó a formas las filas correspondientes. No paso mucho hasta que su hermana volvió con dos chicas desconocidas para él. Alegre y presumida ya hacia alarde de sus nuevas amigas. Suspiro con aire cansado, esos dos últimos años de secundaria serían muy largos, ya pensaba en todos lo problemas que su hermana ocasionaría. Lo único que le alegraba la existencia era saber que estaban en divisiones diferentes.

Olvidándose un poco de su melliza empezó a observar el edificio, era enorme al igual que sus salones, por el ventanal podía distinguir un gran patio con jardín y fuente incluida, continuando al frente con un edificio mayor que en el que se encontraba. Muy en el fondo se estendia una arboleda, parecia un pequeño bosque en medio del colegio. De alguna forma le gusto ese ambiente al menos había espacio verde donde pasar los periodos de descanso.

La directora no tardo en silenciar a los alumnos, que prometían años duros de adolescencia y juventud, desbordados de hormonas. No era un chico que siguiera las reglas pero evitaba los problemas, mantenía buenas notas ya que eso le permitía tener una mejor relación con sus padres, no tenía en mente la universidad pero era obvio que iría a alguna para satisfacer a sus padres. Se sentía obligado ya que no esperaba que su hermana pensara en esas cosas, y no quería ver morir de rabia a sus progenitores, bastante había hecho Harriet los últimos dos años. Y por supuesto ellos habían puesto toda su fe en él, John lo sabía y era una responsabilidad que asumió sin quejas.

El discurso se extendió por veinte minutos, recordándoles la importancia del respeto y todas aquellas normas que llevan a una convivencia más amena y placentera. Algunas profesoras aportaron algunas frases sin importancia, y luego de extender la bandera nacional la directora invito a los alumnos a retirarse a sus respectivas aulas.

-¡Suerte con las chicas, mujeriego!- Gritó Harriet desde su aula mientras John se dirigía a la suya. La voz aguda de su hermana era inconfundible y muchas chicas de su curso lo miraron extrañadas y con risitas bobas que no intentaban ocultar. Bajo la cara y camino rápido hasta llegar a su salón. Planeó una venganza contra esa rubia que decía ser su hermana. Sus preciadas muñecas de colección iban a perder el pelo.

Se sentó en la última fila observando a sus nuevos compañeros, nada fuera de lo común. A su izquierda había un chico un tanto obeso con lentes y un aire bonachón. Al frente una chica de pelos rizados y piel morena, era bonita y delgada; Al costado de la misma un chico flaco y pálido le hacia de contraste. Volteó a ver a su costado derecho, el último asiento en la esquina. Un chico alto y delgado con el pelo oscuro y rizado aun permanecía parado leyendo un libro pequeño.

-Es el freak...-Dijo una voz femenina, John volteó para ver el origen de la voz, la chica de pelos rizados se había dado cuenta de sus observaciones.

-¿Freak?

-Si, es un cerebrito.-respondió la chica con una sonrisa picara entre sus labios-Soy Sally, Sally Donovan y tú?.

-Em...John Watson, soy nuevo así que...

-Si, lo se. Hace mucho que no vemos caras nuevas. Es bueno saber que hay chicos guapos todavia.-Dijo mirando al chico delgado de su costado. El joven clavo sus ojos en John quien pensó que tal vez ellos estaban juntos o algo por el estilo por la mira asesina del joven. La chica no paro de preguntarle sobre sus gustos, o la música que le gustaba. Era obvio que estaba coqueteando con el rubio. Pero él no quería saber nada de eso, o al menos no al empezar la cursada. A menudo su madre le decía que tenia el encanto de su padre, y le aseguraba que no le faltarían chicas que quisieran salir con él. De algún modo su madre tenía razón, no por nada su hemana lo llamaba mujeriego aunque ese título no le correspondía. Era cierto que tuvo una novia en el pasado. Sim embargo había rechazado muchas declaraciones de sus compañeras del colegio anterior.

No paso mucho hasta que la profesora designada llegó. Empezo a hablar sobre las materías y libros que necesitarían. Comenzó a tomar lista de sus alumnos, no hubo problemas hasta que llego a un nombre espesifico.

-Holmes. Sherlock Holmes.- Se detuvo mirando hasta el final del salón. John creyó que era ridiculo, si nadie contestaba era obvio que había faltado. Pero noto la mirada de la profesora y los alumnos en dirección a su costado derecho. El chico de pelo rizado, no parecia inmutarse ante el llamado,seguia con su libro como si nada sucediera.

-Señor Holmes. Acaso no escucho-dijo la profesora con un tono de enojo.-Señor Holmes.

El chico alzo la cabeza con una mueca de fastidio. Dejo su libro en la mesa y se levantó.

-Presente.-dijo casi molesto y volvió a sentarse paraempezar a leer de nuevo.

-Señor Holmes, lo conosco muy bien. No habría problema si usted respondiera como debe.

-Entonces no necesitaba que yo dijera "presente" Cuando bien sabe que estoy aquí "profesora". - Espetó desafiante.

John miró entretenido parecia que el supuesto cerebrito sabía rió ante el comentario pero desistió al ver la cara de la mujer. Parecia un tomate. La profesora decidió terminar esa discución, al parecer si conocia al chico de pelo encrespado. Continuó con la lista y comenzó con la clase de Literatura sin mas conflictos.

El reseso, no tardó en llegar. Una multitud se largo al patio, el bufet estaba lleno y los pasillos adornados de chicos y chicas hablando de sus nuevos maestros o de como les había ido en las vaciones. John no quería socializar tan de prisa y decidió arrimarse en la fuente donde podía relajarse un poco. Tenía sed, esperaría a que el bufet se vaciara.

Pudo distinguir a su hermana a lo lejos, ya estaba en medio de un grupo de chicas y chicos. Si que era rapida para entablar relaciones. Como el bufet seguía lleno comenzó a recorrer el patío, parecia haber un pequeño parque, nadie parecia interesado en recorrer ese lugar. No tardo en llegar al centro de esa arboleda y pudo escuchar una melodía, un violin. Siguió el sonido hasta ver la figura de un chico. Era Holmes parecia muy concentrado, tanto que mantenía los ojos cerrados y parecia ponerle mucho empeño a esa pieza. Por un momento John se quedo quieto disfrutando de esa hermosa melodía, hasta que el el interprete paro subitamente. Holmes se volteo para ver al rubio.

-¿Sabias que espiar es algo malo?-pregunto Holmes.-¿Acaso no tienes que hacer otra cosa?

John lo miró un poco asustado pero no iba a ceder facilmente. No le gustaba perder.

-Yo no estaba espiandote, ademas tengo entendido que el patio es de todos y puedo estar aquí tanto como tú.- caminó hacia una vanquina cercana y se sentó, esperando que el otro contestara.

-Ya veo. Otro idiota que quiere hacerse al listo.-esto último molesto a John pero no tanto como para levantarse e irse del lugar.

-¿Idiota? por favor, no conoces un insulto mejor-río algo burlón.-ví como desafiaste a esa profesora, pense que tendrías algo mejor.

-Oh! es verdad eres el nuevo, te mudaste hace unos dos meses con tus padres y tu hermana melliza,¿no es verdad? vives en la zona oeste pasando la plaza.-John se sorprendió, esa información no lo sabía nadie.

-¿Cómo lo supiste?-su rostro entero era un signo de interrogación.-¿Quíen te dijo?

-Nadie, simple observación. -dijo Sherlock mirando su violin- pero te seguiras preguntando cómo, dejame explicarte. Se cuando te mudaste por la fecha de inscripción de este colegio terminaron hace dos meses y por lo que veo tu nisiquiera conoces este lugar,te has pasado observando los pasillos y el patio, si hubieras tenido tiempo lo habrias visto antes que empezaran las vacaciones, por lo general la gente observa el colegio antes de anotarse. Sin embargo llegaron justo para el cierre de inscripciones, durante las vaciones el instituto estuvo cerrada por refacciones, así que no podias venir a ver. En cuanto a tu direccion, es sencillo traes un poco de barro en tus zapatos, ese barro solo puede ser de la zona oeste donde una de las calles sigue siendo de tierra, tiene ladrillo molido, como llovió ayer la tierra sigue humeda así que las manchas de barro son de ese lugar. Un poco mas adelante hay una nuevo complejo donde estan vendiendo casas y terrenos nuevos. No se puede salir de ahí sin pasar por esa calle de tierra, asi que vives en ese lugar. En cuanto a tu familia, se que vives con tus padres y tu hermana, porque no hay otro Watson en esta escuela mas quetú y la nueva chica del salón contiguo al nuestro. Quien por cierto es demasiado diferente a ti en cuanto a caracter más lo fisico es identico o casi, tienen los mismos ojos, la nariz incluso las orejas, y nada que decir del pelo, la misma mellizos. Solo son dos hermanos, este instituto tiene todos lon niveles, tanto primaria, secundaría y terciaria. Tus cosas son usadas, pero estan bien cuidadas, eso significa que tus padres quieren una buena educación para sus hijos pero al parecer son cuidadosos en cuanto a gastos injustificados. Fueron educados para no derrochar. Si tuvieran mas hermanos, estarían en esta institución, y traerias cosas nuevas ya que eres nuevo en el colegio y la ciudad.

-Ah, seguro que fue Harriet.-dijo John desafiante.

-He dicho que nadie me lo dijo, si quieres puedes pregutarle, ni siquiera hemos cruzado palabras. Solo simple observación, mantengo mis sentidos siempre alerta.

John no podía creerlo, aquel chico sabía casi todo eso, solo con verlo. Estaba un poco nervioso, nunca se habia topado conun tipo así, decidió no decir nada y dar media vuelta. Pero se detuvo antes de marcharse.

-Sabes... eso ha sido genial.- dijo John algo animado. La expersion de Sherlock se transformo rapidamente. Acaso pensaba que eso era genial. Creyó que no había escuchado bien. Y miró con incertidumbre al rubio.

-¿En serio piensa que es genial?

-Claro, bueno no se como lo has hecho pero creo que fue fabuloso.- John empezó a alejarse- ¿Por qué te sorprende que piense eso?

-Bueno no es lo que hacen los chicos normalmente-respondió Sherlock aun confundido.

-¿Y que hacen?

-Intentar golpearme.-sonrió, como si eso no le causara ninguna molestia.-aunque siempre fallan.

John rió divertido, ese chico era extraño pero especial. El timbre sonó a lo lejos y recordó que tenía sed. Miró al chico de pelo rizado y alzó su mano en son de despedida.

-Nos vemos Holmes.

-Sherlock.

-Eh?

-Dime Sherlock.

-Ok, Sherlock.- El rubio se alejó con algo de prisa, sherlock lo miró de reojo mientras intentaba retomar el ritmo de la melodia que estaba tocando antes que el chico Watson apareciera. "Genial" Pensó para si, y no pudo evitar sonreir ante ese comentario, era la primera vez que alguien le decia eso, aparte de sus escasos familiares. Watson era especial,aunque no sabía todavia en que sentido.

-John Watson.-dijo y su violin empezó a tocar una nueva melodia.