Esta es una traducción de Completing Temperance Brennan de Dream4aSleepyZombie.

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Parker tiene doce en esta historia.

Disculpen la tardanza, estos capítulos están enormes.


Capítulo 16

Rolf sonrió mientras lanzaba una mirada por el espejo retrovisor de la limosina; había recogido a la feliz familia y la llevaba al Centro de Ciencias de California. Parker y la Dra. Brennan se veían particularmente emocionados y hablaban rápidamente entre ellos. Se estaba preguntando si Molly se había quedado dormida cuando la oyó hablar.

-¿Mami?

Brennan volteó a ver a su hija.

-Sí, bebé.

-Mami, me duele mi pie.

Brennan frunció el ceño.

-¿Te lo lastimaste?

Molly sacudió la cabeza e intentó sacarse el zapato, pero soltó un grito de dolor. Ya con la atención de su familia, los vio con los ojos llenos de lágrimas. Brennan miró por la ventana; se habían detenido en un semáforo.

-Ven aquí, bebé. Quítate el cinturón… rápido.

Parker la ayudó a desabrocharse y la tomó de la mano mientras la ayudaba a llegar con su mamá. Brennan tomó a Molly por la cintura y la subió a su regazo, acomodando el cinturón sobre ambas. Booth sostuvo su tobillo con mucho cuidado y empezó a quitarle la sandalia. Ella lloriqueó un poco mientras él trabajaba. Al fin logrando remover el zapato, Booth vio una irritación sobre su empeine. Brennan torció la boca y abrazó a la niña.

-Ay, princesa, ¿quieres que papi lo bese?

Molly asintió y vio a Booth besar su pequeño pie.

-¿Mejor?

Ella sonrió un poco y asintió de nuevo. Huesos hurgó en su bolsa por la toallita húmeda que siempre cargaba. Sacó la bolsa de plástico y sacó la tela rosada antes de ponerla sobre la piel irritada. Booth analizaba el interior del zapato de Molly.

-¿Booth?

Él levantó la mirada.

-Sí, yo… la etiqueta está cosida en el cuero, creo que eso es lo que le molesta, quería intentar…

Huesos le pasó una navaja de bolsillo.

-Debiste de haber sido soldado Huesos, siempre vienes preparada.

Ella sonrió y regresó su atención a su hija.

-¿Qué hace papi?

-Va a arreglar tu zapato para que ya no te duela.

-x-x-

Parker subió corriendo por las escaleras del Centro de Ciencias de California, desbordando de emoción; había querido ir ahí por mucho tiempo, sus amigos le habían contado historias increíbles, de caminar por túneles enormes bajo tierra y agua, viendo los ecosistemas que usualmente no puedes ver. No podía esperar a ver la exhibición aérea y espacial. El cuarto de descomposición sonaba increíble y se preguntó si sería tan genial como Jimmy le había dicho. La mamá de Jimmy había tomado fotos de su hijo haciendo experimentos y pudo ver la autopsia de un pulpo.

-Parker, más lento –lo llamó Booth al ver la excitación de su hijo, ante la indulgente sonrisa de Brennan.

Booth volteó a ver a su novia y sacudió la cabeza.

-Es tu culpa, ¿sabes?

Al no saber de lo que hablaba, ella frunció el ceño.

-La obsesión loca por la ciencia, es toda tu culpa.

Brennan se enderezó, orgullosa.

-Bueno, es agradable saber que le puedo enseñar algo a uno de ustedes.

Ella sonrió burlona ante su expresión de falso enojo y se acurrucó contra él cuando la rodeó con su brazo.

-Vamos, lo quiero ver todo antes de que cierre.

Booth volteó a ver el letrero con los horarios y sonrió.

-Amigo, cierra a las nueve. No creo que tengamos problema.

Parker inclinó la cabeza.

-No puedes apresurar a la ciencia, papá.

Brennan se rió al oír sus propias palabras en la boca de Parker, dándole una curiosa sensación de triunfo. Booth sólo sacudió la cabeza y le sonrió a la señorita de la taquilla.

-Hola, bienvenidos al Centro de Ciencias.

Booth asintió.

-Hola, cuatro boletos por favor.

-¿Cuántos años tiene su hija?

-Tres, ¿hay límite de edad o algo?

La señorita sonrió.

-No, pero sí entra gratis.

La empleada imprimió los boletos después de tomar la tarjeta de crédito que Huesos le dio.

-Gracias.

-Diviértanse.

Booth gruñó y torció los ojos, pensando poco probable para sus adentros. Le pasó los volteos a Huesos, cambiándose a Molly de brazo y tomando la mano de su novia con la mano libre.

-x-x-

Parker había estado caminando por media hora, completamente maravillado, cuando Huesos regresó de su "ida al baño". Booth sabía que estaba planeando algo e inclinó la cabeza con curiosidad.

-Parker.

El niño se giró de la placa que observaba.

-Ven conmigo, rápido.

Se apresuró a llegar a ella y la tomó de la mano al tiempo que la antropóloga lo jalaba a su lado.

-Huesos… ¿a dónde vamos?

-Vamos, ya verás.

Corrió un poco para ir al paso de ella, riendo ante sue moción. Booth los seguía con Molly un poco detrás, una sonrisa en sus labios al saber que había organizado algo especial para Parker. Subieron por las escaleras al tercer piso y entraron a la "Sala Aérea de la Fundación Mark Taper". Parker volteó a ver al techo, del que colgaban grandes modelos de aviones suspendidos con guías de metal que no parecían ser lo suficientemente fuertes para sostenerlos.

-Vamos, Parker.

Llegaron con un hombre en uniforme rojo que los esperaba con una sonrisa.

-Hola, tú debes de ser Parker.

Parker asintió y sacudió la mano del hombre.

-Mi nombre es Greg. Tu mamá me dijo que te gusta mucho la ciencia.

La única reacción de Parker a la suposición de Greg del rol maternal de Huesos fue una sonrisa que igualaba la de Huesos.

-Sip.

Greg asintió.

-Bueno, Parker, ¿qué me dirías si te dijera que hay una manera de probar las leyes de la gravedad?

Parker sonrió ampliamente.

-¿Cómo?

Greg se giró y señaló arriba, hacia un cable de metal que cruzaba el cuarto.

-Allá arriba.

Parker siguió su mirada, al igual que Molly y Booth.

-Una cuerda floja, ¿voy a caminar por ahí?

-Aún mejor, vas a cruzar sobre una bicicleta.

Parker sonrió.

-Genial.

Booth gruñó; claro que Huesos iba a poner a su hijo en una situación con la que Becca revocaría sus derechos parentales. Tempe oyó el gruñido de su novio y volteó a tranquilizarlo con una sonrisa.

-Es perfectamente seguro, Booth. Sabes que nunca pondría a Parker en peligro y tengo muy buen juicio.

Booth asintió, aún ansioso; mucho preferiría tener a su hijo con los dos pies bien plantados en la tierra. Greg le dirigió una sonrisa.

-No se preocupe señor, estará con arnés y será más seguro que el viaje en avión que tomó hacia acá.

Booth suspiró, consciente de haber sido derrotado y les hizo una seña a Greg y a su hijo para que fueran a prepararlo. Brennan los siguió de cerca, queriendo asegurarse que el arnés fuera puesto adecuadamente.

Booth observó desde la red de seguridad a su hijo subir por la escalera hacia el cable.

-Papi, ¿qué está haciendo Parka?

Booth bajó la mirada y descansó la frente contra la de ella.

-Mostrándome que de alguna forma atrapó el bicho sin miedo de tu mami.

Los ojos de Molly se abrieron como platos.

-¿Mami tenía un bicho? ¿En dónde lo tenía, papi?

Booth se rió y besó la mejilla de Molly.

-No lo sé, querida. Mami sólo lo saca cuando menos me lo espero.

Molly se veía confundida y lo vio con los famosos ojos entornados Brennan, como intentando resolver los problemas del universo.

-¡Ey, papá, mira!

Parker gritó desde la plataforma, en donde lo estaban ayudando a subirse a la bicicleta, con un casco, rodilleras y coderas.

-Te veo, amigo. Ten cuidado.

Parker torció los ojos; para ser agente del FBI, a su papá no le gustaba hacer nada que asustara.

Brennan sonrió, le encantaba que Parker no dudara en hacer algo que tuviera el potencial de enseñarle algo. No podía esperar a que Parker creciera más y pudiera llevarlo a saltar en paracaídas, estaba segura que le encantaría.

Parker empezó a pedalear sobre el cable, los brazos abiertos a los lados para balancearse mientras el contrapeso a los lados de la bicicleta lo mantenían en el cable sin mayor problema.

-Genial, mira Huesos, mírame, es como flotar. Esto es increíble, eres la mejor mamá.

Llegó al otro lado sonriendo como un idiota mientras bajaba por la escalera y se lanzaba hacia Huesos, abrazándola con fuerza.

Ella le devolvió la sonrisa, rodeándolo con sus brazos y besando su cabeza.

-Estuviste perfecto, Parker. ¿Sentiste la gravedad intentar regresarte a la tierra?

Él asintió.

-Sí, sentía cómo jalaba las ruedas de la bicicleta al cable, pero con los brazos abiertos, me podía balancear.

-Así es, ¿eso qué prueba?

Él levantó la mirada al cable y lo observó un momento, antes de sonreír y regresar su atención a ella.

-¿Prueba las leyes del centro de gravedad?

Brennan sonrió.

-¿Me puedes decir cómo?

Él dudó un momento antes de responder.

-Bueno, la bicicleta presiona el cable, porque la gravedad la está jalando hacia abajo, pero con los brazos abiertos, el peso se igualaba para que no cayera, ¿no?

Ella sonrió.

-Has estado poniendo atención, ¿verdad?

Él le devolvió la sonrisa.

-Siempre pongo atención en lo que me enseñas, mamá.

Ella le revolvió el cabello y lo apretó en un abrazo. Booth y Molly se acercaron.

-¿Me viste, papá?

Booth rió ante la emoción de su hijo.

-Sí, te vi. ¿Te divertiste?

La sonrisa de Parker se ensanchó, la adrenalina aún corriendo por sus venas.

-Sí, lo quiero hacer de nuevo.

Brennan sacudió la cabeza.

-Nop, tienes otro lugar en donde estar.

Ella empezó a jalarlo por el camino por el que habían llegado, haciendo que Booth sacudiera la cabeza y Parker soltara una risita.

-Gracias, Greg. Me divertí mucho.

Greg se despidió con la mano y sonrió.

-Disfruta el resto de tu visita, niño.

Parker le devolvió el gesto y desapareció en un pasillo.

Brennan lo llevó al segundo piso a otra exhibición. Parker intentó ver a su alrededor mientras caminaba. Sonrió al imaginarse la imagen que daban, un adulto emocionado llevando a rastras a un niño. Se detuvieron en una máquina que daba aire de ser espacial que tenía la puerta abierta y un hombre parado en las escaleras plateadas.

-Buenas tardes Parker, ¿estás listo para experimentar el sistema digestivo humano?

Parker levantó las cejas y sonrió mientras subía los escalones seguido por Brennan, que le hizo una seña a Booth para que fuera con Molly. Se sentaron juntos en los asientos acolchonados, que Huesos sabía tenía sensores de movimiento y preguntó si los de Molly podían ser apagados.

-Claro, lo controlaré desde afuera.

Brennan asintió. Parker y ella estaban en los asientos delanteros con Booth y Molly detrás. El asistente salió y la puerta se cerró, dejando la cabina en oscuridad, a excepción de las luces de seguridad en el piso. Una pantalla enorme al frente se encendió. Una voz sonó desde las bocinas al tiempo que la pantalla mostraba una cocina, como si estuvieran sentados en la mesa.

-Alguna vez te has preguntado, ¿qué pasa cuando entra pero antes de que salga?

Parker rió.

-Esto va a ser genial.

Brennan sonrió, aún no había empezado y él ya se estaba divirtiendo. Se vio una persona entrando a la cocina y sentándose en la mesa, de pronto se empezaron a mover. La pantalla mostraba la boca abierta de la persona, con ellos dirigiéndose hacia la misma.

-Todos los seres vivos deben consumir para sobrevivir. El sistema digestivo humano comienza cuando el sustento llega a la lengua.

La cámara se movió a la boca y los asientos se sacudieron de lado a lado, a contratiempo de la máquina misma, agitando a sus ocupantes.

-Oh, es como si nos estuvieran masticando.

Brennan sonrió.

-Bueno, somos la comida.

La sonrisa de Parker se volvió más ancha.

-El sistema digestivo tiene aproximadamente nueve metros de largo. En un adulto sano, el proceso de digestión puede tomar entre veinticuatro y setenta y dos horas.

Parker levantó las cejas, impresionado por la nueva información.

-El proceso de digestión comienza fuera del cuerpo; vista y razonamiento son los primeros en empezar a causar que los niveles de fluidos gástricos aumenten para descomponer la comida consumida.

Parker escuchaba con cuidado y archivaba la información para repasarla con Huesos más tarde.

-Cuando la comida entra en contacto con la lengua, las glándulas salivales se ven estimuladas, y las enzimas digestivas empiezan la descomposición de la comida. En la primera fase de digestión…

La pantalla se vio cubierta por saliva y fragmentos de comida mientras ésta era masticada. Booth torció el gesto, de pronto perdiendo el antojo por el pastelillo de chocolate que había visto en la cafetería en el camino.

La voz continuó explicando, mientras la cámara mostraba imágenes que daban la impresión de estar siendo tragados, la nave y los asientos saltando mientras bajaban por el esófago.

Cuando cayeron en el estómago, una fina lluvia cayó sobre ellos. Se agitaban como un bote en el mar.

-Whoa, sentiste eso, me bañaron en jugos gástricos, qué asco.

Brennan soltó una carcajada.

-Los movimientos del estómago continúan el trabajo de descomposición que había comenzado en la boca. Aquí la comida se mezcla con pepsina, ácido gástrico y otras enzimas que ayudan a procesar las proteínas después de la digestión.

Mientras los agitaban y sacudían, más agua los cubrió, al tiempo que la pantalla era cubierta por un líquido blanquecino.

El narrador continuó hablando del intestino delgado mientras pasaban por él hacia el intestino grueso. Mientras avanzaban por el enorme órgano, la cabina se empezó a llenar de un penetrante olor.

-¡Ay, papá!

Brennan rió.

-¡Ey, no fui yo!

La voz empezó a hablar de los ácidos necesarios para procesar la comida, explicando que la bilis y otros ácidos causaban descomposición en el material más rápidamente, produciendo así los malos olores expulsados por el cuerpo.

-Papi, no me gusta aquí. Huele feo.

Booth volteó a ver a la niña, que presionaba su nariz con los dedos, haciendo que su voz sonara aguda.

-Sí, bueno, dile a mami. Ella nos trajo aquí.

Las bocinas en los asientos empezaron a emitir sonidos de gorgoteo y gruñidos que Parker con frecuencia había oído en su propio cuerpo.

-Oh, creo que ya sé qué viene.

Brennan volteó hacia Parker y levantó las cejas juguetonamente.

-¿Qué quieres de cenar?

Parker hizo una mueca y Brennan le sonrió.

El narrador comenzó a explicar las últimas etapas de la digestión, hasta la expulsión, cuando fueron lanzados a un inodoro, mientras aire frío salía a los lados de los asientos y agua caía sobre ellos.

Molle frunció el ceño al no sentir nada fuera de lo común, pero se quedó sentada hasta que la puerta se abrió. Booth tomó su mano y siguió a Huesos y Parker hacia los escalones, escuchando a su hijo hablar rápidamente. Huesos aplaudió y sugirió que fueran por algo de tomar antes de continuar con su tarde.

Bajaron por las escaleras, Molly estirándose hacia su mamá cuando llegaron al descanso. Brennan sonrió y la cargó en un abrazo mientras seguían descendiendo al primer piso.

-¡Mami, pececitos!

Molly señaló las fotografías de diferentes tipos de peces y vida submarina en las paredes.

-Los veo, ¿quieres ver unos de verdad?

Los ojos de Molly se pusieron como platos mientras asentía con emoción.

Brennan siguió los letreros hacia el Café de Vista Marina; sabía que Molly estaría entretenida por la vida marina del acuario y era buena oportunidad para ver su reacción, en preparación para su siguiente sorpresa.

Ordenaron sus bebidas y Parker ofreció llevar a Molly a los tanques, para que Brennan y Booth pudieran pasar unos momentos juntos.

Los adultos se acercaron más, manteniendo a los niños a la vista.

Booth le acomodó un mechón de cabello a Huesos detrás de la oreja, mientras ella lo veía con ojos brillantes.

-Y, ¿qué más tienes planeado?

Ella sonrió.

-Organicé buceo en un acuario para ti y Parker…

Los ojos de Booth se abrieron mucho.

-¿En serio?

Ella vio la emoción en su expresión.

-Sí, es importante que compartan intereses en común, y sé que disfrutas bucear, pero Parker también ha expresado su deseo de intentarlo y pensé…

Booth rodeó su rostro con las manos y le plantó un beso en los labios. Se hizo hacia atrás con una sonrisa.

-Eres increíble, sabes. Increíble y maravillosa.

Brennan se ruborizó.

-Al igual que tú.

Booth sonrió al verla a los ojos y ver cuán feliz era. Se quedaron ahí, perdidos en su momento, hasta que la mesera puso las bebidas en su mesa. Le agradecieron, un poco avergonzados por su falta de conciencia.

-¿Qué haremos después de eso?

Brennan tomó un sorbo de su café e hizo una mueca ante la temperatura del mismo.

-Bueno, pensé que Molly y yo podríamos verlos por un rato, y luego quería llevarla al centro de juegos interactivo. Ahí puede jugar con conchas y criaturas marinas; podemos verlos ahí.

Booth asintió, sabiendo que el centro le permitiría a la madre genio jugar con su hija de manera educativa.

-Y después tengo un último regalo para Parker y es escalar el risco de la ecología.

Booth sonrió, a su hijo le encantaría.