Titulo:Todo por una apatita.
Piedra: Apatita
Autor del fic:SasuNaruItaDei
Autor del manga:Masashi Kishimoto.


TODO POR UNA APATITA

Era primavera, los arboles regalaban sus hermoso color a todos los paseantes, nadie podía caminar por las calles de Tokio sin ver el hermoso espectáculo de las flores cayendo una tras otra en un baile natural.

Excepto un joven rubio de ojos azules que corría por las calles de la ciudad, éste joven era nada más y nada menos que Deidara Namikaze el hijo mayor de Minato Namikaze, el dueño de una de las más grandes corporaciones de Japon, y jefe del departamento de Mercadotecnia de la misma, y a punto de ser nombrado presidente de ésta. Esa mañana lo había discutido con su padre, Minato había decidido retirarse para viajar por el mundo en una segunda luna de miel con su esposa Kushina y había decidido nombrar a un encargado de su entera confianza.

Deidara estaba tan concentrado en no chocar con sus propios pies, que no vio a una ancianita que iba caminando y terminó por chocar con ella derribándola y esparciendo por la acera todo lo que ella llevaba en su bolso

― Los siento ― Deidara se disculpó mientras la ayudaba a recoger todas sus cosas ― la verdad es que no me fijé por donde iba, uhn

― No te preocupes cariño ― le contestó la amable mujer sonriéndole con dulzura ― pareces realmente agobiado, ¿puedo ayudarte? ― ofreció

― No a menos que tenga encerrada la suerte, uhn ― contestó Deidara sonriendo

― A veces, la suerte no está en una botella sino en una piedra ― le contestó la mujer entregándole una piedra de color azul ― y la respuesta a tus tribulaciones llegará cuando el cielo llore con pesar

Deidara bajó la mirada hacia la piedra que le había dado la mujer, si sus escasos cursos de geología no le fallaban, tenía en sus manos una Apatita, miró un segundo más a la mujer y cuando subió la mirada para contestarle con sarcasmo, la señora no estaba.

― Que estupidez, uhn ― resopló Deidara antes de guardarse la piedra y echar a correr

I x D

Deidara corría lo más rápido que sus piernas le permitían por los pasillos de la empresa, llegaba una hora tarde a la junta, y él que quería dar una excelente impresión como futuro jefe que era; tan concentrado estaba que no se fijaba en su alrededor, y por segunda vez en el dia, tropezó con una persona, lo único que cambiaba en esa ocasión, era que no se había detenido a disculparse y mucho menos a detenerse para ayudarlo a levantarse.

― Disculpa ― susurró, sin mirar al desconocido y levantándose a prisa para llegar a la junta del comité

― No te preocupes ― susurró, consiente de que no podía escucharlo y con una pequeña sonrisa el atropellado, un chico de tez palida y ojos y cabello de un intenso negro y unas pronunciadas pero lindas ojeras

I x D

― Legas tarde Deidara ― reprendió con una ligera sonrisa Minato al ver entrar a su hijo mayor casi sin aliento, a lo que el ojiazul le respondió con una mirada furibunda ― siéntate, vamos a empezar la reunión

Deidara obedeció la orden de su padre sin pensarlo, ya que realmente estaba cansado, pero no lo demostró, y con toda su elegancia natural, tomó el asiento que le correspondía, justo en al lado derecho de donde se sentaba su padre

― Bueno, ya que estamos casi todos ― empezó el ojiazul mayor, dirigiendo una mirada hacia el hombre que estaba frente a él, el cual no era nadie más que Fugaku Uchiha, su antiguo amigo de la infancia y su único competidor ― voy a empezar esta junta con los pormenores de la situación, como todos saben, he decidido retirarme antes de envejecer para no acabar como mi viejo amigo Fugaku, ― ante el comentario, todos voltearon a ver al mencionado y se sorprendieron al verlo esbozar una leve sonrisa ― y también quiero tomar una segunda luna de miel con mi amada esposa, asi que por eso voy a dejar el mando, pero no sin antes anunciar otra cosa ― Minato miró al señor Uchiha y éste continuó

― Hemos decidido fusionar nuestras empresas ― terminó con un tono serio ― y para dirigir las empresas, hemos nombrado como presidente a una persona responsable y conocedora de ambas

En ese momento, Deidara repetía en voz baja cada una de las palabras del Sr. Uchiha

― Y esa persona es, obviamente ― un silencio tenso se formó ― mi hijo Itachi Uchiha

En ese instante, el nombrado apareció en la puerta de la sala de conferencias, con el sol de primavera entrando y dándole un aire magestuoso, una apariencia casi divina a los ojos de Deidara, quien se encontraba en shock

Para su mala suerte, a partir de ese dia, el bastardo a quien amaba en secreto, iba a ser su jefe… ¡Que porquería!


Fin del Capitulo 1