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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno, lime y lemon)

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Diclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenece

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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización

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Ingenuidad encantadora

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*Capitulo 3*

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"Emociones incontrolables"


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Era un día fresco, de cielo azul y un sol brillante. Un día de esos que harían sentir a cualquiera la sensación de que se habían despertado con el pie derecho como era lo correcto, para Sakura no era del todo así.

Al igual que los dos días anteriores, al entrar al colegio, las miradas se posaron en ella como si fuera un extraño bicho o en un mejor caso una hermosa mariposa.

Y no era para menos, lo comprendía perfectamente. Días atrás apenas algunas personas conocían su nombre y ahora entraba de la mano de uno de los chicos más guapos y codiciados del colegio.

Sasuke actuaba como siempre, tan impasible e indiferente a cualquier situación. A él no le afectaban en lo absoluto los comentarios y los murmullos que a su alrededor se elevaban. Sasuke era tan confiado de sí mismo que lo que los demás pensaran de él le importaba un bledo, pero por otro lado, Sakura siempre tímida y delicada, salía fácilmente afectada por toda aquella situación y más que todo, por los nervios que siempre sentía cuando era el centro de atención.

Sakura era perfectamente consciente de los comentarios mal intencionados que se hacían sobre ella, escuchaba sin poder evitarlo como la denigraban, como la juzgaban por estar de la mano de un chico tan guapo como Sasuke, sin estar a lo que otros consideraban, su altura.

Y no es que Sakura se considerara fea y fuera por eso que se sentía tan mal, porque era muy consciente de que su apariencia había cambiado para bien. Ahora su ropa era a su talla, con la camisa ciñéndole sutilmente la cintura y la falda unos centímetros arriba de las rodillas, calcetas medias y las zapatillas de punta que días atrás había comprado con Ino en el centro comercial, el día en que su transformación inicio.

Recordaba haberse visto al espejo aquella mañana y sentirse totalmente satisfecha con lo que su reflejo le mostraba.

Apenas se había maquillado y se había dejado el cabello suelto creyendo firmemente que así se veía mejor. Y Sasuke se lo confirmo cuando al pasar por ella a su casa la había besado pasionalmente sin importarle siquiera que alguien les viera, susurrándole luego, al oído, que se veía hermosa.

Las mejillas de la pelirrosa se tiñeron de un suave carmesí ante aquel recuerdo, era aún extraño para ella el asimilar aquella situación. Días atrás ni siquiera podía soportar el aceptar aunque fuera en su fuero interno que Sasuke le gustaba creyendo con ello que faltaba a aquella amistad que tanto aguardaba y hoy estaba de la mano de él, sintiéndose bien tanto por dentro como por fuera.

Su mirada subió hacia Sasuke, que iba a su lado, con la mirada hacia enfrente y el rostro serio. Luego, sus ojos bajaron hacia sus manos entrelazadas notando la firmeza y seguridad con la que él le cogía la mano. Sin pena. Sin dudas.

Aquello definitivamente infundio una especie de confianza en Sakura. El saber que él estaba a su lado, orgulloso de llevarla de la mano, le provocaba mucha ternura y amor.

Sakura sonrío feliz ante aquel hecho, mientras le apretaba la mano con el fin de que el sintiera su agrado. Sasuke volteo el rostro hacia ella sonriendo de lado. La pelirrosa se sonrojo ante špunta cuando Sasuke las hacía, y una de esas era definitivamente cuando el le sonreía. Sakura sentía que algo explotaba en su interior cuando aquel gesto aparecía en el serio y hermoso rostro de su novio.

Sakura no se dio cuenta de que habían llegado a su aula hasta que su pecho choco contra la dura espalda de Sasuke, parpadeo ligeramente, desconcertada y luego levanto la mirada para topar directamente con el rostro divertido de Sasuke. . El rojo sucumbió rápidamente sus mejillas.

-Distraída.- musito el sonriendo de lado

-Si.- susurro Sakura apenas apenada. Sasuke se inclinó hacia ella haciendo que la pelirrosa se pusiera inmediatamente nerviosa

-Espero que estuvieras pensando en mi.- le dijo muy cerca del oído. Luego se fue alejando lentamente de ella hasta que sus rostros estuvieran enfrentados.

-Sasuke.- murmuro sonrojada. El moreno se acercó a ella rápidamente plantándole un inocente beso en los labios, luego tal como había iniciado el contacto lo termino inmediatamente.

Sasuke!- dijo Sakura ligeramente agitada cuando a su espalda se oyeron unos silbidos. La pelirrosa volteo la mirada hacia el interior del aula donde la mayoría les observaba con aprobación, especialmente Naruto e Ino.

-Eres mía ahora….- le susurro observando de frente-. Que todo el mundo lo sepa.- mascullo antes de sonreír descaradamente y besarle por última vez los labios ligeramente antes de separarse y adentrarse con ella de la mano al salón.

Los murmullos iniciaron inmediatamente pusieron un pie en el aula. Sakura nuevamente se sintió cohibida, especialmente porque ahora quienes la veían eran sus compañeros de clase, aquellos con los que desde hacía mucho compartía clases, por lo tanto con los que tenía relaciones más estrechas.

Sasuke no la soltaba y ella no pudo más que intentar mostrarse confiada a su lado. Era en ese momento su novia y dicho título era definitivamente para enorgullecerse.

Con la cabeza bien en alto le siguió, esta vez caminando a su lado. En ese instante, su cambio fue desde adentro hacia afuera.

Esa fue la primera vez que Sakura se sintió total y absolutamente confiada de sí misma.

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Tercer mes de noviazgo...

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Sasuke observó de reojo a Sakura. La chica estaba a su lado, muy concentrada en su cuaderno.

Habían pasado tres meses desde el inicio de su relación, al Uchiha algunas veces le costaba creer que en realidad fuera cierto. No era que no confiara en sus facultades, ya que tenía una muy elevada autoestima y sabía por demás, la reacción que él ocasionaba en el género femenino. Lo que realmente le sorprendía, era el hecho de sentirse de aquella manera con otra persona, de sentir esa confianza ciega hacia ella, saber que Sakura estaría siempre allí para él, saber que ella lo amaba con todo su corazón y al mismo tiempo y del mismo modo era correspondida. Puede que en un pasado no muy lejano Sasuke hubiera pensado que ese tipo de cosas jamás le pasarían a él, pero en momentos como esos él no se veía de otra manera.

Sakura seguía hipnotizada en su lectura. Su cabello brillaba sedoso y ligero cayendo sobre su frente y orejas. Su ceño se fruncía de vez en cuando debido a la concentración, su boca era un capullo delicioso y su cuerpo estirado sobre su cama se veía demasiado tentador.

Durante los tres meses pasados, la relación entre ambos se había desarrollado a pasos gigantes. Se conocían de tal manera que en realidad eran pocos los problemas que tenían para comunicarse, sin embargo había solo un asunto que habían descuidado y que Sasuke realmente quería concluir. No era muy difícil de imaginar y él estaba seguro que muchos chicos lo entenderían; claro, mientras estuvieran en su misma situación pero con otras mujeres, no le gustaba imaginar que nadie pensaba en su novia, como algo más que su chica.

El único problema que Sasuke tenía era que su relación había avanzado lentamente en cuanto al plano físico. Él no quería apresurar nada, pero llevaba tanto tiempo deseando a Sakura de la manera en que la tenía, que algunas veces era difícil no pensarlo.

Por ello mismo, Sasuke había aprovechado esa oportunidad. Con los exámenes del segundo parcial a unos días, Sasuke no había dudado en sugerirle a su hermosa novia que estudiaron juntos, para tener un tiempo a solas. Ingenuamente, ella aceptó; Sakura adoraba pasar su tiempo con él, por lo que no tuvo objeción alguna. Sasuke no había tenido una segunda intención cuando había planeado aquello, el morbo vino con el momento.

La relación entre ambos había sido bien aceptada por sus familias, los padres de Sakura querían mucho a Sasuke y lo apreciaban bastante, por lo que confiaban en él y no habían tenido objeción alguna con el noviazgo.

La familia Uchiha por su parte actuó de mejor forma, Sakura era la primera novia oficial que él tenía por lo que solo hubo buenos deseos, además de que, el que ellos conocieran a la chica desde siempre había ayudado bastante. El único detalle era que al ser un noviazgo tan reciente, los mayores preferían no dejarles a sola, al tanto de las hormonas de la juventud.

Dado que la casa de Sakura pasaba vacía todos los días debido a que sus padres trabajaban hasta tarde, se había decidido que el tiempo que estuvieran juntos luego de clases, lo hicieran en la casa Uchiha. Es por eso que en ese momento se encontraban en la habitación de Sasuke.

Claro que los mayores no habían contado con que su madre, tuviera un encargo que hacer y le hubiera avisado que se ausentaría por varias horas. El silencio afuera, solo le recordaba a Sasuke que en la casa solo estaban, Sakura y él. Su hermano mayor se encontraba en la universidad y siempre tendía a llegar entrada la noche, por lo que Sasuke estaba seguro que no habría interrupción de su parte. Su padre por otro lado, siempre salía tarde del trabajo, así que él era la menor de sus preocupaciones.

Sasuke dio una mirada nuevamente a la figura de su novia. Sakura estaba boca abajo sobre la cama, con el rostro apoyado en una mano y su mirada repasando con esmero cada línea. Tenía puestos sus lentes de lectura y Sasuke debía admitir que le quedaban endemoniadamente bien. Vestía aún el uniforme del colegio y la falda aunque era larga, en ese momento se había subido revelando la piel de porcelana de sus firmes muslos. Sasuke se quedó observando fijamente la piel expuesta, sintiendo como el calor surgía en su cuerpo.

Con un suspiro, el moreno decidió que desde su escritorio, no podría dejar de observar el espectáculo frente a sus ojos y por lo tanto jamás podría concentrarse, así que decidió acercarse a la cama. Se dejó caer en el colchón de espaldas, rebotando ligeramente, luego puso un brazo sobre sus ojos para aislarse del mundo y lograr por un segundo, dejar de pensar en cosas pervertidas.

-¡Oye!- se quejó Sakura cuando el brusco descenso la distrajo.

-Perdón.- se disculpó el moreno distante.

-Esta bien.- Sakura retomó su lectura, muy interesada en el tema a estudiar. Adoraba las ciencias y más aún si se trataba de algo relacionado con la medicina, como era el caso de la genética. Sakura amaba el conocimiento, amaba los libros de todo tipo y era una persona muy dedicada, por lo que el tiempo de estudio no le parecía un tedio, principalmente cuando era una excusa para estar cerca de Sasuke.

El rojo sucumbió a sus mejillas cuando se halló desviando la mirada hacia su acompañante, Sasuke seguía en la misma posición, con la mitad del rostro, escondido bajo su antebrazo. Su respiración era acompasada por lo que se le ocurrió que posiblemente ya estaría durmiendo. Sakura se permitió observarlo fijamente, muy segura que aquella era su oportunidad para hacerlo sin que él se diera cuenta.

Su nariz recta era muy bonita y su boca era una auténtica delicia. Sakura sintió el rostro caliente cuando se detuvó por más tiempo del apropiado en sus apetecibles labios. Ella nunca había tenido ningún tipo de experiencia con los chicos antes de Sasuke, pero él se había encargado de enseñarle bastantes cosas en los meses anteriores.

Pasaban mucho tiempo juntos, de hecho se veían prácticamente todos los días, por lo que cada momento era una oportunidad de aprender y eso era lo más placentero del mundo.

Cuando Sasuke la besaba, ella simplemente no podía pensar. Era como sentir un choque eléctrico, como si su alma dejará el cuerpo por un momento para volver con más vivacidad. Su corazón latía desesperado y su cuerpo entero se estremecía. Sakura sabía que estaba loca y estúpidamente enamorada de Sasuke Uchiha.

Aunque últimamente experimentaba algunas cosas que la avergonzaban. Sus mejillas ardieron y un escalofrío placentero recorrió la piel de sus brazos ante aquellos pensamientos. Sakura bajo lentamente la mirada por el cuello masculino hasta el pecho poco descubierto de Sasuke. Al igual que ella, Sasuke portaba aún el uniforme, pero se había desabrochado los primeros botones de la camisa dejando un tramo de piel a la vista. Sakura observó casi hipnotizada las líneas de su torso. Sasuke era alto y delgado, pero sus músculos estaban en desarrollo por lo que sus brazos y su pecho estaban formados y bien definidos. Sakura lo había visto una única ocasión sin camisa y aún se sonrojaba cuando lo recordaba. Él simplemente era demasiado irresistible.

Por ello, la Haruno había estado sintiéndose un tanto extraña. Los besos que compartían eran maravillosos, un trozo del cielo, pero en los últimos días no parecían suficiente. No sabía muy bien cómo actuar o que hacer, por lo que le había preguntado directamente a Ino. Ella no había tenido ninguna duda en darle una explicación detallada el camino a seguir. Sakura sabía perfectamente que los noviazgos de esos tiempos, no solo se basaban en besos inocentes y apretones de manos, sabia perfectamente que el sexo era algo natural a su edad, mientras se hiciera con precaución, pero el solo pensar en estar en una situación como esa, le hacia avergonzar demasiado.

Sin embargo, por momentos ella deseaba ser más valiente y dar un paso adelante, deseaba ser más descarada y atreverse a hacer el primer movimiento en lugar de esperar a que Sasuke le mostrara que hacer o cómo actuar.

Con la mirada en su cálido pecho, Sakura no pudo detener el impulso impetuoso de acariciarlo. Su mano se movió antes de que ella misma lo notara y con un dedo acarició la línea que dividía sus pectorales. El cuerpo entero de Sasuke se tensó y Sakura se quedó sencillamente paralizada, demasiado sorprendida y cómicamente horrorizada al sentirse descubierta en pleno acto. Con un gemido ahogado, retiro su mano como si estuviera tocando brasas a fuego vivo, pero Sasuke cogio su muñeca en el aire, impidiéndole retroceder a tiempo.

Sakura levantó el rostro encendido hacia él, esperando encontrar su expresión consternada. En su lugar, él seguía en la misma posición, con el brazo aún sobre sus ojos y el rostro elevado hacia el techo, sin embargo, sus labios estaban apretados en una línea recta. Sakura sintió un vuelco al corazón cuando él halo de su mano hasta posarla completamente en su pecho, con la palma extendida en su piel.

Por varios segundos, no supo qué hacer y el impulso de retirar la mano estuvo en su mente muy latente, hasta que pasados los minutos, ella simplemente no pudo alejarse, demasiado fascinada por la suavidad de su piel y la temperatura alta de su cuerpo. Su mano se movió por voluntad propia y pronto se encontró acariciando de adelante hacia atrás aquella división entre su pecho, moviéndose apenas unos centímetros. Sasuke la soltó entonces con un suspiro, dejando caer el brazo libre a un lado.

Sakura levantó la mirada hacia su rostro y luego la bajo hacia la piel descubierta. Su mano se movió hacia su cuello, acariciando con los dedos su clavícula, y luego bajo de nuevo a su pecho, hasta que se encontró abriéndose camino a su torso. La piel bajo sus dedos se sentía caliente y se estremecía con su toque. Sakura tragó saliva cuando su garganta se sintió demasiado seca. Estaba nerviosa, pero también se sentía extraña y deseosa de continuar. Sin embargo, un gruñido la interrumpió a media travesía. Su cuerpo entero se paralizó mientras levantaba la mirada hacia el rostro de Sasuke otra vez, sorprendiéndose al notar su piel ligeramente sonrosada y perlada de pocas gotas de sudor.

-Lo siento ¿Te lastime?- se disculpó atropelladamente mientras intentaba retirar la mano otra vez. Nuevamente se vio interrumpida antes de lograr alejarse del todo.

-No, no. Sigue.- susurró Sasuke con la voz ahogada. Sakura no supo exactamente como accionar.

Se sentó en la cama, sintiendo el cuerpo ligeramente tembloroso y luego poso la mirada en el pecho de Sasuke debatiéndose internamente. Quería seguir y acariciarle la piel, pero no estaba segura que eso le agradará a él tanto como lo hacía a ella. Nunca le había pedido permiso para tocarle, su relación jamás había llegado a ese punto y temía estar haciendo mal las cosas. Talvez Sasuke no se sintiera cómodo y solo le dejara continuar por qué ella lo quería. Era difícil saber que pasaba por su cabeza. Sakura dirigió una mirada a su rostro aún escondido. Él se notaba impasible, omitiendo el rubor. Sasuke pocas veces solía mostrar verdaderas emociones en el rostro por lo que era demasiado complicado determinar cómo él se sentía.

-Lo siento.- susurró bajando la mirada.

-¿Que?- él se escuchaba desconcertado.

-No debí, yo...

Sasuke se sentó de golpe mirándole de frente. Estaba un poco agitado y su mirada era demasiado intensa. Sakura sintió un vuelco al corazón cuando le observo de aquella manera.

-No es lo que crees.- empezó él luego de un carraspeo-. Realmente me gusta que me toques.- -admitió mirándole a los ojos. La pelirrosa desvió la mirada avergonzada.

-Yo no... Nunca lo había hecho… y si me, a mí también me gustó.- sus mejillas ardieron con intensidad.

-¡Maldicion!

Sakura lanzó un gemido ahogado cuando en un movimiento sorpresivo, Sasuke la tomó de la nuca jalándola hacia él, para tomarle los labios con rapidez. Un estremecimiento recorrió su cuerpo completamente, su corazón empezó a latir a un ritmo alocado, y un calor extraño y agradable empezó a filtrarse en sus extremidades, subiendo la temperatura en su piel.

Sakura apenas noto cuando su espalda toco el colchón. Pronto sus muñecas se vieron apresadas por las manos de Sasuke y sus piernas se encontraron encerradas dentro del hueco que él había hecho subiendo en su cuerpo. Un gemido escapó de sus labios cuando la lengua de Sasuke acarició la suya en un movimiento rotundo. Su espalda se arqueo y su corazón dio una voltereta singular.

-Sasuke.- suspiro cuando él se separó un segundo para permitirle tomar aire, Sakura abrió los ojos, dándose cuenta hasta entonces que los había cerrado. El rostro de Sasuke se cernía sobre el suyo, su mirada era como el fuego y eso ocasionó que su piel se calentase aún más.

-No puedo parar.- susurró él contra sus labios, mientras dejaba libre sus muñecas para a continuación acariciar los costados de su cintura. Sus manos bajaron antes de colarse bajo su camisa de uniforme, acariciando la piel desnuda. La respiración de Sakura se corto y luego se aceleró mientras miraba los ojos de Sasuke. La caricia en su piel era deliciosa y la pelirrosa se encontró cerrando los ojos nuevamente.

-¡Ohh Sasuke!- suspiro cuando los pulgares del chico acariciaron ligeramente el contorno de sus senos. El sostén era de tela ligera y Sakura sintió la caricia casi directa. Un gemido escapó de su boca cuando el moreno nuevamente se lanzó a sus labios, sacando las manos de su camisa para bajarlas por su cadera y colarlas bajo su falda. Toda su piel se erizo cuando sintió las caricias en sus muslos. Sakura sentia que el corazón le saldría del pecho. Se sentía caliente, ansiosa y excitada. Su piel entera quemaba y la necesidad de acariciar a Sasuke parecía sobrepasarla. Su intimidad palpitaba como si tuviera latido propio, no era la primera vez que se sentía excitada cuando estaba con Sasuke, los últimos días sus besos se habían vuelto demasiado intensos y carnales por lo que antes había logrado sentirse de aquella manera, pero jamás a ese nivel. La necesidad de sentirle cerca, de tocarle y que él la acariciara era demasiado intensa.

-Sasuke.- gimió cuando el moreno abandono sus labios para ponerle atención a su cuello. Sus besos eran ligeros y le hacían cosquillas en la piel. Los escalofríos parecieron aumentar y Sakura no pudo evitar arquearse hacia él, deseando sentir más de sus caricias.

-Voy a...- Sasuke no pudo completar la frase mientras sus manos se movían a la camisa de ella, desabrochando botón por botón. Se irguió un poco levantando el rostro y fijando la mirada en Sakura, a la espera de que ella hiciera algún movimiento o le detuviera en el caso de que no se sintiera preparada para continuar. La pelirrosa simplemente le miró a los ojos, con sus mejillas adorablemente sonrojadas y sus cabellos esparcidos en la cama.

Sasuke terminó su labor hasta abrir su camisa, luego con cuidado le quitó los anteojos a Sakura, necesitando un contacto directo con sus ojos, antes de apreciar la hermosa visión bajo su cuerpo. Sakura no tenía ninguna otra prenda bajo la camisa del uniforme, más que el sostén. Sasuke fijo la mirada en el sujetador de encaje blanco que abrazaba sus apetecibles pechos. La tela era casi transparente por lo que el moreno podía observar el contorno de sus pezones rosados. La pequeña cuenca estaba erguida, en clara señal de su excitacion. Sasuke jamás se había sentido tan satisfecho como en ese momento.

-¿Sasuke?- susurró la pelirrosa insegura por su mirada. Nunca antes se había considerado a sí misma una mujer hermosa, menos aún, una chica perfecta. Su cuerpo era talvez demasiado voluptuoso en ciertas partes y plano en otras. Sakura siempre había tenido demasiados complejos por el tamaño de sus pechos, no quería que Sasuke se sintiera decepcionado por aquellas escasez de sus curvas.

De pronto las inseguridades empezaron a hacer mella dentro suyo y Sakura trató de cubrirse de su mirada.

-Eres tan hermosa.- le dijo él antes de lanzarse nuevamente a su boca. Sakura gimió abrazándose rápidamente a su cuello y olvidando todo lo que no tuviera que ver con él.

El moreno se dedicó a besarla una y otra vez hasta sentir como sus propios labios se hinchaban. Sus manos se movieron rápidamente, acariciando la suave piel de la cintura de Sakura y ascendiendo lentamente hasta sus pechos, hasta cubrirlos completamente con sus palmas. Sus senos era perfectos, cabían en sus manos y eran suaves y flexibles. Sus pezones le rozaban la piel haciéndole cosquillas y Sasuke no perdió tiempo tomando en los dedos de su mano derecha, una de las cuencas y halando de ella con suavidad. Sakura se arqueo hacia él, excitada y ansiosa, gimiendo contra su boca y retorciéndose como una linda gatita. Sasuke estaba terriblemente excitado y sus acciones solo lograban llevarle a un nivel aún más intenso de ansiedad. Quería quitarle la ropa, acariciarla y besarla. Quería tomarla en ese momento y hacerla completamente suya. Quería a Sakura de la manera más real que alguna vez hubiera sentido.

-Sakura.- suspiro separándose un segundo de sus labios para recuperar la respiración.

-Sasuke.- susurró ella intensamente sonrojada.

El moreno se irguió sobre sus rodillas, sentándose prácticamente sobre ella. Sus manos se alejaron de la suave piel, picando por más caricias. Su cuerpo entero estaba en tensión y sus pantalones se habían estrechado mientras su miembro se erguía, engrosándose y tratando de escapar de su prision.

Sasuke apoyó su mano derecha a un lado del rostro de Sakura, inclinándose ligeramente hacia ella. Su otra mano le acarició la cintura subiendo rápidamente a su pecho, donde le acarició primero el contorno, avanzando lentamente hacia el centro. La respiración de Sakura se aceleró cuando Sasuke tomó entre sus dedos el pequeño pezon, rotandolo ligeramente de un lado a otro.

-Sasuke.- suspiro ella con los ojos entrecerrados y las mejillas al rojo vivo.

-¿Te gusta?- le preguntó el moreno antes de halar del pezon un par de veces, hasta lograr sacarlo de su capullo y elevarlo orgulloso. Sakura se lamió los labios hinchados, sintiendo la garganta demasiado seca para hablar.

-S-si.- susurró con dificultad.

-¿Puedo continuar?- susurro Sasuke inseguro sobre si forzar la situación. Deseaba a Sakura como nunca lo había hecho con ninguna otra mujer, pero era consciente que la relación de ambos era demasiado reciente. No quería que ella se sintiera obligada a seguir solo porque no podía controlar sus pasiones o porque él excitaba su cuerpo. Sasuke llevaba deseándola por años, pero ella recién había descubierto su amor por él, por lo que no era justo forzar la situación. Si Sakura no quería seguir, él se alejaría y resolvería por sí mismo el problema dentro de sus pantalones.

-Sasuke.- gimió Sakura arqueando la espalda. El moreno tuvo dificultades para no tomar acción al respecto. Cerró los ojos y respiró un par de veces antes de mirarla fijamente.

-¿Puedo continuar Sakura?- volvió a preguntar un poco más decidido. En esa ocasión ella no dudó en responder.

-Si, si.

A pesar de que esa era la respuesta que esperaba, Sasuke quedó paralizado por unos segundos, saboreando las palabras. Se inclinó hacia Sakura, capturándole los labios en un rápido beso y luego abandonó su boca para besar su pomulo, el contorno de su rostro, su barbilla y luego descender a su cuello, donde se entretuvo por un momento.

-Hueles tan bien.- gimió extasiado.

Sasuke tomó entre los dedos la parte superior de la copa derecha de su sostén, halando de él hacia abajo, para desnudar así su seno y elevarlo hacia él. Sakura gimió suavemente y Sasuke no perdió un segundo, bajando un poco sobre la cama, para quedar exactamente a la altura de su pecho desnudo. Sus ojos bebieron de la bonita imagen, admirando la pálida piel y sin imperfecciones, y fijándose luego en el arrugado y erguido pezoncito rosa. Un segundo después sus labios aprisionaron la piel expuesta intentando abarcar todo lo que pudiera. Su lengua lamió la deliciosa piel, saboreando su dulzura y luego sus labios se cerraron entorno al pezon, chupando y mamando de él, al inicio con delicadeza y luego con tirones fuertes. Sakura gimió una y otra vez, primero sorprendida y después demasiado excitada. Sus manos apretaron la sabana bajo ella cuando el doloroso placer hizo lagrimar su cuerpo. Toda su piel se estremeció y ella tembló demasiado sensible por las intensas sensaciones.

-Sasuke.- lanzó un gritillo ahogado cuando una punzada intensa recorrió su pelvis.

El moreno se separó pasados los minutos, con la respiración agitada y los labios hinchados. Su mirada se fijo en el pezon rojo y húmedo por su saliva, observando con fascinación lo bonito que se veía. Su mano izquierda se movió rápidamente, bajando la tela del sostén bajo su otro pecho hasta dejarlo libre, Sasuke no perdió un segundo decidido a darle la misma atención.

Sakura gimió una y otra vez demasiado agitada y ansiosa. Las sensaciones eran múltiples y la atacaban rápidamente confundiéndola y excitándola. Su cuerpo ondulaba, arqueándose hacia Sasuke, necesitando de su calor y de su cercanía, la ropa le estorbaba y su piel quemaba como si estuviera ardiendo.

La respiración se le corto cuando sintió como las manos de Sasuke le recorrían los muslos, bajando hasta sus rodillas donde la agarro con firmeza, abriendo sus piernas de par en par. Sakura gimió sorprendida cuando de pronto sintió como el cuerpo de Sasuke se cernía sobre ella, fijandola en la cama y uniéndose al suyo de una manera muy especial. El pantalon de él se sentía áspero entre sus muslos desnudos, Sakura levantó un poco las piernas buscando una posición más cómoda y suspiro cuando su intimidad choco bruscamente contra el bulto de acero que Sasuke tenía en los pantalones.

Sakura gimió agitada y Sasuke se separó de su piel con brusquedad, con la respiración irregular y la mirada desenfócada.

-¿Sasuke?- susurró ella sin saber cómo actuar. El moreno se apoyó en sus brazos, separando un poco sus torsos y luego observó el rostro sonrojado de la pelirrosa, admirando su expresión de deseo. Sakura estaba excitada y confundida por lo que sentía. El moreno sabía que tenía que calmarla, pero era difícil cuando lo único que quería era enterrarse profundamente en ella.

-¿Estas bien?- le preguntó con suavidad, llevando una mirada a su rostro y acariciando su mejilla caliente. Ella se sonrojó aún más, mostrando un nuevo tono de rojo y luego asintió lentamente, para hacerle saber que todo estaba bien.

-¿Quieres continuar?- indagó el moreno solo por seguridad. Sakura le miró solo unos segundos y luego desvió la mirada sumamente avergonzada. Quería continuar, acariciarle y sentirse parte de él. Quería a Sasuke en todo el sentido de la palabra y aunque estaba un poco asustada, ella no quería parar por nada del mundo.

-Si Sasuke.- susurró suavemente. El moreno cerró los ojos dándose unos segundos antes de proseguir. Sus labios capturaron los de Sakura con intensidad, tomando de su boca con avivez, mientras sus manos acariciaban su cuerpo, centrándose en su cintura y luego en sus pechos doloridos. Sakura gimió con la simple caricia, demasiado excitada para detenerse. El moreno se entretuvo unos minutos en sus senos antes de bajar las caricias por su piel, volviendo a posar las manos en sus muslos y subiendo lentamente hacia su cadera. Sakura no llevaba un short debajo, por lo que sus dedos se encontraron directamente con su braga. La respiración de Sasuke se corto por un segundo, mientras sus dedos apretaban la redondez de sus voluptuosas caderas, marcándole la piel, antes de aventurarse a tomar las mejillas de su trasero.

Un gemido por parte de Sakura rompió el beso. Sasuke aprisionó la piel que podía abarcar masajeando con ansiedad los firmes glúteos. Sakura tenía el mejor trasero que él había visto jamás. Sasuke había soñado muchas veces con poder acariciarla de aquella manera, darle una bofetada en cada mejilla de carne y con tomarla por detrás para tener la completa visión de su retaguardia. Nunca se había considerado a sí mismo como un pervertido, pero Sakura explotaba su mente de todas las maneras posibles.

-Eres tan deliciosa.- susurró hundiendo el rostro en su cuello. Sakura gimió abrazándose a sus hombros y Sasuke la levantó, tomándola por el trasero y pegándola completamente a su cuerpo. Su pelvis encajo perfectamente con la de ella y su miembro pronto quedó atrapado por el calor de la intimidad de ella.

-Ohh... ¡Sasuke!

-Estoy que exploto.- musitó el moreno moviéndose ligeramente sobre ella, lo suficiente para que Sakura se acostumbrará a su presencia y a la caricia de su miembro. La pelirrosa gimió y suspiro demasiado excitada.

Sasuke se separó de ella unos minutos después, solo para desabrochar rápidamente su camisa, quitándosela en el acto. Sakura admiro sonrojada su torso desnudo recorriendo con la mirada cada porción de piel. El moreno sonrió inclinándose nuevamente hacia ella hasta que sus torsos entraron en contacto. Sakura gimió extasiada y Sasuke sintió un escalofrio agradable recorrer su cuerpo cuando los pezones erguidos de ella acariciaron su piel.

Los gemidos y gruñidos pronto se vieron entremezclados. Sasuke rápidamente tomó las piernas de Sakura, abriéndolas aún más para acomodarse perfectamente entre ellas. Sus intimidades encajaron a la perfección y el roce les hizo gemir más alto. Sasuke acarició el cuerpo de Sakura deleitándose con la piel expuesta. Beso sus pechos nuevamente y solo cuando la sintió relajada y cómoda con su toque, se atrevió a subir la mano por sus muslos hasta su sexo. Sakura se tensó por unos segundos, pero no se separó, Sasuke intentó ser delicado mientras acariciaba con dos dedos la superficie de su monte, intentando acostumbrarla a aquellas caricias. Al cabo de los minutos Sakura volvió a relajarse y fue entonces cuando el moreno se atrevió a aventurar sus dedos hacia sus labios. La braga era una barrera para no tener un toque directo, pero Sasuke solo pudo concentrarse en el calor y la humedad que podía sentir. Sakura estaba mojada y preparada para recibirle, ella estaba lista para él y nada se había sentido tan correcto.

Sasuke gruñó entre dientes mientras con los dedos acariciaba su sexo de arriba hacia abajo. Sakura se abrazó a su cuello, gimiendo despacio en su oído y arqueándose hacia él cuando Sasuke tocaba alguna parte sensible. El moreno gimió cuando sintió como la humedad crecía conforme sus caricias continuaban, aventuró dos dedos dentro de la braga y su mundo entero giro cuando sintió lo cálida y húmeda que Sakura estaba. Sus dedos se empaparon completamente y la suave sedosidad de su sexo le recibió. Sasuke gruñó mientras recorría sus labios inferiores con los dedos, acariciando su monte. Sakura estaba depilada complemente y su piel se sentía como la de un bebé. Acarició de adelante hacia atrás, hasta encontrar su clitoris.

-Sasuke.- gimió la pelirrosa cuando su pulgar se apoyó completamente en el manojo de nervios. Sakura gimió temblando incontrolablemente. El placer era intenso y sus ojos se llenaron de lágrimas mientras su cuerpo se arqueaba demasiado sensible a las caricias del moreno.

-Shhh... quieta.

-Ohh... Yo no... ¡Sasuke!

El moreno levantó el rostro, buscando sus labios, mientras aventuraba un dedo hacia abajo, hasta tocar su entrada. Su índice delineó la pequeña raja mojada, primero intentando acostumbrarla a la caricia luego acariciando con la yema en un lento y suave empuje. Sakura se tensó durante los primeros segundos, pero confiando ciegamente en él, se obligó a sí misma a relajarse, convencida de que quería aquello.

El primer dedo entró, el pasaje era muy estrecho, pero estaba suficientemente lubricado para que no hubiera problema, ni incomodidad. Sasuke se separó de Sakura, observando su rostro en todo momento, decidido a detenerse en el caso de que ella sintiera dolor. Las caricias al inicio fueron superficiales, solo tanteando el terreno, luego Sasuke se atrevió a aumentar el movimiento decidido a prepararla. Cuando Sakura se movió con él, claramente excitada, Sasuke aventuró otro dedo, teniendo especial cuidado. Sakura gimió despacio, haciendo una ligera mueca, sus ojos se desenfocaron por unos segundos, pero Sasuke se mantuvo inmóvil, hasta que ella elevó las caderas pidiéndole en silencio, continuar. Los movimientos empezaron, sincronizados, medidos y suaves. Dentro y fuera. Sakura tardó en cogerle ritmo en esa ocasión, pero pronto se encontró gimiendo nuevamente en señal de disfrute.

Sasuke sentía que el pantalón en cualquier momento le iba a explotar. Su pene palpitaba como si tuviera latido propio y el doloroso placer de hacerle el amor a Sakura con las manos le tenía en la más profunda agónia, pero aún no era tiempo para tomarla. Tenía que prepararla para albergarle en su cuerpo, aquella primera experiencia era importante y determinaría su vida sexual desde ese momento en adelante.

-Sasuke.- gimió la pelirrosa arqueándose hacia él. El moreno tragó saliva con dificultad, sintiendo la garganta seca.

-¿Te gusta?- le preguntó moviendo los dedos con deliberada lentitud. Sakura gimió excitada y asintió consecutivamente, demasiado perdida en el placer para hablar.

-Maldicion.- exclamó Sasuke cuando el dolor de su miembro fue casi imposible de ignorar. Se irguió de rodillas para rápidamente desabrochar su pantalón y liberar a continuación su ereccion. Un suspiro escapó de sus labios ante la sensación de liberación, pero el alivio fue solo momentáneo cuando sintió como nuevamente se reanudaban las palpitaciones.

Levantó la mirada hacia Sakura, observando casi divertido como ella con la cara sonrojada, miraba al techo en un claro intento de evitar ver, aunque fuera de reojo, su sexo. Sasuke se inclinó hacia ella, apoyando las manos a los lados de su cabeza, antes de bajar el rostro y besar sus labios con dulzura. Sakura ronroneo suavemente poniendo las manos en su torso caliente y entregándose totalmente a sus besos. Sasuke jugó con su lengua con deleite, lamió y mordió sus labios antes de separarse de ella. Con las manos, tomó la parte trasera de sus rodillas para abrir aún más sus piernas y así, buscar aquel lugar que le pertenecía. La braga de ella era la única que evitaba un contacto directo, pero Sasuke no la vio como una barrera para empezar a moverse. Su miembro se acomodo en el lugar exacto entre sus labios inferiores y Sasuke beso a Sakura nuevamente mientras ondulaba las caderas, de adelante hacia atrás, de arriba para abajo, para que ella se acostumbrará a su presencia.

-Sasuke.- gimió la pelirrosa cuando la cabeza de su pene se encontró de lleno contra el dolorido clitoris. Sasuke empezó a mover las caderas, centrándose en tocar el sensible nudo. Pronto la habitación se lleno de los gemidos de Sakura. El moreno se encargó de acallarlos con besos ardientes.

-Tengo que tenerte.

-¡Sasuke!... ¿Sabes dónde está mam...

El tiempo se detuvó en el momento exacto en el que la puerta de su habitación se abrió. Sasuke levantó rápidamente el rostro topando con la mirada sorprendida de su hermano.

Itachi estaba allí, completamente estático en el umbral de la habitación. Con medio cuerpo dentro y su mano sosteniendo aún el picaporte de la puerta.

Sakura lanzó un gritillo cuando su mente nublada finalmente reaccionó a la situación. La mirada de Itachi bajo con rapidez hacia la figura femenina que se encontraba bajo Sasuke y sus mejillas se sonrojaron intensamente ante la visión de la piel blanca y las voluptuosas curvas. Sasuke reaccionó en el momento en el que su hermano osó posar sus ojos en su chica.

La furia fue intensa, arrolladora y tan inmensa que pronto se encontró temblando compulsivamente mientras cubría con su cuerpo el de Sakura, para que Itachi no tuviera otra mirada de su desnudez.

-¡Te voy a matar Itachi!- bramó en un grito. El mayor pareció reaccionar entonces, desviando la mirada de la piel de porcelana de su cuñada hacia la expresión de demonio de su hermano. La primera acción de Itachi fue tapar con una mano sus ojos mientras el rojo de sus mejillas se propagaba a su cuello.

-No vi nada.- se excusó con la voz ronca. Sasuke sintió como todo su cuerpo se ponía en tensión.

-¡Sal de mi habitación malnacido! ¡Ahora!- gritó demasiado furioso.

No tuvo que repetirlo una segunda vez para que el pelilargo cerrará la puerta de golpe. Sasuke se levantó rápidamente deseando seguirle para molerle a golpes hasta borrar de su mente la imagen desnuda de su novia.

Un sollozo detuvó sus pensamientos asesinos. Sakura se había encogido en la cama, en posición fetal. Su pequeño cuerpo estaba hecho una bola y su rostro estaba escondido entre sus manos.

-¿Sakura?- susurró inseguro mientras la preocupación remplazaba la ira-. ¿Estas bien?- susurró sentándose a un lado de la cama. Ella no se movió, pero otro sollozo escapó de sus labios. Sasuke se prometió arreglar cuantas con su hermano luego, le había arruinado su primera vez con su novia y ahora no sabía cómo Sakura podía reaccionar ante aquella situación. Las lágrimas definitivamente no eran una buena señal.

-¿Sakura?

-No voy a poder.

-¿Que?- Sasuke por un momento sintió que el corazón se le detenía. Esa sola frase podía significar muchas cosas. Ella no podría acabar lo que habían empezado. No podrían jamás tener su primera vez luego de aquella humillante experiencia. Sakura no podría continuar su relación.

La respiración se le corto mientras la última posibilidad se repetía en su cabeza.

-¿No vas a poder que?- su voz sonó demasiado brusca. Sasuke sabía que tenía que calmarse, pero era difícil ante las horribles probabilidades.

Sakura de pronto se detuvó y se irguió en un segundo, sorprendiéndole. Su rostro estaba carmesí, pero sus mejillas estaban secas, lo cual fue un auténtico alivio. Sin embargo, eso no quito el desazón en su corazón.

-¿No vas a poder que?- volvió a preguntar en un gruñido.

Ella desvió la mirada cruzándose de brazos para esconder sus bonitos pechos desnudos.

-Ver a Itachi.- susurró antes de enrojecer nuevamente-. Nunca más voy a poder ver a Itachi a la cara.

El alivio fue tan intenso que Sasuke se sintió mareado, pero le duró poco, pues sus palabras solo le recordaron al desgraciado de su hermano.

-Lo voy a matar.- exclamó furioso.

-¡Sasuke!- le reprendió Sakura-. No digas eso... Además, no fue su culpa.

-¡Claro que si!... Le he dicho que no entre a mi habitación sin tocar, al muy malnacido. Y como si fuera poco se te ha quedado viendo. Le voy a quitar los ojos.

Sakura lanzó un gemido herido topándose el rostro con las manos nuevamente. Sasuke suspiro recriminándose por el poco tacto que tenía. Él sabía mejor que nadie, lo vergonzosa que era su novia, por lo que debía evitar aquello nuevamente. Bajo la mirada al piso de la habitación, intentando buscar la paz que tanto necesitaba. Suspiro mientras se levantaba y se abrochaba el pantalón. Con todo aquel desastre, el libido se le había bajado. Su miembro estaba semi erguido, pero dudaba que pudiera volver a repetir lo de hacia un momento en un corto periodo de tiempo.

-Sakura.- susurró mientras se sentaba más cerca de ella. La pelirrosa dejo caer las manos tapándose con rapidez los pechos. Sasuke sonrió un tanto divertido por su modestia. Era tan adorable que solo le apetecía besarla y terminar lo que habían empezado.

-No es divertido.- reclamó ella al observar su sonrisa.

-No lo es.- estuvo de acuerdo-. Aún estoy tentado de arrancarle los ojos a Itachi.

-¡Sasuke! Tómalo en serio.- se quejó-. Y si... ¿Y si Itachi le dice a tus padres?- murmuró bajando la mirada avergonzada.

-No lo va a hacer.- aseguró Sasuke frunciendo el ceño.

-Si ellos se enteran jamás podré verles a la cara... Y talvez nos obliguen a separarnos pensando en nuestra irresponsabilidad.- los lindos ojos de Sakura se nublaron en lágrimas. Sasuke suspiro, pensando en lo tierna que era en su paranoia.

-Itachi no va a decir nada.- volvió a repetir.

-Y si mis padres se dan cuenta me van a castigar. Ellos no querrán que te vea de nuevo.

-Sakura.

-Ohh Sasuke.- musitó ella tirandose a sus brazos. El moreno respiró profundamente, en busca de algo de paciencia para explicarle las cosas con calma.

-Itachi no va a decir nada... No voy a dejar que hable.

-No quiero que pelees con él.- se quejó la pelirrosa separándose de él.

-Se merece uno o dos golpes por idiota.

-No lo golpees.

-¿Que te pasa?- frunció el ceño con fuerza-. ¿Estas defendiéndolo?- preguntó molesto.

-No quiero que peleen, podrías salir lastimado.- susurró bajando la mirada-. Además no es justo, fuimos nosotros los descuidados al no cerrar la puerta.

-Como sea.- el moreno desvió el rostro molesto.

-Esto es muy vergonzoso.

-Es normal. Somos pareja... Es natural que queramos experimentar juntos. No tiene nada de malo.

-Pero tú hermano nos encontró.- bajo el rostro intensamente sonrojada.

-Ni me lo recuerdes.- suspiro-. Voy a bajar mientras tú te cambias.- susurró antes de levantarse y encaminarse hacia la puerta.

-¡Sasuke!- Sakura le siguió rápidamente-. No vas a pelear con tu hermano ¿verdad?

-¿En serio? ¿Porque tanta preocupación por Itachi, ehh?

-¡Sasuke! No seas tonto.- el moreno frunció el ceño pero al cabo de unos segundo lo dejó ir con un suspiro.

-Da igual. No puedo prometerte nada... Mejor arréglate. Tenemos que terminar de estudiar. Si quieres puedes... tomar una ducha.

-Bien... Sasuke.- suspiro bajando la mirada.

-No pasa nada.- musitó tomándole el rostro. Sakura le observó a los ojos, mientras ponía sus manos sobre las de él-. De cualquier manera, vamos a tener muchas oportunidades de terminar lo que empezamos. Ahora cámbiate.- bajo la mirada-. Es una pena que tengas que esconder estas bellezas.- mascullo mientras con descaro llevaba una mano al seno derecho y le acariciaba el contorno con los dedos.

-¡Sasuke!

El moreno sonrió antes de tomarla por la nuca y halarla hacia su cuerpo. Sus labios se encontraron y bebieron ansiosos de los de ella, mientras con los dedos, se encargaba de manosear su pecho halando del pequeño pezon. Sakura gimió removiéndose incomoda. Y Sasuke suspiro separándose de ella y saliendo de la habitación con rapidez.

Afuera, se tomó un par de minutos para lograr calmarse, pues había vuelto a excitarse al tocar de nuevo a Sakura.

Sasuke bajo las escaleras en busca de su hermano. Un ruido proveniente de la cocina le llevó allí. Itachi estaba de espalda, con los brazos cruzados y apoyados sobre la isla que estaba en el centro de la estancia, tenía el rostro escondido en el hueco de sus brazos.

-¡Eres un maldito idiota!- gruñó Sasuke molesto. Itachi se irguió con el rostro aún encendido, le observó por un momento y luego desvió la mirada hacia un lado. Era una actitud muy extraña en él, Sasuke había pensando que Itachi se burlaría de la situación.

-Maldición.- susurró entre dientes el pelilargo, mientras levantaba la mirada hacia el techo.

A Sasuke le tomó unos pocos segundos darse cuenta del porque de su actitud.

-¡Deja de pensar en eso estúpido! ¡Es mi novia!... Pobre de ti si me doy cuenta que la ves de otra manera.- le advirtió furioso al recordar cómo su hermano se había quedado fascinado, viendo la desnudez de Sakura.

-Tampoco es como si yo planeé interrumpirles en pleno acto.- se defendió el otro observándole.

-Te he dicho que toques la puerta siempre.

-¡No jodas Sasuke! La próxima échale llave... ¿Que hubiera pasado si mamá hubiera llegado?

-Pero fuiste tú idiota, todo porque no puedes tocar la maldita puerta

-Y vaya que fue una sorpresa.- pensó Itachi reviviendo las imágenes. Nunca había pensando en Sakura de otra manera que no fuera como su hermana menor, pero debía admitir que había crecido y se había desarrollado de muy buena forma-. ¿Quién iba a pensar que debajo de toda esa ropa estuviera tan buena?- las mejillas le ardieron con intensidad, al hallarse pensando nuevamente en las cumbres redondas de los pechos desnudos de la chica. ¡Maldición! Estaba pensando nuevamente en la novia de su hermano, en Sakura, en la misma chiquilla que conocía desde los pañales.

Un fuerte golpe en la cabeza le distrajo. Sasuke estaba a su lado de pronto. Se veía despeinado, agitado y muy furioso.

-Más te vale que dejes de pensar en ella de esa manera.- le advirtió como si leyera su mente-. Te voy a lavar los ojos con jabón.- gruñó a punto de tirarsele encima y molerle a golpes.

-Se que es tu novia.

-¡Entonces deja de imaginártela idiota!

-¿Que quieres que haga?- Itachi se sobo el golpe que tenía en la cabeza.

-¡Que respetes imbecil!... Sakura va a bajar en algún momento y no quiero que se avergüence más.

-Claro

-Y espero que ninguna palabra salga de tu boca. Cuidado y mis padres se enteran.

-¿Cierto?- Itachi sonrió mientras se cruzaba de brazos.

-Antes que digas nada, recuerdas cuando ellos se iban de viaje y tu traías a Izumi aquí. Los gemidos se escuchaban hasta mi habitación.- entrecerró los ojos-. Tómalo en cuenta.

-Al menos yo sabía hacerlo.

-¡Como sea!

-¿Culminaron?- indagó el mayor curioso. Sasuke volteó hacia él, exaltado y furioso.

-¡No te interesa idiota!

-Es solo que tardaron mucho allá arriba luego de que salí, además ya habían avanzado bastante.- se encogió de hombros.

-¡Cállate!- ordenó Sasuke.

-Ya veo, eres muy lento hermanito.- se burlo el otro caminando hacia la salida del lugar. Un nuevo y más potente golpe le interrumpió a medio camino. Sasuke paso a su lado y siguió de largo hacia las escaleras.

-Te lo mereces.- le miró por sobre el hombro-. Y agradece que Sakura me pidió que no te moliera a golpes.- la advertencia floto en el aire.

Luego del incidente Sakura no pudo ver a Itachi a la cara por un mes pues cada vez que había un encuentro, ella se sonrojaba profundamente avergonzada. Itachi al inicio tampoco tuvo una buena reacción, sin embargo con la continuidad de los días y los consecutivos golpes de Sasuke, se dio cuenta que la manera de dejar pasar el accidente era actuar con normalidad.

La situación volvió a ser la de antes y todo el mundo estuvo satisfecho, menos Sasuke, que se vio privado de aquellos momentos íntimos debido a que su novia era demasiado vergonzosa.

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Séptimo mes de noviazgo...

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Al ser el último año de instituto superior, la clase de Sakura y Sasuke, había planeado un viaje al calmado Sapporo, para disfrutar de talvez el último momento juntos, sabiendo que una vez terminado ese año, cada quien tomaría su camino a la adultez. Algunos se irían de Tokio, otro se quedaría pero ingresarían a la universidad. Algunos irían a la escuela técnica, otro trabajaría o se tomaría un año sabático. Las opciones eran tantas y aún se escuchaban lejanas, pero eran inevitables, por lo que esa última excursión era la perfecta oportunidad para embellecer los recuerdos de sus años de colegio.

El viaje en avión fue muy tranquilo. Por suerte Sasuke logró convencer a Naruto de dejar el asiento a su lado libre, para que su novia estuviera en su lugar. Al inicio su mejor amigo se había visto renuente, alegando que el viaje en su compañía sería más divertido, hasta que Sasuke le había comentado que Sakura estaba al lado de la tímida y hermosa Hinata Hyuuga, la mejor amiga del rubio, y por quién Naruto venía babeando el suelo desde varios meses atrás, sin darse cuenta. El Uzumaki no había encontrado ningún problema en ceder su asiento, alegando que como buen amigo él se sacrificaría.

Sasuke no era de los que mostrarán jamás sus emociones en público. No era el típico novio amoroso que daba besos y abrazos en cualquier lugar. Las únicas demostraciones de afecto habían sido la vez que en medio de un ataque de celos, había golpe a Gaara para luego llevarse a rastras a Sakura, y cuando la había besado frente a su salón, solo para que todos supieran que le pertenecía. Luego de eso, su cariño se limitaba a ser expresado en soledad. Nunca faltaba que anduviera de la mano con su chica en todo lugar, pero los besos normalmente eran dados con discreción. Por lo que durante el viaje, Sakura jamás espero que Sasuke obligará a Naruto ceder su asiento para estar al lado suyo. La pelirrosa estaba feliz y maravillada con aquel detalle. Al lado de Sasuke el viaje en avión fue de lo más relajado. Por suerte ellos eran los primeros en la fila derecha por lo que además del chico a su lado, prácticamente iban apartados del mundo. Sus manos nunca se separaron hasta que tocaron suelo.

En el hotel, el profesor guía organizó las habitaciones para cada tres estudiantes del mismo sexo. El viaje iba a ser por todo un fin de semana, por lo que iban a estar allí durante tres días y dos noches completas. A Sakura le tocó compartir habitación con Ino y Hinata, mientras que a Sasuke, con Naruto y Sai.

Las actividades empezaron una hora después de su llegada. El intinerario estaba a la mano de cada estudiante. Visitaron muchos lugares, se divirtieron como nunca, tomaron fotos para los recuerdos y tuvieron un día grandioso. El desenlace fue una bonita cena a la luz de la luna, a la que le siguió una fogata.

El día siguiente fue igual de maravilloso, aunque por suerte, a partir de la tarde, el profesor decidió dejarles libres de actividades para que hicieran lo que quisieran, mientras no se alejaran demasiado del hotel.

Cada pareja siguio su camino. Sasuke tomó la mano de Sakura y sin esperar un segundo, la halo hacia la salida del hotel, ignorando el llamado escandalizado de su amigo. Naruto se lo agradecería luego cuando se diera cuenta que los únicos libres eran Hinata y él.

Camino con Sakura durante un rato, hasta que ingresaron a un mercado libre. Sakura estaba feliz, parecía una niña pequeña señalando por doquier, su sonrisa era maravillosa y Sasuke debía admitir que él también se divertía. Cuando el sol se ocultó, ambos terminaron en un puente elevadizo, viendo el riachuelo bajo ellos. La luna se reflejaba en el agua critalina. El lugar estaba poco iluminado por lo que las estrellas brillaban en el cielo. Sakura se apoyó en la baranda maravillosamente relajada, hasta que Sasuke se puso tras ella, con su cuerpo aprisionando el suyo y los brazos rodeando su cintura. Apoyó la barbilla rápidamente en su hombro y dejandose llevar por la calidez del otro, juntos miraron la bonita noche.

-Hueles bien.- susurró Sasuke con la voz ronca, mientras cerraba los ojos para permitirse aspirar con avidez el aroma único de su novia. Sakura se tensó solo unos segundos, pero se relajó dejándose apoyar en el pecho masculino.

-Me gusta estar así... Contigo.

-A mí me gusta tenerte así, entre mis brazos.- le dijo él al oído.

Con una mano, Sasuke la obligó a levantar el rostro en su dirección para tomar sus labios. Un suspiro escapó cuando sus bocas se encontraron. La danza empezó lenta, suave y acompasada, pero sus lenguas se buscaron, tocaron y la pasión estalló.

Sakura se movió entre sus brazos, hasta quedar de frente a él. Sus manos se apoyaron en el torso masculino y sus dedos apresaron la tela de la camisa, mientras todo su ser reclamaba por un contacto más cercano. Sasuke pareció comprenderla a la perfección, pues apoyó las manos en la espalda baja de ella, acercándola a su cuerpo hasta lo imposible. Pronto Sakura se vio rodeando su cuello y las manos de Sasuke empezaron su travesía, acariciando primero su columna, luego su cintura y finalmente los costados de sus gráciles senos, hasta repetir el mismo camino de vuelta y seguir hasta sus respingonas nalgas. Sakura llevaban un vestido de tela ligera y la tentación de meter sus manos bajo la ropa y acariciar su piel era casi imposible de reprimir.

Lamentablemente Sasuke era muy consciente del lugar en el que se encontraban, por lo que con un último beso se alejó de la chica, para mirarla de frente. Sakura estaba muy sonrojada, tenía los ojos cristalizados y los labios rojos e hinchados. Estaba preciosa y Sasuke quería tomarla y hacerla suya con urgencia.

-Te necesito.- susurró apoyando la frente contra la de ella. La pelirrosa se sonrojó intensamente y le miró a los ojos de la misma manera que él lo hacía.

Sasuke no esperaba una respuesta directa por parte de ella. Tampoco esperaba que Sakura también le quisiera, por lo que le sorprendió cuando su chica le rodeó la cintura con los brazos mientras asentía en un leve movimiento de cabeza.

-Te quiero.- dijo ella con la voz baja y ligeramente ronca.

El fuego se encendió en la piel de Sasuke. Los pensamientos se juntaron en su cabeza y los granajes en su mente empezaron a funcionar a una velocidad extraordinaria. Con una mano tomó a Sakura halando de ella hacia el hotel mientras con la otra tomaba el celular y mandaba un mensaje conciso a sus dos amigos. No quería interrupciones.

El profesor seguramente estaba coqueteando con su asistente en ese momento, por lo que era poco probable que patrullará las habitaciones.

En pocos minutos llegaron al hotel. Sasuke se apresuró al ascensor y tras marcar su piso, espero con dolorosa tortura a que el elevador subiera. En cuanto se hallaron en el pasillo, nuevamente halo de Sakura como si se tratase de una muñeca mientras sacaba la tarjeta de su habitación. Un movimiento y se encontraron dentro.

El lugar estaba en penumbras, las luces estaban apagadas y el silencio eran su única compañía. Sasuke se aseguró en esa ocasión de cerrar la puerta con llave antes de voltear hacia Sakura y atraparla entre sus brazos. Un gemido fue todo lo que ella pudo profesar cuando sus labios se encontraron.

Sasuke la tomó rápidamente de los muslos, elevándola y obligándola a rodearle mientras avanzaba hacia la cama que había escogido para si.

Sakura respingo cuando su espalda choco contra el colchón, apenas tuvo tiempo de procesar lo rápido que había avanzado todo, pues Sasuke se subió sobre ella, cubriendo su menudo cuerpo con el de él. Sus labios fueron acallados nuevamente con intensos besos, que confundían su mente, las manos de él empezaron a tocar su cuerpo y los temblores placenteros empezaron a recorrer su piel.

Sasuke le beso hasta robarle el aliento, luego cuando necesitaron aire empezó a repartir pequeños cariños en sus mejillas y en su cuello, todo sin despegar los labios de su piel. Sus manos grandes, le acariciaron los muslos de arriba a abajo, colándose en algún momento bajo el vestido y acariciandole con descaro los glúteos. Sakura suspiro despacio mientras sentía como sus mejillas se encendían en rubor, ardiendo con intensidad. La timidez luchaba fervientemente contra el deseo de repetir lo que había sucedido varios meses atrás.

Sakura había tenido problemas para olvidar aquel desagradable incidente que había ocasionado su cuñado, pero con el tiempo se había visto, pensando en las caricias de Sasuke en su cuerpo y en el acto en sí. Se había avergonzado profundamente cada vez que aquellos recuerdos cruzaban su mente, pero debía de admitir para sí misma, que últimamente los besos de Sasuke ya no eran suficiente. Ahora que conocía otra manera de demostrarle su cariño, ella quería culminar el acto de una vez y ser parte de él.

-Sasuke.- suspiro cuando sintió como el moreno le bajaba los tirantes del vestido. Por suerte la tela era elástica por lo que con un par de jalones, Sasuke logró liberar los pechos de Sakura. La pelirrosa no llevaba sostén debajo por los que sus senos quedaron expuestos a la mirada depredadora. El impulso de taparse estuvo allí por un segundo, pero Sasuke rápidamente se dedicó a adorar sus cumbres con los labios, y pronto Sakura se olvido hasta de pensar.

Los gemidos empezaron a escapar de sus labios antes de que siquiera se diera cuenta. Sasuke tiró de uno de sus pezones entre sus dientes, logrando que ella se ondulara una y otra vez demasiado excitada.

Sakura enterró los dedos en los mechones oscuros de su cabello, logrando un agarre firme. Su otra mano fue a parar al hombro de él y sus uñas excavaron buscando una palanca. Las sensaciones le atacaron con intensidad. El placer rodó por su cuerpo desde las cumbres de sus senos hasta el centro de su feminidad. Sakura sentía calor en toda la piel, la entrepierna le palpitaba y el irrefrenable deseo de sentirse más cerca a Sasuke le hizo casi soltar lágrimas de frustración.

-Yo quiero... Yo...- con la voz entrecortada, apenas pudo pronunciar unas pocas palabras. Tenía la garganta seca y un nudo intenso en el pecho y el estomago.

-¿Que quieres?- susurró Sasuke en cuanto se alejó de la deliciosa piel. Estaba agitado y tenía la piel sonrosada, sus cabellos estaban despeinados y se veía demasiado guapo.

-Quiero...- Sakura sintió un intenso ardor en las mejillas al mirar de frente a los ojos del Uchiha. No sabía cómo vocalizar su necesidad si él la observaba de frente.

-¿Que quieres?- Sasuke fue paciente, mientras le acariciaba los muslos en movimientos lentos.

Sakura sabía que tenía que hablar si quería continuar, era difícil expresarse, pero realmente deseaba sentir a Sasuke.

-Quiero tocarte.- musitó tímidamente, bajando la mirada a sus labios. De esa manera era más sencillo decir lo que deseaba.

-¿Tocarme?- repitió el moreno atónito. No había esperado jamás que su inocente novia quisiera participar activamente en aquel acto en particular.

-S-si.

Sasuke sonrió cuando observó como ella volvía a desviar la mirada sumamente avergonzada. Sakura era adorable y le provocaba unas inmensas ganas de besarla hasta que los labios le dolieran. Suspiro irguiéndose sobre sus rodillas. Primero se desabrochó la camisa, quitándosela del todo, Sakura miró de reojo su pecho por unos segundos, dudativa, luego se atrevió a dar una mirada más directa observando sonrojada cada músculo. Sasuke se sintió satisfecho al notar su fascinación. Era un orgullo saberse atractivo para su chica.

-Tocame.- susurró tomando la mano de ella. Sakura se tensó por unos segundos, pero le dejo guiar su mano hasta su pecho, para apoyar así la palma en el lugar exacto donde su corazón palpitaba.

-E-estas caliente.- dijo ella mirando la piel pálida.

-Estoy que exploto.- confesó Sasuke decidido a darle algo de humor a aquel momento.

-¿S-si?

-Si.- admitió antes de bajar hacia sus labios de nuevo. Sus bocas se entraron, sus lenguas se acariciaron y Sasuke se apresuró a bajar el cuerpo sobre el de Sakura, apegando sus torsos desnudos.

Sus manos acariciaron sus muslos, Sasuke le obligó a abrir las piernas para posicionarse correctamente. Su ereccion palpitaba con intensidad, los pantalones estaban estrechos y aprisionaban su miembro para su incomodidad. Sakura suspiro cuando él entró en contacto con su sexo, le rodeó con las piernas y se movió bajo de él, en un movimiento instintivo y necesitado. Pronto Sasuke empezó a ondular las caderas de delante hacia atrás, restregando descaradamente su pene contra la calidez de Sakura. La pelirrosa gimió una y otra vez demasiado excitada.

-¡Maldicion!- masculló Sasuke antes de apresurarse a desabrochar su pantalón. Su miembro quedo liberado con un suspiro.

-¡Sasuke!

El moreno se apresuró a silenciarla con un beso mientras su mano se colaba directamente a su entrepierna. La braga estaba empapada, Sasuke la hizo a un lado y acarició su sexo húmedo. Sakura lanzó un gritillo arqueando la espalda, el beso se rompió, por lo que Sasuke enterró el rostro en el delicado cuello femenino, mientras tocaba con dos dedos el endurecido clitoris.

-¡Sasuke!- le llamó la pelirrosa en un gemido.

Sasuke sintió como la respiración se le aceleraba. Dejo de tocar a Sakura para tomar su miembro con esa mano y acercarlo directamente a aquel calor. Un gemido ronco escapó de sus labios cuando los jugos de Sakura empaparon la piel satinada de su pene. Sakura ronroneo abrazándose a su cuello y Sasuke avanzó en el camino entre sus labios pulposos hasta tocar con la cabeza de su pene, el endurecido clitoris. Sakura dio un salto enterrándole las uñas en los hombros. El moreno la tomó de los muslos y se movió nuevamente, con deliberada lentitud, de enfrente hacia atrás, solo acariciando su piel y permitiéndole acostumbrarse a su presencia.

-¡Sasuke!- gimió la pelirrosa enterrando los dedos en su cabello. El moreno busco con rapidez sus labios, mientras volvía a repetir el movimiento una y otra vez.

-¡Te necesito!- mascullo tomando entre los dedos la delgada braga.

-¡Sasuke!- el grito les detuvo en pleno acto.

El silencio se extendió y solo se escucho el sonido de sus respiraciones agitadas.

-¡Sasuke!- volvió a repetir la inconfundible voz de Naruto. Un par de golpes le siguieron, la puerta resonó una y otra vez.

-Que...

El moreno se irguió sintiendo como los musculos de su espalda se contraían en tensión. Su mente se quedó en blanco por un segundo, pero el sonido de los golpes contra la puerta le devolvieron a la dolorosa realidad.

-¡Maldita sea!- casi grito furioso mientras se abrochaba el pantalón con las manos torpes. Su ereccion palpitaba y la piel le quemaba. Estaba excitado, adolorido e insatisfecho y habían vuelto a interrumpirle en pleno acto.

-S-Sasuke.- murmuró Sakura temblorosa. El moreno bajo la mirada hacia ella observandola aún en la misma posicion, con la ropa mal acomodada y su piel sonrosada. Estaba preciosa y Sasuke volvió a maldecir decidido a darle una paliza a Naruto por llegar en el momento menos oportuno.

-¡Sasuke!... ¡Abre, maldicion!, olvide la tarjeta.- gritó el rubio desde el otro lado.

-Lo voy a matar.

-Sasuke.- volvió a repetir Sakura irguiendose con cuidado. Su cuerpo estaba tembloroso y sus manos eran torpes mientras intentaba arreglarse su vestido.

-Déjame.- susurró el Uchiha entre dientes, mientras le acomodaba los tirantes en su lugar. Sakura le dejo actuar demasiado sonrojada y avergonzada.

-No puedo parar.- dijo la pelirrosa mirando sus manos. Sasuke bajo la mirada también, para observar cómo ella temblaba. Sakura estaba ansiosa y también excitada, solo que ella no sabía cómo controlarlo. El moreno suspiro, sentándose a un lado de ella, para abrazarla con cuidado.

Sasuke! Abre!

Contesta.- susurró Sakura.

No, talvez se vaya.

Sasuke!- le reclamó ella.

Naruto...Talvez no está.- se escucho la tímida voz de Hinata.

No, no... Escucho voces.- dijo Naruto-. Vamos Sasuke... No seas malo.

Ya voy.- respondió finalmente el moreno, demasiado hastiado y furioso.

Sakura dejo de temblar después de un par de minutos. Sasuke se levantó de la cama y con un suspiro recogió su camisa y volvió a ponérsela. Sakura se arreglaba el cabello mientras él se dirigía a la puerta acomodándose la ropa.

Sasuke observó a su espalda solo para asegurarse que todo estuviera en orden, luego bajo la mirada a su entrepierna para verificar si su ereccion había cedido un poco, no quería asustar a la inocente Hinata. Por suerte, aquella maldita situación había servido para disminuir su libido otra vez.

Sasuke abrió la puerta tras un suspiro. Naruto tenía la mano alzada, al parecer a punto de tocar nuevamente. A su espalda estaba una sonrojada Hinata.

Maldito teme, llevó horas tocand...

Te mande un mensaje.- le interrumpió Sasuke con la voz tensa. Naruto frunció el ceño por un momento y luego se encogió de hombros dando un paso hacia adelante con la intención de pasar. A Sasuke no le quedó de otra que hacerse a un lado.

Deje el celular cargando. Con tantas fotos y videos termine agotando la batería.- le comentó él muy casual-. Espero que ya esté llena la bater... Ohh Sakura, estás aquí.- observó el rubio sorprendido.

Sasuke contó hasta diez respirando profundamente.

Yo...- musitó una avergonzada Hyuuga aún en el pasillo.

Ven Hinata.- Naruto volvió sobre sus pasos para tomar la mano de ella y halarla-. Mira, Sakura está aquí también.- comentó innecesariamente.

S-si.

Naruto, Hinata.- musitó la pelirrosa haciendo una reverencia muy avergonzada.

¿Y porque las luces están apagadas chicos?- preguntó Naruto mientras se apresuraba a encender una lampara.

¡Dobe!- soltó entre dientes.

¿Que teme?- el rubio volteó hacia su amigo mirándole con fijeza.

Cállate.- advirtió Sasuke esperando que no se le soltara la lengua de más. No quería pasar de nuevo por los comentarios malintencionados.

¿Que?- frunció el ceño-. Estás más gruñón de lo normal.- observó Naruto con una mueca-. ¿No me digas que interrumpí algo?- le dijo en un intento de broma, pero la mirada furiosa de Sasuke y el sonrojó intenso de Sakura parecieron muy sospechosos.

N-Naruto.- susurró Hinata dándose cuenta al instante de la situación. Roja de vergüenza, tomó el brazo del rubio dispuesta a sacarlo de allí.

A Naruto le tomó un par de minutos darse cuenta de lo obvio.

¿No me digas que?

Dobe

¿Estabas intentando hacerle cosas sucias a Sakura? ¡Teme pervertido!.- le acusó Naruto en un grito escandalizado.

¡Naruto!- alzó la voz la Haruno.

Vámonos Naruto.- Hinata intentó salvar la situación.

¡No tienes vergüenza teme!- reclamó el rubio muy decepcionado.

Eso es todo.- dijo Sasuke antes de acercarse a él y darle un par de golpes en la cabeza.

Una hora después, el Uchiha analizó la situación diciéndose que a lo mejor tendría que planear con detalles las cosas si quería finalmente tener su primera vez con Sakura.

Al menos habia salido algo bueno de aquella situacion. Habian evitado tener relaciones sin proteccion, cosa que Sasuke recordo casi un dia despues. Y desde entonces Sakura empezo a tomar pastillas de planificar para cuando el momento llegara.

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Noveno meses de noviazgo…

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Finalmente el día de la graduación había llegado. Todas las personas involucradas habían estado aceleradas yendo de un lado a otro. Sasuke observo desde el sillón, como su madre caminaba de una estancia a la otra con sus altísimos tacones.

El moreno bajo la mirada hacia su propio vestuario. Se encontraba envuelto en un traje de satén negro, a la medida. No se sentía muy cómodo al respecto, pero admitía que le quedaba bien, solo esperaba que Sakura ya estuviera lista para cuando pasara por ella.

Debido a ciertos inconvenientes de la directiva escolar, lamentablemente no habían podido organizar muy bien el festejo de último año, por lo que se estimaba que luego de la graduación, esa misma noche se llevaría a cabo el último baile. Sasuke había decidido vestirse para la ocasión de una vez debido a que el evento en el que entregarían los diplomas se llevaría a cabo a las tres de la tarde, estimando que duraría dos horas. El festejo iniciaría a las cinco y media, y él no quería verse en prisas sin sentido, por lo que le había propuesto a Sakura alistarse de una vez y ella había estado de acuerdo.

Sasuke había acordado pasar por ella, por lo que solo tenía que esperar que su familia estuviera lista para partir. Su madre se había negado a que se adelantara pues había alegado que quería ir ella misma a la casa Haruno para tomar fotos de la pareja

Sasuke observo a su padre, que estaba en la misma posición que él, en el sofá del lado, con una cara de aburrimiento y los brazos cruzados, parecía apunto de dormirse y seguramente pensaba seriamente en cuanto deseaba que todo aquel asunto terminara, igual que él. Itachi por suerte, había logrado escabullirse de aquel embrollo debido a la universidad, aunque había prometido llegar a tiempo a la entrega del diploma. Sasuke veía todo aquello innecesario, ya se había graduado por lo que el acto en sí, le parecía solo un malgaste de tiempo y dinero, pero prefería quedarse callado por que Sakura estaba encantada con el asunto y él no quería arruinarle el día.

El Uchiha menor salió de sus pensamientos en cuanto Mikoto se plantó frente a ellos diciéndoles que estaba lista y preguntándoles de una vez, qué tal se veía. Llevaba un vestido negro, entallado al cuerpo, que la hacia ver bastante joven y elegante, el cabello recogido en un moño y un bolso azul. Estaba muy guapa y Sasuke no dudó en decírselo. Su madre sonrió apurandoles a salir, Sasuke observó a su padre y él le devolvió la mirada en un silencioso entendimiento. Ambos suspiraron mientras se levantaban.

Mikoto se acercó al menor, para arreglarle la corbata. Sasuke la dejo hacer, al tanto que por mucho que refunfuñara su madre siempre se saldría con la suya. En cuanto termino, observó con diversión como hacia lo mismo con su padre, aunque él se notaba claramente disconforme.

El momento de salir de la casa llegó. En el parqueo se encontraban dos autos estacionados, una camioneta azul oscuro y un turismo plateado. Mikoto extendió una mano hacia Sasuke y el moreno no dudó en tomar de ella, un manojo de llaves.

-Maneja con cuidado.- le advirtió. Sasuke intentó por todos los medios no rodar los ojos.

-Claro.- aceptó.

-Nosotros te seguiremos.- dijo ella caminando hacia la puerta de copiloto de la camioneta. Su padre ya estaba dentro de ella.

-Si madre.- Sasuke se apresuró a subir al auto. El proceso de encendido solo le tomó unos segundos, asimismo lo hizo chequear que todo estuviera en orden. Debido a que el auto era usualmente era usado por su madre, Sasuke tuvo que regular el asiento y mover el retrovisor para poder ver correctamente.

Un par de minutos después, arrancó. La casa de Sakura quedaba al lado, pero la familia de ella, muy numerosa, se había sumado al festejo y por ello mismo su novia había tenido que movilizarse al hogar de una de sus tías. Sasuke sabía la dirección de memoria, había ido por Sakura varias veces allí.

El lugar estaba un poco alejado por lo que le tomó alrededor de quince minutos llegar.

Todo estaba sorprendentemente silencioso cuando llegó, lo cual fue una sorpresa, pues los días que Sasuke había llegado era un auténtico circo con los pequeños primos de Sakura, correteando de un lugar a otro.

Sasuke bajo del auto, notando que sus padres se estacionaban al lado suyo. Se adelantó a la puerta y toco el timbre.

La puerta se abrió y una mujer robusta salto a la vista.

-Sasuke.- chilló ella antes de tomarlo del brazo y halarlo hacia adentro.

-Hola.- saludo con una sonrisa forzosa. La mujer era una de las tantas tías de Sakura. De cabellos morados y ojos miel, era una persona muy alegre y efusiva. Había simpatizado con Sasuke al instante maravillándose por lo guapo que era y por la buena elección que había hecho su sobrina. Al moreno le caía muy bien, de hecho le recordaba a su mejor amigo algunas veces.

-Sakura ya está lista.- ella sonrió amablemente, era muy guapa solo que tenía un poco de sobrepeso-. Está muy hermosa.- agregó.

-Seguro.

-Ohh... Alguien más venía contigo ¿cierto?- ella puso un dedo en su barbilla, recién recordando aquello.

-Si, son mis padres.

-¿Y hasta ahora me lo dices?.- la mujer mostró una cómica mueca horrorizada-. Ven, preséntamelos.- tomándolo del brazo, le hizo volver sobre sus mismos pasos. Desde la puerta abierta, Mikoto miraba la escena con diversión, tras ella, Fugaku se encontraba siempre serio.

-Ella es mi madre, Mikoto Uchiha.- señaló a su progenitora.

-Un gusto conocerla.- la tía de Sakura, extendió una mano rápidamente, agitándola con efusividad en cuanto la pelilarga la tomó-. Soy Sakumo Haruno.

-Un placer.- su madre sonrio.

-Y el es mi padre, Fugaku Uchiha.- presentó el moreno.

-Un gusto.- el hombre se adelanto, bajando la mirada en un silencioso saludo.

-Igual.- volteó hacia Sasuke-. Ya se de donde eres tan guapo, tus padres son una pareja perfecta.- elogió ella.

-Muchas gracias.- Mikoto se mostró alegre.

-No hay de que, le comentaba a Sasuke que Sakura ya estaba lista, ahora la iré a llamar, pueden pasar a la sala.- señaló la estancia-. Kisashi está allí.- agregó antes de encaminarse a las escaleras-. Por cierto... Están en su casa.

Sasuke negó con la cabeza guiando a sus padres hacia la sala. Dentro, tal como Sakumo había señalado, se encontraba el padre de Sakura. Tras un caluroso saludo por parte de todos, ellos tomaron asiento.

Su padre se largo a hablar con Kizashi de ciertas negociaciones que manejaban juntos. Luego de años y años de conocerse, ambos buenos amigos, habían decidido invertir en un trabajo juntos. Cada quien tenía su empleo individual, pero desde un par de años atrás, habían decidido unir sus mentes y capital, para levantar un negocio propio.

Mikoto, en ese momento estaba muy entretenida con su celular, era una mujer muy sociable y por lo mismo tanto, bastante dada a las redes sociales. Sasuke se había resignado a que todos sus conocidos supieran, por medio de su madre, que ese día finalmente saldría de la preparatoria.

El moreno observaba fijamente la entrada de la sala, a la espera que su novia saltara a la vista. Llevaba tres días sin tenerla para si, los únicos momentos en que había podido estar con ella, eran durante el colegio, pero entre las clases y sus amigos, tampoco habían podido tener mucho tiempo a solas. Sasuke debía admitir que se había acostumbrado tanto a ella, que la había extrañado a horrores.

El tiempo empezó a transcurrir bastante lento, Sasuke empezó a mover el pie, en un viejo tic de ansiedad. Observo su reloj de mano, notando que faltaba media hora para el inicio del acto. El colegio quedaba a escasos diez minutos por lo que tenían aún bastante tiempo. Una mirada más a la entrada de la sala, le hizo preguntarse cuanto más iba a tardar Sakura.

Sasuke gruñó cuando su celular vibro, lo saco del bolsillo del pantalón y observó la notificación de Whatsapp que tenía. Naruto le había mensajeando preguntándole si ya iba en camino.

Sasuke suspiro contestándole que estaba esperando por Sakura. El Uzumaki le mando caritas de risa, aclarándole luego que confiaba en que estuviera sentado, pues la espera se extenderia por varios minutos más. Luego de eso se largaron a hablar de la espera que también estaba haciendo Naruto, por su novia de solo pocos meses, Hinata Hyuuga.

Después de que Sakura se emparejará con Sasuke, el rubio se había visto a sí mismo, creyendo que nunca gustaría de ninguna otra chica, hasta que Hinata Hyuuga, le había hecho cambiar de opinión. La dulce chica que él había conocido desde los pañales, de la noche a la mañana había cambiado volviéndose sorprendentemente atrevida y demasiado sexy. Naruto había quedado sorprendido por el cambio de su mejor amiga y no había dudado en decírselo, la chica simplemente habia dejado ir el tema, alegando que ella ya había crecido y por lo tanto, cambiado.

Su nueva actitud y manera de desenvolverse le había hecho muy popular entre el población masculina del colegio y de pronto Naruto se había encontrando celándola y sintiéndose posesivo con ella, hasta que se habia dado cuenta que lo que sucedia no eran solo celos de amigos, sino algo más profundo. Había sido entonces que la chica había admitido que había hecho aquel cambio para llamar su atención y desde entonces ambos había aceptado sus sentimientos y habían empezado a salir.

Sasuke no podía evitar comparar su propia experiencia con la de Naruto. Sus historias tenían cierta simetría y por fortuna, un desenlace similar. Aunque por suerte para él, sus padres y los de Sakura habían dado su bendición a la primera, en cuanto se habían enterado de su relación, caso contrario a Naruto, que había tenido varios meses de tensión y angustias para que Hiashi Hyuuga, le aceptara como yerno. El hombre era muy celoso con sus hijas y solo debido a que conocía a Naruto y a la familia Uzumaki desde jóvenes, es que al final, había dado su brazo a torcer.

En ese momento, Naruto al igual que él, esperaba a que su novia estuviera lista. Ambos estaban igual de ansiosos, aunque hablar con el otro, había menguado de cierta manera, la molesta frustración.

-Sasuke.- una dulce voz le distrajo, trayéndole a la realidad. El moreno levantó la mirada y observó sorprendido y definitivamente admirado, a su novia. Sakura estaba al pie de la entrada de la sala. Llevaba un vestido de encaje verde hoja, varios centímetros por sobre la rodilla. Sin mangas, con un escote corazon que elevaba sus bonitos pechos, la estrecha cintura bien marcada y un vuelo que caía gracialmente sobre sus redondas caderas. Su cabello estaban recogido en un moño y su rostro estaba sutilmente maquillado, solo lo necesario para embellecer sus facciones. Estaba sencillamente preciosa y Sasuke se tomó un segundo para admirarla.

-Que linda estas Sakura.- soltó Mikoto alegremente. Sasuke parpadeo antes de carraspear e incorporarse. Se acercó a su novia y la tomó de la mano, sonriéndole. Quería decirle que estaba bellísima y que era la chica más bonita del mundo, pero todos los presentes estaban demasiado pendientes de ellos y eso les haría avergonzar a ambos, por lo solo le dio un beso en la frente y Sakura pareció entenderle a la perfección.

-Mikoto, Fugaku.- la pelirrosa hizo una suave inclinación, saludando a sus suegros.

El moreno mientras tanto, pasó un brazo por la estrecha cintura de su novia, abrazándola a su cuerpo en un posesivo agarre. Estaba un poco más alta, con sus tacones plateados, por lo que la cabeza de ella encajo perfectamente en el hueco de su hombro.

La madre de Sakura no tardó en hacer su aparición, salundando a todos con efusividad. A eso le siguieron un montón de comentarios sobre la bella pareja que hacían. Sakura y Sasuke tuvieron que posar de diferentes maneras para las fotos y tardaron más de veinte minutos antes de tomar camino. Los Uchiha fueron los primeros en adelantarse.

Sasuke le abrió la puerta del auto a Sakura y esperó a que ella estuviera acomodada para dar la vuelta y entrar también al vehículo. Arrancó en un santiamén y una vez en carretera no dudó un segundo en expresar lo que no había podido decir en compañía de sus padres.

-Estas hermosa.- susurró levantando su mano hacia ella, Sakura rápidamente la tomó, entrelazando sus dedos. Sasuke se llevó la mano de ella hacia sus labios y le dio un beso en la palma.

-Gracias.- susurró Sakura-. Tú también te ves muy guapo.- ella se sonrojó un poco.

-¿Crees?- Sasuke sonrió de lado-. Realmente no tengo muchas ganas de ir.

-Lo sé... Gracias por hacerlo por mí.

-No hay problema.- fijo su mirada en ella, en cuanto se detuvó en un semáforo en rojo-. Vale la pena si estoy contigo.- lo dijo en apenas un susurro, pero fue suficiente para que Sakura lo escuchara.

La pelirrosa sintió como el corazón se le derretía. Sasuke era demasiado formal la mayoría del tiempo, pero cuando estaban juntos, se transformaba totalmente y Sakura lo amaba por eso y más.

-Te quiero.- musitó inclinándose hacia él y dándole un beso en los labios. Sasuke se mostró sorprendido por unos segundos, pues eran pocas las veces que ella había tomado la iniciativa entre ellos, pero rápidamente reaccionó, pasando una mano por su nuca y sumergiendo su lengua en la boca de ella. Sakura gimió tomando las solapas de su saco, Sasuke le acarició la piel con movimientos lentos, bajando por su espalda hasta su cintura.

Poco a poco el beso paso a otro nivel, sus lenguas chocaban y sus manos picaban por acariciar la piel del otro.

Desgraciadamente, un pitido les hizo reaccionar. Sasuke se separó bruscamente de Sakura, observando su respiración agitada y sus ojos dilatados. Gruñó de frustración y tomando el volante, arrancó nuevamente, reprimiéndose por haber llevado las cosas a otro nivel.

Ya los besos inocentes de Sakura no bastaban para él y una mirada de reojo hacia ella, le hizo entender, que tampoco eran suficientes para su novia.

Sasuke había logrado que la pura e inocente Sakura se corrompiera de la mejor forma. Habían sido interrumpidos durante dos ocasiones, justo antes de hacer el amor y eso les había dejado insatisfechos a ambos. La primera vez, Sakura se había avergonzado demasiado y se había mostrado tímida durante varias semanas. La segunda, su chica se había sentido más frustrada que apenada, Sasuke había logrado despertar el verdadero deseo en ella y desde entonces los besos inocentes pasaban rápidamente a ser fogosos e intensos. Sasuke necesitaba hacerla suya rápidamente y estaba segura que aunque ella, no lo decía, también quería concluir de una vez por todas, la situación.

Por ello, el Uchiha había tomado el asunto en sus manos. Luego del baile llevaría a Sakura consigo a un lugar especial. En las afueras de la ciudad, había un hotel, en el que las habitaciones estaban distribuidas por el bosque. Eran pequeñas cabañas, muy acogedoras y agradables. Sasuke había reunido todo el dinero posible para alquilar una de ellas. Esperaba llevar a Sakura allí y poder hacer el amor con ella, sin el peligro de que alguien les interrumpiera. También había anticipado la llegada a casa, pues desde un inicio les había dicho a sus padres que dormiría en casa de Naruto, y por suerte, Ino había convencido a Sakura de irse con ella luego de la fiesta.

La mejor amiga de su novia era una manipuladora de lo mejor. Sasuke sabía que en ella tenía una excelente aliada.

El camino hacia el colegio fue bastante corto. En cuanto llegaron, Sasuke bajo del auto y abrió la puerta de Sakura. Ella le tomó la mano y descendió con cuidado, no era muy comun que usara tacones.

Tomados de las manos, se encaminaron hacia el interior. El cielo estaba iluminado en matices amarillos, naranjas y rojos, dando paso al atardecer. Eran más de las tres de la tarde y el acto ya estaba apunto de dar inicio.

En cuanto llegaron al que era su salón, pudieron notar el movimiento dentro. La mayoría de sus compañeros de clases estaban allí, muy glamorosos y elegantes, con esmóquines y vestidos.

-¡Sakura!- el chillido les distrajo. Ino corrió hacia ellos rápidamente, como si no estuviera usando unos tacones de dieciséis centímetros.

-Ino.- la saludo la pelirrosa con una sonrisa.

-Pero que bien te ves.- la elogió su amiga-. Que linda estas.

-Gracias.- Sakura se sonrojó un poco, era la primera vez que iba con ropa informal al colegio, aunque el vestido no tuviera nada de informal. Siempre sus compañeros habían acostumbrado a verla con uniforme, por lo que se sentía extrañamente expuesta.

-¿Y yo? ¿Como crees que me veo?- la rubia dio una vuelta sobre sí misma, mostrándose. Llevaba un vestido entallado de color azul oscuro, que le quedaba a la medida y que hacía que sus ojos resplandecieran como faroles. Su cabello estaba en un recogido de lado, despejando sus hombros desnudos. Estaba muy guapa.

-Te ves muy bonita.- admitió Sakura.

-Gracias...- la rubia volteó hacia el moreno-. ¡Hola Sasuke!... ¡Que guapo te ves! ¡Muy sexy! Te la voy a robar un rato.- y con eso, tomó la mano de su amiga y la halo hacia el grupo de chicas que se encontraba al fondo del salón.

Sasuke suspiro antes de acercarse a sus amigos, todos reunidos en el rincón opuesto, hablando y bromeando entre ellos.

-¡Sasuke!- exclamó efusivamente Suigetsu.

-Hn.- saludo el moreno.

-Al final si viniste... Y yo que creí que Sakura vendría sola.- dijo Kiba sonriente. Sasuke lo ignoro al tanto de las tonterías que decía comúnmente.

-Por cierto, ahora que lo dices Kiba ¡Que guapa está Sakura!- el Hozuki observó a la pelirrosa interesado-. ¿Quién iba a pensarlo? Pero que escondidito te lo tenías Sasuke.- se acercó al moreno y con una sonrisa pervertida, le pulló las costillas con el codo. El Uchiha lo observó seriamente, con ojos asesinos.

-Cuidado.- advirtió únicamente. Fue suficiente para que Suigetsu supiera que Sasuke no aguantaría bromas relacionadas con su novia.

-Déjalo ya pez.- Kiba intervino justo a tiempo.

-Las novias de los amigos se respetan.- dijo Neji cruzado de brazos.

-Ni que hubiera hablado nada malo de ella. Yo la respeto mucho.- Suigetsu hizo un puchero-. Mira que entre todas, es la gatita oficial de Sasuke.- se burlo.

El silencio se hizo por unos segundos, tensó como las cuerdas de una guitarra. Suigetsu supo que talvez había hablado de más. Sasuke era muy calmado la mayoría del tiempo, pero ellos habían aprendido que cuando se trataba de su novia, tendía a ser bastante susceptible, prueba de ello había sido el puñetazo que le habia dado a Gaara y la advertencia que luego les había hecho a ellos mismos, de nunca volver a decirle cosas a Sakura.

Sasuke estaba evidentemente enamorado, tanto que ellos por primera vez le habían visto verdaderamente feliz. Nunca engañaría a Sakura, sabian mejor que nadie cuan recto era, peor aún, cuan cegado de amor estaba, para siquiera voltear a ver a otra chica. La insinuación era impensable y Suigetsu empezó a sudar frío.

-¿Quieres subir por tu diploma con el rostro golpeado?- Naruto llegó de pronto, para aligerar el ambiente. Iba con un traje azul oscuro y se veía sorprentemente decente.

-Y ya vino el que faltaba.- se burlo Kiba.

-No te pierdes una.- dijo el antes callado, Sai.

-Yo siempre estoy en todo.- Naruto no mostró vergüenza mientras se acomodaba el saco.

-Siempre.- suspiró Neji.

-Vaya teme, veniste incluso antes que yo.- dijo el rubio, llamando la atención de Sasuke.

-¿Problemas con Hiashi?- se mofó el moreno un poco más relajado. La presencia de Naruto, daba el equilibrio perfecto a su grupo de amigos.

-¿Cuando no?-aportó el Hyuuga.

-Gracias cuñado.- soltó sarcásticamente Naruto, viéndole mal.

-A todo esto... ¿Y Hinata?- preguntó el Inuzuka.

-Estaba hablando con su padre, no tarda en venir... ¿Porque?- preguntó de pronto serio.

-Curiosidad.

-Lo que quiere es saber si está tan guapa como las otras chicas.- Suigetsu nuevamente metió la pata.

-¡¿Que dices?!- se sonrojó Kiba-. Nada que ver.

-Más te vale.- el rubio le observó con los ojos entrecerrados. Naruto al igual que Sasuke, era súper celoso cuando se trataba de su novia, con la diferencia que él no tenía problemas en irse a los golpes con cualquiera.

-Y se pusieron intensos otra vez.- suspiro Sai cansinamente.

-¿Porque habríamos?... Cada uno tiene a su chica ¿no?- Neji les miró seriamente-. Ya dejen de estar provocando problemas.- masculló de manera general, aunque su mirada se centró en Suigetsu y termino en Kiba.

-Como sea... Yo tengo a mi Natsuki, no necesito ver a otra chica.- Kiba se encogió de hombros con los brazos cruzados.

-Y yo tengo que conformarme con la zanahoria.- dijo el peliblanco volteando la mirada por sobre el hombro, para observar a la chica de cabello y ojos rojos, que estaba discutiendo en ese momento con Ino, sobre quién estaba más guapa. Secretamente, Suigetsu pensó que la más bonita de todo el salón definitivamente era su chica.

-Mi Hinata no viene.- Naruto se asomó a la puerta, para ver porque su novia aún no había hecho su aparición.

-¿Y Tenten?- preguntó Sai a Neji.

-Me avisó que se iba a retrasar un poco.

-Hinata.- el grito de Naruto, llamo la atención de todos. La chica Hyuuga se encontraba entre los brazos posesivos de su novio, siendo casi asfixiada. Ino tuvo que ir a su rescate.

-¿Donde la llevas?- lloriqueo el rubio.

-Allá está tu grupo.- señaló la Yamanaka.

-No, mi Hinata es más linda y más agradable que ellos- sus ruegos no dieron el fruto deseado, por lo que resignado, Naruto se acercó a los chicos.

-Eres tan gay Naruto.- se burló Sai-. Te tiene de los huevos.

-Mira quién habla.- el ojiazul no se quedó atrás-. En tu relación quién lleva los pantalones es Ino.

-Que problemático.- tras ellos se encontró el genio del salón, Shikamaru Nara. Siendo seguido de cerca por su cuñado, Gaara. Todos se saludaron.

-Falta alguien ¿verdad?- Naruto puso una mano bajo su barbilla.

-Kankuro no ha de tardar en venir.- masculló Gaara.

-Ni Lee, Tenten viene con él.- dijo Neji mientras tecleaba en su celular.

-¿Tu chica?- preguntó Suigetsu a Shikamaru.

-Por allá.- el perezoso señaló hacia el grupo femenino que cuchicheaba.

-Creo que serían todos.- masculló Sai.

-No.- Sasuke volteó hacia Gaara, se llevaba muy bien con el chico, luego de conocerlo por medio de Sakura y de que empezara a andar con una chica del salón. Especialmente, después de que se consiguiera novia y no representará ningún peligro-. ¿Matsuri?

-Esta retrasada.- contestó el pelirrojo.

-Chicos... ¿Están listos?.- al salón entró la guapa profesora de Literatura, Kurenai Sarutobi.

-Claro que si –ttebayo.- exclamó efusivamente Naruto.

-¿Están todos aquí?- preguntó ella.

Kiba le informó sobre las personas faltantes. La mujer lo dejó ir ya que eran pocos y se apresuró a entregarles sus togas y respectivos birretes, dejando aparte los de los faltantes. Todos se vieron listos en pocos segundos y luego la profesora salió del salón, avisándoles que el evento iniciaría en quince minutos.

Poco tiempo después llegaron los que faltaban. Y tal como Kurenai se los había dicho, todos salieron del salón a la hora en que ella les habia señalado. Allí dejaban tantos recuerdos por lo que la mayoría se pusieron un poco nostálgicos.

El acto inició sin contratiempo. Shikamaru dio el discurso y hubieron algunas lágrimas. Luego siguieron con la entrega de diplomas y una hora después, habían salido oficialmente de la preparatoria.

Se tomaron fotos, rieron, lloraron, se abrazaron y festejaron por aquellos momentos juntos. Tiraron los birretes al aire, hubieron gritos y oraciones, y recuerdos que jamás olvidarían.

Luego vino la fiesta.

El baile a pesar de ser presuroso y desorganizado, al final fue bastante bueno. Bailaron, comieron, bebieron ponche y alcohol que ilícitamente habían contrabandeado, y se divirtieron.

La noche entro, las horas transcurrieron y finalmente Sasuke creyó que era momento de seguir con sus planes.

-Vamos.- Sasuke tomó a su chica de la mano, indicándole que era hora de marcharse.

-¿Ya?- Sakura se mostró un poco desilusionada-. Pero yo voy con Ino.- señaló a la rubia que bailaba muy pegada a Sai.

-No creo que sea buena idea.- Sasuke rápidamente busco una excusa-. Ino está un poco borracha ahora.- le hizo ver. No estaba lejos de la verdad. La rubia se había pasado de copas y estaba un poco más cariñosa de lo normal.

-Pero le dije a mis padres que iría a dormir a su casa.- ingenuamente, Sakura se mostró un poco disconforme. Sasuke había querido darle una sorpresa, pero supo que era mejor decirle cómo iban a ser las cosas si quería irse ya. Llevaba esperando por ese momento muchos años.

-No cariño.- se inclinó a susurrarle al oído-. Tú pediste permiso para dormir esta noche conmigo.

-¿Como?- Sakura se separó exaltada y sonrojada.

-Como lo oyes. Tú y yo nos vamos ahora.- y sin más, la halo hacia la salida del salón. No se despidieron de nadie, pues todos estaban muy entretenidos con sus respectivas parejas, pero al final aquello realmente no importó pues la ansiedad de Sasuke y los nervios de Sakura, no les permitieron pensar en nada más.

El camino hacia el hotel fue silencioso. Sasuke manejaba con mucho cuidado, era de noche y sabía que tenía mucho tiempo. Tenía a Sakura para si, durante toda la noche.

La pelirrosa iba nerviosa en su asiento, tenía una idea del plan de Sasuke y aunque era un poco presuroso, sus nervios no tenían nada ver con el miedo y si mucho con la ansiedad y excitacion. Debía admitir que había estado esperando por aquel momento por mucho tiempo.

Llegaron al lugar sin contratiempos, Sasuke ayudó a Sakura a salir del coche y juntos se encaminaron hacia la cabaña principal. Dentro les recibió un chico unos años mayor que ellos, Sasuke solo tuvo que darle su recibo para que él les diera la llave de su cabaña, dejaron la recepción rápidamente.

El camino de las cabañas era iluminado y bastante bonito para un paseo nocturno, por lo que no tuvieron ningún problema en llegar. Sasuke abrió la puerta y juntos se adentraron al calor del interior.

-Es muy bonita.- susurró Sakura hablando después de un extenso silencio.

El interior era un poco rural, pero muy agradable en su sencillez. Había una enorme cama de dosel en una esquina, cortinas de encaje blanco en las ventanas. Un chimenea del otro lado y una alfombra acolchonada justo frente a ella. El fuego estaba encendido, era tenue y apenas se sentía, el ambiente dentro era el ideal.

Sakura miró nerviosa hacia la cama y luego dio media vuelta para localizar a Sasuke. Él estaba aún apoyado en la puerta, tenía el cuerpo tenso y la observaba con una intensidad que debió haberla puesto nerviosa, pero que en realidad le gusto.

Dio media vuelta hacia él y le miró también, fijamente a los ojos. El silencio siguió entre ellos, ninguno dijo nada y la tensión se sintió en el ambiente.

-¿Entonces?- la pregunta de Sakura floto en el aire.

Un segundo después ambos estaban en los brazos del otro. Ninguno supo quién había dado el primero pasó, pero se vieron envueltos en extremidades ansiosas y en una pasión sin igual. Sus labios se encontraron y todo dentro suyo hizo erupción.

Sasuke tomó el rostro de Sakura entre sus manos, poniéndola en el ángulo correcto para hundir su lengua dentro de la boca de ella. Sus labios se succionaron mutuamente mientras sus cuerpos se ondulaban en busca de un contacto más cercano.

Sakura gimió en algún punto y Sasuke no perdió tiempo tomándola de los muslos y subiéndola a su cadera. Un segundo después, chocaron contra la cama y cayeron en un suave rebote. Las piernas de Sakura abrazaron la cadera masculina y las manos de Sasuke acariciaron los cremosos muslos.

-Te necesito.- susurró el moreno separándose de ella con la respiración agitada. Sakura le devolvió una mirada excitada, sorprensiva y demasiado sensual. Ella también le necesitaba y en esa ocasión no dudó en decírselo.

-Yo igual.- suspiro enterrando los dedos en las hebras oscuras de sus cabellos. Sasuke se estremeció y se lanzó de lleno a sus labios mientras sus manos se aventuraban más arriba, acariciando primero las caderas desnudas, jugando con el elástico de su tanga y moviéndose después para abarcar todo lo posible de sus glúteos. En un movimiento descarado, le tomó ambas mejillas del trasero y la pego por completo a su ereccion, que estaba apunto de explotar dentro de sus pantalones.

-Sasuke.- gimió la pelirrosa.

El moreno abandono sus labios para adorar su cuello y luego sus hombros desnudos. Sus manos subieron y halaron el escote para liberar sus pechos. El vestido no permitía el uso de un sostén y Sasuke realmente lo agradecía.

Sakura no tuvo tiempo de respirar siquiera antes de que los labios de Sasuke entrarán en contacto directo con sus pezones erguidos. La sensación era tan intensa que le hizo temblar. La pelirrosa sintió escalofríos, sintió un nudo en el pecho y como si corazón estuvo apunto de salirse de su lugar, sintió palpitaciones intensas en la entrepierna y como su centro se llenaba de una humedad extrañamente excitante. Sakura arqueo la espalda y ondulo las caderas mientras suspiraba continuamente. Sus dedos volvieron a los cabellos oscuros y se aferraron en un agarre que en lugar de distraer a Sasuke, le hizo aún más intenso.

El moreno bebió de sus senos como si se alimentará de ellos. Sus manos se centraron en las cumbres inferiores, primero acariciando su piel y luego apretando hasta enterrar los dedos. Una voz le dijo que si seguía de aquella manera iba a dejar marcas, pero en lugar de detenerle, eso le instó a proseguir, queriendo marcar cada parte de Sakura como suya.

Sasuke respiro entre bocadas mientras sus manos se precipitaban al escote del vestido de Sakura, bajándolo hasta la cintura. Su deliciosa piel le tenía loco, Sakura era una adición y estaba tan necesitado de ella que Sasuke sentía que en cualquier momento podria explotar. Bajo los labios y lamió la parte inferior de su seno derecho, luego descendió en un camino de besos hasta su pequeño ombligo, pegando la nariz a su piel, y luego volvio a pasar la lengua como si tratara de algún dulce sabroso.

Sakura gimió bajito, arqueándose nuevamente bajo su cuerpo. Miles de sensaciones la atacaban al mismo tiempo y tenía la urgencia de sentir a Sasuke más cerca de ella. Sabía lo que sucedería esa noche y por extraño que pareciera, no tenía miedo. Quería unirse a Sasuke de la manera más básica posible. Quería ser suya y que él fuera de ella.

Rompiendo todo contacto con la piel de la chica, Sasuke se incorporó en la cama, poniéndose de rodillas sobre la cadera de Sakura y apoyando las manos impacientes en sus muslos.

El cuerpo le temblaba y se sentía apuntó de perder el control. Tenía que tranquilizarse por el bien de su primera vez, el de Sakura y el suyo propio. Había planeado ese encuentro con mucho cuidado, teniendo en cuenta que debía ser especial. No quería arruinarlo solo por qué la calentura se le había subido a la cabeza. Se obligó a respirar hasta que la cordura se abrió paso en su mente excitada, la agitación se esfumó y sus pensamientos se centraron exclusivamente en hacer las cosas bien. No quería que Sakura se arrepintiera en ningún momento de aquello, quería que su encuentro fuera tierno, apasionado, perfecto y eterno. Quería que fuera un buen recuerdo.

Más calmado, Sasuke abrió los ojos, dándose cuenta hasta entonces que los había cerrado y luego bajo la mirada hacia la maravillosa figura semidesnuda de su novia, bebiendo de su imagen.

Sakura estaba agitada, tenía la piel sonrosada, los pechos erguidos, rojos y húmedos, el vestido mal acomodado y estaba tan hermosa frente a él.

Sasuke apoyó las manos a los lados de su cabeza mientras se inclinaba sobre ella. Sus labios se precipitaron en su frente caliente, bajaron por el lado izquierdo de su rostro y se apoyaron en su mejilla. Se demoró unos cuantos segundos allí, dejando que la expectación flotara en el aire, luego se movió sus labios hinchados. Sakura gimió suavecito e intentó profundizar el beso pero Sasuke se separó antes de corresponder. La pelirrosa refunfuñó agitada y frustrada, y aunque en cualquier otra ocasión Sasuke habría reído, se limitó a besar su cuello mientras sus manos se aventuraban a la cintura de ella. El moreno volvió a erguirse, la tomó de los brazos con suavidad y la obligó a incorporarse en la cama, hasta quedar sentada.

La expresión de Sakura era todo un poema. El moreno apoyó apenas su propio peso sobre los muslos de ella mientras le tomaba el rostro entre las manos y le besaba nuevamente los labios, en movimientos superficiales. Sakura ronroneo y se agarro de su saco quejándose, Sasuke sonrió mientras se alejaba de ella.

Sus respiraciones se entremezclaban y pegaban en sus rostros. Sus ojos entrecerrados se fijaron en los del otro y sus pechos se rozaron ligeramente. Sasuke presionó las manos en la cintura de ella por un momento, antes de guiarlas hacia hacia el cierre trasero de su vestido. El sonido se extendió por toda la habitación mientras lo bajaba, logrando que un escalofrío les recorriera.

Sasuke apoyó su mejilla contra la de Sakura moviéndola ligeramente, en caricias suaves. Sus manos se encargaron de terminar el trabajo en su vestido y luego se vio empujando a la chica contra el colchón y extendiendo su cuerpo. Sakura chilló y le observó extremadamente sonrojada y sorprendída. Sasuke no tuvo ojos más que para la piel desnuda. El vestido se había quedado atascado en sus caderas y todo su pecho y abdomen estaban al descubierto.

-Bonitos.- susurró mientras una de sus manos se movía al seno derecho. Sakura gimió y se arqueo ligeramente, muy sensible. Sasuke había notado desde la primera vez que ella realmente se excitaba cuando le tocaba los pechos. Eso era algo bueno ya que él debía admitir que tenía cierta fascinación con su piel blanca y sus pezones rosados.

-Sasuke.- suspiró ella. El moreno no perdió un segundo inclinándose y tomando entre sus labios, la pequeña cuenca que él mismo había manipulado para su disfrute. Sakura gimió y se removió excitada. Sasuke le tomó el pezon entre los dientes y le lamió la piel de porcelana. Su mano libre se encargó de manosear el otro seno palmando su suavidad y estrujando entre sus dedos la erguida perla que se encontraba en el centro.

-No Sasuke... No, yo voy...- el moreno observó sorprendido como Sakura empezaba a temblar. Su voz se elevó en gemido y ronroneos puramente excitados, y su cuerpo se ondulo. Sakura tuvo un primer pequeño orgasmo. Su cuerpo se estremeció en olas de placer y su centro se lúbrico para recibirle.

Sasuke sonrió contra su piel, dandole un último y contundente mordisco al pequeño pezon rojo, antes de dejarlo en libertad. Sus manos se movieron a las caderas de Sakura, tomándolas y halándolas hacía él hasta ubicarle en la posición correcta, con sus piernas a su alrededor. El vestido era un estorbo, pero Sasuke quería la anticipación, por lo que no pensaba quitárselo aún. Tomó el dobladillo de encaje y lo enrollo en la cintura antes de fijar su mirada en la pequeña y sensual tanga negra. La piel pálida de Sakura contrastaba perfectamente. Sasuke acercó una mano a su monte y esta vez no vaciló en correr la braga. El centro de Sakura estaba sonrosado, húmedo y caliente. Sasuke pasó el índice entre sus labios saboreando su victoria. Sakura gimió y se removió bastante sensible a las sensaciones.

El moreno dejó lo que hacía por un momento, tomó las piernas de Sakura y las acomodó sobre las suyas, luego se inclinó y tomó una almohada para ponerla bajo el bonito trasero, dejándola en el ángulo perfecto para prepararla para él.

-Sasuke.- suspiró Sakura nerviosa por verle tan concentrado en su sexo. Aquello era vergonzoso y sus mejillas empezaron a arder con intensidad.

-Calma... Eres muy bonita aquí también.- le dijo mientras volvía a usar sus dedos. Índice y medio se apoyaron en el inflamado y sensible clitoris. Sakura arqueo las caderas y gimió suavemente. El moreno no le dejó tregua. Su pulgar recorrió el húmedo camino hasta encontrar su pequeña raja, la presión al inicio fue superficial, Sasuke tuvo especial cuidado en introducir su dedo, aunque no era realmente necesario pues Sakura estaba tan mojada que no hubo incomodidad.

Los movimientos fueron medidos, sincronizados y sin prisas. Sasuke se encargó de excitarla y prepararla perfectamente para recibirle. La cabeza estaba apunto de explotarle y tenía el cuerpo tenso y el miembro dolorido, pero se negaba a dejarse llevar por la excitacion. Necesitaba tomar las cosas con calma.

-¡Sasuke!... Necesito que...

-¿Que?- le preguntó mientras ingresaba un segundo dedo. Sasuke usó la otra mano para no perder el contacto sobre su clitoris, mientras empezaba a bombear dentro de ella.

-Ohhh... ¡Sasuke!, yo no... No puedo.- gemia la pelirrosa continuamente. Las piernas empezaron a temblarle, su centro empezó a contraerse y el mundo entero de Sakura se centró en los dedos que entraba y salían de su interior.

-¿Que necesitas?- Sasuke se atrevió a ingresar un tercer dedo y el cuerpo de Sakura perdió el control. Temblores continuos le recorrieron y sus músculos vaginales apresaron a Sasuke haciéndole gemir. El jugo de su pasión le lleno la mano. Sasuke observó el líquido translúcido con fascinación. Su mirada se desvió a Sakura, observandola deshecha en la cama. Apenas podía controlar la respiración y los estremecimientos que aún recorrían sus extremidades.

Sasuke ya no podía contenerse. Se quitó el saco y luego la camisa. Las prendas flotaron en el aire y terminaron en el suelo. Sasuke llevó las manos temblorosas a su pantalón, desabrochándolo rápidamente. Metió una mano dentro y saco su miembro palpitante. El simple contacto con sus dedos fue una auténtica tortura. Estaba demasiado excitado y ya no podia esperar más. Su mano se movió sobre su pene, de adelante hacia atrás. Placenteros escalofríos recorrieron su espalda y su mirada se paseó por la figura semidesnuda de su novia mientras se tocaba. Estaba a punto de explotar y necesitaba la liberación para hacer de aquella expericiencia no solo algo inolvidable, sino también duradero.

-Sasuke.- la voz de Sakura le saco de la neblina sexual. El moreno observó sus ojos oscurecidos y luego sus labios rojos.

Sasuke movió la mano con más insistencia, urgido por descargarse. Nunca había pensado que Sakura le viera masturbarse, pero irse al baño tampoco era una opción. Con perversa concentración, la observó bajar la mirada y fijarla en su entrepierna. Su miembro se engrosó y pálpito bajo su escrutinio.

Sakura se sonrojó furiosamente y apartó rápidamente la mirada levantándola hacía el rostro de Sasuke. Tenía los labios entreabiertos dejando escapar su respiración y sus ojos eran demasiado intensos. Sakura podía observar el movimiento de su mano y podía imaginarle tocandose a sí mismo. La imagen era tan cruda y sensual que su cuerpo de pronto se sintió demasiado caliente. El miembro de Sasuke era grande y de un color más oscuro. Avergonzada y excitada, Sakura se encontró preguntándose si cabría dentro de ella y como se sentiría.

-Sakura.- gimió él y de pronto empezó a temblar ligeramente. Un ronco gruñido escapó de sus labios y un líquido espeso cayó sobre los muslos de ella. Sakura parpadeo un par de veces mientras le observaba recuperar la respiración. No pudo evitar bajar la mirada hacia su miembro semierecto y luego hacía sus propios muslos desnudos, notando un espeso líquido blanco, la liberación de Sasuke.

-Lo siento.- le escuchó decir. El moreno se encontraba avergonzado por su acción. Al inicio había pensado simplemente en tocarse para bajar un poco la excitacion, sin embargo notar la mirada de Sakura sobre él le había puesto demasiado caliente y no había podido contenerse. Solo esperaba que ella no encontrará desagradable aquello. Era su primera vez y no solo le habia visto masturbandose, sino también él la había llenado con su semen. Se inclinó hacia la mesita de noche, donde había una caja de servilletas, tomó unas pocas y limpio a Sakura, sintiendo las mejillas calientes, luego desechó el papel sucio a un lado.

-Esta bien.- la voz de ella se escuchó bastante ronca.

Se observaron a los ojos, con los cuerpos sensibles, necesitados y sus corazones sincronizados. Aquel momento era único, tan intimo y tan extrañamente hermoso que quisieron atesorarlo. Era la primera vez que se unirían como una sola persona y aquello tomó consciencia en sus mentes.

Sasuke se inclinó sobre la chica, pegando su torso a los pechos sensibles. Sus codos buscaron soporte en el colchón de la cama y sus manos se apoyaron en los cabellos de Sakura. Sasuke inclinó el rostro hacia ella observando sus ojos con atención. Un pulgar acarició el delicado contorno de su rostro y el otro se apoyó en la pequeña y respingona nariz. Sakura le dedicó una sonrisa temblorosa.

-Eres tan bonita.- le dijo mientras le acariciaba el rostro. Sakura rió suavemente y sus mejillas se sonrojaron aún más. Pasó los brazos por su cuello atrapándole y luego se inclinó hacia él y le dio un inocente beso en los labios, tan contrastante con la situación.

-Tú también lo eres.- el moreno frunció el ceño.

-No soy bonito.- se quejó.

-Eres hermoso.- sonrió ella-. ¡El novio más guapo del planeta!- exagero con emoción.

-Me conformo con ser el más guapo para ti.- aunque cursi, Sasuke no pudo evitar soltarlo, Sakura le miró y su corazón dio un vuelco por sus lindas palabras.

-Te quiero mucho.- susurró sobre sus labios. Sasuke le sonrió ligeramente y luego se inclinó y demandó sus labios con pasión.

-Yo también.- masculló entre el beso. Dejó su boca y beso su mejilla y luego su oreja.

-Sasuke.- se rió la pelirrosa removiéndose. Sus piernas se elevaron y rodearon las caderas estrechas del Uchiha. Otro movimiento y sus intimidades chocaron, cálidas, húmedas y demasiado sensibles. Sakura gimió y Sasuke gruñó mientras apoyaba la frente contra la de ella.

Necesito tenerte.- le dijo mirándole a los ojos. Sakura se sonrojó un poco avergonzada, pero no dudó en asentir bastante segura.

El moreno se apoyó sobre el colchón, de rodillas y tomó entre sus manos el vestido de Sakura decidido a quitárselo.

Pero, la magia se rompió.

Sakura respingo y Sasuke maldijo cuando en la habitación sonó el ringtone que el moreno tenía de llamada entrante. Les tomó unos pocos segundos reaccionar, la pelirrosa se irguió sobre sus codos y le miró.

-¿Sasuke?

El Uchiha negó con la cabeza y se inclinó hacia ella besándola. Aquellos labios la atacaron, la distrajeron y le quitaron la cordura. Pronto su espalda se vio apoyada nuevamente en el colchón y Sasuke estaba cernido sobre ella.

-Ignóralo.- le dijo él antes de erguirse y tomar el vestido entre sus manos. Sakura le observo y asintió, intensamente sonrojada. El teléfono dejó de sonar con los segundos y ellos volvieron a lo suyo. Sasuke tomó el vestido y con cuidado, para no romperlo, lo fue manipulando sobre las caderas anchas de Sakura.

El teléfono volvió a sonar justo cuando él terminaba de quitarle la prenda. Sasuke gimió frustrado y decidido a matar a la persona que estaba al otro lado de la línea. Se negaba a contestar, aquel era su momento privado con Sakura y no quería arruinarlo.

-Talvez sea importante.- susurró la chica indecisa. Sasuke no estaba dispuesta a escucharla dudar. Volvió a besarle los labios y se ubicó entre sus piernas mientras le tomaba las caderas. Empezó los movimientos, Sakura se vio perdida y sus pelvis chocaron deliciosamente. Los escalofríos iniciaron, la excitacion revivió y la temperatura subió.

Sasuke tomó las piernas de Sakura acomodándolas, luego tomó la pequeña braga decidido a tenerla desnuda para él. El teléfono volvió a sonar y esta vez no pudo evitar explotar.

-¿Quien mierdas está llamando a esta hora?- gruñó furioso mientras apoyaba el rostro contra el colchón, a un lado de la cabeza de Sakura. La pelirrosa suspiró temblorosa y le acarició el cabello en movimientos lentos.

-Talvez sea algo serio Sasuke.- intervino. El moreno negó levantando el rostro para mirarla.

-Tú también quieres asesinar a esa persona.- le dijo mientras volvía a besarla. Sakura gimió y se removió incomoda-. ¿Ves?

-Sasuke.- se quejó ella sonrojada.

-Talvez esta vez no vuelva a joder.- dijo al escuchar que el sonido ya se había detenido.

-Deberías ir a ver quién llama.

Sasuke apoyó la frente contra la de ella y cerró los ojos buscando calma. Luego con pereza e instintos asesinos se levantó. No pensaba devolver la llamada, solo quería ver quién sería su próxima víctima y de una vez apagar el teléfono, luego volvería a Sakura.

El saco estaba en una esquina de la habitación. Sasuke camino hacia él incómodo. Su ereccion estorbaba moviéndose sin cesar mientras andaba, por lo que tuvo que guardarla dentro de sus pantalones. El moreno bufo y se inclinó hacia el saco, buscó su celular y luego dio media vuelta y miró a Sakura. Ella estaba ya sentada, sus manos estaban entrelazadas frente a su regazo y sus pequeños y bonitos pechos estaban a la vista. Tenía el cabello despeinado y el peinado mal acomodado. Sasuke decidió que se lo soltaría para que le cayera sobre los hombros.

-¿Quién es?- le preguntó tímidamente. Sasuke negó con la cabeza caminando hacia ella.

-No se.

-¿Porque no ves?

-No quiero.- le dijo dejando el teléfono sobre la mesita a un lado de la cama.

-Talvez sea importante.- le recordó Sakura al verlo cernirse sobre ella. Sasuke se encargó de quitarle los broches y andinos del cabellos hasta dejar las suaves hebras libres.

-Nada es más importante que tu.- soltó con seguridad.

-Eso es muy lindo Sasuke.- susurró ella sonrojada-. Pero no me siento segura de que no contestes.- el moreno se agachó a su altura y le acarició el rostro.

-No lo dejaras ¿cierto?

Sakura negó con la cabeza aun más ruborizada. El moreno la observó fijamente, pensando en cuan adorable y tierna se veía de aquella manera, quería comérsela de la mejor manera, pero primero tenía que ver el teléfono. Suspiró cansinamente mientras se ponía de pie y tomaba el celular en mano, seguramente Naruto era el que había estado molestando.

Sasuke estuvo a punto de encender la pantalla cuando otra llamada entró, pensando en las casualidades del destino, bajo la mirada y observó que, para su sorpresa, aquella persona no era su tonto amigo.

-¿Quién es?- preguntó Sakura.

-Mi madre.

-¿Mikoto?... Ohh, talvez ella ha sido la que ha estado llamando tanto.- se puso las manos en el rostro caliente-. Qué vergüenza.

-Veamos qué quiere.- susurró Sasuke frustrado. Quería terminar todo aquello y volver a lo que antes estaba haciendo, con Sakura entre sus brazos y él entre sus piernas.

-Sasuke.- se escucho la voz de su madre en cuanto contesto.

-Dime.

-Te he estado llamando varias veces.

-No lo había escuchado.- se excusó-. Tuve que alejarme porque el sonido de la música es muy fuerte ¿Necesitas algo?

-Entonces todavia sigues en la fiesta.- dijo la mujer. Sasuke fruncio el ceño pero no dudó en dar una respuesta afirmativa, tenía un mal presentimiento de todo aquello.

-Si... ¿Que sucede?

-Es que Mebuki me llamo porque quería contactarse contigo, al parecer no encuentra a Sakura ya que no responde el teléfono. Ni ella, ni su amiga.- le aviso. Sasuke dio una mirada a su novia, mientras llevaba una mano a sus cabellos. Si Mebuki quería contactarse con Sakura enseguida, era por algo y eso le decía que aquella sería otra experiencia arruinada.

-¿Si?

-¿Pasa algo Sasuke?- dijo la pelirrosa en voz baja.

-¿Sakura está contigo cariño?- preguntó su madre. El moreno negó con la cabeza en dirección a su novia, mientras le hacía una seña para que siguiera en silencio.

-Si, sigue en la fiesta.

-Muy bien, entonces dile que Mebuki la está llamando.

-¿Sabes para que?- indagó-. Solo para decirle.

-Al parecer ya no podría quedarse en casa de su amiga, porque su familia preparo una cena especial. Creo que Kizashi pasara por ella.

-¿Si?- Sasuke sintió como su cabeza se hacía grande y como el ojo derecho empezaba a temblarle, en un viejo tic.

-Eso me dijo.- suspiró-. Bueno, te dejo querido. Le dices a Sakura y disfruten de su fiesta. Te veo mañana.

Claro.- el moreno colgó la llamada y dio media vuelta pensando que el mundo tenía algo contra él.

-¿Que dijo Sasuke?- le preguntó Sakura mientras se levantaba. Las manos suaves se apoyaron en su espalda. Sasuke suspiró.

-Tenemos que irnos.

-¿Porque? ¿Ocurrió algo malo?- ella se escuchó claramente preocupada.

-Tu familia te preparo una cena sorpresa, no podrás quedarte conmigo. Tenemos que volver porque Kizashi pasará por ti.

-¿En serio?- preguntó sorprendida.

Sasuke apretó los puños frustrado. Había preparado aquella noche con mucha antelación y cuidado, y ahora se veía arruinada.

-Lo siento.- la voz de Sakura se escucho muy triste. El Uchiha dio media vuelta sorprendido y la miró con la cabeza gacha y los hombros temblorosos.

-¿Porque?

-Yo quería estar contigo.- ella levantó el rostro. Tenía la cara sonrojada y los ojos cristalizados-. Quería que pasáramos la noche juntos.

-Yo también.- Sasuke la acercó a su cuerpo y la abrazo-. Pero tendremos muchas otras oportunidades.- intentó animarla. Sakura negó con la cabeza contra su pecho.

-Quería que hoy tuviéramos nuestra primera vez.- soltó con su voz de ratón. Con la mirada gacha, apenada y sumamente tímida.

-Yo igual.- sonrio y se agachó hasta quedar a su altura-. Lo planeé todo para que estuviéramos juntos hoy, incluso le pedí a Ino que te engañara para creyeras que ibas a dormir con ella.

-Ahora lo sé.

-Pero talvez no es momento aún para dar ese paso.- dijo el moreno, aunque fue más para sí que para ella. Habían habido tantos obstáculos cada vez que estaban apunto de hacer el amor, que talvez no era tiempo aún.

-Yo quería estar contigo hoy.

-Yo también.- Sasuke le acarició el trasero descaradamente-. Pero no se puede y tenemos que apurarnos, no queremos que tu padre nos vea llegando al colegio. Se hará muchas ideas y talvez si de en el blanco.- con una palmada en el glúteo derecho, la instó a apresurarse.

Mientras tanto él se encaminó al baño y se lavó el rostro y echo agua sobre su cuello. Aún estaba excitado pero sus planes habían sido frustrados nuevamente. Sasuke observó su reflejo mientras intentaba por todos los medios que su temperamento no explotara. No quería que Sakura creyera que aquello era su culpa, solo habían sido las circunstancias y una familia demasiado escandalosa.

Unas manos se colaron por su torso y un menudo cuerpo se pego a su espalda. Sakura apoyó una mejilla en su omoplato y luego le dio un beso a su piel.

-Te amo.- le dijo. Sasuke sonrió y volteó hacia ella para atraparla entre sus brazos y besarle el cabello. Se había vuelto a vestir, pero aún así, el moreno se sentía excitado con solo verla.

-Yo igual.- le aseguro.

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El camino hacia el colegio fue en silencio, pues cada uno estaba metido en sus pensamientos.

Sasuke se estacionó y tomados de la mano, volvieron a la fiesta. Sorprendentemente, la mayoría de sus compañeros de clases estaban aún allí, aunque más borrachos de cómo les habían dejado.

-Sakura.- el grito de Ino logró escucharse por sobre la música. La rubia no perdió un segundo, lanzándose sobre la pobre pelirrosa y alejándola de Sasuke.

-Ino.- dijo la chica acariciandole el cabello. El peinado antes bien elaborado, ya no existía y las hebras rubias estaban exparcidas por toda la espalda de la Yamanaka. Ino puso una mejilla sobre la de Sakura y la restregó mientras se pegaba totalmente a ella.

-¿Lo hicieron?, sí que lo hicieron... Sasuke quería que esta noche fuera especial. Quería comerte co...

-¡Ino!- gritó la pelirrosa escandalizada.

-Vamos frentona.- la tomó de pronto de la mano y la halo hacia la improvisada pista de baile con rapidez. Sakura la siguió a tropicones, quejándose por los tacones. La rubia no tenía ese problema pues andaba descalza.

-Así que por eso se fueron ¿ehh?- Sugetsu apareció de la nada y le pulló una costilla con el codo. Sasuke suspiró maldiciendo a las rubias lengua suelta.

-Teme... Te habías perdido, creí que ibas ir a dormir a mi casa y jugaríamos videojuegos toda la noche.- dijo Naruto mientras se plantaba frente a él haciendo un puchero.

-Se había ido.- Sai se unió al grupo tambien. Sasuke contó hasta diez para no mandarlos a todos al diablo. De por si no se encontraba de humor luego de la interrupción con Sakura, menos ahora que sus amigos parecían dispuestos a terminar de arruinarle la noche.

-¿A dónde te fuiste teme?- Naruto se rasco la nuca-. Ni siquiera me había dado cuenta.

-No es nada extraño en ti.- Kiba llegó y le dio una palma de consuelo en la rubia cabeza.

-¡Óyeme!- reclamó el Uzumaki buscando pelea.

-Sasukito estaba un poco desesperado por experimentar el amor.- se burló Suigetsu.

-¿Experimentar?

-Se fue con Sakura.- le dijo Sai a Naruto como si eso fuera suficiente respuesta.

-¿Con Sakura?

-Deja las preguntas estupidas Naruto.- explotó Kiba-. Es evidente que se fue para experimentar con Sakura.- hizo comillas en el aire.

-Esperen un momento... ¡Teme! ¿Intentaste de nuevo pervertir a la inocente Sakura?- gritó escandalizado.

-¿De nuevo?- preguntaron los otros.

Sasuke había intentado retenerlo. Les había ignorado, había hecho oídos sordos, había pensando en la sonrisa de su hermosa novia todo el tiempo e incluso había retrocedido unos pasos para que los instintos asesinos no le atacaran teniendo el cuello de ellos tan al alcance, sin embargo, escuchar el último grito de todos había sido el detonante.

Con el rostro colorado y caliente, Sasuke se acercó a cada uno de sus amigos y les dio un golpe que seguramente les dejaría inconscientes por unos segundos. Luego dio media vuelta y busco a su novia. Quería pasar un rato con ella antes de que se fuera.

Sakura estaba en la pista de baile, intentando seguir el ritmo de la movida canción, a petición de Ino. Sasuke la observó de brazos cruzados, muy divertido. No sabía bailar en lo absoluto, solo movía las caderas y tenía la parte superior del cuerpo rígido, pero su sonrisa era un sol y se veía hermosa. Sasuke se acercó a ella y tomándola de la cintura, la apego a su cuerpo.

-Sasuke.- gimió ella sobre sus labios. El moreno le dio un ligero beso en la boca, aún roja y luego la tomó de las caderas y la guió. El tampoco sabía bailar muy bien, pero por Sakura, se arriesgaría a hacer el ridiculo.

Se movieron ligeramente, Sakura ondulándose contra él. Sasuke volvió a excitarse y sin poder contenerse, la besó. En pleno salón, con varios chicos mirándoles.

Se escucho un silbido, Suigetsu y Kiba, como todos unos bocones, se burlaban diciéndole que era un semental. Sasuke pensó seriamente en ir y darles unos cuantos golpes más, hasta que se desmayaran, pero Sakura le detuvó y le sonrió. Ella era un bálsamo y el mundo entero, desapareció.

El tiempo transcurrió, siguieron bailando, tomaron ponche, sus amigos se unieron, hubieron burlas por parte de los más tontos y golpes por parte de Sasuke. Media hora después, recibieron una llamada, Kizashi ya había llegado por Sakura.

-No quiero irme.- le dijo ella cuando se encontraron en la entrada del colegio. El padre de Sakura les esperaba desde el auto.

Sasuke aprovechó la oscuridad para besarla y tocarla, aprovechándose de su buena fe. Sakura no se quejo, incluso le respondió con pasión y el moreno no pudo evitar prometerse que la siguiente vez que intentarán hacer el amor, seria la definitiva.

-Te veo mañana- le dijo luego del último beso.

-Esta bien.- ella le miró con sus grandes ojos transparentes y sus mejillas adorablemente rojas.

-Que la pases bien.- se despidió mientras retrocedía un paso.

-Nunca sin ti.- susurró ella para su sorpresa. Sasuke sonrió y se dio cuenta que en realidad la amaba más que a la vida misma.

-Te quiero.- susurró en voz baja, como temiendo soltar las palabras.

-Yo más.- Sakura sonrio, agitó la mano feliz y dando media vuelta, se alejó.

Sasuke la miró subirse al auto y perderse. Suspirando, se encaminó al interior del instituto, tenía que buscar a Naruto para irse.

Su noche no había terminado como lo había planeado, pero aún así había sido buena. Después de todo, como le había dicho a Sakura, tendrian muchas oportunidades más para hacer el amor.

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Onceavo mes de noviazgo...

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Las vacaciones de verano estaban en su punto culminante, dando paso al inicio de clases. Sasuke y Sakura pronto entrarían en la universidad y por ello habían decidido aplicar ambos a la universidad de Tokio, esperando poder estar juntos. Las cartas habían llegado el mismo día, en sus respectivas casas, por lo que ambos chicos habían decidido juntarse para poder ver los resultados.

Sakura sostenía entre las manos, su carta, observandola con suma concentración. Se encontraba en su habitación y Sasuke estaba a su lado. Era tarde, más de las siete. El cielo estaba oscurecido, la noche había caído y los días se empezaban a llenar del usual aire frío que daba inicio a la temporada otoñal.

El ruido que se escuchaba afuera era un recuerdo del almuerzo que ambas familias habían compartido. Al ser fin de semana, los Uchiha y los Haruno habían decidido convivir como venían haciéndolo desde hacía varios meses, luego de que sus familias se unieran, por algo más que una amistad. Sakura lo había visto un poco vergonzoso en un inicio, pues sus parientes algunas veces hablaban sobre la futura vida conyugal que ambos jóvenes compartirían.

Ella no tenía problema alguno, fácilmente podía imaginarse con Sasuke por el resto de su existencia, él era su vida. Pero el chico nunca había dicho nada al respecto, incluso en algunas ocasiones en las que esos temas de conversación salían a la luz, él gentilmente intentaba desviarlos, algo que al principio Sakura había agradecido, pero que hasta ese momento, había empezado a temer. Sasuke nunca hablaba del futuro, nunca hablaba de su futuro juntos. Él vivía el presente y aunque Sakura lo amaba por eso, ella sentía que los temores corroían su corazón. El miedo de que Sasuke talvez no la viera como algo para toda la vida.

Ese día, después de la comida y algunas copas de vino y cerveza, todos se habían unidos en el patio. Sasuke y Sakura se habían sentado juntos, mientras los adultos platicaban. Ellos no aportaban nada, sólo disfrutaban de la paz que se sentía en el ambiente, hasta que Itachi había soltado la lengua y había empezado a hacer comentarios sobre su futuro, una boda y hasta algunos bebes. Sus madres habían sido las primeras en saltar emocionadas, alegando al inicio que estaban aún muy jóvenes, pero agregando rápidamente que esperaban ser abuelas en un futuro no muy lejano. Sasuke había cortado la conversación con brusquedad, tanta que luego de eso se había creado cierta tensión. El buen ambiente se retomó gracias a la personalidad tan agradable de Itachi, pero Sakura no había podido olvidar el dolor en su corazón.

Cuando la noche había caído, ambos chicos habían decidido subir a la habitación de Sakura. Las cartas habían sido guardadas desde muy temprano en su tocador, juntos habían decidido que primero disfrutarían de aquel almuerzo y del momento en familia antes de leer la correspondencia, solo en el caso de que la respuesta no fuera la que esperaban.

Sakura volteó hacia Sasuke y se topo directamente con sus oscuros ojos. El rojo sucumbió a sus mejillas con rapidez, la chica volteó la mirada hacia la carta, con el corazón acelerado. Tenía miedo de la respuesta que la universidad daría, se había esforzado demasiado en estudiar para los exámenes de ingreso, tanto que incluso había perdido varias horas de sueño. No solo porque aquella era la universidad en la que había querido estudiar, desde que había entrado al instituto superior, sino también porque Sasuke estaría allí y ella no quería dejarlo solo. Una separación así sería un riesgo para su relación, ambos estarían demasiado ocupados con sus estudios, y al ni siquiera coincidir en el campus, conllevaría a que se vieran talvez los fines de semana con mucha suerte. Sakura no quería esa clase de separación, ella quería estar con Sasuke todos los días, aunque fuera solo durante el almuerzo.

-¿Que esperas?- le dijo el chico de pronto, sacándola de sus pensamientos. Sakura se sobresaltó y volteó hacia él rápidamente.

-Tengo miedo de la respuesta.- susurró cabizbaja.

-No pasará nada.

-No quiero que nos separemos.

-Que falta de confianza.- Sasuke sonrió-. Ya verás que ambos pasamos el examen y fuimos aceptados.

-¿Realmente lo crees?- preguntó insegura.

-Estoy seguro cariño.- pasó una mano por su cabeza, tomándola de la nuca y pegando su frente contra la de ella-. No te dejaré sola.

-¿Lo prometes?

-Por supuesto.- le dio un casto beso en los labios

Sakura se separó y le observó a los ojos.

-Bien, hazlo tú primero entonces.

-Esta bien, yo primero.- Sasuke tomó la carta y la abrió con rapidez. Saco el papel que estaba dentro y Sakura le observó leer con suma concentración, sin embargo sintió un nudo en la garganta cuando le vio fruncir el ceño y luego negar con la cabeza.

-¿Que s-sucede?- le preguntó temerosa.

-Mira tu.- le pasó la carta sin siquiera darle una mirada. Sakura temió lo peor mientras sus ojos paseaban por las líneas. El alivio vino como una avalancha cuando se dio cuenta que Sasuke había sido aceptado.

Volteó hacia el chico y noto que él la miraba con burla.

-Eres malo.- le dijo con los ojos entrecerrados.

-Te dije que no había de qué preocuparte.

Sakura suspiró bajando la mirada a la carta que estaba en su regazo.

-Aún no estoy segura.

-¿Qué pasa?- Sasuke le acarició un lado del rostro, haciendo que automáticamente su mirada se dirigiera a él-. Sakura, estoy segura que tus miedos son injustificados.- le miró divertido-. Fuiste la chica más lista de nuestra promocion. Eres muy inteligente y te esforzaste. Ese examen fue pan comido para ti.- la conforto. Sakura no pudo evitar sonreírle sintiéndose mejor.

-Esta bien.- tomó la carta con decisión y la abrió. Sus manos temblaron cuando tomó la página que había dentro, pero no se dejó intimidar y pronto empezó a leer.

-Dime.- contrario a sus palabras, la voz de Sasuke tenía un tinte de preocupación.

Sakura volteó hacia él y le dedicó una sonrisa de sol.

-Aprobé.- fue lo único que dijo.

-Te lo dije.

-Sasuke ¡Aprobé! ¡Aprobé!- dijo lanzándose a sus brazos. El moreno la sentó en sus piernas y la abrazo.

-Ya lo sabia.

-Estaremos juntos.- Sakura le miró de frente.

-Por supuesto.- dijo y le sonrió de lado-. No te librarás tan rápido de mi.

Sakura le dio un beso y luego apoyó la frente contra la de él.

-Eres un bobo... Jamás en mi vida quiero liberarme de ti.

-¿Jamas?- la expresión de Sasuke adquirió de pronto una seriedad escalofriante.

-Claro, por siempre y para siempre.

-¿Por siempre?.- preguntó. Sakura frunció el ceño y se alejó un poco de él para verle mejor.

-¿Porque lo preguntas?

-¿Por siempre Sakura?- le puso una mano posesivo en la cadera. Sakura llevaba vestido y al sentir su tacto en su piel desnuda no pudo evitar estremecerse.

-¿Sucede algo?

-Llevamos casi un año de relación.

-Si, once meses y...

-Tres días.- termino él. Ella le sonrió alegre porque supiera la fecha exacta.

-Así es... Pero ¿pasa algo malo?- le miró con preocupación.

-Tú nunca hablas de nosotros en un futuro.

Sakura frunció el ceño intentando procesar sus palabras. Sasuke desvió la mirada y suspiró por lo bajo.

-¿Porque dices eso?- le preguntó. Sasuke no contestó y ella le tomó del rostro y le obligó a mirarla de frente-. ¿Porque Sasuke?

-Porque es cierto.- gruñó frustrado-. Te incomoda que nuestra familia hable de un futuro juntos, lo noto... Se que somos jóvenes, pero no me importa.- un suave sonrojo floreció en sus mejillas-. No me importa hacer planes contigo para nuestro futuro... juntos.

-Sasuke.

-Se que es muy pronto, pero yo sí te quiero en mi vida para siempre.- se quedó en silencio al sentir el pecho pesado-. He pensado en que luego de graduarme, nos casemos. Yo te apoyaría hasta que termines tu carrera de medicina y luego podríamos comprar una casa juntos y talvez en un futuro, talvez formar una familia.- desvió la mirada mientras sus sentimientos eran expresados en palabras. Sentía un profundo nudo en la garganta, pero el deseo de sacar a relucir el temor que venía sintiendo desde hacía varios meses, le impedía callar.

-¿Es en serio Sasuke?

-Yo no bromeo con eso.

-No, es solo que pensé...

-Se que te molesta que hable del futuro, que talvez no piensas en lo nuestro como algo de largo plazo, pero yo sí.- Sasuke quitó la mano de su cadera y la tomó de las piernas, dejándola con mucho cuidado a su lado. Luego se puso de pie y se alejó un poco de ella, necesitaba ese espacio en el caso de que las palabras de Sakura no fueran lo que él deseaba.

-No me molesta.- soltó ella para su sorpresa.

-Pero siempre te alejas de mí cuando sacan el tema.- Sasuke volteó hacia ella con el ceño fruncido-. Nunca me has dicho nada al respecto. Pareces molesta cuando hablan de nosotros.

-No, no.- negó la pelirrosa rapidamente, mientras se ponía de pie-. Yo creí que, creí que tú no querías un futuro conmigo.

-¿Como?

-Nunca lo dijiste antes.

-Porque te molestaba.

-No me molesta.- aclaró-. Creí que a ti te molestaba.

-¿Que dices?

-Creí que, pense que... Talvez no me veías como algo más que una novia temporal. Que no me veías como tu futura esposa.

-¡Eso no es cierto!- Sasuke se detuvó frente a ella mirándola fijamente-. ¿Como puedes pensarlo?... ¿No me crees serio respecto a nosotros acaso?

-No es eso, es solo que...- Sakura bajo la mirada-. Lo siento.- se disculpó.

Sasuke bufo cruzándose de brazos. Estaba indignado y dolido porque Sakura no confiara en él, como para creer que él no la tomaba en serio o para no decirle sus inseguridades. Admitía que algunas veces era un poco serio y no sabía cómo expresarse, pero siempre había procurado demostrarle cuánto la amaba e incluso algunas veces había llegado a decírselo.

Sakura se sentía avergonzada. Había hecho molestar a Sasuke con sus inseguridades y había dudado de él. Ella no había querido lastimarlo, pero todo lo que sentía era nuevo. Aquella era su primera relación y algunas veces no sabía cómo actuar. Todo era tan unico, tan confuso y tan abrumarte, que ella apenas sabía qué hacer. Lo único que tenía claro era que quería a Sasuke con todo su ser y que pasar una vida a su lado era su sueño. Ella realmente lo amaba.

-Yo sí quiero estar contigo por siempre.- se acercó a él, temerosa porque la rechazara. Eso le dolería demasiado.

Sasuke la miró en silencio cuando se detuvó frente a él, con un suspiró descruzo los brazos y Sakura no dudó un segundo en abalanzarse contra su pecho.

-Sasuke, lo siento.- sollozo ella abrazándole por la cintura. Su rostro se hundió en su camisa aspirando con avidez su delicioso aroma. El moreno dudó solo un segundo antes de abrazarla. Apoyó la barbilla en la cabeza de ella y luego suspiró mientras una mano le rodeaba y la otra le acariciaba la espalda.

-No sé qué va a pasar dentro de unos años.- le comentó en voz baja-. Pero yo espero que aún sigamos juntos, realmente lo espero.

-Yo también. Te amo tanto que jamás quiero separarme de ti.- ella levantó el rostro y le observó a los ojos. Sasuke la miró y con un dedo limpio una lagrima rebelde. Sus bonitos ojos jade estaban cristalizados y era tan transparente que él no podía evitar adorarlos.

-Yo igual.- se inclinó y le dio un casto beso en la boca entreabierta. Sakura dejó de abrazarlo para poner las manos en su pecho.

Sasuke la miró y volvió a inclinarse hacia ella para darle otro beso, pero en esa ocasión Sakura no le dejo separarse. Una de sus manos se coló a las hebras oscuras logrando un firme agarre en su nuca, mientras que la otra tomó la camisa de Sasuke en un puño. Sus labios se movieron rápidamente, esperando despertar en el moreno, esa pasión que tan fácilmente se encendía entre ambos. No tardó mucho, pues Sasuke la tomó de la cintura y la aplasto contra su cuerpo mientras tomaba el control del beso. Pronto sus lenguas chocaron y sus manos no perdieron tiempo buscando la piel del otro.

Los escalofríos iniciaron, el calor en sus cuerpos subió y la excitacion les hizo olvidarse de la situación.

Sasuke puso sus manos en los muslos de Sakura, inclinándose sobre ella, para luego, en un solo movimiento, tomarla y levantarla, obligándola a rodearle antes de avanzar hacia la cama. Ambos cayeron en un rebote, Sasuke rápidamente se apoyó en sus rodillas, mientras Sakura le abrazaba por el cuello y abría las piernas para darle lugar, el moreno no tardó en ubicarse haciendo que sus pelvis se rozaran.

Sakura volvió a hundir los dedos en la nuca del chico para halarlo hacia ella y besarle descaradamente la boca, Sasuke no tuvo más opción que apoyarse contra el cuerpo más delicado, poniendo rápidamente un codo al lado de Sakura para buscar soporte. Sus labios no tardaron en dominarla, Sasuke amaba besarla, su chica era tan apasionada en esos momentos que no temía su ansiedad y le correspondía de igual manera. Su mano libre se coló hacia el muslo derecho que se encontraba apoyado contra su cadera. Sasuke tomó su pierna y la levantó hasta tenerla en la posición perfecta para acariciarla a su antojo. La piel de Sakura era firme, suave y tan pálida que él la encontraba fascinante. Sus muslos gruesos y cremosos eran un delirio, de hecho todo el cuerpo de Sakura parecía haber sido hecho exclusivamente para él. Era tan perfecta y a su medida.

Sasuke le acarició la cadera y luego coló la mano un poco más arriba acariciando su vientre. La pelirrosa de separó de su boca, agitada.

-Sasuke.- suspiró contra sus labios. El moreno la observó mientras sus dedos hacían círculos en su piel.

-Hay que detenernos.- le dijo un poco agitado. Su miembro ya había reaccionado y Sasuke no quería verse en una situación vergonzosa con sus familias abajo.

-Quiero besarte.- susurró Sakura mientras le acariciaba el cabello de la nuca, Sasuke sintió placenteros escalofríos que se dirigieron directamente a su zona inferior.

-Sakura... No es momento.- gruñó excitado.

-Quiero tocarte.- ella elevó las caderas y Sasuke sintió, aún a través del pantalón, el calor que desprendía su sexo.

-Cariño.- gimió sintiéndose torturado-. Nuestros padres están abajo.

-Quiero que me hagas el amor ahora.- Sakura le miró con los ojos brillantes. Sasuke se quedó mudo de la impresión por unos segundos. Era la primera vez que su inocente novia hacia una proposición tan indecorosa, principalmente tomando en cuenta la situación en la que estaban. Ambos en el cuarto de ella, con sus familias a pocos metros.

-No es el momento.

-No me importa.- dijo ella.

-Es importante Sakura, tiene que ser especial.- Sasuke empezó a sudar frío. Intentó recordar si Sakura había tomado durante la tarde, talvez esa era la razón por la que estaba más suelta.

-Es especial si es contigo.- ella le puso una mano en el rostro y le acarició la mejilla con suavidad.

-Todos están abajo.

-No vendrán.- argumentó la pelirrosa.

-Se preguntarán qué estamos haciendo acá.

-Están borrachos.- Sakura le dedicó una sonrisa coqueta. Sasuke estaba sorprendido-. Te quiero.

-Yo también pero...- su determinación empezaba a ceder. Tantos meses en agonia, queriendo tenerla y hacerla suya, que Sasuke realmente había sufrido un infierno. Habían sido interrumpidos durante tres ocasiones antes de hacer el amor. Aquel era el momento y lugar menos adecuados, sin embargo Sakura no parecía querer ceder y él no tenía la suficiente fuerza de voluntad para negarse.

-Quiero que me hagas el amor ahora.- le dijo seriamente. Su voz había adquirido una firmeza y confianza que Sasuke encontró sorprendente. No se parecía nada a la tímida chica que se sonrojaba con una sola mirada suya.

-Nos pueden encontrar.- Sasuke tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para levantarse y tomar asiento en la cama. Sakura estaba desarreglada, deseosa y tan hermosa que era una tortura siquiera verla. Sasuke tuvo que apartar la mirada de ella para no caer en la tentación.

-Sasuke.- suspiró ella suavemente.

El moreno se negó a verla sabiendo que no era lo suficientemente fuerte.

Sakura le miró molesta, luego de la casi discusión que ellos habían tenido hacia pocos minutos, ella se había visto a misma amándolo aún más de lo que ya lo hacia. Todas sus inseguridades le habían parecido una tontería, ella quería a Sasuke con el corazón, con el alma y deseaba también hacerlo con el cuerpo. Sakura creía honestamente, que jamás tendría un mejor momento para entregarse a él. Se sentía avergonzada por sus pensamientos, principalmente porque era consciente que sus padres y los de él estaban abajo, pero Sakura no quería esperar más, habían pasado muchos meses y tantos intentos fallidos que ya no temía arriesgarse.

Las piernas le temblaban y el corazón le latía como loco, pero no dudó ni un solo segundo mientras se acercaba a la puerta. Sakura le puso cerrojo y volteó hacia Sasuke, él la miraba sorprendido.

-Sakura.- susurró.

-Te quiero ahora.- decir aquellas palabras fue difícil pero eran totalmente sinceras, no quería esperar más.

-No sabes lo que estás diciendo.- Sasuke frunció el ceño. Parecía molesto, pero ella sabía que no era así.

-Quiero que hagamos el amor hoy.

-Sakura.- dejó ir él en un gemido torturado.

Sakura tuvo que reunir toda su fortaleza para dar el siguiente paso. Sasuke se resistía porque creía que ella merecía algo más, Sakura estaba satisfecha con cualquier cosa mientras fuera con él. Sus manos temblaron nuevamente mientras se dirigían a los tirantes de su vestido. Sakura tragó saliva mientras lo bajaba por sus hombros, repitió el proceso con el otro, mientras su mirada estaba fija en los ojos de Sasuke. Él seguia sus movimientos, hipnotizado.

Sakura deslizó la prenda por sus brazos y luego por sus pechos, la tela cayó a su cintura y ella tuvo que forzarla sobre sus caderas, hasta que fue solo un bulto en sus pies. Llevaba en conjunto sencillo color negro. Los ojos de Sasuke brillaron mientras recorrían su figura semidesnuda.

-No habrá vuelta atrás.- le escuchó decir mientras se levantaba. Sakura no tenía dudas aunque los nervios la traicionaran.

-Te quiero.- susurró y pronto el chico estuvo frente a ella. Sus labios se vieron atacados, mallugados y succionados. Las manos de Sasuke la tomaron del trasero y la apegaron a su cuerpo firme. Sakura gimió, se abrazo de su cuello y luego le rodeó cuando él la levantó en brazos. Su espalda choco nuevamente contra la cama y Sasuke se ubicó entre sus piernas como si el lugar le perteneciera.

-Sakura.- suspiró él mientras dejaba sus labios y besaba su cuello.

Luego de eso, Sakura sintió sus manos por todo su cuerpo. Las sensaciones fueron diferentes a las que había experimentado antes, eran más placentero, más único, más bonito. Sasuke la adoro con su boca y sus labios. La tocó hasta que ella lloró de alegría y luego la calmo con palabras dulces.

Sakura no apartó la mirada de él cuando se quitó la ropa. La vergüenza y timidez colorearon sus mejillas pero sus ojos no dudaron en recorrer el cuerpo musculoso de Sasuke. Él era hermoso y no dudó en decírselo. Eso conllevó a que empezaran un debate sobre quién tenía la razón, no era el momento y podría considerarse incluso absurdo, pero no pudieron evitar reír mientras sus cuerpos desnudos se abrazaban y sus manos se tocaban mutuamente.

Sakura le miró a los ojos y le acarició el rostro con adoración. Sasuke le beso los labios, le dijo que ella sí era la chica más hermosa que sus ojos jamás habían visto, no dudó en agregar cuanto la amaba y luego volvió a besarla y acariciarla. Ya conocía su cuerpo a la perfección, por lo que con solo pocas caricias logró que Sakura sintiera un orgasmo. El placer era intenso y tan bonito que un par de lágrimas saltaron de sus ojos.

Sasuke se cernió sobre ella, le beso las lágrimas, la frente, las mejillas, la nariz y finalmente los labios. Sus manos la tomaron de las piernas y la abrieron para él en una posición cómoda. Luego la miró a los ojos de una manera tan especial que la hizo sentir única.

-¿Estas lista?- le preguntó con una sonrisa. Los miedos se esfumaron con su cuidado y su ternura. Sakura no dudó en asentir mientras se abrazaba a su cuello.

La primera vez dolía, le habían dicho y no mentían. Sakura cerró los ojos y tuvo que obligarse a relajarse. La entrepierna le palpitaba, el dolor cubría todo su sexo y el mínimo movimiento era una tortura, pero Sasuke la comprendió, la beso, la reconfortó con palabras dulces y esperó. El dolor menguó con los minutos dejando únicamente una sensación de plenitud. Sakura le miró a los ojos sabiendo que en ese momento se habían unido de una manera mucho más allá de la física. Talvez lo amaba un poco más que solo unos segundos atrás.

-Puedes seguir.- le dijo y el chico no dudó en hacerlo.

Sus movimientos fueron lentos, suaves y cariñosos. Sakura podía sentirle completamente dentro de ella. Su forma, su calor, su suavidad, su dureza. Sasuke se inclinó y la beso, una mano se movió a la pierna de ella y la tomó obligándola a rodearle, luego se apoyó en su muslo y apretó marcándola como suya. Sakura se tomó de sus hombros y le miró. Sasuke tenía los ojos cerrados, los labios rojos entreabiertos y el ceño fruncido en señal de concentración. Se movía dentro de ella con más precisión, se sentía extraño pero de una manera singular, muy agradable, muy delicioso.

Sakura empezó a cogerle ritmo. La presión en su interior volvió y de pronto el placer que antes había sentido fue nada comparado con la avalancha que sintió en ese momento. Su cuerpo tembló y el mundo entero perdió sentido mientras intensos escalofríos del más puro placer recorrían sus extremidades.

Sasuke temblaba sobre ella, había gemido su nombre al mismo tiempo en el que ella casi había gritado el suyo. Sakura pudo sentir un cálido líquido en su interior. Sasuke también había encontrado placer dentro suyo y eso fue extrañamente satisfactorio.

La pelirrosa abrió los ojos y le observó. Tenía el rostro sudado, los cabellos pegados a la frente y sus ojos brillaban de manera singular. Estaba más guapo que de costumbre y era suyo.

-Fue muy bonito.- le dijo con la voz ronca. Él le dedicó una sonrisa pequeña, cansada y endemoniadamente sensual. Una mano le acarició el rostro y pronto él se inclinó y le beso los labios.

-Si lo fue.

-Te quiero.

-Yo más.- susurró. Sakura le sonrió y le abrazó con las piernas.

-Quiero que te quedes así para siempre.

-¿Para siempre?- él alzó una ceja oscura.

-Para toda la vida.- le dijo risueña. Sasuke sonrió y le dio un beso en la nariz.

-Eso es mucho tiempo.

-¿No crees poder?- le preguntó con inocencia. Aunque su sonrisa fuera todo lo contrario. Sasuke la observó sorprendido, era la primera vez que Sakura coqueteaba tan descaradamente con él.

-Cariño, yo soy feliz estando en lo más profundo de ti. Puedo ocupar este lugar día y noche.- le tomó posesivamente una pierna y la obligó a rodearle la cintura nuevamente.

Sakura gimió y sus ojos brillaron como faroles. Sus mejillas habían adquirido una tonalidad intensa de rojo al escuchar sus crudas palabras.

Lamentablemente, ambos eran conscientes que se habían arriesgado mucho hasta el momento por lo que no tuvieron otra opción que volver a vestirse.

La seguridad que Sakura había sentido antes se esfumó, en cuanto volvió a la realidad. Intentó vestirse nuevamente con la sabana envolviendo su cuerpo, para evitar mostrar más de lo necesario. Sasuke se rió de ella alegando que la conocía por completo.

Él no tuvo problema en pavonearse por la habitación en busca de la ropa. La mirada de Sakura parecio atraída por la piel pálida, los músculos juveniles y aquella parte que tanto la había complacido y que ahora descansaba. Cuando Sasuke la pillo infraganti, la pelirrosa se puso como un tomate y avergonzada, desvío rápidamente el rostro. Él volvió burlarse de ella, su risa era contagiosa y Sakura no pudo evitar notar lo risueño que se veía, cosa tan extraña y a la vez tan fascinante. Ella también se sentía feliz, completa y aún más unida a él.

Con una sonrisa, termino de vestirse y se incorporó intentando no hacer algún mueca por el ligero dolor que escocía en su entrepierna. Sin embargo, Sasuke la había visto.

-¿Estas bien?.- le preguntó él acercandose rápidamente. Ya estaba vestido.

-Claro que si.- Sakura le dedicó una sonrisa para mayor credibilidad. Sasuke se detuvó frente a ella y la acarició los brazos. De alguna manera, aquello se sintió diferente, más personal, más íntimo. Era una sensación de complicidad. Era como si su tacto fuera correcto contra su piel. Sakura se sonrojó y asintió ligeramente.

-¿Fui muy brusco?- él no le había creido. La pelirrosa lo observó, notando lo preocupado que se veía. Sakura se dio cuenta entonces, que a pesar de la situación, aquel había sido el momento perfecto para unirse. Más aún, cuando su novio insistió en disculparse. Ella talvez se enamoro un poco más de él.

-Ha sido perfecto. Lo recordaré siempre.- le dijo poniéndose de puntillas y dándole un delicado beso en los labios. Sasuke la miró y frunció el ceño de pronto. Sakura se extraño, preguntándose si se habría molestado.

-Me has robado el corazón.- susurró inclinándose sobre su rostro. Sakura rió como una chiquilla y se colgó de su cuello olvidando el dolor o la incomodidad.

Alguien tocó la puerta. Ambos se miraron a los ojos y se separaron al instante. Sakura desvió la mirada hacia la cama y observó las sabanas, habían unas pocas gotas de sangre en ellas. Escandalizada, avanzó y las quitó tirándolas al lado contrario, donde no se verían, luego volteó hacia Sasuke que la observaba entre divertido y avergonzado.

Volvieron a tocar y Sakura volvió a dirigir una mirada por toda la habitación para revisar si todo estaba en orden.

-Pase.- dijo sentándose en la cama. La puerta se abrió y la figura conocida de su cuñado salto a la vista. Era la última persona que Sakura había esperado ver en ese momento.

-¿Itachi?- susurró interrogante.

-¿Qué haces aquí?- pregunto Sasuke agresivamente. Tenía el ceño fruncido y se miraba molesto. Sakura podía darse una idea de lo que pasaba por su cabeza. Itachi había ido a su habitación. Era la primera vez que lo hacía a pesar de que le conocía de toda una vida.

-Calma, calma.- levantó las manos en señal de rendición-. Solo venía a ver si ya habían terminado, esta vez procure dejarles a solas por un buen rato para no volver a interrumpir nada.- asomo el rostro para ver la habitación, pero no se adentró-. Por lo que veo ya culminaron.

Sakura sintió como el rostro se le ponía caliente. Las orejas le quemaron y un nudo se formó en su garganta.

-Itachi.- susurró Sasuke en una advertencia.

-Si, si. Nada de comentarios, lo sé.- sonrió encantadoramente-. Hubiera querido darles un poco más de tiempo, para que siguieran conociéndose más íntimamente, pero ya los mayores están preguntando por ustedes.- se encogió de hombros-. Intenté distraerlos y funcionó la primera hora, pero ya llevan aquí más de hora y media.

Avergonzada, Sakura bajo el rostro pensando en que, por sus palabras, Itachi debería de saber lo que habían estado haciendo allí arriba.

-Eres un idiota.

-A todo mundo le sucede, más aún cuando tienen de novia a una chica tan bonita.- Sakura levantó el rostro justo cuando Itachi guiñaba un ojo en su dirección-. Es mi pago por la interrupción de antes. Al menos esta vez pudieron terminar.- se burlo con una sonrisa pícara, dirigió su mirada a Sasuke. El menor estaba casi temblando de la furia.

-Sasuke.- Sakura se levantó y camino hacia él, parecía apunto de tirarsele encima a su hermano.

-Como sea. Hay que irnos, mamá quiere irse a dormir.- suspiró-. No pueden seguir haciendo sus cosas, será otro día.- y sin más dejó la habitación.

El silencio les envolvió, extraño y tenso.

-Sakura.

-No es tan malo, como la vez pa...

-Espero que hayan usado condon chicos.- el grito se escuchaba en todo el pasillo-. Recuerden, sin gorrito no debe haber amor. No queremos pequeños aún en la familia.

-¡Itachi!- rugió Sasuke dando un par de pasos en frente para ir a por él y darle su merecido. Unos brazos le envolvieron desde la espalda, enrollándose en su cintura. Sakura se había pegado completamente a su cuerpo y Sasuke temió que el idiota de su hermano hubiera arruinado aquella primera vez tan bonita.

-Sakura.- susurró inseguro.

Contra todo pronóstico, en vez de llanto, escucho su melodiosa risa. Cuando logró zafarse de sus brazos y voltear hacia ella, Sakura le recibió con una sonrisa. Estaba tan bonita con sus mejillas sonrosadas y sus cabellos algo despeinados por la reciente actividad. Sasuke se ocupó de arreglárselo pensando que desde ese día ella le pertenecía en todo el sentido de la palabra y que, aunque fuera joven y aún le faltara demasiado por vivir, Sasuke no temía el compromiso. Él se encargaría que aquello tan único y bonito que ellos tenian nunca terminara, sin importar cuántos problemas pudieran tener.

-¿Estas bien?- le preguntó tomándole el rostro entre las manos. Sakura asintió risueña.

-Es lo normal entre las parejas... Que queramos experimentar juntos ¿cierto?- ella le miró un poco avergonzada. Le devolvía las mismas palabras que antes él le había dicho una vez.

-Aún puedo ir y darle una paliza a Itachi.- frunció el ceño ligeramente-. Parece empeñado en jodernos.

-Es un hermano mayor, es como su deber hacerlo ¿no?

-Ya que. Al menos esta vez sí pudimos terminar lo que habíamos empezado.- Sasuke le dio un suave beso en los labios. Cuando se separó, ella estaba adorablemente sonrojada.

-Si... Es una lástima que... Tengamos que bajar.- susurró mientras jugaba con los botones de su camisa. Sus mejillas habían obtenido un tono de rojo más intenso y Sasuke apenas pudo creer lo que ella decia.

-Estas diciendo que...

-Vamos.- le interrumpió tomándole de la mano y halándole. Dado que estaba bastante sorprendido, Sasuke no opuso resistencia, pero en cuanto reaccionó la detuvó, justo en el inicio de las escaleras.

-¿Estamos bien?

Sakura le miró extrañada.

-Si ¿Porque la pregunta?

-No tiene nada de malo que me digas cómo te sientes o como te sentiste durante nuestra primera relación sexual.- le comentó acercandose a ella y tomándola delicadamente de la cintura.

-Lo sé.- dijo en un susurro.

-Tampoco tiene nada de malo que me digas si algo no te gusta o si necesitas algo.

-¿Necesitar?- ella levantó el rostro finalmente y le observó a los ojos. Sasuke sonrió de lado.

-Si lo necesitas más fuerte.- se inclinó hacia ella y presionó la nariz contra la piel nívea de su cuello-. O más rápido. Si me quieres en lo más profundo de ti o solo superficialmente. Si quieres que te acaricie los pechos para que llegues más rápido o que cambie de posición.- bromeo coquetamente. Era tan pecaminosamente sensual que ella no pudo evitar suscitar esas imahgn

-¡Sasuke!- gritó escandalizada, intentando alejarse. El rió suavemente.

-Me alegra que lo hayas disfrutado. Yo también lo hice. No tienes qué avergonzarte por querer repetirlo.- apoyó una mano en su mejilla y la obligó a levantar la mirada nuevamente-. Me hace feliz que quieras hacerlo. Eso significa que fue bueno.

-Fue muy bueno.- susurró ella con su voz de ratón.

-Eso es. Fue fabuloso.- le dio un ligero beso en los labios-. Y pronto lo volveremos a repetir.

-¿Si?

-Lo quieres ¿cierto?

-Si.- ella desvío el rostro bastante avergonzado.

-Dímelo de frente, mirándome a los ojos.- ordenó.

Sakura tuvo dificultades para hacerlo pero sabía cuan firme era Sasuke. No dejaría ir el tema.

-Si quiero...

-¿Quieres?- la instó a continuar.

-Quiero volver a repetirlo.

-Eso me gusta.- otro corto beso-. Claro que lo haremos. Muchas veces.- sonrió ligeramente-. No podré resistirme si vuelves a tratar de seducirme de la manera que lo hiciste.

Sakura bajo el rostro un poco avergonzada. No podía decir nada al respecto, de verdad ella había iniciado todo.

-Me gusta que lo hicieras.- él se dio cuenta rápidamente de lo que estaba pensando-. Yo creí que todo debia de ser... perfecto.

-Fue perfecto.

-Lo fue.- concordó Sasuke.

Se sonrieron mutuamente, antes de terminar de bajar las escaleras de la mano. Sus padres seguían en el patio de la casa, bebiendo, charlando y riendo. Mebuki y Mikoto bailaban juntas sin coordinación, Kizashi y Fugaku platicaban animadamente. Sasuke observo sorprendido a su padre. Estaba más suelto, se reía a carcajadas vivas y platicaba animadamente, toda una hazaña. Itachi estaba escuchándolos atentamente, mientras les pasaba un par de cervezas a cada uno. Al parecer él había sido el encargado del estado actual de sus padres.

-Vamos.- Sasuke la instó a salir.

-Bien.

Sakura avanzó unos pasos cuando sorpresivamente sintió un golpe seco en el trasero. Sobresaltada, volteó hacia Sasuke y le observo sonreír.

-¿Me nalgueaste?- le preguntó incrédula. No esperaba eso cuando estaban a unos solos pasos de sus padres.

-Me encanta tu trasero.- se burlo él dándole una mirada lasciva. Sakura se sonrojó, sin embargo no dudó en acercarse a él.

Talvez fuera por el momento, por la experiencia de antes, porque su confianza había evolucionado a un nivel superior o por la incensante voz en su cabeza, pero no pudo resistirse a provocarlo.

Puso las manos en el pecho de Sasuke y le miró al rostro. Él habia dejado ir la sonrisa y parecía curioso por lo que haría.

-Amor.- susurró Sakura poniéndose de puntillas. Sus manos se movieron a los hombros de él buscando soporte, mientras ondulaba su pelvis en movimientos apenas perceptibles, sobre la delantera de sus pantalones. Sasuke la tomó firmemente de la cadera y la apego a su cuerpo mientras bajaba la cabeza rápidamente, dispuesto a encontrarse con su beso. Sakura desvió el rostro justo antes de que se tocarán, recibiendo sus labios a un lado de su barbilla, luego sonrió mientras se zafaba de sus brazos y retrocedía un par de pasos.

-Que...

-Nos están esperando amor.

-¿Cariño?.- él frunció el ceño dándose cuenta hasta entonces que ella le habia seducido para dejarle ver como un tonto luego.

-¿Si?- le miró toda ingenua.

-¿Donde está la chica inocente que se sonrojaba por un simple beso?- Sasuke no pudo evitar sonreír al verla avergonzar nuevamente.

-Sigue aquí.- la seguridad la había abandonado otra vez.

-Me alegra. Ahora vamos.- la tomó de la mano y la arrastró hacia el patio pensando en una manera muy íntima de castigarla por atreverse a calentarlo.

Sakura había cambiado y no se quejaba.

Seguía siendo la misma inocente de siempre, pero con aquella sensualidad tan natural que tanto le gustaba.

Era un ángel pero tambien podía ser una diabla. Era la mujer que había amado desde que tenía memoria. Era su novia, su chica. Su futura esposa y madre de sus hijos.

Y él era solo un maldito afortunado.

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FIN


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He vuelto con el final de esta historia. Fue muy largo ¿ehh? Creo que ha sido el capitulo mas largo que he escrito, que no sea un one-shot.

Espero que les haya gustado, fue un poco extraño creo. Tantas interrupciones los debieron poner ansiosos. Espero que comprendan que la escena final de sexo no fue explicita debido a que no fuera solo sexo. Fue hacer el amor y creo que se los debía después de los muchos problemas que les di a los pobres.

Quiero un review. Quédense un poco mas por favor y demen un jugoso comentario. Acepto sugerencias, criticas o cualquier cosa.

Ahora solo me queda preguntarles ¿Cual sera la siguiente historia Sasusaku en actualizar? Ponganla en sus comentarios y espero poder complacerlos, mientras no sea de las que actualice recientemente.

Perdón por los horrores ortográficos si los hay, fue un capitulo tan largo que estoy segura que mas de algo se me paso por alto.

No tengo mucho que decir, estoy tomada de tiempo. Espero poder estar aquí lo mas pronto posible.

Para mis fieles lectores, solo les diré que nunca dejare las historias, no importa que, así que solo espérenme. Se que es mucho pedir porque soy muy mala actualizando, pero que terminare, lo haré. Solo me disculpo por todo el tiempo que me toma, recuerden que estoy editando las historias y de una vez les invito a leer los dos capítulos anteriores de Ingenuidad Encantadora, los he actualizado también.

Espero que hayan pasado una linda semana santa, les deseo lo mejor. Besos y abrazos y hasta pronto. Sayonara.

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