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Reencarnación

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Disclaimers: Los personajes de esta historia son propiedad de Himaruya Hidekaz.

Sumario: Inglaterra está harto de su vida, es marginado por los demás, incluso su pareja le engaña, por lo que toma una medida drástica. Decide morir y reencarnar.

Parejas: Algo de UK=USA, pero más que nada serán relaciones fraternales y como nuestro nuevo Arthur se desempeña con los demás países.

Aclaraciones: Bueno creación de un OC el cual se llama Aldana, quien es una de las criaturas mágicas de Inglaterra, un nuevo Inglaterra y así mismo esto es un Fic así que desde ya los personajes tienen OoC, aunque intentaré mantenerlo al mínimo. Así mismo cambio de narrador dentro del capitulo. Aldana sólo tendrá relevancia mientras Inglaterra es un niño y recién entre en la adolescencia, después de ahí ella le dejará explorar a su gusto.

Aclaraciones de lectura:

-Letra normal: diálogo, relato.

-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes o recuerdos.

-N/A: notas de autora.

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Cap. 5 India

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Una semana después…

El pequeño iba emocionado en el avión, su mamá le dijo que irían a un lugar lleno de color y contrastes, cuando el preguntó simplemente le respondió.

Ciencia y religión, dijo ella.

Para Arthur eso era nuevo, su madre le había enseñado en ese tiempo sobre historia mundial, cultura mundial, costumbres, magia, fauna, avances tecnológicos… cualquier humano diría que Arthur era un niño genio, aunque ambos sabían que era por estar casi veinte años estudiando, si no habían avanzado en nada de aspecto físico como la lucha era por la apariencia de Arthur, aunque Aldana le llevó a clases de defensa personal, equitación, natación (ahora no iba a permitir que Arthur no supiera nadar), además también tuvo clase de etiqueta, aprendió a tocar guitarra, violín, piano además de idiomas.

Otro niño o ser tal vez estuviera fastidiado, pero Arthur estaba encantado porque esa era una de las maneras en que su mamá pasaba tiempo con él, ella solía estar ocupada llevando su nación y evitando que sus hermanos se hicieran con el poder de la misma, no los conocía pero no podía evitar sentir algo de enojo al escuchar de ellos, su mamá no sabía por qué si bien decía "Arthur no hagas lo que yo hago sino lo que yo digo"

Al llegar al aeropuerto una muchacha de piel canela y cabello negro les esperaba, al mirar a Arthur su rostro se descompuso y sus ojos se pusieron brillantes.

—No sabía que vendrías tú en persona… —comentó casualmente Aldana.

—No le confiaría a nadie esto. –contestó la mujer con voz suave. –hola Inglaterra yo soy India un gusto en conocerte.

—Mucho gusto señorita, también es un placer conocerla. —Dijo el niño— ¿Qué postres son típicos de aquí?

India se quedo sorprendida al escuchar la pregunta y sonrió encantada.

—Cuando lleguemos a mi casa te mostraré, soy experta en cocinar.

— ¿En serio? Mamá no es aún muy buena…

—No te preocupes, le enseñaré a tu mamá a cocinar los postres típicos de mi país…

— ¡Genial!... ¿podemos ir a un zoológico?, sé que hay especies únicas aquí… sería increíble poder visitarlos a todos.

—Veo que te gustan los animales Inglaterra.

—Me encantan, siempre me ha intrigado la forma en como se comunican y comportan.

—Entonces en cuanto podamos visitaremos un zoológico para que puedas ver a los animales.

El niño sólo sonrió mientras tomaba la mano de su madre, India se quedó mirando a ambos y sonrió, podía notar el amor que tenía la mujer por el niño y como éste la adoraba, tal vez, si fue lo mejor el hecho de que Inglaterra hubiera tomado ese camino, aunque seguía sin entender del todo qué fue lo que lo impulsó a hacerlo.

Mientras iban en el automóvil Inglaterra iba parloteando feliz acerca de todo lo que miraba emocionado por la cantidad de colores y formas… todo era tan colorido, India sólo miraba al niño, cualquiera que no supiera de el diría que era un niño feliz al que no le hacía falta nada, con una mente despierta y ganas de conocer el mundo.

India no pudo evitar compararlo con el adulto que llegó por primera vez a sus tierras en 1757, era alguien desconfiado y en primera instancia altanero, pero cuando paso a ser su colonia se preocupó por ella sinceramente. Lo supo porque cada vez que él iba a visitarla y llegaba a mirar maltrato por la diferencia de raza, siempre amonestaba a sus ciudadanos, ella jamás se lo menciono pero todo cambió cuando fue la independencia de Estados Unidos… ahí ella pudo ver como el espíritu de su tutor fue quebrado, nunca preguntó y ahora piensa que tal vez debió haberlo hecho. Tal vez así hubiera podido entenderlo.

—Señorita India… ¿aún queda mucho para llegar? —la voz infantil la sacó de sus ensoñaciones.

—No, estamos cerca.

—Sé que es prematuro pero… ¿hay algo que no deba hacer?, sé que las costumbres son distintas y no quisiera ofender a alguien, mamá aún no me enseña las costumbres de la india.

La joven sonrió ante la preocupación del pequeño, sin duda alguna se preocupaba por los demás, además de que sus ojos mostraban una pureza increíble, supuso que todo eso era gracias a la mujer que se encontraba ocupada leyendo algunos documentos, tal vez platicará con ella cuando Inglaterra se durmiera.

—Bueno supongo que podemos empezar por el saludo, si son personas de distinto sexo juntan las palmas de las manos sobre el pecho y dicen "namaste" mientras inclinas la cabeza hacia adelante, cuando son del mismo sexo se puede dar un apretón de manos o un abrazó, esto no aplica en privado cuando son familia. Además cuando veas a una vaca no debes molestarla por nada del mundo, ni siquiera tocarla, para nuestra cultura ellas son sagradas porque representan la maternidad y la fertilidad, con decirte que ni leche de vaca consumimos. —La mujer le explicó al niño el cual asentía ávidamente.

—Que bueno que me dices… porque suelo tomar leche en el desayuno, no lo haré mientras esté aquí. —Dijo decidió el niño.

—Gracias por tomarte la molestia de no querer ofender a mis ciudadanos. —Ella sonrío—. Otra cosa que debes saber es que en los templos y lugares sagrados siempre debes quitarte los zapatos, asimismo sé que mucha gente le gusta tomar fotografías y me dijiste que deseabas ver a los animales, les sacaré un permiso especial para que puedan hacerlo.

—Muchas gracias señorita. —El niño casi botaba en el asiento cuando supo que podría ver a los animales.

El auto se detuvo y los tres pasajeros salieron, la mujer los condujo hacia dentro en donde el pequeño admiraba la arquitectura del lugar, su mamá siempre le invitaba a ver su alrededor con detalle.

Hasta ahora el lugar le encantaba, todo era tan colorido y lleno de vida, sabía que en la India no era todo color de rosas pero los vestigios de la antigua civilización aun resistía el pasar del tiempo y eso le gustaba, ellos no olvidaban sus raíces en pos del avance ¿a eso se refería su mamá?

Cuando cenaron el niño no comió demasiado por orden de su madre, siempre que iban a un nuevo lugar comían poco para ver si sus estómagos soportaban la comida, a pesar de estar emocionado en cuanto su madre comenzó con su cuento él fue quedándose profundamente dormido en medio de los bailes de las hadas y ninfas.

Al salir de la habitación del pequeño, Aldana se encontró con la nación y la siguió, al llegar a la sala ella le ofreció un té el cual la mujer ojigris aceptó.

—Veo que su crianza va bien. —Comentó como si nada India.

—Eso espero, no he podido dedicarle el tiempo que he deseado, normalmente tengo que lidiar con los sabotajes internos del parlamento. —La mujer sólo miró a la nación frente a ella, India supuso que la estaba evaluando, de otra manera no hubiera realizado tal comentario.

—Sin duda alguna debe ser algo agotador. Admito que cuando saliste de la cámara ese día nos dejaste a todos perplejos y por qué no, también en cierta medida temerosos por lo que podías hacer. —La morena sólo la miro a los ojos y notó la sonrisa algo maliciosa de la otra.

—Ese era el plan querida, sabía que si pasaba por ahí los otros representantes de las islas británicas no se quedarían callados, me conocen demasiado bien.

—Admito que hay algo en ti que no me deja bajar la guardia. —India decidió que para lograr ganarse la confianza de esa mujer debía ser sincera desde un inicio.

—Me alegro que sea así, no bromeé cuando dije que haría lo que fuera por proteger a Inglaterra. —India reprimió un escalofrío cuando se dio cuenta de todo lo que implicaba esa frase.

Durante los pasados años, si bien Inglaterra no rompió relaciones con ninguna nación tampoco tuvo conflictos con otra, su posición permaneció neutral, claro que siempre que no fuera militar, si algún país le pedía ayuda ésta accedía, pero todos sabían que algo pasaba… muchas investigaciones y espionaje por parte de Rusia, China y Estados Unidos les reveló que si bien los británicos no se preparaban para una guerra, tenían un ejercito muy bien provisto y entrenado. La señal era clara, "No molesten o lo lamentarán"

Ambas se terminaron el té y la pelinegra se despidió marchándose a su habitación agradeciendo el té.

A la mañana siguiente un sobrexcitado rubio estaba apurando a la nación junto a él, su madre aunque estaba un poco más atrás no lo detuvo, quería ver cómo reaccionaban ambos en ese día.

— ¡Gracias por conseguir el permiso! —era como la vigésima vez que el pequeño agradecía, pero estaba muy emocionado, siempre donde había animales y naturaleza también había seres mágicos. A Inglaterra le encantaban ambos, todos tenían su peculiaridad que los hacía únicos.

—No tienes que agradecer, a decir verdad, hace tiempo que no veía alguien tan entusiasmado por ver a los animales. —Y era verdad, los niños preferían las tecnologías que ver y describir la naturaleza.

—Mamá dice que cuando sea mayor podré aburrirme con la tecnología y que aproveche que no tengo responsabilidades. —El niño le sonrío mientras le enseñaba sus pequeños dientes blancos.

Cuando llegaron a la reserva donde habitaban los animales típicos India dejó que Inglaterra vagara libre por el lugar, ella sentía que el lugar le daba la bienvenida al niño, aunque no sabía la razón por la cual lo hacía.

Ella le fue explicando cada uno de los animales y sus características… al ver la felicidad del niño no pudo evitar recordar algo ya pasado hacía mucho tiempo.

Sé que esto es difícil para ti, así que no te obligaré a llevarlo siempre, pero debes entender que ahora perteneces a la corona británica. —Un Inglaterra adulto le mostraba unos vestidos a una más joven India.

La adolescente se negó fervientemente, tal vez fue conquistada pero no dejaría sus raíces sólo porque un idiota blanco viniera a ordenárselo. Eso hizo que el rubio suspirara con cansancio.

¿Sabes?, te entiendo más de lo que crees, pero si sigues de testaruda sólo te traerá problemas, a ti y a tu gente… además no estoy diciendo que eliminaré tu cultura, puedes conservar tus religiones y costumbres en general, sólo recuerda esto "Que el pasado no te impida avanzar pero tampoco lo olvides para que puedas crecer"

La chica en ese momento no entendió la frase, sólo ahora cuando podía ver como su gente convivía con sus tradiciones pero a la vez investigaba la ciencia en busca de descubrimientos podía entenderlo.

—Quisiera compartirte algo que una persona me dijo alguna vez. —Habló India al pequeño quien le miro atentamente—. Que el pasado no te impida avanzar pero tampoco lo olvides para que puedas crecer.

—Señorita ¿por qué me dice eso? —el pequeño no entendió la razón de esa frase.

—Cuando llegue el momento lo entenderás. —Sin poder evitarlo lo abrazó y por fin después de mucho tiempo India sintió una paz que no había sentido, desde que recibiera cierta carta.

Cuando ambos regresaron a la entrada del jardín es cuando India se dio cuenta que Aldana en ningún momento entró al lugar, ¿la estaba probando acaso?, cuando vio la sonrisa ladeada de la mujer lo confirmó, cuando salieron Aldana le compró un helado al niño y mientras éste estaba feliz la nación encaró a la mujer.

—Fue muy audaz de tu parte haberme dejado a solas con Inglaterra. —Comenzó— ¿Qué tal si le hubiera dañado?, ¿o dicho algo inapropiado?

—Inglaterra sabe su historia con cada uno de ustedes. —Dijo con tranquilidad—. Pero le he inculcado que debe conocerlos a cada uno de ellos antes de dar un veredicto… Y sobre lo de dañarlo, quisiera ver tu intento. —La mirada que le lanzó fue una llena de promesas de dolor y muerte, India sintió lo que pocas veces, miedo. Ella tenía miedo de la mujer frente a ella.

— ¿Qué eres en realidad? —le susurró.

—Sólo una criatura nacida de la desesperación del antiguo Inglaterra por tener alguien que lo entendiera. —comentó ella con una sonrisa torcida.

India no supo si creerle o no.

Fue varios días después cuando India entendió hasta donde llegaba el amor de Aldana por Inglaterra, ese día la chica simplemente salió corriendo de la casa y se marchó en un halo de luces. Lo único que le dijo fue "Cuida bien de Inglaterra, si no te mataré"

En un inició no supo por qué se había ido tan de repente pero cuando el pequeño que habían dejado a su cuidado comenzó a quejarse de dolor encendió rápido el televisor en las noticias internacionales. Al parecer Escocia estaba queriendo independizarse de Reino Unido, aunque comunicaban que los ataques habían sido detenidos.

El pequeño Inglaterra preguntó por su madre e India dijo que había tenido cosas que hacer, el pequeño no pudo sino enfadarse, su madre no se había despedido de él. Pero India sólo sonrió comprensiva, era normal que un hijo quisiera a su madre aunque ésta no lo fuera biológicamente. Durante esas dos semanas que Aldana no estuvo, India pudo conocer al pequeño, si bien era alguien que tenía muchos talentos también tenía sus contras, al pequeño rubio no le gustaba estar encerrado ni sólo estar pintando ¡odiaba colorear! Para él era más divertido andar explorando por los alrededores de la casa, él le confesó que si bien sabía tocar instrumentos lo hacía por su madre pero que odiaba hacerlo.

Pudo conocer a un pequeño que haría lo que fuera por ver feliz y sonriente a quien cuido de él con tanto amor. Por eso India no dejada de preguntarse ¿en qué momento ese Inglaterra se había perdido? Su antiguo tutor no era como el niño que se le presentaba… ¿qué le había hecho cambiar?

Cuando Aldana regresó finalmente India se sorprendió cuando llegó, la mujer estaba seria, como si hubiera tenido que hacer algo de lo que no estaba orgullosa.

—Escúchame India, esto para mí es más importante que cualquier otra cosa, tú me has demostrado en estas pocas semanas que podrás hacerte cargo de Inglaterra si me llegara a pasar algo. Nunca en mi vida he pedido un favor, soy demasiado orgullosa para hacerlo… Pero creo que hoy lo amerita. —La mujer la volteo a ver e India supo que algo grave había pasado— Yo no soy alguien bueno, al contrario, puedo dejarme llevar muy fácilmente por mis sentimientos y terminar destruyendo todo a mi paso. Inglaterra no ocupa saber algo como esto, Escocia intento independizarse y tuve que pararlo… probablemente salga del coma en unos cuantos años, pero por hoy está fuera del juego. Llegué al acuerdo con otros seres de que deben pararme en caso de que algo similar suceda. No quiero que Inglaterra sufra y si llego a faltar sé que tú harás un buen papel en mi lugar.

— ¿En serio crees que llegarás a faltar? —la duda era palpable en su voz, a ella en lo personal le había parecido una mujer muy centrada y dispuesta a realizar cualquier sacrificio para ayudar a su niño.

—Nada es seguro en esta vida y yo no estoy exenta de esa regla, pero no quiero dejar desprotegido a Inglaterra. —Se levanto y se dirigió hacia la salida de la casa— Te encargo a Inglaterra, tengo que volver y pasare cerca de dos meses allá… Cuídalo. —Y sin más desapareció.

A la mañana siguiente pudo ver la tristeza del pequeño Inglaterra al saber que su madre no estaría con él por dos largos meses.

—No te preocupes, verás que nos divertiremos y así cuando ella vuelva le podrás mostrar nuevas cosas que aprendiste. —Le sugirió India.

—Pero es que me gusta aprender con mi madre, ella siempre se preocupa de explicarme cuando no entiendo. —El rubio frunció el ceño con molestia, pero en sus ojos se podía ver la tristeza de no ver a su madre.

—Puedo hacer eso si quieres. —el niño sólo ladeo la cabeza como pensando en la propuesta.

—Lo haré yo solo, pero si tengo problemas te avisaré… —Respondió finalmente antes de terminarse su desayuno. — ¿Qué harás hoy?

—Bueno, tengo que atender unos asuntos de estado, ¿quieres venir? Sólo estaremos medio día, después de eso podremos ir a visitar los templos ¿eso querías no?

—Sí, ¡gracias por la oportunidad señorita India!, iré por mi libro y nos vamos. —el niño subió corriendo hacia su habitación, cuando regreso India no pudo evitar sonreír "Los cuentos de los hermanos Grimm" tal parecía que la fantasía y la literatura eran parte de Inglaterra aún.

Durante todo lo que duraron sus juntas India no podía dejar de pensar en el pequeño, aunque lo había dejado con bocadillos y entretenido ¿seria suficiente? Inglaterra parecía alguien muy calmado para su edad, pero sabía que las cosas podían ponerse diferentes en cualquier momento. Al llegar de nuevo a su oficina escuchó las risas infantiles, al entrar a ella vio al niño solo, su cara de extrañeza debió haberse reflejado.

—Son mis amigas hadas, ellas siempre me acompañan cuando mamá no puede. —explicó el niño, India no podía ver de que hablaba—. Asumo que no posees la vista ¿cierto?

—Lo siento, pero tienes razón, no la poseo. —India sonrió algo triste, en el pasado muchas veces vio a su cuidador reír y charlar alegre con el aire, siempre pensó que eran alucinaciones como decía Estados Unidos pero ahora, ¿era eso verdad?, todas las naciones habían visto a Aldana y su calidad de criatura mágica, entonces ¿las otras no serían reales también?

—No te preocupes, para ver sólo hay que creer y entonces cuando creas es cuando verás. —El pequeño sonrió confiado, al parecer feliz de haber recordado esa frase.

—Quizás comience a creer. —le quiso acariciar el cabello al niño pero este se alejó, al ver la mirada desconcertada de la nación se explicó.

—Lo siento, no me gusta que me toquen, sólo mi mamá puede abrazarme de improviso.

—Entiendo, si te aviso primero ¿puedo llegar a abrazarte? —India se puso al nivel del niño y notó que éste se encontraba pensando una respuesta.

—Tal vez más adelante, aunque mamá confío en ti para mi cuidado, todavía eres una extraña para mí.

—Entonces por el momento me conformaré con eso, ahora vamos que las visitan nos esperan.

— ¡Yay! —el niño se levantó veloz y se fue hacia la puerta. — ¡Andando!

Quizás no fuera tan difícil cuidar del pequeño, no cuando éste se encontraba con muchas ganas de explorar el mundo y tenía una amplia comprensión de su alrededor, tal vez ese nuevo comienzo era precisamente lo que necesitaba Inglaterra para poder ser feliz.

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Bueno, aquí otro cap, como vieron aquí esta una de las razones por las cuales India es mujer en esta versión y será hombre en otras de mis historias (como lo es en el canon) aquí solo es una pequeña muestra de lo que puede hacer Aldana (en capitulos posteriores se verá la pelea qe tuvo con Escocia, muy sangrienta por cierto) les adelanto que el siguiente capitulo se desarrollara en Australia… ¡Pequeño Arthur pirata!

Angiepam28, Se que tal vez leas fic para desestresarte también puede sonar mal que lo diga, pero ¡Te invito a leer otros de mis fic!, no están tan mal (según yo) esta semana PF esta bastante largo xD, bueno eso es todo.

Por cierto, aquellos anónimos que quieran dejar anónimo ¿podrían ponerle el nick? Para poder escribir el agradecimiento y aclaración en el siguiente capitulo, no me agrada del todo esta nueva imagen de FF.

De nuevo reitero, si creen que algo no esta bien explicado ¡Díganmelo! Para poder corregirlo y hacerlo más entendible, por que después de todo muchas veces una buena idea se queda en nada al no ser bien explicada

No les pediré review, si ustedes quieren dejar, pues dejen. Esto lo escribo más que nada como una liberación al stress que existe en mi vida y si otras personas pueden disfrutar con esto, bienvenidas sean, aunque sean pocos a mi me gusta más la calidad que la cantidad de review ¡estoy muy agradecida con aquellas que se toman la molestia de escribir el review!, diciendo que partes les gusto o que no entienden.

Me gustaría leer sus criticas, dado que quiero mejorar en mi escritura y sus mensajes con errores y demás ayudarían, no es que no agradezca que les guste ¡Al contrario, me suben el animo!, pero para poder seguir trayéndoles una historia que les guste, primero deben ayudarme a mejorar n.n-