Hola! Nueva historia! :)

yo sé que tengo las otras pero les queria mostrar esta por que "EMADMP" ya va a llegar a su fin :/ y esta tomará su lugar :D (aparte de que ya te debía el cap Romy Velo y Vanessa Erika :) Bueno... Esta historia se me ocurrio un día que no sabía que me gustaba mas si el Edward Dominante o el Edward Nerd y pues... Esta fue mi forma de juntarlos :B Como veran mis historias son muy diferentes unas de las otra y esta no es la excepción...

Gracias a isaaa95 por ayudarme e Betear el capítulo :D

TODOS LOS PERSONAJES LE PERTENECEN A LA MARAVILLOSA MEYER SOLO LA HISTORA ES MIA


Capítulo 1:

—¿Vas a ir a otra de tus convenciones de adefesios?— Se burló el hermano mayor de Edward al ver que se acomodaba su capa de Darth Vader en frente del espejo que se encontraba en medio de la sala del apartamento que compartían juntos.

—Te agradecería que no te burlaras James, yo respetos tus gustos y me gustaría que respetaras los míos— Edward habló con la cabeza gacha y su característico tono tímido.

—Como digas, suerte con eso, yo saldré a tener diversión de verdad— James que se creía el galán de galanes salió de la casa a paso seguro, dejando a Edward rodando sus ojos por el comportamiento de su hermano. James siempre había sido el mejor parecido y seguro de los dos, no tanto porque James fuera más guapo o algo así, simplemente el hecho de que Edward decidiera vestirse con pantalones de vestir, camisetas fajadas y lentes de pasta no lo ayudaban mucho con su imagen.

Edward tomó una última jalada de su inhalador y emocionado salió rumbo a la convención que tanto le había costado tener acceso. El club al que iría hoy no era como cualquier otra convención de aficionados de la ficción, esta era una convención exclusiva para los aficionados de Star Wars y solo aquellos que tenían el conocimiento necesario y habían cumplido cada una de las trivias y duelos por Internet se les nombraban los "elegidos" y podían tener acceso a la reunión. Edward había tenido el honor de ser nombrado el elegido para interpretar a Darth Vader ese año.

Una vez que dejó su Volvo estacionado, se bajó para caminar la cuadra que lo llevaría a su destino.

Ser el amo de lado oscuro…

O al menos por esa noche.

Edward miraba una y otra vez el letrero que resplandecía con luces de neón frente a él y a la pequeña hoja en donde había escrito los datos del lugar en donde sería la convención. Volvió a acomodar sus gafas por encima de la máscara de Darth Varder y el nombre coincidía.

"Master of the universe"

Para él tenía lógica el nombre cuando sacó la información, de hecho le había parecido original el nombre si tomabas en cuenta la naturaleza de la convención. Nervioso y decidido a que era normal que el club tuviera una pinta tan privada y lujosa por lo exclusiva de la convención, caminó nervioso hacia el imponente hombre que se encontraba en la entrada de la puerta con una libreta posada en un pedestal.

—Hummm di-disculpe ¿Aquí va a ser la convención?— Preguntó algo intimidado por la altura del hombre, él también era alto pero ese hombre era enorme y además el siempre estar ligeramente encorvado hacía a Edward verse más bajo de lo que en realidad era. El hombre lo miró de arriba abajo y pensó en que los depravados que asistían a ese club cada vez tenían gustos más raros.

—Sí señor, aquí es la convención ¿Su nombre?— Como si fuera una burla para el pobre de Edward en ese lugar también se llevaría a cabo una convención solo que… de una naturaleza un tanto diferente.

—Cullen— Dijo un poco más tranquilo pues ahora estaba seguro de que ahí era el lugar de reunión.

—Oh sí, aquí lo tengo en la lista, usted alquiló un cuarto de juegos ¿No es así?—

Edward miró extrañado al hombre, pero recordó que en el itinerario aparecía un espacio para juego de conocimientos e incluso duelos en los que estaba determinado a mostrar su agilidad con el sable de luz.

—Sí, no sabía que se alquilaba, pero al ser un elegido este año supongo que lo hicieron a mi nombre—Edward se enderezó un poco, orgulloso de decir que había sido escogido Darth Vader ese año.

—Bueno sígame por aquí señor James— Edward decidió que había alucinado el nombre de su hermano y siguió al hombre por un enorme pasillo. Conforme avanzaban Edward se hacía más pequeño pues no sabía de donde, pero se escuchaba que había música que venía de algún lugar. Por donde a él lo dirijan más bien parecía un hotel pues era un largo y oscuro pasillo que estaba lleno de puertas a los lados con número y todo.

—Bueno señor este es su cuarto, ahí dentro ya lo esperan y puede estar seguro de que está equipado con todo lo necesario para sus… gustos—Terminó un poco dudoso el hombre al miran de nuevo a Edward vestido como Darth Vader y su sable brillando a un lado de su cintura. También pensó en que cada vez eran más jóvenes los dominantes que acudían a ese lugar, pues ese hombre no podía tener más de 25 años.

—Oh gracias— Edward estiró su mano y tomó la llave que le tendía el señor.

—Que se divierta— Hizo una pequeña reverencia y se volteó para dejar al nervioso joven de enormes gafas de pasta en frente de esa gran puerta con el número quince en ó la llave en la cerradura y con cuidado abrió la puerta.

—Bu-bunas noches, siento el retraso pero me costó un poco de trabajo encontrar el lugar— Se sorprendió cuando terminó de abrir la puerta vio que nadie se encontraba ahí. Bueno…

Excepto por la chica arrodillada en medio de la habitación con su cabeza gacha.

Edward abrió sus ojos desmesuradamente y analizó bien a la joven muchacha que se encontraba ahí con su respiración irregular. Vestía una cortísima falda a cuadros, una muy ajustada blusa blanca y tenía peinado su cabello y unas enormes coletas a cada lado de su cabeza. Tal y como una colegiala.

Entonces a Edward lo golpeó la realidad.

Un poco apenado por lo que iba a hacer y por la decepción de la chica cuando se lo dijera, caminó con paso inseguro hasta ella. Tocó suavemente su hombro cuando estuvo en frente de ella para llamar su atención pues siquiera se movió cuando lo escuchó caminar hacia ella por fin levantó su rostro se quedó pasmado por lo hermosa que era, pero haciendo acopio de su cordura recobró el aliento y se preparó para desilusionar a la chica que estaba seguro se decepcionaría por no encontrar lo que había ido a buscar ese día.

—Hum, en serio perdón que te lo diga, pero la convención de anime es hasta la próxima semana…

.

.

.

A Bella casi se le salen los ojos cuando vio quien era el que le hablaba. Cuando lo escuchó hablar pensó que su mente le jugaba una mala esa era la primera vez que Edward veía a Bella, no era la primera vez que ella lo había visto a él, no, claro que no. La confusión de la muchacha pasó a ser removida por una casi absurda emoción al saber quién sería su dominante porque… Edward era su dominante ¿Cierto?

—Disculpe señor ¿Me da permiso de hablar?— Después de armarse de valor y curiosa de porque él no se movía y peor… ¿había dicho convención de anime? ¿Eso a qué viene al tema? Edward que se había quitado la máscara justo antes de dirigirse a ella, la miró con el seño fruncido para después mirar para todos lados de la habitación ¿A quién le había dicho señor? ¿Por qué pedía permiso para hablar?

—Sí, es a usted a quien me dirijo señor— Interfirió Bella cuando vio que él no parecía entender que era a él a quien ella le hablaba. En un gesto que pareció casi ridículo por parte de él. Edward se apuntó así mismo mientras veía interrogante a la muchacha que casi soltó una pequeña risita al ver su expresión de desconcierto.

—Mmmm— Dijo ella moviendo la cabeza de arriba hacia abajo —Entonces… ¿Me permite hablar libremente señor? No tenga miedo de señalar alguna ofensa de mi acomodó sus gafas de pasta con el dedo índice para antes de contestar, ver de nuevo con un poco confundido la expresión de… ¿Jubilo? De aquella hermosa muchacha.

— ¿Sí?— La respuesta de él sonó más como una pregunta que realmente una respuesta, pero fue respuesta suficiente para Bella.

—Muy bien, antes que nada quiero decirle que será un verdadero honor el que usted me tome bajo su mando, le seré sincera al decir que pensaba que alguien más vendría, y no lo dijo porque usted me decepcione, si no que me dieron la descripción de otra persona, pero supongo que usted lo hizo para mantener el anonimato y eso me parece muy razonable. Le prometo ser la más devota aprendiz, pues confió en que usted será el maestro adecuado para mí. También le quiero agradecer que me haya aceptado a pesar de mi inexperiencia, pero le prometo que no se arrepentirá.— Concluyó la joven con una sonrisa radiante que hizo que el pobre de Edward tardara un poco más en procesar sus palabras.

¡STOP!

Gritó la mente de Edward ¿Tomar bajo su mando? ¿Maestro? ¿Aprendiz?

—Dis-diculpa pe-pero no-no e-en tiendo na-nada de lo que me-me dices— Edward se estaba comenzando a poner nervioso por la presencia de esa muchacha que le parecía ser la más bella que hubiera visto jamás y hablándole de cosas que él entendía absolutamente nada —A ver… para empezar ¿Entonces no estás aquí para una convención de anime?— Le interrogó Edward. Ella rápidamente negó con su cabeza. —Ok punto aclarado, ahora… ¿Pero sí estás aquí para la convención que se va celebrar aquí? ¿Fuiste elegida?— Bella asintió frenéticamente con la cabeza y se apresuró a responder.

—Sí estoy aquí para la convención y buscar un amo y claro que fui elegida, soy consciente de lo exclusivo del lugar y pasé cada uno de los requisitos incluyendo, por supuesto, el médico.— Edward abrió los ojos desmesuradamente ante sus palabras ¿¡Exámenes médicos? ¡A él no la hablaron de nada de eso! Mejor se salía de ese tema antes de que ella se diera cuenta de que al él nadie la había avisado de los exámenes médicos y corría riesgo de que lo sacaran de donde tanto le había costado meterse.

—Pero yo lo que realmente no entiendo es eso de maestro y aprendiz a menos que… ¡Oh ya caigo! ¡Disculpa que no entendiera antes! Pero nadie me había explicado o dicho nada sobre una aprendiz— Dijo pensativo mientras daba pequeños golpes con el dedo índice en su mentón, pero no sabía que sus palabras habían desatado el pánico en la muchacha.

—Pe-pero ya le dije que aunque no tenga experiencia pienso ser una devota aprendiz, por favor deme una oportunidad, a demás que habían dicho que usted me aceptaba a pesar de no tener experiencia— A Edward casi se le parte el corazón al ver su expresión desolada y suplicante de corderito a medio morir. ¡Va! ¿Qué más da? No le habían dicho nada sobre aprendices en esta reunión, pero él ya había instruido a otros jóvenes su pasión por la Guerra de las galaxias y tener una joven Padawan ansiosa por aprender siempre era refrescante.

—Está bien, yo seré tu maestro— Dijo mirando su reloj. Igual ya no alcanzaba a llegar a la primera hora de actividades y esa chica en verdad parecía querer aprender.

—¿En serio? ¡Gracias!— Bella que aún estaba de rodillas abrazó con fuerza la cintura de Edward por la emoción de que ¡Edward Cullen! ¡El Edward que ella conocía iba a ser su señor! Ahora estaba segura de que él nunca antes la había visto, pero ella más de una ocasión lo había observado en secreto detrás de un pilar al escucharlo en el cuarto de música de la universidad tocar el piano o desde lejos en una mesa de la biblioteca cuando sus amigas no la observaban, ella observaba al solitario de Edward que siempre parecía estar solamente acompañado por sus libros. ¡Como le había gustado Edward desde que lo conoció! pero nunca se atrevió a hablarle porque ella apenas cruzaba el primer año de medicina en universidad y él ya era de el último año de ingeniería robótica ¿Querría hablar con una chiquilla? O mejor aún ¿Quería hablar con alguien? Y además ella siempre había tenido inquietud por esa clase de mundo y dudaba mucho que él compartiera sus gustos ¡Y miren ahora! ¿Quién iba decir que el tímido nerd de gafas enormes y siempre solitario que había cautivado su atención tendría este lado tan excitante?

Edward miraba asombrado y totalmente sonrojado como esa chica se aferraba tan fuertemente de él y tenía la sonrisa más bonita de todas ¿En serio le emocionaba tanto aprender sobre ese tema? Por lo regular no es muy normal que chicas y menos tan bonitas como ella se interesen en esta clase de cosas.

—¡Oh disculpe mi atrevimiento!— Bella se separó de él al notar que ya llevaba más tiempo de lo que debería pegada a él. Edward carraspeó y pasó su mano por la frente y secar así la pequeña capa de sudor que había cubierto su rostro sonrojado. Digamos que… Edward no estaba muy acostumbrado a tener contacto con el género opuesto. Tomó una fuerte inhalación de aire para así poder evitar el molesto tartamudeo que lo atacaba cada vez que se ponía nervioso ¡Vamos Edward, tú puedes! ¡Tienes que mostrar tu autoridad como su maestro! Bueno o eso se trató de convencer a sí mismo.

—Pa-para empezar ¿Sabes qué clase maestro soy?— Edward consiguió retomar un poco de confianza y se enderezó en su lugar —Tu entrenamiento será más difícil que el de un aprendiz normal porque… Yo manejo el lado oscuro— Bella se estremeció contenta ante la promesa. Si tan solo supieran que estaban hablando cada uno de un tipo de oscuridad TOTALMENTE diferente.

—Sí, puedo observarlo— Dijo mirando divertida el disfraz de Edward. No era que se estuviera burlando, si no que le pareció divertido ver la clase de fetiches que manejaba por su personalidad y… ¡Eso le encantaba!

—También vamos a tener que cambiar la forma en la que te vistes— Observó a la chica de arriba abajo llenándose de rubor sus mejillas.

—¡¿Oh no le gusta lo que traigo! En serio lo siento, pero a mí en la lista de sus gustos me dijeron que le gustaba así— Ahora fue ella la que se sonrojó por su equivocación ¿Habría leído mal? ¡Céntrate Bella, no dejes que se te vaya! Se gritó mentalmente.—No-no es que-que no me-me guste— Tragó saliva al verla de nuevo

—Es solo que… no creo que sea la adecuada y ¿Por qué estás arrodillada? Párate por favor— Dijo confundido por no reparar en eso antes ¡había tenido a la pobre chica así todo este tiempo!

—Sí señor— Se paró con cuidado por la falda y le sonrió hacia arriba una vez de pie, pero como él era considerablemente más alto que ella, al momento de mirar hacia abajo vio su generoso escote desde más cerca y sintió como la sombra de un ataque de asma se acercaba.

—¿Y-y tra-tagiste a-algo pa-para tra-trabajar hoy?— Preguntó para concentrarse en otra cosa y además ya solo le quedaba media hora con ella. No pensaba perderse los duelos, ya le preguntaría donde estaba la sala.

—Sí, traje lo que me encargó— Se volteó para dejarlo confundido. Él no le había encargado nada, a penas la conoció hoy ¿no sería que ella había quedado con alguien más y… no pudo terminar porque se atragantó con su saliva y empezó a buscar su inhalador en el bolsillo trasero de su disfraz para poder controlar su repentino ataque de asma, porque al momento en el que Bella se volteó se dirigió como a alguna especie de silloncito en donde se agachó para tomar algo que no alcanzaba y al recargar su torso en el brazo del silloncito le daba una vista perfecta de su trasero y mini braguitas color rojo con encaje. Tomó una fuerte jalada y trató de calmase antes de que ella se volteara. Mejor volteó la cabeza y fingió que la virgen le hablaba para fingir que no había visto nada y no hacerla sentir incomoda ¡Por Dios! ¿¡Quién rayos le dijo que esa era la ropa que tenía que utilizar?

—¿¡Para qué quieres eso?— Preguntó desconcertado y con los ojos casi fuera de su lugar cuando ella se acercó de nuevo con una especie de látigo y unas esposas en las manos.

—¿Cómo que para qué?— Preguntó ella igual o más confundida que él.

—Sí, como para qué habríamos de necesitar eso.—Bueno… no lo sé, usted es quien me lo pidió— Ella se encogió de hombros y comenzado a molestarse con quien le envió la información de los gustos de su señor ¡Ahora se sentía ridícula! Primero se equivoca con el vestuario, casi la rechaza por su inexperiencia ¡Y ahora esto!

—¡Yo no te pedí nada de eso!— Apuntó con su dedo casi horrorizado lo que ella tenía en las manos ¡Vaya que era inexperta! ¿Qué nunca había visto por lo menos alguna película de Star Wars y había notado que no había fustas en ella?

—Yo lo siento… La persona que me pasó la información de lo que necesitaría me dijo que era esto lo que necesitaba, en serio lo siento…

—Hey…hey, no llores— Edward se acercó espantado de ver como una lágrima rodaba por su mejilla ¡Genial Cullen, la primera vez que hablas por más de diez segundos con una chica hermosa ¡y la haces llorar! Edward se recriminaba mentalmente. Él le dijo que sería su maestro y ahora la reprendía por traer las cosas equivocadas —No pasa nada, de seguro te dieron la información mal, eso lo podemos arreglar pero… por favor no llores—Edward tomó su mentón con su dedo índice y armándose de valor retiró con su pulgar la lágrima que había rodado por su mejilla y trató de darle una sonrisa tranquilizadora para darle a entender que no estaba molesto. Bella se quedó sin aliento por su gesto y sintió como su piel hormigueaba por su contacto y sus ojos brillaron con emoción al ver que su maestro parecía que de verdad se preocupaba por ella.

Cuando entró en ese lugar solo iba para satisfacer sus deseos más bajos y nunca esperó sentir ningún sentimiento que no fuera placer durante aquella experiencia, pero los sentimientos entraron a jugar inevitablemente cuando fue su Edward quien llamó su atención. No esperaba que él se enamorará de ella como ella lo estaba comenzando a hacer desde aquella vez que lo vio por primera vez en la sala de música de la universidad, pero… por lo menos ver que le podía llegar a importar ya era más de lo que ella pudiera esperar. Ahora menos lo dejaría ir. Sería la mejor estudiante. Se recompuso y tomó una posición segura, decidida a estar a la altura.

—¿Qué te parece si dejamos a un lado los errores y comenzamos?— Le dijo tímidamente Edward cuando se dio cuenta de que la estaba mirando fijamente y ella asintió contenta y nerviosa por comenzar. Edward se alejó y se volteó de espaldas para pensar por dónde comenzar y poder calmar su vergüenza por haberse acercado tanto a ella. Ok ¿Por dónde empezar?

—Para empezar ponte de rodillas por favor— Le pidió amablemente Edward a ella. No era muy normal que un Padawan fuera nombrado con el toque del sable de su maestro, pero a él le gustaba dar ese detalle para motivar al aprendiz. A Bella se le contrajo el estómago de anticipación y ansiosa por comenzar a recibir órdenes de su maestro, así que rápidamente obedeció y se arrodilló de inmediato.

—Ahora te voy a nombrar mi Padawan utilizando mi sable— A Bella se le abrieron los ojos desmesuradamente por la promesa y le pareció excitante que la llamara Padawan.

—¿Me permitiría sacarlo de su pantalón yo misma?— Le preguntó ella completamente sonrojada y temiendo sobrepasar sus límites.

—Claro, pero hazlo con mucho cuidado porque es muy largo— Edward no le tomó importancia a su petición, seguro quería tomarlo ella misma para después ofrecérselo para que la nombrara. Bella se sorprendió por su declaración, pero respiró hondo para recuperar la compostura y trató de controlar sus temblorosas manos para no hacer las cosas mal. Mientras ella se debatía de cómo hacerlo, él esperó que ella lo tomara, pero levantó su vista cuando frunció su ceño al notar algo al fondo del cuarto que no había notado desde que entró por estar tan concentrado en ella ¿Eso era una cama…

¡Epa! ¡Eso que ella estaba tocando no era su sable!

Al menos no el de luz…

—¡¿Qué haces?— Pegó un brinco alejándose de ella y sosteniendo su ya desabrochado pantalón —¡¿Po-po-po qu-qué hiciste eso?— Preguntó entrado en pánico ¡Ella acaba de tocar su… pffff!

—¡Lo siento, lo lastimé! En serio no fue mi intención debo de ser una pésima sumisa, no quise hacerlo ¡Es solo que no lo había hecho antes! ¡Deme otra oportunidad y sabré complacerlo señor!— Bella comenzó a decir desesperada, pero la voz de ella se comenzaban a perder en la inmensidad para él y todos los hechos comenzaron a golpearlo haciéndolo sentir estúpido por no haberlas visto antes. Por fin fue totalmente consiente de su alrededor y comenzó a notar lo exótico del cuarto, de la cama al final de este, de los "juguetes" que no había visto encima de ella, la cruz que aparentaba estar ahí para amarrar a alguien que no había visto porque estaba en la parte más oscura del cuarto y también por fin entendió la vestimenta de ella y sobre todo las esposas y fusta "Estoy aquí para buscar un señor" "Debo de ser una pésima sumisa" ¡Y así se llamaba así mismo inteligente!

—¿Señor?— Preguntó preocupada al ver su reacción. A Edward inevitablemente lo atacó un ataque de asma y abría la boca como un pez fuera del agua sin saber qué hacer.

—¡Di-Dios e-esto e-es u-un e-error! ¡Yo-yo no-no so-soy u-un Do-do-domi-na-nante! ¡Yo-yo so-solo ve-venía a-a u-una co-co-convención de-de sta-star wa-wars!— Y con eso todo se hizo negro para Edward.

—¡Edward!— Gritó por primera vez su nombre por el pánico cuando vio como se desmayaba y al escuchar sus palabras ¡había manoseado a Edward por un error! Ella sintió que la vergüenza la invadía al darse cuenta de la enorme confusión que acababa de pasar ¡El pobre solo iba a una convención de ficción! Se levantó y corrió por su celular que había dejado en el pequeño morral que había traído consigo y sacó su celular para llamar a una ambulancia, pues no sabía qué consecuencias podía traer el ataque de asma. Se tranquilizó un poco cuando la señorita de la línea le dijo que ya iban en camino y que si se había desmallado el ataque de asma no había pasado a mayores, pero que aun así irían por él para estar seguros.

Bella se arrodilló de nuevo a un lado de él cuando colgó el teléfono y tomó su cabeza para levantarla del suelo y colocarla en su regazo. Quitó sus gruesas gafas de pasta de su rostro y con admiración acarició su rostro tan hermoso que él se empeñaba en esconder. Que linda había sido la fantasía de que su Edward compartía sus gustos y que la guiaría en todos esos placeres que ella anhelaba. No pudo seguir con su observación porque interrumpieron en la habitación las personas de la ambulancia a las que ella les había dado el número de la habitación y había dejado abierta para cuidado levantaron a Edward del suelo y se lo comenzaron a llevar para poder revisarlo. Mientras ella observaba como se lo llevaban por el pasillo, le vino un pensamiento a la cabeza.

Ella quería un dominante, sí, pero quería a Edward, por fin había hablado con él y no se conformaría con menos. Ella lo buscaría en la universidad y haría que él fuera su señor, no importaba lo que tuviera que hacer para sería su Dominante.

No importaba que en esta ocasión la sumisa hiciera al Dominante…


¿¡Qué tal! ¿Les agrada la idea? Por favor diganme si la continuo porque si no les gusta tengo otras ideas que me gustaría trabajar cuando se termine EMADMP :D

Nos vemos! .-.