Bueno chicas! Llegó el final del fanfic...no creo que haya epílogo. Creo que este final es el que más me gusta y creo que se merece.

Espero que lo disfrutéis hasta el final.

Sevmione23, Mama Shmi, Ruth, Mrs V, JorgiDG, SnapeGirl, Anthea y Kuka, mil gracias por seguir el fanfic y haberlo comentado. Me habéis animado mucho :) También gracias a todas las personas que se han hecho favorita la historia y han puesto alertas ;), gracias por estar ahí también.

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Después de unos minutos de papeleo vio el cuaderno que se había traído consigo, todavía no sabía por qué. No tenía la intención de comunicar nada a Hermione, por qué no sabía qué comunicarle. Lo abrió algo perezoso y vio una respuesta. " Encantada de sorprenderle. Sinceramente, Granger". Granger? Por qué ponía su apellido? Era alguna connotación amistosa? O todo lo contrario? Pero lo que más le gustó fue que a ella pudiera encantarle sorprender a un hombre como él.

Una sonrisa se le formó en los labios. Hermione Granger, había respondido a su mensaje, por lo tanto, lo había leído. No había cumplido su atrevimiento.

Después de esperar, mientras desayunaba en su habitación, Hermione Granger se decidió a ir en busca de Snape. Quería hacer algo y quería saber qué estaría haciendo él. No quería entrometerse mucho para no agobiarlo, pero tenía la misma necesidad de cada mañana.

Pensó que su despacho sería lo más probable, así que bajó un piso y llamó a la puerta.

- Adelante.-desde su escritorio-.

- Buenos días, profesor. -Snape se tensó desde el momento en que llamaron a la puerta, sabía que era ella. Guardó el cuaderno-.

- Buenos días Granger. No sabe qué hacer?

- Ermm...no.

- Bueno, como quedan unas horas antes de la hora de comer, puede ayudarme con unas pociones para resfriado que necesita Poppy. Las estoy haciendo en el laboratorio. -dijo mientras su mirada seguía fija en papeles. De nuevo vuelve a ser el de siempre...pensó la chica-.

- Claro. -se quitó la capa dejándola en una silla, delante de Snape para probar si llamaba su atención y consiguió que el mago la mirara un segundo de reojo. Hermione salió de la sala y se adentró en el laboratorio-.

Pasaron unos minutos y el profesor terminó por fin algunos papeles relajando su espalda hacia atrás. Se levantó y fue a ver qué tal iban las pociones. Al entrar, vio una maraña de pelo rizado trabajando en dos calderos casi a la vez. Y lo que veía le gustó. Las mangas de la camisa de la joven estaban arremangadas y los primeros botones del cuello abiertos.

- Todo en orden? -preguntó llamando su atención mientras se acercaba con paso lento, examinando los calderos, mientras él mismo se arremangaba un poco. Su capa se la había quitado antes de que llegara Dumbledore-.

Hermione observó mientras tragaba saliva, los fuertes brazos del profesor. Dios, tenía ganas de apretárselos, de sentirlo de nuevo al rededor.

- Si...-se había puesto algo nerviosa. De nuevo ese cuerpo que tanto le había intimidado se iba acercando hasta ella y al caldero en el que trabajaba-.

Snape miró por encima del de Hermione, acercando su cara al caldero, justo enfrente de la joven. Sin querer sus ojos se toparon de nuevo con el escote de su aprendiz. Desvió la mirada lo más rápido que pudo.

Hermione le miró a los ojos mientras le daba las aprobaciones. Sin embargo...el pómulo derecho del profesor tenía un borrón de carbonilla, sin duda de haber trasteado con algunos pergaminos. Estuvo tentada a hacerlo y se quedó hipnotizada unos segundos.

- Debería pagar prenda...-dijo viendo que no dejaba de mirarle, en concreto, la parte derecha-.

- Qué...?-dijo sumisa en los restos de carbonilla-.

- Leyó mi mensaje en el cuaderno. -dijo algo nervioso, pero antes de poder terminar, ella había llevado su cálida mano hasta su pómulo y sus dedos empezaron a acariciar de forma circular esa zona. Sintiendo algo que nunca había recordado. Qué estaba pasando? Porqué tenía esa mirada? Por qué le limpiaba lo que fuera que tenía de ése modo? Parecía como si disfrutara haciéndolo. Tenía que terminar de esto de una vez por todas. Si algo podía hacer Snape era reaccionar de la manera más inesperada-.

Mientras aprendiz limpiaba con parsimonia el pómulo del maestro, éste cogió de golpe la muñeca de la joven sin darle tiempo a reaccionar. Entonces, su mirada, antes perdida en su tarea; ahora se encontraba fija a unos ojos oscuros encendidos por algo parecido a la ira. Tenía miedo. En un par de movimientos precisos, Snape apartó a Hermione del caldero y la encerró en la pared junto a su propio cuerpo. El corazón de la joven se aceleró. Qué estaba pasando? Su muñeca aún era sostenida por la mano de Snape, quien había liberado la presión considerablemente. Pero de todos modos, su cuerpo cerca del suyo aprisionándola, la intimidó muchísimo.

- Por qué? -preguntó de nuevo-.

- Qué...? -dijo intentando soltarse. Snape colocó sus manos en la pared, a cada lado de la cabeza de la joven-.

- Quiero que me diga la verdad.

- No sé de que me está hablando...-intentó controlar su agitada respiración. La situación no era de pánico, sino más bien de un placer tortuoso que no quería revelar en ese momento. Por qué Snape reaccionaba ahora así? , pensaba-

Los dos se quedaron mirándose a poca distancia. Snape se relajó por completo mientras la miraba y mientras lo hacía pudo ver como el miedo de la chica iba cambiando y sus mejillas se iban encendiendo por momentos. Creyó que si forzaba más la situación podría saber qué más confesiones podía sacarle a la chica. La mirada del mago se detuvo en los labios de la joven y después a sus ojos. Fue entonces cuando vio que la chica miraba embelesada sus labios. Se preguntó qué pasaría si se decidía a acercarse más.

Despacio, mientras la furia descendía, con algo de inseguridad, descendió más su rostro. Hermione, que vio como el rostro de Snape estaba más cerca, no quiso mirar atrás y se lanzó al vacío. Antes de que el profesor se acercara más, ella sin apartar la mirada de esos sensuales labios, los probó con fuerza, desplomándose hacia delante.

Snape cogió a Hermione por detrás de la cintura mientras sujetada aquel precipitado beso. Lo estaban besando? Hermione Granger lo estaba besando? O era una técnica para huir de su aprisionamiento? No, le estaba besando, y él había empezado a corresponder al beso apenas al instante. Sin darse cuenta, ambos estaban compartiendo su primer beso. Un beso tímido y de reconocimiento. Ella le apretó los bíceps mientras se mantenía en pie y le besaba, él la fue atrayendo hasta quedar unidos en un abrazo. Snape se separó de sus labios para hablar.

- Era esto lo que la hacía querer quedarse aquí? -preguntó en el tono más bajo, casi tembloroso, que Hermione había oído nunca. Cerca de su oído y haciéndola vibrar en cada nota de su poderosa voz, sus piernas flaquearon un poco por la tensión sexual que les rodeaba en aquel preciso momento-.

Hermione, abriendo los ojos al ver lo que había compartido por fin con el hombre que quería, porqué sin duda, lo quería y deseaba con locura. Volvió a acariciar los restos de carbonilla ya inexistentes.

- Obvio...Severus- se atrevió a decir. Los dos se quedaron en silencio. Snape por que no sabía si eso era un sueño, y Hermione nerviosa por el posible rechazo del profesor-.

- Señorita Granger...usted no está preparada para enamorarse de alguien como yo...-dijo mientras la cogió de la mano y volvió a acercarla hacia su pecho-.

- No sea absurdo! -mirándole a los ojos con intensidad y todo el coraje Griffindor posible- Desde el momento en que le salvé...yo...usted...-cogió aire- Quiero ser feliz, profesor. Y no sé si podría serlo sin usted cerca de mí...-su confesión fue a parar como una flecha de punta afilada hacia el corazón de Snape. No sabía el cuando exacto, pero al igual que ella, su corazón reaccionaba sólo con verla-.

Snape, sin separarla de su medio abrazo, llevó una de sus manos a la cabeza rizada de la joven y la acarició con dulzura. Después de unos segundos sin poder decir nada, algo dentro del profesor le dijo que ahora era el momento de empezar desde cero. Bajó la mano de la cabeza a su rostro e hizo que le mirara a sus oscuras orbes. Hermione todavía no sabía si saldría de ahí con vida o expulsada. Pero...le había correspondido al beso! -pensó-.

- Una vez, dejé escapar a la mujer que amaba...-hizo una pausa mientras la miraba a los ojos, transmitiendo algo que esta vez Hermione pudo descifrar, una declaración. Una ventana abierta a su corazón.- Cree que sería estúpido si lo hiciera dos veces?

Hermione Granger, pragmática, había oído algo que nunca antes habría imaginado. Sus ojos se aguaron un poco debido a la emoción del momento. Snape se había declarado? Sentía por ella lo mismo que sentía ella por él?

- Usted...me...

- Usted hizo que mi corazón volviera a latir. -la miró- En muchos sentidos...-dijo pensativo-.

- Severus Snape, por favor, bésame. -y diciendo esto, el profesor se lanzó a los labios de su aprendiz para devorarlos como nunca antes había hecho. Sus labios se unieron para volver a probarse. Esta vez, la alegría que tenían no se podía contener. La lengua de Snape invadió la boca de Hermione, quien también exploró, succionó y mordió aquellos labios que la llamaban a todas horas.

Ambos, después de removerse las ropas con frenéticos besos, oyeron algo que les era familiar. Burbujas. Las pociones! Hermione se separó para decirle con la mirada que tenían que mirar en los calderos, pero Snape con un movimiento de varita pronunció "Evanesco"

- No diremos nada. -dijo ante la mirada extrañada de la chica y volvió a besarla-.

- Qué pasará con la directora?

- Qué pasará con el "señor Quiddich"?- los dos se miraban con la ceja en alto y sonrieron-.

- Ron no es quien hace que mi corazón se vuelva loco...-confesó algo avergonzada por empezar a revelar sus sentimientos delante de Snape-.

Al oír esas palabras Snape tuvo la necesidad de abrazarla de nuevo entre sus brazos. Despacio fue besando sus labios y bajó la línea de su cuello, haciendo que ella acariciara su espalda. Dejando que pequeñas descargas sacudieran el alma del profesor.

- Y...en referencia a la directora -dijo entre beso y beso- Creo que ella y Dumbledore sabían esto antes que yo.

- Qué? -dijo separándose un poco para verle, mientras ponía sus manos en el fuerte torso del profesor-.

- Dumbledore tuvo la ligera idea de que podrías sentirte atraída por mi. -Hermione enrojeció – Él y su sexto sentido romántico...- la joven sonrió-. Y, ya sabes lo mucho que habla con Minerva...

Los dos se miraron unos segundos sin saber qué hacer.

- Podríamos...ir a tus aposentos...? -su cara llena de malicia, excitó a Snape-. Quiero pagar cada una de mis prendas...-sus ojos le retaron-.

El profesor la giró para que el trasero de Hermione se apoyara en una de las mesitas libres del laboratorio, se posicionó entre su cuerpo y la besó apasionadamente mientras sus grandes y austeras manos recorrían cada palmo de su cuerpo. Sus caderas se rozaban de forma lasciva y su respiración era agitada cuando Snape se separó un poco para hablar cerca de su oído a la vez que Hermione soltaba un gemido.

- Dime que me lo pedirás cada día mujer, y seré tu esclavo para siempre. -se volvieron a besar, probándose, retándose, explorándose y sobretodo, saboreando la victoria de su amor-.

Después de todo, Dumbledore no tenía razón. Severus Snape, no malgastaba el tiempo en su laboratorio.

THE END!3

:'(