Siempre hay una primera vez para todo. Y ahora Mio y Ritsu estaban teniendo su primera pelea. Su primera pelea real, así era. No como aquellas pequeñitas en las que Ritsu hacía algo estúpido. Nadie querría realmente pasar por la primera vez para esto, pero ahora Ritsu y Mio estaban pasando por esto. Llevaban como dos meses en la universidad. Atendían a universidades diferentes pero aun les quedaba relativamente cerca de la casa.

La mayoría de gente que las conocía hubiera pensado que la causante de su primera pelea sería por culpa de Ritsu, pero fue por Mio.

"¡¿No podrías haber dicho por lo menos que tenías un novio?" Gritó Ritsu, moviendo sus brazos en el aire.

"Entonces probablemente hubieran querido conocerlo." Dijo Mio tímidamente.

"Entonces les hubieras dicho que él estaba muy ocupado con la universidad. ¡Si lo peor pasara, podría vestirme como un chico y hacer mi voz más grave!" Gritó Ritsu. Caminó por el cuarto de Mio con mucha fuerza y su cara roja por la rabia.

"Perdón… Sólo no lo hice." A Mio no se le ocurría nada para decir.

"Oh, no querías que ellos me conocieran, ¿es eso? ¡No querías estar avergonzada en frente de tus amigos de universidad! ¿Es así? Si lo es, sólo házmelo saber, ¡y me quito de tu camino!" Dijo Ritsu.

"No… es que… tu sabes… eres una…"

¿Qué? ¿Soy qué? ¡Una chica! ¿No les querías decir a los demás que eras yuri? ¿Es desagradable?" Gritó Ritsu. "Ya sé, ¿estás horrorizada con la idea de que te los demás sepan que te gustan las mujeres?"

"¡No! ¡Nunca dije eso!" Mio dijo, preocupada.

"¡No tienes que decirlo! No es natural, ¿cierto? ¡Sólo estás pretendiendo estar conmigo! ¿Es como un chiste entre tus amigos de la Uni y tú? Jajaja esa estúpida Ritsu nunca se dará cuenta, ¿no? ¡Tú no la amas, por qué no le dices, Mio!" Dijo Ritsu, burlándose.

"¡Ritsu!" Mio espetó. "¡Te amo! ¡Te amo más que a nadie o más que a cualquier cosa!"

"Pero no le puedes contar a nadie de nosotras, ¿huh?" Dijo Ritsu, bajando un poquito su tono. "¿Quieres saber algo? ¡Ya les he dicho a todos los de mi Uni! Incluso si la mayoría de ellos no se lo toma bien, ¡para mí está bien!"

"Lo siento, Ritsu. Yo sólo... Sólo…" Mio tenía algunas lágrimas ya formándose en sus ojos. "No iré a esa estúpida fiesta, ¿está bien?"

"¡No, no es sobre la fiesta, Mio! ¡No debiste haber aceptado en primera instancia! Podrías haber hecho muchas otras cosas, ¡pero aceptaste! ¡Incluso sonriendo! ¡No supiste que yo estaba caminando detrás de ti! ¡Te veías súper asustada cuando te volteaste!" Dijo Ritsu con una voz sarcásticamente enojada. "Tal vez ni siquiera me hubiera molestado. Sólo hubiera seguido caminando, y tú podrías haber ido a tu estúpida fiestita y buscarte un buen novio. Y después yo recibiría una llamada a media noche 'Lo siento, Ritsu, pero nuestro se acabó. Encontré a un chico genial y nos casaremos y tendremos hijos. Lo siento, pero no podría hacer nada de esto contigo' Entonces yo quedaría con el corazón roto. Oh, ¡qué inteligente eres Mio para ingeniarte un plan así!"

"Pero ellos estaban rogándome y no quería desilusionarlos." Mio dijo, mirando hacia sus manos.

"Porque sería muuuuuuuy horrible decirles que no." Dijo Ritsu, cruzando sus brazos. ¿Sabes qué? Ve a esa estúpida fiesta. Ya no me importa."

"Hu… ¿qué? ¿Por qué?" Dijo Mio.

"Encuentra un buen novio, porque lo nuestro ya fue. Estoy rompiendo contigo." Dijo Ritsu.

"Rit… rom…¿rompiendo?" Mio se congeló, confundida.

"Sip. ¡No estarás atada por mí ni nada de eso! Cásate y ten hijos." Dijo Ritsu de manera violenta.

"Pe-Pero… ¿rompiendo?" Mio aun no había salido de su estupor.

"Entonces, creo que me voy yendo." Dijo Ritsu, cambiando sus pies de dirección y caminando por la puerta. Unos segundos después Mio escuchó la puerta cerrarse de golpe.

"¿Rompiendo… con Ritsu?" Mio dijo, finalmente procesándolo. "¡Espera, Ritsu! ¡Espera!"

Mio abrió la puerta de su cuarto y corrió por el pasillo. Corrió por la calle sin siquiera molestarse en ponerse unos zapatos o una chaqueta. Corrió alrededor de quince metros pero nunca la encontró. No supo que Ritsu también había salido corriendo por todo el camino.

Más tarde esa noche ella esperó recibir un mensaje de texto o una llamada de disculpa o para decir que las cosas saldrían bien, pero no llegó esa noche.

Ni la siguiente.

Ni la noche siguiente.

Ni tampoco la siguiente.

.

UN MES DESPUÉS.

Punto de vista de Ritsu.

Ni siquiera trató de traerme de vuelta, en lo absoluto. Creo que en verdad fui sólo una especie de juguete para ella…y yo que creí que la conocía bien… Soy una clase nueva de estúpida, ¿no? Ritsu pensó, sentada en su habitación.

Estaba haciendo un poco de tareas, pero no podía concentrarse del todo. Le había puesto unos trabajos durante las vacaciones de primavera, y no había hecho nada en los tres días de descanso que llevaba. Tendría que volver a hacer ese trabajo para su clase.

A pesar de haber terminado con Mio Ritsu pensaba en ella constantemente. Esa noche que terminaron, pensó que Mio iba a tratar de ubicarla al menos, y de alguna forma, hacer que el final de la relación fuese menos doloroso. Era mucho peor que Mio no hubiera intentado hablar con ella nunca más. Siendo la terca persona que era, Ritsu tampoco lo intentó. De hecho, sólo se molestó y se molestó más y se comportó de una forma más agresiva con Mio. Las prácticas de la banda se volvieron menos divertidas, Ritsu no hacía más que tocar la batería con rabia. Bueno, la verdad había mejorado pues ahora mantenía el mismo ritmo y no confundía a las demás.

Ritsu miró su tarea. Había decidido convertirse en profesora de música. Resolvió que amaba la música un montón, y sería divertido pasar su conocimiento a los más jóvenes. Las clases habían probado ser algo difíciles, pero Ritsu pudo con ellas. A menudo había tenido a Mio con ella para animarla y acompañarla, pero normalmente se iba después de diez minutos.

Estaba escuchando en la radio "Pictures of you" por The Last Goodnight. Golpeó el ritmo con su lápiz. Se recostó en su silla y miró alrededor a su habitación. Si alguien entrara definitivamente pensaría que todavía estaba con Mio. Había algunas fotografías de Mio alineadas en su aparador. Había muchas más fotos de Ritsu y Mio pegadas en la puerta. Había decenas de fotos de Ritsu y Mio y algunas con más personas sobre su muro. Ritsu se volteó de nuevo a su escritorio y miró a su fotografía favorita. Era sólo Mio sentada en una silla de playa con un libro, riendo.

Pictures of You

Pictures of Me

Hung upon the wall for the world to see

Pictures of You Pictures of me

Reminds us all of what we used to be

Ritsu tomó aquella foto y la abrazó en su pecho. La noche en que las cosas entre ella y Mio terminaron, no había llorado. Ahora sintió algo brotando de sus ojos. No quería dejar las lágrimas caer, quería permanecer fuerte. Sintió que su cuerpo temblaba un poco y después una lágrima rodó por su mejilla.

Confess to me, every secret moment
Every stolen promise you believed
Confess to me, all that lies between us
All that lies between you and me

Ritsu perdió su control. Lloró en silencio. Lloró todas las lágrimas que había querido derramar aquella noche. Lloró todas las lágrimas que quería llorar desde ese día hasta ahora. Lloró por treinta minutos seguidos. Después se limpió su nariz y ojos, se miró en el espejo, arregló su apariencia y bajó las escaleras para ir a por un vaso de agua.

Al día siguiente que se fue para la práctica de la banda, estaba escuchando música con su iPod y masticaba una goma de mascar. Llevaba una chaqueta y unos jeans holgados, así que se veía algo masculina.

Dio una miradita alrededor, y notó que Mio estaba en frente de las miembros de la banda y se veían mortificadas. Se retiró sus audífonos y los dejó alrededor de su cuello.

"¿Qué hay?" Preguntó Ritsu.

"¡Ritsu-senpai! ¡Tienes que decirle a Mio que se quede! ¡Quiere retirarse de la banda!" Dijo Azusa.

"¿Huh? ¿Por qué?" Ritsu preguntó, ni un poco confundida. Claro que ella no se va a quedar… no puede soportarme más.

"Dijo que no podía concentrarse bien, ¡y que sería mejor para la banda si ella nos deja!" Dijo Yui.

"Es cierto… En verdad has estado como perdida en estos días, Mio-san." Dijo Ritsu, intentando que sonara agresivo. "Bueno, no es nuestra decisión. Si ella quiere irse, nadie puede impedírselo. No queremos atarla, ¿cierto?" Prácticamente escupió la última parte.

Mio se veía casi como si sus palabras no la hubiesen afectado. Continuó mirando para abajo, y ni siquiera se molestó.

"Ajam… bueno, me siento como si las estuviera atando para no progresar… así que sólo me iré ahora…" Dijo Mio, y se volteó hacia la puerta. Tomó su iPod y lo acomodó en sus orejas. Caminó fuera del cuarto y cerró la puerta después. Ritsu la observó hasta que se perdió. Giró y se dirigió a su batería.

"¿Vamos a practicar o no? No puede ser tan duro encontrar un bajista." Dijo Ritsu.

"Ritsu-senpai…uhmm…" Azusa intentó decir algo.

"¿Qué? Escuchen, no la vamos a traer de vuelta." Dijo Ritsu, restándole importancia con un movimiento de hombros.

"No... Ricchan, estás llorando." Dijo Yui con una mirada de preocupación en su cara.

Ritsu se congeló por un segundo, con una mirada rarita por su cara. Puso un dedo debajo de su ojo y había agua emanando.

"Oh… creo que sí." Ritsu dijo, sonriendo. No era un buen signo de todos modos. Sus amigas la miraron con horror.

"Creo que es algo del interés de ambas, intenta arreglar las cosas con Mio-chan. " Mugi dijo, palmeando gentilmente su hombro.

"¿Y cómo se supone que haga eso?" Ritsu rompió el toque sin proponérselo. Mugi sabía que estaba en un estado frágil y no lo tomó como una ofensa.

"Está bien… escúchame…" Dijo Mugi, haciéndoles señitas a Azusa y Yui para que se acercaran.

Punto de vista de Mio.

Ritsu no intentó contactarla de ninguna forma. Cuando la banda tenía prácticas no hablaban más que lo necesario. Mio le robaba constantes miradas, pero no estaba segura si debía hablarle o no.

Yui, Azusa y Mugi notaron la creciente distancia entre las dos, pero pensaron que sería mejor intentar y dejar que las cosas las arreglaran ellas. Vacilando les hablaban, porque Mio no respondería de la forma correcta o Ritsu sólo les diría algo brusco y se escabulliría.

Mio tomó una decisión aquel mes. Era demasiado incómodo seguir estando en la banda por más tiempo.

"Hey chicas… tenemos que hablar." Dijo Mio, en una práctica en la que Ritsu aun no llegaba.

"¿Dónde está tu bajo, Mio-senpai? Necesitamos practicar." Dijo Azusa.

"Escuchen… Um, bueno, he estado realmente ocupada con los trabajos de la Universidad y todo eso… y las cosas por acá se están volviendo incómodas así que… me salgo de la banda." Dijo Mio, viendo cómo las caras se alargaban. "No es tan difícil encontrar un bajista, y de necesitarlo, le pueden enseñar a alguien".

"¡Pero Mio-chan! ¡Hemos estado tocando juntas por cuatro años! ¿Cómo te puedes salir?"Gritó Yui.

"Yo sólo… Creo que sería mejor para la banda si me voy y me reemplazan. No he estado muy concentrada en lo que es mejor para la banda y eso." Dijo Mio.

Sólo entonces, Ritsu entró, con una gran burbuja de chicle y los audífonos puestos. Caminó hacia adentro, puso su mochila por ahí y escaneó el cuarto. Acomodó sus audífonos alrededor de su cuello. Notó las caras deprimidas, y la de Mio de ansiedad.

"¿Qué hay?" Dijo Ritsu.

"¡Ritsu-senpai! ¡Tienes que decirle a Mio que se quede! ¡Quiere retirarse de la banda!" Dijo Azusa.

"¿Huh? ¿Por qué?" Ritsu preguntó, pareciendo un poquito confundida.

"Dijo que no podía concentrarse bien, ¡y que sería mejor para la banda si ella nos deja!" Dijo Yui.

"Es cierto… En verdad has estado como perdida en estos días, Mio-san." Dijo Ritsu. "Bueno, no es nuestra decisión. Si ella quiere irse, nadie puede impedírselo. No queremos atarla, ¿cierto?".

Mio se encogió por las violentas palabras de Ritsu. Mantuvo su cabeza para el piso e intentó ignorar el pulsante dolor en su pecho.

"Ajam… bueno, me siento como si las estuviera atando para no progresar… así que sólo me iré ahora…" Dijo Mio, y se volteó hacia la puerta. Tomó su iPod y lo acomodó en sus orejas. Caminó fuera del cuarto y cerró la puerta después.

(Piensa en aquella canción "Breakeven" por The Script sonando ahora, como en una película)

En el segundo en que la puerta se cerró empezó a correr. Lágrimas fluyendo sin control por su cara. Su iPod estaba a todo volumen, así que no podía oír a la gente de las aceras señalándola y susurrando cosas. Mantuvo su cabeza abajo así que no pudo ver a nadie, y nadie pudo ver su cara en aquel estado tan lamentable. Corrió por las calles, todo no siendo más que un borrón para ella. No parecía que corriera lo suficientemente rápido, pero sus miembros nunca parecieron cansarse. Por fin llegó a su casa y corrió a su habitación. Se arrojó en su cama y lloró con más fuerza. Sus piernas ahí sí se sintieron cansadas y Mio tuvo un severo dolor de cabeza. Su nariz no paraba, sus ojos estaban hinchados y no se podía mover. Se quedó recostada en la cama por un tiempo. No estaba segura cuánto, pero sí que había sido mucho, porque el sol se estaba ocultando. Se sentó y miró a través de la ventana. El cielo estaba de un anaranjado agradable, púrpura, y un patrón amarillo. Ayudó a acompasar su corazón herido. De repente su cara fue golpeada por una roca.

"¡OW!" Gritó, frotando su frente.

"Oh… Olvidé que dejas la ventana abierta estos días." Dijo una voz bajo Mio. Se inclinó por el borde de la ventana y miró abajo.

"¿Ritsu…?" Dijo Mio, confundida.

"La única e irrepetible. Oh, ¡y no olvides mis mosqueteras!" Dijo Ritsu, señalando a Azusa, Yui y Mugi. Cada una llevaba su instrumento correspondiente, excepto Ritsu. Ella tenía una grabadora en su hombro y un micrófono.

"¿Qué… estás haciendo aquí?" Dijo Mio, aun confundida.

"Sólo espera un momento." Dijo Ritsu, poniendo la grabadora en el suelo. Hundió el botón de play y dijo. "Uno… ¡uno, dos tres!"

Mugi empezó a tocar el piano mientras que la grabadora hacía la parte de la batería.

"You kiss me, kill me, push me, pull me, leave me wanting more." Cantó Ritsu por el micrófono. La canción no era realmente adecuada para su voz, pero igual sonaba bastante decente. Mio no pudo hacer más que sonreír.

"You keep your promises back behind the bedroom door. You hit me harder than I ever have been hit before. I don't know why." Ritsu miró hacia arriba a Mio todo el tiempo mientras cantaba.

"Baby, baby, long before I met you I was Crazy, crazy to forget you!" Ritsu cerró sus ojos e hizo un puño y después lo deshizo poniendo su mano al frente de su cara. Mio se rió de lo idiota que se veía en ese momento. Ritsu la miró y le sonrió.

"But just, maybe, what you see is what you get for sure. Can't take this anymore."

Mio se encontró a sí misma zapateando el ritmo de la canción y asintiendo con la cabeza.

"If you can feel it when it comes down. And you can see it coming around and around. If you believe this is a moment, control it. You feel it getting better, back where we belong."

Mio disfrutó el resto de la canción, con las extrañas danzas de Ritsu. Se encontró riendo un montón. Por un tiempo, se olvidó de que Ritsu y ella habían terminado, y sintió como si su corazón fuera llevado por el aire. Se sentía llena por dentro, como si nunca hubiera existido un vacío allí. Cuando la canción terminó, Ritsu miró a Mio sonriendo.

"Entonces, uh… eso significa que, ¿volverías conmigo?" Ritsu preguntó, tímidamente.

"¿Huh?" Dijo Mio. "Oh, claro. ¿Por qué no?" Sonrió.

"¡Enserio!" La cara de Ritsu brilló. Mio se rió un poquito. "Espera, cierra tus ojos."

"¿Por qué?"

"¡Sólo hazlo!" Ritsu avanzó en dirección al muro.

"Bueno, como sea."

Mio cerró sus ojos y esperó. Se balanceó incómoda ante la brisa de la ventana. Después de unos segundos sintió una mano en su brazo y luego labios presionados contra los suyos. Medio abrió sus ojos y vio a Ritsu. Sonrió dentro del beso y enterró sus dedos entre los cabellos de Ritsu. El beso se tornó más apasionado, y Ritsu movió su lengua adentro. En algún punto Ritsu pareció volverse más ruda. Mio pensó que escuchaba algunos gritos pero los ignoró.

Finalmente se separaron, y Ritsu se colgó del marco de la ventana hasta que sus nudillos se volvieron blancos.

"Hey Mio, no me dejes ir." Ritsu susurró en la oreja de Mio.

"¿Huh? ¿Por qué?" Dijo Mio. Después se volvió consciente de los gritos.

"¡Ricchan, no te caigas! ¡Aguanta!" Yui gritó.

"¿Huh…?" Mio miró por el borde para ver las piernas de Ritsu colgando en el aire.

"Uhm… ¿crees que puedes meterme a tu cuarto?" Preguntó Ritsu, incómoda. Mio la agarró del brazo y tiró de ella rápido.

"¿Cómo hiciste para llegar hasta aquí?" Preguntó Mio, suspirando.

"Lo he hecho antes, lo sabes…" Dijo Ritsu.

"Sip, me acuerdo" Mio suspiró otra vez.

"Venga, deja de suspirar, ¡Seamos felices! ¡Vamos a una cita!" Dijo Ritsu, impaciente.

"Huh… pero… ¿sabes qué? Está bien. ¡Vamos!" Dijo Mio, sonriendo, permitiéndose ser arrastrada por Ritsu.

La última canción fue "Back to where we belong" by The Last Goodnight