Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la trama es mía.

Capítulo 1

"Al borde"

Me vestí como siempre, tomé el desayuno y besé la mejilla de mi madre al salir de casa como todos los días.

Tomé el autobús para llegar a mi destino mientras escuchaba alguna melodía en mis oídos. No me consideraba una persona infeliz ni tampoco del todo feliz, había estado pensando en que a mi vida totalmente normal le faltaba algo, desde que tengo uso de razón y recuerdos, he meditado sobre lo mismo, no llegando a nada en conclusión.

Amaba mucho a mi familia, sobre todo a mi pequeña hermana nacida hacía apenas tres años, era un amor de chica, ruborizada y regordeta, adoraba escucharla llamarme por toda la casa para que jugase con ella.

En fin, aquí debía bajarme para iniciar otra tediosa jornada escolar, nunca he sido mucho de los estudios y con mucho esfuerzo me mantenía en la mitad, abundaban los cinco en mis calificaciones pero no me quejaba en lo absoluto.

Una vez dentro del establecimiento bajo una leve neblina fui hasta mi salón de clases, pocas personas había y no me apetecía saludar, así es que solo pasé de largo hasta mi habitual puesto.

Me senté e inmediatamente saqué de mi mochila mi fiel cuaderno de anotaciones. En mis tiempos libres me ponía a imaginar mundos diferentes, el mundo de cada persona en concreto. Llevaba algún tiempo escribiendo historias y luego las subía a una página de internet. Al principio tenía algo de miedo porque soy una persona bastante insegura en realidad, aunque parezca todo lo contrario, pero luego de que las personas leyeron lo que yo escribía se me fue quitando algo ese temor.

Ahora pasaba horas y horas pegada al lápiz y a las hojas, tenía una nueva idea en mente. La verdad había surgido de un sueño, algo macabro y muy realista, el primero de una seguidilla de pesadillas parecidas. Al principio me asusté al pensar que en verdad todo eso había sucedido, pero una vez asimilado que solo era producto de mi mente, sentí la necesidad de escribirlo aunque una parte de mí me decía que no lo hiciera.

Ahora ya iba en el capítulo tres, describía el primer sueño que tuve sobre un crimen, sobre una fraternidad de asesinos; no sabría decir si a sueldo…pero eran buenos, demasiado buenos. Podían aniquilar a centenares en una matanza y no sentir ningún tipo de culpa más tarde. En mi historia, también relataba un amor algo tormentoso. Esa parte aún no la tenía muy clara, lo bueno era que contaba con mi imaginación.

Una vez llegaron mis amigos dejé el cuaderno bien guardado en mi mochila y me puse a conversar.

Entre cháchara y cháchara se me pasó el tiempo fugaz. Lo cierto era que me daba algo de temor irme sola, desde hacía dos o tres semanas que sentía que me seguían, que me observaban. Pero me convencía de que no era más que invenciones mías ¡por favor! Solo tenía diecisiete años, a nadie le importaba lo que yo hiciese o dejase de hacer.

Aunque no niego que el otro día que escuché un ruido en el patio y me asomé por impulso a la ventana, viendo una sombra negra salir raudo del lugar mi corazón se aceleró pero no era precisamente por miedo, si no que por la excitación que me producía el saber que hay muchas cosas que aún se esconden y se escapan ante mis ojos, me generaba una cierta sensación de vértigo saberme en peligro y descubrir cosas.

Luego de haberme despedido, más tarde de salir de mi mente comencé con mi habitual caminata de regreso.

Era invierno y el sol ya se estaba ocultando con prisa. Afirmando mi mochila me di la vuelta hacia el este, por donde se metía la estrella produciendo exquisitos arreboles de colores morados, anaranjados y rojos, mezclados en completa armonía para ser vistos.

Me fui jugando, caminando de espaldas mirando ese maravilloso espectáculo ante mis ojos. Y pensar que hay gente que solo piensa que otro día acabó, para mí era un mar de nuevas ideas y posibles descubrimientos. El viento me tenía despeinada y entumecida la nariz, pero me sentía a gusto.

Luego de que el sol casi se hubo ido por completo dejé de retozar con el cielo centrándome en la súbita señal de alerta presente en mi mente. Tenía un leve presentimiento de que algo sucedería, sin embargo lo omití fundiéndolo con algún otro pensamiento. El frío cayó pesado y repentino y de pronto una sensación de adrenalina me recorrió todo el cuerpo, desde el inicio de los cabellos hasta la punta de los pies, era como si otro yo quisiese salir de su rincón oculto, pero me mantenía firme en mi postura sintiéndome abrumada de un segundo a otro por un miedo indescriptible.

En eso meditaba, por lo cual tardé en percatarme de que junto a mí en la otra calle de la avenida había un coche negro, polarizado y demasiado silencioso para mi gusto. Di un mirada de soslayo y sin que yo diera la orden, apresuré un poco más el paso. Mi corazón se aceleró de pura expectación y aún así me obligué a controlar, mantener serena mi respiración que por momentos era algo superflua y despejar mi mente.

El auto seguía andando a mi paso, la calle estaba casi desierta y la poca gente que se veía estaba a por lo menos doscientos metros de mí si es que no más. No me daba para correr sin que el coche me alcanzara. ¡Pero qué diablos estoy pensado! De seguro no me persigue, quizá solo se les averió o también puede estar recién ajustado, he oído que cuando los autos se ajustan no se les puede apurar…

Dejé mis pensamientos para luego, cuando el coche se pasó a la calle junto a mí. Seguía con la vista al frente aparentando cantar una canción, pero estaba más que consciente de lo que mi silencioso acompañante hacía o dejaba de hacer, iba tan cerca que casi podría tocar la pintura negra y que ahora me parecía demasiado misteriosa.

Medité en mis posibilidades. Sacar el celular no parecía una buena idea puesto que en el caso hipotético de que me estuviesen siguiendo, acelerarían el proceso de 'rapto' o lo que quisieran hacer al verme con dicho objeto, aunque mi parte menos racional y más dominante me decía que viera hasta donde era capaz de jugar con el fuego y no quemarme. Por otro lado tenía la posibilidad de adentrarme en un callejón que tenía una salida alternativa y luego de perder el automóvil irme a casa corriendo, ya que después de entrar al efugio, estaba a unas cuantas cuadras…

Opté por la segunda, pesé a que mi parte loca me recriminó este hecho.

Caminé paciente, pero anhelaba dejar el coche atrás y verme desinhibida de ese temor, no me gustaba estar asustada y la sensación de presentimiento seguía amarga, caliente y oscura en mi mente. Cuando fue tiempo de pasar por el callejón hice que mi cuerpo doblara y siguiera esa senda, no conocía muy bien el lugar, pero por el hedor supe que estaba llena de desperdicios.

Iba como en el tercer paso cuando sentí las balatas de un auto hacer un chirrido horrible. Miré y era el mismo de pintura negra ¡diablos! A la mierda con el lado racional. Me precipité a correr hacia la salida alternativa que la misma gente había creado.

Tenía los focos encendidos y la repentina luz no me permitió mirar bien, caí y mi mochila quedó en el piso, intenté regresar por ella pero cuando vi que el automóvil se apresuraba demasiado rápido y ruidoso despedí esa idea.

Mi corazón latía acelerado por la carrera, sin embargo no me sentía desfallecer, de seguro era por el subidón de adrenalina que experimentaba en este preciso momento. Una vez comprobé que mi cuerpo estaba bien, quise ver que había en mi mente. Esta se encontraba rebosante de preguntas a las cuales no podía responder por lo que dejé la maraña de ideas ahí.

Me costaba recuperar el aliento de modo silencioso. Me hallaba recostada con todo mi peso en la muralla fría, el vapor salía de mis labios como chimenea pero me obligué a tratar de normalizarme, el auto había quedado en el callejón, no conocía la salida en la cual me hallaba o eso creía…

Otra vez el coche pasó arrasando con todos los tarros repletos de basura, era demasiado ancho para el angosto pasadizo pero de una forma u otra iba a toda carrera en busca de mí ¿pero qué diablos? ¿Qué había hecho yo? No me podía defender de una cosa con motor, lo más probable es que terminara arrollada por él.

En ese momento acudió mi familia a mi mente, ¿estarían bien? No pude seguir pensando porque escuché balazos…no, esto no es real, no me están disparando. Traté de pensar racionalmente.

Tuve que agacharme y la bala fue a dar por sobre mi cabeza, seguí corriendo a pesar de los disparos que no sé como esquivaba. Todo esto en la interminable calle abandonada.

En mi desesperación por huir de los proyectiles y poder recuperar algo de aliento, entré por un vial que en mi vida había visto, ni siquiera cuando salía a pasear en bicicleta.

El coche no me daba tregua y me sentí cansada de un momento a otro. Ya las piernas no querían avanzar más pero no sé de donde saqué las fuerzas para correr con velocidad y sin caer.

Cuando me di vuelta para ver lo cerca que estaba de atropellarme, noté que en la punta del capó había un símbolo que se me hacía vagamente familiar… era como un ángel tratando de alcanzar una bola…

Me volteé para darme cuenta de que ya no tenía escapatoria, al borde del abismo, sentía el viento de todas partes, la adrenalina, mi pulso…el sudor cada respiración que marcaba el compás de mi propio reloj, ya no me quedaba más que resignarme…

Justo cuando pensé que o el auto me atropellaría o caería al vacío del puente sin terminar, de la nada un Ferrari 458 Italia de color negro, brillante y hermoso apareció ante mí…entre mi destino próximo a caer…pero dejando la elección del conductor del otro vehículo de hacerme puré.

Apenas tenía algunos segundos antes de que el otro coche me arrastrara a la muerte… pero para mí todo pasó muy lentamente.

La puerta del Ferrari se abrió y una voz me gritó ¡sube! No obstante dentro de todo mi miedo tuve que pensar, si no me subía iba a caer, morir. Y si lo hacía no sabría que sucedería conmigo…

Mi corazón marcaba mi errático latir, la sincronía, el puente delicado entre seguir viviendo o simplemente dejarme abrazar por los gélidos brazos de la muerte…

Todo se detuvo, el pálpito potente era lo único para mí en los segundos cruciales de mi existencia…

Bueno aquí estoy con otra historia, es bastante diferente a las otras, pero me gusta mucho y está llena de misterios y más

¿Me darían su opinión respecto al prólogo, sigo o la dejo?

Muchas gracias, si les gusta, subiré el primer capítulo el miércoles :D

Kisses!

Chau chau.