Esta historia no es mía, los personajes son de S. Meyer, la autora es SuffocatingUnderWordsOfSorro w y la traducción está hecha por Danika20.


Capítulo Beteado por: Isa BetaTraductora Ffad

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Capítulo 1: Una nueva amiga

— ¡Mami! —. Sonreí cuando Lilly corrió hacia mí a toda velocidad saltando en mis brazos.

—Vamos, tenemos que ir a buscar a la tía Rose al trabajo —. Los ojos de Lilly se abrieron con deleite mientras ella se retorcía debajo de mis brazos y corría hacia la puerta tirando de mí.

— ¿Su bebé ha llegado ya? —preguntó ella con impaciencia.

—No, no todavía. Recuerda que no debe de llegar hasta el 31 de julio. Su bebé tiene que estar dos semanas más en su tripa.

Lilly subió en su asiento y yo la até en él.

—Oh, ¡no puedo esperar!

Me reí de su entusiasmo, conduciendo hacia las oficinas donde Rosalie trabajaba. Ella nos estaba esperando afuera cuando llegamos.

—Hola —. Se deslizó en el asiento de pasajeros y nos fuimos a mi casa a tomar una taza de té antes de que Emmett fuera a recogerla.

—Así que, ¿estás bien? —. Miré hacia abajo a su panza que parecía estar creciendo cada minuto, si todavía era posible.

—La espalda me duele, pero aparte de eso no puedo esperar para tenerlo y obtener mi figura —movía sus manos distraídamente por su estómago mientras hablaba. Me reí al imaginar cómo tendría al bebé y saltaría a la cinta inmediatamente después para ponerse en forma.

—Entonces, ¿cómo fue hoy en la guardería, Lil? —le pregunté.

—Bueno, jugué en la casa de muñecas y pinté y jugué en el cajón de arena y jugué y tengo algunos pepinos y he hecho un nuevo amigo —enumeró la lista con los dedos.

—Ohhhh, un nuevo amigo. Espero que no sea un novio o tío Em tendrá que tener unas palabras con él —bromeó Rose.

—No, ella es una chica —Lilly le contestó un poco confundida.

—Oh, bueno, no importa. ¿Cuál es su nombre? —Rose parecía un poco decepcionada.

—Su nombre es Vaila.

—Un nombre caliente —fulminé con la mirada a Rose—. ¿Qué? Es cierto, en realidad habría sido un buen nombre para la mía; Vaila McCarty —reflexionó.

Nos detuvimos en frente de mi pequeña casa y caminamos dentro. Tenía tres habitaciones, una terraza, una pequeña cocina, un espacio adecuado de estar, dos baños y gran jardín. No era tan grande como algunas otras de las casas de la zona, pero fue lo suficientemente grande para nosotras dos.

Siempre habíamos sido solo Lilly y yo desde que ella tenía cinco meses de edad. Jacob, que había sido mi romance adolescente, se fue justo antes de que Lilly cumpliera los cinco meses, diciendo que no podía soportar el estrés de ser un papá tan joven. Afortunadamente tuve Rose y Emmett para ayudarme. Mis padres habían muerto el año anterior, dejándome el dinero suficiente para comprar esta casa y poder vivir las dos cómodamente.

Lilly corrió y cogió su muñeca Annabel, pero comenzó a quejarse mientras nos fuimos a la cocina y puse la tetera a hervir.

— ¿Bella?

— ¿Sí? —me volví a ver a Rose me miraba con una expresión preocupada.

— ¿Cómo lo haces?

— ¿Hacer qué?

—Ya sabes, todo lo del bebé. Yo solo sigo pensando en cuando de a luz y lo que va a suceder. Estoy petrificada —. Sus ojos se anegaron de lagrimas.

—Aww, Rose —me acerqué y puse mis brazos alrededor de ella mientras le frotaba la espalda.

— ¿Qué pasa si al bebé no le gusto? ¿Qué pasa si no puedo mantenerlo feliz y saludable? ¿Qué hago si soy una mala madre?

— ¡Hey! No pienses así —la regañé ligeramente—. Todo se arreglará cuando él o ella nos deleite con su presencia. No existe un manual adecuado para ser el padre perfecto, el instinto solo entra en acción.

—Supongo —contestó ella.

La tetera se apagó avisándome que ya había hervido.

—Vamos a tomar una taza de té, un rico té, o tal vez unos pocos —le guiñé un ojo y recibí una sonrisa acuosa de ella y una inclinación de cabeza.

Yo serví una taza de té y saqué la caja de ricos té del armario.

—Lil, ¿quieres una galleta? —grité desde la cocina.

El golpeteo de unos pies pequeños me dijo que estaba a punto de llegar, cogí su favorita cubiertas de chocolate, hobnobs*. Dobló la esquina y llegó descalza por el suelo de madera, con parada en la mesa. Ella subió a su asiento colocando a Annabel en su regazo.

— ¿Leche o zumo? —le ofrecí.

— Agua, por favor —. Ella sonrió dulcemente hacia mí. Sus grandes ojos marrones escaneando la cara manchada de Rose. — ¿Qué hay de malo, Rosie?

—Oh, nada de qué preocuparse, solo negocios de mamá —. Ella agitó su pelo, dejando sus rizos largos y oscuros aún más rebelde que antes.

Le serví un vaso de agua, le entregué sus dos galletas y miré como se las comió en pocos minutos. Su pelo era oscuro como el de su padre, pero por desgracia le había pasado en el gen de pelo rebelde. Afortunadamente, los rizos hicieron que no se viera ni la mitad de revoltosa de lo que era. Tenía la piel pálida y grandes ojos color chocolate, la altura de su padre y, por suerte, yo no le pasé mi torpeza.

Estaba en el medio de preparar la cena cuando Emmett entró por la puerta.

—Ho-la —cantó con su voz profunda haciendo chillar a Lilly.

— ¡Tío Em! —la oí correr a través de la sala donde había estado jugando con Rose en sus brazos.

—Hola pip, ¿cómo has estado? —le alborotó el pelo y la besó en la frente.

—Muy bien, gracias. Rosie y yo estábamos jugando y mamá hizo té. ¿Te quieres quedar? Es noche de pollo —. Ella movió las cejas, lo que hizo que Emmett tuviera un ataque de risa.

—Bueno… —él me miró y yo asentí con la cabeza—. Por supuesto que me quedaré, tú sabes que no puedo dejar pasar un plato de pollo, ¿pero ya sabes lo que me gustaría tener?

— ¿Qué? —se inclinó hacia delante queriendo saber.

—Tú —él le susurró al oído mientras ella se alejaba de él gritando y corriendo hacia Rose.

— ¡Ayúdame, ayúdame! —. Ella se fue corriendo con Emmett acechado después de gruñir.

Rodé los ojos y continué con la cena.

Emplasté el pollo en salsa de champiñones con arroz y judías verdes, mientras que Rose ponía la mesa y Emmett sacaba las bebidas. Nos sentamos y comimos en silencio. No pude evitar sentir celos cuando Emmett se alzó un poco más y frotó el estómago de Rose, me tragué la envidia y le sonreí a lo felices que eran.

Rose y Emmett se quedaron un rato más después de la cena, me ayudaron a limpiar y vimos la televisión.

—De acuerdo, hora del baño señorita —. Lilly recogió todos de los juguetes con los que había estado jugando y después vino a sentarse sobre mis rodillas.

— ¿Puede tío Em darme el baño esta noche? —ella levantó la vista, agitó sus pestañas y posó sus grandes ojos marrones en mí—. ¿Por favor?

—Estoy seguro de que puedo manejar eso —. Él la tomó de los brazos de Rose, sacándola así del sofá.

— ¡Sí! —gritó Lilly mientras corrían hasta las escaleras.

—Así cogeré un poco de práctica —. Le dio a Rose un beso en la mejilla y siguió a Lilly.

—Has elegido muy bien, Rose, va a ser un buen padre.

— ¿Crees? —. Pude ver un poco de duda en sus ojos.

—No hay duda de eso, Rose, los dos van a ser padres, buenos padres —. Me levanté y me senté a su lado mientras veíamos telenovelas y escuchábamos el canto de Emmett y Lilly.

Rose se había quedado dormida en el sofá media hora después, por lo que la dejé y me uní a los dos que estaban en la planta superior. Lilly estaba sentada con las piernas cruzadas en la cama con Emmett detrás de ella, cepillando su cabello.

— ¿Qué está pasando aquí? —le pregunté sorprendida por las habilidades de Emmett con la peluquería.

—Tío Em está poniendo mi pelo bonito para la guardería de mañana en el que veré a Vaila —. Miré a Emmett, que se encogió de hombros.

—Los niños serán niños —. Yo me reí.

—Gracias por el consejo paternal.

—Cuando necesites —. Él sonrió y volvió a terminar los rizos de Lilly.

—Ahora derechita a la cama, tía Rose está durmiendo y tío Em necesita darse prisa.

—Buenas noches —. Lilly saltó, me dio un beso y un abrazo antes de saltar en la cama y acurrucarse con Anna a su lado.

— ¿Qué hay del gusano hambriento? —oí que Emmett le sugería. Cerré la puerta y bajé las escaleras.

Bajó 10 minutos más tarde, recogió Rose y se fue.

—Gracias por el té Bells, delicioso como de costumbre —. Recibí un beso en la mejilla y le dio las buenas noches.

—Buenas noches —. Me paré en la puerta para asegurarme de que se habían marchado, luego regresé, me puse mi pijama y me senté en el sofá con un libro.

Yo, sin embargo, no lograba concentrarme, pensando en la forma que estaban juntos Emmett y Rose y que pronto serían una familia, una familia entera. Sentí pena por no haberle dado a Lilly una figura paterna, nunca pareció recordar el hecho de que ella nunca vio a su padre, pero me pregunto cómo se sentía acerca de la situación.

...

Me desperté todavía en el sofá con la luz encendida y mi libro en el suelo, temblando por el frío. Tarde poco en ir a la cama y volver a caer dormida.

— ¿Mamá? —. La voz Lilly me despertó como de costumbre, junto con su salto en la cama.

—Yo estoy despierta —gemí. Abrí un ojo para ver a Lilly dejar de botear y sentarse a mi lado.

— ¿Puedo tener algo para desayunar, por favor?

—Claro cariño, ¿qué es lo que te apetece? —. Levantó un dedo a la barbilla y la golpeó un par de veces.

—Creo que... Erm. .. ¡Lo sé! Me gustaría un plato de arroz inflado y una manzana, no hay jugo de naranja.

—Bueno, pasaré a comprar después de camino casa —. Salí de la cama y me dirigió a la cocina. Le hice el desayuno mientras yo me preparaba una taza de café y pan tostado.

Rápidamente me vestí para el trabajo –camisa y pantalones– y fui a ayudar a Lilly. Ella estaba hurgando en sus cajones cuando entré, se notaba que estaba un poco nerviosa.

—No puedo encontrar mi vestido verde —. Su labio inferir sobresalía del superior y comenzó a temblar.

—Hey, estoy segura de que está por aquí, lo vamos encontrar, no te preocupes —. Me introduje en su armario y lo encontré en una de las perchas, típico.

— ¡Ta-Chán! —canté cuando lo saqué.

—Gracias —. Rápidamente se vistió y arregló su pelo; sus rizos parecían que habían salido de la peluquería.

—Recuérdame que tío Em peine tu cabello más a menudo —le acaricié el pelo y le dio un beso.

—He encontrado la chaqueta y los zapatos.

—Vamos a ver a Vaila entonces.

Entramos en el pasillo y me abrazó porque los niños estaban gritando y gritando. Lilly tomó mi mano con fuerza mientras escudriñaba la habitación. Sus ojos se iluminaron y ella salió corriendo hasta el otro extremo de la habitación, hacia una pequeña niña con un similar vestido verdes y pelo rizado, la única diferencia era que tenía eran unos hermosos ojos verdes y pelo de cobrizo.

— ¡Mami! —gritó Lilly y me hizo señas. Me acerqué despacio hasta la madre de la niña que estaba detrás de las dos.

—Hola, soy Bella —extendí mi mano. La señora pequeña tomó la mía y la sacudió con una fuerza que me sorprendió.

—Alice, Alice Cullen.

—Y usted debe ser Vaila —. Me agaché hasta su nivel y sonrió.

—Hola —. Ella sonrió con dulzura con sus brillantes ojos verdes—. Lilly tenía razón, eres hermosa.

Yo dudaba eso, pero de todas formas me ruboricé. —Bueno, gracias.

—Papá estará trabajando todo el día así que voy a recogerte más tarde, ¿está bien? —Alice se agachó y le dio un beso a Vaila antes de irse—. Fue un placer conocerte, Bella.

—Sí, para mí también —le devolví la sonrisa.

Esperé unos minutos más antes de salir para el trabajo. Trabajo para una compañía de seguros pequeña que justo me pillaba en el camino. Por suerte fueron muy flexibles con mi horario de la mañana, así que trabajaba unas pocas de horas todas las mañanas de la semana, excepto los viernes.

—Buenos días, Angela —. Me senté en el escritorio que compartía con Angela.

—Buenos días para ti también —ella me contestó con una sonrisa brillante.

Yo no había estado en el trabajo más de 30 minutos, cuando llamó por teléfono Emmett.

—Buenos días, Burton Seguros, ¿en qué puedo ayudarle? —puse mi mejor voz de teléfono.

— ¡Bella! —. La fachada normal y fresca de Emmett había desaparecido por completo.

— ¿Sí?

— ¡Es Rose! Ella acaba de romper aguas. Dios, el bebé viene en camino y no estoy preparado para esto, ¡es que no debería estar aquí hasta dentro de otras 2 semanas! —él prácticamente gritó al teléfono.

—Cálmate Emmett. ¿Has llamado al hospital?

—No.

—Bueno, llámalos, diles que Rose rompió aguas y avisa que ya vais para allá. Voy a ir a buscar a Lilly y nos encontraremos allí con vosotros, ¿está bien?

—Bien y, ¿Bella?

— ¿Sí?

—Rápido —. Con esto colgó y yo no podía dejar de reírme de lo nervioso que estaba y esto no era nada más que comienzo de todo lo que quedaba.

Logré dejar mi trabajo para recoger a Lilly y conducir al hospital. Lilly apenas pudo contenerse cuando le dije que el bebé estaba en camino, ya que gritó y saltó.

Corrí al hospital y fui hasta la sala de maternidad con Lilly en mis brazos.

— ¡Para! —Lilly gritaba en mi oído. Paré en seco, lo que casi nos hizo caer.

— ¿Qué? —le pregunté a confundida.

—Necesitamos un regalo, ¡ah! y un globo también —. Ella se retorcía de mis brazos, se acercó a la tienda y escogió un mono de peluche de juguete y un globo blanco donde ponía felicidades. Rápidamente pagué por las cosas, tomé en brazos a Lilly nuevamente y corrí hacia el puesto de enfermeras.

—Rosalie McCarty por favor.

—Un segundo —la enfermera escribió algo en el ordenador—. Habitación 101, un niño rápido al nacer, aunque muy bonito.

—Gracias —. Me sonrió y eché a correr en la dirección de su habitación.

Me detuve al llegar a la habitación, respiré hondo y llamé ligeramente a la puerta esperando que Emmett la abriera, pero me encontré con unos hermosos ojos verdes.


Espero que les haya gustado, esta traducción la voy a continuar yo, fechas de actualización en mi perfil.

Besos

Moni