Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, pertenecen a la novelista Kyoko Mizuki y/o Toe Animación...Esta historia y sus personajes son diferentes de la versión original del anime o la versión de la manga. Algunas de sus personalidades y característica fueron tomadas pero con la variación de mi imaginación...espero la disfruten...

¿Podré Amarla?...

by: Keila Nott

Capitulo Uno...

*- Albert - Pov-*

Albert corría en su caballo a todo galope, en su camino él sentía como la brisa del día rosaba su piel y acariciaba sus finos y rubios cabellos, sus pensamientos eran como una noche de tormenta azotando su angustiada alma... ¡¿en qué momento paso?!... ¡¿será verdad lo que dijo Terry?!... ¡¿y si es cierto?!... ¡¿Podría yo corresponder los sentimientos de ella?!... ¿Podré Amarla?...

Totalmente confundido con lo que estaba sintiendo llego a su lugar favorito, él amaba tanto la naturaleza que cada vez que podía se aseguraba de pasar tiempo en su compañía. Lakewood era el lugar perfecto para reflexionar y pensar con claridad en todo lo acontecido esos últimos días...

Él bajo de su caballo acariciándolo suavemente y tomándolo por las riendas, su recorrido había sido largo, el sol de la tarde brillaba sobre el cielo azul, el día era tranquilo y sereno, dando un toque perfecto, quizás de esa manera él podría meditar en lo acontecido. Dejándose caer sobre la hierba y cerrando sus ojos con los brazos cruzados tras su cabeza, Albert comenzó a recordar...

La conocía desde que era una niña, siempre sintió la necesidad de cuidarla, protegerla y estar presente en los momentos en que ella mas lo necesitara, él había sufrido tantas perdidas a largo de su vida que lo único que deseaba en esta vida era que sus seres queridos al menos alcanzaran esa felicidad que él nunca pudo tener. Primero perdió a sus padres, luego a su hermana, y fue precisamente ese dolor el que lo llevo ese día a aquella colina tocando su gaita, era su manera de dejar salir todo aquel sufrimiento que sentía, y que se había acumulado por largo tiempo en su pecho.

Sin embargo, ese día, ahí la encontró a ella, llorando también, sufriendo como él, no pudo evitar acercarse, su curiosidad fue grande, y desde ese entonces, todo cambio; cuando ella lo miro por primera vez con aquellas esmeraldas solo los ojos de su hermana querida vinieron a su mente, sus ojos eran como los de su querida Rosemary, un par de brillantes esmeraldas lo miraban con lagrimas rodando por sus mejillas, su corazón sintió como aquella agonía que lo había traído a esa colina se empezada a despejar, su necesidad por consolarla hizo que comenzara a tocar su gaita, y fue justo en ese momento, cuando ella empezó a reírse de los sonidos emitidos por su gaita que su pecho finalmente sintió paz...

Desde ese momento sus vidas quedaron ligadas como cosas del destino. Él estuvo muy feliz cuando recibió las cartas de sus sobrinos rogándole que la adoptara, no pudo sentirse más encantado de que ella formara parte de su familia, aunque fue la carta de Anthony el que lo dejo mucho mas sorprendido, su sobrino, la amaba, y él se sintió feliz de que fuera ella su elección. No lo pensó dos veces cuando le pidió a George hacer todos los trasmites necesarios para adoptarla, a pesar de que los Leagan no perdieron el tiempo y trataron de enviarla lejos; pero eso no lo detuvo, al final ellos ganaron, y la rescataron, trayéndola al seno de su familia para ser educada y amada...

La perdida de Anthony fue un golpe inesperado que había recibido, eso lo había tomado por sorpresa, dejándolo totalmente fuera de control y con mucho dolor, lo único que le había quedado de su querida hermana Rosemary lo perdió en una cacería de zorros que él mismo mando a organizar, un evento que solo tenía la intención de presentar a Candy como parte de su familia...La perdida de Anthony fue una de las que no tuvo el lujo de sufrir abiertamente, él tuvo que ser fuerte por todos, tomando las mejores decisiones para el resto de sus sobrinos y de la misma Candy, él decidió enviarlo a todos al colegio que él mismo odio en su tiempo...

Aquella prisión la había llamado él, por lo estricto que era el colegio, ¿porque los envió directamente ahí?...La respuesta en ese tiempo fue simple, el colegio estaba en otro continente y ayudaría especialmente a Candy a olvidar lo perdido, él sabía que su corazón sanaría con el tiempo y la distancia, él no quería que ella sufriera como lo hizo él mismo con todas sus pérdidas...

Sin mirar atrás, él decidió personalmente velar por todos ellos, por eso se fue a Londres a ver como ellos se adaptaban a su nueva vida, sabía que Archie contaba con su hermano mayor Stear, y que Candy los tendría a ellos en el mismo colegio, no tenia porque preocuparse, sin embargo deseaba estar cerca.

Cuando supo que su pequeña nuevamente se había enamorado, su corazón sintió paz, especialmente porque había sido de su nuevo amigo Terrance Grandchester, aquel chico que le recordaba cuan rebelde había sido y seguía siendo él mismo. Al ver a Stear, Archie y su pequeña feliz, decidió darse un último viaje antes de tomar y llevar todas las responsabilidades que abarcaban ser el Patriarca del Clan Andrew...

Una decisión que no duro mucho tiempo. Estando en África recibió aquella noticia que George le había enviado...Candy se había escapado del colegio, ¡¿qué había pasado para que ella se escapara?!...se pregunto en aquel tiempo, él había estado seguro de que Terry la haría feliz, de que Terry la cuidaría con su propia vida... ¡¿Y entonces?!... ¡¿Qué habría pasado?!...La angustia por saber una respuesta fue más grande que él, a pesar de que George lo mantenía informado de la situación, simplemente no lo pudo resistir, tenía que regresar y saber si ella se encontraba bien...

Fue durante ese año que perdió noción del tiempo, quien se lo iba a imaginar, terminar precisamente en las manos del cuidado de Candy y sus sobrinos, nunca se imagino que ella fuera precisamente quien lo protegiera durante su tiempo de amnesia. Entonces el último golpe que su familia recibió fue la pérdida de Stear...Prácticamente Candy y Archie eran la única familia que le quedaba en la vida...

Cuando recupero la memoria él regreso a asumir su posición dejándola sin explicación, aun no era el momento para ella saberlo. De eso, ya hace muchos años, tantas cosas habían cambiado...Candy ahora tenía 21 años y no era más una Andrew por decisión propia, nada me había rotó mas el corazón que ella dejara de ser parte de mi familia, mi única consolación fue que ella seguía con nosotros a pesar de no llevar más mi apellido...Ella dio un cambio radical en su vida que termino sorprendiéndome a mí mismo...

Ella misma decidió no trabajar como antes lo hacía, tiempo completo, ahora solo le dedicaba al hospital parte de su tiempo. ¿Como paso?, eso fue algo del cual todos se sorprendieron, especialmente él, se había quedado sin palabras ante la noticia; ella había hablado con la tía Elroy pidiéndole que la enseñara a ser toda una dama, aquello era imposible de creer, Archie y yo nos sorprendimos mucho ese día, no lo podíamos creer, ese cambio de Candy no sabíamos a que se debía, era imposible de creerlo, aunque si notamos que Annie y ella se traían algo en manos, pero ni Archie o yo pudimos descifrarlo, eran cosas de mujeres, o al menos eso nos dijimos antes de reírnos de las ocurrencias de ellas, no había otra explicación para los cambios que Candy pretendía hacer...

Ahora me sentía muy orgulloso de mi pequeña, y de la tía Elroy también, la verdad no lo creí posible, pensé que el mismo día que empezó la tía a enseñarle modales ella iba a salir corriendo, no pude estar más equivocado; Candy se convirtió en una dama tan refinada como una señorita de sociedad, pero sin perder su esencia, sin perder quien era ella, especialmente cuando visitábamos el hogar de Pony, en esos días Candy corría y trepaba su precioso padre árbol tan natural como en los viejos tiempos, los cambios olvidados...

Sin embargo, a pesar de todos esos cambios, la seguí notando triste, como si estuviera sufriendo por algo o por ¿alguien?... Solo pude pensar en que nunca olvidaría a Terry, porque la tía Elroy le había presentado una cantidad de jóvenes solteros que deseaban cortejarla pero ella se negó a salir con ninguno de ellos, fue solo entonces cuando en unos de mis viajes a New York me encontré con Terry y supe que él y Susana ya no estaban juntos, así que decide que era la perfecta oportunidad para nuevamente reunirlos, no dude en invitarlo a la mansión, este sería un intento más para que mi pequeña fuera feliz...

La primera vez que intente reunirlos fue cuando había recuperado mi memoria y había tenido que dejar el apartamento para tomar las riendas de la familia, había encontrado a Terry, estaba en un teatro en Rockstown, así que le envié aquel paquete porque sabía que ella iría y ellos arreglarían cualquier diferencia que los mantenía alejados, sin embargo estuve equivocado, porque Candy había regresado a su pequeño apartamento y a su rutina en el Hospital como si nunca se hubieran visto o hablado...

¡No lo entendía!... ¡¿qué había pasado?!...Pronto George me comunico que el teatro donde estaba Terry era uno poco respetable y para agregarle él no había dejado la bebida. Me sentí furioso por segunda vez con mi amigo, pero sabía de antemano que esas no eran razones suficientes para que Candy lo dejara ahí sin antes hablar con él, por eso lo invite, ellos tenían la oportunidad de ser felices y yo me encargaría de hacer lo necesario para ayudarlos, o al menos eso pensé yo en aquel momento...

Todo estaba preparado para recibir a Terry, la tía Elroy le había comprado un vestido nuevo a Candy y yo le había contado a Archie de mis intenciones, a las cuales se opuso rotundamente, diciéndome: -

-Tío... ¡No sé porque tienes que traer a ese aristócrata!...¡Candy no lo ama!, ella lo ha dejado de amar desde hace mucho tiempo, porque no lo entiendes; si no fuera cierto estoy seguro que ella misma ya lo hubiese buscado... Yo realmente no entendía en ese entonces porque Archie estaba tan seguro que Candy no amaba a Terry, pero de todas maneras ya no había marcha atrás...Terry había llegado esa noche a la mansión, hablamos por un largo rato en mi estudio y le pedí que esperara a Candy en el jardín, yo mismo la llevaría a su encuentro, él estaba algo nervioso y era entendible porque ya habían pasado más de cuatro años desde la última vez que se vieron, yo entendí como él se sentía, no sería fácil para ellos verse después de tanto tiempo, así que después de tomarnos el último sorbo del coñac que serví para los dos, él se fue a el jardín, mientras yo me fui a buscar a Candy, con la esperanza de que todo se solucionara...

En el camino yo solo le dije a Candy que tenía una sorpresa para ella, así que mientras todos estaban en el gran salón, la guie hacia el jardín de la Mansión, donde Terry la estaba esperando, cuando llegamos sentí como ella se tensó de inmediato, su cara de asombro cuando lo vio fue algo que no me lo esperaba, la mirada que me dirigió no sabía a ciencia cierta si era por el tiempo sin verlo, o si me estaba reprochando algo, confundido por su actitud salí del jardín, regresando hacia donde todos se encontraban, no sabía porque pero estuve un poco nervioso, no quería que mi pequeña sufriera mas, quería verla sonreír y feliz, después de todo esa era la intención al invitar a Terry, ¿me habría nuevamente equivocado?...no estaba seguro, lo mejor era esperar...

Al cabo de dos horas me sentí muy preocupado, ellos no salían del jardín, imaginé que era porque tenían muchas cosas de que hablar, sin embargo, cuando finalmente la hora de la cena había llegado, no pude mas, justo cuando estuve a punto de mandarlos a llamar ellos salían del jardín sonrientes, juntos, pero no tomados de las manos como yo me lo esperaba, de igual manera me sentí feliz, había logrado que Candy sonriera...

La cena transcurrió sin muchos percances, Candy presento a Terry a la tía Elroy, y demás presentes que no lo conocían, note como Archie y Annie susurraban entre ellos, como si algo les molestara, y hasta habían momentos en que sentí la mirada de Candy fija en mí, me sentí algo incomodo, no sabía que estaba pasando, ¿será que Candy estaba enojada conmigo porque invite a Terry?...me pregunte...sin embargo nada podía hacer...

Terry se quedaría a pasar una semana con nosotros, la verdad mi amigo había cambiado muchísimo durante los últimos años, de ser un rebelde sin causa como yo lo había sido en mi momento, a un hombre más maduro y sentado, ahora él me entendía y sabia que algunas veces habían responsabilidades que no se pueden simplemente abandonar o ignorar para seguir nuestros sueños...Su padre el Duque de Grandchester estaba muy enfermo y era necesario que él partiera a Inglaterra a asumir sus propias responsabilidades, a pesar de ser un famoso actor no podía dejar que el honor de su familia cayera en manos de sus hermanastros, por eso necesitaba que él y Candy arreglaran lo que tenían que arreglar entre ellos, quería que ellos encontraran la felicidad que tanto merecían, pero eso no pasó, al contrario de lo que yo pensaba o esperaba, lo que pasó después, realmente no me lo esperaba...

Al terminar la cena Archie y Annie los cuales se habían casado hace un año atrás se retiraron a su villa, una villa que los padres de Archie le habían dejado a él desde que Stear falleciera, todo paso a las manos de mi sobrino y ahora con una brillante carrera él formaba parte de las empresas Andrew, y como yo lo hice hace mucho tiempo atrás, él ahora era el que viajaba por todas las ciudades de América y Europa con su esposa, representándome en diferentes negocios que teníamos. Estaba muy orgulloso de Archie...

Tan pronto ellos se fueron Terry se dirigió a mí, me dijo que necesitaba hablar conmigo sobre un asunto que era de carácter serio, extrañado y curioso de saber de qué se trataba, lo invite a mi estudio, no sin antes despedirnos de nuestros visitantes y darles las buenas noches a la tía Elroy y a Candy, esta ultima nuevamente me dio una mirada que no supe cómo interpretar, sin poder hacer otra cosa en ese momento decidí que lo investigaría después, así que Terry y yo hicimos camino hacia mi estudio...

-Albert, primero que nada quiero darte las gracias por dejar que Candy y yo habláramos, realmente nos sirvió para que cerráramos ese capítulo de nuestras vidas, capitulo que tanto dolor nos causo a los dos, la verdad creo que los dos necesitábamos hacerlo para seguir adelante con nuestras vidas... — agradeció Terry con un tono de alivio en su voz...

-¿Cerraran?...No entiendo Terry, ¿es que acaso ustedes no van a volver a estar juntos?... —Pregunte sin entender que era lo que sucedía, ¡¿cómo que estaban cerrando ese capítulo de sus vidas?!... ¡¿Qué rayos quería decir con eso?!...ahora si no entendía...

-Si Albert, lo que Candy y yo sentimos ahora es simplemente un sentimiento de amistad el uno por el otro, cuando me dijiste que viniera a verla la verdad es que yo no estaba muy seguro de lo que sentía por ella hasta que la vi, no puedo negar que ella está más hermosa que nunca, la verdad ni en mis mas locos sueños había imaginado el maravilloso cambio que Candy había dado, pero lo que nosotros sentíamos cuando apenas éramos unos adolescentes no estaba ahí, y ella tampoco siente nada por mi Albert. Este encuentro nos sirvió a los dos, pudimos reímos juntos del alivio que sentimos, porque ni yo quería lastimarla nuevamente, ni ella quería que yo me hiciera ilusiones, así que solo hablamos por horas recordando aquel bello y doloroso pasado que nos cubrió, ahora sí que me puedo ir tranquilo porque ella me perdono todo el daño que le cause, y yo deseo que ella sea feliz... — explico Terry relajado mientras que yo estaba en un estado de shock...

Incapaz de responder, atónito antes las palabras de Terry, medité... ¿si eso era cierto?... ¿entonces porque Candy seguía triste?...tome un poco del coñac que estábamos disfrutando, saboreando cada sorbo lentamente, necesitaba entenderla, saber porque sus esmeraldas solo mostraban tristeza, respire hondo antes de poder hablar...

-La verdad Terry es difícil entender lo que me estás diciendo, a pesar de todo lo que Candy ha cambiado una cosa ha sido constante en sus ojos, y yo lo sigo notando..."su tristeza"...ella piensa que yo no me doy de cuenta, pero la conozco muy bien para saber cuando está sufriendo por algo y simplemente no me lo quiere contar, pensé que si los reunía nuevamente ella se sentiría feliz, y seguramente hasta ustedes llegarían a casarse...

Terry empezó a reírse y eso realmente me confundió aun mas... ¡¿que era tan gracioso para que él se riera?!...

-Ay Albert!...tú dices conocer muy bien a Candy, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver... — musito Terry con tono de incredulidad...

-¡¿A qué te refieres?!... !Contéstame!... — le exigí porque ahora si estaba perdiendo mi paciencia...

-Más claro que el agua no puede ser Albert, todo este tiempo tú has estado pensando que Candy estaba triste porque sufría por mí, y a pesar de que la pecosa me va a matar por decirte esto, por el único que ella sufre es por ti!... — dijo él señalándome con un dedo...

Yo me deje caer en el sillón, agarrando fuertemente la copa que tenía en mano, sus palabras apenas y eran procesadas por mí, mi mente en blanco en ese momento...

- ¿Que quieres decir con que sufre por mi?... — le pregunte determinado a saber, porque yo estaba con ella día a día, no era posible, ¿cómo es que sufre por mí?... ¿acaso había hecho algo malo que la hiriera sin siquiera saberlo?...Me preguntaba mientras que Terry me miraba dándome a entender que era un ciego por no saber lo que realmente le pasaba a ella...

- Sufre por ti...Porque ella a quien ama es a ti!... Ella de quien está enamorada es de ti!...!¿o es que acaso no lo ves?!... — prácticamente Terry espetó esas palabras... Y Ahora si sentí mis piernas temblar, trague seco sintiendo que el coñac no hacia efecto, era un alivio saber que yo estaba sentado de otra manera habría terminado en el piso...!No!... !Eso no era posible!...negaba con mi cabeza repitiéndome a mí mismo... !Eso no podía ser!... !No podía ser que mi pequeña se hubiera enamorado de mi!...

-Albert, tal vez en otra vida hubiéramos sido Candy y yo, pero ahora eres tú al que ella ve con diferentes ojos... eres tú por quien ella suspira...

-!¿Cómo puedes estar seguro de eso Terry?!... !¿Es que acaso Candy te lo aseguro?!... — le pregunte... !¿porque como rayos podía él estar seguro de eso? !...

-No, no me lo ha dicho, no al menos directamente...Pero por nuestra conversación y la manera en que te miro durante la velada, lo supe, esa mirada fue una vez para mi, así que la pregunta que tienes que hacerte es:- ¿Que sientes tu por ella Albert?...

Contemplé en silencio a Terry mientras pensaba como responderle, si era sincero conmigo mismo, la verdad era que si, si había notado algo diferente en sus ojos, en su mirada, pero había pensado que ella añoraba a Terry... !¿Cómo diablos me iba a imaginar que tal vez Candy sintiera algo por mi?!...Eso era algo que nunca me lo hubiera imaginado...

-Yo la adoro Terry, pero no de esa manera, la verdad es que Candy para mi siempre ha sido mi pequeña, a la que siempre he tenido una gran necesidad de cuidar y proteger, a la que nunca abandonare, pero nunca he pensado en ella de esa forma... — le dije sinceramente a Terry, porque esa era la verdad, nunca he podido ver a Candy de otra manera...

-Yo no sé si la pecosa pueda sufrir nuevamente otro desamor Albert, ella ha sufrido tanto que realmente me partiría el corazón verla sufrir nuevamente... — dijo sinceramente Terry con tristeza...

-Terry, yo más que nadie se lo mucho lo que Candy ha sufrido, primero Anthony, después tu, yo la vi llorar, sufrir, caerse y levantarse ante todo ese dolor, lo último que yo deseo es que sea por mi quien ella sufra... — le respondí sin saber que pensar o sentir ante todo. Los dos nos quedamos callados por unos minutos, cada uno sentía un sentimiento de culpa diferente... !¿Y yo qué demonios iba a ser si eso era cierto?!...No podía lastimar a Candy, eso ni pensarlo...

Sin más que agregar salimos de mi estudio, al despedirme de Terry subí a mi habitación en silencio, fue inútil tratar de conciliar el sueño, tal y como me lo había imaginado no pude dormir en toda la noche, las palabras de Terry continuaban resonando en mi cabeza..."Ella te ama"..."Ella de quien está enamorada es de ti"..."¿o es que acaso no lo ves?"....No Tenia caso seguir acostado, tan pronto la luz del día salió busque a George para que me llevara directo a Lakewood, necesitaba estar solo, necesitaba pensar en todo lo estaba sucediendo, antes de marcharme le escribí una nota a mi tía Elroy, una a Terry disculpándome por no quedarme, aunque él se imaginaria porque no me quedaba, y una a Candy, diciéndole que la vería en unos días que tenía que arreglar algunos asuntos pendientes...Eso sería suficiente...por ahora...

Al llegar a Lakewood después de tres horas de camino, y con la mañana por delante tome mi caballo, necesitaba despejar mi mente, necesitaba saber que iba a hacer de ahora en adelante...

El sonido de su mofeta lo saco de su ensoñación. Pouppe estaba ahí. Albert se levanto de la hierba para saludar a su compañera de aventuras, desde que había tomado las riendas de la familia raramente veía a Pouppe, y ella era a la que necesitaba en esos momentos, su compañía era bienvenida...

Pouppe... —saludo Albert a su mofeta... -Yo no quiero ser él culpable de hacer sufrir a mi pequeña. Pouppe me vas a tener que ayudar a descubrir si es cierto que ella me ama... Pouppe que voy a hacer?... ¿Podré Amarla?...

Continuara...

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