Disclaimer:La obra original y sus personajes son propiedad de Hidekaz Himaruya. La historia es mía :D.
Advertencias: Me tardé mucho, lo sé... (¿?)
…
Le lanzó el control de la consola con fuerza, haciendo que ésta impactara en su cabeza. Él no hizo más que reír.
-¡Y espero que te mueras sufriendo! ¡Che palle!-Gritó la italiana con el rostro ardiéndole.
-¡Oh, vamos Lovina! Acepta que el asombroso yo es mejor que tu para este juego…-Gilbert sonrió pícaro. Le encantaba hacerla enojar.
Ella simplemente bufó enojada y, dándole la espalda al albino, se dirigió a la cocina mascullando cosas sobre la estupidez de los alemanes y la falta de cerebro de Gilbert. Él rio. Se tumbó en el sillón en donde, momentos antes, había retado a la chica a una partida de videojuegos y había salido victorioso. La siguió con la mirada hasta que desapareció.
Verdammt.
Miró hacia el techo y soltó el aire que sus pulmones guardaban. Estaba preocupado, muy preocupado.
Recordó sus múltiples peleas, y su magnífico pero innecesario esfuerzo por hacerla enojar cada momento que pudiera, solo para ver ese ceño fruncido que tanto le divertía. Aunque le costará admitirlo también cuando ella ganaba le gustaba ver esa sonrisa de superioridad y prepotencia. Toda ella y su actitud.
Porque nunca nadie había tratado a su asombrosa persona de esa manera.
¡Él era el magnífico Gilbert Beilschmidt! ¡Scheiβe! Y eso no representaba nada para ella. Siempre estuvo seguro que si quería tener algo con alguna chica éstas acudían a él, o simplemente bastaba con decir su nombre para tenerlas a sus pies, esos eran los beneficios de ser un actor tan reconocido y genial como él. Pero ella no, ella era diferente y eso le molestaba. No, no le molestaba, y ese era el jodido problema. No le molestaba en lo absoluto.
-¡Nein, nein, nein…!-Pataleaba fuertemente en el aire mientras se cubría fuertemente el rostro con la almohada que había logrado capturar durante sus pensamientos. Porque eso no era "awesome".
-¿Qué pasa Gilbo, querido?-Escuchó la burlona voz de su amigo francés y por algún extraño motivo no se alegró como siempre lo hacía.-…Me encantaría decirte lo lindo que te ves haciendo berrinche, pero me preocupa más él por qué estás así. ¿Qué te pasa, mon amour?-
Gilbert retiró la almohada de su rostro y miro al galo con un gesto dudoso. ¿Le podría contar? Eran amigos desde hace ya mucho tiempo, pero sentía que esto era difícil, bastante de decirle a alguien.
-¿No se supone que estarías con alguna de tus conquistas?-preguntó tratando de desviar la atención del rubio frente a él.
Él francés rio.
-¿Supones que prefiero estar en los cálidos brazos de alguien antes que preocuparme por mis dos bellos amigos?-Francis sacó un pañuelo de su camisa de seda mientras lo mordía con pequeñas lagrimillas brillando en sus ojos. Con la mano que tenía libre pegaba pequeños golpecillos en la coronilla de su amigo albino.
-No lo supongo, lo estoy afirmando.-Gilbert bajó la mirada hacía un punto cualquiera en la habitación y suspiró. El francés no pudo pasar por alto esto y se acomodó mejor en el sillón para escuchar lo que sea que su amigo estaba por decirle.-Francis, ¿cómo sabes cuando alguien te…te…a-atrae?-
Sintió su rostro arder y se maldijo por que el color de su piel nunca podía ocultar sus reacciones, y eso no era asombroso.
-¡Ah! Mon ami, debes llevarla a la cama…-El sonrojo del albino ascendió hasta sus cabellos y sintió su corazón palpitar a un ritmo tan frenético que estaba seguro que en cualquier momento explotaría. ¿Qué estaba diciendo ese imbécil?
Gilbert le soltó un fuerte golpe en la cabeza a su amigo rubio.
-¡Merde! ¡¿Y eso por qué demonios fue, Gilbert?!-Replicaba el galo mientras se sobaba el lugar dañado por el alemán.
-Te lo tenías bien merecido, por imbécil.-Francis rio, sabiendo perfectamente hacia donde iba toda esa conversación.-Ella…creo, ¡No!...ella no es de esas.-Un sonrojo más le invadió.
Francis sonrió y acaricio el blanco cabello de su amigo.
-Entonces díselo.-El albino abrió los ojos sorprendido para después contraer el rostro en una mueca de rechazo. Puso nuevamente el cojín sobre su rostro y comenzó a patalear, sintiéndose ridículo y marica, igual que una quinceañera enamorada. Estúpido.
Hizo un puchero y sintió, de repente, que era otra persona, una impresionantemente diferente al actor que los medios de comunicación perseguían y que se destacaba por sus escandalosos actos y compromisos. Ahora era un jodido niñato. Un jodido niñato enamorado.
Pero seguía siendo awesome, ¿no?
El rubio simplemente lo miraba negando con al cabeza, mientras una sonrisa y su ligera risa le acompañaban. Se mordía la uña del dedo pulgar derecho y pensaba que sus hermosos amigos estaban creciendo. ¡Ah! L'amour…
Escuchaba a Lovina picar algo en la cocina mientras mascullaba algo en su idioma natal. Seguro serían maldiciones. Sintió que la puerta del departamento se abría y un español entró sonriente, con su guitarra al hombro y esa aura alegre que siempre traía consigo.
Francis vio el reloj en su muñeca y decidió que era hora de terminar el último diseño de la colección que estaba creando. Decidió que dejaría a su Gilbert seguir haciendo su "asombroso" berrinche.
-Sólo sé sincero con la petit. Lovina es un poco distraída…-Susurró el francés a su amigo alemán antes de levantarse y partir hacia su estudio.
Gilbert se sorprendió.
Francis pasó al lado de Antonio y lo saludo con dos besos, como solía hacerlo. Antes de seguir con su camino notó el clavel entre los morenos dedos de Antonio y a este dirigiéndose a la cocina.
Tragó fuerte. Miró a Gilbert en el sillón y luego a Antonio dirigiéndose a la cocina.
Creo que algo muy fuerte se avecina.
….
Antonio se sentía especialmente alegre esa mañana. Le acababan de dar otro grupo en el conservatorio y tendría la oportunidad de enseñar a más pequeños el arte de la música. ¡Era feliz!
Por eso, mientras caminaba tarareando una canción, cuando encontró aquel clavel rojo en un arbusto que adornaba la salida del conservatorio, no dudo en arrancarlo para regalárselo a alguien. Lo realmente extraño es que ese "alguien" era Lovina.
Al principió se extrañó cuando soñó con ella por primera vez, pero su personalidad inocente le decía que aquello le estaba advirtiendo cuan grandes amigos llegarían a ser. Porque la italiana despertaba en el un sentimiento que nunca había conocido, así que se dijo así mismo que aquel sentimiento era de "gran amistad".
Llegó al departamento y encontró a Francis riendo quedamente mientras miraba a Gilbert mordiendo una almohada. Seguramente alguien del staff había dicho algo malo sobre su "asombrosa" persona. Antonio sonrió.
Saludo a Francis y se dirigió a la cocina, de donde provenía un exquisito olor a pasta cociéndose. Allí estaba ella.
-¡Me fascina la pasta!-Grito en el oído a la chica, quien se sobresaltó terriblemente y dejó caer unos pimientos que estaba a punto de cortar.
-¿Qué demonios te pasa, pedazo de idiota?-Lovina le soltó un fuerte golpe en el hombro, haciendo que el español riera y se sobara la zona dañada.-¡Tu crees que es divertido estar asustando gente! ¡Stronzo!-
El español levantó la flor frente a la pequeña nariz de la joven. Ella hizo un mohín de disgusto.
-¿Qué coño es eso?-
-Un clavel.-
-Ya sé que es un clavel, descerebrado, me refiero a por qué traes uno en la mano.-Lovina sintió que Antonio no era más idiota porque se le olvidaba serlo.
Las manos de Antonio se movieron instintivamente hacia el rostro de la italiana, ésta solo se paralizó, con el rostro sonrojado, expectante de lo que fuera a hacer el español. Él puso el clavel sobre la pequeña oreja de la chica y sonrió infantilmente, como tenía por costumbre. Al terminar con su labor pasó sus dedos sobre la mejilla de Lovina.
Ella tembló ligeramente.
-Yo creo que combina contigo.-Antonio se dedicó a picar repetitivamente las mejillas de Lovina mientras ésta hacía un puchero.
-¿Por qué no solo me dejas terminar de hacer la cena?-Dijo tratando de sonar enfadada.-Vete a hacer algo productivo, idiota.-
El hispano rio fuertemente y pensó que aquella chica era una dulzura, por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla.
-Lárgate y deja de andar jodiendo…-Lovina sentía sus mejillas ardiendo, y eso le molestaba sobremanera. Sintió al español retirarse de la cocina soltando una suave risa que a la chica le pareció escalofriante. Porque de un tiempo a acá todo en él le parecía escalofriante.
-Solo recuerda que hoy tenemos que ir a la presentación de tu hermana, Lovi.-Gritó el español ya un poco alejado.
Suspiró hondo y se pregunto que le estaba pasando. ¿De cuándo a acá la presencia de ese estúpido y molesto español la ponía tan nerviosa? ¡Ah, si! Desde que lo escuchó tocar su maldita guitarra. Siguió cortando los pimientos mientras sentía que su vida se había vuelto un caos desde que decidió haberse mudado a ese departamento, porque, de alguna u otra manera, sabía que se había acostumbrado a esos tres imbéciles en calidad de compañeros.
-Estoy jodida…-
-¡Ah! Petit, de ninguna manera. Yo no lo permitiría…-
-Tu no tienes una idea de lo que estoy pasa…-Se percató de la voz y dio un respingo asustada cuando sintió unos brazos rodear su cintura y una barbilla descuidada acomodarse en el espacio de su cuello.-¡¿Qué putas estás haciendo, pervertido?!-
Lovina tembló al sentir el cálido aliento de Francis contra su oreja mientras éste se reía. Se dio la vuelta tratando de darle un golpe con el puño al francés, pero éste lo esquivó con esa maestría que ya había adquirido después de algunas semanas conviviendo con la italiana. La volvió a tomar por los hombros para evitar que se moviera.
-Estás un poco tensa, ¿no es así?-La chica se removía bajo sus brazos y Francis no podía estar más divertido.
-No se supone que tendrías que estar con alguna de tus conquistas?-Francis frunció el ceño, ¿Por qué todos le preguntaban eso? Él no era un mujeriego, no tanto.
Se acomodó uno de los mechones rubios que le caían por el rostro y le sonrió a la joven que tenía enfrente.
-Te he visto preocupada, ¿qué tienes?.-Lovina se sorprendió. Sabía que en esa casa todos tenían algún tipo de desorden mental, y el francés era quizá el más extravagante de los tres. Siempre llegando a altas horas de la noche, con la ropa desordenada y la bragueta abajo. Lovina podría jurar que llegó a oír su voz en los departamentos de las vecinas.-Puedes contarle a tu hermano mayor lo que quieras.-
-¿Qué planeas franchute?-Cruzó los brazos y esperó a que el rubio le dijera a que chica tendría que pedir el teléfono o que plato quería para la cena.-Porque ni sueñes con que yo caeré en tus redes de seductor barato.-
Francis soltó una sonora carcajada y tomó a Lovina por el mentón.
-¡Ah! ¿Cómo lo haría, cheri? Eres como la niña de mis ojos…-La italiana casi sintió deseos de reír, ese galo idiota siempre decía estupideces graciosas, pero se contuvo, no le iba a dar el honor.-…Además, si te pongo una mano encima, más de un hombre sería feliz golpeando mi hermoso rostro y eso no lo puedo permitir.-
-No sé de que carajos hablas.-
-De nada petit, de nada.-Francis agitó una mano en el aire como restándole importancia, lo que hizo que la joven dudara aun más de lo que aquel francés se traía entre manos.-Tal vez algún día te des cuenta por ti misma.-
Lovina rodó los ojos harta, le dio la espalda al rubio y retiró la olla que se encontraba en el fuego. Se puso los guantes de cocina y estaba dispuesta a ir a servir la mesa cuando el francés se le adelantó.
-No, petit, ésta noche me ofrezco a servir. Descansa ahora que puedes.-La italiana arqueó una ceja ya desesperada por la maldita actitud de Francis, pero decidió que no iba a dejar pasar la oportunidad de descansar aunque fuera poco tiempo, así que se quitó los guantes y se los dio al galo quien los recibió gustoso y empujaba a la joven fuera de la cocina.
Lovina se giró a ver la cocina por última vez.
-Por cierto, hermosa…-Franis le guiñó un ojo y Lovina sintió que ahí había gato encerrado.-…Te ves adorable con esa preciosa flor.-
La italiana se llevó la mano instintivamente hacía el lugar donde sabía que se encontraba aquel clavel del mal y sintió todos los colores del arcoíris subir por su rostro. Si hubo gato encerrado.
Sintió una mano que la jalaba hacia la mesa y de repente trajo su mente de regreso al mundo real.
-¡Lovina! Siéntate junto al asombroso yo, así la cena será mejor que de costumbre, kesesese.-Gilbert retiró una silla y sentó a Lovina haciendo que ésta cayera fuertemente sobre ella.
-¡¿Pero que demonios haces?!-La chica sintió que sus mejillas ardían por el coraje de haberse lastimado contra la silla. ¿Qué le pasaba ahora a ese bruto alemán? Parecía ansioso por algo, ¡hasta había tirado el vaso de agua!
Alguien se sentó a su lado.
-¡Lovi, pareces un tomatito!-el español hartante se encontraba picoteando sus mejillas mientras el albino aún trataba inútilmente de formar una frase coherente.
Francis salió de la cocina y les sirvió la comida a todos. Para Lovina esa fue la peor cena de todas las que había pasado con ese trío de idiotas. Gilbert siendo más pesado que de costumbre, Antonio mirándola todo el tiempo y Francis riéndose de su desgracia. ¡Maldito sea el franchute asqueroso!
Lo peor es que no sabía lo que le esperaba.
…
Sé que de ninguna manera tengo perdón. Bueno, tal vez si. Ustedes saben como funciona todo esto de la inspiración, (it's a bitch), y pues decide abandonarnos cierto tiempo. Ufff! Pero aquí esta el cap.
También he estado muy atareada estudiando para presentar la prueba a la Universidad. Será en Febrero, pero quiero ir bien preparada, por lo cual también me consume gran parte del tiempo.
En verdad lo siento mucho.
Ahora responderé sus lindos reviews!:
Mizuki Makino-sama: Mil millones de disculpas por no contestarte! Pero es que mis tiempos también están bastante locos y sinceramente no sabría como acomodarlos por ahora. Cuando logre estabilizarlos me contacto contigo, porque en verdad necesito ayuda xD.
Muchas gracias por leer y prestarme tu linda ayuda! :3
Lovitdesele: Nunca me he topado con un fic donde hagan bashing a Bélgica, y sinceramente me enfadaría mucho leerlo. Es que Bélgica es una personaje tan tierno, es maravillosa! :D Y muy pronto saldrá lo prometo!
Oh! En los próximos capítulos comienza la verdadera gracia entre nuestros dos queridos chicos, y el rubio que meterá su cucharón! :3 Akdañklcnñasdvnadsjn! Gracias por leer!
Merlina Vulturi: Si! Es excitante (¿?) Jajajaja Lo siento, es que amo a Gilbert…Saludos!
Darkmoon: Mil disculpas! Lo peor es que siempre he tratado de ser muy cuidadosa con eso de no ponerle sexo a la gente por adelantado y ahí voy yo y meto la pata de manera descomunal, jejeje.
Nunca me extrañaría por que lo leas, todos en este mundo somos libres de hacer lo que nos guste :3 Ese es mi lema! Jajajaja (aunque tengamos algunas diferencias por ahí porque yo amo el Dramione! xD) Ah! Por cierto, me encanta tu manera de pensar, yo , aunque me considero heterosexual, creo firmemente que el amor no reconoce sexo ni otras cosas sin relevancia como condición social, raza, etc… Además que tendemos a amar a muchísimas personas, como nuestra familia y amigos, por ejemplo.
Yo odio que pinten a Toño como un idiota! Vale que así lo vea Lovi, pero no lo es…Siempre mantendré mi postura de que nadie es idiota! :D (Gott!, eso sonó un poco zafado…) Muchas gracias por leer y comentar! :3
TheFannishaUsui: Tu chilenidad es bienvenida! -w- Gracias por el coment!
Angel de un ala: Cuando empecé a escribir yo también tenía miedo de que se pareciera a New Girl, por lo que había oído de la historia, pero después pensé ¿cómo demonios se parecería si ni siquiera he visto la serie? xD
Emmita será bastante importante :3 Muchísimas gracias por el comentario, y por leer, por supuesto… :3
Gracias a todos por leer y hagan encantamientos ingleses para que la inspiración este conmigo. (Y fusososo's para mantenerme feliz) -w- Los quiero!
Ciao!
