Notas:

Hola que tal a todo el mundo, ya ha sido mucho tiempo desde la ultima vez que he publicado algo en este sitio, muchas cosas pasaron, y remonta desde que estuve a punto de quedar fuera de la escuela, tuve problemas personales que me dejaron en na crisis existencial, esto me hizo perder muchas ganas de escribir, no se me daban las ideas.

Ahora He vuelto para subir esta historia que por el momento la dejo como OS, dependiendo de lo que digan ustedes ya la idea general la tengo, pero solo les doy una probada, espero les guste.

Como un pequeño recordatorio, los personajes de la historia pertenecen a su autor Masashi Kishimoto, solo la historia me pertenece.


La vida a veces te puede jugar de manera tan injusta y voltearte una bofetada cuando menos lo esperes despertándote de una realidad cada vez menos esperanzadora, era por ello que sus pensamientos se volvían cada vez más turbios, indignantes y egoístas, con tono de ira retenida que a simple vista no demostraba.

-¿Entonces tu lo vas a traer de vuelta?- esta pregunta que hizo su primo, la trajo de vuelta de su ensimismamiento, elevando su mirada agachada para observar a él, quien en un leve asentimiento de cabeza confirmó lo inevitable.

-Así es, yo lo haré, ¡no me importa si pierda mi vida!- contestó tal afirmación Naruto Uzumaki, el chico quien la sacó de su oscuridad, los 9 novatos asintieron ante la decisión ya hecha ahí estaban ante la reunión que se denotaba, y el tema era lo que iba a ocurrir ahora, todos parados con mirada seria poniendo atención, en tanto Chöji se encargaba de consolar a una Ino quien no quería calmarse, Sakura estaba parada sin decir nada, y los demás poniendo suma atención.

Si sabía que lo que se aproximaba era inevitable, nunca jamás se esperaba que iba a tratar de regresar al renegado y ultimo Uchiha importándole poco arriesgar su vida, no comprendía eso, trataba de asimilarlo pero no podía, ya no había promesa de por medio para traerlo de vuelta, intentó matar a Sakura, y sin dudarlo, e hirió de muerte a uno de sus compañeros de akatsuki, era injusto que Naruto pensara de ese modo, pero era la decisión que tomó Naruto, y la respetaría.

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Ya dada por terminada la reunión, el grupo se dispersó regresando a sus tiendas de campaña, por fortuna, el ataque de Pain no dañó de gravedad los territorios Hyuuga, Hinata se dirigía a un paso lento, sus memorias y pensamientos recorrían de manera inquietante, comprendía la decisión que el héroe de Konoha ya tomó, pero tenía miedo, miedo de que él se fuera para siempre, ¿Dónde quedarían sus sueños?, ¿Dónde quedarían esas promesas pendientes?, pero sobre todo ¿Podrá hacer redimir al renegado Uchiha?, si bien era cierto, él ya era parte de akatsuki, atacó la reunión de los Kages, asesinó a Danzo, intentó a matar a su compañera de akatsuki, y no dudó en tratar de asesinar a Sakura, a Kakashi, y a Naruto, en pocas palabras mataría a cualquiera que se interpusiera en su camino.

Y no era que desconfiara e su palabra, ella creía ciegamente en lo que el hacía, por que a pesar de todo, y todas las adversidades que él ha pasado, nunca se rindió, de hecho esa palabra nunca existió en su diccionario, es por ello que cuando lo conoció, el recompuso su camino, pero sobe todo, hizo que sus días fueran más amenos, por que cada vez que él sonreía y se esforzaba, era la inspiración para que ella también siguiera adelante, por que él poco a poco sin darse cuenta se convirtió en su admiración, para luego pasar a un amor.

La vida suele ser caprichosa y embustera, por que él siguiendo adelante y luego el irse a entrenar, ella hizo lo que siempre a querido hacer, tratar de caminar a su lado, tratar de estar junto a él, aunque ha superado sus logros y sus retos, no han sido suficientes para poder alcanzarlo, por que cada vez que ella trataba de alcanzarlo, él se alejaba más y más.

El terror de perderlo se instaló en su mente cuando en la invasión que sufrió Konoha y el rubio le hizo frente al supuesto líder de akatsuki, no pudo soportar como era sometido Naruto, y sea llevado para que le extrajeran el kyuubi, donde acabaría con su vida.

Era común que en situaciones de vida o muerte una persona saque su valentía, y ella no fue la excepción, ella dio su vida con tal de que el rubio escapara, y lo repetiría todas las veces que su vida sea para que Naruto estuviese a salva, por que como lo dijo lo ama.

Era curioso que en esa situación ella llamara la atención del rubio, un peso encima se desapareció por arte de magia, así que por lo menos él ya sabía de sus sentimientos, causándole una sensación de nerviosismo, pero todo eso no se hacía presente por la situación, a su vez ella no tenía en cuenta en toda la atención que Naruto le estaba dando, y menos no hacía caso en sus advertencias de que se alejara de ahí, por que no retrocedería a su camino ninja, de seguir adelante, y seguir junto con el.

La tarde de ese día pasó de manera lenta, ella estaba en la mansión Hyuuga, al mensos no salió tan afectada por la invasión, por lo que se tomó un rato entrenando, quería sacar todo esto que le corría por dentro, era inexplicable y extraño, iba a entrar en una guerra.

Tan ensimismada estaba, que perdió la noción del tiempo, ya era de noche, y el cansancio estaba presente, aún su mente era un caos, y que decir su corazón, por lo que a superar retirándose a su habitación tuvo que tomar un descanso para el día siguiente, un día inesperado para ella.

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A veces se preguntaba si esta era una buena decisión, aún ni siquiera encontraba el significado que su padre y Jiraiya le encomendaron, y ahora tenía que salvar a quien considerara como su amigo, era muy complicado de pensar, pero no había otra opción más regresarlo al camino indicado aunque tenga que incurrir a los golpes, y que posiblemente pierda la vida. Ahora se hallaba caminando en los alrededores de la aldea durante la noche.

El motivo era tan llano como el desierto mismo, y era por ese sueño, pero no era un sueño dulce, si no al contrario una pesadilla tan fuerte que pensaba que era real, la guerra ahí estaban todos, sus conocidos, amigos y camaradas tirados, muertos en un mar de sangre, explosiones, era real todo, y le desesperaba ver a todos muertos, a Kakashi, Sakura, la abuela Tsunade, Ino, Shikamaru, Chöji, Neji, Tenten, Lee, era todo un caos en todos lados donde viera, pero lo que lo impactó, es en verla a ella, de nuevo ella luchando otra vez, protegiéndolo a él haciéndole frente a Sasuke, quien sin esfuerzo, y con una oscuridad que no imaginó ver, le atravesaba con su brazo electrizado el estomago de manera explicita, ella solo gritaba de dolor y agonía, para después él sacar sin compasión el brazo, ella empezaba mantenerse de pie, con la mirada aun determinada, la sangre empezaba a emanar de su boca, y en un giro imprevisto ella voltea a verlo, dándole una sonrisa, antes de que la espada de Sasuke cortara su vida.

Así despertándose con un grito desgarrador, empezó a sudar, suspirando de manera aliviada que tan solo era un maldito sueño, pero además de eso, se percató que tenía miedo, miedo a la guerra que se aproximaba, miedo a perder a alguien, y miedo de lo que estaba sintiendo.

Deteniéndose en la cima de la cabeza del cuarto Hokage dio otro largo suspiro, hasta ahora con todo lo que ha sucedido había varias cosas que las había ido desperdigando, en ellas era la resolución de sus sentimientos, ¡Así es!, por una parte la experiencia vivida por la confesión de Sakura, era una mentira, ya sea porque ella trataba de hacerlo dejar la promesa de traer a Sasuke "Vaya hipocresía" eran sus malditos pensamientos, de un momento se sentía en la gloria, pero su parte razonable y realista le hacía dar cuenta que ella aún sentía algo por el renegado, cosa que sin intención lo lastimó, era por ello que también dudaba de la confesión de Hinata, porque de igual forma no tenía idea de que hacer, hasta ahora no pensaba que la más callada y reservada de las personas que conocía, se expresara con seguridad, y plantara la cara con valentía ante la adversidad de su oponente.

Ante tal dilema, se sentía raro recibir un "te amo", nunca en su vida le habían hecho algo así, era una sensación de hormigueo, dicha y felicidad indescriptibles, pero a la vez supo el terror de que ese alguien fuera a desaparecer en un instante, tenía miedo ante lo que estaba descubriendo, era por ello que ese sueño lo había dejado al borde de la desesperación, por que algo que le había dicho ella había despertado varias cosas en su interior.

Otro largo suspiro surgió, así que sin dudar más tenía que asegurarse que ella estuviera bien, por lo que dirigiéndose a paso veloz y silencioso se iba a adentrar a la mansión Hyuuga.

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La mañana se apareció de forma intensa, los rayos del sol de la mañana de septiembre eran extraños y enigmáticos, desperezándose de su cama, Hinata se levantó, aún tenía sueño, sus pensamientos giraban aún por Naruto, así que sin más que hacer se dirigió al baño del recinto, y a prepararse ante un día nuevo.

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El ligero viento lo hizo abrir los ojos con tal de cerciorarse de que ella aún estaba, y gran sorpresa que se llevó al ver que ella ya no estaba, así que su cuerpo volvió a sus 5 sentidos lentamente, estaba agotado también él, solo daba pequeñas revisiones al lugar donde ella dormía, evadir la seguridad de la mansión, y luego encontrar la habitación de ella era como quitarle el dulce a un niño, solo activar el modo ermitaño, era indetectable, daba la posición de los guardias, y encontraba ese curioso chakra de ella.

Ya estaba cansando, ahora solamente quería corroborar que ella regresara a su habitación, para sentirse tranquilo y regresar a descansar.

Al escuchar la puerta corrediza abrirse volteó a ver, y gran sorpresa que se llevo al verla a ella, solamente cubierta con una toalla, su cabello húmedo recogido en otra toalla, su respiración se detuvo, y su corazón empezó a bombear sangre, el la observaba, sentada en la cama, cruzando las piernas, mientras deshacía el nudo de la tolla en su cabello, que ya libre empezó a secarlo, algunas gotas de agua se desperdigaban en, su cara, su espalda y en la clavícula, donde aquellos diminutos cúmulos de agua descendían en el escote perdiéndose en el misterio, tragando quedamente, Naruto quedó maravillado ante tal espectáculo, y es que jamás en su vida había visto a Hinata de esa forma, ni siquiera a alguien tan… tan único, terminada su labor de secar su cabello, ella se dirigió a lo que es su armario sacando algo de uno de los cajones, y a lo que siguió a continuación fue una de las grandes visiones que Naruto a vivido, desanudando la toalla que tenía alrededor de su cuerpo, Hinata mostró su cuerpo como había llegado al mundo, piel blanca como la diosa de la nieve de una antigua leyenda se le comparaba, el compas de sus senos era increíble, Naruto nunca pensó que ella tuviera tal dote regalo de los dioses, el calor invadió las mejillas y todo el cuerpo de Naruto no podía apartar la mirada a otro lado, eso sería como pecar ante tal belleza.

El compas y la estreches de su cintura era evidente, un vientre plano y tonificado muestra de su carrera ninja relataba tal figura esbelta, una cadera amplia que terminaba por completar una silueta de un reloj de arena, era demasiado para Naruto, y admirando sus piernas, ni tan llenas, ni tan faltas de carne, nada de eso, simplemente eran el equilibrio perfecto, distinguió todos esas cosas, y perdiéndose de un detalle al estar tan ensimismado ante una gran musa a la belleza, pero no todo era eterno, ya que ella en un movimiento rápido de ella volteó a su dirección, por lo que emprendió el silencioso escape.

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Desde que había entrado a la habitación se sentía observada, pero todo lo ignoró pensando que era obra de su imaginación, por lo general ella se vestía en el baño, pero estaba tan distraída, que se olvidó llevarse ropa limpia, por lo que se estaba vistiendo en su habitación. Todo era normal, pero otra vez la sensación de sentirse observada la instó en voltear hacia el árbol que está enfrente de su amplia ventana, pero solo vio algunas hojas del árbol descender, y unos pájaros revoloteando alrededor, por lo que pensó que era su imaginación.

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Un baño de agua fría improvisada en el lago, y con la ropa puesta era lo que se le vino a la mente, dando unos puñetazos al agua se maldijo, tenía que haberse largado de ahí, pero no, tuvo que sacar la casta como discípulo de Jiraiya, ahora entendía eso de contemplar la plenitud de la belleza femenina, que aquel que tenía el don de distinguirla será bendecido por conocer a la mujer ideal, o eso eran los proverbios del ermitaño pervertido.

Ya calmado el fuego que había despertado, salió de ahí, dirigiéndose a paso lento a la aldea, a cambiarse y descansar.

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En el paso del mediodía se corrió la noticia como pólvora, la Hokage Tsunade despertó de su letargo, y está recuperándose e forma excelente, por lo que en la tarde, una reunión de emergencia se llevará con respecto a la guerra y la alianza Shinobi, ella y su padre van a estar presentes ante tal seriedad del asunto.

En la junta, todos los clanes ninja estaban presentes, y a varios de sus amigos también, tales como Ino, Chöji, Shikamaru, y Shino, al igual que el consejo de la aldea, y la de ancianos consejeros

-Bien, como verán ya todos sabemos por que estamos aquí- hablo la rubia líder de la aldea –así que demos por inicio-

Tsunade fue de acuerdo con las aceptaciones de los Daimyo de cada país para la alianza, y el rol que ellos debían de fungir en la alianza, algunos irán como apoyo medico, otros proporcionaran la estrategia y la táctica, y en tanto el rol de ella y los clanes puramente ninja como fuerza de ataque.

-Ahora vamos con lo que nos preocupa es la protección de Naruto – ante esta mención Hinata puso explicita atención del asunto –Él es el objetivo de akatsuki, y por ende el causante de que akatsuki nos declarara la guerra- tomó un respiro Tsunade –El junto con el Hachibi serán enviados a una isla, donde se mantendrán ocultos, hasta que la victoria sea nuestra, es por ello que todos, sean discretos ante esto, si Naruto llegara a enterarse, el será capaz de arriesgarse, esta guerra es por el, él nos devolvió la esperanza y si no fuese aquí, muchos de nosotros no estaríamos presentes – Todos asintieron visiblemente, a Hinata le hacía sentir dicha de que Naruto sea reconocido, y sobre todo aceptado por la aldea, se sentía feliz, y por ello ahora ella de manera directa o indirecta lo protegería.

-La fecha que se irá va a ser mañana temprano, esto tiene que ser breve, antes de que nos organicemos- esto si no se lo esperaba, el día de ayer había regresado, y ahora otra vez se iría, su semblante se puso rígido ante tal situación, y llevándose a cabo la reunión el tiempo pasó como agua entre las manos.

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Las emociones eran latentes, y más cuando en ese instante estaba entrenando denotaba tanta fiereza y fuerza en sus golpes, el poste de entrenamiento retumbaba ante las palmadas cargadas de chakra que ella lanzaba, lanzaba sus gritos de batalla para descargar la tensión y ansiedad, pero por más que lo hacía, se hacían más intensas sus emociones, de pronto paró cuando sintió la presencia de alguien familiar, detuvo lo que estaba haciendo, volteando a ver quien era

-Sa-Sakura-san- dijo Hinata con sorpresa al ver a la chica peli-rosa parada a 3 metros de distancia.

La mirada tranquila de Sakura la examinaba lentamente, el color carmín de las mejillas de Hinata y la ligera capa de sudor que se acumulaba en su frente le decían que estaba entrenando desde un buen rato

-¿Hay algo que te tiene preocupada?-

Hinata se quedó muda por unos instantes, y agachando su cabeza para ocultar sus expresiones, hicieron sospechar a Sakura

-Cuando Naruto dijo todo ayer, me sentí culpable y arrepentida el decirle eso- tomo un pequeño suspiro –Cuando traté de engañarlo para que el dejara por en paz el asunto, pero creo que se me salió el tiro por la culata-

Hinata no imaginaba lo que escuchaba, sus palabras o alguna acción se quedaron plasmadas en la incredulidad de lo que le decía Sakura

-Me le confesé- dijo Sakura, Hinata solo se quedó pasmada, no daba crédito a lo que escuchaba –Confesé de que lo amaba, que en un rato para acá hizo cambiar algo en mi, pero sabes, él se dio cuenta que era un engaño-

El silencio era el espectador ante tal tensión entre ambas mujeres, por un lado Sakura quien quería remediar las cosas de algo que sin duda generó, y todo por ser egoísta.

-Desde que el me rechazó, comprendí que estaba confundido, por eso me siento culpable por ti, por que-

De manera inesperada Sakura fue sorprendida con una bofetada por parte de Hinata, tan fuerte fue el impacto que la hizo girar la cabeza y haciéndola retroceder unos pasos, colocando su mano en la mejilla fuertemente roja, Sakura vio una mirada que le era desconocida en Hinata, la furia.

-No es justo- dijo ella, volviendo a repetir la frase –No es justo- mirando inquisitivamente a Sakura –Por que hiciste algo como eso, jugar con los sentimientos – reclamó ella ante una Sakura atónita.

-Yo… yo- ahora Sakura era la tartamuda –Quería que el desistiera de su compromiso, no quería que el diera la vida por un capricho mío, no luego que tú te confesaste realmente y arriesgaste tu vida-

Hinata se quedó pasmada ante tal respuesta –Tu... ¿Tu sabes lo que yo… dije?-

Solo Sakura asintió levemente, mirando a la peli azul –No quiero que la felicidad de Naruto, y que tu felicidad sean truncados ante mi capricho- mirando de manera extraña a Hinata, una combinación de emociones, perdón, solemnidad, y culpa –Sería injusto de mi parte hacerles eso por un capricho de una niña de 12 años, quiero que él sea feliz, y no hay nadie como tú que pueda hacer eso-.

Hinata estaba estupefacta ante eso, nunca espero tal respuesta de ella –Es por eso que pelles por él, que sea feliz, y sobre todo, que en esta situación, tienes que ser fuerte, por que todos arriesgaremos la vida-

Acercándose a Hinata le dio un abrazo –Nunca te des por vencida, y ve por él- soltándola del abrazo, se pasó a retirarse del campo de entrenamiento.

-Lo siento, por esto, y ve a hablar con el- Sakura haciendo más énfasis en lo último, tomando en cuenta que él se iba a ir.

La tarde se empezaba a ocultarse en el manto oscuro, sus pensamientos eran más tranquilos, y Sakura fue la válvula para quitar la tensión, no tenía idea que tanto estaba afectado Naruto, pero al menos ya tenía una clara idea que ese siempre será y nunca cambiará, por que por como es él y como ha ido creciendo, ella se quedó enamorada por el.

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Caminaba tranquilamente en las calles, ya hacía unas horas que le notificaron ir a una misión "especial", la seriedad de Tsunade le hizo ver que era urgente el asunto, así que no objetó nada, aunque era extraño esto, era extraño todo, y vaya día extraño que acaba de sucederle.

Adentrándose en la pequeña cabaña que el capitán Yamato había construido, se derrumbó sobre el futón, muchas cosas se agolpaban en la mente, poco a poco empezaba a cerrar sus ojos, hasta que entonces tocaron la puerta

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Corría con tal de llegar a verlo, la noche era avanzada, se quedó pensando en todo, y sobre todo llego a una resolución, por ello iba a verlo, y decirle que sus sentimientos son reales, y que ella daría su vida un millón de veces con tal de que el estuviera vivo, que era su sol que iluminaba su mundo.

Llegando a la cabaña donde él estaba, esperaba que se encontrara en este momento, entonces tres toques suaves dio a la puerta corrediza, luego de unos instantes se abrió, mostrando a Naruto que al ver que era ella, un pequeño brinco de sorpresa.

-Ho… Hola Hinata- el pensamiento pervertido lo traicionó al verla, Naruto giró el rostro, era muy nítida la visión de la mañana de Hinata, entonces rascándose nerviosamente la cabeza quería cambiar el tema – ¡Pero que recibimiento hago, pasa Hinata!- dijo nerviosamente.

Hinata vio que actuaba raro, algo confundido, e impresionado, y como no estarlo si la tímida Hinata quien le había hecho confesar sus sentimientos, pero le extrañó ver el rubor que ahora eran poseedores las mejillas del rubio, entonces ella pasó a la cabaña.

El silencio rondaba dentro de la habitación, mientras Hinata se quitaba sus sandalias, Naruto no sabía que decir o que hacer, ¿iba a exigirle lo ocurrido en la mañana?, ¿o acaso necesitaba una respuesta?, era un limbo de sensaciones, que tenía plasmado el tema desde la mañana.

-Lo siento- eso fue lo que dijo Naruto, confundiendo a la chica de los ojos perlas –Siento por no responderte- por fin dijo algo lo primero que se le vino a la mente, su mente era un caos y las palabras eran pocas

Hinata lo miraba estupefacta, y regalándole una sonrisa sincera –No hay por que sentirte así-

-Pero… pero es que yo la verdad, tu lo que pasó en la invasión y…- los labios del chico fueron silenciados por el ademan que ella hizo –Yo solo he venido para decirte que suerte en tu misión- él estaba más nervioso que ella, cosa que la hizo sentirse relajada.

-¿Pero entonces Hinata tu no ibas a exigir o algo así?- fue la confusión del rubio latente

-No es necesario, sé que en aún no tienes las palabras adecuadas, además no hay tiempo, no cuando tienes un juramento que vas a hacer- dijo ella.

-Pe… pero Hinata es que tu la verdad, no es justo que yo la verdad te trate luego de que…- Naruto estaba ahogándose en un mar de nervios, no sabía que decir o que hacer.

Hinata comprendió esto, y se dio cuenta que Naruto estaba confundido.

-Naruto, solo toma tu tiempo, no te estoy presionando, y yo estaré esperando tu respuesta- su sonrisa sincera hacía que el corazón de Naruto se alterara, el solo trago seco de nuevo.

No tenía palabras, solo el gracias era algo que tenía que decir, su enredadera de emociones no lo hacía comprender la situación, ya que él nunca ha vivido tal situación, tomando algo de respiración, unos segundo bastaron para que se tranquilizara un poco, mirándola a ella, quien estaba mirándolo fijamente.

-No te presiones Naruto-Kun, solo quiero que tengas suerte en tu….- Hinata no se esperó a lo siguiente, estaba siendo abrazada por el, Naruto no tenía palabras, solo las acciones que más lo caracterizaban podían reflejar sus sentimientos

El corazón de ella empezó a palpitar con fuerza, siendo rodeada por los fuertes brazos de él, podía sentir la respiración del rubio en su cabeza, ni de decir sus manos en su espalda, alguna vez en sus sueños se veía así siendo abrazada, en un sueño que remotamente iba a ser posible, pero ahora distaba de la realidad lo que sucedía.

Naruto también estaba nervioso, lo primero que se le ocurrió era eso, su corazón aceleraba de forma frenética, tenía que expresar su agradecimiento, al rodear el cuerpo de ella con sus brazos, y colocar sus manos en la espalda, respirando un poco intranquilo.

Los minutos pasaban eternamente, Hinata cerro en un abrazo el cuerpo del rubio, y poco a poco estaba tranquilizándose, la respiración se volvía más tranquila, y el fuerte rubor que antes denotaba en sus mejillas, un aroma varonil y húmedo invadía a su cuerpo, era el aroma de Naruto, y como tratándose de impregnarse con él se apretó un poco más a Naruto.

El abrazo lo tranquilizaba cada vez que pasaban los minutos, tal vez esto no fue tan mala idea, y el aroma a violetas jazmín que ella emanaba, recargo su nariz en la coronilla de ella, donde el olor era latente, ella se removió un poco asustándolo, pero era para apegarse más a él, haciéndolo soltar un suspiro de alivio. Ahora podía pensar un poco mejor, y las palabras entonces comenzaron a fluir

-Sabes Hinata- dijo el rubio, ella subió su mirada observando esos posos azules como el cielo –Desde pequeño nunca había recibido una expresión de amor, o afecto, siempre veía como los demás tenían a alguien a quien decirle un te amo- tomando un suspiro –yo expresaba que estaba enamorado de Sakura- eso hizo que Hinata se tensionara.

-Pero nunca vi que ella me viera como más de un amigo, ella aún tiene el recuerdo latente de Sasuke- con un deje de derrota que Hinata pudo ver ella iba a replicar algo, pero él no la dejó que interrumpiera –Cuando tú te confesaste, quedé impresionado, de que tú tengas esos sentimientos por mí, que alguien me quisiera por lo que soy, nunca me sentí tan feliz, contento, pero a la vez tuve miedo cuando le hiciste frente a Pain- lo ultimo agolpeó en la mente de Naruto el latente recuerdo de como ella fue derribada como muñeco de trapo, para luego ser enterrada por una de las estacas de Pain

-Entonces después de eso, pasaron muchas cosas, cosas que no pude atender, pero cuando estuve en el país del hierro y luego de la….ahm… confesión de Sakura- tomó unos momentos para encontrar sus palabras –me hicieron ver que ella trataba de retirar mi promesa, entonces me di cuenta que nunca supe que era lo cierto de lo falso Hinata-

-¿A que te refieres Naruto?- la intensidad de la plática le hizo borrar las formalidades a ella

-Que estoy confundido, no sé si es real, o es mentira también lo que me dijiste, tengo miedo, ahora no sé si piensas que tu, yo, y que aún….- su caos empezó a despertar otra vez, entonces ella con su mano derecha colocó sus dedos índice y medio juntos en los labios de Naruto callándolo.

-Mis sentimientos por ti son reales Naruto, no importa que decisión tomes, yo estaré apoyándote, si tu estás en peligro, yo estaré ahí para protegerte, y dar mi vida cuantas veces quiera -Naruto ahora se tensó – y sobre todo estaré ahí como tu amiga, no importa que tus sentimientos sean distintos, y si tomas la decisión de estar conmigo- agachando la mirada unas pequeñas lagrimas se acumularon en sus ojos, subió su mirada para verlo de una manera frágil–me harás la mujer más dichosa del planeta-

Poniéndose de puntas Hinata se acercó a Naruto, en un roce suave y tímido ella juntó sus labios con los de Naruto, regalándole como muestra de su amor su primer beso. Naruto solamente al sentir la suavidad de sus labios no solo lo dejó sorprendido, si no que lo hizo sentir la mejor experiencia de su vida, entonces se dejó llevar ante tal sensación

Lento y eterno eran las palabras cortas para aquel momento, los movimientos, y el pequeño sonido de sus bocas hacían, extendiendo más la sensación, Naruto abrió un poco la boca, incitando a Hinata a aumentar la sensación del beso, y ella lo correspondió con un poco de timidez.

Separándose levemente, Naruto tenía una sonrisa, que Hinata grabó en su mente, un pequeño puente de saliva que se unía en los labios inferiores de los dos denotaba la expresión del beso dado, una respiración un poco apresurada de Hinata y la sensación de sentir el momento se abrazó más a Naruto, quien el solo se dejó hacer

El momento aun no se acababa, solo seguían aferrados del uno al otro, hasta que entonces ella dijo algo que también tenía en mente.

-No es justo- dijo ella en un tono inaudible

-¿Porque lo dices?- la cuestión de él la hizo ver que si la escuchó

-Que des tu vida de esa manera- mirándolo con temor de lo que iba a ocurrir en un futuro cercano –Naruto, ¿te das cuenta que si arriesgas tu vida, nunca alcanzarás tus seños?- sus lagrimas estaban por derramarse –No es justo Naruto, no soportaría el que te fueras para nunca regresar- no soportó más contenerlas, y sus lagrimas empezaban a derramarse de sus ojos y perdiéndose en sus mejillas –NO Naruto, no quiero que tú….- ahora ella fue silenciada por el beso abrupto del rubio silenciándola

Aferrándose más a Naruto como si de eso pendiera su vida, el segundo beso se hacía necesitado, tranquilizándola un poco, ahora el comprendía lo que era ser amado, el que alguien se preocupara por uno, de que si uno sufría el otro también le sucedería, y si uno muriera el otro moriría en vida.

-No lo permitiré que suceda eso, por que esa es mi promesa, volveré Hinata, volveré por mis sueños, volveré por todos, y volveré por ti, para que no sufras por mí- su tono de voz lleno de seguridad caló en el frágil momento que estaba Hinata – ¿Sabes porque? - ella solo negó con la cabeza

-Por que ese es mi camino Ninja-esas palabras la hicieron darse cuenta que Naruto siempre cumplía con sus promesas, porque de esa manera ferviente de luchar y seguir adelante la hicieron ver que el destino no controlaba su vida, por que por ese chico rubio le debía toda su vida y su mundo.

Entonces Naruto como manera de sellar esa palabra de honor, le dio otro beso que Hinata correspondió, un sello que iba a estar latente en ambos.

Otra vez los sentimientos estaban en el pico más alto de comunión, el beso cada vez se elevaba cada vez más, rompiendo los limites de la cordura, poco a poco arrodillándose ambos al piso seguían con ese beso, hasta que el bendito aire era necesario, separándose y mirándose fijamente un sentimiento en Hinata quería ofrecerle lo más preciado que poseía, y que era solamente para él

-Déjame amarte Naruto-kun, déjame entregarte mi corazón-

Esas palabras lo dejaron sin habla, nunca supo que tanto era el amor de Hinata hacía el en estos instantes, con lo que una simple sonrisa sincera, la estrechó entre sus brazos, y le dijo un susurro en el oído

-Gracias- tomando de la barbilla le dio otro beso, quien ella correspondió.

Hinata quería tener un grato recuerdo de su amor, y esta era una oportunidad que no quería desperdiciar, entonces con sus manos poco tímidas se sujetaron de la sudadera naranja de Naruto, y encontrando el cierre de esta bajándolo lentamente, en cambio Naruto al comprender las intenciones de Hinata cortó el beso suavemente, separándose lentamente de ella, la miro con un gesto extraño, Hinata se percató de esto, viendo a Naruto, solo pensó que se estaba precipitando demasiado –Lo siento Naruto-kun, creo que me estoy precipitando, con permiso- haciendo el intento de levantarse, fue impedida por la mano de Naruto que la sujetó de su muñeca firmemente

-No Hinata, quédate, es que solo que me tomó por sorpresa que tu…- Corto las palabras Naruto, volteando a otra dirección con las mejillas sonrosadas ahora él, ese gesto se le hizo dulce y algo vergonzoso para ella, -Es solo que no soy experto en estás cosas- y jalándola suavemente hacía el la abrazó y empezando con este juego solo para ambos

La noche se hacía cada vez más clara, y en la casa de madera ambos jóvenes estaban en un nuevo terreno, retomando lo de hace un momento, sus bocas se encontraban más y más, las ropas empezaban a ser una molestia, Hinata terminó por desabrochar la chaqueta del rubio, y quitándola, dejando ver esa camisa de rejillas ninja, sintiendo el cuerpo de Naruto con sus manos, palpando cada musculo sobre la camisa.

Las manos de Hinata eran suaves y pequeñas, provocándole electrizantes sensaciones, extrañas, pero placenteras, y un pequeño agujero de sensaciones se formaba en su estomago y vientre, comenzado a recorrerle a todo el cuerpo, queriendo sentir más y explorar más.

Cuando el juego de ella acabó, ahora era el turno del rubio, entonces Naruto empezó a quitarle esa frondosa chaqueta mostrando su propia camisa ninja, notando la piel blanca que ella era poseedora, mirándola fijamente ante el cuerpo tonificado, una silueta perfecta, ahora empezó a quitarle la camisa, quería ver más, saber más, ella no opuso resistencia y facilitándole el trabajo se pudo deshacerse de la camisa, solo llevando el sostén blanco, Naruto paso saliva pesadamente, recorriendo con sus manos el contorno de la piel tan suave de Hinata, desde el vientre, hasta pasar de forma tímida los pechos de Hinata sobre el sujetador, provocando que ella soltara suaves suspiros, pero al notar una cicatriz a la altura de la clavícula a su mente se le vino el recuerdo del por que esa herida … fue cuando ella lo protegió.

Hinata tenía los ojos cerrados avergonzada y emocionada a la vez se sentía en esta situación mientras se dejaba acariciar por Naruto cada sensación despertaba una fibra de su ser, cuando el rubio le quito la camisa, esperaba seguir sintiendo crecer esa sensación, pero ahora las caricias se detuvieron obligándola a abrir los ojos, la mirada de Naruto era llena de culpa y sentimiento, solo ella al ver de donde dirigía esa mirada, era por la herida de Pain, esa cicatriz de uno centímetros que estaba a la altura de la clavícula

-yo… lo siento- Naruto dio eso, agachando la mirada, Hinata, se reincorporó un poco, abrazando a Naruto –No te preocupes Naruto-, entonces el rubio la abrazó también, y mirándola a los ojos viendo el amor que recibía, y la confianza que ella le daba, con tal de tranquilizarlo, haciéndose una promesa de volverse más fuerte con tal de proteger a todos, y sobre todo a ella

Ahora con un poco más de tranquilidad, ambos se enfrascaron de nuevo a un encuentro entre sus bocas, queriendo desaparecer los temores y miedos, las caricias se tornaban cada vez más necesitadas, las manos de Hinata fueron furtivas sobre la camisa del rubio, despojándosela, Hinata comenzó a explorar el torso ninja que era poseedor el rubio, los músculos de sus brazos, pecho y abdomen se notaban, Hinata notaba cada detalle que lo constituía, y notó una cicatriz a la altura donde se encontraba el corazón, poniéndole más atención y dando besos, la respiración de Naruto se notaba un poco acelerada, esperando a sentir más, y sin soportarlo, ahora recostó a Hinata a seguir con este juego de dos, con timidez fue a quitarle el sostén de ella, pero ante la inexperiencia se sentía morir de vergüenza.

Hinata comprendió un poco el asunto, por lo que con su ayuda, se deshizo de esa prenda tan compleja y molesta, liberando sus senos ante la visión de Naruto. Las palabras no salían cuando después pudo apreciar con detalle ambos turgentes senos, Naruto simplemente estaba ahí admirando embelesado, entonces sin dudar un momento empezó a explorar, palpando con sus manos ambos atributos Naruto los amasaba tímidamente, haciendo que Hinata soltara suspiros cortos y gemidos ocultos, la mella se sentía en su cuerpo, y Naruto notaba como los picos rosas de los senos se alzaban, por lo que en un ataque de soberbia ataco con su boca la mama izquierda de ella, saboreando el pezón como un manjar exótico fuese.

-Na… Naruto-kun- fue el pequeño gemido que soltó ella, no se esperaba que Naruto atacara con esa atención su cuerpo, y la complaciera de tal manera, sentía la lengua saboreando su pezón, el calor se hacía presente y aumentaba cada vez más, y las sensaciones cambiaban dejando su mente en blanco. Naruto habiendo acabado con uno, atacó el otro con más necesidad, esto se le hacía más placentero continuando con su labor hasta saciarse.

Hinata al ver como Naruto terminaba, vio como el descendía por su vientre, dándole ligeros besos a su piel, con los ojos cerrados la tortura se hacía insoportable, y lo peor de todo era que ella quería continuar hasta el final, recorriendo por el vientre, y bajando más y más hasta llegar a sus pantalones, el rubio se detuvo, haciendo que Hinata bajara su mirada, era una expresión muda de si podía continuar, con lo que Hinata simplemente asintió.

Al ver el permiso de ella, entonces fue deshaciéndose de los pantalones de ella con un poco de ayuda, hasta quitarlos por completo, subiendo de nuevo hasta la boca de Hinata, Naruto retomó los besos, mientras que sus manos solo se dedicaban a recorrer toda la extensión del cuerpo de ella, sus manos traviesas bajaron hasta la el lugar intimo de ella, y con suaves roces encima de la tela de su ropa intima haciendo perder la cordura en Hinata

-¡A…agh… Naruto -kun!- con la razón pérdida gritaba gemía una y otra vez el nombre de su amado, entonces Naruto empezó a quitarle la ultima prenda, ahora estaba desnuda a merced de su amado, era indescriptible el momento y Hinata estaba avergonzada, Naruto por su parte estaba admirando por completo el cuerpo de ella, la piel blanca y cubierta con perladas gotas saladas, el rojo intenso de sus mejillas, podía distinguir el pelaje sutil que cubría su intimidad, era una imagen inesperada, que no se comparaba a lo de la mañana, entonces, la besó de nuevo, y sus manos descendieron al sur de la anatomía de la chica de los ojos perlas.

Al sentir las suaves caricias, Hinata cerró fuertemente las piernas, recobrando un poco la razón ahora al darse cuenta en que estado estaba ante el rubio, pero los suaves besos mermaron la presión de las piernas, permitiendo a Naruto su cometido, las caricias de arriba abajo, podía sentir como la estimulaban, y sus gemidos ahogados en su boca aumentaban entonces Naruto metió su dedo índice en el interior de ella.

La molestia se hizo presente ante el quejido de ella, Naruto al percatarse de su error le dijo entre susurros al oído para calmarla lentamente y mordisqueando el lóbulo de su oreja la calmaban, el movimiento seguía y las caricias la hacían llegar hasta el deseado objetivo cuando ella se tensó y apretando sus piernas, soltó un gemido que Naruto lo llenó de satisfacción, ella ya alcanzó el orgasmo.

Nunca se había sentido así, recuperándose de aquella sensación, sentía como Naruto se separaba de ella, mirándolo, vio como él se desnudaba, entonces acercándose a él le sujeto de la cintura de su pantalón –Déjame hacerlo- dijo ella, Naruto al ver las acciones de ella, se dejó hacer por ella. Ella en su afán de desvestirlo, cayó en la cuenta de que no sabía como empezar, pero recordando como él la había desnudado, tomó de las orillas del pantalón de él, y bajando el pantalón de Naruto, llevándose consigo su ropa interior.

Mostrando el miembro tan orgulloso e imponente del rubio dejó anonadada a ella, y un pequeño pase de saliva hizo darse cuenta que ten dotado estaba, Naruto observaba las reacciones de ella, y levantados un poco para poder quitarse la molesta ropa, Naruto se mostró como dios lo trajo al mundo Hinata no daba crédito a lo que estaba pasando tal vez esto era un sueño donde ella nunca despertara.

Acostándose sobre ella, otra vez las caricias volvieron piel con piel se sentían ambos, y el recostando la a ella boca arriba, colocándose entre las piernas de ella, el erecto miembro de Naruto rozaba con la húmeda intimidad de Hinata, la sensación les erizo todos los pelos de su piel, y cubriendo el cuerpo de ella con el suyo, comenzó con un suave vaivén rozando solo sus intimidades.

El tiempo pasaba el jadeo de ambos, el roce de sus intimidades de ambos se hacía insuficiente, junto con el sudor que se formaba en sus cuerpos se hacía más la necesidad de volverse uno, incorporándose Naruto sujeto su miembro, y explorándolo en la vagina de Hinata empezó a adentrarse, Hinata empezó a aquejarse, Naruto se detuvo, pero ella lo hizo que continuara, entonces ella alzándose, quedando en una posición sentados uno frente al otro a cara a cara, ella se removió, descendiendo sobre el miembro de él, la barrera de la pureza de ella se podía sentir por ambos, y en un pequeño y fuerte empuje el pene de Naruto lo rompió, quedando al fin como uno solo.

El grito de dolor de ella lo intranquilizo un poco, unidos el la recostó y abrazándola le daba suaves besos, esperaba a que se tranquilizara y el dolor se mitigara. La sensación dentro de ella era increíble ella lo apretaba la humedad y el calor eran tan cuál irresistibles, y era insoportable mantenerse quieto, cada vez que respiraba le daba un masaje en su miembro.

La intrusión se le hacía dolorosa pero el sentirlo como uno solo junto con ella era una gran dicha y satisfacción, las lágrimas empezaron a emerger en sus ojos, Naruto vio eso y se asustó un poco ¿la habrá lastimado? – ¿Te encuentras bien?, ¿si quieres puedo yo…- el corto beso de ella lo calmó –No te preocupes Naruto, solo que estoy feliz- abrazándolo con sus manos alrededor del cuello, le susurró al oído -Continua-

Entonces como si fuera una orden, Naruto empezó a moverse lentamente, en un vaivén suave y profundo, eran los movimientos torpes por ambos, sobre todo por que no sabían que hacer, por su parte Naruto lo hacía despacio y con cuidado como si fuera a lastimarla si hacía un movimiento brusco, y ella no sabía que moverse o que hacer, entonces decidió subir sus piernas y rodeando la cintura de el en un mudo abrazo de entrega -grave error-.

El sentir las piernas de ella alrededor de su cintura sobrepasó el autocontrol que tenía –Hi… Hinata- y en un gemido de placer Naruto soltó su esencia dentro de ella, el tibio liquido blanco recorrerle en su vientre le hicieron soltar los gemidos colocando su cabeza al espacio entre el cuello del hombro suspiraba repetidamente, subiendo su mirada la miró a ella –Lo siento, no me pude controlar- dijo Naruto en un gesto extraño, la semilla brotaba dentro de su vientre –No te culpes Naruto- ofreciéndole una sonrisa.

Separándose de ella, Hinata sentía como se recogía en su interior, y Naruto recostándose al lado de ella boca arriba, mirando el techo como si fuera interesante, la necesidad de complacerla se hacía presente, quería que ambos llegaran a la sensación máxima del clímax, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por ella quien habló

-Te amo Naruto, nunca lo olvides- abrazándose a él con amor, otra vez esas palabras lo reconfortaban y la extraña sensación fluía por todo su cuerpo, solamente atinó en estrecharla más a él y de nuevo el deseo del placer empezó a emerger al sentir los pechos de ella sobre su costado, volteándose para quedar ambos de lado y de frente la abrazó, y con un beso casto sintiéndose las pieles juntas comenzaron otra vez las caricias de ambos, él ahora se dedicaba a amasar el trasero de ella, tratándose de juntarse , ella lo abrazaba y para sentirse más cómoda subió una de sus piernas sobre las del rubio, el calor emanaba de nuevo y las sensaciones se hacían mas intensas.

Para sentirse más cómodos Naruto se recostó y Hinata encima de él, solamente se dedicaban a besarse y explorarse el uno a otro, llevándose su tiempo, Hinata se ponía a recorrer con las puntas de sus dedos el cuerpo del rubio, tocando inconsciente el pene de Naruto, los suspiros ahora los soltaba Naruto al ser preso al juego inocente de ella el tacto era su perdición, su castigo y una tortura, tímidamente con sus manos cogió el miembro de Naruto que de nuevo estaba esplendoroso, y con suaves movimientos quería recompensarle. El estimulo hacían que Naruto respirara más agitada mente, colocándose encima del rubio, sentándose en su estomago, y colocando las piernas a los costados del rubio, cogió su miembro, y descendiendo su intimidad se penetró.

Naruto contuvo el aliento y ver como ella se quedaba quieta, acostumbrándose a la sensación, entonces los movimientos comenzaron otra vez ella se movía y él se sujetaba a las caderas de Hinata, con suaves embistes por parte de él, intensificaban más las sensaciones, observaba como se removía del placer, su vista bajó mirando fijamente como los pechos brincaban alegres, no resistió la sensación y entonces colocó sus manos en estos, y amasándolos empezó la tortura placentera.

-Agh… Naruto-kun- eran otra vez esos gemidos de éxtasis que continuaban, la habitación se inundaba de suspiros, jadeos y gemidos a la vez del movimiento de sus cuerpos chocando era la única melodía que hacía ruido.

-Hinata-chan…. HINATA- el ritmo se hacía constante y le vaivén se hacía más rápido, el momento que Hinata no soportó la carga se recostó encima del rubio, sus senos apretándose contra el pecho de Naruto, y el intenso beso entre sus bocas preparaban para abrir el telón del clímax, entonces Hinata se abrazó en Naruto, y el con sus brazos la rodearon y se hicieron estallar en placer y el orgasmo les pego a ambos a la vez

-NARUTO ¡AAGHH!-

-HINATAAAA!- fue el grito unísono de ambos seguido del estallido en sus cuerpos, ella hundiéndose más en el, y el aferrándose y nunca separarse del vinculo de ella.

Separándose ambos por fin satisfechos con la respiración entrecortada apaciguando la necesidad de aire, recuperados del momento, Hinata se abrazó a Naruto, y el halando una manta cubriendo a ambos.

El silencio era tranquilo, sus respiraciones ya normales se empezaban a sentirse cada vez soñolientas, Naruto la tenía estrechada entre sus brazos, ella estaba recostada en él, colocando su cabeza en el pecho, escuchando el arrullador sonido de sus respiración y el trepidante latido de su corazón, sus dedos índice y medio recorrían la piel de los pectorales del chico, poniendo atención en la notable cicatriz.

-Gracias Hinata-chan – es lo que dijo el rubio, mientras sus manos recorrían el cuerpo de ella comenzando desde su hombro, recorrerle la espalda y terminando en sus caderas, ella se aferraba más a él, la noche estaba en el punto del cenit, y ambos cayeron rendidos al bendito sueño reparador.

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Abriendo lentamente sus ojos, se encontraba ella abrazada a Naruto, el rodeándole su brazo todo su cuerpo y ella abrazada a él, el rubor se hizo presente y la dicha emergió en todo su ser, si había pasado y no era un sueño, notando por la luminosidad, se dio cuenta que era temprano, entonces tenía que retirarse de ahí, antes de que alguien notara de su presencia.

La mañana se hacía latente, ella terminaba de ponerse su chaqueta, era enternecedor el ver como Naruto se encontraba dormido, tranquilo colocándose a su altura, le dio un beso en su mejilla, y él se removió gustoso, parándose se salió de la cabaña, y dirigiéndose a la mansión, Hinata no daba fe a lo que sucedió ayer en la noche.

La vida era injusta a veces, y ahora no sabía que con esto había mejorado las cosas o las había empeorado, pero con los sentimientos latentes y una guerra por venir, la sensación de temor era grande, no es justo que la vida juegue siempre así con los sentimientos, por que la vida te pone momentos en donde uno te pone a prueba, donde solamente puedes superarlos o perder ante ellos hay que superar los obstáculos, porque de esa manera te haces valer tus sueños.

Es por eso que ahora tiene que mirar con otra cara lo que se avecina, y arriesgar el todo por el todo, con tal de caminar junto con Naruto, con tal de tener su vida junto a él.

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Naruto despertándose pesadamente del futón, tallándose los ojos se notó su estado de desnudez, y entonces a su mente agolparon los recuerdos de la noche vivida, el, Hinata la confesión, el beso y la noche juntos, lentamente se empezó a vestir, se sentía raro el ser amado por alguien, y ser demostrado de esta manera dicha –Hacer el amor- enrojeciéndose de nuevo, iba a verla de nuevo pero el golpeteo de la puerta interrumpió sus pensamientos, dirigiéndose a abrirla

-Capitán Yamato-

-Naruto, prepárate, ya nos tenemos que ir- fue lo que dijo él capitán

-Pero… pero capitán deme unos minutos para…- sus suplicas fueron interrumpidas

-Nada de suplicas, nos tenemos que ir ya- La mirada de ultratumba del capitán fueron el tónico suficiente para que Naruto desistiera, y soltando un suspiro, no tuvo otra cosa más que prepararse

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A la salida de Konoha, estaban Aoba, Gai-sensei y otros 3 Shinobi más esperándolos, dando una media vuelta para ver la aldea, tenía que acabar pronto con esta misión, y luego terminar con lo de Sasuke, con tal de que todo esto acabe, las cosas se acumularon, y las respuestas a sus sentimientos lo iban a martirizar en todo el camino, entonces emprendió la marcha.

La vida a veces no te da tiempo para resolver los problemas a la vez, hay que hacerlos paso a paso, ya que el tiempo te hace comprender que tus soluciones rápidas pueden ser precipitadas y terminar por arrepentirte.

No era justo que Hinata terminara de esa forma, tal vez al darse cuenta un poco y notar que lo que hicieron fue precipitado, pero esa decisión pudo haber sido correcta el demostrar los sentimientos, tan complejo era esto y tan complejo se volvía para el siendo tan idiota el no tener una idea clara a sus respuestas, a veces como quisiera dejar de ser tan lento en estas cosas.

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Sin darse cuenta el, ella estaba observándolo demasiado tarde se le hizo al tratar de despedirse de él, la reunión de emergencia con el clan la retrasó y eso sumado a la reprimenda que le hizo su padre por llegar al día siguiente por un "entrenamiento".

Colocando sus manos a la altura de su pecho y mirando el horizonte por donde se fue Naruto, deseó con todo su corazón que tuviera suerte, y que estuviera con bien, mirando el cielo similar a su mirada, adornando con el solo como los cabellos dorados de él.


¿Y bien que opinan? se aceptan sus comentarios y criticas, espero que la historia es de su agrado.

Con esto me despido, si para los que algunos están interesados en que continué con otra de mis historias -Aquel día que cambió mi vida o Virgin Project- les digo que mis ideas aún no se me dan, y espero que una epifanía despierte para salir de este estancamiento.

Que tengan buen fin de semana y nos vemos

Saludos