¡Con este capítulo se inaugura oficialmente Sins! Espero disfruten de la lectura tanto como yo disfruté de la escritura ;)

Soberbia

Era el mejor y lo sabía. Todo el mundo lo sabía. Él era el número uno de Sabertooth, no había nadie más poderoso que él en el gremio, eso era un hecho. Bueno, quizá Minerva tenía el poder suficiente para mantenerlo a raya, pero su fuerza intimidante provenía en gran medida de su linaje, él lo había obtenido todo solo, a base de esfuerzo y entrenamiento. Eso le daba un extra de genialidad.

Amaba escuchar los gritos y alabanzas aclamando el nombre de su gremio, porque, aunque no deletrearan el suyo propio, iban dirigidas a él, sin duda. Él era la causa del renombre, de la fama y de la gloria de Sabertooth; él era la imagen representativa del gremio Nº 1 de toda Fiore, y como tal, él era el mejor. Nada tenía que ver el poseer a Rogue como compañero, Sting era popular con o sin el pelinegro a su lado.

Que dijeran lo que quisieran de su actitud petulante, tenía razones y bases sólidas para actuar como si fuese el mejor en todo lo que hacía, sencillamente lo era.

Ahora podía oír las ovaciones de la multitud dirigidas a Minerva, no le molestaba, después de todo, sus compañeros también merecían sus pequeños momentos de goce, al final sería él quien elevara el nombre de Sabertooth hasta lo más alto y dejara una huella imborrable en la memoria de los espectadores. La emperatriz estaba dándoles una paliza a sus contrincantes en la prueba actual, ninguna pequeñaja sería rival para la mujer más aterradora dentro del mejor gremio del reino, mucho menos aquellas patéticas hadas que luchaban para obtener algunos puntos. La primera había sido eliminada fácilmente, no le sorprendía; la segunda sería eliminada en cualquier momento. Estaba aburrido, la única razón por la que había asistido al evento era por la buena vista que podría obtener. Batalla naval + Minerva + alguna chica de otro gremio, sonaba divertido. Y aunque hubiese disfrutado en un principio con las curvas de las participantes, a estas alturas, cuando únicamente quedaban Minerva en un traje que atentaba contra la salud de algunos presentes y la rubia compañera de Natsu-san, el espectáculo había terminado para él. La rubia no estaba del todo mal, admitía que incluso él pasaría buenos ratos con la chica, pero el traje no le favorecía en absoluto, a Sting las estrellas le parecían ridículas.

—La señorita es muy traviesa —comentó con un tono divertido al notar la sonrisa en el rostro de la pelinegra.

Él sabía perfectamente que esta prueba era pan comido para ella, pudo eliminar a todas sus oponentes desde el primer ataque gracias a su ventajosa magia, pero prefirió divertirse y entretener a su público un tiempo. A veces ambos eran tan parecidos.

La regla de los cinco minutos era otra ventaja para Sabertooth, les daba la oportunidad de mantener a Fairy Tail muy por debajo de ellos y arrebatarles por completo la oportunidad de posicionarse en un lugar favorable. Minerva lo sabía y aprovecharía esa ventaja al máximo, sin embargo no sacrificaría momentos de diversión. Probablemente comenzaría a ponerse interesante el asunto.

—… trata de resistir, Fairy Tail —sentenció la emperatriz antes de comenzar su ataque.

El espectáculo se volvió más atractivo para Sting, la pobre hada estaba completamente a merced de Minerva y ésta parecía no querer dar tregua, eso le gustaba. Sin embargo, dejar a tu oponente totalmente indefenso no era una práctica que él apoyara, era por este tipo de cosas que Minerva había avanzado tan rápido en la escala jerárquica interna del gremio. Esta era la gran diferencia entre ellos, esto era lo que hacía a Sting el número uno. Y que nadie se atreviera a decir lo contrario. Sting era el mejor, no había duda.

No negaría que lo que veía le agradaba. A la rubia comenzaban a notársele los cardenales y contusiones, eso por algún motivo siempre le había gustado; Minerva seguía divirtiéndose con su presa, con esa sonrisa burlona que en ocasiones le molestaba tanto por parecer que iba dirigida a él; el conteo en el reloj avanzaba, rápidamente el tiempo restante había descendido a poco menos de un minuto; todo terminaría pronto.

— ¿Debería sacarte ahora? —cuestionó la pelinegra, definitivamente era una desgraciada cuando quería.

La rubia probablemente no podía ni contestar, todo había acabado y él perdió el interés en el final de un encuentro que estaba predestinado a ocurrir. Que aburrido.

— Si pierdo en un lugar como este —mencionó la rubia, atrayendo la atención de Sting, él habría jurado que no contestaría—… no sería capaz de encarar a aquellos que lucharon tan duro —y aquí venía el sermón de camaradería que tanto lo tenía harto—… no traicionaré los sentimientos de todos, así que nunca me rendiré.

Esa hada era estúpida. Pero su mirada llena de determinación tenía algo que hizo la sangre del dragonslayer hervir con un sentimiento al que no pudo darle nombre. ¿Qué era esa chispa que fulguraba en los ojos chocolates de la maga celestial? No era simplemente deseos de ganar. No. Era algo más irritante.

Era orgullo.

Esa chica confiaba plenamente en los esfuerzos de los compañeros que la precedieron, estaba orgullosa de pertenecer a Fairy Tail y confiaba porque creía que tenían una oportunidad de ganar los Grandes juegos mágicos.

Pues estaba equivocada, porque mientras Sting participara se encargaría de que Fairy Tail no tuviera la mínima oportunidad de acercarse siquiera al tercer puesto. Él era el mejor en lo que hacía y ser un campeón era su especialidad. ¿A quién le importaban los esfuerzos de sus compañeros? No se necesitan compañeros cuando eres el mejor, él lo sabía perfectamente.

Minerva parecía pensar exactamente igual y sentir la misma rabia que corría a través de las venas del rubio en esos momentos, la maga celestial había cavado su propia tumba en cuanto pronunció tan absurdas e inútiles palabras. El mismo Sting habría hecho lo que la pelinegra le estaba haciendo.

Un ataque tras otro golpearon el cuerpo magullado de la hada, eso le pasaba por subestimar a Sabertooth; un sonoro grito resonó en el estadio y luego le siguieron más, diferentes longitudes y tonos que llegaron a sus oídos cual música, los jadeos, chillidos y gemidos se intercalaban entre sí como en una pieza artística de la mejor calidad. Decir que a Sting eso le gustaba se quedaba corto, nada más alejado de lo que en ese instante sentía. Le encantaba la voz agonizante de la maga estelar retumbando por toda la arena de duelo, le encantaban las caras de los miembros de Fairy Tail mientras Minerva seguía con lo suyo torturando a la rubia, le fascinaba el intenso grito de Salamander rogando "¡Detente!". Pero sobre todo, amaba la imagen de esa hada con las alas rotas que le regalaba Minerva. Era sencillamente sublime y… excitante.

Después de eso, seguramente no volverían a subestimar el poder del gremio más fuerte de todo el reino, aprenderían que si Sabertooth estaba en la cima no era únicamente por lo estricto y exigente de su maestro, sino por los excelentes miembros de élite que lo conformaban. Entre ellos el propio Sting, quien sí tenía razones para estar orgulloso de su poder.

El rubio no tenía que ver las expresiones de los magos, podía escuchar perfectamente el crujir de los dientes de Natsu-san, pero igual se daría el gusto de observarlo directamente a los ojos para demostrar su superioridad. Nunca estaba de más hacerle notar a tu rival cuán inferior es respecto a tu fuerza actual. La cara con la que se topó fue probablemente la mejor que había visto en su vida, el Salamander tenía marcados la impotencia y el aborrecimiento. La sonrisa del dragonslayer blanco no hizo otra cosa sino ensancharse con regocijo. Era un mensaje claro: soy el mejor y no hay nada que puedas hacer al respecto.

— ¡Lucy! —se escuchó por todo el lugar, el pelirosa estaba desesperado.

La pelinegra sujetaba a la maga estelar por el cuello, como un trapo viejo que estaba a punto de tirarse. El cuerpo andrajoso e inmóvil se le antojó a Sting de una manera casi enferma, no por el hecho de desearlo, no lo hacía, sino por sentir una emoción indescriptible ante esa vista. Rió audiblemente, asegurándose que Natsu y compañía pudieran oírle, incluso esa maga al borde de la inconsciencia.

¡Sabertooth era el mejor! ¡Esa maga debía tenerlo en claro!

Se armó un escándalo a su alrededor, las cosas parecían encenderse entre ambos gremios gracias a los comentarios hirientes de la emperatriz, sólo decía la verdad, pero estas hadas eran lo suficientemente débiles para ser afectados por ellas. Él estaba dispuesto a continuar con una pelea si las cosas se calentaban más, quería demostrar cuál de los dos dragonslayers era el mejor y sin duda él ganaría.

El dragonslayer blanco se consintió pasar una mirada furtiva hacia la maga, quien algunos instantes atrás se encontraba entre los brazos de Natsu-san y un sujeto poco importante, estaba aturdida y en cualquier momento perdería el sentido; sus ojos se encontraron por breves instantes antes que los de ella se cerraran definitivamente. Sting tensó sus puños; esa hada aún se atrevía a tener esa mirada confiada y llena de orgullo hacia sus compañeros.

—Se han hecho enemigos del peor gremio posible —sentenció la Titania, con una expresión amenazante que en vez de intimidar al rubio incrementaba sus ansias.

Sting sonrió. Le parecía perfecto, con eso le demostraría a esas hadas, principalmente a aquella rubia insolente, que subestimar el nombre de su gremio era subestimarlo a él y eso nunca lo permitiría.

¡Él era el mejor!

Sting era Sabertooth.


Y con este primer encuentro comenzamos el recorrido de nuestro viaje. ¡Gracias a todos los que llegaron hasta el final del capítulo!

Me gustaría saber qué les ha parecido. ¿Algún error? ¿Algo que no terminó de gustarles? ¿Simplemente lo odiaron? Todos los comentarios son bienvenidos.

Tienen que saber que estaba muy indecisa al momento de publicarlo, pero decidí que si no era ahora no sería nunca, así que aquí lo tienen.

¿Sigo con los demás?

Una aclaración importante: Los shots están diseñados para que puedan leerse aleatoriamente y sin necesidad de haber leído todos. Sin embargo, siguen una secuencia definida, paralela a las acciones en el manga y, próximamente, su propia cadena de eventos. En este capítulo casi no hay romance porque es el primer encuentro, pero los siguientes irán subiendo paulatinamente de intensidad ;).

Si tienen dudas sobre algo las responderé con mucho gusto siempre que no afecte a la trama de las historias. Así que no daré spoilers xD.

Cierto, les recomiendo pasarse a leer Broken Inside de alinekiryuu. ¡Es un Sticy espectacular! *-*

Por favor, ayuda a la inspiración de esta pobre autora dejando un review... son nuestro alimento X3.

.

.

.

V

¡Éxito!