Mi primer AU en toda mi vida, se que debería de estar escribiendo La sangre del Rey no ha muerto, pero estoy en un estado de negación T_T no quiero terminarlo nunca en la vida, por eso desahogue mis penas en este nuevo fic… creo que he visto mucho shojo, por eso sentí esa necesidad. Sinceramente, no soy fan de los AU, pero decidí aventurarme… así que ha salido este primer capítulo.
¿Por qué la universidad? Creo que los protagonistas ya están en edad, digo… Luffy tiene 19, Ace quien es el protagonista tiene 22… así que me pareció buena idea. Además quiero tocar ciertos temas que –a diferencia de los japoneses- no se me hacen para niños de secundaria…
No sé hacer comedia, así que trabajare duro para pulir mis habilidades ¡Acepto toda clase de sugerencias! La historia está abierta, porque no tengo la menor idea en que continuara esto xD
Otro punto más, no sé cómo se manejen en sus universidades pero en la mía, tenemos una División (por ejemplo la mía es Cs. De la salud) y un departamento que está dentro de la división (ejemplo, Químico-biológicas), digo esto, porque tengo que hacer referencias a veces de los lugares y usare mis referencias para hacerlo, así que cuando estemos en la universidad el departamento será el de la universidad y no la casa de nuestros protagonistas.
Sin más con que agobiarlos, los dejo que lean :)
Disclaimer: One piece no me pertenece, todo es obra de la maravillosa mente de Oda-chin.
Nueva Vida
Bienvenida a las desventuras en Osaka
De haber sabido que la universidad sería tan revoltosa jamás hubiera pedido ese cambio, pero debía ser mas especifica, no era que la universidad fuera mala… eran "ellos" quien la hacían parecer así de pesada, igual sabia que terminaría por acostumbrarse tarde que temprano. Su compañera de cuarto se lo había advertido, estaba segura que terminaría por aceptar y hasta participar en las irreverencias diarias de ese campus tan problemático.
Para cursar su segundo semestre en la carrera de contabilidad había permutado desde Hokkaido hasta Osaka, en la maravillosa y prestigiosa universidad "Raftell", todos hablaban tan bien de la calidad educativa que no dudó cuando le ofrecieron el cambio, sin embargo, nadie le comentó sobre el ambiente estudiantil, sobre "esos" sujetos (que ni siquiera compartían clases con ella), pero ellos en si eran lo de menos, en realidad todo su drama venia originado por culpa de "él"….
No quería lucir extravagante en su primer día de clases, así que opto por usar ropas modestas, un pantalón entallado y una bonita blusa color azul rey. Salió temprano del departamento (el cual no quedaba muy lejos de la escuela) acompañada de la chica con la cual compartía casa, estudiante de cuarto semestre de Geografía, y por lo que había escuchado cuando asistió a entregar los papeles de su inscripción, una de las chicas más populares de todo el campus.
La entrada principal, que consistía en dos inmensas rejas de acero, estaba abierta de par en par, dejando a relucir el gran edificio principal que constaba de tres pisos. El resto de las construcciones rodeaban al principal, la mayoría de ellas del mismo tamaño que el anterior. Para nada era una universidad pequeña, de hecho parecía ser una mini ciudad.
-¿Segura que puedes llegar sola Yashiro?- preguntó la pelirroja.
-Eso creo…. no estoy muy segura la verdad.
-Entonces te llevare hasta tu departamento.
-Muchas gracias Nami, eres muy amable.
-Descuida.
-Hay muchas personas, mi anterior universidad no era tan grande –dijo observando su alrededor.
-Aquí asiste mucha gente, para nada es aburrido.
-Recuerdo que me hablaste de varias personas el día anterior…
-Te refrescare la memoria –puso una cara seria.
-Bien.
-La mayoría de los chicos del campus son buenas personas, sin embargo, debes de tener cuidado de no meterte con ciertos grupos… primeramente cuídate de Eustass Kid y su grupo, soy muy problemáticos y tienen fama de pandilleros. Si ves a Perona, una chica excéntrica, huye inmediatamente, nunca sabes qué cosas horrorosas pasan por su mente.
-De acuerdo –asintió con la cabeza.
-Nunca te metas en las peleas del los club de Kendo, Tashigi y Zoro se ponen insoportables, es mejor dejarlos solucionar sus problemas solos. Cuídate de Sanji, es muy caballeroso, pero puede ser un tanto acosador. También evita a Trafalgar Law, es muy popular con las mujeres, pero sé que anda envuelto en asuntos extraños.
-Hay muchas personas de las que debo estar atenta.
-De los profesores, ignora la pregunta universal de Brook. Nunca desafíes a Sir. Crocodile ni le menciones a Smoker, igualmente para Smoker, nunca menciones a Sir. Crocodile.
-Sus nombres me son conocidos, creo que uno de ellos es mi tutor.
-Qué horror –dijo con desgano.
-No me asustes Nami.
-Pero no dudes en pedirle ayuda a Shanks, Robin o Marco sensei, ellos te ayudaran siempre que les sea posible.
-Espero poder recordar todo eso…. ¿alguien más que deba recordar?
-Déjame pensarlo…
Enorme fue el susto que se dieron al escuchar el gran ruido de una ventana romperse desde el edificio de junto, por el cual iban pasando, salió volando un sujeto completamente noqueado, seguido de inmediato de dos personas que, al juzgar por su posición, eran los responsables de la condición del caído.
-Ah, si… olvide a este par –dijo Nami con una mueca de molestia en el rostro.
-¿Qué rayos? –Preguntó Yashiro completamente anonadaba por lo que acababa de ver.
-¡No te atrevas a seguir hablando mal de él! – gritó el moreno de menor tamaño.
-Basta Luffy, ya le he dado su merecido –trató de calmarlo el moreno con pecas.
-¿Qué dices? Si yo fui el que le pateo el trasero –reputó con fiereza el menor.
-Déjate de bromas, obviamente yo lo golpee primero.
-Yo fui quien lo saco volando de una patada, Ace.
-Que no ¿acaso no viste cuando mi puño se estampo contra su rostro?
Seguían discutiendo sin poner atención a las personas que comenzaban a rodearlos, ya la mayoría estaba acostumbrada a sus peleas diarias, pero siempre era bueno curiosear al respecto. Una vez cansados de pelear sobre quien había golpeado primero al sujeto pusieron atención a la pelirroja y su acompañante. Las demás personas se dispersaron y retomaron su camino correspondiente.
-Hola Nami –saludó a mano alzada Luffy, mientras él y su hermano se dirigían hacia ellas.
-Son Ace y Luffy, también tienes que cuidarte de ellos.
-¿A qué viene eso? Tanto este llorón como yo somos inofensivos –Dijo Ace atrapando el cuello de Luffy entre su brazo izquierdo.
-Claro, como dos huracanes F5 –ironizó.
-¿Quien es ella? –preguntó Luffy.
-Esta es Yashiro-chan, mi nueva compañera de casa. Ya te lo había mencionado.
-Mu… Mucho gusto –ofreció una reverencia.
Ace respondió por igual, mientras que Luffy expreso un desanimado "hola".
-Es hora de irnos, llegare tarde a clase –dijo el pecoso.
-Adiós Nami, adiós Mashiro –se despidió el que llevaba el sombrero de paja mientras era jalado por su hermano mayor.
-Me llamo Yashiro…
-La mayoría del tiempo los encontraras peleando, son dos cabezas huecas, pero son los que mandan en la universidad… aunque el verdadero rey está ausente por ahora.
-El chico del sombrero de paja… sales con él ¿no? –preguntó con curiosidad.
-Algo así –suspiró cansada-. Luffy a veces suele ser muy despistado.
-Este lugar parece muy problemático –pensó.
-Sigamos adelante o también llegaremos tarde a nuestras clases.
Afortunadamente las clases de la mañana no la compartía con ninguno de los sujetos revoltosos de los que Nami había hablado, después de todo, algunos de ellos eran mayores o estaban en otras carreras. Después de ese acto tan temerario por parte de los manda mas la universidad, pocas ganas tenia de toparse con alguien parecido.
Luego de tomar sus primeras cuatro clases tenía un poco de tiempo para comprar algo rápido y seguir con su carga estudiantil. Al salir del salón de clase no tenía la menor idea de hacia dónde dirigirse (pues la clase que tenía a continuación no estaba en su edificio). Guiándose por los números y letras de las construcciones supuso un camino y prosiguió siguiendo sus instintos.
Sin querer y para su suerte terminó en el comedor, era alrededor de medio día, lo cual suponía que debería de estar lleno; pero tenía mucha hambre, así que decidió entrar. Apenas y abrió un poco la puerta para entrar y un plato de comida se había estrellado en la pared junto a ella, el lugar era un caos totalmente. Había 5 filas de mesas muy largas, atiborradas todas de personas tratando de comer. Al frente, la mesa más cercana a la barra donde se pedía la comida, estaba el sujeto con sombrero de paja gritando a todo pulmón que tenía hambre.
-¡Sanji! Apresúrate con la comida –ordenó Luffy.
-Tranquilízate, volverá cuando todo esté listo –lo calmó un pelo chino narizón.
-Pero Usopp, tengo mucha hambre –dijo entre pucheros-. Además, ¿Por qué ella ya está comiendo? –señaló con molestia a una peli rosa sentada unas cuantas mesas atrás.
-Porque es mujer, Bonney siempre hace que Sanji la atienda en primera instancia.
-Eso no se vale –expresó molesto poniéndose de pie.
-Luffy cálmate.
-¡Escuchen todos! –Gritó subiéndose a la mesa-. ¡Desde hoy declaro que toda la comida será mía, cuando esté satisfecho podrán comer todos los demás!
-¡Que! –respondieron todos, Bonney solo lo ignoró y siguió comiendo.
-¿Acaso tienen alguna objeción? –Amenazó el moreno tronándose los dedos.
Todos disminuyeron el tono de fiereza de sus bramidos, al parecer Luffy tenía mucho poderío.
-Si nos oponemos a él también Ace se pondrá en nuestra contra –cuchichearon unos.
-Es verdad, no quiero meterme con ese par... –hablaron otros más.
-Especialmente con ya sabes quién.
Se hizo un silencio sepulcral en el comedor, Yashiro solo observaba desde la entrada, muy sorprendida por la tenacidad de Luffy.
-Debí hacer esto hace mucho tiempo –se dejó caer en la silla.
-Luffy-San –habló con nerviosismo un muchacho de cabellos rosas- ¿no es un poco exagerado?
-Claro que no Coby, siempre hay que priorizar el alimento por sobre todas las cosas.
-¿Pero qué sucede? –salió Sanji con dos bandejas, una en cada mano.
-¡Comida! –Gritó el moreno.
-¿Qué has hecho esta vez? –lo regañó.
-¡Sanji! Trae acá esos platos –gritó Bonney desde el fondo.
-Enseguida Bonney-chwan~ -Cantó Sanji abalanzándose hasta ella.
-¡Esa es mi comida! –Bramó Luffy.
La eufórica envestida de Mugiwara por tratar de conseguir la comida hizo que el rubio saliera volando, cayendo todo el preciado alimento encima de la peli rosa. Si había algo que hiciera enfadar al cocinero era, uno: desperdiciar comida, y dos: tratar con poca caballerosidad a una dama, lamentablemente para Luffy había faltado a las dos cosas. Una nueva guerra se desató cuando una muy enfadada Bonney comenzó a pelar contra el de pelo negro, quien además de defenderse de ella, tenía que esquivar las patadas del bastante enojado Sanji. Los demás presentes comenzaron una faena de gritos apoyando a la pareja y pidiendo que patearan el trasero del moreno.
Obviamente a Nami se le había olvidado mencionar no meterse nunca en el comedor, así que, antes de que una catástrofe mayor pasara decidió abandonar la instalación de inmediato. ¿Cómo demonios podía una inteligente y sexy chica salir con ese pedazo de idiota? Sin duda, se lo preguntaría a en cuanto estuvieran en casa.
Atravesando el parque central, de oriente a poniente, encontró el edificio que estaba buscando. Tenía unos 15 minutos para llegar a tiempo a su clase. Sin preámbulo atravesó el parque, para su infortunio mientras pasaba por ahí, escuchó a su derecha a corta distancia que alguien había pronunciado el nombre de "Kid", se tensó e inconscientemente volvió a su rostro a donde provenía la voz. Mala idea el hacer eso.
Su cara se puso pálida cuando miró a varios sujetos rodeando a un muchacho, estaba prisionero entre un árbol y los grandulones que lo estaban acosando. Uno de ellos, el rubio con aspecto de emo, amenazaba al incauto joven con una navaja en su cuello. La mirada la víctima se dirigió a ella, lo cual llamó la atención del pelirrojo y volvió su rostro en la misma dirección.
Ambas miradas se cruzaron, Kid dejó de cruzar los brazos y aseveró la mirada. Había visto algo que no debía, era mejor acelerar el paso y evitar que la vieran atentamente y así pudieran identificarla. Apresuró el paso todo lo que pudo sin llegar a correr, más, para su mala suerte escuchaba los pasos de alguien a poca distancia, no se atrevió a voltear para ver de quien se trataba; aunque era muy probable que fuera uno de esos sujetos.
Sintió un alivio momentáneo cuando atravesó la puerta del edificio al cual necesitaba entrar, pero, el aula en la cual impartían la clase estaba hasta el tercer piso, sumándole que no había ninguna alma por los pasillos. Subía en automático a toda velocidad las escaleras del primer piso, atravesó el corredor del segundo sintiendo cada vez más cerca los pasos de quien la iba persiguiendo. Corrió subiendo las escaleras del segundo piso e hizo lo mismo cuando toco el último escalón, en su apresurado paso por librarse de ese sujeto chocó contra una persona, mandando a la chica al suelo.
-Rayos –pensó Yashiro.
-¿Estás bien? –preguntó una voz conocida mientras le tendía la mano.
La chica tomó la mano sin ver de quien se traba, cuando estuvo de pie su cara quedo nuevamente en shock.
-No pue… -de la impresión no terminó la frase.
-¿No? –preguntó preocupado.
- Si –dijo rápidamente.
-Me estas confundiendo –hizo una mueca.
Los pasos que se detuvieron detrás de ella la tensaron, no tenía un lugar a donde escapar, volvió cuidadosamente su rostro y observó al pelirrojo con el que había cruzado miradas.
-Yo… -trató de decir algo.
-¿Qué te trae por aquí Eustass? –preguntó con seriedad el otro hombre.
-Nada en particular, Ace –respondió haciendo un mohín-. Solo pasaba.
Kid miró a la chica que estaba frente al pecoso, Ace notó esto y habló con severidad.
-Recuerda que estos no son tus dominios, así que ve con cuidado.
-No te preocupes, no tengo deseos de meterme contigo este día –aseguró mientras se daba la vuelta para abandonar el lugar.
Una vez lo suficientemente lejos para oír la conversación, Ace habló de nueva cuenta.
-¿Entonces estas bien?
-Sí, muchas gracias –dijo aun con algo de miedo-. Creí que sería una mala persona, pero no parece tan mal sujeto –pensó.
-Eres la chica que venía con Nami esta mañana, ¿no es así?
-Si…
-¿Vas a clase? –preguntó curioso.
-Si…
-¿Sabes decir otra cosa que no sea si? –dijo con humor.
-Si…-se ruborizo por la ridícula respuesta-. Voy a esta dirección, creo que es aquí –le extendió un papel donde estaba su horario.
El moreno tomó la hoja y examinó el contenido, después de hacerlo la devolvió.
-Siempre pasa lo mismo, el edifico que buscas esta atrás de este. Como tienen la misma rotula los nuevos se confunden –explicó.
-Entiendo –guardó el pliego en su bolsillo-. Me quedan unos 5 minutos, puedo llegar a tiempo –hizo una reverencia para despedirse.
Caminó por el pasillo hasta llegar a las esclareas, antes de decidirse en bajar se asomó desde arriba, suspiró pesadamente y se quedó unos segundos ahí, ¿Qué iba a hacer si Kid seguía abajo esperándola? Apretó su mano contra la contención y bufó de enfado.
-Te acompaño –Escuchó decir al moreno, quien sin darse cuenta ya estaba al lado suyo.
-Por favor –suplicó con los ojos húmedos.
Él caminaba al frente suyo, en silencio y con las manos dentro de los bolsillos, no era mala persona como había pensado en la mañana, tal vez una persona peligrosa, eso sí, pero no mala. Sacudió su cabeza en negación ¿Cómo podía ser peligroso sin ser malo? Algo debía de tener que hacia intimidar hasta el bravucón de Eustass Kid, ¿su apariencia podría ser? No estaba tan mal vestido (considerando que usaba pantalones de mezclilla y una camisa amarilla completamente desabotonada que dejaba ver la camisa de resaque), su rostro no era de temer del todo, de hecho, era muy agradable y hasta algo aniñado.
Cuando salieron del edificio grande fue su alivio al notar que no había rastro alguno del pelirrojo, suspiró aliviada y continuó siguiendo al moreno. Faltaba poco para iniciar su siguiente clase y eso le impacientaba. En cuanto entraron al edificio correcto escuchó muchos murmullos, las clases habían terminado y los alumnos comenzaban a salir de las aulas.
-¡Ace-Sempai! –gritó con emoción un grupo de chicas al verlo pasar.
-Hola –respondió el saludo amablemente y siguió su camino.
-¿Quién es ella? –murmuraron.
-¿Por qué va junto a Ace-Sama? –Escuchó decir a unas voces molestas.
-Si quieres puedes dejarme aquí, en verdad no tienes que hacerlo –le habló al pecoso colocándose a su lado.
-No es molestia, ya casi llegamos –le sonrió.
-Realmente es muy amable –pensó.
-Ten cuidado con Eustass, no es alguien tratable para un novato.
-Fue sin querer, lo menos que deseo en mi primer día de clase es involúcrame en problemas.
-Si tienes algún inconveniente no dudes en pedir mi ayuda –le dijo deteniéndose frente a una puerta-. Aquí es.
-Gracias por todo.
-No fue nada, eres amiga de Nami, así que no puedo permitir que te pase algo…
-¡Ace-Sempai! –Gritó una chica al salir de la puerta, más, al observar que conversaba con alguien se introdujo de nuevo al salón.
-Eres muy popular.
-No es la gran cosa –rió nervioso mientras se rascaba la cabeza.
Ahora que lo miraba bien, era alguien sumamente atractivo; el bíceps de su brazo se marco a la perfección con ese simple acto, sus ojos negros como la noche tenían un brillo muy especial y para resaltar aun mas su impecable rostro esas pecas sobre sus mejillas. No pudo evitar sentirse un poco cohibida ante su imponente presencia, al cual hasta hace unos segundos había pasado totalmente desapercibida. Existía un aire de familiaridad sobre él, eso terminó por sentar todo su nerviosismo hacia Ace.
Al igual que ella, el moreno la examinó con mayor detenimiento, lucia más o menos de la edad de su hermano menor, tenía unos bellos ojos color violeta, cabello castaño oscuro medianamente largo, buena figura, aunque no tan exuberante como su compañera de cuarto. Se hizo un silencio incomodo entre ambos, hasta que el joven sensei hizo acto de presencia.
-¿Qué haces aquí Portgas? –dijo el hombre que poseía un copete prominente.
-Estoy acompañando a ella –Señaló a la chica.
-¿Ya tienes novia? –preguntó mientras observaba a Yashiro.
-No, nada de eso –negó agitando su mano.
-Sí, lo supuse –dijo desganado.
-Creo que… mejor entrare a clase –Trató de deslindarse de la conversación de los dos hombres.
-Supongo que te veré después, ten cuidado para la próxima –se despidó Ace.
-La tendré –le sonrió antes de entrar al salón.
-Aprovechando que estas aquí Thatch, te daré esto –le entregó un papel.
-Estas cosas no se tratan aquí –tomó la hoja.
-Es solo un papel, no seas exagerado…
-Sí, si…
Dentro del aula todas las miradas iban dirigidas hacia la recién llegada, podía cortar la tención con un cuchillo, caminó nerviosa hasta tomar asiento en un pupitre junto a una peli celeste, la única que parecía sonreírle sin aparente rencor en su mirada. Dejó caer el rostro sobre la paleta el banco y suspiró con desanimo; primero la súbita exhibición de poderío del par de morenos en la mañana, después la pelea en la cafetería no le había dejado obtener nada de comida, además fue perseguida por un maniático pandillero y ahora –para colmo- era víctima de la envidia por haber estado acompañada del pleitista moreno… no era lo que tenía contemplado como un tranquilo primer día de clases, definitivamente.
-Pareces agobiada –Sacó platica la peli celeste.
-Quiero irme ya a casa –dijo con decepción.
-Soy Vivi, mucho gusto.
-Yashiro, encantada de conocerte –le sonrió con los pocos ánimos que le quedaban.
-Estabas con Ace-Kun hace un segundo ¿no?
-Solo me estaba indicando cual era el camino, soy nueva y no conozco la escuela –Explicó.
-Con que de eso se trataba –dijo alguien ajena a ellas dos.
-Era de esperarse de Ace-Sempai, siempre tan amable –habló otra con mucha admiración.
-Sí, él es muy encantador.
-Vaya, parece que es toda una celebridad –expresó con asombro Yashiro.
-Ace-kun es uno de los chicos más populares en el campus –dijo Vivi.
-Creo que solo Luffy o Law están cerca de su nivel –dijo una rubia muy bonita, la cual estaba sentada frente a la castaña.
-¡Luffy-Chan y Law-San son geniales también! –gritaron con emoción algunas chicas.
-Ahora tengo que enfrentar a un club de locas enamoradas –dijo por debajo Yashiro.
-Te acostumbraras –dijo la rubia, quien había alcanzado a oír el comentario-. Soy Kaya, mucho gusto.
-Perdona el comentario, soy Yashiro mucho gusto Kaya.
-Haber, ya dejen de fantasear con Ace y toda su prole –dijo Tatch entrando al salón.
-¡Si sensei! –respondieron desanimadas en coro las fans.
-Tengo mucha hambre… -lloró Yashiro desde su lugar.
La clase de Tatch Sensei paso muy rápida, él era una persona realmente divertida y sabia explicar a la perfección de manera entendible. Para su próxima clase tenía que regresar a su división, afortunadamente Vivi también estaba en la misma (estudiaba relaciones internacionales), mientras que Kaya estudiaba medicina, cuya división estaba al lado contrario. Fue un alivio tener compañía para atravesar ese parque. También era muy bueno haber encontrado a chicas normales con las cuales entablar una conversación inteligente, más allá de los gritos eufóricos de universitarias enamoradas.
-Que sorpresa que resultes ser buena amiga de Nami, ella ha sido muy amable conmigo desde que me mude.
-Hace un tiempo que la conozco, estas en buenas manos Shiro-Chan –le sonrió-. ¿Pero como terminaste viviendo con ella?
-Tengo un amigo, que es amigo de ella… le pedí de favor que buscara un departamento para mí, ya que me era imposible venir a Osaka de momento. Entonces, Nami le comentó que ella tenía espacio en su departamento, porque su hermana se había ido de intercambio.
-Es verdad, Nojiko-San se fue a China.
-Y así terminé viviendo con ella… aunque no sé si fue buena opción.
-¿Por qué lo dices?
-No es por ella. Es que ese sujeto, Luffy, no quiero relacionarme con él o gente problemática.
-Con que Luffy –se rió del comentario-. El es un buen chico, además, ya estuviese con su hermano Ace ¿de qué te preocupas?
-¿Son hermanos? –Preguntó con mucho asombro-. Eso quiere decir que… no, tampoco quiero relacionarme con él.
-No te adelantes a sacar conclusiones sobre ellos.
-No juzgo su bondad, simplemente no quiero problemas y se nota que ellos rebozan en eso.
-Ciertamente…
-Solo quiero terminar mi última hora de clase sin otro percance.
Efectivamente alguien había escuchado su petición y la ultima hora fue de lo más tranquila y amena posible. Saliendo de clase admiró el amplio cielo azul, dejó sentir sobre su piel el cálido viento del verano, sus oídos apreciaron el bello canto de las aves, al fin todo era paz. Ahora podía irse con tranquilidad a su departamento y descansar de las peripecias de ese día. Caminaba a casa de lo más contenta, tarareando una canción cualquiera. Dejando al lado el ambiente hostil, la calidad educativa era muy buena, y al final eso era lo que le importaba.
Absorta en sus pensamientos no vio venir el golpe contra su cara, cayó al piso completamente noqueada por el golpe del bokken. Instantáneamente se llevó la mano a la nariz y trató de parar el sangrado, una mujer de cabellos cortos de color azulado se inclinó para observarla.
-¿Estás bien? Lo siento mucho, no te miré –dijo preocupada.
-Ya me di cuenta –respondió tratándose de poner de pie.
-Es tu culpa Zoro –señaló la chica con el sable al peli verde.
-¿Qué? Fue tuya por ser tan lenta.
-Esto no habría pasado si tu club no se hubiera robado nuestro presupuesto.
-El cheque decía Club de kendo ¿Cómo se supone que sabría a cual pertenecía?
-¡Tenia mi nombre escrito! –exclamó con enfado Tashigi.
-Hey, Johnny, Yosaku ¿Eso es cierto? –preguntó Zoro a los dos hombres que se mantenían a la espalda de este.
-Bueno… pues, si –dijo Yosaku.
-¡¿Y por qué no me lo dijeron?! –los regañó.
-¡Si lo hicimos! –Dijeron al uníoslo.
-No lo recuerdo –expresó sin ápice de preocupación.
-¡Lo vez! Siempre es tu culpa Roronoa Zoro.
-Como molestas mujer.
-Discúlpate con esta chica inmediatamente.
-Como si me importara –hizo caso omiso.
-No importa, enserio –dijo Yashiro aun tapándose la nariz.
-Lo siento mucho señorita –terminó por disculparse Tashigi.
-Solo quiero irme a casa.
-¡Marimo idiota! –Gritó una voz desde las espaldas de la castaña.
Los cinco voltearon a ver en dirección e donde provenía la voz, quien había gritado era el rubio del comedor, Sanji, quien a toda velocidad se dirigía corriendo hacia ellos.
-¿Qué es lo que quieres cocinero pervertido? –preguntó con molestia.
-¿Cómo te atreves a tratar a un par de damiselas de esta manera? –Avanzó hasta él, quedando cara a cara.
-No vengas con tus sermones, largo.
-¡Hey chicos! ¡¿Qué hacen?! –Se escuchó el grito de Luffy quien se acercaba caminando.
-Por favor no, Kami-sama, castígame de otra manera pero no con ellos –suplicó Yashiro en medio de la pelea.
-¡Zoro! ¡Quiero que te vistas de Kumashi! –gritó con voz chillona una chica vestía góticamente.
-¡Perona! –gritó Zoro con una cara de asco.
-¡Luffy, aguarda! –Esta vez era Ace quien corría en dirección al grupo.
-¡Ya estoy harta! –gritó en su interior la castaña.
Acto seguido salió corriendo como su si vida dependiera de ello… que de hecho, eso era. Todos observaron la extraña acción de la chica pero volvieron a lo suyo. Zoro huyó de igual manera de las dos chicas que parecían querer matarlo –cada una a su manera-, mientras que Ace y Luffy se encontraron y comenzaron a caminar en dirección a la salida; por otra parte Sanji, siendo ignorado por el espadachín, regresó al campus a tomar sus respectivas clases.
Cuando por fin Yashiro llegó a casa lo primero que hizo fue cerrar su cuarto con llave y poner una mesa de por medio en la puerta, esperaba que eso fuera suficiente para evitar que cualquier persona entrara y la molestara, solo quería dormir, descansar de ese agotador primer día de clase. Se tiró en la cama y como si no hubiera mañana cayó presa del sueño.
Para cuando recobró la conciencia ya era tarde, los matices de rojos se colaban por su ventana. Su estomago rugió pidiendo alimento, no había comido nada desde el desayuno y ya era hora de la cena. Movió la mesa, quito el seguro y salió en dirección a la cocina para preparase algo, cuando llego al pasillo que daba con la sala (la cual era necesaria atravesar para llegar a la cocina) su mandíbula cayó hasta el piso, estaba al borde de un tic nervioso o peor, un infarto.
Reunidos en la pequeña sala estaban casi todos los culpables de su pésimo día, cómodamente estaban en circulo comiendo pizza; Luffy, Ace, Zoro, Sanji, Nami, Usopp, Vivi y Kaya. Todos dirigieron su vista a la atónita chica, la pelirroja se levanto de su lugar y comenzó a explicar la situación.
-Vivi-chan dijo que estabas muy agotada, así que no quisimos despertarte. Pero estamos reunidos aquí para darte la bienvenida.
-Na…Nami…
-Aunque Luffy y Ace ya se han comido casi todo –hizo una mueca-. Sanji-San ¿puedes preparar algo para Shiro-Chan?
-Claro Nami-Swan –respondió de inmediato el rubio y se dirigió a la cocina.
-¿Ellos son tus amigos? –Preguntó casi llorando.
-Sí.
-¿Te has dado cuenta que buena parte de los chicos que me dijiste que me cuidara son ellos?
-Ahora que lo mencionas, tienes razón.
-Mashiro, ven con nosotros –habló Luffy con la boca atiborrada de comida.
-¿Por qué me pasa esto a mi? –dijo en llanto.
-¿No te gusta la pizza? –preguntó Luffy.
Así que ese había sido el particular inicio de clase de Yashiro, nada comparado con las futuras desventuras de las que sería parte de ahora en adelante. Sin duda alguna, había encontrado un curioso grupo con el cual habría de compartir muchas experiencias. Bienvenida a las desventuras en la ciudad de Osaka.