Notas del Autor: This is it! El último capítulo de mi historia Cruzando Fronteras. La verdad este es el tipo de capítulo que lo leo y lo releo y pienso: Damn! Este me salió buenísimo. Pero en fin, primero en la lista es agradecerle a los lectores por seguirme en esta gran aventura de 42 capítulos. Fue un gran honor terminar esta hermosa historia que comenzó como un entretenimiento. Segundo, mi próxima historia se llamará:

"Querida Iris" Lo publicaré la próxima semana… pero primero quería terminar con esta historia antes de comenzar con una nueva así que disfruten el último capítulo que lo escribí con todo mi corazón. También hay indicios para otras historias que serán otros proyectos que haré más adelante, pero por ahora los dejo con Querida Iris.

Antes de comenzar con el último capítulo, es necesario hacer los últimos agradecimientos de la historia:

Agradecimiento por los primeros Reviews de TODA la historia (del capítulo 1 hasta el 20): Jorge, GUYA, asdfghjkl, MS-TaKa, Anormal-Snivy y Manueldiamond. Me apoyaron desde un principio y agradezco por su compañía y comentarios, espero escuchar de ustedes prontamente y mis mejores deseos. ¡Disfruten el final!

Agradecimiento por los reviews en general (más allá del capítulo 21): Dark Rakzo, Iris Dragon21, Elisa, Liria28, Guest(s), Steven Uxie, Campeona Iris y Virstorm 7. También agradezco mucho su apoyo, sin mencionar que ahora que termino este fic, espero que hayan disfrutado el final. ¡Gracias por todo su apoyo y mis mejores deseos!

Como siempre he dicho, todo comentario será agradecido:

Campeona Iris: jeje bueno, indirectamente buscaba transmitir ese mensaje del Magnate. Shauntal es una personaje de mucho relajo, así que pensé que sería algo así si ella se despidiera de cualquiera. Wow, tu historia suena como una aventura fantástica de una entrenadora super poderosa, una pregunta: ¿por qué no creas un usuario y lo publicas? Bueno, estás con una idea en general interesante pero recuerda que siempre es importante cómo plantearlo, ¡así que mucha suerte con tu historia y espero saber pronto de ella! ¡Gracias por el apoyo y el comentario!

Virstorm7: Me encantaría ver más fics sobre los campeones y los Frontier Brains, esa fue la razón por la cual comencé a escribir este fic jajaj Bueno lo del puerto te sorprenderías de ver lo grandes que pueden ser (he tenido la oportunidad de ver varios y me sorprendí de lo largo que pueden ser). ¡Yo pensé exactamente lo mismo! Siempre pensé que si Marshal y Shauntal tuvieran hijos, alguno de los padrinos sería Grimsley. Y estoy de acuerdo contigo, la mejor crítica es cuando se termina la obra. ¡Así que gracias por todo el apoyo y tu comentario!

Disfruten el último capítulo y no importa cuándo lo lean, siéntanse bienvenidos a comentar (aunque lleve esto más de un mes de publicado).


Capítulo 42: Los Milagros Ocurren

(Unova)

El grupo fue recibido como lo esperaría cualquiera, como héroes. Para Caitlin fue extraño poner un pie en la Liga Pokemón y observar el cielo. Ya no miraba un castillo entre las hermosas nubes del atardecer… más bien miraba a una pareja bailando y la dulce melodía de una caja de música comenzó a tocar en su mente.

Pero el vacío y el silencio que dejó esta aventura extraordinaria, pronto fue ocupado por los hermosos villancicos navideños unas semanas después. Los copos blancos de nieve comenzaron a caer del cielo haciendo que el ambiente se alegrara un poco.

Desde que Caitlin llegó a Unova, se convirtió una tradición celebrar la navidad en su villa en Undella Town. La fecha era 24 de Diciembre y todos los miembros de la Elite Four se encontraban en la villa con su campeón decorando los últimos detalles para la fiesta que habría esa noche.

La villa era grande, al igual que el árbol, así que decidieron dividirse los trabajos para realizarlo más rápido. Mientras que Marshal y Alder ponían las luces blancas por toda la casa, Grimsley y Shauntal estarían poniendo las luces del árbol y Caitlin los adornos delicados (el año pasado la Maestra de Pokemons Fantasmas quiso poner algunos y terminó rompiendo varios).

-¡Ya quiero ver cómo se verá el árbol! –dijo Shauntal con mucha alegría mientras sujetaba las escaleras en donde Grimsley se encontraba-. ¡Apúrate!

-¡Por los Tres Espíritus de la Navidad, Shauntal! –Dijo enojado Grimsley mientras ponía las últimas luces en la copa del árbol-, ¡ya casi termino!

-¡Esta será la mejor Navidad de todas! –dijo alegremente Shauntal mientras abría sus brazos como si estuviera invitando a la felicidad, es una lástima que al final solo invitara el desastre cuando accidentalmente le pegó a las escaleras haciendo que tambalearan y que el Maestro de Pokemons Oscuros casi se cayera.

-¡Por el fantasma de Jacobo Marley, Shauntal! –Gritó Grimsley cuando la escalera finalmente paró de tambalearse y miró enojado a su amiga-. ¡¿Acaso quieres matarme!?

-¡Lo único que quiero matar esta Navidad será la tristeza! –dijo Shauntal alegremente mientras iba a la cocina para traer la nieve falsa para ponerla sobre el árbol.

Caitlin, Alder y Marshal sonrieron por la actitud de Shauntal, la verdad ella era quien alegraba la Navidad más que nadie en este lugar. Grimsley, todavía un poco enojado terminó de poner las luces y se bajó de las escaleras.

-Sonríe un poco Scrooge, -dijo Alder mientras ponía unas enormes pascuas en la enorme mesa en donde comerían ellos y los líderes-. Si sigues con esa cara creerán que eres el Grinch.

-¡Pamplinas! ¡Yo no me parezco a ninguno de esos dos personajes! –Dijo molesto mientras caminaba y varias luces que sobraron se enredaron en sus pies-, luces navideñas… odio ponerlas…

-"You´re a mean one, Mr. Grinch" –comenzó a cantar Alder con su voz ronca, haciendo que Grimsley lo mirara molesto, pero solamente lo abrazó con un brazo y continuó-. "You really are a heel. You´re as cuddly as a cactus, and as charming as an heel, Mr. Grinch!"

Grimsley lo empujó y fue en busca de la estrella para completar el árbol (todavía con el cable y las luces enredados en su pie), Marshal sonrió cuando notó a Caitlin quien seguía poniendo varios adornos de cristal en algunas ramas. Aunque ya no estuviera igual de deprimida cuando regresaron hace unas semanas, todavía se podía ver la tristeza presente en su rostro. Se acercó a ella y se sentó a su lado mientras sacaba varias bombas cristalinas y la comenzaba a ayudar.

-Escuché que hay una tormenta en Sinnoh… -dijo Marshal para romper el hielo.

-Sí, pero por suerte no es tan grave-, dijo Caitlin con una sonrisa mientras ponía otro adorno en una rama del enorme pino-. Lo malo es que es lo suficientemente fuerte como para cancelar los vuelos e incluso los aviones muy grandes de carga…

-¿No pudiste enviarle su regalo? –le preguntó Marshal, quien la ayudó un poco con darle ideas para dicho objeto.

-Sí, pero lo envíe como una carta, -dijo Caitlin con una sonrisa animándose un poco-, por suerte era pequeño y cupo en un sobre…

-Estoy seguro que le encantará-, dijo Marshal mientras metía su mano en la caja de adornos navideños, encontró un muérdago y no pudo evitar contemplarlo.

-Será mejor que lo cuelgues pronto-, el dijo Caitlin con una sonrisa pícara-, creo que lo necesitarás esta noche…

Marshal se sonrojó un poco y guardó el adorno, levantándose del lugar tomó la caja y se dirigió a una puerta que daba a la terraza, el lugar perfecto para un muérdago.

(Esa misma tarde, Sinnoh)

El Battle Frontier había sido abrazado con una nevada hermosa que dejó el lugar (el cual sería reconstruido después de las fiestas) con una hermosa imagen. El Battle Castle ya estaba repleto una vez más de sirvientes quienes vivían ahí, decorando todo con adornos navideños para una velada especial.

El Castle Valet se encontraba recorriendo el castillo, asegurándose que todo estuviera en orden mientras que un pin plateado colgaba hermosamente en su traje. Todo el castillo se miraba más iluminado que nunca con esos listones, el árbol de navidad y la enorme mesa en donde muchos invitados vendrían. Estarían los líderes, miembros de la Elite Four de Sinnoh, su campeona, Frontier Brains e incluso vendrían los del Battleground y tres entrenadores muy especiales.

Aunque el ambiente navideño, de alguna u otra forma, alegra a cualquiera, Darach no podía evitar sentir un vacío en su corazón. Extrañaba a Caitlin y deseaba verla… solo que ahora con la tormenta de nieve y su trabajo como Frontier Brain sería imposible. Se paró frente a una de las enormes ventanas y contempló la vista, sonrió al ver que la nieve había cubierto con una capa delicada unas hermosas rosas, las cuales llevaban a un pequeño porche que le traía los dulces recuerdos, cuando danzaba con Caitlin en su cumpleaños. Recordaba en su mente la dulce melodía, el perfume de las rosas, su sonrisa…

-¡Ahí estás! –escuchó Darach y al darse la vuelta pudo ver a Palmer caminar hacia él-. ¡Vaya que costó encontrarte entre tantas decoraciones navideñas!

-Bueno esta noche se celebrará la Navidad por primera vez en el castillo con ustedes-, cuando Darach observó que Palmer no llevaba su inmovilizador se rió-. ¿Tanto odias usar ese inmovilizador?

-Oye, ya no lo necesito-, mentira, Palmer seguía cojeando pero detestaba usar esa cosa-. En fin, ¿cómo te fue con la enviada del regalo para la pequeña Caitlin?

-No se pudo tristemente-, dijo Darach mientras dirigía una vez más su atención hacia las afueras del castillo-. Solo se pueden enviar cartas ya que los paquetes pueden pesar y lo que yo le quería enviar no puede meterse en un sobre, según las reglas de la compañía…

-Lo lamento amigo-, dijo Palmer mientras le daba unas palmadas en su espalda para consolarlo.

-Ahora que lo pienso-, dijo Darach queriendo cambiar el tema ya que le deprimía no poderle enviar a Caitlin su regalo de navidad-. ¿Le conseguiste regalo a Dahlia?

-Bueno, sí… -dijo Palmer un poco apenado, ya que siempre se ponía así cuando hablaba de ella-. La verdad, espero que le guste el brazalete que le compré…

-Es peculiar-, dijo Darach con una sonrisa-, yo pensé que finalmente te atreverías a invitarla a salir antes de Navidad…

-¡Hey! ¡Me lo propondré como meta en Año Nuevo! –dijo molesto Palmer, ya que si le costó aceptarlo, ¡imagínense lo que sería invitarla a salir!

Darach se rió un poco ya que recordaba cómo le costó a él mismo hablar con alguien más de sus sentimientos. La verdad es que desde el incidente, ahora todos estaban más unidos que nunca. Su personalidad ya no era tan reservada y educada como antes, pues ahora parecía tener finalmente una amistad con sus compañeros del Battle Frontier. Palmer bufó y se dio la vuelta mientras salía:

-Te veo en la noche Cara de Pingüino.

-Claro cabeza de Palmera.

Pasaron unas cuantas horas y el castillo finalmente se vio obligado a prender todas las luces del lugar ya que la oscuridad y la nieve cayendo del cielo, formaban el momento perfecto para encender las luces. Darach sonrió al ver los pasillos iluminados, faltaban unas pocas horas para que llegaran los invitados. Los padres de Caitlin, por primera vez, se sentían felices de conocer a los entrenadores ya que no los miraban como personas poco importante con Pokemons fuertes.

Cuando comenzaron a llegar, la velada se fue transformando mágicamente en un bello recuerdo. Todos tenían ropa de acuerdo con la ocasión: Argenta llevaba un suéter dorado con pantalones negro, pues el inmovilizador no le dejaba usar chaquetas o algo parecido. Dahlia traía puesto jeans y botas negras con un suéter de cuello de tortuga de color rojo, ¡incluso cambió las pequeñas perlas doradas en su cabello por perlas verdes! Thorton traía ropa muy parecida a la habitual, pero ahora usaba pantalones verdes más neón combinado con una corbata roja. Palmer no se complicó y solamente se quitó su chaqueta verde y se puso una bufanda navideña con una camisa blanca de manga larga. Darach usaba pantalones negros y un moño rojo, ya que no le gustaba mucho la idea de usar ropa que pareciera un duende (como Thorton).

En este momento se encontraba él con los demás Fronteir Brains hablando mientras tomaban una copa de ponche navideño, hasta que un sirviente, Damián para ser exactos, apareció con una sonrisa. Darach se alejó del grupo para hablar con su amigo en privado.

-¿Por qué esa sonrisa? –le preguntó el Frontier Brain.

-Bueno, porque esta mañana recibimos esta carta-, dijo Damián mientras extendía su mano y había un sobre blanco con un sello navideño-. Quisimos dártelo más temprano, pero traía instrucciones especificando que te lo diéramos hasta después de las nueve de la noche.

Con una reverencia, ambos se despidieron y cuando Darach quiso observar el sobre, Thorton apareció y se lo quitó antes de que pudiera ver de quién era.

-¡Eso no se hace Thorton! –le dijo molesta Argenta, quien a diferencia de Palmer sí le hacía caso al doctor ya que seguía con el inmovilizador en todo su brazo.

-Toma, pensé que sería de alguien menos personal-, dijo Thorton mientras le entregaba el sobre de regreso al Valet-. Y menos cursi…

Darach tomó el sobre algo molesto, pero la verdad le agradaba ver que desde el incidente Thorton ya actuaba como un muchacho normal. Sin ver de quién era la carta, decidió retirarse a la terraza para tener privacidad.

-¿De quién era, pequeño duende? –le preguntó Dahlia a Thorton.

-Estaba un 99.98% seguro que sería de Caitlin, -dijo Thorton mientras sacaba su Pad mejorado y reconstruido-, y como siempre, tuve razón.

-Bueno, parece que se respira amor en este castillo, -dijo Argenta mientras observaba en el salón del castillo cómo Diamond y Platinum se paraban con mucha pena de bajo de un muérdago y se daban un pequeño beso adorable.

-Son tan románticos los muérdagos, -dijo Dahlia mientras inconscientemente apoyaba su cabeza en el brazo de Palmer.

-Pst, -le susurró Thorton al Magnate en su otro oído-, creo que es una indirecta.

La reacción del Magnate fue pegarle un puñetazo suave en el estómago a Thorton para que se alejara y antes de que el Factory Head se quejara, llamaron varios sirvientes anunciando la cena. Palmer sabía que OBVIAMENTE era una indirecta, pero no sabía cómo reaccionar. El Rey del Battle Castle, ya en la mesa, se encontraba contando una historia acerca de una vajilla plateada que la pequeña Mira le preguntó su importancia.

(Unova, Undella Town)

-¡FELIZ NAVIDAD SHAUNTAL! –gritó Iris mientras que ella y Drayden entraban a la casa con unos regalos.

-¡FELIZ NAVIDAD IRIS! –gritó de regreso Shauntal.

Era clásico que ambas se saludaran gritando, era como un saludo de amistad por así decirlo. Cuando ambos entraron, quedaron sorprendidos de ver que este año todo estaba decorado con luces doradas, las cuales se miraban mucho más hermosas que las luces del año pasado. Shauntal amaba la navidad al igual que sus amigos, así que siempre trataban que todo se viera mágico y hermoso.

-¡Tengo una sorpresa para todos ustedes! –dijo Iris mientras sacaba de una de las bolsas una diadema con cuernos de Sawsbuck navideños-. ¡Para ti Shauntal!

-¡Perfecto! –Dijo emocionada Shauntal quien usaba un suéter celeste tirando para blanco y pantalones cafés por ser navidad mientras que se lo ponía-. ¿Les trajiste un sombrero a todos nosotros de la Elite Four?

-¡También le compre a Drayden! –dijo emocionada Iris-, ¡pero él dijo que ya estaba muy viejo para usar sombreritos!

-Estoy seguro que a Alder le gustará más-, dijo Drayden mientras le revolvía cariñosamente el cabello a su nieta.

Cuando Iris encontró a Grimsley, él usaba un pantalón negro, camisa blanca abotonada de manga larga y su bufanda amarilla. La verdad, no tenía nada navideño en él enojando a la pequeña Iris, quien al acercarse a él sacó de una de las bolsas un clásico sombrero de duende verde con orilla roja y con un enorme cascabel el cual colgaba.

-¡Feliz Navidad Grimsley! –dijo felizmente Iris mientras le ponía el gorro verde.

-Wow… -dijo Grimsley un poco avergonzado de usar un sombrero que titiritaba cada vez que movía la cabeza-. Gracias Iris…

Cuando Iris fue con Marshal, traía puesto un suéter blanco y unos pantalones negros, Iris sonrió ya que había escogido un sombrero perfecto para él pensando que se vestiría así. Era un sombrero negro de copa alta con un pequeño arreglo de pascuas y piñas en una esquina.

-Con esto voy a parecer Frosty, -dijo Marshal con una sonrisa mientras que Iris se lo ponía.

-¡Ese es el punto! –Dijo Iris con mucha alegría mientras sacaba una pipa y se lo metía al Maestro de Pokemons Pelea en la boca-. ¡Listo! ¡Ahora solo falta Alder y Caitlin!

Marshal notó que Drayden observaba todo desde la entrada de la villa, como si estuviera esperando con ansias a ver lo que fuera que le iba a dar Iris al campeón. Se encontraba el campeón hablando con Elesa y Burgh frente del árbol que habían decorado esa misma tarde y cuando Iris lo abrazó, él la abrazó de regreso con mucha alegría. Alder llevaba puesto su pantalón blanco largo, zapatos cerrados y camisa negra de manga larga.

-¡Te tengo algo! –dijo Iris mientras sacaba el último sombrero… el cual era uno con orilla verde, pero con enormes bombas navideñas alrededor de todos los colores. Tenía un alambre verde y grueso el cual hacía una espiral en forma de cono y hasta en la punta una estrella exageradamente grande. Cuando se lo puso en uno de sus mechones (ya que era imposible ponerle un sombrero con ese cabello alocado) todos en la habitación se echaron a reír. Fue ahí cuando Marshal sospechó quién le había escogido ese sombrero a Alder… y no fue Iris…

-Wow Iris, gracias, -dijo Alder riéndose también, hasta que vio a Grimsley con el sombrero verde y literalmente lo señaló y se rió.

-¡Caitlin! –dijo Iris mientras corría a la Maestra de Pokemons psíquicos, quien usaba una blusa larga de color rojo y unos pantalones pegados de color negro-, ¡te tengo algo para ti!

-Veamos, -dijo con una sonrisa Caitlin, rezando que no fuera un sombrero ridículo como el de Alder o Grimsley.

La verdad era algo muy lindo. Era una hermosa diadema metálica, pero este estaba pintado de color Corinto y tenía en uno de los lados un arreglo hermoso de pequeñas piñas y dos pascuas. Cuando se lo puso, era hermoso y la abrazó.

-Lindo sombrero, -le dijo Grimsley a Alder con una sonrisa molestona.

-Silencio Campanita, -le respondió Alder mientras le tiraba la punta del sombrero con el cascabel en su cara-, disfrutemos esta velada, ¿qué les parece?

Cuando todos los invitados se dirigieron a la mesa para comer, Caitlin observó al campeón ya que le parecía muy chistoso como se miraba con su nuevo sombrero. Pero notó en su rostro preocupación mientras que observaba su celular, parecía estar esperando una llamada la cual no recibía…

(Sinnoh, Battle Castle)

Mientras que todos los invitados se encontraban en la enorme mesa disfrutando de la cena, Darach salió del castillo y contempló el sobre:

"Para mi queridísimo Darach, de Caitlin"

No pasaron más de tres segundos cuando el Valet abrió el sobre, sacó el papel y notó que algo cayó al suelo. Al levantarlo se sorprendió. Era una llave dorada la cual le recordaba mucho la que le regaló a Caitlin, pero a diferencia de aquella llave, esta tenía un zafiro y tenía forma de un sol en lugar de un corazón en la orilla. Era de oro… ¡de eso no había duda! Y tenía una pequeña cadena del mismo material. Sorprendido, comenzó a leer la carta:

"Querido Darach:

Cuando pasaba las navidades en el Battle Castle me sentía abrumada por un momento con todas las decoraciones y presiones que me ponían mis padres para lucir perfecta frente a los invitados. Pero la verdad es que este sentimiento se iba cuando venías tú y me ayudabas. Cada vez que pienso en la Navidad, pienso en cómo hiciste cada una de ellas especial.

Te deberás de preguntar por esa llave que encontraste adentro del sobre; es una copia de la que tú me regalaste a mí, pero la personalicé para ti. La razón por la cual hice esto es por lo que representa esa hermosa caja de música que me regalaste; representa una parte de mi corazón, la cual ahora te pertenece teniendo esta llave contigo. Si pudiera estar contigo esta noche, sería el mejor regalo que podría recibir en estas fiestas…

Por siempre tuya y Feliz Navidad…

Caitlin…"

Darach quedó sin aliento la verdad al ver la llave dorada con el zafiro… sintió algo en su corazón, después de cerrar sus ojos y sonreír, entendió que en verdad estaba profundamente enamorado de Caitlin. Miró al cielo y sonrió, cuando sintió como varios copos de nieve caían en sus anteojos supo que esta había sido una Navidad hermosa.

-Darach… -al escuchar esa voz, se sorprendió el Valet y se dio la vuelta rápidamente.

Era un hombre mayor, con cabello completamente gris con unas cuantas canas blancas y unos ojos azules cristalinos como los de él. Traía puesta una chaqueta negra y una bufanda azul oscuro, se podía ver en su rostro las líneas que con los años se marcarían más y más; pero también era notable su iluminada sonrisa… era simple… pero muy iluminada…

-¿Padre? –Dijo confundido el Valet, no esperaba verlo a él en el Battle Castle, ya que se había retirado hace años y vivía en Sunnyshore con su madre-. ¿Q-qué haces aquí?

-Lo sé, debería de estar con tu madre en casa. Aunque estuvieras con nosotros esta mañana, hubo algo que te queríamos dar, hijo mío, pero lo recibí hace unos cuarenta minutos -caminó hacia la nieve en donde el Valet se encontraba, en donde varios copos de nieve cayeron delicadamente en ambos hombres. Sacó de su chaqueta una pequeña caja, la cual se la entregó al Valet-. Feliz Navidad.

Darach estaba sorprendido, ya que había visto a su familia en la mañana para poder atender a este evento durante la noche. Tomó la pequeña caja y le desató el listón, al quitar la tapadera, se sorprendió de su contenido…

-P-pero… padre… -dijo confundido Darach, hasta que el señor levantó su mano indicándole que parara.

-Hablé con varios de tus jefes… quienes ahora dicen llamarse amigos tuyos, -el papá de Darach se quitó su bufanda y se la puso en el cuello de su hijo-, nadie más que tú, hijo mío, merece esto… Feliz Navidad, Darach…

Todavía atónito, Darach no se le ocurrió nada más que abrazarlo. En todos estos años, siempre miró a su papá como aquel hombre que le recordaba día tras día lo cruel que podía ser este mundo. También fue un indicador de lo que podía ser realidad y lo que eran fantasías y en este momento, con este regalo en sus manos, le estaba diciendo una realidad… una que no pensaba ignorar.

(Unova, Undella Town)

-¡Fue una velada maravillosa! –dijo el líder de gimnasio Cress mientras levantaba su mano de forma dramática sobre su frente y con su otro brazo sostenía una vajilla en donde habían traído pastel navideño.

-Con tantos sabores e ingredientes, debo decir que tuvo tanta armonía que fue un buffet delicioso lleno de nuevos platillos navideños-, dijo el líder de gimnasio Cilan mientras que con sus dos hermanos caminaban hacia la puerta.

-En resumen: ¡fue genial! –Dijo Chili con mucha emoción-. ¡Gracias por invitarnos!

-Gracias a ustedes por venir, -dijo Caitlin con una bella sonrisa mientras comenzaba a cerrar la puerta-, ¡feliz Navidad!

-¡Feliz Navidad! –gritaron los tres líderes y hermanos mientras salían de la villa.

Cuando Caitlin cerró la puerta y se dirigió al comedor, fue interrumpida cuando la líder de gimnasio Skyla se lanzó sobre la miembro de la Elite Four con un abrazo.

-¡Caitlin! ¡Caitlin! –Dijo la piloto mientras la abrazaba-, ¡gracias por todo!

-De nada Skyla, -dijo Caitlin quien le parecía un poco agresiva la forma que se lanzaba a darle abrazos a todos.

-¿Te puedo preguntar algo?

-Claro, -Caitlin pensó que ya le había hecho una pregunta, pero decidió mejor esperar.

-¿Me puedes prestar tu villa para año nuevo? –dijo Skyla con mucha pena-, es que la quiero usar para una fiesta que tengo con mis compañeros pilotos.

-Bueno, pero necesitaría que el 2 de Enero me lo regreses, -dijo Caitlin con una sonrisa-, la Srta. Cynthia vendrá por un tiempo y se quedará aquí.

-¡Claro! –Dijo Skyla mientras se lanzaba a abrazarla una vez más-, ¡feliz Navidad!

En ese instante salió de la villa, a Catilin le sorprendía la personalidad de esa chica ya que siempre usaba su uniforme revelador aunque estuviera haciendo frío. Cuando entró a la sala, notó que quedaba solamente Burgh, Leonora, su esposo, sus amigos de la Elite Four, Drayden e Iris. Se sentó en uno de los sillones y comenzó a escuchar la emocionante aventura que Shauntal narraba, era cuando estaban persiguiendo al pequeño Drifloon y conocieron a Buck. Al terminarla, Marshal tomó la mano de Shauntal y le dijo con mucha pena:

-¿P-podría hablarte un momento en privado en la terraza?

-¡Claro! –dijo Shauntal con una sonrisa mientras se levantaba y ajustaba su diadema con cuernos, Marshal se ajustó su sombrero de copa alta y se dirigió a la terraza con Shauntal.

En lugar de dejarlos con privacidad; Alder, Caitlin y Grimsley se asomaron un poco para ver la terraza también. Marshal se sentía sumamente nervioso, pues jamás había experimentado un sentimiento igual en sus 28 años de vida. Cuando se pararon en la terraza de la villa, se podía ver el hermoso mar y las estrellas con la luna iluminando el océano, mientras que las luces de navidad daban luz al lugar.

-Umm... –Dijo con mucha pena Marshal mientras se paraba en un lugar en específico-, Shauntal… ¿podrías venir aquí un momento?

-¡Claro! –dijo Shauntal quitando la vista del océano y parándose frente a Marshal (quien se miraba adorable con el sombrero de copa alta), cuando miró arriba pudo ver un muérdago… al instante se sonrojó y miró a Marshal-. Umm… ¿querías decirme algo?

-¿R-recuerdas cuando estábamos en el hospital del Battle Frontier y te conté mi historia? –en la voz de Marshal se le podía escuchar un poco de ansiedad.

-Sí… la recuerdo toda-, dijo Shauntal sonrojada.

-Bueno… dijiste que yo tenía el poder para defender a las dos mujeres que amaba con todo mi corazón… -Marshal pensó por varios días qué le diría a Shauntal.

-Sí…

-Bueno… estás mal… son tres en realidad… -Shauntal miró sorprendida a Marshal a los ojos-, tú… tú eres una Shauntal…

Shauntal se cubrió la boca, porque sabía lo que eso significaba. Sin dudarlo, Marshal se comenzó a inclinar y cerró sus ojos. Shauntal también los cerró y ambos se dieron su primer beso bajo un muérdago. Fue un beso mágico, el cuál (sin que ellos supieran) era observado por sus amigos quienes celebraban en silencio dicho beso.

Rodeó su pequeño cuerpo con sus brazos, mientras que Shauntal abrazó su musculoso cuello y continuaban con el beso esperado. Cuando finalmente se separaron, apoyó su frente en la suya y dijo con una sonrisa:

-Feliz Navidad…

-Feliz Navidad, -le respondió Shauntal mientras se besaban otra vez bajo el muérdago y las luces blancas y doradas de Navidad.

(Enero 2, Castelia City)

-¿Dos Chocolates Calientes? –gritó una camarera de una tienda, cuando un hombre se acercó se sorprendió de ver quién era el cliente-. ¡Alder Adeku! ¡Qué honor!

-El honor es mío-, dijo el campeón Alder mientras tomaba ambos vasos de cartón de las manos de la camarera, ya que había pagado al hacer la orden-. Muchas gracias.

-¡E-espere! -dijo la señorita con mucha pena mientras sacaba un marcador permanente de color negro-. ¿No quiere que le pongamos los nombres a los vasos?

-Sabe, ¿me podría prestar eso un momento? –cuando la camarera le entregó a Alder el marcador escribió "legalmente rubia", después de regresarlo, salió de la tienda que estaba exageradamente llena por la época del año.

Justo afuera en la calle, pudo ver a una persona que lo esperaba. Usaba una chaqueta negra y tenía un cabello rubio que recorría elegantemente por su cuerpo. Al acercarse a ella, le entregó el vaso de cartón con el chocolate caliente.

-Sabes, estoy en Castelia y pensé que tendría un Casteliacone-, dijo Cynthia mientras comenzaba soplar un poco la bebida con espuma y chocolate-. Después de todo, la apuesta decía que el primero que invitara a bailar le debía de comprar un helado al otro.

-Bueno, puedes ir a quejarte al Sindicato de Helados y otros Postres-, dijo sarcásticamente Alder mientras le daba un trago a su chocolate caliente-. Pues en invierno no sirven helados.

-¿Las dos compañías tendrán algún tipo de conspiración para obligarnos a comprar este producto ya que el otro no atiende? –se preguntó Cynthia en voz alta, cuando notó que en su vaso estaba escrito "legalmente rubia" miró molesta al campeón-. ¿En serio?

-Bueno, después de tanto tiempo corriendo, sudando y sobreviviendo en cuevas-, dijo Alder encogiendo sus hombros-, me di cuenta que no tenías ninguna señal de que fueran extensiones, así que legalmente eres rubia natural.

-Wow qué honor, -dijo sarcásticamente Cynthia mientras le daba un buen trago a su vaso.

Ambos pararon de caminar y se dirigieron a un área cerca del mar en donde había bancos y restaurantes. Se sentaron en uno de los bancos que daba una vista perfecta al hermoso océano. Cuando Alder observaba todo y seguía tomando su bebida, no puso mucha atención a lo que le dijo Cynthia y escuchó:

-Tus labios.

-¿Huh? –dijo confundido Alder mientras la miraba un poco sonrojado, notó que ella no dejaba de señalar sus propios labios pequeños con un poco de brillo y se sorprendió, también miraba fijamente a sus labios ¿acaso era una indirecta para besarlo?

-Ugh, pon atención, -dijo molesta Cynthia mientras se inclinaba hacia él, poniéndolo nervioso al instante ya que estaba en la perfecta posición para… pasarle una servilleta por toda su boca de una forma algo brusca y para nada fina-. Te dije: tienes crema batida y chocolate en tus labios.

-Umm… claro, ya lo sabía… -dijo Alder mientras miraba hacia uno de los pequeños negocios que quedaban al lado y se sorprendió de ver a una persona.

-¿Quién es ella? –le preguntó Cynthia notando que observaba de una forma poco disimulada.

-¿Celos? –le preguntó Alder con una sonrisa mientras le daba otro trago a su vaso.

La reacción de Cynthia fue darle un pequeño empujoncito a la parte de bajo de su vaso y con eso hizo que Alder derramara un poco en su camisa negra de manga larga, por suerte no cayó en sus pantalones largos blancos. Pero logró que se quemara toda la garganta.

-Es la hija de un amigo-, dijo Alder mientras que tosía y ambos se levantaban dirigiéndose al pequeño negocio de café para saludarla-, se llama Aurea Juniper.

-¿En serio? –Dijo sorprendida Cynthia mientras se acercaban a dicha persona-, ¡el Profesor Rowman dice que es la mejor de Unova!

-Totalmente de acuerdo, sus estudios son muy importantes-, dijo Alder mientras se acercaban a la Profesora Juniper, quien se encontraba sentada sola en una mesa con vista al mar, contemplando el paisaje sin notar a ambos campeones-. ¡Hey! ¡Aurea!

La mujer reaccionó un poco asustada, cuando Cynthia observó detalladamente su rostro recordó haber leído sobre ella en algún periódico. Se asustó tanto de verlos que casi se cae de la silla.

-P-pero qué sorpresa-, dijo la Profesora Juniper un poco nerviosa mientras cruzaba su pierna y trató de apoyar su codo sobre la mesa, pero no calculó bien y lo puso al aire casi cayéndose… otra vez… Cynthia notó que miraba constantemente algo que estaba atrás de ellos-. ¡Un gusto verte Alder! ¿Tú eres Cynthia, verdad?

Pero la campeona no respondió y se dio la vuelta mirando la dirección que la Profesora observaba con mucha ansiedad. Pensó que sus ojos la engañaban al ver a un personaje con dos vasos de cartón con café en su mano.

-¿Oficial Looker? –dijo sorprendida Cynthia.

-¡Fantástico! –Dijo el Oficial Looker con una sonrisa-. ¡No puedo creer que esté viendo a tres caras conocidas en un solo lugar! ¡Un gusto verlos a todos!

-¡Hola Denise! –Dijo Juniper confundiendo a ambos campeones y recibiendo una mirada molesta del oficial-. ¡Lo siento! ¡Es decir Looker! ¡Qué tal está!

-¡De maravilla! –Respondió Looker mientras se paraba a lado de la profesora y le entregaba un vaso de café-. ¡Justo el día de hoy gané un concurso de ganar dos vasos de café y mi topé con ustedes! ¿Por qué no nos ponemos al día Aurea? ¡Un gusto verlos campeones!

Antes de que pudieran hacer otra pregunta, ambos individuos salieron casi corriendo del lugar. Dejando atrás a ambos campeones, se vieron entre ellos completamente confundidos.

-Eso fue extraño, -dijo Alder mientras tomaba su chocolate caliente y miraba a Cynthia-, ¿tú crees que Denise sea su nombre verdadero?

-Bueno… suena muy femenino-, dijo Cynthia confundida también-, tal vez la Profesora Juniper lo pronunció mal y quiso decir Dennies.

-Lindo acento, -dijo riéndose Alder, ya que Cynthia podía hablar en varios idiomas y dominaba muy bien el francés.

Antes de que Cynthia le pudiera responder a su burla, el celular de la campeona sonó y al contestarlo, Alder notó que dio una enorme sonrisa y escuchó su conversación. Se disculpó por el desastre que había en la villa de Caitlin y dijo algo de que estaba así cuando llegó. Juraría que la voz que escuchaba era de algún hombre. Al colgarlo, sonrió al teléfono y miró al campeón.

-¿Con quién hablabas? –le preguntó Alder levantando una ceja.

-¿Celos? –dijo Cynthia con una sonrisa mientras le daba otro trago a su vaso de cartón con leche de chocolate.

La reacción del campeón fue verla, poner su mano debajo de su pelo en su espalda y en un segundo levantarla pasando todo el cabello largo de la campeona a su cara. Ya que estaba tomando mientras realizó dicha acción, paró un poco de chocolate en su propio cabello.

A pocas calles se encontraban la Profesora Juniper y Looker caminando por las calles de Castelia. Cuando llegaron al parque se sentaron en la fuente que había y finalmente comenzaron a tomar sus cafés tranquilos.

-¿Tú crees que nos hayan descubierto? –le preguntó la Profesora Juniper a Looker.

-No lo creo, -dijo Looker dándole un trago a su café, notando que tenía leche en exceso suponiendo que había tomado el equivocado-. Ahora que lo recuerdo… ¿Denise? ¿En serio?

-B-bueno, recuerda que Hilda te presentó como su tío Denise cuando llegaste a Unova por primera vez, -dijo medio riéndose-. Aunque también te presentó como Gladys, Olga, Irma, Glinda…

-Oh la joven Hilda, ya que no le decía mi nombre verdadero le pareció más lógico presentarme con nombres de mujeres, pensando que tarde o temprano le diría mi nombre, -dijo Looker mientras miraba al cielo y recordaba las aventuras que tuvo con la joven entrenadora persiguiendo a los Seven Sages por toda la región-. En verdad es una jovencita especial…

-Lo es… -cuando Juniper le dio un trago a su café, puso una cara de disgusto y miró el vaso sorprendida-. ¡Este es un café solo negro! Creo que te dieron el incorrecto.

-¿Segura? ¿Por qué no revisas el nombre que pusieron? –Dijo Looker con una sonrisa mientras leía que en el suyo decía Aurea-. Ahora está de moda poner el nombre del cliente en los vasos en todas las cafeterías…

-Definitivamente nos dieron el incorrecto, -dijo Juniper observando el envase-, este le pusieron el nombre Jean Darvell y…

-Gracias, -le interrumpió Looker mientras le intercambiaba el vaso-, ese es el mío entonces.

Justo en ese instante, Juniper lo miró sorprendida ya que eso solo podía significar una cosa. Estaba tan sorprendida que tenía la boca abierta y lo observaba casi paralizada apuntándolo con su dedo.

-Te dije que hoy te diría algo importante, porque después de todo, -Looker le dio un beso en la mejilla y se levantó-. Tú eres muy importante para mi… ¿quieres ir a un lugar menos ruidoso?

-P-por supuesto… -dijo Juniper con mucha pena por haber reaccionado así-. Así que… ¿francés?

-Bueno… sí… -dijo Looker con dificultad ya que le incomodaba un poco hablar sobre él, ya que estaba acostumbrado en mantenerlo como un secreto por su trabajo.

-Así que… -dijo Juniper tratando de adivinar-, no eres de Kanto, Johto, Hoenn, Sinnoh o Unova… ¿cierto?

-Cierto, -le dijo Looker un poco sorprendido de ver las habilidades de la profesora.

-Tampoco eres de Orre, Fiore, Almia u Oblivia… -dijo Juniper muy segura de lo que decía-. Solo me queda una región… en donde se habla francés…

-Magnifico, tienes una intuición magnifica, -dijo Looker a la Profesora Juniper.

-Algo aprendí de usted… -dijo un poco sonrojada Juniper mientras le daba un trago a su vaso.

Regresando con los campeones, después de que Cynthia se arreglara el cabello claro. Se encontraban ambos caminando por la ciudad ya que la campeona insistía en quedarse más tiempo antes de regresar al trabajo.

-¿Qué ruinas estás examinando ahora? –le preguntó Alder.

-Unas en Undella Bay, -respondió Cynthia mientras miraba al cielo y suspiraba-. Me pregunto en dónde estará Cyrus ahora…

Después de haber tirado los envases vacíos en un basurero, ambos campeones se dirigieron una vez más a las costas de Castelia, en donde habían unas barandas las cuales la campeona apoyó sus brazos.

-Sabes, hay veces que me pregunto lo mismo de N… -dijo el campeón mientras se apoyaba en las barandas a su lado-. Pero luego pienso que él, al igual que Cyrus, ya no son una amenaza…

-¿Pero…? –dijo Cynthia notando preocupación en su mirada.

-Ghetsis… ese hombre sí me preocupa, -dijo Alder mirando al cielo también-. Logró escapar cuando Cheren y yo lo llevábamos con la policía… ese trío de ninjas o lo que sean… son peligrosos al igual que él…

-Sabes, no debes de preocuparte-, le respondió Cynthia.

-¿Por qué no? –cuestionó el campeón mientras cruzaba sus brazos y miraba a la campeona.

-Bueno… si no fuera por ellos, Team Plasma, jamás habrías conocido a esos niños de Nuevama y también jamás se les hubiera presentado la necesidad de ser más fuertes-, Cynthia sonrió y miró al cielo con más esperanzas-. Jamás hubieras pensado en regresar al Battle Frontier y muchas puertas jamás habrían sido abiertas… solo piensa en cuántas más te esperarán si algún día regresa Ghetsis o el Team Plasma.

Alder miró el cielo también más animado ya que, después de todo, tenía razón Cynthia. Puso una mano en la espalda de la campeona y ella juró que le haría alguna inmadurez. Pero… no hizo nada, la dejó descansando en su espalda pacíficamente.

-Gracias Cynthia, en verdad te lo agradezco… -después la soltó y miró al mar con tristeza-. Si tan solo Benga pensara así…

-¿Todo bien con tu nieto? –le preguntó la campeona notando tristeza en su rostro.

-La verdad, no… -Alder sacó de su bolsillo del pantalón dos cartas las cuales tenían escrito "Para mi Pequeña y Querida Iris"; "Para mi Amado y Queridísimo Benga" -. Pero estoy pensando en un plan para arreglar lo que hace años se arruinó…

Cynthia miró preocupada a Alder, sabía que para él era muy difícil hablar de sus sentimientos o de su vida. La triste verdad es que el campeón (además de ser viudo) tenía un pasado un poco trágico en donde su hijo y su nuera murieron en un accidente terrible hace años, dejándolo con su nieto como su única familia. Y después de perder a casi toda su familia, perdió a su primer Pokemón quien murió de una terrible enfermedad. Cuando Alder notó la preocupación en la mirada de su amiga, guardó ambas cartas y sonrió.

-No quiero sonar pesado o maleducado, Ricitos, ¿pero no deberías de estar desempacando si llegaste ayer en la madrugada a Unova?

-Me encantaría, pero cuando llegué a la villa era un desastre, -dijo la campeona un poco molesta-. Escuché como Skyla tuvo la villa hace unos días e hizo una fiesta, pero por Arceus Alder, parecía como si hubiera pasado un cataclismo allá adentro.

-¿Así de salvaje la fiesta? –preguntó riéndose.

-Lo suficiente como para no poder desempacar mis cosas… -Cynthia miró al cielo y sonrió-. Además, un milagro finalmente ocurrirá en esa villa en cualquier momento…

Alder le sonrió, Cynthia por alguna razón no sintió la necesidad de insultarlo o burlarse de él. La verdad, en estos momentos, todo parecía estar perfectamente pacífico. Una paz que, incluso con la personalidad de la campeona, no quería interrumpir.

(Undella Town)

Caitlin se encontraba volando por los cielos de la hermosa playa con su Metagross, pues había recibido una llamada de Cynthia que le anunciaba su llegada y que también hubo un pequeño inconveniente con su villa.

Sabía que no le debía prestar a Skyla mi casa para hacer su fiesta con pilotos –pensó molesta Caitlin.

El inconveniente fue que, citando las palabras de la campeona, parecía que un tornado había azotado el lugar y que todo estaba desordenado y sucio. Caitlin rezaba que no le hayan roto nada y para colmos había dejado su caja musical en la villa para enseñársela a sus amigos líderes de gimnasio. Tomó la llave dorada que colgaba en su pecho y pensó en Darach… cuánto lo extrañaba…

Cuando tocó la blanca arena que daba a su villa, regresó a su Metagross y observó su casa. Se podía imaginar los sillones manchados, los cojines desparramados, rezaba por no encontrar vómito en alguna parte y todo seguramente estaría hecho un desastre. El ambiente continuaba un poco frío, obligándola a usar un vestido más abrigado y dejó su gorro de dormir en su habitación en la Liga ya que prefería lucir el hermoso broche que le regaló Marley.

Fue cuando colocó la llave y abrió la puerta que sintió un gran susto. Todo estaba perfectamente limpio… ¡incluso más limpio que nunca! Los sillones perfectamente bien alineados, las decoraciones recién pulidas… pero fue cuando escuchó una dulce melodía proveniente de una caja de música que comenzó a correr por el salón de la villa hacia donde provenía el sonido, la terraza.

La pequeña caja de color café quemado estaba abierta, en donde se podía ver a un pequeño Kirlia bailando sobre la caja musical. Asustada pensó que solamente ella tenía la llave en Unova… a no ser…

Levantó su mirada y ahí estaba… parado observando el mar una figura alta y definida, usando solamente un pantalón azul y una camisa blanca de seda y manga larga (la cual estaba remangada). Estaba de espaldas y Caitlin caminó hacia la figura con cabello negro y una franja de cabello rubio, sabiendo en su alma quién era…

-¿D-darach?

El Valet se dio la vuelta sorprendido, pudo ver en su camisa blanca el pin plateado y ya que tenía un botón desabrochado, pudo ver su llave dorada con el zafiro colgando en su pecho-. Feliz año nuevo… Caitlin…

-Feliz año nuevo, -dijo Caitlin quien se derritió al ver su sonrisa, pero sorprendida de verlo-. ¿Q-qué haces aquí?

-Verás… con todas las tormentas que hubo en Sinnoh, no pude enviarte tu regalo, -Darach sacó de su bolsillo de atrás una pequeña caja y se la entregó a su Lady-. Feliz Navidad…

Caitlin, todavía creyendo que estaba soñando, tomó la caja y la abrió. Era una pulsera plateada en donde tenía colgado un dije extraño… al ver más de cerca el dije se dio cuenta que era un guardapelo. Al abrirlo, tenía una foto de ella y Darach.

-¿Esta foto es cuando…?

-Así es, -dijo Darach interrumpiéndola-, fue en su fiesta de cumpleaños de este año… es decir, el año pasado. Thorton la tomó sin que nos diéramos cuenta… aunque debo decirlo, me gustó mucho.

Al ver la fotografía, notó que era cuando estaban bailando el Vals de Cenicienta. Justo momentos antes que Peter Compota lo arruinara todo, pero no pensó en eso sino cuánto disfrutó ese momento.

-Aunque… también… -Darach se acercó a Caitlin y tomó sus manos, después se paró centímetros de su pequeño cuerpo sintiendo su respiración-. Me vi obligado a limpiar la villa… ya que era un asco cuando entré…

-Darach… yo… tú… -Caitlin tenía tanto en su mente, pero no parecía poder sacar una pequeña parte de lo que quería decir por lo nerviosa que estaba-. ¿Qué haces aquí?

-Bueno… hubo algo que no te dije durante todo este tiempo… -Darach inhaló y exhaló, estaba nervioso, le acaricio cariñosamente su cabello-. Desde hace unos años… yo… he sentido cosas y esas cosas son algo bueno… sus poderes no me asustan, más bien eso te hace especial… me refiero, lo que quiero decir es que yo…

Fue interrumpido cuando Caitlin se lanzó a sus brazos y sus labios se toparon, atrapándolo entonces en un beso. El beso fue tierno, fue lento y con todo el cariño del mundo Darach respondió a él cerrando sus ojos y besándola de regreso. Cuando finalmente se separaron, Caitlin puso una mano en su rostro y Darach sonrió mientras la abrazaba.

-Yo también te amo Darach…

Después cerró sus ojos y se volvieron a besar otra vez. Con sus brazos rodeando su cuerpo y con sus labios en los suyos, supo Darach que esto era el comienzo de una bella relación. Y es así como el capítulo en las vidas de Darach y Caitlin fue cerrado, con un beso. Pero a la vez, comenzaron otro que los acompañaría por el resto de sus vidas. Se separaron una vez más y Darach dijo después de besarle la frente:

-Te amo, Caitlin Percila…

Cuando la Maestra de los Pokemons Psíquicos escuchó esas palabras de Darach, creyó en los milagros. No pudo evitar sonreír y volver a besarlo.

Jamás en el Battle Castle se olvidará la hermosa historia de amor que estuvo presentes ante todos. Una en donde un Valet se enamoró perdidamente de una princesa. Después de cruzar fronteras entre mundos y dimensiones, luchar contra enemigos tan fuertes como los demonios del infierno y los sacrificios de luchadores poderosos; triunfaron. Y la princesa, por amor, se alejó de él para protegerlo de ella misma. Pero fue el mismo amor, el amor de un padre quien creyó en los finales felices y compró un boleto solamente de ida para Unova, le dio el valor a su hijo para perseguirla.

Caitlin no necesitaba mirar atrás para saber lo lejos que llegó. Pasó de ser una princesa atrapada en una caja de cristal a ser una miembro de la Elite Four de Unova. Pero en todos estos años siempre tuvo a alguien quien le enseñó que la fe no era ciega y que para volar alto, no necesariamente necesitaba alas… sino un alguien que la animara. Alguien quien siempre le dijo que tener todo a tu favor solo es el camino a la desilusión, pero saber la diferencia entre lo que es posible e imposible te daba la oportunidad a un mejor camino. Con Darach en sus brazos, amigos esperándola en la Liga Pokemón y con poderes que la hacían especial, Caitlin sintió que todo viene a su tiempo… y cuando este llega, es necesario recibirlo con tus brazos abiertos.

Finalmente puedo terminar esta historia con una creencia para todos aquellos quienes no creen en el amor, en la amistad, la aventura y en la perseverancia: los milagros ocurren.

Monedas Recolectadas (cuenta final): 101

Facultades retadas y/o vencidas: 05

Epílogo, Dos años después…

El día que Alder partió fue el día más hermoso, pero a la vez, fue el más triste de nuestras vidas. El esplendor del Victory Road brillaba con una luz radiante y hermosa, la cual anunciaba el próximo amanecer del día y el de nuestras vidas. Pero para nuestras almas de ideales y el corazón de verdad, fue el día más triste de todos…

Estaba con Caitlin al principio y por un momento pensé que Marshal y Grimsley no se presentarían, pues de nosotros cuatro, ellos dos no soportan las despedidas. Extrañamente llegaron a los pocos minutos de esperar, pero todavía Alder seguía sin aparecer…

Tomé el brazo de mi amado Marshal y contemplé la vista, la entrada de la liga pueda que signifique la entrada a un nuevo reto, pero para nosotros significó la despedida de un amado amigo. Finalmente apareció, con un bolso enorme de ropa colgado en su hombro bajando lentamente cada escalón y cada uno lo contemplaba con nostalgia y tristeza. En sus ojos se podían ver todo el cariño que le dedicó a cada paso y cuando finalmente levantó su vista y nos miró, dejó el bolso de ropa en el suelo; inhaló y exhaló diciendo:

-Hasta pronto, mis queridos amigos… mi trabajo aquí ha terminado…

Estábamos formando una línea; Grimsley, Caitlin, yo y Marshal listos para despedirnos del hombre que le debíamos todo… Nuestro éxito, nuestra fuerza… nuestros sueños… Primero se despidió de Grimsley, quien solamente lo abrazó y extrañamente, el sínico Maestro de Pokemons Oscuros no se esforzó para no llorar, simplemente lo hizo sin retenerse…

-Cada vez que abras una galleta de la fortuna, -dijo Alder todavía abrazándolo-, quiero que pienses que yo podría estar detrás de esa frase…

-N-no, -dijo Grimsley todavía llorando-, seguramente sería un autor frustrado sin… sin ideas que robó tus palabras…

Alder se rió y lo soltó, lo miró una vez más y le revolvió el cabello sabiendo lo mucho que Grimsley odia que le hagan dicha acción. No lloraba, pero tampoco se reía. Después se acercó a Caitlin, quien ya estuvo llorando desde el momento que lo vio bajar las escaleras y lo abrazó.

-No sé qué haré sin ti, -dijo Caitlin llorando y enterrando su rostro en su poncho blanco-, tú me ayudaste, tú me salvaste, tú…

-Yo siempre estaré contigo, pero cuando no lo esté, -Alder la miró y ella a él-, quiero que vayas con Faracha, por algo es tu novio.

Caitlin sonrió y negó con su cabeza, todavía llorando supo entonces que intencionalmente olvidó su nombre para hacerla reír. Yo era la siguiente, tratando de retener mis lágrimas sin éxito ya que todo lo que no salía por mis ojos salía por mi nariz… Alder me miró triste y me dijo:

-Shauntal… por favor no llores, -me abrazó y sentí una de sus lágrimas caer sobre mi cuero cabelludo morado-. Si tú lloras, yo también lloro… y que todos estén llorando no ayuda…

-Siempre supe que este día llegaría; pero al mismo tiempo, no sabía que este llegaría-, yo continuaba llorando ya que mis sentimientos son frágiles al despedirme de un amado amigo.

-Cuida a Marshal por mí-, me dijo tristemente.

Cuando me soltó, me sonrió y me presionó juguetonamente mi nariz. Después miró a Marshal y lo abrazó mientras una lágrima recorría su rostro, ninguno de los dos compartieron palabras… ¿qué decirle a tu amado hermano cuando un adiós no parece ser suficiente? Al separarse de él, volvió a tomar su bolso de ropa y se lo colgó en su espalda secándose sus lágrimas, nos miró a los cuatro y dijo reteniendo sus lágrimas:

-Quiero que me recuerden yéndome con una sonrisa, sonrío porque estoy orgulloso de todo lo que fueron, de lo que son y lo que serán mañana en este nuevo amanecer… Una nueva campeona tomará mi lugar y quiero que Iris florezca bajo su cuidado… de la misma forma que ustedes florecieron… Hasta pronto… mis queridos hijos…

Finalmente se dio la vuelta y comenzó a caminar, desapareciendo bajo la luz del sol que salía del horizonte, después vimos a un Volcarona recorrer los cielos del amanecer que se encontró con otro Pokemón de la misma especie… pero mucho más pequeño y con un niño en su espalda… sonreí al ver que era Benga esperando a su abuelo…

Los cuatro nos quedamos ahí, observando cómo se alejaba en el horizonte. Grimsley se dio la vuelta y le dio un empujoncito a Catilin diciendo:

-¿Qué le quieren enseñar primero? ¿Tú copia del Old Chateau, tu cuarto de la Bella Durmiente, el ring sudoroso de Marshal o mi réplica pirata de la Familia Adams?

Confundidos nos dimos la vuelta y hasta arriba de las escaleras, parada con inseguridad y valentía frente a la estatua la nueva campeona: Iris Lysander. Su cabello había crecido mucho y ahora llevaba un vestido que la hacía ver como una princesa… La contemplamos y yo solo pude observar cada detalle de su hermosa ropa… luego no pude evitar sonreír y decirle:

-Me encanta tu vestido… ¿cuál es su historia?

Grimsley se secó unas lágrimas y sonrió mientras que Marshal me abrazó con un brazo y Caitlin compartió una pequeña risa, todos sonreímos al recordar la historia que nos esperaba, aquella que recién comenzó cuando subimos las escaleras para encontrarnos frente a frente con nuestra nueva campeona Iris. Nuestra nueva esperanza, nuestra nueva campeona… nuestra nueva hermana… Fronteras esperarían a ser cruzadas y nuevas historias para luego compartirlas con aquel campeón quien nos dejó su legado plantado en nuestras almas y cosechado en nuestros corazones… Quien con toda la melancolía, lo recordaríamos con una sonrisa… lo recordaremos valiente mientras cruzábamos las fronteras del horizonte para encontrarnos con una nueva aventura la cual nos esperaba en el pasado de nuestra amada Caitlin, quien con todo su amor, nos trajo un nuevo futuro… uno en donde ahora Iris, la nueva campeona de la región de Unova, tomaría parte… y todo comenzaría, compartiendo la historia de su hermoso vestido… de una hermosa campeona…

El Fin…

BELLE-BW03