Mi primer Beso

Bla-bla-bla dialogo

Bla-bla-bla pensamientos

Una nueva y breve historia, para variar SasuSaku jajaja…

Una pequeña aclaración, esto se da cuando ellos aún son gennins :) es algo más tierno

Sin más espero que disfruten de mi historia :)

Encuentros accidentales

Si había algo que era de conocimiento público en la villa de Konoha, es que Naruto no era el gennin más inteligente de su generación. No había quien desconociese sus desventuras en las misiones de bajo rango, o sus torpezas al momento de intentar alguna proeza en el campo de batalla. Sumado a ello, no era de extrañar que sus estrategias no fuesen las más brillantes, sin embargo, no dejaba de ser cierto y destacable que si había una cosa que Naruto Uzumaki sabía hacer, era improvisar… más aún cuando uno de sus planes no resultaban como había deseado.

Y esta cualidad se comprobaría una vez más aquella mañana.

Porque aquel chiquillo hiperactivo y de desordenados cabellos, se había hecho una promesa… o más bien, se había planteado un desafío.

Él también besaría los labios de su amada Sakura Haruno.

Así que, con esa convicción en su pequeña y aún algo ingenua mentecilla, procedió a hacer trabajar cada neurona de su cerebro para concretar su anhelado deseo y de paso librar a su compañera del asqueroso sabor de los labios de su amigo y rival, Sasuke-teme – creo que está demás decir el por qué aseveraba aquello. Aunque si de verdad necesitan una pista, solo puedo mencionarles que el mero recuerdo asociado a los labios de Uchiha lo estremecía por completo, revolviéndole el estómago y obligándolo a emplear enjuague bucal en más ocasiones de las que acostumbraba en el día.

Por ese incidente y obviamente, por el inmenso amor y devoción que sentía hacia Sakura, decidió poner en marcha su astuto plan, con el fin de conseguir dos cosas… primero, lograría borrar de su memoria aquel desagradable momento y segundo, podría reemplazarlo por el recuerdo del suave sabor a cereza de los labios de su compañera, que por razones que aún no lograba comprender del todo, estaba embobada por los "encantos" de Sasuke.

Asintió con total decisión, sintiéndose confiado y con el valor necesario para iniciar su estrategia; si tenía suerte, esa misma noche lograría conseguir todos sus propósitos.

Una sonrisa zorruna se apoderó de sus labios y sin borrarla bajo ninguna circunstancia, se apresuró para llegar lo antes posible a la entrada de la villa.

Llegó hasta la Alameda que dirigía hasta la entrada del parque central del pueblo, punto que le daba a entender que ya estaba cada vez más cerca de su destino. Comenzó a silbar, con sus manos tras la nuca y la mirada perdida, sin mayor preocupación, disfrutando del suave susurro de los álamos que se deslizaban por su lado hasta que repentinamente a su campo visual llegó el llamativo color de los cabellos de su compañera. No pudo evitar detenerse mientras su corazón iniciaba una carrera de palpitaciones estrepitosas que hicieron que parte de su sangre se dirigiera hasta sus mejillas. Ella estaba sola, observando el cielo, aún sin reparar en su presencia debido a la distancia que aún los separaba. Cuando logró regularizar las cabalgatas de su corazón retomó su andar, y su sonrisa volvió a aparecer. Todo indicaba que hoy era su día de suerte.

Aceleró el paso, saliendo por fin de la larga hilera de álamos que dividía el parque en dos caminos hacia la aldea, sin percatarse de la presencia que aparecía en el camino contiguo. Alzó la mano con toda la intención de llamar la atención de su amada, pero una oscura y densa sensación lo detuvo. Ladeó el rostro apenas, encontrándose con la oscura mirada de Sasuke, el cual lo observaba inexpresivo e indiferente… como siempre. Por inercia los dos detuvieron sus pasos en una sincronía realmente perfecta, sin romper el tenso contacto visual. Naruto frunció el ceño a la vez que una mueca de desagrado surcaba por su rostro. Desde aquel día del beso entre sus compañeros y de la revelación de Uchiha respecto al sabor de los labios de la pequeña Haruno, el kitsune no podía evitar mostrarse aún irritado y desagradado por su presencia… y toda esa hostilidad se mantenía hasta que Kakashi llegaba y los obligaba a iniciar sus misiones o entrenamientos. Sin embargo, para sorpresa del azabache, aquella mueca cargada de disgusto duró solo un par de segundos.

Sasuke, quien ya estaba más que acostumbrado a las tonterías y niñerías de Naruto, arqueó una ceja contrariado, sobretodo al percibir que la mirada azulina no emanaba esa chispa hostil hacia su persona… y se sintió aún más confundido cuando una maliciosa sonrisa comenzó a surcar los labios de su compañero, llegando al punto de mostrar su dentadura.

Sin poderlo evitar, un extraño escalofrío recorrió su espalda, acompañado de una punzada justo a la altura de la boca del estómago. Era… como si presintiese algo…

- ¿Qué se trae este idiota?… - pensó, sin despegar su oscura mirada de Naruto, el cual no borraba su maliciosa mueca

Como si se hubieran puesto de acuerdo telepáticamente, emprendieron camino, otorgándose breves y desafiantes miradas por el rabillo del ojo e ignorando por completo que su compañera los observaba con curiosidad desde la distancia.

La joven se levantó para recibir a sus compañeros con una sonrisa, pero dicha se desvaneció al ver la densa capa de tensión que rodeaba al par. Alternó su atención en ambos, sin pasar por alto su estremecimiento al notar sus auras de combate algo más altas de lo habitual. Suspiró e intentó ignorar como los escalofríos se hacían cada vez más fuertes… aunque sabía que no era precisamente por sentirse atemorizada, sino más bien, porque el ladrón responsable de su primer beso se aproximaba cada vez más.

Agachó la cabeza, justo en el instante en que sus compañeros llegaban a su lado. Repentinamente, el pudor se apoderó de ella… siendo que ya lo había superado… o al menos eso pensaba.

Apenas alzó la vista para observarlos. Azul y negro, enfrentados de una manera que daba pie para cuestionar hasta qué punto la competitividad de ese par estaba dentro de lo que se consideraba sano…

Bufó casi con exasperación, rogando al cielo porque su sensei llegase pronto pues tenía la ligera impresión de que ese sería un día muy largo.

Esperó pacientemente a que alguno dijese algo, pero estaban tan ocupados mutilándose con los ojos que prefirió ser ella quien rompiese el silencio…

Carraspeó, logrando que casi al instante los onix y los zafiros se posaran en ella - Eh… ¿Buenos días?... – saludó, arqueando una ceja.

Sasuke frunció el ceño cuando su atención inevitablemente se centró en los labios de la joven. Se crispó y desvió el rostro para evitar la expectante mirada jade que últimamente lo ponía nervioso, sin razón aparente.

-Buenos días… -musitó taciturno. Una rápida ráfaga pasó por su lado y no tardó en vislumbrar un brillo rubio deslizándose frente a él. Miró a su compañero con cierta curiosidad, sobre todo cuando percibió un brillo malicioso en sus ojos… eso no era nada bueno - ¿Qué pasa con este idiota?…

- ¡Buenos días, Sakura-chan! - espetó con su típico entusiasmo, esbozando una radiante sonrisa - Hoy te ves muy linda, dattebayo…

Sakura alzó ambas cejas. No es que no estuviese acostumbrada a los halagos de Naruto pero… desde aquel incidente, el rubio era reticente a hacerle algún cumplido. Sonrió ligeramente, disipando aquellas ideas suyas. Naruto, después de todo, nunca cambiaría

-Pues… gracias… supongo.

Uzumaki asintió enérgico y aprovechando la breve distracción de la joven, le devolvió la mirada a Sasuke, el cual estrechó los ojos- Buenos días para ti también, Sasuke-teme…

Uchiha no respondió, sólo se abstuvo de reposar su cuerpo en el gran pilar de la entrada mientras desviaba su atención al cielo. Era un intento por ignorar esa extraña sensación de alerta que lo estaba inquietando desde que se había encontrado con Naruto.

Era extraño. Jamás se había sentido así antes… era… era como si algo le dijera que el idiota de su amigo pretendía quitarle algo… algo que le pertenecía. Negó y soltó una seca carcajada en su foro interno. Era absurdo… además, ¿qué podría ser? ¿Algún arma? ¿Un pergamino? ¿Su comida?

No, definitivamente no era nada de eso y de ser así tampoco es que fuera algo tan importante como para provocarle esa desagradable sensación que le quemaba el estómago.

Volvió a mirar al frente y arrugó el ceño ante la escena. Naruto, ignorante de todo lo que estaba incomodándole hablaba animadamente con Sakura, la cual reía por sus bromas y comentarios, que curiosamente, tenían ciertas indirectas respecto a su aspecto. Sasuke arqueó una ceja… ¿Acaso ese usuratokanchi estaba… coqueteando con Sakura?

La chica repentinamente esbozó una tímida sonrisa, acompañada con un notorio sonrojo, logrando que el rubio le devolviese el gesto con un aire más… ¿seductor?, y fingiendo total inocencia, espetó- ¿Acaba de salir el sol o me has sonreído, Sakura-chan?

Sasuke tuvo que sujetarse del pilar para no caer por la sorpresa. Miró al rubio casi con estupefacción. Sí, definitivamente el idiota de Naruto le estaba coqueteando a Sakura, y ella… ¡parecía estar encantada por la situación!

El menor de los Uchiha observaba perplejo la escena… ¿Por qué?

A ella nunca le había interesado oír las insinuaciones del perdedor ese porque a ella no le interesaba ese usuratokanchi… ¿o si?

Se removió inquieto, tratando de ignorar el picor que comenzaba a deslizarse desde su estómago hasta su garganta. La sola idea de que la joven de cabellos rosas estuviese disfrutando de sus halagos, le enfermaba.

-Usuratokanchi… -siseó entre dientes, lo suficientemente audible como para distraerlo. Con satisfacción vio como los ojos del rubio se posaban en él cargado de ira…

Bingo. Aquel apodo era clave si querías que Uzumaki Naruto perdiese los estribos

- ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames usuratokanchi, t-e-m-e?!

Se enfrascaron en una ola de insultos en donde los "dobe" y "teme" volaban de un extremo a otro. Sakura los observaba con aburrimiento, tratando de ignorar el palpitar de sus sienes que anunciaban una futura jaqueca.

Gracias a Dios, su tortura no duró mucho. A los pocos minutos apareció Kakashi, en una densa cortina de humo, alzando su mano en un intento de saludo afable.

-¡Yoh! Lamento la tardanza, es que me perdí en el camino de la vida…

Sus tres alumnos le entregaron una fría mirada y luego suspiraron. Esa mañana no tenían ánimos como para reclamar más nada.

Kakashi no tardó en explicarles entonces en qué consistía su misión. Era algo ABSURDAMENTE sencillo. Sólo entregar un pergamino en la aldea vecina, cosa de una mañana. Partieron con la sólida idea de que al volver, se tomarían la tarde libre.

El sensei se encogió de hombros y tal como habituaba, se perdió en la lectura de su novela, riendo y sonrojándose de vez en cuando. Sasuke bufó al verlo e intentaba responder ¿cómo siendo un pervertido de primera podía ser tan buen jounnin?

Desistió de aquello y volvió a concentrarse en el camino, o más bien, en la pareja que caminaba frente a él. Naruto no había perdido tiempo. Apenas si dieron dos pasos fuera de la villa se había colocado junto a Sakura para a hablar de trivialidades. Sasuke gruñó, aún más cuando notó que hasta el propio Kakashi se distraía de su libro para mirar la curiosa escena que se daba frente a ellos… y es que cualquiera que lo viese no podría creerlo.

Sakura se estaba riendo y aún más desconcertante… ¡se sonrojaba! debido a los oportunos y precisos halagos del Uzumaki, en vez de gruñir y golpear al chico por sus estúpidos e inoportunos intentos de cortejo…

Sí, definitivamente ahí había algo extraño… y que merecía más atención que su icha-icha.

Sasuke gruñó, sin percatarse de la escudriñadora mirada de su maestro, el cual apenas podía ocultar la maliciosa sonrisa que se formaba bajo su máscara.

- Chicas. Un par de palabras bonitas y se derriten… -pensó malhumorado el azabache, fulminando la nuca del rubio

Pero lo que lo tenía así de incómodo y molesto, no era el hecho de que Naruto estuviese lanzando cumplidos a la joven. No que va… lo que a Sasuke le molestaba era que Sakura no reaccionase como siempre. Si bien, a veces se ruborizaba por algún cumplido de alguno de los jóvenes que pasaban por su lado, jamás reaccionaba así ante el estúpido de su compañero… ¡eso era antinaruta! Iba en contra de lo que era ella…

Así que algo debía estar mal. De seguro Sakura se debía sentir… enferma aquella mañana. Sí, eso debe ser, no había otra explicación lógica. Desde el instante que esa idea surcó su mente, algo en su interior le dijo –o más bien le gritó- que no podía permitir que eso siguiera ocurriendo. No, definitivamente no podía porque no era correcto que ella se sonrojase por culpa de Naruto.

No, ella no debía hacerlo.

Así que al igual que Naruto, se colocó junto a la chica quien no tardó en mirarle e ignorar por completo al rubio, logrando que los zafiros lo fulminasen con rencor. Él sonrió socarrón, ocultándose bajo el cuello de su camiseta, sobre todo al ver que los jades brillaban con intensidad ante su propia decisión de acercarse… aún después de aquel incidente de hace dos semanas.

Kakashi observaba todo tras el refugio de su libro, riendo por lo bajo al notar los camuflados intentos de boicot por parte del menor de los Uchiha hacia las estrategias de conquista del Uzumaki.

Sí, no cabía duda que eso era mucho más divertido que su icha-icha… al menos por el momento.

La misión solo fue algo de un par de horas. Ir y volver, así que se tomaron un tiempo para holgazanear cerca de un claro. Kakashi se mantuvo bajo el refugio de la copa de un árbol, leyendo desinteresadamente su libro, aunque su mirada viajaba fugazmente hacia sus alumnos.

Naruto parecía haberse rendido en sus intentos por llamar la atención de Sakura luego de que Sasuke "accidentalmente" rozase la mano de la joven para quitarle el pergamino y entregárselo a su dueño. Desde allí la Haruno no despegaba su mirada de él e ignoraba olímpicamente todo lo que el rubio decía.

Pasaron un par de horas. Sus alumnos mataron el tiempo refrescándose en el riachuelo hasta que el cansancio los venció y los hizo caer rendidos bajo la sombra de unos árboles hasta que se quedaron dormidos. Kakashi se encogió de hombros y colocó su libro sobre su rostro dispuesto a imitarlos… de vez en cuando él también merecía un descanso.

Pasaron unos largos minutos antes los orbes azules se entreabrieran para examinar los alrededores. Miró a su rival, quien dormía apoyado en el tronco de un roble que se encontraba junto a Sakura. Sonrió. Volvió su atención a su sensei, el cual se hallaba con el libro sobre su rostro… clara señal de que también había sucumbido al sueño. Finalmente sus ojos se posaron en la pequeña kunoichi que dormía sobre la hierba justo en medio de él y Sasuke-teme.

Se acercó a gatas para observarla detenidamente.

Su rostro era idéntico al de una muñequita de porcelana: suave, lozano, níveo, totalmente perfecto… su cabello, tan rosadamente llamativo y exótico, sedoso y brillante, con un suave aroma a jazmín que lo aturdía…. sus ojos, ahora cerrados, siempre le habían encantado, sobre todo por ese brillo cargado de vitalidad, con un dejo de malicia y fiereza que los hacía intensos…

Y finalmente…

Tragó con dolor, sintiendo su cuerpo temblar al ver sus labios rosáceos entreabiertos, invitándolo a que los probara…

Ahí estaban los culpables de sus insomnios, de sus constantes cuestionamientos y de las locas ideas que surcaban por su cabeza cada vez que recordaba las palabras del Uchiha…

- Cereza… Sasuke-teme dijo que los labios de Sakura saben a cereza…- pensó, mientras de manera inconciente se relamía los suyos

Su sonrojo aumentó ante la idea que empezaba a invadir su mente, así que ignoro la vocecilla que le decía que siguiera con su plan de conquista. ¡Bah! De todas formas éste se había ido al caño desde que Sasuke se le ocurrió la fantástica idea de tocar a Sakura.

Asintió para autoconvencerse. Había llegado la hora de improvisar… porque ya no aguantaba más la incertidumbre, en esos momentos él deseaba comprobar si las palabras de su amigo eran ciertas…

Se acercó lentamente a ella hasta que sus labios estuvieron a milímetros de distancia, al punto que podía sentir el suave aliento de la joven golpeándolo e intoxicándolo de aquel aroma… a cereza.

Solo faltaba un impulso para romper con la distancia, y él estaba dispuesto a quebrarlo si no hubiese sido por una piedra que golpeó fuertemente su mejilla, al extremo que lo lanzó lejos de la chica.

Se enderezó a duras penas mascullando incoherentes insultos - ¡itte!… - siseó mientras se acariciaba la zona golpeada, que ya estaba completamente hinchada y amoratada. Sus ojos no tardaron en buscar a su atacante, encontrándose con los posos oscuros de Uchiha que parecían estar aniquilándolo con una frialdad mucho más intensa a la cual estaba acostumbrado

Tembló. En esos instantes Sasuke desprendía un aura asesina que lo hacía ver… aterrador, más de lo normal….

- ¿Qué se supone que haces, usuratokanchi…? - masculló entre dientes, casi en un siseo que le produjo escalofrío

- N-no s-sé d-de lo qu-que… ha-blas… - tartamudeó el chico, levantándose de un salto

Sasuke afiló su mirada mientras daba un paso, al mismo tiempo que Naruto retrocedía otro - No mientas, te acabo de ver, ibas a aprovecharte de Sakura…

- ¡¿eh?! - el rubio miró a su compañera quien seguía durmiendo, aunque arrugó un poco el ceño al escuchar su chillido

Ambos esperaron a ver los jades asomándose por sus parpados, pero eso no ocurrió. Ella se acomodó y balbuceó algo entre sueños logrando que Naruto volviese a respirar.

- No digas tonterías… - susurró luego de asegurarse de que no hubiese peligro alguno

Sasuke alzó la barbilla, sin desviar su mirada gélida de su victima - ¿Me vas a negar que estuviste a punto de besarla?

- ¡Y eso a ti que te importa!

Uchiha dio un salto procurando ser una suerte de escudo que le impidiese acercarse a la joven durmiente. Sus ojos lo observaban de manera inquisidora, logrando que Naruto sudase frío - Pensé que te gustaba jugar limpio, dobe… lo que estabas por hacer es demasiado bajo…

Uzumaki gruñó mientras se desordenaba el cabello con exasperación - ¡Lo sé, dattebayo! ¡Pero es que no pude resistirlo también quiero probarlos!

Sasuke se sonrojó, pero no de vergüenza, sino de rabia. Naruto tenía la desfachatez de gritarle en la cara que deseaba probar algo que le pertenecía.

Obviamente que ese pensamiento fue ajeno de su conciencia, pues estaba tan cabreado con su "amigo" que no tuvo tiempo de reparar en lo absurdo que resultaba pensar en que Sakura pudiese pertenecerle. Porque obviamente ella no era suya y él no estaba celoso ante la idea de que otro chico pudiese besarla. No, eso jamás pasó por la mente de Sasuke Uchiha- nótese el sarcasmo por favor.

- Eres un idiota… - masculló, tratando de contener sus deseos homicidas

- ¡Cállate! - el rubio se apartó de él y se aproximó a Sakura pero de un rápido movimiento el azabache volvía a colocarse enfrente, obstruyéndole el paso - ¿pero qué…?

- ¿Acaso crees que voy a dejar que te le acerques después de saber tus intenciones…?

Naruto hizo una mueca - Solo iba a sentarme en donde estaba… - apuntó el sitio donde momentos antes había estado descansando. Sasuke estrechó los ojos, mirándolo con desconfianza – En serio, 'ttebayo, ya me quedó claro que no me dejarás acercarme a ella…

Uchiha luego de largos segundos optó por creerle, al fin de cuentas, todos en algún momento merecían el beneficio de la duda, ¿no? Volteó con la intención de también regresar a su sitio, pero con toda la convicción de no bajar la guardia ya que si había algo que caracterizaba a Naruto, era su puta insistencia en conseguir lo que deseaba. Apenas logró dar un par de pasos antes de que "algo" cayese sobre su cabeza tirándolo al suelo. Cuando alzó la mirada palideció al ver al rubio acercarse a Sakura y no supo cómo ni con qué velocidad había logrado levantarse y ahora lo estaba deteniendo de las solapas.

- ¡Suéltame teme…! - gruñó en susurros

- ¡Lo haré cuando dejes de hacer estupideces, dobe…!

Forcejearon un poco entre gruñidos e insultos… y de ahí Uchiha no supo cómo la situación se fue en su contra. Naruto, cuyo instinto de supervivencia estaba algo más desarrollado de lo normal, tuvo un extraño presentimiento. Posó su atención en la joven y se dio cuenta que los jades comenzaban a entreabrirse. El pánico se apoderó de él y dejó de forcejear, deshaciéndose del agarre del azabache, quien inexplicablemente fue victima de la física. Cuando Naruto se levantó, él trastabilló y se vio en la obligación de afirmarse en el tronco…

…y otra vez, sin poderlo preveer, sus labios volvieron a encontrarse con los de Sakura, la cual lo observaba con los ojos abiertos de par en par con un fuerte sonrojo en sus mejillas.

-¡AHHHH QUE OTRAAA VEZ! ¡TEEEME VOLVISTE A BESAR A SAKURA-CHAN!

Sasuke no tardó en separarse y voltear a encarar al kitsune. En esos instantes estaba más enfurecido que avergonzado… ya tendría tiempo para eso después. El rubio se atragantó con sus propios gritos y palideció al ver el sharingan girando peligrosamente.

- Ahora sí, usuratokanchi…- siseó-… ¡vas a morir!…

Kakashi vio como sus alumnos correteaban por los alrededores. Naruto huyendo y Sasuke con toda la intención de matarlo. Rió de buena gana, aprovechando el escándalo producto de los gritos de ese par. Él había visto toda la escena, que dicho sea de paso, le resultó de lo más divertida… además fue interesante descubrir por fin que había sido aquello que tenía a sus alumnos tan extraños.

- Así que… Sasuke besó a Sakura… - esta vez rió bajito y comenzó a leer su libro sin deshacerse de la sonrisa que adornaba sus labios - Eso no me lo esperaba…

Sakura por su parte se mantuvo en su sitio, acariciando torpemente el lugar donde los labios de Sasuke habían estado segundos antes, disfrutando de aquel suave cosquilleo que reposaba en ellos después de aquel contacto que fue más corto que el primero.

Miró a sus compañeros que seguían su escándalo en el río y que ignoraban que ella disfrutaba del espectáculo.

Suspiró.

Había estado conciente y escuchando toda la conversación… pero quiso hacerse la desentendida… pensó que así averiguaría el motivo por el cual Naruto había sido tan agradable con ella aquel día, pero solo consiguió sentirse aún más confusa.

¿A qué se refería Naruto con probar sus labios…? O sea, sí, entendía que quería besarla… pero… algo le decía que había otro significado bajo aquellas palabras…

Negó ligeramente, tratando de disipar el sonrojo de sus mejillas - Tramposo… - susurró, sin poder evitar una ligera sonrisa

Si bien no estaba de acuerdo con los actos de su zorruno amigo, no estaba molesta… bueno, no demasiado… ya luego se haría de una buena excusa para golpear la cabezota dura que tenía, pero en fin... en esos instantes era lo que menos le importaba pues había hecho un gran descubrimiento.

Sonrió risueña - Tal parece que nuestros labios están destinados a encontrarse… ¿verdad, Sasuke-kun?

Definitivamente, una vez que terminara el día y si Sasuke no lo mataba primero, ella invitaría a su rubio amigo a un buen tazón de ramen…

¿Y quién sabe? Quizás el destino le volvería a regalar otro accidental encuentro con los labios de Sasuke…

Con esa idea en mente, cerró los ojos y se acomodó en su sitio… esos dos tenían para un largo rato y ella solo quería disfrutar de aquella cálida sensación que los besos del azabache dejaban sobre sus labios.

Sí… ese día era el segundo mejor de su vida…

/-/-/-/

Hola!

No pude resistir! Subí esta parte porque muchas me pidieron que pusiera la continuación y luego de pensar… esto salió XD… espero les guste! :)

Como siempre les agradezco a todas por haber comentado mi historia!

Un abrazo afectuoso!

Se despide cariñosamente

_NinfaOscura_