Bueno pues, aquí les presento la primera historia que escribo de Bones, espero que les guste. Esto sucede en algún momento de la octava temporada, después de "El patriota en el purgatorio".

Los personajes le pertenecen a Fox y sus productores.

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Brennan estaba en su oficina, trabajando en algunos reportes cuando su celular comenzó a sonar, indicando que tenía una llamada. Cogió el móvil y miró la pantalla y, aunque no tenía registrado el número, lo reconoció de inmediato. Hacía algún tiempo había recibido llamadas frecuentes de ese mismo número, pero de eso hacía ya más de un año y medio, ya no lo tenía registrado porque, ella misma, en un "irracional" arranque de coraje lo había borrado de su lista de contactos como si con ello pudiera borrar también a esa persona de su vida, aunque poco después esa persona se había marchado por decisión propia.

Sin darse cuenta, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al recordar ese momento. Sin embargo, su sonrisa desapareció cuando el tercer timbrazo le recordó que ahora nuevamente la buscaba. Rápidamente buscó en su cabeza mil razones que pudieran justificar su llamada pero, como ella misma decía, jamás debes sacar conclusiones apresuradas. Así que respiró profundo y tomó la llamada, cualquiera que fuese la razón de esa llamada, era mejor saberlo.

– Brennan. –Dijo con aparente calma.

– Ho… Hola, Temperance ¿Cómo estás? Soy Hannah, eh… mira, he vuelto a D.C y… y me gustaría verte, consultarte algo.

Sin saber por qué la rubia se sentía un poco incómoda, pero ella era su mejor amiga ¿no?, ella tenía que saberlo todo de él y conociéndola era mejor hablarle claro por eso quería verla.

Brennan sintiéndose igual de incomoda que Hannah, apretó los labios y pensó su respuesta unos cuantos segundos, pues sabía perfectamente qué o más bien quién era ese "algo" sobre lo que Hannah le tenía que consultar, pero, ya que no sabía lo que pretendía la mujer que alguna vez fue su amiga, decidió hacer lo que tantas veces había hecho Ángela con ella y sacarle un poco más de información.

– ¿Algo? No entiendo qué es lo que me tienes que consultar y por qué a mí.

No se había molestado en saludarla o preguntarle cómo estaba porque tampoco era que le diera demasiado gusto la llamada de la periodista. Y aunque eso le pareció muy raro a la rubia, no le tomó importancia, al fin y al cabo, sabía que Brennan no era muy efusiva y tampoco le quiso decir a Brennan que era "eso" tan importante que le tenía que "consultar".

– Es… un asunto importante, Temperance, pero no puede ser por teléfono. Necesito verte ¿Te parece si nos vemos en el Dinner?

Al principio Brennan pensó en negarse y decirle que tenía trabajo y no podía verla, pero, de inmediato desechó la idea. Era mejor verla y saber de una vez que era lo que quería.

– Bueno… si es tan importante, está bien, te veo ahí.

– ¿En dos horas?

– En dos horas está bien.

– Gracias, Temperance.

Al no obtener respuesta de parte de Brennan, Hannah terminó la llamada.

Dejando el teléfono a un lado, Brennan levantó la mirada y observó a la bebé que jugaba en el corral frente a su escritorio. Se quedó mirándola un rato. Sin duda alguna su hija era su razón de ser, claro, además de Booth. Christine y Booth eran ahora su familia, eran una pequeña y muy feliz familia y ella no dejaría que nada perturbase su estabilidad familiar. Por el tiempo que conoció a Hannah, se pudo dar cuenta que era una buena persona pero, nunca se sabe lo que se puede esperar de la gente.

Se levantó de su silla, se dirigió hacia Christine, la cargó y dándole un beso dijo:

– ¿Qué crees que quiera Hannah?, bueno yo sé que es lo que quiere, pero lo que no sé es que debo decirle.

Como si la entendiera, Christine la miró, puso sus pequeñas manitas en las mejillas de su madre y sonrió. Ante la sonrisa de su hija, Brennan no pudo evitar sonreír también y darle otro beso, haciendo que Christine pusiera su cabecita sobre su hombro. Brennan disfrutaba muchos de los momentos en que podía estar así con su pequeña.

– Pa…pá. – Dijo Christine levantando la cabeza de repente después de un par de minutos.

- Mmmh, ¿Sabes que no es una mala idea? De hecho, pensaba lo mismo, creo que es lo mejor. – Dijo Brennan riéndose y al ver reír a su madre Christine también lo hizo. Luego Brennan agregó: – Eres una niña muy inteligente y vas bastante adelantada en tu desarrollo.

Después de algunos minutos más, la antropóloga le dijo a Christine:

– Ojalá que nadie sepa que ahora hablo con una bebé como si me entendiera y además le estoy dando la razón. Mucho menos tu Papá. Si él lo supiera, diría que siempre tuvo razón con eso de que los bebés entienden, pero no todos los bebés son tan inteligentes y desarrollados como tú, así que mi razonamiento sigue siendo válido. – Luego dirigiéndose hacia el corral de Christine dijo sonriendo: – Bueno es hora de que Mamá vuelva al trabajo si no, Cam no volverá a dejar que te quedes aquí conmigo.

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Aún faltaban poco menos de veinte minutos para las dos de la tarde pero, la rubia prefería llegar temprano, pues lo que tenía que hablar con Brennan era muy importante así que a esa hora estaba frente al Dinner, a punto de cruzar la calle.

Por su parte, Brennan acababa de terminar de alimentar a Christine y ésta se había quedado dormida, por lo que Brennan decidió encargársela a Ángela mientras ella iba al Dinner a hablar con Hannah. Aunque Ángela estaba un poco preocupada por esa plática, sabía que su mejor amiga sabría cómo enfrentarlo.

Después de despedirse de su hija, Brennan salió del laboratorio con rumbo al Dinner. Cuando llegó, encontró a Hannah sentada al fondo de la barra. Faltaban algunos minutos para las dos pero, no le extrañó que la periodista llegara primero dado que era la más interesada en la cita.

Brennan se dirigió a la barra y se sentó junto a la rubia, puso las manos juntas sobre la barra, la miró y le dijo:

– Bueno, ya estoy aquí como quedamos, ahora dime qué es eso tan importante que me tenías que consultar.

– Tan directa como siempre, Temperance. – Dijo Hannah con una sonrisa.

– No veo la necesidad de dar rodeos. – Respondió levantando una ceja.

Asintiendo, Hannah tomó una gran bocanada de aire, miró a Brennan directo a los ojos y empezó:

– Bueno pues, entonces vayamos al grano. Mira, he vuelto porque me arrepentí de haber rechazado a Seeley. Fue estúpido de mi parte rechazarlo sólo porque "no soy de las que se casan". Él es el mejor hombre que pude encontrar y la única razón por la que lo rechacé es porque tenía miedo, miedo de comprometerme en una relación y que no funcionara pero, después entendí que casarme con él era sólo un mero trámite porque mi compromiso con él ya existía, lo amaba, aún lo amo, y el hecho de que dos personas se amen y estén juntas es un compromiso más importante que el mismo matrimonio. Digo, hay personas que están casadas y no se aman, engañan a sus parejas con otras personas y a mí eso me parece estúpido, no le veo sentido a mantener un matrimonio cuando la relación de pareja no existe. Pero bueno, el punto es que yo… yo quiero saber si tengo alguna posibilidad de regresar a la vida de Seeley.

Esa última frase la hizo titubear un poco porque, aunque sonara un poco exagerado, el rumbo que tomaría su vida a partir de ese momento dependía de lo que Temperance respondiera. Trató de descifrar la expresión de la antropóloga pero, lo único que pudo ver fueron esos ojos azules mirándola fijamente, denotando que ella le escuchaba con atención.

– Sinceramente, Hannah, no entiendo por qué vienes a preguntarme esto a mí. Quiero decir, finalmente lo que te interesa es la respuesta de Booth no la mía. – Dijo Brennan en tono indiferente, después de algunos segundos que a Hannah le parecieron una eternidad.

Bajando la mirada un momento, para después volver a mirar a Brennan a los ojos, la periodista dijo:

–Te lo pregunto a ti, Temperance porque eres su mejor amiga, la persona en quién más confía Seeley. Te cuenta a ti todo lo que le pasa y seguramente debes saber si está con alguien ahora, si la ama o si yo tengo alguna oportunidad con él.

Asintiendo, Brennan le respondió a la periodista sin ningún titubeo:

– Sí Hannah, Booth tiene ahora no sólo a una sino a dos mujeres en su vida y las adora a ambas, se han convertido en lo más importante de su vida, claro además de Parker. Y no es que lo diga yo, me lo ha dicho él y también lo dicen todos los que lo conocen. Ángela y Cam dicen que se le nota en la mirada lo enamorado que está, que se le ve más feliz que nunca.

A Hannah se le fue el color del rostro al escuchar las palabras de Brennan, pero aún así continuó.

– ¿Dos mujeres?... Eso no es posible, Seeley no es así, tú lo sabes, Temperance, Sabes que a él le importan lo valores, la familia. – Dijo con evidente confusión.

– Lo sé, Hannah y lo que te digo es verdad, Booth tiene ahora lo que siempre quiso, tiene un hogar, una familia, las tiene a ellas, las ama por encima de todo y ellas a él, él está feliz y eso es lo que importa. Tú hace mucho que saliste de su vida, te tuvo un gran cariño, eso lo sé porque él me lo dijo pero, ya no tienes un lugar en su vida. Siento ser yo quien te lo diga pero, fuiste tú quien me buscó para hablar de esto.

Brennan no quería revelarle todavía a Hannah la identidad de las dos mujeres que ahora ocupaban el corazón de Booth. Quería esperar a que Hannah le dijera lo que haría ahora. Después de eso se lo diría, le diría que ella y Booth ahora eran pareja, vivían juntos y tenían una preciosa niña.

La periodista no sabía si era mayor su sorpresa o su confusión, no estaba segura de si lo que le decía Brennan era verdad, "Booth siempre había querido tener una familia y formar un hogar pero, con ¿Dos mujeres?, no, imposible", pensó pero Brennan hablaba muy segura de sí misma, no había ningún tipo de duda en su voz. No pudo evitar que las palabras salieran de su boca casi sin pedir permiso.

– No lo entiendo, ¿Quiénes son ellas?, ¿Las conozco?

Justo en ese momento Ángela iba entrando al Dinner con Christine en brazos, al ver a Brennan y a Hannah sentadas al fondo de la barra, no se lo pensó dos veces y se dirigió hacia ellas. Brennan estaba a punto de responderle a Hannah cuando Ángela ya estaba parada junto a ella...

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Me encantaría que me pudieran dar su opinión. Me gusta mucho escribir pero hace un par de años que no escribo más que los ensayos para la Universidad, así que, su opinión aunque sea chiquita es muy importante para mí.