Disclaimer: Todos los personajes y los lugares son creación de J. K Rowling, lo único mío es la trama.

Numero de palabras sin el Disclaimer y las notas al final de la pagina (según Word): 801

Este fic participa del reto "Parejas al azar" del foro "La noble y ancestral casa de los Black"

¡Disfruten de la lectura!


El día de la cita, James y Lily estaban nerviosos a más no poder.

James había estado frente al espejo durante toda una hora, intentando domar su indomable cabellera (claro está, fue una pérdida de tiempo)

Lily había elaborado una poción alisadora, para poder controlar sus rizos pelirrojos. También, había dejado que sus amigas la maquillaran un poco.

A las cinco en punto, James estaba parado en la puerta, intentando divisar a Lily entre la multitud de alumnos.

Cuando la vio, el pensó que su pelirroja nunca se había visto más hermosa; ella llevaba su cabello suelto, con un lacio perfecto. Su pequeña boca estaba pintada con un poco de brillo, y sus mejillas tenían un poco de rubor (que era más causado por el momento que por el maquillaje).

Ella le sonrió tímidamente, y él le devolvió la sonrisa.

Lily pensó que James se veía bien, muy bien; el chico llevaba la habitual túnica del colegio (como todos allí) y su pelo estaba tan alborotado como siempre, pero había algo diferente en él. Tal vez su sonrisa que desbordaba alegría, o sus ojos, que tenían un brillo especial.

-¿Nos vamos? –Pregunto James, situándose al lado de Lily y tendiéndole el brazo.

Lily pensó que no podía seguir postergándolo más; Tenía que reconocer sus sentimientos hacia el de una vez por todas.

Obsequiándole una sonrisa radiante, tomo su brazo gustosa –Vamos

Los dos juntos, salieron del colegio sonriendo.

oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooo

Luego de pasear un buen rato por Hogsmeade, riéndose de las bromas de James, o escuchando las anécdotas de Lily, decidieron ir a "Las tres escobas".

La tensión (mejor dicho, los nervios) que había entre ellos, había desaparecido por arte de magia (irónico ¿no?).

Para sorpresa de ambos, Lily sonreía a todo momento, y parecía estar disfrutando mucho la cita (James estaba que saltaba de alegría por dentro).

El pelinegro se detuvo frente a la entrada del lugar y le abrió la puerta a Lily, dejándola pasar.

Ella rio, enternecida ante ese gesto y dio las gracias.

-Dos cervezas de mantequilla, por favor. –Pidió James amablemente luego de preguntarle a Lily que quería tomar.

-Dime… -James busco la mirada de la chica- , ¿sigues pensando que soy un estúpido arrogante?

Ella rio, a pesar de que un leve rubor había cubierto sus mejillas ¿Seguía pensando eso de él? No, claro que no. A decir verdad, le agradaba mucho ese nuevo –no tan nuevo- James.

-No, Potter, quédate tranquilo –Contesto simplemente, a pesar de querer dar una respuesta más ingeniosa.

James sonrió, visiblemente aliviado -¿Te molestaría llamarme James? Me gusta cómo suena en tu boca –Le confesó.

Lily levanto las cejas, entre sorprendida y extrañada. –Claro, no hay problema… James.

El sonrió encantado ¡Estaba tan feliz! A Lily no parecía molestarle su presencia, es más, parecía disfrutarlo.

Trajeron las bebidas y siguieron hablando de cosas irrelevantes.

Ambos sabían que si aprobaban todos sus E.X.T.A.S.I.S, estudiarían juntos en la academia de Aurores.

James admiraba el valor que tenia Lily; esa chica parecía no temerle a nada.

La pelirroja pensaba lo mismo sobre James.

Continuaron hablando de sus amigos y de sus familias, hasta que se hizo tarde.

Ar regañadientes, se levantaron de sus asientos, pagaron y volvieron al colegio.

-Me la he pasado bien, gracias –Admitió Lily, regalándole a James otra de sus tímidas sonrisas.

-Sí, yo igual –Le dijo el pelinegro, pensando que este era uno de los momentos más felices de su vida.

Llegaron a la entrada de Hogwarts y se despidieron, ya que Lily quería adelantar sus deberes de pociones.

-La pase de maravilla, gracias, otra vez –Le dijo, con la cabeza gacha, por la repentina timidez.

-Gracias a ti, por la oportunidad –Él sonrió y le beso la mejilla.

Lily se sonrojo violentamente y, haciendo acoplo de todo su valor, tomó la cara de James con las manos y lo beso.

Está de más decir que el chico estaba realmente sorprendido ¿Lily Evans? ¿La prefecta perfecta, lo estaba besando? Si, así era.

Dándose cuenta de la situación, la tomo por la cintura y la acerco más a él, prolongando el beso.

Era un beso tranquilo, suave, pero sobre todo, tierno, como ellos dos juntos.

-Te amo, no se la razón ni desde cuando lo hago, pero te amo –Dijo Lily, separándose a causa de la falta de aire.

James sonrió como nunca lo había hecho y se sintió la persona más feliz del mundo.

-Creo que sabes perfectamente que yo también lo hago, pero por si acaso, también te amo –Dijo volviéndola a besar, jurando que recordaría ese día por el resto de su vida.

¿Y Lily? Bueno, lo único que ocupaba su mente ahora era que debería tragarse sus próximas palabras, ya que se había enamorado del merodeador que siempre había detestado.

Que por cierto, besaba como los Dioses.

FIN


¡Acá esta el tercer y ultimo capitulo! Espero que les haya gustado la historia. Como dije antes, tengo 12 años, así que no va a ser perfecto.

Fue un honor participar en este reto y disfrute mucho escribiendo esto.

AgusPotter