Lamento mucho haberme tardado tanto con el capitulo, quise terminarlo y subirlo antes de que acabe el año jaja espero que les guste, no les hare perder mucho el tiempo. nos veremos mas abajo.


Capitulo 9. Nuevo inicio.

Miradas entrelazadas, desafiándose la una a la otra. Un niño y un joven universitario. El pretendiente y el hijo. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder, los dos se odiaban mutuamente. Uno por celos y el otro por la maldita picazón que comenzó a recorrerle de repente, como si su cuerpo comenzara a recordar, entonces se estremeció y termino por perder la pelea de miradas, el solo haber recordado lo que el chiquillo malcriado enfrente suyo le había hecho pasar le era suficiente para querer salir corriendo de ahí, pero debía ser fuerte, las insistencias de su amiga serian aun peor que las bromas del hijo de su maestra.

-Que es lo que haces aquí de nuevo idiota- Reclamo el pequeño a Ichigo – ¿Quieres intentar aprovecharte de mí inocente madre?

"La que quiere aprovecharse de alguien es tu madre, chiquillo" pensó Ichigo irritado, ese niño le sacaba de sus casillas aun con solo su presencia y unas pocas palabras. – ¿Esta Ikumi-san en casa?- pregunto con el mejor y más suave tono que pudo emitir, sin embargo su lenguaje corporal delataba su incomodidad y nerviosismo, para suerte de Ichigo antes de que el niño respondiera, llego una hermosa mujer con un vestido de encaje negro, remarcando su hermoso cuerpo.

-Hola Ichigo- El tono que utilizo al llamar al "hípster idiota" hizo que el pequeño se preocupara aún más, su madre nunca había usado un tono como ese antes, o al menos él nunca lo había escuchado. Ichigo también estaba algo sorprendido no solo por lo hermosa que su acompañante se veía, si no por el tono en su voz, que parecía una mezcla rara nacida del nerviosismo, el coqueteo y una suerte de sensualidad que le daban a la voz de aquella mujer una sensación de inocencia, sensualidad y formalidad que a Ichigo parecía encantarle, pues impulsivo (olvidándose por completo de la presencia del niño) tomo a Ikumi de la cintura y la atrajo a él, estrechando sus cuerpos en un abrazo cálido y sensual que hizo sonrojar a la bella doctora.

-UHUM!- Ninguno de los dos hizo caso de la voz que demandaba atención, en cambio decidieron aumentar la intensidad del acercamiento, buscando los labios de su acompañante, podían sentir la respiración del otro sobre sus labios. – ¡OIGAN! ¿¡PODRIAN DEJAR DE ACTUAR COMO UN PAR DE GATOS EN CELO FRENTE A MI!?

La voz de Kaoru sorprendió a Ikumi incomodándola y más que nada apenada por que su hijo la observara tan "cariñosa" con Ichigo. Observo con atención a su amado hijo, que la veía de una forma extraña, una mezcla de enojo y frustración algo extraña, bajo lo más que el vestido le permitía y tomo una de las mejillas de su hijo con su mano derecha, apretándola suavemente y sonriendo con amor. – Tu siempre serás el amor de mi vida- Revolvió un poco sus cabellos y lo tomo de la mano para dirigirse a la sala de estar, Ichigo los siguió, intentando no mirar el trasero de aquella hermosa mujer, sin embargo su voluntad no era lo suficientemente fuerte y termino deleitándose con la vista que el ceñido vestido le regalaba. Por su parte Ikumi parecía preocupada, y un poco desesperada, Ichigo al notar esto (intentando dejar de mirar su trasero) decidió indagar.

-Que sucede ikumi-san, te ves algo preocupada- Ichigo pudo escuchar un fuerte suspiro resignado de Ikumi, cosa que le preocupo.

-La niñera- Tomo su tiempo mientras se sentaba en el sofá de la sala, al lado de su hijo y volteaba a ver a Ichigo parado al lado del sofá. –Debería de haber llegado desde hace media hora- comento con preocupación, sin embargo al escuchar eso una enorme sonrisa apareció en el rostro de Kaoru, tendría que agradecerle más tarde a Rose.

-Así que es eso- comento Ichigo despreocupado –Puedo marcarle a una amiga para que cuide de Kaoru, claro si no te importa- hablo despreocupado, señalando su teléfono celular, Ikumi lo veía con duda, no podía dejar a su hijo con cualquiera y menos con una desconocida, Ichigo al percatarse de la duda en el rostro de Ikumi decidió aclarar un poco más las cosas –Bueno, no es como si fuera una desconocida, estoy seguro que la conoces muy bien, realmente es casi imposible no conocerla o al menos no saber de ella, es muy ruidosa y molesta. De hecho, es alumna tuya- Describió un poco a su rubia amiga, nada detallado, solo lo más importante como para que la pudiera ubicar.

-Marie, hablas de Marie ¿Cierto? - Los ojos de Ikumi denotaban una gran sorpresa, sin embargo aún tenía sus dudas, si bien conocía lo suficientemente bien a aquella chica como para poder confiarle a su hijo, la sola idea la ponía nerviosa, simplemente era por la personalidad explosiva de la rubia. –No estoy segura.

– Bueno, si no te sientes cómoda con eso, podríamos salir cualquier otro día, no tengo problema con eso – Contesto honestamente, aún tenían tiempo para poder salir, siempre y cuando fuera en la noche. Ikumi parecía estar meditándolo, eso puso nervioso a su hijo, que rezaba porque no aceptara y mandara de regreso al maldito hípster peli naranjo devuelta a su casa.

Ikumi se sentía confusa, no quería desaprovechar ese pequeño hueco en su tiempo libre, y aunque ahora lo pensaba bien, parecía que Ichigo disfrutaba de un largo periodo de tiempo libre, lo que le sorprendió, con toda la tarea y responsabilidades que la facultad de medicina significaba, el solo hecho de poder abrirse un hueco para poder tener un trabajo de medio tiempo era difícil, y ahora caía en cuenta de que Ichigo trabajaba, estudiaba, realizaba sus tareas y al parecer, otro tipo de actividades más allá de la escuela o el trabajo. – Esta bien, puedes llamarla – Al final termino por aceptar la oferta de Ichigo, aunque él tuviera el tiempo para salir, ella debía cumplir con una apretada agenda y no podía salir en cada oportunidad que tuviera con Ichigo, su hijo estaba ya lo bastante celoso como para hacerlo, además de que no podría sentirse cómoda consigo misma al saber que su hermoso primogénito estaba enfadado con ella.

Ichigo pareció sorprenderse por la decisión de Ikumi, realmente no esperaba que aceptara, debía admitir que a él también le parecía una mala idea el hecho de dejar a Marie con un niño, en especial con uno como Kaoru, le daba un sabor extraño a desastre, claro que para él, y tal vez para la casa de su profesora. Tecleo rápidamente el número de la rubia, no estaba seguro de cuando fue que lo había memorizado. Al segundo timbre pudo apreciar la voz burlona de Marie saludándole – Hola... si lo sé... en eso estoy, aja... No digas estupideces. – El rostro de Ichigo parecía irritado mientras hablaba por teléfono, algo que le divertía a Ikumi pues realizaba gestos realmente exagerados y graciosos. – Ya cállate Marie... Necesito que me hagas un favor.

– Si, no importa hare lo que quieras, en fin ¿Podrías cuidar del hijo de Ikumi-sensei? Será solo por una o dos horas

La de cabellos azabache estaba expectante a lo que su alumna decidiera, realmente estaba emocionada por la cita y los nervios previos a ella no podían ser en vano, tenía que salir con Ichigo esa noche a como diera lugar, si Marie no aceptaba, obligaría a su ex esposo a cuidar de Kaoru por una noche, se la debía por tantas veces que no cumplía con sus deberes como padre. – ¿Y bien? ¿Qué te dijo? – No quería sonar desesperada, pero en verdad quería saber si tendría la suerte y Marie les ayudaría por esta vez Ichigo guardo su celular en su bolsillo, y sonrío tranquilamente a la mujer a su lado.

-llegara en una media hora – Dijo Ichigo restándole importancia y dirigiéndose al sofá, Ikumi le hizo un espacio y él se sentó, se sentía fastidiado, lo único que quería hacer era terminar con aquello y tener la cita de una buena vez.

- Luces un poco cansado, Ichigo – Ichigo arrugo aún más su frente, estaba realmente exhausto, tuvo que terminar toda la tarea que tenía para mañana lo más rápido que pudo y eso le causo un enorme estrés.

- ¿Mucha tarea? – Pregunto divertida mientras observaba a Ichigo asentir pausadamente – Me alaga el saber que terminaste todos tus deberes con tanto empeño solo para salir conmigo – Sinceramente se sentía halagada, eso le demostraba que Ichigo tenía un genuino interés en ella y eso la hacía feliz.

- Bueno, no podía desperdiciar una segunda oportunidad de una persona que a duras penas puede dar una primera – Se burló al recordar aquellas primeras veces que había intentado quedar con su profesora, y que siempre terminaban con un rotundo no.

Ella rio divertida al recordar lo mucho que Ichigo se había esforzado por convencerla de salir con él – Bueno, más vale tarde que nunca. Al final terminaste por fastidiarme y decidí darte la oportunidad – Se acercó lentamente a Ichigo, mientras el peli naranjo sentía sus manos sudar y un creciente nerviosismo por la cercanía de la pelinegra. Por su parte Kaoru sentía arder su sangre, furioso por la escena que se presentaba ante sus ojos ¿Cómo era posible que su madre obviara su presencia dos veces en un día? Todo era culpa del idiota peli naranjo que lo único que quería era robarle a su preciada madre. Se puso de pie lo más rápido que pudo, dejo los legos con los que había comenzado a jugar y corrió al sofá donde los dos adultos se encontraban.

Ikumi poso sus manos sobre los bíceps de Ichigo, maravillándose por su dureza, siempre tuvo una debilidad por los hombres fuertes e independientes; capaces de cuidar de sus seres queridos. Relamió sus labios lista para la "acción" – ¿Debería de recompensarte por ser tan insistente Eh, Ichi...?– Antes de que pudiera completar su objetivo, algo salto entre ellos, impidiéndole concretar con su misión. – ¿Pero qué? – Al poner atención, pudo apreciar a su bello hijo observándola reprobatoriamente, moviendo su pequeña cabeza de lado a lado.
Choco la palma de su mano contra su frente, como era posible que olvidara el hecho de que se encontraba enfrente de su hijo, con esa eran dos veces, y el mismo día, lo peor era que no habían pasado más de 20 minutos.

Ichigo suspiro relajándose, eso había estado muy cerca, esta vez debería de agradecerle al chiquillo malcriado por haberle salvado el culo. El estrés siempre lo volvía impredecible y no sabía si podría controlarse al sentir el contacto de los suaves labios de Ikumi sobre los suyos, además, la forma en la que restregaba sus curvas lo volvía todo más borroso y cuando eso pasaba, dejaba de pensar con el cerebro para comenzar a razonar con su miembro. El tiempo después de eso paso rápido, al menos para Ikumi que se divertía jugando y platicando con Kaoru, en cambio para Ichigo el tiempo avanzaba increíblemente lento, por lo que al escuchar el timbre y sentir las vibraciones de su celular, corrió a la puerta para encontrarse con una divertida Marie.

-Luces más desesperado de lo que imagine, Ichigo – Rio divertida irritándolo aún más. – Bueno, solo debo cuidar a un niño ¿verdad? – Espero por una respuesta, pero Ichigo solo asintió – Mas te vale, no soy buena con los niños – Se sinceró con su amigo, y lo siguió hasta la sala de estar en donde esperaban pacientemente Ikumi y Kaoru. – Buenas noches profesora Ikumi.

- Buenas noches Marie – Correspondió al saludo con felicidad y se puso de pie junto con su pequeño. – Muchas gracias por hacer esto, sé que es tarde y que seguramente estuvieras dormida, pero la niñera decidió mandarme al diablo y no venir – Admitió con fastidio, haciendo reír a la rubia.

– no se preocupe, es un placer para mi ayudar a dos enamorados a pasar tiempo juntos – Ichigo bufo, Ikumi se sonrojo y Kaoru comenzó a odiar a la amiga del idiota pervertido. – bueno ¿Qué es lo que esperan? Váyanse ya antes de que me arrepienta – Marie empujaba lentamente a su profesora y a Ichigo a la salida, mientras más pronto se fueran, más tiempo tendría entonces para descansar.

Ikumi al sentirse acarreada quiso replicar, pero antes de que pudiera decir algo se encontraba en el pórtico de su casa junto a Ichigo y la puerta detrás suyo había sido cerrada. – Tan energética como siempre, espero que el hecho de que prácticamente te sacaran de tu casa no te moleste – Ikumi observo a su acompañante y entonces rio suavemente. Si bien Marie siempre le había parecido una chica enérgica y extrovertida nunca se imaginó que la sacaría de su casa de esa forma. Ichigo se le unió y rio por la actitud de su amiga, nunca cambiaria. Caminaron hacia el auto que Sado le había prestado a Ichigo y entraron para encaminarse hacia su destino.

– ¿Ella siempre es así? –

– Hmm – Ichigo estaba concentrado en el camino cuando escucho la pregunta de Ikumi.

Ella pudo notar la confusión en el rostro del peli naranjo y procedió a aclararse – ¿Marie, ella siempre es así? – Ichigo entonces rio divertido, y aprovechando la luz roja observo el bello rostro de su acompañante, maravillándose por su hermosura. Poso su mirada en sus labios y no pudo evitar sentir un impulso por querer probar su dulce néctar.

– Bueno, cuando la situación lo amerita es un poco seria, pero por lo general siempre es igual de gritona y molesta – Ichigo arranco cuando el semáforo cambio, estaban bastante cerca del restaurante. Ikumi asintió y recordó lo que uno de sus compañeros le dijo alguna vez "Cuando Ichigo y Marie están juntos son insoportables" no pudo evitar sentir un poco de celos al darse cuenta de la relación tan cercana que mantenían los dos, pero no le dio demasiada importancia, ella e Ichigo aún no tenían nada como para ponerse celosa. Durante el resto del camino prosiguieron en silencio, Ikumi se preguntaba cómo le estaría yendo a Marie con su pequeño, mientras que Ichigo solo pensaba en lo que haría para las vacaciones. Después de unos quince minutos, llegaron al restaurant, Ichigo se estaciono y se dirigieron a la recepción, Ichigo les dio su apellido a la recepcionista y esta enseguida los dirigió a su mesa.

Ikumi se encontraba ensimismada, ella tenía el conocimiento de que Ichigo era parte de una familia adinerada, y aunque el pago que la universidad le destinaba le permitía ciertos lujos, nunca tuvo la oportunidad de estar en un lugar tan elegante y refinado. La gente de su alrededor parecían todos parte de la aristocracia, si tal vez exageraba pero se sentía como una niña pequeña intimidada por los lujos delante suyo – Con una hamburguesa de BK me basta y sobra – bromeo mientras intentaba ver que ordenar, ella nunca fue una mujer a la que le gustaran los lujos y las cosas demasiado excéntricas, a decir verdad, las hamburguesas de BK le encantaban.

– Bueno, teniendo en cuenta lo que te esmeraste en tu apariencia, no me parecía correcto llevarte a un restaurante de comida rápida – ikumi se sonrojo e Ichigo continuó con su pequeña burla, intentando hacer que Ikumi se apenara aún más prosiguió con sus comentarios sarcásticos, fingió sorpresa y dramatizando comentó: – ¿No estarás insinuando que te vistes así de formal y sensual para asistir a un BK? ¿Es que acaso te gusta provocar a los obesos que comen en esos lugares? – Ichigo estaba divertido, pero Ikumi parecía haber remplazado el nerviosismo por el enojo.

– Bueno, ellos son más educados que tú – Ichigo paro con su risa al escuchar el tono de fastidio, bien la había cagado – idiota – desvió su mirada de los ojos miel de Ichigo, ignorándole.

– Ikumi, lo siento sí, no debí haber dicho eso, mira como compensación esta vez pago yo –

Ella sonrió, victoriosa – Bueno, enojada o no, tú fuiste quien me invito así que tendrías que pagar la cena de todas formas – Si bien la insinuación que Ichigo hizo la había hecho sentir un poco mal, no era nada que no pudiera manejar, además, ella también podía ponerse de dramática y hacer sentir mal a Ichigo, después de todo, el peli naranjo era algo sensible.

– Así que no planeabas dividir la cuenta eh – Ichigo le sonrió con picardía, cosa que la hizo incomodarse un poco – Bueno, entonces tendrás que compensármelo de alguna forma. Este lugar no es nada barato – Estiro su mano para tocar el fino rostro de Ikumi, acariciándola suavemente causando que la piel de Ikumi se erizara.

– Bueno, tu escogiste el lugar así que no empieces de quejumbroso que no tengo nada que compensarte, en todo caso eres tú el que debe de compensarme los malos tratos – intento zanjar las cosas ahí, aun si quisiera "compensarle" no podría, su hijo estaba al cuidado de una de sus estudiantes y no podía abusar de su amabilidad.

Ichigo aparto su mano y bufo con fuerza ¿Por qué las mujeres siempre hacían un drama de cualquier cosa, por pequeña que fuera? Cuando estuvo a punto de replicar, el mesero llego para tomar su orden. Después de una media hora tratando de que Ikumi por fin se decidiera por algo para comer, el mesero procedió a retirarse.

– Bueno, cuando me pediste la cita dijiste que querías aclararme las cosas – hizo un poco de silencio y procedió – Puedes comenzar cuando quieras –

Ichigo se sentía dudoso, realmente no pensó mucho en lo que le diría y la forma en la que se excusaría de las cosas que dijo para terminar con su "relación" y detener su acercamiento a su profesora. Observo a Ikumi, quien tenía un expresión apacible de "cuando quieras" que lo inquietaba aún más. Ella no era la chica más paciente que había conocido, y no debía hacerla esperar – Tu hijo me odia – Fue directo, Ikumi no se sorprendió, a su pequeño Kaoru no le agradaban ninguno de sus pretendientes.

– Si, lo sé ¿Y? ¿Eso es lo único que te detiene? – Se cruzó de brazos mientras esperaba por la respuesta de Ichigo, mientras que los meseros les hacían entrega de una sopa que servía como entremés, para que la espera por su platillo fuera más llevadera. Ichigo no tenía la certeza de lo que debía contestar.

– Bueno, no solo eso... El motivo principal no fue solo el hecho de que tu hijo me odie, sino de sus bromas intentando hacer que me alejara de ti – Se sinceró, aun podía recordar el dolor que muchos de los intentos de Kaoru por alejarlo de su madre le generaron.

Ikumi esta vez sí estuvo sorprendida de escuchar aquello, nunca se percató de que su pequeño tomara acciones en contra de alguno de sus pretendientes y mucho menos de Ichigo.

– ¿Bromas? – Ichigo asintió tranquilamente - ¿Qué clase de bromas? – Ikumi sentía al insecto de la curiosidad picarle por saber qué cosas haría su hijo para espantar a alguien como a Ichigo.

Kurosaki inhalo fuertemente y recordó los martirios que el niño le hizo vivir, y comenzó a contarle detalladamente a su acompañante como su hijo ponía polvo pica pica en sus boxers así como la vez que le arrojo globos llenos de orina de quien sabe qué cosa, o como cuando le hizo caer encima un panal de abejas, le arrojo excremento de perro o de gato o vaca, nunca supo bien de que animal era, eso y muchas otras cosas más que tuvo que lidiar por dos meses.
La reacción de Ikumi no fue algo que se esperara y de cierto modo le molestaba ¿Cómo mierda se podía reír tanto de su desgracia y sufrimiento?

– De haber sabido que te burlarías de mí, no te hubiera contado nada – Comento fastidiado por la estridente risa de Ikumi, esta entre risas, trataba de hablar pero no podía dejar de reír, para ella era demasiado, e imaginarse a Ichigo sufriendo todo aquello solo empeoraba su situación.

Después de unos cuantos minutos, y tratando de recomponerse, tomo la mano que Ichigo tenía en la mesa, entrelazando sus delgados dedos en los del peli naranjo, le sonrió con dulzura y soltó un enorme "aww" como si hubiera escuchado o visto algo demasiado tierno.

– Mi pequeño niño solo quiere proteger a su linda madre, es tan tierno – Observo con una expresión divertida a Ichigo y prosiguió – ¿Por qué no me lo dijiste antes? En lugar de correr como idiota diciéndome que mi hijo es un malcriado – sentencio un poco seria al Kurosaki.

Era una buena pregunta ¿Por qué nunca se lo había dicho? La respuesta al menos para él era obvia, no quería exponer los maltratos que sufría por parte de un niño que lo sometía con solo polvo pica, pica. Después de toda tenía una "reputación" que cuidar, aunque pensándolo bien, en USA esta poco importaba. – No lo sé, creo que me pareció la salida más fácil y estaba algo cabreado y estresado por tanta comezón – Ikumi volvió a reír, imaginarse a Ichigo rascarse el trasero como si no hubiera un mañana le causaba unos increíbles ataques de risa – Además, no tenía la certeza de que diciéndote las cosas sus bromas se acabarían – Hablo para acabar con las carcajadas de Ikumi, su paciencia había aumentado exponencialmente por su amiga Marie, pero no lo suficiente.

– Tranquilo – Ikumi respiro repetidamente para recuperar su postura – Mi pequeño Kaoru es un niño bastante inteligente y sabe que no puedo dejar que maltrate tanto a mi querido alumno – Atrajo a Ichigo hacia ella y lo beso cálidamente, esta vez no debía preocuparse por sentirse incomoda por su hijo, disfrutaría sin restricciones de la compañía del hombre al que... ¿Ama?

...

Por fin había podido terminar el diseño del nuevo edificio de investigación y desarrollo de fármacos que Ukitake le dejo encargado para su expansión. Se levantó de su asiento, estiro sus extremidades para desentumirse, camino hacia la cocina de su departamento y tomo una cerveza del refrigerador, puso a calentar la pizza que le quedo de ayer y procedió a comer, cuando hubo terminado cogió otra cerveza, tallo sus ojos y se puso a pensar de nuevo en lo sucedido hacía ya tres días; el 15 de diciembre paso a ser el día en que sus esperanzas fueron destrozadas, en cuanto se hubo enterado del parto de Rukia fue lo más rápido que pudo al hospital para velar por su seguridad, y más que nada para confirmar el estado de su hijo, era en lo que más pensaba, aun con todas las veces en que Rukia se encargó de aclararle que el niño que crecía en su vientre era de Ichigo, él no lo podía creer, le parecía parcialmente imposible e ilógico pues Ichigo y Rukia habían dejado de tener relaciones desde hacía mucho tiempo.

Cuando por fin llego al hospital pudo percatarse que Byakuya esperaba pacientemente fuera del hospital fumando un cigarrillo.

– Llegas un poco tarde Renji – Dio una calada más a su cigarro, cerrando los ojos y dejándose acariciar por la fría brisa matutina.

– Si bueno, no preste atención a los mensajes por el trabajo.

– Ukitake sigue sin aprobar el diseño me imagino – Renji asintió – Él siempre ha sido exigente en cuanto a estas cosas, pero si te dio el trabajo a ti fue porque confía en tu habilidad.

Renji solo volvió a asentir, Byakuya lo observo directamente a los ojos y pudo apreciar un destello de añoranza mezclada con felicidad. No pudo evitar emitir una pequeña risita ronca e irónica – Rukia está dormida, no creo que quieras molestarla después de todo necesita descansar – apago su cigarro y procedió – él bebe nació a las 3:15 a.m. puedes ir a verla si así lo deseas. Renji no perdió tiempo y se apresuró para ir a ver al que creía era su hijo, sin embargo fue detenido por byakuya – Cuando tengas tiempo lee esto – Le entrego un sobre sellado, Renji se extraño de esto pero no le dio demasiada importancia y siguio en camino a ver a Hikari. Cuando llego al área de pediatría busco rápidamente el nombre que Byakuya la había dicho "Hikari-chan, donde estas Hikari-chan Oh! ¡Ahí estas!" al verla su corazón dio un vuelco drástico y sintió el aire salir de sus pulmones... Era idéntica a Rukia, heredo su belleza natural y piel nívea tan delicada el único problema era que el vidrio le impedía ir y abrazar a su pequeña.

– ¿Qué hora es?

– Son las 5:30, tranquila Rukia, la enfermera apenas acaba de salir, no tienes por qué desesperarte.

Renji compartía la desesperación de Rukia, quería tener a su hija en sus brazos, tenerla cerca de él, hablarle y profesarle el amor que sentía. Cuando la enfermera entro a la habitación con la niña en brazos Renji se estremeció y sintió los nervios a flor de piel. La enfermera deposito lentamente a la pequeña Hikari en los brazos de Rukia, quien mantenía una sonrisa radiante mientras observaba amorosamente a su hija, Renji se acercó rápidamente para verla más de cerca.

– ¿Quieres cargarla? – Renji asintió tímidamente y Rukia le pasó a Hikari con delicadeza, al principio Renji se quedó maravillado al contemplar a la pequeña niña, pero entonces se percató de algo; el poco cabello de Hikari era anaranjado... al principio no le dio demasiada importancia pero entonces recordo el sobre que Byakuya le habia entregado, desesperado entrego de nuevo a Hikari y salio corriendo hacia el baño, una vez hubo llegado saco de su bolsa el sobre y lo abrio desesperadamente, al repasar con rapidez lo que el documento afirmaba, lagrimas corrian por sus mejillas y golpeo fuertemente al espejo, quebrandolo e hiriendose al instante... se quedo petrificado y en silencio, sin importarle el ardor que emanaba de su mano pues eso no era nada comparado con el dolor que su corazón sentia, asi como sus esperanzas de formar una familia al lado de Rukia se habian esfumado.

Recordar eso siempre le quitaba el sueño, tal vez por eso fue que logro acabar con todo el trabajo que tenía. Termino con su segunda cerveza y tomo una última, si no lo hacía de esa forma simplemente no podría dormir aunque realmente poco le importaba.

...

– ¿Qué planeas hacer ahora que estas en casa cariño?

Dejo la taza de té una vez termino de sorber el preciado líquido, y observo con detenimiento hacia su madre, pensó en sus palabras por un momento antes de hablar.

– Bueno, realmente no pensé mucho en lo que haría una vez estuviera aquí – Se sinceró, su progenitora la observo con incertidumbre, mientras ella seguía pensando – En estos últimos meses no pensé bien las cosas, solo fui impulsiva y me deje llevar por mis emociones – Cada vez su madre se sentía más y más preocupada con cada palabra que Nell emitía, esperando lo peor. Nelliel por su parte comenzaba a sentirse feliz de nueva cuenta, ya era hora de pasar página y olvidar por completo a Nnoitra, no podía lamentarse para siempre – Creo que terminare todo lo que deje inconcluso en estos meses de descanso, no puedo dejar las cosas sin terminar y eso del modelaje es divertido, pero ahora no necesito del dinero extra – Le sonrió a su madre, giño y soltó una pequeña risita.

Su madre más que divertirse por la pequeña broma de su hija, sintió una gran emoción, pues eso significaba que se quedaría más tiempo con ellos – Bueno, me parece bien que decidas terminar con tus estudios, hablare con el director para que puedas retomarlo de nuevo desde donde lo dejaste – Sonrió a su pequeña niña y partió en busca del teléfono.

Nelliel observo a su madre partir hacia la casa, al verla entrar suspiro pesadamente estaba consciente de que se encontraría a Nnoitra de nuevo en la facultad pero debía de superarlo. Se puso de pie y se deshizo de su blusa y short, quedando solamente en ropa interior sin importarle que alguien pudiera verla, se encamino a la enorme piscina del patio trasero de la casa de sus padres, nadar siempre la ayudaba a relajarse y estaba vez en realidad necesitaba despejar su mente, los recuerdos se agolpaban en su cabeza y esta punzaba de tanta información retenida al mismo tiempo; sus sentimientos se mezclaban en una mezcolanza que le sabia amarga y dolorosa... eso de ser una niña genio con tantas comodidades y la amabilidad de toda persona a la que conocía le estaban cobrando factura. Odiaba y amaba a Nnoitra por todo lo que la había hecho pasar y sentir durante los cuatro años que su relacion duró.

El agua estaba fría, pero no le importo. Cuando comenzó a nadar el frio paso a segundo plano y solo podía sentir una tranquilidad que aumentaba con cada minuto dentro del agua. Su mente se despejo y el dolor de cabeza que había comenzado por la mañana por fin se dignó a desaparecer.

...

No podía dejar de verla por más que ella lo deseara, velar por sus sueños y ver que pasara la noche con tranquilidad parecía haberse convertido en prioridad antes que poder descansar. Solo tenía dos días fuera del hospital y durante estos dos se dio a la tarea de reflexionar sobre varios puntos de gran importancia para su vida; repaso su relación con Ichigo, de principio a fin, pasando milimétricamente por cada detalle, en especial durante sus últimos meses de relación; cómo fue su último acto sexual; la razón por la cual fue consumado y como la hizo sentir así como también buscaba definir sus sentimientos hacia su querido amigo ¿Le había usado? ¿Se aprovechó de sus sentimientos para encontrar confort de su situación? ¿Por qué su relación con Ichigo se había deteriorado tanto? ¿Seria capaz de criar ella sola de Hikari? ¿Qué le diria cuando ella preguntara por su padre?

Eran demasiadas las preguntas que rondaron por su cabeza durante solo 48 horas, y las respuestas que les adjudicaba no la dejaban satisfecha, muchas de ellas le parecían simples excusas y algunas la lastimaban y abrían la herida que la partida de Ichigo dejo en su persona. Sin embargo, al observar la felicidad y tranquilidad con la que Hikari dormía, con tanta parsimonia, su presión y dolor disminuía hasta volverse casi prácticamente nulo. Su hija se convirtió en todo para ella desde el momento en que la vio por primera vez, y esta a su vez se volvió un pilar emocional en el cual ampararse en esta ocasión, en la que el abandono del hombre al que ama la dejo vulnerable. Ahora, por fin después de 9 meses buscando, culpándose, despreciándose y reprimiéndose podía dejar las cosas de lado aunque fuera solo por un momento y solo debía de velar el sueño de su pequeña para contagiarse de su tranquilidad y concentrarse solo en lo más importante. Su hija.

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Continuara...


Tal vez el titulo del capitulo no concuerde demasiado pero me gustaba como sonaba jaja xD

¿Qué tal estuvo el capitulo? ¿Les gusto? espero que si. Bueno, me estuve leyendo los capitulos anteriores para reunir un poco de informacion y reafirmar la secuencia logica de eventos que vengo planeado para la historia, tambien espero que no se esten desesperando por el poco acercamiento que tienen Ichigo y Nell, despues de todo este fic es IchiNell (se supone xD) pero no se desesperen, les tengo planeadas muchas cosas mas a este par antes de que la magia del amor los envuelva, bueno, dejenme saber que tal les parecio el capitulo, me interesa mucho saber sus opiniones, y lamento no haber contestado sus reviews, en el proximo cap lo hare. sin mas por agregar, no vemos en el proximo cap. y que pasen un muy feliz años nuevo (Y navidad, aunque ya estemos a 30 xD) que cumplan todos sus propositos y el proximo año este lleno de dicha y felicidad para ustedes queridos lectores.