Hey arnold no me pertenece, le pertenece a Craig Bartlett y a Nickelodeon, este fanfinc no fue echo con fines de lucro, es simple entretenimiento. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

[Phoebe]

-¡Maldita sea! – Escuchó rugir del otro lado de la puerta mientras pasaba hoja de la revista médica que estaba intentando leer desde hace un cuarto de hora…

-¡Aaah voy a morir!, me voy a sacar el cerebro, lo retorceré y posteriormente ¡voy a morir! – Volvió a rugir la rubia desde su habitación.

Phoebe realmente intentaba concentrarse en su lectura y no sucumbir a la preocupación de saber si podía ayudar a Helga en algo, sabía que entre más pasara el tiempo una se estresaría más y la otra se pondría más ansiosa.

Era todo un reto para ambas el que Helga se quedará corta de inspiración, puesto que antes de los últimos 3 meses eso era casi imposible, y aunque ahora se había convertido en algo más regular, ninguna de las dos tenía la cura exacta ni un plan de ataque que ayudara a la rubia a salir de su ensimismamiento, por lo tanto, Phoebe decidió por una vez, dejar que todo pasara y arreglárselas más tarde…

-¡Pheebs! – Gritó Helga mirando furibunda su ordenador unos minutos más tarde. Phoebe abrió la puerta con más calma de la usual y asomó la cabeza en la habitación con una sonrisa tímida.

-¿Qué pasa Helga?- Le preguntó al momento que examinaba la habitación. Todo parecía en orden, unas cuantas prendas arrojadas en el sofá de pie de cama, las ventanas cerradas, las pequeñas mariposas de papel con colores brillantes que llevaban pegadas 3 años en la habitación estaban en su lugar, la luz del techo iluminaba el cabello de Helga sujetado en una especie de maraña, con cabellos sueltos aquí y allá en lo alto de su cabeza.

-Phoebe, por favor amiga… -suplicó Helga - ¡Mátame! Por piedad, hazlo rápido que yo soy muy cobarde para hacerlo por mi cuenta – Suplicó una vez más mientras reposaba las manos en la mesa de escritorio junto a su laptop y la cabeza sobre ellas.

-Vamos Helga anímate, no puede ser tan malo… - Dijo acercándose tímidamente a Helga, que seguía con la cabeza recostada y los ojos cerrados. Phoebe sabía perfectamente, por lo mucho que conocía a Helga, que el "no puede ser tan malo" realmente era malo en esta ocasión, pero milagrosamente una media sonrisa brotó de los labios de Helga.

-Pheebs, eres todo un encanto ¿lo sabías? – le dijo con la misma sonrisa y sin abrir los ojos.

-No Helga, pero gracias por decirlo – Contestó acercándose un poco más y recargando su mano en la cabellera rubio dorado que tenía delante de ella. En este momento Phoebe hubiera dado lo que fuera por poder entrar en la cabeza o mejor dicho, en el corazón de Helga y saber a ciencia cierta si sus sospechas acerca de la falta de inspiración eran correctas.

- No creo que pueda terminar esto nunca, es como si mi cerebro se hubiera secado por completo – Suspiró lentamente y abrió esos grandes ojos azules mientras miraba a Phoebe dar un par de pasos atrás y sentarse en el sofá de pie de cama. Helga giró su silla hasta quedar frente a Phoebe y subió los pies al sofá justo del otro lado de donde la pequeña asiática se sentó.

-El profesor Benjamin… me ha dicho… que… que es casi seguro que mi libro se publique si termino a tiempo ¿sabes? – Phoebe notó un poco de color rosado en las mejillas de su amiga mientras se confesaba.

- Eso es genial Helga, deberías de estar un poco más feliz ¿no crees? – Phoebe quería saltar de gusto, pues en realidad se sentía feliz por ella, pero sabía que Helga reaccionaria como solo Helga lo hace para no sentirse importante, y por la forma en que estos últimos meses habían transcurrido, quizá no estaba precisamente feliz con la noticia que su profesor favorito y principal admirador (hasta ahora conocido) le había dado.

-Sí, realmente es algo bueno, nunca pensé que ocurriría algo así cuando decidí dejar leyes y seguir por el camino del periodismo. Es decir, pensé que sería genial, tú sabes, ser corresponsal de un gran periódico como New York Times y viajar por el mundo, pero jamás imagine que para hacer eso tendría la oportunidad de escribir sobre muchas otras cosas que quizá no son noticia. - Helga se encogió de hombros mientras se acariciaba el brazo.

-Tienes la habilidad de plasmar tus emociones en papel Helga, eso es lo que realmente hace posible el hecho de que vayas más allá de redactar una simple noticia – Phoebe conocía tan bien a Helga que sabía cómo hacerla hablar.

- ¡Mentira! – Grito Helga apuntando a Phoebe – ya no tengo sentimientos Pheebs, ¿qué no lo ves? – hizo una mueca de tristeza mientras agachaba la cabeza.

-No digas tonterías – la conforto la pequeña – Tu eres Helga G. Pataki, una chica explosiva y llena de ingenio.

- No Phoebe… ya no lo soy…- Por un momento Phoebe creía que su amiga se sinceraría.

-¡Esta estúpida tesis me está volviendo loca! – refunfuñó la rubia sacudiendo los cabellos sueltos de su desarreglado peinado y cruzándose de brazos con el ceño fruncido. Phoebe suspiró hondo… quizá, solo quizá, Helga decía la verdad y el asunto con cierto rubio nada tenía que ver con que no pudiese terminar su tan amado "proyecto de tesis".


Eran cerca de las 3:50 am cuando Phoebe escuchó un ruido que provenía de la sala de estar de su pequeño pero muy ordenado departamento. Con un poco de miedo se asomó por encima de su cama a ver si un poco de luz se filtraba por debajo de la puerta y efectivamente así era.

Se metió una vez más bajo las sabanas cuando escuchó un golpe sordo que la hizo saltar y casi correr sin importar lo corto de su short de pijama hasta la puerta y atravesar el amplio pasillo hasta la sala. Un torbellino dorado con pantalones de pijama verde manzana y camiseta blanca sin mangas, apilaba un montón de ropa sobre una maleta rosa abierta de espaldas a Phoebe, mientras decía para sí misma "COBARDE" y sin percatarse del ataque al corazón que una personita acababa de pasar.

Por toda la sala estaban tiradas botellas de Shampoo, acondicionador, libros (que Phoebe imaginó salieron volando del cuarto contiguo de Helga y provocaron tal alboroto) zapatos, un par de bolsas y todo lo necesario para un viaje largo.

-Helga… - dijo despacio mientras la chica tornado se peleaba con una segunda maleta cuyo cierre no quería abrir. Helga no se detuvo y continuó haciendo lo suyo como si no hubiera escuchado a su mejor amiga.

-Helga… – repitió Phoebe un poco más alto sin obtener respuesta mientras Helga por fin pudo abrir la maleta maldiciendo y sentándose en el suelo de espaldas a Phoebe, con el cabello aún más revuelto que unas horas antes, y las manos moviéndose a toda prisa mientras mal-doblaba la ropa acabada de planchar y la metía ferozmente en la maleta recién abierta.

- ¡Helga! – Gritó Phoebe aun sin respuesta caminando entre los maltratados libros y con cuidado de no pisarlos.

"Que estupidez". Escuchó decir a la rubia mientras se acercaba a ella. "Eres una vil cobarde Geraldine". Al parecer se estaba maldiciendo así misma. Phoebe se arrodilló a un paso de Helga, observó sus mejillas encendidas, el sudor en su cara y la rabia que su cuerpo emanaba al punto de hacerla temblar."Vaya que está frustrada" pensó preocupada. Una melodía algo ruidosa (para los gustos de Phoebe) salía del cabello de Helga.

"Or another's I'm gonna lose you I'm gonna trick you, I'll trick you… One way or another I'm gonna lose you I'm gonna trick you, trick you, trick you, trick you One way or another I'm gonna lose you I'm gonna give you the slip".

Así que esa era la razón por la que Helga no escuchaba ni pío. Tenía puestos sus audífonos con la música a todo volumen.

Phoebe esperaba a que el solo de guitarra terminará cuando Helga giró súbitamente en su dirección intentando alcanzar una prenda íntima color blanco.

-¡Aaaaah!- gritaron al unísono abriendo mucho los ojos. El par de ojos cafés solo parecieron salirse un poco de sus cuencas tras el susto de los gritos de la dueña del par de ojos azules que estaban brillando más que nunca.

– ¡Aaaah… Demonios Phoebe! Me haré diabética por culpa tuya – le gritó mientras le tiraba encima la prenda blanca y se limpiaba los ojos. Estaba llorando.

-Son las 4:00 de la mañana Helga, la que se aferró a la vida tras pasar el susto de su vida fui yo – se defendió tratando de ignorar el estado de su mejor amiga y con el corazón tan triste como la mirada de Helga.

-Lo siento Phoebe – dijo tratando de no derramar una lágrima más.

-¿Puedo saber a dónde te diriges? – Le preguntó apuntando con la mirada hacia las maletas a medio hacer.

- Nos dirigimos Pheebs – recalcando el "nos" y quitándose los audífonos.

- Sabes que iría contigo al fin del mundo Helga, pero estas son mis últimas vacaciones antes de entrar al internado en Agosto y sabes que le prometí a Lila y Ronda asistir a sus graduaciones. – Mencionó casi rogando para que no la convenciera de alguna locura y sentándose de piernas cruzadas justo frente a ella.

- Lo sé Phoebe… - de repente Helga sonrío con más valor en sus labios que en su mirada. La pequeña casi leyó en la expresión de su mejor amiga lo que estaba a punto de decir y por increíble que le pareciera, decidió simplemente tomar la noticia como cosa de cualquier día.

- Regresaré contigo a Hillwood y pasaré allá todas las vacaciones – asintió con la cabeza y fingiendo valor. Tomó la ropa que Phoebe tenía en sus manos y se volvió hacia su maleta. Phoebe tomó otro montón de ropa y empezó a doblarla con más cuidado ayudando así a Helga, quien supo que aquella persona que siempre ha estado a su lado en las buenas y en las malas, nuevamente le brindaba su apoyo.


Terminaron de empacar las cosas de Helga justo a las 5:00 am y la voluntad de Helga de volver a Hillwood aquel verano no había flaqueado en lo absoluto. Justo a las 9:00 am estaban en sus asientos del avión un poco desveladas pero unidas, como solo ellas podían estarlo. Ninguna de las dos habló sobre el repentino cambio de planes de Helga.

Phoebe sabía que no era nada sencillo hacerla hablar acerca del tema, por lo tanto no insistió, además, estaba feliz de que hubiera abandonado su plan de quedarse sola en casa todas las vacaciones y trabajar en su tesis, las vacaciones les sentarían bien a las dos. Tanto Helga como Phoebe necesitaban distraerse y salir con amigos, aunque esa era justa la parte que más le preocupaba a Phoebe. Hacía ya unos años que Helga no pasaba en Hillwood más de una semana, aunque la razón Phoebe podría adivinarla, de la boca de Helga no salía una sola frase al respecto, y después de 3 años, Phoebe simplemente se rindió y dejo de intentar saberlo.

-Phoebe, ¿hablaste con Lila y ronda? – Preguntó Helga con inquietud y mirándola directamente a los ojos.

-Claro que sí – contestó con aire de suficiencia, hacía mucho tiempo que no se sentía como la niña de 10 años que le ayudaba a Helga con sus eventos sociales. – Me han dicho que el lugar asignado para ti lo habían dejado abierto por si se te ocurría aparecer.

-Genial, esas bobas aún me tienen respeto – se rió la rubia.

- Yo creo que con los años, te tienen cariño… - reflexionó Phoebe.

- ¿Cariño? Simplemente aún le temen a Betsi y sus 5 vengadores – hizo un puño con la mano mientras Phoebe se reía y negaba con la cabeza. "¿cuándo entenderá que después de tantos años, los que realmente somos sus amigos, vemos más en ella que lo que ella misma ve?".

-¿Hablaste tú con Bob y Miriam?-preguntó Phoebe mientras acomodaba su almohada en su cuello.

-Por supuesto; Bob dijo que me esperarían en casa.

- Y Olga… ¿estará ahí? – preguntó Phoebe con cautela.

-No lo creo, sigue molesta con Miriam y Bob por no ir a cenar a su casa con su adorado marido que es un dolor de muelas – se encogió de brazos – Por mí mejor que no esté, no tengo ganas de estar soportando sus constantes críticas de hermana mayor, por mí, ella y Steven se pueden ir al demonio si quieren. Él es tan meticuloso como ella y juntos son tan absurdos que nos hacen un favor al estar "castigando" a Bob y Miriam.

Phoebe notó que a pesar de las críticas de Helga hacia su familia una ligera sonrisa se curvó en sus labios. Con el pasar de los años, tanto Bob como Miriam se habían hartado de Olga y sus constantes cambios de profesiones y de novios. Por otro lado, la doctora Blits se ocupó de hacerles saber que tenían en su hogar una niña que iba más allá que cualquier otro niño y si seguían sin prestarle atención podían despedirse de su pequeña niña con listón rosa, pues Helga amenazó en sus terapias constantemente que se marcharía para no volver si las cosas no cambiaban.

Bob fue el más impactado al hablar con los maestros de Helga, al asistir a todas y cada una de las reuniones escolares, ellos aseguraban que Helga superaba con creces el desempeño de Olga, pero su mal comportamiento no sería de mucha ayuda si quería entrar a una universidad decente en el futuro. Bob se encargó del problema sometiéndose a sí mismo a entablar más conversaciones con su hija y resolviendo el "problemita" de Miriam con la bebida.

De esta forma la familia de Helga se había reconstruido y por lo que Phoebe sabía, era un ambiente totalmente diferente al que Helga vivió de niña. El único problema era y seguiría siendo Olga, a quien no le pareció en lo absoluto el cambio tan abrupto de atención de sus padres.

"Este motivo definitivamente no puede ser el motivo por el cual Helga no quiere volver a Hillwood" pensó Phoebe mientras miraba a Helga dormir plácidamente en su asiento.

No, el motivo probablemente tenía que ver con algo aún más fuerte que la situación familiar de Helga, algo de lo que probablemente huía o algo que probablemente le dolía. Phoebe pensó en aquella foto que se subió a una red social y en los protagonistas de la misma. ¿Sería acaso, la razón por la que Helga G. Pataki por fin había decidido volver?...


Es todo por el primer cap, porfavor dejen sus reviews, se aceptan comentarios y sugerencias, pero les pido que sean amables y no usemos un lenguaje "altisonante". Soy nueva en esto, soy fan de Hey Arnold, subir de dos a tres capítulos por semana según se den mis tiempos y mi inspiración, quiero agradecer a Charles Charlestoun por su apoyo incondicional, revisar mi ortografía (ya que soy malísima para eso :S) y su insistencia a que le revele más sobre lo que escribiré (cosa que no pasará, él esperará lo mismo que esperan ustedes) :)