Prefacio

-Es una niña - murmuró el doctor con una sonrisa bajo el cubre bocas y con mucho cuidado le entregó la pequeña bebé a una de las enfermeras que lo asistían en el parto.

-Una niña? - preguntó la adolescente llorosa y sudorosa. Levantó la cabeza tratando de mirar a su bebe con la mirada perdida-. Quiero verla - débilmente levantó los brazos.

El doctor miró a su colega detrás de la chica y el asintió. El doctor asintió a su vez a la enfermera que estaba limpiando a la pequeña criatura recién nacida.

-Lo siento mucho, Isabella... pero... la bebé no... respira. Están tratando de... Nació sin vida.

-Que? No! Yo... Edward... Donde esta Edward? Quiero ver a Edward... Edward, salva a Renesmee... -balbuceó la joven madre, mientras una de las enfermeras colocaba un sedante en su intravenosa.

-Estas seguro de esto, Carlisle? - cuestionó el doctor que había traído al mundo a la pequeña que comenzó a llorar.

-No voy a dejar que la vida de mi hijo y la de Isabella se arruine por un estúpido error, como lo es esa niña. Si alguno de ustedes habla, pueden irse olvidando de volver a trabajar en cualquier otro hospital de este país, lo que les pagué no fueron cinco centavos - masculló el jefe del hospital quitándose de manera despectiva el gorro que cubría su cabello rubio y el cubre bocas.

El pediatra y el ginecólogo, así como las enfermeras se miraron nerviosos y culpables. Habían aceptado un buen cheque y una garantía de que si algún día había recorte de personal, todos ellos estarían a salvo.

El doctor Carlisle Cullen se acercó en silencio a su nieta, la sostuvo en sus brazos unos segundos.

-Esto no es personal Renesmee, pero quiero demasiado a mi hijo como para que le arruines la vida - la criaturita continuó durmiendo en su manta calientita sin saber que su propia sangre la había arrebatado de los brazos de su madre.

El doctor le entregó la niña a una enfermera y ella le sonrió débilmente tras el cubrebocas. Le tenia miedo a su jefe. Si era capaz de arruinarle la vida a su hijo y su novia, seria capaz de arruinarle la vida también a ella, una enfermera de quirofano que tenia tres semanas trabajando en el hospital.

Renesmee fue llevada al los cuneros bajo el apellido de Dwyer y fue cuidada como a cualquier otra bebe del lugar; mientras, su abuelo Carlisle y su abuelo Charlie, llenaban los formularios para darla en adopción.

-Me siento mal haciéndole esto a mi hija, Carlisle - masculló Charlie Swan, el padre de Isabella.

-Que prefieres, Charlie: que Edward e Isabella terminen la preparatoria, vayan a una universidad y tengan un buen trabajo, una buena vida... o les damos a la niña, dejan la preparatoria, Edward consigue un trabajo mediocre y mal pagado, llega a casa todas las noches donde la niña llora y llora sin parar. El y tu hija discuten, incluso llegan a los golpes, Edward se va y abandona a tu hija y a Renesmee...

-Ya basta, de acuerdo! Pero que va a pasar con la niña?

-Con un poco de suerte la adoptara una buena familia que cuidara de ella.

-Y si no? - Charlie preguntó con un nudo en la garganta.

-Me da igual, ese ya no es nuestro problema - el doctor se encogió de hombros y firmó los papeles dado por terminado el asunto.

La pesadilla que habían vivido durante los últimos meses estaba por terminar; su hijo iba a llevar la vida que tan meticulosamente le había planeado lejos de esa chiquilla llamada Isabella Swan. Afortunadamente el padre de la chica tampoco había estado contento con la relación de su estudiosa hija con el playboy de Edward Cullen y se había puesto en contacto con el doctor para solucionar juntos el problema en el que se habían metido sus retoños. Como no podían obligar a la adolescente que se hiciera un aborto, decidieron esperar hasta que naciera el bebe y por fin deshacerse de el por medios menos riesgosos y legales.

-La madre de Isabella se llamaba Renee, verdad? - murmuró Carlisle dándole un ultimo vistazo a los documentos,

-Si, Renee Dwyer.

-Bien, según estos documentos fue ella quien la dio en adopción.

Charlie suspiró y se preguntó que es lo que su difunta esposa pensaría sobre lo que le estaba haciendo a su hija. Ella se hubiera opuesto rotundamente, habría apoyado a Isabella y hubiera cuidado a la bebé mientras la chica terminaba la preparatoria.

-Y si los chicos algún día se les ocurre... investigar? - murmuró Charlie con preocupación girando una y otra vez su anillo de matrimonio, que no se había quitado a pesar de que Renee había muerto tres años atrás.

-Nos atendremos a la historia, siempre. Renesmee nació muerta. La bebé nació muerta, los doctores hicieron resucitación, pero la bebé nació muerta. No tenia pulso, no respiraba. Nació muerta y no se pudo hacer nada. Yo estuve ahí, la bebé nació muerta.

Charlie se estremeció al ver lo convincente que era Carlisle -su rostro se había transformado de arrogante a casi agonizante por el falso dolor de saber que la bebé había nacido sin vida-, y por el dolor que le causaría a su hija el escuchar esas palabras. Pero era mejor un poco de dolor durante un tiempo, a una vida miserable y una niña de por medio.

-Ellos investigaran y se encontraran con una acta de defunción con el nombre de Carlie Cullen-Swan -susurró el doctor llenando dichos papeles-, solo eso. Ese es el nombre con el que Isabella ha parloteado los últimos días: Renesmee Carlie Cullen-Swan. Usé Renesmee para los de adopción y Carlie para los de defunción. Ni Edward ni Isabella buscaran a una Renesmee en Servicios Sociales, como ya dije, les diremos que nació muerta, tal y como lo dice aquí - señaló los documentos.

-Solo espero que estemos haciendo lo correcto.

-Claro que lo estamos haciendo, Charlie. Es lo mejor para los chicos.

-Y a todo esto, donde esta Edward?

-Hice que su amigo Emmett se lo llevara con el a la destilería que tiene su familia. El chico me llama cada hora para decirme que Edward sigue de catador.

-Y que pasara cuando deje de beber y se de cuenta de que se perdió el parto?

Carlisle se encogió de hombros.

-Y tu mujer? Ella que dijo?

-La distraje con la remodelación de la casa, ya sabes que ella ama ese tipo de tonterías.

Charlie negó con la cabeza y reprobó aun mas todo aquello, pero dio gracias por que su hija ya no estaría ligada a esa gente. Solo lamento no ver crecer a su nieta.