Kung Fu Panda y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de DreamWorks skg.


¨Vive Como si Fueras a Morir Mañana, Aprende Como si Fueras a Vivir por Siempre¨


¨El Futuro Guerrero Dragón¨

Unos cuantos minutos más tarde, Khan salió del palacio de jade llevando en sus manos un rollo de pergamino, en el cual informaba a su maestro sobre la nueva información que la doctora Yaan, había compartido con él esa misma tarde, después de que le atendiera en la enfermería, debido a sus problemas estomacales...

se internó en el bosque, buscando la cueva donde su hermana se escondía durante las noches, cuando no estaba vigilando el palacio de jade y lo que pasaba en sus alrededores, para pedirle que llevara el mensaje hasta su maestro, pues no confiaba en dejar esa tarea en las manos de un extraño...

mientras andaba, escuchó un ruido como de pasos sobre la hojarasca seca, siguiéndolo, haciendo que se detuviera de inmediato, buscando entre los árboles a quien fuera que lo hubiera estado siguiendo, mientras se preparaba para defenderse de algún posible ladrón...

Mieth: (cayendo justo frente a él)...vaya, vaya...pero si es mi querido hermanito, comenzaba a creer que te habías olvidado de mi...

Khan: (molesto)...déjate de estupideces, si vine a buscarte es porque necesito que informes al maestro de algo importante...

Mieth: ...¿de verdad?...¿y que podrá ser eso tan importante?, según tú...

Khan: (sonriendo con malicia)...el motivo por el cual esa bastarda y la hija del maestro Shifu, desaparecieron tan misteriosamente de la noche a la mañana...

Mieth: ¿en serio?, ¿y de casualidad tendrá algo que ver con la enorme barriga que les está creciendo a esas dos, respectivamente?...

Khan: ¿qué?...¿como lo supiste?...

Mieth: ...me llamó la atención ese lobo que visitaba frecuentemente el palacio de jade, un día lo seguí para averiguar quien era, y al hacerlo descubrí que trabajaba en el palacio de esa vieja hipócrita y arrogante...

Khan: ¿la marquesa de Han Shou?, ¿la hermana de nuestro padre?...

Mieth: si...al parecer esas dos encontraron la forma de que¨mi lady¨,les concediera asilo en su palacio, aunque eso no fue lo único que he descubierto al espiar dentro del palacio de Han Shou, ¿alguna vez escuchaste a alguien hablar sobre Tai Lung?...

Khan: ...¿y quien no?...

Mieth: pues continúa con vida, trabajando como guardia en el palacio de esa vieja pretenciosa...

Khan: ¡¿que?!, ¿no se supone que el panda acabó con él hace tiempo?...

Mieth: pues al parecer no...

Khan: (sacudiendo la cabeza)...pero volviendo al tema de ese par de rameras, hay que ir por ellas y llevarlas ante el maestro para que decida que hacer...

Mieth: ¿y tú crees que yo no lo he intentado?, ¡las vigilan constantemente!, ¡no hay manera de acercarse a ellas!, ¡incluso han doblado la vigilancia en el palacio!...

Khan: ¿crees que ya saben lo que planea el maestro?...

Mieth: ...no lo sé...pero sus ordenes fueron las de vigilar a todos, y comunicarle cualquier sospecha que tuviéramos, le envié una carta hace poco, avisándole de todo lo que descubrí en el palacio de Han Shou, así que descuida, él ya está enterado de todo, aunque igual no veo para que podría servirle ahora, sus planes eran hacer que la bastarda de Akemi, lograra convertirse en la esposa del panda, para después de que quedara preñada, asesinarlo, y reclamar el derecho de custodiar el rollo del dragón, el cual le pertenecería por derecho tan pronto como asesinara también a la bastarda y al engendro, constituyéndolo así como el nuevo Guerrero Dragón, pero tal y como están sucediendo las cosas, creo que ahora buscará lograrlo por la fuerza, tan pronto como sus discípulos terminen con su entrenamiento...

Khan: ¿y no crees que deberíamos averiguar quienes fueron el par de afortunados que les hicieron el¨favor¨a esas dos?...

Mieth: ¿a esa estúpida de Akemi?, muy fácil, seguro que ella y ese muerto de hambre que es Reiko, no se aguantaron las ganas y se comieron el pastelillo antes del festival, y la hija del maestro Shifu...

Khan: ...¿si?...

Mieth: ¿no estarás pensando que el panda...?

Khan: si el hijo que esa ramera está esperando es suyo, estaremos metidos en serios problemas...

Mieth: entonces hay que averiguarlo, y si lo es hay que tratar de impedir que ese engendro nazca, así tengamos que matarla también a ella...

En el Gran Templo de Hoshi Gin

El gran maestro Buey se hallaba meditando a solas, en el salón de los Guerreros Ancestrales, cuando un joven ganso llegó volando hasta él de forma apresurada, llamando su atención, mientras buscaba entre sus ropas algo que parecía estar ocultando a la vista de los demás, y se aseguraba de que no había nadie más en el lugar...

Ru-Yan: ¡maestro Buey!, ¡lo conseguí maestro Buey!, ¡intercepté la correspondencia del maestro Fai, como usted me lo ordenó, maestro!...

Buey: ¡shhh!, ¡baja la voz Ru, alguien podría estar escuchando!, ¿estás seguro de que nadie te vio hacerlo?...

Ru-Yan: (bajando la voz)...si maestro, las tomé de la mesa del vestíbulo cuando madame Hua, el ama de llaves, no estaba mirando, aquí las tiene...

Buey: (tomando las cartas)...veamos...el magistrado Jao, no...Lin Zhao...¿no es una de las chicas de madame Zai?, ¿la dueña del burdel?...

Ru-Yan: (encogiéndose de hombros)...no sabría decirle maestro, no frecuento esa clase de sitios...

Buey: (suspirando)...como sea...el maestro Mao, no...¡Mieth!, ¡te atrapé, pequeño demonio!...

el maestro Buey retiró el sello, y comenzó a leer, cayendo en la cuenta poco a poco de que aquella carta, era más bien un informe de los sucesos ocurridos en el Valle de la Paz, en el último mes, se alegró casi tanto como se preocupó al descubrir que las hijas del maestro Hiroto, y el maestro Shifu, esperaban a su primer cachorro respectivamente, y casi al instante se sintió aliviado por haber tomado la decisión de pedirle a su joven sirviente, que interceptara toda la correspondencia del maestro Fai...

Buey: ¡buen trabajo, Ru!, ahora regresa a tus quehaceres, y no comentes nada de esto con nadie, ¿has entendido bien?...

Ru-Yan: (haciendo una reverencia)...si maestro, con su permiso...

tan pronto como su sirviente se marchó, tomó la carta y la guardó entre sus ropas, ahora solo restaba esperar a que su amigo, el gran maestro Cocodrilo, regresara de aquella misión cerca del valle de la paz, a donde el consejo de maestros lo había enviado, con motivo de la cual, planeaba pretextar su visita al palacio de jade, y de paso poner sobre aviso al maestro Shifu sobre lo que Fai se proponía...

En el Palacio de Jade, Una Semana Después...

Una vez que terminaron de explicarle al maestro Shifu, sobre el hecho de que en unos cuantos meses sería abuelo, y después de escuchar hasta la última palabra de aquel sermón sobre la responsabilidad y las consecuencias que cada individuo debía enfrentar por sus acciones, el anciano maestro finalmente los abrazó, deseándoles dicha y prosperidad en su futuro, ya que sin importar cuanto desaprobara la conducta de su hija y su futuro yerno, era incapaz de esconder la gran alegría que sentía debido al próximo nacimiento de su pequeño nieto...

cuando llegó la hora de regresar al Palacio de Jade, Po le suplicó al maestro que le permitiera quedarse por lo menos aquella noche junto a su prometida y su hijo, ya que después de haber descubierto aquella maravillosa sorpresa, deseaba permanecer a su lado, por algunas horas más...

el maestro quiso negarse pero comprendió, después de todo, se avecinaban tiempos difíciles, ¿como obligar a su alumno a enfrentarlos, si lo apartaba de su principal razón para pelear?, ¿como separarlo de su familia, cuando más necesitaba estar con ellos?, le parecía realmente injusto, por lo que decidió que tal vez, pasar una semana junto a ellos, lo ayudaría a prepararse para lo que vendría, y así pensando, se despidió de todos y regresó al palacio de jade, diciendo a los demás que el Guerrero Dragón se había ido a una provincia cercana, a visitar a un amigo suyo, el cual se encontraba muy enfermo, y tardaría unos cuantos días en regresar...

los días transcurrieron ligeros, mucho más de lo que ambos enamorados hubieran querido, pues pasaban los días planeando su futuro juntos, y por las noches cedían a la tentación, dejándose guiar tan solo por el gran amor que se tenían, entregándose el uno al otro en medio de suaves caricias, la exquisita unión de sus cuerpos, y dulces gemidos de placer...

en su último día, Po se despidió de ambos, no sin antes besárlos por última vez, dejándole a ella una lista de cosas que le suplicaba que no hiciera durante su ausencia, pensando solamente tanto en su bienestar, como en el de su hijo, ya que si conocía bien a su prometida, y así era, haría las cosas a su manera, poniéndose en riesgo a si misma, al igual que a su pequeño...

Po: aléjate de las ventanas, no salgas del palacio, si quieres ver a las chicas, pide a alguien que las invite a venir, si te sientes mal, avísale a Mei o pide a Li que me busque, y de inmediato vendré a verte...

Tigresa: (callándolo con un beso)...estaremos bien, por favor no te preocupes tanto, mi amor...

Po: tan solo promete que harás lo que te pido, mi cielo...

Tigresa: ...lo prometo...

Po besó sus labios una última vez, antes de despedirse y emprender la marcha rumbo al palacio de jade, pensando en las medidas que tomaría para proteger a su familia de ese cretino, que ahora menos que nunca merecía ser llamado maestro, a juicio suyo y de todos los demás...

por el camino, permanecía atento a cualquier ruido extraño, cualquier cosa que le indicara que esa maldita gata psicópata pudiera andar cerca, mientras aferraba en una de sus manos, un frasco con el antídoto en el que Li, había estado trabajando en las últimas semanas, lo bastante fuerte como para detener la acción de cualquier veneno, por fulminante que este fuera, a menos que se tratara de un veneno al que Li llamaba¨Ojos de Muñeca¨, una planta de occidente cuyo espécimen era realmente difícil de conseguir...

estaba casi a punto de subir los últimos escalones que conducían al palacio de jade, cuando una voz que conocía de antes, lo llamó por su nombre, haciendo que se diera la vuelta para descubrir a un agotado maestro Cocodrilo, subiendo las escaleras tan rápido como podía, en un intento por alcanzarlo...

Po: ¿maestro Cocodrilo?, ¿que le trae por aquí?...

Cocodrilo: es...complicado, maestro Po, creo que lo mejor sería entrar, así podré hablar también con el maestro Shifu...

Po: de acuerdo, hay que ir directamente a la sala de los héroes, conociéndolo, es muy probable que se encuentre ahí, meditando...

ambos maestros se dirigieron juntos hasta el lugar en cuestión, en busca del anciano maestro, el cual se encontraba sentado en posición de loto junto al estanque, interrumpiendo su meditación tan solo al percatarse de su presencia, comenzando en ese instante a temer lo peor...

poco a poco, el maestro Cocodrilo les fue contando todo lo que su amigo, el gran maestro Buey había descubierto, aconsejando al maestro Shifu para que comenzara a prepararse para la¨visita¨de Fai, recomendándole poner a sus dos hijas, fuera del alcance de ese maldito miserable...

se estaba despidiendo de ambos maestros, antes de emprender el camino de regreso a la ciudad de Gongmen, cuando un gran alboroto proveniente del interior del palacio, los hizo alarmarse, comenzando a correr de inmediato hasta llegar al pasillo donde se encontraban las habitaciones que correspondían al Guerrero Dragón y los cinco furiosos, encontrando en aquel sitio la razón de tan terrible escándalo...

el maestro no podía creer lo que veían sus ojos, sus alumnos y los maestros Izanami, Reiko, Hitomi, y Fei, se encontraban peleando con Khan, el cual sostenía el rollo del dragón en una de sus manos, mientras que Mantis, Vivora, Mono, y Grulla, hacían hasta lo imposible por arrebatárselo, haciendo su mejor esfuerzo...

al comprender lo que sucedía, el maestro corrió hasta él, usando una técnica de velocidad para recuperar el rollo, volviendo al instante al sitio donde se encontraba antes, sin embargo, al ver que el maestro Shifu había logrado arrebatárle el rollo del dragón, el tigre sustrajo un objeto de entre sus ropas, parecido a una cerbatana, apuntando con ella en dirección al cuello del maestro...

al ver lo que ese maldito tramposo se proponía, Vivora actuó de inmediato, interponiéndose entre ambos para recibir el dardo que debía tomar la vida de su maestro, sirviéndole de escudo, y al ver que no solo no había conseguido recuperar el rollo del dragón de manos del maestro Shifu, sino que además había desperdiciado su última defensa, en la victima equivocada, enfureciendo aún más a los maestros del palacio de jade, Khan corrió dando un gran salto por encima de sus cabezas, escapando de inmediato de aquel lugar...

de inmediato corrieron tras él intentando capturarlo, mientras que Po intentaba convencer a Vivora para que se bebiera el contenido del frasco que aún llevaba en su mano, y una vez que lo consiguió, la tomó en sus brazos y la llevó cargando hasta su habitación...

pasaron toda la noche en busca de algún rastro que los condujera a la captura de aquel maldito asesino, pero no lograron encontrar nada, asumiendo de tal modo que probablemente contaba con alguien que pudo haberlo ayudado a escapar, dando por terminada su búsqueda, disponiéndose a regresar al palacio para preguntar por la salud de su amiga...

Cuatro Meses Después...

Después de la huida de Khan, y de que Vivora se hubiera recuperado completamente, el maestro Shifu interrogó a todos para saber lo que había sucedido aquella tarde, y luego de escuchar las versiones de todos, llegó a la conclusión de que aquel tigre había estado husmeando en la habitación del Guerrero Dragón, fue sorprendido por sus alumnos cuando robaba el rollo del dragón, y de ahí que se desatara aquella pelea en la que él mismo se viera obligado a intervenir...

sin embargo después de aquel día, tanto las maestras como sus alumnos entrenaban diariamente, esperando el momento en que Fai atacara el valle, así como también planeaban la mejor forma de evacuar a todos los habitantes para ponerlos a salvo, antes de que ese demonio apareciera, amenazando a todo el que se cruzara en su camino...

mientras tanto en el palacio de Han Shou, todo marchaba tan bien como era posible, pues luego de cinco atentados en contra de Tigresa y Akemi, por dos misteriosos extraños que de alguna manera habían logrado evadir la seguridad del palacio, las habitaciones de ambas felinas se hallaban custodiadas por varios guardias, tanto adentro como en el exterior del palacio...

aún así, la mayor sorpresa de todas llegó una madrugada de primavera, cuando Tigresa se despertó al sentir sus piernas completamente empapadas, y momentos más tarde comenzaba a sentir unos fuertes dolores en la parte baja de su vientre, alertando de inmediato a la doncella que cuidaba de ella por las noches, la cual corrió en busca de ayuda, informando al instante a la marquesa de que la prometida de su ahijado, se encontraba a punto de dar a luz, por lo que preocupada, la marquesa envió a uno de sus guardias en busca de una anciana cabra, que tenía experiencia como comadrona, pues había traído al mundo a la mitad de los hijos de sus sirvientes, y al mismo tiempo, pedía a otro que corriera hasta el palacio de jade, para avisar a su ahijado y al maestro Shifu de que el pequeño estaba a punto de nacer...

el tiempo transcurrió demasiado lento para todos los que desgraciadamente se vieron obligados a esperar afuera de la habitación, sin embargo para Po era todavía más insoportable, ya que jamas había escuchado a su amada gritar de dolor de aquella manera, aunque pensándolo bien, jamás la había escuchado gritar de dolor, asumiendo de tal modo que aquello, debía significar para ella una autentica tortura, en toda la extensión de la palabra...

ya habían pasado ocho desesperantes horas, sin tener noticias de su prometida y de su hijo, estaba a punto de entrar a aquella habitación tanto si la partera se lo permitía como si no, cuando de pronto, el sonido más hermoso que hubiera podido escuchar hasta entonces, lo hizo que se detuviera en seco frente a la puerta, donde permaneció inmóvil, hipnotizado por el delicioso sonido del llanto de su pequeño...

Mei: (abriendo la puerta) ¡un varón!, ¡ha sido un pequeño varón!...

Partera: ¡aún no ha terminado mi lady!, ¡hay otro en camino!...

la marquesa cerró la puerta, corriendo a presenciar el nacimiento de aquel pequeño, y un momento después salía al pasillo, con un pequeño bulto entre sus brazos el cual lloraba a todo pulmón, anunciando a todo el mundo de su llegada, dirigiéndose a donde su ahijado sonreía ebrio de tanta felicidad...

Mei: (sonriendo)... felicidades mi cielo, tengo el placer de anunciarte que eres el orgulloso padre de dos pequeños, un varón, y una adorable nenita...

lo felicitó la marquesa, entregándole en sus brazos a una pequeña tigresa, la cual tomó con absoluta delicadeza, como si aquel pequeño tesoro estuviera hecho del más fino cristal, sonrió admirando la belleza angelical de su pequeña hija, hasta el instante en que de pronto recordó a su pequeño, y preguntó a su madrina por él y por la madre de sus hijos...

Mei: tan pronto como la hayan puesto más cómoda, podrás pasar a verlos a ambos, hijo...

unos cuantos minutos más tarde, finalmente pudo entrar a conocer a su pequeño, y a asegurarse de que su amada Tigresa se encontraba bien, pues luego de haberla escuchado gritar de aquella manera, realmente había comenzado a preocuparse de que algo malo le hubiera sucedido, pero al verla sonreír de aquella manera tan tierna, finalmente se tranquilizó, comprendiendo que no había razón alguna para alarmarse...

Tigresa: (sonriendo)... hola, mi amor...

Po: (sonriendo)...hola, hermosa...¿todo salió bien?...

Tigresa: (descubriendo el rostro de su cachorro)... más que eso, ¿quieres verlo por ti mismo?...

Po: me encantaría...

se acercó hasta su prometida, sentándose junto a ella para admirar al encantador tigrillo que sostenía entre sus brazos, conteniendo las ganas de gritar de felicidad, tenía a la hembra de sus sueños, y como si eso no fuera suficiente dicha, esta le había convertido en padre de los dos cachorros más hermosos que hubiera visto jamás...

Tigresa: ¿has pensado en como los llamaremos, mi amor?...

Po: aún no, pero tengo una idea, ¿que te parece si tú eliges el nombre que llevará nuestro hijo, y yo, el nombre que llevará nuestra hija?...

Tigresa: me parece una gran idea...siempre me ha gustado mucho el nombre de Shan, ¿que te parece?...

Po: se oye bárbaro...¿que te parece si llamamos a nuestra pequeña como a mi madrina?...

Tigresa: ¿Mei?...es un nombre muy bonito...¿porqué no?...

Po: bienvenidos a casa...Shan y Mei Ping...

dio la bienvenida a sus pequeños, besando a cada uno en la frente, para después capturar los labios de su prometida, agradeciéndole por los dos regalos más hermosos que alguien pudiera haberle dado jamas...