Hola que tal, soy nuevo en este foro y bueno este es mi primer fic aquí, he hecho otros fic, pero ningúno de bleach, a pesar de que es mi serie favorita no me sentia aun con el nivel para crear una historia de esta serie, espero que les guste y también espero sus comentarios y criticas con ancias, así podre mejorar jejeje consejos para las publicaciones también acepto ya que soy nuevo este foro, espero que les agrade
Capitulo 1: La Mascara Renace
Han pasado años desde ese momento en que su vida cambio, ya no los ha vuelto a ver, no siente sus presencias, no los escucha y aún así saben que están cerca, han pasado años pero sabe muy bien que los volverá a ver, lo único que lamenta es el ya no poder ayudar a sus amigos a detener cada terrible amenaza que se acerca a la ciudad, ha visto sus mejores amigos de este mundo alejarse de él o mas bien ¿él se habrá alejado de ellos?, no lo sabe, solo sabe que cada vez que intenta ayudarlos ellos no se lo permiten o cada vez que los invita a algún lugar ellos pueden ir con el, sus hermanas siempre lo apoyan en esos momentos, una de ellos los ve, así que siempre les manda saludos con ella.
Todos se han graduado y continuaron con sus vidas, aún hay momentos en que se encuentran todos de nuevo, Chad se convirtió en un gran boxeador, su propio abuelo en México lo entreno para esta pasión suya, Ishida se volvió un gran diseñador de modas, a pesar de que su padre quería que fuera doctor, este opto por la moda, Orihime aunque un poco extraña es toda una maestra de primaria, Keigo se convirtió en un gran deportista debido a su gran cantidad de energía, pronto serán las finales estatales de fútbol y tiene un boleto para ir a verlo jugar, Mizuiro es uno de los mas grandes abogados de la ciudad, incluso ya tiene su propio café de abogados y en cuanto a Tatsuki se convirtió en maestra de educación física en la preparatoria y además de que es maestra de un dojo de Karate. En cuanto a él, decidió convertirse en un doctor, cuando salio de casa después de despedirse de sus dos hermanas, las cuales ya se encontraban en los comienzos de la universidad, y de un padre demasiado escandaloso, este abrió su propia Hospitalito en el centro de la ciudad, hay es en donde recibía a cada paciente y los atendía desde un raspón hasta una cirugía, ya que tenía su especialidad era no solo de doctor si no de cirujano, cada vez que una persona no tenía suficiente dinero para pagar una operación de extrema urgencia acudían a él, y este siempre los atendía con gusto.
Fue en una consulta en donde la espalda de un paciente tenía una terrible quemadura en su espalda, al mirarla detalladamente se percate que era la forma de una gigantesca mano, le pregunto el asunto y le dijo que fue algo extraño, que tan solo sintió una enorme presión en su espalda y callo al suelo sin poder moverse, sentía como si algo l estuviera quemando la espalda después de uno segundos ya no sentía la presión y una pared fue destrozada de la nada, salio corriendo pero callo en la esquina y unos buenos transeúntes le ayudaron a llegar a la clínica "tuviste suerte", fue lo que dijo pero el paciente no escucho, sabía que era esa quemadura, dos recuerdos le llegaron a la mente, un tubillo con esa marca cuando estaba viendo el caso de Orihimi y una enorme marca con casi la misma forma en la espalda de Chad, le dio calmantes y antibióticos para que su paciente continuara con su vida diaria, se movió al tercer piso en donde estaba su casa, los dos pisos inferiores eran los consultorios y las salas de operaciones, claro esta este mini hospital tenía un nombre curioso, se llamaba clínica gotei 13, cada consultorio tenía el número de cada escuadrón, en donde el generalmente cuidaba a todos los enfermos era en el consultorio 4, la sala de cuidados intensivos, aunque pequeña, se llamaba sala Unohana, no se necesitaba saber en honor a quien el nombre, aún así esta era su forma de darles su agradecimientos y hacerles saber que no los había olvidado, incluso tenía una sala para menores de edad, llamada sala Yachiru, el recordar a esa niña le causo un poco de risa, se acostó en su cama hoy fue algo duro el trabajo ya que hubo varios pacientes.
Miro en todas direcciones, eran demasiados edificios, pero…el los concia miro confuso en todas direcciones esperaba verlo de nuevo, a ese hombre de lentes oscuros y ropa flameante del mismo color, pero no lo encontraba, llego al borde del techo y se sorprendió al verlo hay, lo miraba con esos ojos blancos detrás de la mascara con cuernos parecidos a cuchillas, el kimono era el mismo, eso no ha cambiado, se quedaron mirándose un momento, estaba por dar un paso pero su voz lo detuvo
- estas por dar un paso mayor, no des este, te estaré esperando junto a Zangetsu
- espera, ¿Qué significa eso?, ¿Cómo es que tu y Zangetsu regresaron?, espera
- lo sabrás mas tarde…
Despertó de golpe, hace mucho que no lo veía, pero eso era imposible, hace mucho que su riatsu no regresaba y menos sus poderes ya que los había gastado en su ultima batalla, su ultima batalla, en donde los vio por ultima vez y solo se pudo despedir de ella, era curioso en las ultimas semanas estaba pensando en ella en cada momento, incluso llego a soñarla, extraño, pero cierto, termino su desayuno y abrió su mini hospital, espero a que llegaran las enfermeras y los doctores que estaban bajo su cargo, todos pasantes o doctores que llegaban al lugar para poder practicar su carrera y a la vez ayudar a la gente, en si solo había dos doctores de planta uno era un hombre que al verlo le recordaba bastante a Ukitake, por su cabello blanco hasta la cintura y su piel pálida, pero solo en eso se parecían ya que este tenía un rostro más fuerte y ojos color obsidiana, el otro era el mismo, pasaron horas hasta que llego una ambulancia, los dos doctores se acercaron rápidamente junto con algunas enfermeras en práctica, recibieron a la persona, pero se sorprendieron de la terrible condición del hombre, le faltaba un brazo y parte de su piel tenía gran cantidad de marcas que parecían mordiscos
- ¿Qué ocurrió?
- según los testigos lo encontraron así, pero que un fuerte viento lo lanzo unos metros, así que tiene varios contusiones, pérdida de sangre por la pérdida de su brazo y más aparte varios órganos parecen haber explotado, como si algo lo hubiera aplastado
- ¡preparen la sala de operación! – esto le parecía familiar, lo sentía y algo en su interior le decía que algo terrible estaba por ocurrir
Pasaron horas en donde los doctores asían lo posible para detener las hemorragias y salvar los órganos dañados, al final terminó con un hombre que necesitaría varios años de prótesis y medicamentos severos para el dolor y terminar de cicatrizar las heridas
- eso fue lo más extraño que he visto en mi vida, ¿usted que dice Kurosaki-san?
- eso no es nada, he visto peores
- enserio
- si…hace mucho tiempo – recordaba las batallas y la cantidad de sangre derramada al igual que sus propias heridas – pero eso es otra historia, ahora… - se levantó para empezar a caminar asía la entrada – solo quiero saber que ocurrió para colocarlo en el expediente
- de acuerdo, yo investigare a su familiares para decirles que se encuentra aquí
Bajo como siempre con el ceño fruncido lo que provoco que algunas enfermeras temblaran un poco ya que parecía de mal humor, siempre causaba ese efecto con las nuevas, las que ya tenían tiempo sabían que así era su cara, pero aun así les era gracioso ver las reacciones de los nuevos al ver al joven doctor, cuando llego a la ambulancia les pidió cada detalle de lo que les contaron los testigos, no podía colocar lo que le decían, solo decían cosas de que un viento lo arrojo y de la nada perdió el brazo, tendría que inventarse algo para el expediente, se rasco la nuca con los ojos cerrados mientras entraba de nuevo
- do…doctor
- si dígame – dijo abriendo los ojos, era una nueva enfermera, apenas comenzaba prácticas, así que al ver al doctor con su mirada fruncida esta se asusto
- lo…lo siento…yo…
- ¿Qué ocurre?
- a…sí…vera…el paciente… - se alarmo al escucharla, por lo que tomo con sus manos los hombros de ella, se sonrojo al sentir las grandes manos masculinas sobre ella – el…paciente…despertó y está…
- ¿y está?
- y está atacando a todos – la soltó y salió corriendo, solo vieron una estala blanca con naranja – es rápido
Al llegar al consultorio paso entre los pasantes y enfermeras que intentaban controlar al hombre que amenazaba a todos con un escalpelo que le robo a un interino cuando este se acercó, al ver al doctor correr asía el presa del pánico lanzo un corte pero tomo su mano entre las suyas quedan do el escalpelo entre dos de sus dedos sin llegar a ser cortado
- deténgase, no le haremos daño
- no quiero…volver…me matara…
- tranquilo, nadie vendrá
- vendrá…ese monstruo vendrá…
- no existe ningún monstruo, así que no se preocupe – lo veía a los ojos, estaba aterrado, en pánico, en este momento haría cualquier cosa para – vamos deje eso y estése tran…
Las enfermeras los vieron, el doctor estaba preocupado, herido, escucharon una exaltación de su garganta y luego mirar abajo, el paciente asía lo mismo, ellos estaban sudando del terror, tan solo fueron segundos cuando ambos cayeron al suelo, las enfermeras se movieron rápidamente para atender a ambos hombres, los movían chocaban pulsos y aplicaban CPR, que para algunas era tentador probar los labios de un joven doctor, pero aún así estaban sumidas en su intento de hacer reacción a aquel hombre de cabellera naranja, después de eso, pero…fue inevitable, no había pulso, los ojos no se dilataban, el cuerpo empezó a enfriar y no respiraba, por mas que lo intentaban reanimar, este no se despertaba de ese mortal sueño, no hubo más, lo declararon muerte.
Escucharon el primer sonido al cabo de unos segundos…después se desato el infierno, primero fueron los banco metálicos saliendo disparados por todos lados, las cortinas blancas se movían en todas direcciones como si algo pasara entre ellas, las puertas se abrían y cerraban de golpes, las lámparas titilaban y varias llegaron a estallar en varios pedazos, las camas se movieron asía un lado como si algo las hubiera golpeado para llegar y golpear fuertemente la pared, todos no sabían que hacer hasta que vieron el cuerpo del doctor elevarse y ser arrojado en contra ellos haciéndolos salir del cuarto, luego parecía fracción de segundo pero vieron al doctor Kurosaki, mirarlos de una forma sería, protectora y preocupada, parecía mas joven, escucharon un sonido un tanto escalofriantes decirles "salgan del lugar", para después la puerta ser cerrada de golpe, se miraron entre ellos y luego el cuerpo del doctor y del paciente, gritaron y salieron corriendo del hospital, al llegar a las afueras, el segundo piso había explotado en miles de escombros, el infierno se desato en ese momento para ellos al ver el mini hospital caer al suelo hecho pedazos, de entre los escombros salio ileso el cuerpo sin vida del doctor y del paciente, sin ningún rasguño y luego el terror los invadió, no se podían mover por el miedo, sintieron una terrible presencia, tan terrible que incluso bomberos y testigos no se movían, solo se quedaban mirando el edificio destruido, de entre el humo de los escombros y de las explosiones por los gases inflamables había una silueta que daba demasiado miedo, varios sacaron cámaras al instante, parecía…el mismo demonio, los cuerno resaltaban a la vez que parecía tener la cabeza de algo en un mano y una espada en la otra, el humo se movió revelando que no había nada realmente en ese lugar, se quedaron petrificados, no se movieron a pesar de que ese terrible sentimiento desapareció y todo volvió a la calma, miraron el cuerpo del doctor, parecía alegre como si esperara este momento, desde entonces su fotografía paso a estar en cada hospital, debido a que protegió a doctores y un paciente incluso después de la muerte, ahora era llamado el doctor de las almas.
El miraba a su paciente intentando calmarlo, pero luego sintió que algo lo atravesaba, era diferente, un sensación ya conocida, miro abajo, dejo salir un gemido de sorpresa y terror al ver ese brazo atravesar el abdomen de su paciente y su pecho, ese pecho que ha tenido heridas antes, y en donde se habían abierto agujeros dejando salir algo que no era él y que logro controlar al final, observo como ese brazo se movía haciéndolo salir volando en contra de un pared al igual que su paciente, ambos miraron sus cuerpos, ahora perdiendo el calor, observaron como las enfermeras intentaban reanimar al doctor, tanto como al paciente, les agradeció que no se olvidaran del paciente, su lema era "el necesitado primero el doctor al último", pero ahora tenía un pensamiento en este momento, sabía que lo que estaba por ocurrir no era algo bueno, miro a su derecha, donde se encontraba el paciente
- oye…vamos, reacciona – le dio un golpe en la mejilla, lo que logro sacarlo de ese trance – hay que irnos, esto se pondrá terrible para los dos y para ellos – dijo señalando a las enfermeras y doctores
- ¿co…como?
- confía en lo que te digo y vámonos de aquí, ellos llegaran pronto, lo mas seguro es que hayan detectado que hay uno en este lugar
- ¿a que se refiere? – miro extrañado al doctor, que ahora parecía mas joven, como si fuera de 17 años y lo mas extraño, no estaba consternado para nada - ¿Cómo sabe de esto?
- es una larga historia – le tendió la mano que este tomo con una de sus manos, ¡sus manos!, hay estaban de nuevo, de hecho estaba entero
- ¿Qué esta ocurriendo?
- no se separaron de nuestros cuerpos
- ¿separarnos de nuestros cuerpos?
- en otras palabras…estamos muertos – el hombre estaba sorprendido, en shock, no se movía, luego escucharon el rugido, un rugido lastimero y peligros, como eco corriendo por todo el lugar – rayos ya apareció
De la pared un enorme agujero de color negro se abrió, de el salio una criatura de gran tamaño de cuerpo color azul mar, con espinas en la espalda y brazos llenos de protuberancias que terminaban en manos con garras de gran tamaño, sus piernas eran algo delgadas y pies palmeados, tenía un cola que parecía de un renacuajo o algo parecido, pero el rostro, era lo que asustaba al hombre, un rostro de algún monstruo o animal esperaba, pero se encontró con rostro de hueso blanco con dientes humanos de gran tamaño, solo que de las mejillas aparecieron unos picos de estilo agallas y si nariz, miro al doctor estaba nervioso pero no asustado, era como si supera que hacer, luego sintió el jalon de su pecho miro una cadena en el, de la cual estaba unida a su cuerpo físico y ser tomada por la criatura, callo al suelo intento agarrase de algo, pero fue bastante rápido el monstruo lo tenía en brazos ahora y se relamía con una lengua parecida a la de una serpiente, el paciente estaba por pedir auxilio cuando un banco golpeo a la criatura y este era liberado por el dolor del golpe, miro de nuevo era el doctor quien se lanzaba con un grito hacía la criatura para golpearlo, pero fue alejado de un golpe contra la otra pared atravesando las cortinas, por el mismo lugar cargo contra la criatura dando un patada certera, la cual lo hizo caer atravesando de nuevo las cortinas
- largo de aquí, si ves personas con Kimonos negros y espadas, diles que hay un holow en este lugar
- yo…yo
- ¡ahora!
- hai
Atravesó el lugar alejándose del hospital lo mas rápido que pudo, el miraba a todos lados buscando a esas personas hasta que encontró una, le señalaba el lugar y le decía, solo le asintió, tomo su espada y golpeo su frente con el mango, sintió paz mientras una luz lo envolvía y se retiraba en paz, la otra persona miro el lugar que le dijo, lo conocía, hay es donde el estaba, así que apresura el paso, el ver ese plus, solo le decía una cosa…el estaba muerto.
Intentaba por todos los medios alejarlos de los doctores, lanzaba los bancos y lo golpeaba a mano desnuda, pero siempre era arrojado ala pared o contra las camas, el ultimo golpe hizo que diera contra ellas, era tal el golpe que incluso se las llevo con ellas hasta la pared, aun así no podía dejar a sus compañeros y empleados en peligro, necesitaba hacer algo, pero cuando lo sintió se movió rápido, lo sintió, esa energía que hace mucho no lograba sacar, pero el golpe llego fue elevado contra el techo destrozando una lámpara, al caer se concentro y se lanzo asía atrás como si hubiera tocado el suelo en el aire, esto era algo sorprendente, empezaban a aparecer de nuevo, pero volvió a hacer arrojado contra el techo de nuevo, destrozando mas lámparas esta vez. Cayó inconciente, pero sabía que podía hacer algo, ganar tiempo hasta que alguno de ellos llegara.
Miro a todos lados, hay estaba de nuevo y enfrente de él esa criatura blanco que tanto conocía
- cuanto sin vernos
- ¿pero como?
- nosotros no desaparecimos del todo, una parte aunque pequeña se quedo y empezamos a recuperarnos, tu energía también…tomo bastante tiempo – miro a su espalda, hay estaba parado viéndolo de tras de esas gafas
- hey, reí – miro al otro de nuevo – esta vez, hagámoslo bien – sonrío, era el momento
Se levanto de golpe, observo como su cadena del pecho jalada para el con la fuerza del jalon llegar a la boca de la criatura, su pie piso el aire y con eso se impulso a la pared, tomo su cuerpo y lo arrojo asía las enfermeras y los doctores, por alguna razón logro hacerse presente por unos segundos, observo a sus trabajadores y compañeros, sus miradas eran de sorpresa al verlos, estaba preocupados por ellos, les dijo que se alejaran del lugar y paso seguido cerro la puerta, miro atrás, la criatura lo había atravesado del pecho, callo al suelo, ¡su cadena ya no estaba!, miro a la criatura con su cadena la cual empezaba a desaparecer, sintió esa presión de nuevo, una la cual empezó en su pecho y luego se esparció por su cuerpo, se abrió un hueco en su pecho de donde salio un líquido blanco espeso y después de su boca, ojos y oídos salio a presión el mismo líquido el cual comenzó a formar una mascara blanca.
Los miraba a los dos de nuevo, esta vez unidos, hace mucho que no los veía así, todo estaba lleno de agua, desde el suelo hasta los techos de esos rascacielos, se miraban de pie sobre las paredes
- ¿Qué pasa?, ¿de nuevo me quieres controlar?
- no – le dijo – esta vez estamos juntos en esto, ya no eres un shinigami, eres ahora algo diferente, un ser completo
- ¿Qué?
- di mi nombre de nuevo
- Zangetsu
Volvió a la realidad, miro con un ojo como alguien entraba, estaba feliz, había llegado uno de ellos, elevo la mirada, era ella, se alegro de verla de nuevo, ese rostro lo miraba de forma preocupada, empezó a correr a él, pero la criatura la alejo de nuevo, redefendía pero, noto algo ese ser no era algo como los de antes, este era uno diferentes, noto una inteligencia mas alta, este no era un holow normal, era un vasto lorde, se preocupo, ella estaba peleando como podía pero simplemente esa criatura era demasiado poderosa, ahora entendía porque le costaba seguirle el ritmo, libero su espada, logrando congelarlo unos momentos
- tengo que enviarte pronto, no te preocupes, ya les informe – la miro, era bueno ver su rostro de nuevo – llegaran pronto
- no…ya es tarde – le dijo cuando se termino de crear su mascara de hueso – Zangetsu
El cuarto se lleno de riatsu negro, el vasto lorde, dio algunos pasos atrás, estaba sorprendido por la inmensa cantidad de poder, el acero reflejo la luz y este a la vez bloqueo un rayo de color rojo que al mover la espada este choca contra la pared destruyendo una gran parte del piso, la shinigami miraba al chico, hace bastante tiempo que no lo miraba de esa manera…había observado algunas formas de su holow, pero ninguna como esta, se sentía mas agresivo, mas peligroso y destructivo, giro el rostro, la mascara era diferente, al igual que su cuerpo, este era completamente blanco, con cabellos rojos en los hombros y muñecas, aunque tenía su vestimenta de shinigami solo que de color rojo, la mascara ya era parte de su rostro, en realidad era su rostro, observaba su pecho un hueco negro sin corazón, pero aun lo escuchaba, escuchaba su latir, eso era algo nuevo, miro sus ojos, ojos amarillos llenos de sed de sangre, su cabello naranja le llegaba hasta la cintura, observo como intentaba tocarla, pero retrocedió unos pasos, se detuvo ante ella, solo quería demostrarle que todo estaba bien
Pero escucho una riza, los dos voltearon, esa criatura caminaba hacía ellos, miraron como su cuerpo cambiaba, las piernas ahora eran mas humanas al igual que el cuerpo, su mascara no perdió la forma, pero se hizo mas fina, del tamaño de una personas normal
- no esperaba esto…un arrancar – dijo al ver la espada y el cabello naranja que salía de su mascara – protegiendo a una shinigami – el gruñir del contrincante lo hizo dar un paso atrás, mientras que el arrancar caminaba a paso decidido – espera…ellos son…
Se congelo, no había brazo ahora, furioso cargo contra el arrancar preparando su mejor ataque, cargo la energía, mientras el otro preparaba la espada, ambos lanzaron su ataque, la espada corto la carne, mientras la energía destruía todo el lugar
Ella miro la devastación del lugar, aparatos destrozados, camas retorcidas y dobladas de maneras inimaginables por el calor de la explosión, rocas y escombros por todos lados, a su lado, dos cuerpos el del paciente anterior y el del doctor, miro el cuerpo, lo toco con delicadeza, no había ni un solo rasguño, eso le alegraba, luego recordó que necesitaba encontrar el dueño de ese cuerpo, todo estaba oscuro por la falta de luz, pero luego llego tan rápido que se sobre salto, el humo cubrió todas las partes, lo que antes era un mini hospital par recibir y cuidar enfermos ahora era solo escombro y roca reducido a polvo y cenizas, miro a su espalda era una enorme piedra, si le hubiera caído encima lo mas seguro es que hubiera muerto, miro de nuevo y enfrente de ella estaba ese ser con su espada en su mano derecha y en la izquierda descomponiéndose en partículas la cabeza del vasto lorde
- I…Ichi…
- lo siento – se quedo callada al escuchar su voz de nuevo, aun alterada por su transformación – pero me tengo que ir…ya no soy humano o shinigami…lo siento
- espera… - paso una cortina de humo y ya no estaba en el lugar, no podía sentir su energía en ningún lado, miro luego la bata del cuerpo, de el saco una fotografía - ¿Cuándo la tomo?
Era ella, su mismo cabello negro, ojos violeta oscuro y el uniforme de la escuela mientra intentaba colocar una pajilla al jugo de uva, uno de sus favoritos, cuanto tiempo lo tendría con el, por lo visto bastante tiempo, miro al cielo y dejo tirar las lagrimas, quería verlo de nuevo, a el, a su mejor amigo de toda el alma, esta y la anterior, llegaron los demás y la vieron, se acercaron y miraron el cuerpo del doctor, ella les explico la situación…tenían que prepara sus gigai…tenían que prepara un sepelio.