Bueno he decidido alargar un poco más esta historia, pero a manera de viñetas de la vida de las tres hermanas, en esta ocasión el protagonismo es para la pareja de Bombón y Brick, que lo disfruten. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, sino por simple diversión.


Clak, clak, clak, el reloj sonaba marcando el turno de cada competidor, la adrenalina corría rauda por las venas de Dexter, irrigando su torrente, haciéndole ver, oír, sentir más, con una leve pausa el muchacho pelirrojo saco su inhalador del bolsillo de su bata y solo después de un par de inspiraciones que calmaron sus alergias pudo volver a su turno, un vistazo rápido a la divina diosa frente a él ocasionó que tuviera que recurrir de nuevo a su fiel frasco de medicamento, sonrojándose furiosamente como si tuviera quince años de nuevo, bastante lejanos a los veintiún primaveras que habían hecho a su organismo florecer.

Bombón movía las piezas del antiguo tablero de ajedrez del profesor completamente ajena a las dificultades de su contendiente- amigo- novio, dio un breve vistazo al chico, preocupada al escuchar su ritmo cardiaco elevarse drásticamente y el continuo uso del inhalador, el chico respiraba fuertemente por la nariz haciendo más evidente el sonido de su sinusitis. La chica presionó su botón y se dedicó a esperar el siguiente movimiento mientras "admiraba" el rostro de su pareja.

Huesos finos, cráneo ligeramente grande en proporción con su delgado y poco fibroso cuerpo, lentes de pasta gruesa, y siempre con su bata de laboratorio, claro, el chico tenía un trabajo prometedor en la NASA y ganaba dinero a toneladas, pero al menos para ella, eso no era motivo suficiente para volverlo atractivo a sus ojos, ¿Qué había visto en él? Claro, su gran cerebro, y por supuesto que el pelirrojo era el único que podía seguirle el paso en cuanto intelecto.

Bombón suspiró pensando en todo el bullyng que el pobre Dexter había tenido que sufrir a causa de los estúpidos mastodontes de la secundaria, esa había sido otra razón para salir con él, el clak del reloj anunció su turno de nuevo y la chica frunció el ceño, el muchacho había movido su alfil comiéndose a su caballo, dejando así a su reina desprotegida contra un simple peón, las oportunidades del chico de ganar habían disminuido drásticamente, ¿Qué le pasaba para estar tan distraído y caer en una trampa tan simple?

-jaque- una simple palabra de los labios de la chica y una película fina de sudor perló la frente de Dexter, que afortunado se sentía y que escalofríos recorrían su columna al escucharla simplemente hablar.

Un bufido de exasperación escapó de los finos labios de la líder al escuchar los muelles de la pobre cama en la que su hermana Bellota daba rienda suelta a sus bajas pasiones, parecía ser que la pareja de verdes había terminado de "estudiar", miró a su novio una vez más intentando con todas sus fuerzas sentir atracción por él y… nada, su escaso contacto físico lo comprobaba. No lo amaba sencillamente. ¿Por qué seguía con él? Fácil, costumbre, miedo a la soledad, tener a un colega con quien compartir sus pensamientos más complicados, elijan cualquiera.

La joven suspiro estirándose, arqueando suavemente su espalda, haciendo de esta manera que sus atributos resaltaran a la vista del pobre y asmático muchacho, un sangrado comenzó en su nariz y la chica irritada se levantó por un par de servilletas dando por concluida su cita.

-vaya idiota, te están haciendo polvo-

El corazón de ritmo ya de por si errático del delgado intelectual detuvo sus pulsaciones por un milisegundo, el líder de los rowdy se las había arreglado para entrar al salón de la casa de su novia completamente desapercibido, ¡y ahora lo tenía a su lado! ¿Qué hacer? A su lado era una simple hormiga contra un elefante. Rogó en silencio a una deidad de la cual no era creyente por el pronto regreso de la pelirroja.

-¿Qué? ¿El gato te comió la lengua?- la risa gutural estremecía las paredes de la casa llenando de miedo el corazón del único ocupante de la sala, pero la fortuna le sonrió al ver a su musa regresar.

-Hola Brick; Butch está ocupado- la chica con una expresión de aburrimiento en su rostro le hizo entrega a Dexter de sus servilletas y se sentó de nuevo frente a él y con el tablero entre ambos.

-si ya me di cuenta de eso…Bombón-

Y ahí estaba otra vez, aquel tono de…lascivia en su voz cada vez que pronunciaba su nombre, cada vez que lo escuchaba decirlo un escalofrío recorría su espalda y la hacía sentir que escuchaba el halago vulgar de un albañil.

-Bombón, cielo, em me parece que tengo que irme, mis vacaciones casi terminan y debo estar presente a tiempo en el trabajo y debo hacer las maletas, mañana te llamo si-

Dicho esto, un muy asustado Dexter recogía sus cosas y mientras ponía trozos de servilleta en sus orificios nasales se encaminaba a paso rápido a la salida más cercana, era un cobarde sí, pero un cobarde vivo que era lo importante. La jovencita frunció levemente su ceño una vez más, no le apetecía en lo absoluto quedarse a solas con ese neandertal que era el ex delincuente, el mencionado se deleito viendo a aquel gracioso ratoncillo huir despavorido aspirando ruidosamente su medicina en el inhalador, una vez hubo salido aprovecho el asiento vacío que convenientemente había dejado su ausencia, justo frente a la linda líder, si estaba para comérsela entera. Bombón cerró sus ojos disgustada, ignorando deliberadamente al chico frente a ella, lo conocía ya perfectamente, era un patán orgulloso y un idiota, aunque atractivo tenía que aceptarlo.

-Jaque mate-

¡Queeee! Eso es imposible pensó la chica, no puede ser pensó de nuevo, pero oh si, ahí estaba bastante claro, el caballo en el lugar donde estaba el rey y el al parecer no tan idiota de Brick lanzando en su mano al soberano con una mueca divertida y una sonrisa llena de malicia.

-Hiciste trampa-

-Tú sabes que no-

Cómo es que eso había pasado, lamentablemente la heroína tuvo que morderse la lengua y aceptar la derrota mientras el tonto número dos bajaba por las escaleras con una sonrisa estúpida pintada en la cara, además del cabello revuelto y la camiseta al revés.

-¿Listo semental?-

-¡No molestes idiota!-

Butch salió volando por la ventana abierta dejando a su hermano mayor con la carcajada en los labios, para la muchacha fue increíble ver tal espectáculo, una risa sincera obraba maravillas con el mayor de los hermanos, el chico respiró hondamente para calmarse y se giró nuevamente para encarar a la dueña de la casa.

-Nos vemos luego preciosa- eso fue todo, el rowdy solo necesitaba ese sutil tono lascivo para ponerla a temblar.

Con movimientos torpes y un sonrojo en sus mejillas, la heroína recogió en su lugar las piezas y el tablero, acto seguido se derrumbó en su sofá. Pobre Dexter, tendría que hablar con él, y lo que tenía para decirle no le iba a gustar, pero la chica no se engañaba, no estaba enamorada de Brick, pero ciertamente tampoco lo estaba de su novio, solo que el chico malo lograba algo que su pareja y ningún otro chico había logrado jamás en su existencia; hacerla sonrojar, y eso, eso ya era bastante, hablaría con él pronto.


-¡Estas terminando conmigo!- Dexter de manera desesperada buscaba su inhalador entre múltiples bolsillos de su bata, al encontrarlo lo agitó con furia y lo llevó a su boca aspirando de manera descontrolada.

-Lo lamento, pero tú conoces mis sentimientos mejor que nadie, y ciertamente mereces a alguien que realmente te quiera-

-Pero, pero cariño-

-Lo siento Dexter no puedo y ya lo he decidido, nos vemos después y espero que seas feliz-

Bombón se levantó y salió con paso decidido de aquella cafetería del centro, dejando tras de sí un leve rastro de su perfume favorito y un corazón roto haciéndose diminutos pedazos en el pecho de que hubiera podido ser su prometido, si tan solo el chico hubiera tenido el valor de sacar el anillo que mantenía tan celosamente guardado desde hacía más de un año. El muchacho dio una última inspiración a su aparato y se dedicó a observar aquel delgado aro que siempre cargaba en busca de la oportunidad perfecta. El diamante inmaculado resplandecía empotrado en el oro, cuanto tiempo, cuantas oportunidades perdidas.

Cuanta cobardía…y ahora lo pagaba.


-¿El doctor encontró su reloj o no?-

-Sí, solo que después de tener que abrir de nuevo a su paciente ja ja- Robín era una jovencita preciosa, con su cabello largo y castaño contrastando fuertemente con sus ojos azul cielo, como mejor amiga de Bombón, su deber era llevar una tonelada de helado, alcohol y divertidas anécdotas del hospital donde hacia sus prácticas médicas.

-¿No lo demandaron?- Ahí tiradas en la sala de la residencia Utonio, ambas devoraban el helado con varios cocteles cerca de ellas

-No, es un secreto a voces en el hospital- La castaña arrastraba las palabras al hablar, y un fuerte rubor iluminaba sus suaves mejillas gritando ebria a los cuatro vientos, Bombón solo reía, habíendo bebido la misma cantidad, su metabolismo acelerado la salvaba de embriagarse.

-¿Y qué pasa con Brick?- Robín codeaba a su amiga levantando sus cejas de forma "insinuante"

-¿Qué tiene que ver él en la conversación?-

-Que es candente mamacita-

-No pasa nada ente ese engreído y yo-

-Pero no negaste que es candente- Bombón recogió del suelo su quijada, y mordiéndose la lengua tuvo que aceptar el golpe a su orgullo. Robín tenía razón una vez más.

-Bien, ahora que lo has aceptado, ¿Qué harás para conquistarlo?-

¿Conquistar a Brick? ¿Cómo conquistar a ese pelafustán imbécil?

-Robin creo que has bebido suficiente por hoy, basta de piñas- un bufido escapó de entre los labios de la castaña acompañando a la risa nerviosa de Bombón, bien, si no quería tirarse al guapo criminal era su problema.

-Bien me iré a la cama entonces- Con pasos torpes y demasiados quejidos la mareada chica se topo con la mayor prueba de su vida, incluso mayor a cuando presentó su examen de admisión a la escuela de medicina. Escaleras.

Los bonitos ojos rosa se movieron divertidos siguiendo la patosa figura de su amiga alcoholizada subiendo a gatas la escalera, pobre de ella, ojala tuviera la malicia de bellota así podría tomar un vídeo para la posteridad. Ajena al conflicto moral de la súper poderosa, Robin se dedicó a devolver hasta la primera papilla sobre la impoluta alfombra de los escalones. Bombón masajeó las repentinas contracturas en su cuello y maldijo al karma con todas sus fuerzas, pero mientras limpiaba el estropicio de su amiga, aquellas dos preguntas no abandonaron su mente.

¿Conquistar a Brick? ¿Cómo conquistar a ese pelafustán imbécil?


-Enséñale los pechos- Bellota se llevó otra papa frita a la boca de forma distraída mientras cambiaba los canales al enorme televisor en su apacible sala.

-Yo pienso que deberías portarte muy cariñosa- Como siempre la voz de la razón, su hermana pequeña no levantó sus ojos del delicado bordado. Bombón quizá hubiera seguido su consejo de no ser por la tan característica forma que tenía Burbuja de demostrar su cariño a su novio. Una imagen de ambos rubios vestidos de cuero paso por la mente de Bombón, el chico atado y su "inocente" hermana con un látigo de aspecto siniestro. Ese día la mayor de las hermanas verdaderamente aprendió que no se debe entrar sin permiso a una habitación.

-Yo sé lo que te digo, enséñale los pechos, los adoran como a una deidad o algo así, Butch se ve patético, babea y todo- Las risas terminaron de relajar a la líder, nunca habían tenido una plática de esa índole y el que sus hermanas menores la aconsejaran era un poco extraño para ella.

-Vamos Bombón relájate, ni que fuera tú primera vez- Esta vez la líder no rió con ellas, y al darse cuenta las menores de ese detallito, la papa frita cambio su dirección aterrizando en el suelo, el fino bordado cayó al ser éste soltado por su dueña cuyas blancas manos habían ido a parar a su boca.

Nadie habló por un minuto entero, nadie se movió, las dos hermanas demasiado sorprendidas por tamaña revelación. Burbuja cubrió con sus manos las de su hermana y buscó en su voz la entonación correcta –cariño tu nunca…- La brusca negación de la cabeza pelirroja despejo toda duda.

-Pero y ¿todos estos años con Dexter? – Bellota dio un enorme trago a su cerveza intentando digerir la noticia

-Lo intentamos algunas veces pero él nunca…-

-¿No se le paró?-

-¡Bellota!, por Dios no digas esas groserías- Un fuerte sonrojo iluminó la cara de la mayor, causando más de una carcajada a la de en medio

- Oh vamos no seas mojigata, hay que llamar a las cosas por lo que son, entonces ¿Se le paró o no?-

- No- La decepción y la tristeza tan impregnadas en su voz detuvieron un nuevo ataque de risa a sus hermanas, -¿Acaso no soy bonita?-

-¿De qué hablas? Si eres preciosa- la sedante voz de la pequeña Utonio detuvo el torrente de lágrimas que estuvieron tan cercanas a salir.

-¡¿Entonces porque nunca logré que se le parara?!-

-Porque es un idiota inseguro Bombón, ya olvídate del idiota, Brick podrá parecer un pelmazo orgulloso y ególatra, pero si Burbuja y yo estamos bien con los otros dos tontos, no veo porque ustedes no harían buena pareja-

El sonrojo volvió para quedarse y adornar las mejillas de Bombón, la chica pensó que debería lavarse la boca con jabón, pero la desesperación la había hecho llegar a su límite, suspiró por última vez en memoria de su ex y camino resuelta a su habitación, decidida a quitarse la fea pijama y a dejar su depresión detrás, no quería estar sola, había estado sola demasiado tiempo en una relación sin futuro y ya había perdido demasiado de su tiempo cerrándose ante el hecho. Un baño, perfume y ropa favorecedora obran milagros en la confianza perdida de cualquier mujer, caminó entonces nuevamente a la sala por las llaves. Burbuja silbó alabándola y Bellota se aproximo a bajar el escote de su blusa, ante esto Bombón soltó su cabello dejándolo caer libre y liso sobre su cintura, con decisión de desplazo hasta la puerta meneando seductoramente sus caderas.

¡Conquistaría al pelmazo pelafustán, o se compraría un vibrador en el intento!


Esperen capitulo dos XD, la verdad tenía tiempo fraguando esta idea, pero recientemente acabo de leer un review de viki que me pedía una historia de estos dos, ese fue el impulso de motivación que necesitaba para terminar el capitulo y terminar, no creo que se alargue mucho más de uno o dos capítulos más, sin más que agregar me despido hasta el siguiente capitulo.