Comentario Inicial (Jack):

Hola amigos y amigas, escritores y escritoras, aquí esta lo prometido, y como apenas me da tiempo para escribir y publicar, no me he puesto muy al corriente con los que son nuevos escritores para mi, ya que con un carajo, el estudio no me deja respirar, pronto tendré todo el tiempo para leerlos y dejarles su bien merecido review, en fin, como decía, aquí esta la fabulosa continuación y el final de esta historia, espero que les sea de su agrado, por cierto, muchos quieren continuación de la historia de Lou, así que, la hice, sin mas que decir, disfruten del capítulo y un saludo a todos, además de feliz navidad, feliz año nuevo y feliz halloween y dia de reyes magos, ya saben lo que dicen, mas vale tarde que nunca jaja.


—Po… Po… ¡Po!. Tigresa saco una de sus garras y le apretó el hombro, este reaccionó casi al instante y despertó gritando por el dolor, el doctor que se encontraba sentado detrás solo miraba con una ceja alzada.

—¡Agh!... Tigresa, debes dejar de hacer eso, realmente me lastimas. Ella respondió con una sonrisa y una mirada inocente de "lo siento".

Po se levantó del suelo y observo confundido a su alrededor, ¿Por qué estaban en un hospital?, ¿Por qué Tigresa estaba con él en un hospital y estaba tan… "sonriente"?. Extraño, fue lo que pensó.

—Emm… ¿Tigresa?. La volteó a mirar con la frente arrugada.

—¿Sí Po?. Contestó sonriente mientras movía su cola frenéticamente y se acariciaba el vientre suavemente.

—Por… ¿Por qué estamos en un hospital y por qué estás haciendo eso?. Señaló con su garra a las patas de la felina que giraban alrededor de su vientre.

—Po… te lo diré cuando volvamos al Palacio, mientras, vámonos, estoy muy feliz por la noticia que nos acaban de dar. Tomó la pata de Po y empezó a caminar hacia la puerta. —¡Oh!, casi se me olvida, gracias doctor, por todo, y por darme una gran noticia.

—No hay de que jovencita, solo, trata de ser cuidadosa con tu vientre, no queremos que pase nada malo durante este periodo. Tigresa asintió con una sonrisa y se dio media vuelta para salir tomada de la mano con Po.

—¿Gran noticia?. Po volteó a mirar al doctor, pero este solo se encogió de hombros haciéndose el que no sabía nada. —Ah, claro, ahora no sabe nada, que interesante. Lo miró con el ceño fruncido haciendo que el conejo se pusiera nervioso.

—Po, déjalo, yo te contaré cuando estemos de vuelta. Tigresa lo sujetó de la pata y lo sacó del consultorio.

—Tigresa, pero yo quería...

—¡¿Po?!. El se sintió intimidado por esa mirada asesina a la que tanto pavor le tenía.

—Está bien, ya cerré la boca. Dijo con voz tímida, Tigresa dejo de fruncir el ceño y siguió caminando con Po tomado de la mano.

—Okey, ya basta de suspenso, dime, ¿Qué sucede?. Tigresa se golpeó la pata con la frente y negó con tranquilidad.

—Mira Po, venimos al doctor porque yo me sentía mal, si recuerdas eso, ¿Verdad?. Po asintió dudoso de su respuesta, provocándole un suspiro más a la felina. —Bien… después, el doctor me realizó algunas pruebas y después de saber que era lo que sucedía… ; dejó de hablar mientras dibujaba una enorme sonrisa quedando pensativa.

—¿Ajá?...

—Ah, ¡si!, como te decía, el doctor, nos dio la gran noticia. Po frunció la frente y alzó una ceja mientras detenía su caminar, ella también se detuvo para voltear a mirarlo con el mismo gesto.

—¿Cuál es la gran noticia?. Preguntó feliz y asustado, a la vez.

—Po, escucha con atención. Se acercó hasta él y le puso una pata en el hombro mientras lo miraba directo a los ojos, justo como en la cárcel de Gongmen. —Tengo que decirte algo, necesito que pongas de lado serio tu cabeza. Po asintió, nuevamente dudoso. — Mira, la gran noticia es que… estoy embarazada.

En ese momento, Po se quedó de piedra por esas dos simples pero importantes palabras, era como sentir que le hicieran la llave dactilar Wuxi 100 veces, Tigresa lo miraba, detenidamente, esperando una respuesta, positiva, de su parte, pero al ver que los eternos segundos transcurrían y de aquellos labios regordetes no salía ni el más mínimo suspiro, se empezaba a sentir intrigada.

—Tigresa…

—¿Si Po?. Dijo en voz tímida, pero todo cambio cuando sintió que dos enormes brazos fuertes y acogedores la rodeaban y la abrazaban con mucha fuerza, su alma dio un salto de alegría.

—¡Tigresa!, ¡Vamos a ser padres!, ¡eso es bárbaro!. Grito con alegoría mientras giraba con la felina en brazos y daba saltos de emoción.

—Po, no creo que sea saludable para los cachorros, que me estés aplastando. Dijo en tono suave con una pequeña sonrisa alegre, Po la soltó y la bajo al suelo con delicadeza.

—¡Oh! ¡oh!, lo siento pequeños. Acerco su cabeza colocando su oreja en la pansa de Tigresa. —¿Están bien?... oh dios, no responden, ¡bebes!, ¡¿Están bien?!. Alzó su mirada con temor y frustración para ver a Tigresa con un gesto de sarcasmo. —Tigresa, ¡los cachorros no responden!.

—Po…

—¡¿No puede ser?!, algo malo está pasando.

—Po…

—¡Necesitamos ayuda urgente, seguro y están heridos!.

—Po…

—Soy un panda estúpido, ¿Cómo se me ocurrió hacer eso?. Se golpeó el rostro dándose bofetadas. —¡Panda torpe! ¡panda torpe!.

—¡Po!...

—¡Necesitamos llevarte de vuelta con el doctor!.

—¡POO!. Gritó totalmente molesta mientras lo miraba con el ceño fruncido, este se detuvo al instante mirándola con cara de regañado.

—Escucha Tigresa, siento haber hecho eso, te prometo que no lo volveré a hacer, pero no me mates. Se colocó las patas en la cara en señal de defensa.

—¡Escucha!, los cachorros están bien panda torpe, claro que no te van a responder, son muy pequeños para siquiera poder moverse, ahora, deja de ser tan dramático o te patearé ese trasero hasta llegar al palacio,¡¿Entendido?!. Demandó mientras miraba a Po con ojos afilados.

—Errr… Sí, me quedo muy claro. Contesto con el corazón en las anginas por el miedo.

—¡Bien!, ahora, volvamos al palacio, debemos informar de esto al maestro Shifu. Po sintió un escalofrió recorrerle la espalda al escuchar ese nombre, ahora estaba en graves problemas con su nuero.

—Emm, Tigresa, creo que tu deberías volver al palacio, yo haré una ronda por el pueblo jeje. Puso una sonrisa nerviosa mientras se rascaba la nuca. Tigresa lo miró con una ceja alzada.

—Po, lo correcto es ir al palacio a avisar de que estoy embarazada.

—Jejeje, estas embarazada. Cada vez que escuchaba eso, sonreía de manera boba mientras ponía un rostro soñador.

—¿Qué?. Alzo una ceja mientras torcía un poco la boca.

—Nada Tigresa, solo que… estoy muy feliz, porque mi hermosa Tigresa está embarazada. Se acercó a ella y la rodeo por detrás con sus brazos mientras le daba besos en la cabeza.

—Po… aquí no, ya sabes que eso solo cuando estamos solos. Po volteó a mirar a su alrededor, y se dio cuenta que eran el centro de atención de todos los comerciantes y pueblerinos de la calle, Pudo escuchar que algunos murmuraban lo precioso que era ver a la líder de los 5 furiosos y al guerrero dragón en unión.

—Pero… ¿Por qué?, si tú eras la que no quería dejar de hacer el am…; Rápidamente fue silenciado por la pata de Tigresa, que con un enorme rubor en sus mejillas y una mirada asesina, estaba que despellejaba a Po por su poca prudencia.

—No se te ocurra decir lo que ha pasado entre nosotros en medio del valle, ten un poco de prudencia. Después de unos cuantos regaños más, una Tigresa feliz y un panda regañado habían subido las 100 escaleras y ya se encontraban frente a las entradas del palacio.

—Tigresa, tengo miedo. Ella lo miró con una ceja alzada.

—¿De qué? Guerrero dragón. Comento con un poco de ira en su voz.

—De lo que me pueda hacer tu padre, ya sabes, por esto.

—Me tiene sin cuidado, ahora, si no tienes otro berrinche que hacer, entremos al palacio. Po asintió y así ambos entraron siendo recibidos por las miradas penetrantes de los furiosos y el maestro.

—Que bueno que llegan, estaba esperándolos. Dijo Shifu con una ligera sonrisa, poniendo aún, más nervioso a Po.

—Sí jejeje, que bueno que llegamos… maldita sea, me jacto de esta vida. Se murmuró para sí mismo.

—Sí, el doctor fue un poco rápido con la revisión. Comentó Tigresa, acercándose más a Shifu, mirándolo con orgullo.

—Err… ¿Tigresa?...¿Qué es lo que sucede hija?. Shifu, que por alguna razón, tuvo la ligera sospecha de que sucedía, le envió una mirada fugaz a Po, que este de golpe, volteó su mirada a otro lado, siendo notado por todos los furiosos.

—Les tenemos una noticia muy importante, escuchen con atención. Todos obedecieron a Tigresa, acercándose más a ella. Incluso, Víbora, que ya se tenía la ligera sospecha de que estaba sucediendo.

—Espero que… ¡oh dios!, por supuesto que es lo que estoy pensando… ese panda… creo que, ahora sí liberaré la tensión que he retenido en estas últimas semanas.

—Maestro Shifu…

—Oh, que bien, pondré en práctica ese nuevo movimiento que acabo de aprender, el cuerpo del guerrero dragón esta a la medida para efectuarlo.

—¿Shifu?...

—¿Dónde habré metido ese martillo?, tengo que buscarlo, para golpear a Po, necesitaré un arma de ese tamaño.

—¡Padre!. Tigresa gritó para después llevarse una pata a la boca, Shifu reaccionó sacudiendo su cabeza con brusquedad, volteó a mirar a todos que se dirigían a él con miradas confusas.

—Perdonen, me había distraído un poco… ¿Qué ibas a decir hija?. Preguntó de manera educada.

—Emm… lo que quería decirles, es…

—Mi padre me habla en el restaurant, necesito ayudarlo con los… tornillos. Po interrumpió a la felina haciendo que se le remarcara una vena en la frente y su puño se tensara.

—¿Tornillos?, pero… ¿Para que querría tornillos tu padre?, el vende comida, no maquinas. Comentó Grulla mirándolo con una ceja alzada.

—Bueno, es que…

—¡Ya basta!, si alguien me vuelve a interrumpir, juro que lo dejaré irreconocible en menos de 15 minutos y créanme, será muy doloroso. Tigresa exclamo exasperada mirando a todos con el ceo fruncido, solo se escucharon los enormes tragos de saliva en todos, Shifu suspiró molesto, se paró en su bastón y se coloco frente a la felina.

—A ver… dinos hija, ¿Qué nos tienes que contar?.

—Yo, estoy embarazada.

Un silencio incomodo de 10 segundos, se apoderó de el salón, todos intercambiaban miradas de asombro y de nuevo, volteaban a mirar a la felina, esta agacho sus orejas y enredó la cola en su cintura sintiéndose un poco apenada. Shifu, estaba inexpresivo, no parpadeaba, incluso, pareciera que en esos momentos, ni se encontraba respirando, Po, solo aguardaba la golpiza, aunque, con una sonrisa, se acercó a la felina, la tomo en un abrazo por detrás y la besó en la mejilla, ella recargó sus antebrazos en los brazos de Po acurrucándose en su pelaje. Fue después de un rato más, que los furiosos aplaudieron con devoción mientras miraban con una enorme felicidad a los dos futuros padres, Víbora tenia lágrimas en los ojos mientras sonreía enormemente. Mono, con un gesto sarcástico, se le acercó por detrás .

—Qué llorona. Después de decir eso, sintió como la cola de la serpiente le golpeó la mitad del rostro mandándolo a volar a una pared.

—Se va, se va, y… ¡Se fue!. Gritó Mantis, para después, echarse a reír a carcajadas seguido por Grulla.

—Víbora, veo que estas muy feliz con la noticia. Esta vez, fue Grulla el que se puso a su lado.

—No tienes idea Grulla, hoy, sucedió, lo que jamás creí posible.

—¿Aprendiste a bailar con los listones?. Esta vez, fue Mantis el que salió disparado estrellándose a un lado de Mono, por hacer ese comentario. Grulla se vio forzado a contener la risa, y lo logró, con un poco de dificultad.

—Qué, pesados. Víbora se fue deslizando hasta donde estaban Shifu, Po y Tigresa, seguida por Grulla.

—Maestro Shifu, espero que no esté molesto. Po ahora, se escondía detrás de Tigresa mientras sacaba su ojo derecho detrás del cuello de ella mirando con atención al panda rojo.

—¿Padre?. Tigresa recargo su pata en el hombro de Shifu mientras lo miraba como una hija pequeña esperando a que su padre le diera algún apoyo.

Shifu alzó lentamente su mirada hasta toparse con la mirada que para él, era la mirada más tierna e inocente que jamás pudo ver de su pequeña hija, observo cómo sus ojos carmín se posaban directo a los de él, se paró en su bastón y extendió sus brazos hacia los lados, haciendo que la felina y los demás alzaran una ceja.

—Ven…

—¿Cómo?. Preguntó confundida.

—Ven… quiero que te acerques. Ella obedeció, y justó como poco se lo esperaba, sintió como su padre la estrujaba en un abrazo muy cariñoso, los de Po eran los de alguien a quien amaba con todo su corazón, pero los de Shifu, ese abrazo, se sintió tan especial, y diferente a los demás, pudo sentir como ese amor que le brindaba, se lo transmitía en ese afecto. Po sonrió mientras los miraba con tranquilidad, Víbora y Grulla, se miraron entre sí para después compartir un gesto dulce luego de seguir mirando el momento de padre e hija.

—No sabes cuánto me hace feliz esta noticia. Se separó un poco de ella y ahí fue donde Tigresa pudo notar, que la sonrisa de Shifu estaba tan apretada casi al grado de arrancarse los labios con los dientes, también se percató de que una enorme vena punzaba en su frente pudiendo reflejarse el latido de su corazón en ella.

—Err… ¿Estás bien padre?. Shifu, sin embargo asintió lenta y apretadamente con la cabeza, casi pudiendo escuchar el crujir de sus huesos en su cuello.

—Ahora, déjame felicitar al futuro padre. Tigresa iba a decir algo, pero sintió cierta aura negativa rodeando a Shifu, pudo sentir el calor de su ira, solo se apartó y se regañó mentalmente por no haber escuchado cuando Po le dijo que sería peligroso.

—Bien guerrero dragón, pensé que nunca me harías llegar a este grado de inestabilidad emocional, te felicito. Po lo miró con una ceja alzada, esa indirecta no le entraba ni por la boca.

—¿Qué quiere decir maestro?. Shifu dio un salo y le dio una patada que lo mandó a volar hasta el estanque de lágrimas sagradas.

Tigresa una mueca de vergüenza y preocupación mientras ponía sus manos por detrás de su espalda, Mono y Mantis, que se acaban de levantar con un chichón en la cabeza, empezaron a reírse entre lágrimas de dolor, Grulla y Víbora solo estaban de espectadores, sin saber que decir, Shifu retomo su postura seria y camino justo a donde estaba Tigresa.

—Hija, estoy muy feliz por la noticia, te deseó lo mejor a ti y a esos cachorros que se desarrollan en tu vientre. Salto en su bastón y le dio un beso en la frente.

—Gra… gracias maestro Shifu. Dijo un poco confundida.

—Bueno, ahora, me retiro, si me necesitan, estaré meditando. Dijo mientras trataba de sonreír pero por más que quería no podía.

—Maestro, pero…

—¡Dije que estaré meditandooo!. Grito mientras miraba con suma molestia a Grulla, este solo se escondió detrás de Víbora un poco tembloroso.

Después, salió azotando las puertas del palacio dejando a los furiosos muy desencajados, segundos después, ignoraron por completo lo sucedido , Grulla y Víbora se acercaron a Tigresa sonriendo mientras la adulaban.

—Vaya Tigresa, es impresionante, estamos muy feliz por tu embarazo, ya queremos ver a esos pequeños cachorritos. Dijo Víbora.

—Sí, así es Tigresa, será toda una sorpresa cuando nazcan. Agregó Grulla.

La felina se sentía nerviosa y molesta a la vez, no le gustaba ser el centro de atención.

—Gracias a los dos, yo pensé que no podría contar con su apoyo. Agachó su mirada apenada.

—Tonterías... —Víbora colocó su cola en la barbilla de ella. —Siempre podrás contar con nosotros.

—Ella tiene razón Tigresa, cuentas con nosotros amiga. Dijo Mono mientras se acercaba con Mantis en el hombro.

—Gracias chicos.

—Yo también estoy impaciente por ver a los cachorros, aunque, me pregunto como serán. Mono se colocó la mano debajo de la barbilla.

—Espero que no se parezcan a Po, ni a ti Tigresa, o realmente serán horrendos esos pequeños. Tigresa apretó los puños mientras se quejaba en voz baja, Mono, Grulla y Mantis le hacían señas de que parara, pero este no escuchó . — Es decir, mira esto. Mantis salto al hombro de ella. — Estas marcas ira, estos bigotes, el color blanco de tu pelo no combina con las demás marcas de tu rostro, mira esos bigotes, por dios, hay que cortarlos, se ven horrendos ahí, y esa mirada que tienes, vas a matar a los cachorros de un infarto por el susto.

¡Puum!

Mantis salió disparado al mismo lugar en el que se había estrellado anteriormente por el puño furioso de Tigresa, los demás negaron con la cabeza.

—Bien, ¿Alguien más quiere quejarse de mi rostro?. Hubo silencio. —Bien, eso esperaba.

—Tigresa, y…¿Qué piensas hacer?.

—Hacer de que Víbora.

—Mira, ahora que estas embarazada, no podrás entrenar, tienes que cuidar muy bien tu vientre, no debes sentarte en posición de loto y entre muchas cosas más.

Eso si le había caído de sorpresa, no había pensado en todo eso, ahora se sentía asustada.

—Por… ¿Hasta cuándo podré entrenar?. Preguntó sujetando a Víbora del cuello y agitándola a todos lados.

—Después de el embarazo, a decir verdad, dentro de un año y un mes más, siendo exactos. Tigresa soltó a Víbora y cayo sentada con las piernas estiradas en el suelo, un año y un mes, sería una horrible tortura.

Po se encontraba saliendo del estanque, empapado y respirando con profundidad.

—Woow, ese maestro está loco de remate. Dijo mientras se sacudía quitándose el agua de encima, caminó hasta donde estaban los demás mirando a Tigresa sentada en el suelo con un semblante de mortificación.

—Tigresa, velo por el lado bueno, estarás tan gorda que no habrá necesidad de que te levantes de la cama para comer, Po te lo traerá todo a tu cuarto, será como tu sirviente personal jaja.

¡Puum!

Esta vez, fue Mono el que salió de nuevo disparado al lado de Mantis, había cometido el error que ningún macho debía cometer, decirle gorda a una hembra y menos a Tigresa.

—¡Uy! Eso necesitará vendajes. Dijo Po mientras llegaba al lado de los demás. —¿Qué sucede chicos? Y Tigresa, ¿Por qué estás en el suelo?. Víbora solo se encogió de hombros y Grulla volteó la mirada.

—Po, es terrible.

—¿Qué pasa?¿Te sientes mal, le paso algo a los cachorros?. Sacó un cuchillo detrás de su bolsillo y le apunto al estomago de la felina. —No se preocupen cachorritos, papi los sacará de ahí.

—¡NOOO!. Gritaron Víbora y Grulla al unísono, Po se detuvo mientras los volteaba a mirar confundido.

—¿Qué sucede chicos?.

—Po eres un idiota, dame eso acá. Víbora le quitó el cuchillo y lo tiró a la caja de herramientas del salón.

—Po, sucede que, no podré entrenar por un año y un mes, ya sabes, por lo del embarazo. Dijo Tigresa con mortificación, Po solo la miro con cara de sarcasmo.

—Tigresa, ¿Por eso te quejas?.

—Po, es un año, no creo que lo soporte.

—Lo harás Tigresa, pronto ustedes dos, aprenderán a ser padres, yo sé que lo harán. Dijo Víbora con una sonrisa tierna, los dos asintieron con el mismo gestó.

#######

Shifu se encontraba meditando en el árbol del durazno sagrado, estaba liberando todo el estrés y las ganas de asesinar al guerrero dragón.

—Shifu…

Este abrió los ojos con mucha impresión y se quedó incrédulo al ver a Oogway frente a él.

—¡Maestro!. Exclamo muy feliz.

—Que hay viejo amigo. Le sonrió a Shifu.

—Maestro, esto es increíble, después de tanto tiempo, creí que jamás lo volvería a ver, no sé que decir… ¿Cómo esta?.

—Muerto.

Shifu cambio su gestó feliz a uno molesto, Oogway solo sonrió y le acarició la cabeza con una de sus garras.

—Veo que las buenas noticias florecen como los rosales en el palacio de jade.

—¿Qué?, Ah, si… supongo que ya sabe de que la maestra Tigresa y el guerrero dragón serán padres, vaya sorpresa.

—Sí Shifu, muy bella a mi parecer.

—Pero, aún así, tengo ganas de matar a ese panda, no lo haré porque no quiero que mi hija sea madre soltera, pero de alguna u otra forma, me haré cargo de el jajaja. Rió con malevolencia, Oogway solo lo miró con una sonrisa.

—Esta fue la sorpresa de la primavera ¿no es así viejo amigo?.

—Sí que lo fue… pero estoy preocupado.

—Tranquilo, no pasará nada, he visto el destino, les deparan muchas cosas hermosas.

—Ojalá que así sea maestro, Oraré porque así sea…

—Lo divertido será, verlos a aprender a ser padres. Dijo Oogway con sentándose enseguida de Shifu.

—Si, aprendiendo a ser padres, suena interesante. Shifu sonrió mientras se reacomodaba.

Así, ambos maestros, se quedaron sentados, viendo el atardecer y platicando demás temas diversos.


Comentario final (Alisson):

Bien chicos, espero que les halla gustado el final, aunque no sea lo que esperaban u.u, pero en fin, la buena noticia es que, esta historia tendrá continuación, pero no ponemos como más capítulos por que no encaja con el título, pronto la verán, y por cierto, el nombre de nuestra nueva historia esta escondido en la ultima parte, donde Shifu y Oogway están conversando, búsquenlo y si gustan, pongan cual crean que es el correcto en un review, sin más que decir, me despido, ciao a todos. :3