¡Bienvenidos a mi nuevo proyecto, a mi nuevo intento de ser ficker y de hacer fics! Tengo planeado escribir 30 drabbles, viñetas o oneshots de parejas variadas. Podéis dejar sugerencias en los reviews o por privado, no hay problema. Es posible que considere algunas (: Advierto que no todos los fics serán románticos ni mucho menos. Sí, la cosa va de parejas, pero Cersei y Robert también eran una. Capisci?

Disclaimer: nada me pertenece, yo sólo cojo prestados los personajes y las localizaciones del maravilloso mundo de Canción de Hielo y Fuego. Lo que es de G. R. R. Martin, a Martin.

Empezamos con Tywin y Shae.

04—07—2013


RAPSODIA I


La cadena de oro le arrancaba destellos al lustroso cabello azabache, otorgándole cierto encanto en el que no había reparado. Estaba tan satisfecho con los recientes acontecimientos, que su mente había volado varios años atrás, poco después de la muerte de su padre, y no pudo evitar remorar a la puta que Lord Tytos había convertido en dama, la misma que él había obligado a desfilar por las calles de Lannisport a merced de los mirones y verduleras, quienes se carcajeaban a mandíbula batiente ante el deplorable espectáculo. Los murmullos interrumpidos por el débil llanto resonaban todavía en sus oídos como un cántico. «Soy una puta, una guarra y vulgar puta —decía, temblorosa.— Engañé a Lord Tytos Lannister y le robé cuanto pude.» Mansa, doblegada, rota. Lo había conseguido con una simple noche, acompañados por el fuego y el calor de la chimenea. Las únicas herramientas que había usado habían sido su voz y su miembro.

En aquella ocasión le había arrebatado de un violento tirón las joyas de su madre del cuello, surcándole la fina piel de rojo sangre con el filo de un rubí. Ella había suplicado, pero al final se había rendido a sus manos fuertes reprimiendo los sollozos y dejando que la conquistase como quisiese. A diferencia de aquella mujer, cuyo nombre Joanna se había encargado de borrar de sus recuerdos con su amor incondicional y su sola presencia, ésta era la que le rogaba un collar y la que se lo ponía con ojos juguetones repasando sin vergüenza alguna su cuerpo maduro.

La mano del señor atrapó uno de los pechos menudos, apretándolo suavemente, logrando concebir gemidos que se fusionarían con el fariseísmo que se había congregado en el aire, dejándolo cargado y viciado; sucio. Momentos después la puta lloraría de placer con las piernas abiertas de par en par, como las del Salón del Trono en día de audiencia, y el pensar en las espadas que aguardaban altas y relucientes pese al paso de los años subiendo por las escaleras de mármol, el poder y el temor que inspiraba con su nombre... Tywin no pudo evitarlo. Se había prometido que jamás lo haría dentro de una mujer que no fuese Joanna, pero la ceguera venció el genio del hombre y terminó antes de lo esperado en aquel juguete manoseado que llevaba por todas partes escrito el nombre de su hijo.


myownqueen