Advertencias: Puede matar neuronas XD. Los personajes de One Piece no me pertenecen.

No hay que ser impaciente, primero porque tardo mucho en escribir, aún así intentaré actualizar una vez en semana. También estoy haciendo la locura de llevar en esta página tres fics a la vez y todo lo que ello implica. La paciencia es una virtud que todos tenemos, no queráis lanzaros a mi cuello sin más, por favor.

N/A: Van a ser largas estas notas. Me alegro de darles la bienvenida a esta ida de olla que surgió hace tiempo, cuando estaba escribiendo Only in my dreams y que la maravillosa AcSwarovski-chan ha hecho que sea posible plantearla, escribirla, subirla,... casi todo, además de los ánimos, algunas ideas, letrillas, la imagen, las ganas que siempre le ha puesto, también de corregirlo, leerlo y darme siempre su opinión y comentarios.

Respecto a la trama en sí, son tres capítulos con la relación de amistad que Bepo-chan y Torao-chin mantienen como hilo principal. Se sitúa en un punto futuro/imaginario tras el Arc de Dressrosa cuando los Mugiwara con Law van a buscar a la tripulación de este último.

Y por supuesto, muchas gracias a todos vosotros por leer, espero que os guste.

PL.


1. ¿Y quién es él?


Esa mañana algo en el ambiente había cambiado respecto a las anteriores. El olor. Bepo estaba seguro que el aroma que rodeaba la isla era diferente, giró la cabeza hacia el mar. Algo se acercaba al submarino. Quizá debía avisar al resto de la tripulación.

Se incorporó y anduvo por la cubierta hasta el pasamano olisqueando a ver si podía identificar algún aroma, y así saber si eran enemigos o amigos.

Un momento, desde que el Capitán se fue a Punk Hazard, él se había quedado al mando, ¿por qué tendría que avisar al resto de gandules? Es más, ¿no tendría que haber alguien, que no él, haciendo la guardia?

Suspiró y se dio la vuelta. Ya daba igual. Lo mejor sería entrar y avisar de que algo se acercaba. Pero justo en la puerta, cuando tenía la manilla bajo sus garras elevó el hocico emocionado.

Ese aroma. Conocía ese aroma como la palma de su zarpa. Volvió sobre sus pasos al pasamano del submarino y olisqueó el aire otra vez.

No había confusión. Estaba enmascarado entre otros haciéndolo casi imperceptible, pero esa esencia a antiséptico y hierbas medicinales con un suave fondo de sangre sólo la tenía su capitán. Trafalgar Law volvía a ellos.

Ahora sí abrió con fuerza la puerta de entrada al submarino y entró corriendo mientras gritaba por todos los pasillos que Trafalgar Law se acercaba.

¡Capitán Law ha regresado!

¡Bepo, cállate! Le imperó un somnoliento Shachi, que se ajustaba las gafas de sol¿No ves qué hora es, oso?

Éste se paró de inmediato y bajó la cabeza disculpándose en gesto inconsciente. Hasta que se dio cuenta de lo que acababa de hacer y gruñó al pirata.

No me des órdenes, ahora soy yo quien está al mando.

¡Pero no por mucho tiempo! La voz de Penguin sonaba divertida desde dentro del camarote—. ¡El Capitán ha vuelto!

Se unió rápido a la fiesta que la tripulación estaba montando en los pasillos iniciada por Bepo, llevaban demasiado tiempo esperando a Law y su regreso sólo significaba que por fin zarparían hacia nuevas aventuras.

Sin embargo, Bepo se quedó quieto en el lugar. Shachi, pensando que era por la regañina que le había echado decidió pasar de largo y apuntarse al jolgorio ahora que ya sí estaba despierto. El oso recordó el amalgama de olores que había sentido, ¿debía decirles a los demás que no venía solo? Bueno, si Law venían con ellos no serían enemigos, además que les sonaban de antes. Sobre todo el olor a carne asada.

El ruido crecía por momentos y muchos de los tripulantes comenzaban a pasarle para salir a cubierta. El olor se estaba intensificando. Bepo frunció el ceño, eran muchos olores distintos y sobre todo uno muy cercano a Law lo que llamaba su atención.

¡Venga, Bepo, que te quedas atrás! Shachi y Penguin le palmotearon la espalda insistiéndole en moverse.

No querrás perderte la llegada del Capitán, ¿verdad?

Negó con la cabeza, la ilusión de volver a ver a Trafalgar Law estaba haciendo desaparecer las dudas. Sería que sólo estaba pensando demasiado.

Tengo que saludar a Capitán Law el primero.

¿Quién ha dicho eso, oso? Le picó Penguin.

No, bueno, yo... ¡Lo siento!

Y las carcajadas explotaron mientras le arrastraban fuera. Gran parte de ellos estaban ya allí, incluyendo a Jean Bart el gigante. El barco que había olido acercarse, estaba atracando al lado y le era ligeramente familiar.

¡Espera! Ya recordaba el olor a carne asada, era el pirata que salvaron en Marineford. El capitán de los Mugiwara. Entonces el resto de olores serían los de su tripulación.

Bepo entrecerró los ojos, ¿qué hacía su capitán con ellos? A lo mejor estaba otra vez enfermo, y siendo el buenazo que era Law les había traído para curarlo, a fin de cuentas todo su equipo médico estaba en el submarino. No, de ningún modo podrían haberlo raptado.

¿Qué narices te pasa, Bepo?

¡Lo siento! —exclamó como respuesta a Shachi.

¡Ahí está! ¡Capitán! Comenzó a gritar Penguin mientras saludaba con el brazo—. ¡Te hemos echado de menos, capitán! ¿Y tú,

Se interrumpió al ver unos brazos venir volando de la nada y atrapar a Bepo, segundos después le siguió el resto de un cuerpo que al impactar contra el oso hizo que se tambaleara y terminara cayéndose en un golpe sordo contra el metal de la cubierta.

Ése era el que olía a carne asada.

¡Un oso! ¡Un oso! ¡Un oso! No dejaba de restregar su mejilla contra él—. ¡Mira Sanji es un oso! ¿Podemos comérnoslo?

Lo siento Mugiwara-ya, el oso es mío.

El oso giró el rostro hacia donde provenía aquella voz. Ahí estaba, igual que cuando se fue, con la misma cara, bueno el pelo le había crecido algo, pero no se le notaba más delgado ni pálido.

¡Y le había defendido del loco que se había abalanzado contra él!

Mientras el pobre oso seguía en su mundo llorando de felicidad por el regreso de Law, el resto de los piratas Heart habían corrido a saludarlo, Shachi estaba abrazando uno de sus brazos y Penguin lloraba mientras cogía el otro con fuerza.

Torao enróllate, compártelo ahora que somos aliados, porfa. Luffy enterró la cabeza en el pecho de Bepo todavía en el suelo sorprendido, obviando la negativa del otro capitán—. Vaya muermo de tío.

No digas eso de Capitán exclamó el oso al escucharle el insulto—. Capitán te salvó la vida una vez.

El oso también es un muermo susurró Luffy mientras se sentaba sobre la barriga de Bepo con las piernas cruzadas.

¡Lo siento!

¡Cómo mola un oso pirata que habla! ¿Lo habéis visto, estaba hablando? Torao siempre se queda con lo mejor. Luffy se quedó pensativo un segundo y luego exclamó con la gran sonrisa de siempre llamando la atención de todos—. ¡Ya sé!

Mugiwara-ya, Bepo forma parte de mi tripulación insistió Law conociendo al otro capitán.

Entonces se levantó y se acercó a Trafalgar, sin dejar de sonreír, alargó un brazo hasta capturar a uno de sus nakamas y traerlo al frente. Era un mapache pequeño con cuernos, «muy adorable», pensó Bepo.

¡Te lo cambio por Chopper!

La sorpresa se pintó en el rostro de todos los presentes. Los Hearts se quedaron paralizados, Shachi y Penguin se soltaron de Law, Chopper estaba mudo; sin embargo, la mayoría de los tripulantes del Sunny, acostumbrados a las salidas de su capitán, pasaron del tema. Zoro junto con Kinemon seguían discutiendo sobre la espada, Robin y Nami entretenían a Momo-chan, Brook ya había comenzado a componer una canción sobre el nuevo nakama, Sanji estaba hojeando un libro de cocina sobre carnes poco frecuentes y Franky bebía una cola.

Law se acercó a Bepo y le indicó que se pusiera de pie.

Bepo le saludó, y luego le entregó la gorra y su nodachi.

Capitán, me alegro que... Pero el resto de noticias que tuviera que contar se quedaron en su hocico.

Chopper-ya ven conmigo. —Le cortó dirigiéndose al reno que seguía junto a su capitán.

Tras soltarse, Law siguió de largo hacia la puerta del submarino seguido de aquella bola de pelo con cuernos. «Debe ser por el sombrero, Capitán siempre ha tenido debilidad por los sombreros» pensó Bepo intentando tranquilizarse, pero el Capitán siempre le hacia caso, Law siempre le saludaba. Además, no había rechazado la propuesta de Luffy, no le había defendido como cuando llegó. Y ahora le estaba ignorando. ¡Qué había hecho mal! Encima llamaba a aquella rata con cuernos y la metía en el submarino sin decir nada ni preguntar a nadie.

Bepo cerró una zarpa para controlarse, pero eso no evitó que hiciera la pregunta que estaba erizando todo su pelaje entre gruñidos.

¿Y quién es él?

Law ni se inmutó, siguió directo a su despacho, y la maldita rata detrás haciendo que todo el submarino oliera a caramelos.

Shachi y Penguin, los únicos que habían estado en la escena atentos al oso se acercaron a él y le acariciaron la espalda porque no llegaban a la cabeza. Más adelante nuestro oso aprendería que eso eran celos.

Bueno, ¿vamos preparando la comilona? Sanji se guardó el libro en el bolsillo trasero del pantalón y se acercó a Penguin—. ¿Cuántos sois?

Quince contando con nuestro Capitán, más un oso.

¡Espera! ¿qué hacéis aquí con nuestro capitán? —espetó Shachi asomándose por encima del hombro de Penguin mirando al cocinero por encima del marco de las gafas.

¿No leéis los periódicos? Sanji se encendió otro cigarrillo—. Ahora, gracias a quién sabe qué giro del destino y algún cortocircuito en el cerebro de nuestro capitán, somos aliados. Por lo que a llevarse bien toca.

¿Para qué querría Capitán aliarse con unos debiluchos como vosotros? —preguntó Bepo cruzándose de brazos y volviéndole la cabeza a Sanji.

Nunca he probado el estofado de oso. —Antes de que se dieran cuenta esa voz nueva tenía una espada justo en el cuello de Bepo—. ¿Sabes hacerlo, cocinero?

Justo estaba repasando una receta… Echó mano a su bolsillo trasero para sacar el libro de cocina.

Era lo que le faltaba a Bepo para explotar y sin darse cuenta dio un salto hacia atrás, adoptó la posición de la grulla, y tras tomar una gran bocanada de aire repartió patadas a diestro y siniestro entre los dos mugiwara que se habían mofado de él. En cuanto terminó agachó la cabeza deprimido, había olvidado que ahora eran aliados.

¡Lo siento!

Menuda metedura de pata. Pero al menos, ya se sentía mucho mejor.

¿Alguien había dicho algo de una fiesta?


N/A: Si os apetece, no os olvidéis que podéis comentar, poner en favoritos/alert y visitarme en la Loquería... En fin todas esas cosas que me hacen sonrojar y que agradeceré hasta la eternidad ^^

También acepto amenazas, pero sólo si están recubiertas de chocolate :3

¡Muchísimas gracias por leer!

PL.