Confundida: Sakura Haruno
Me levanto con el sonido de la alarma. Trotar antes de que salga el sol es una de las cosas que más disfruto. Me estiro y parpadeo varias veces antes de levantarme de la cama. Me coloco tenis y un conjunto para hacer ejercicio y salgo de la casa sólo con las llaves y mi celular.
Adoro escuchar música cuando troto, pero en la mañana hay una paz que merece acaparar todos mis sentidos. Todo está en silencio, sólo se escucha mis pisadas.
Me dirijo al parque trotando. Comienzo a avistar el sol por el horizonte. Todo comienza a iluminarse y todo despierta. Los pájaros pían, las ardillas asoman su cabecita por los árboles, algunas personas comienzan a salir de sus casas…
Sin darme cuenta tengo el parque en frente. Mientras troto me despeina una brisa fría y cierro los ojos. Sonrío hasta que mis mejillas se enfrían y comienza un delicioso picor en mis mejillas. Abro los ojos y me encuentro con un hermoso perro blanco oliendo el suelo. Me paro en seco y me mira con esos hermosos ojos azabaches. Tiene las orejas erguidas en manera de alerta. Sus ojos clavados en mis movimientos. Es sólo una fracción de segundo cuando se oye un silbido y el perro baja las orejas y sale trotando en dirección al llamado.
Lo sigo con la mirada cuando se encuentra con su dueño. Espera… Yo lo conozco.
Es el de la sonrisa lobuna. Sin pensar, me dirijo hacia él y comienzo a saludarle desde la distancia. Él parece tardar en reconocerme pero cuando lo hace, sonríe de lado a lado y me regresa el saludo.
El hermoso Samoyedo se sienta al lado de él pacientemente. Mira al dueño cuando me acerco, esperando alguna orden.
Su dueño no le hace caso y se acerca a mí con su mirada clavada en mis orbes verdes.
-Parece que nos topamos muy seguido- Me dice con una sonrisa de medio lado y los ojos levemente entrecerrados.
Río automáticamente y me sonrojo.
-Así parece- Me acerco al perro y me inclino hasta su nivel. Esta vez el perro baja la cabeza y se echa en el suelo. Acaricio sus orejas suaves que se echan hacia atrás. El perro cierra los ojos y se relaja.
-Buena energía la que proyectas-
-Gracias- Digo concentrada mientras acaricio el cabello tupido del Samoyedo. –¿Cuál es su nombre?- Pregunto interesada, subiendo mi mirada y bajándola de nuevo hacia el perro.
-Akamaru- Sonrío y comienzo a llamarlo por su nombre. Este abre sus ojitos y sube las orejitas en alerta. Me levanto y miro los ojos negros de su dueño.
-Es un hermoso perro. Te felicito y también te envidio- Sonrío y lo miro directamente a los ojos.
El pelimarrón se ríe y mira hacia el cielo.
-¡Qué curioso! Yo lo envidio a él…- Mira a su perro, que le devuelve la mirada, atento –… Por haber capturado tu atención y admirar tu rostro de cerca- Me sonrojo inmediatamente y desvío la mirada. Río nerviosa. -¿Estás pasando las vacaciones con algún familiar? Lo digo porque nunca te había visto por aquí- Mis mejillas pican.
-Sí estoy quedándome en casa de un pariente…. pero no por vacaciones. Comenzaré a estudiar veterinaria en la Universidad de Konoha-
-¡Eso es fantástico! Así que vivirás aquí. Pues bienvenida, si necesitas alguien que te enseñe el vecindario o si estás problemas, sólo avísame-. Saca de su bolsillo su celular y comienza a teclear mi número de teléfono.
Luego me llama y yo grabo el suyo.
-¿Cómo te llamas, futura doctora?- Me sonrojo a más no poder mientras soltaba mi nombre completo.
-Sakura… Haruno- Arrastraba las palabras como si las saboreara. –Mucho gusto, mi nombre es Kiba Inuzuka- Lo anoto en mi celular con dedos temblorosos y coloco una foto de Akamaru en su perfil de contacto.
Su mirada capta mi pantalla y comienza a reírse.
-Hey, yo también quiero una foto en tu perfil de contacto- Yo le sonrío con las mejillas sonrosadas.
-Pero con dos condiciones: Que sea con Akamaru y que me mandes la foto a mi celular- Digo con la mirada atenta a su expresión facial.
Él dibuja una hermosa sonrisa lobuna y me guiña el ojo.
-Hecho-
Finalmente quedamos con hablarnos luego y regreso a mi casa trotando un poco más rápido a causa de la adrenalina en mi cuerpo.
¿El pelinegro? Nadie que merezca mi preocupación
Cuando llego a casa me encuentro con maletas en la entrada. Siento el delicioso olor de huevos revueltos y salgo disparada a la cocina.
-¡Tía Tsunade! Volviste- Dije gritando desde la sala, pasando a una sombra oscura que se encontraba sentada en el sillón.
El cabello largo y sedoso de color ámbar se agita cuando me da un abrazo. Está vestida con una bonita falda de estampado y una camisa blanca. Sus uñas rojas comienzan a rascar mi cabeza y yo me quedo embobada de inmediato.
-Como has crecido, Sakura. Estás hecha toda una mujer- Dice cuando se separa de mí para verme de cuerpo entero. Yo me sonrojo.
Verme toda sudada, con el cabello desordenado, no ha de ser lo más atractivo del mundo. Aún así me esfuerzo por mostrarle una sonrisa coqueta y guiñarle el ojo.
Mi tía Tsunade desvía su mirada y se queda mirando a un punto fijo detrás de mí. Yo me volteo y me encuentro a unos revoltosos ojos negros mirándome. Y esa sonrisa de sorna.
-Sakura, este es mi alumno número uno de la Facultad de Medicina: Sasuke Uchiha-
Mis ojos se agrandaron y estuve tentada a salir corriendo. ¿Por qué el mundo tiene que ser tan pequeño? ¿Por qué me tiene que ver toda sudada y mal oliente? ¿Por qué en este pequeño short? Siempre me ve con poca ropa… ¿Qué clase de maldición me echaron encima?
Aún así, yo no soy cobarde. Este es mi terreno y él está mirándome retadoramente. Ni en broma lo dejo ganar.
Esta vez, no.
Me acerco de manera lenta, meneando mis caderas de lado a lado, sin quitar mi mirada de sus ojos. Muevo mi cabeza lentamente, con una pequeña sonrisa. Me sostiene la mirada. Ofrezco mi mano derecha en manera de saludo y él se acerca lentamente para estrechar la suya.
-Mi nombre es Sakura Haruno, un placer-
Corrientazo.
De inmediato me sonrojo y veo hacia abajo. Estoy tentada de apartar la mano pero algo me mantiene estática. Miro hacia nuestras manos y busco su mirada para intentar descifrar qué está pasando.
Lo encuentro con el ceño fruncido.
Suelto una risilla débil y deslizo mis dedos apartándome hacia atrás. Una mezcla de nervios y curiosidad se aloja en mi estómago.
Me volteo hacia tía Tsunade y ella me mira con el ceño fruncido. Yo le devuelvo la sonrisa y entro a la cocina.
Mientras desayuno los oigo dialogando de manera tranquila. De vez en cuando se oye el tintineo de las tazas de té. Unas cuantas risas. Luego sus voces se oyen más fuertes y lo siguiente es el sonido de la puerta cerrarse.
Oigo los pasos de mi tía acercándose a la cocina y me dispongo a lavar los platos para que no observe mi cara sonrosada.
-Un chico muy astuto… Me agrada- Dice mi tía para luego darme un beso en la cabeza. –Quiero hablar contigo pero primero necesito que te cambies- Espera a que me voltee para mirarme a los ojos –Hoy es día de compras-
Niego con la cabeza y sonrío derrotada. Un maratón.
Control: Sasuke Uchiha
Ya está hecho. La directora estaba de buen humor. Había hecho preguntas bastante intimidantes pero mis respuestas estaban al nivel. Aunque pudiese haber respondido con más rapidez si no hubiese sido por…
Paso una mano por mi cara, apoyando mi codo en el volante.
¿Qué me está pasando?
Estoy acostumbrado a estar rodeado de chicas atractivas, pero la sobrina de la Dra. Tsunade… Su sobrina…
No, no, no, no
¿Qué haces? ¿Quieres inmiscuirte con la sobrina de la Directora de la Facultad de Medicina, Sasuke Uchiha?
Sasuke, Tú sabes cómo son las chiquillas malcriadas… Egoístas, chillonas, exigentes, mandonas, acosadoras y en muchas ocasiones… Con graves faltas de cariño.
Aunque si enreda esas largas piernas en mi cintura y me observa con esos ojos felinos de manera provocadora…
¡No! ¿Pensando en sexo? No, no, no, no con la sobrina de la Directora, no.
Estoy acostumbrado a las chicas tímidas, que mantienen su cabecita escondida en modo sumisión. O las lanzadas que no paran de coquetear como perritas en celo.
Pero ella es como si… Como si quisiera…
Que me arrodillara y besara sus pies.
Sacudo la idea con la cabeza, agitándola rápidamente. Sé que estoy obsesionado con ganar siempre, pero de ahí a pensar que ella me está retando por nada… No tiene mucho sentido.
Miro mi mano izquierda recordando su toque.
Mi cuerpo la quiere encima, pero la lógica dice claramente que no debo acercarme a ella. Ella está vetada.
No se toca. Mi carrera vale más que una noche de sexo.
Asiento con determinación, pero luego me veo fantaseando con su cuerpo...
Estoy perdiendo la cabeza. Deja de pensar en ella, Uchiha.
Y más importante: deja de pensar en tener sexo con ella.
Estaciono mi Jeep frente a mi casa y observo la puerta abierta con una maleta fuera.
Frunzo el ceño y acelero mis pasos. Definitivamente no recuerdo haber recibido noticias de que alguien iba a visitarme.
El idiota de Naruto no estaba en la ciudad hasta la noche y me hubiese mandado un mensaje para avisarme que iba a mi casa. Reviso mi iPhone y me aseguro de que no había mensajes en el buzón.
Pero ¿quién deja la maleta fuera y la puerta abierta? Un imbécil.
Meto la maleta dentro de la casa y cierro la puerta.
Oigo sonidos en salón de visitas y dirijo mis ojos a la chaqueta negra lanzada descuidadamente en el sillón.
Un imbécil desordenado.
Me acerco al salón y encuentro un par de zapatos negros dejados por ahí.
Un imbécil desordenado y confianzudo.
Entro al salón y una cabellera negra larga está esparcida en el respaldar de un sillón. Una mano agita un vaso de whiskey en las rocas.
Inmediatamente lo miro como si pudiera prenderle fuego al sillón donde está sentado…
-Itachi, ¿qué haces aquí?- Digo con una voz entrecortada y amenazadora.
Mi hermano se voltea con una sonrisa burlona y vuelve a su posición anterior.
-Tomándome tu whiskey en tu casa, ¿y tú?- Lo detesto.
-Recogiéndote la maleta de la entrada- Digo irónicamente y con una sonrisa como si me hubiesen vomitado encima.
-Bueno, alguien tenía que hacerlo por mí- Soltó con una risilla burlona.
Salgo de la casa como alma que lleva el diablo. Tengo que calmar mis humos y una caminata tendrá un resultado positivo.
Soportar a Itachi era una cosa. Soportarlo borracho era otra muy diferente.
Y a la mierda, necesito un cigarro también.
Que se joda: Sakura Haruno
Vuelvo a casa con más de diez bolsas en las manos. Mi tía abre la puerta con rapidez cuando pasa cuatro bolsas a la mano izquierda.
Una maratón de compras.
Que, en parte, era mi culpa.
Cuando voy a un centro comercial, tengo una cosa en mente. Comprar lo que necesito y luego irme. Mi tía encuentra esto irritante porque no me preocupo demasiado por la ropa que tengo puesta.
Eso sin contar que ella es una compradora compulsiva y adora vestirme como si fuese su muñequita.
De nuevo lo digo, mi tía Tsunade está…
-¡Dios! ¡Qué calor! Abre las ventanas de la casa, Sakura, yo iré a preparar té frío- Comienzo a abrir las ventanas de la sala, luego subo y abro las de su cuarto y voy hacia el mío.
Cuando miro al frente, me encuentro con una silueta oscura en el sillón de la casa de en frente. Oh, ese sillón lo conozco yo. Y esa casa le pertenece al futuro "Dr. Perfecto".
Comienzo a hacer muecas de presumida.
Me acerco a la ventana y la abro casi de manera agresiva. Lo miro fijamente hasta que por fin me mira a los ojos.
Lo miro con mi peor mirada y hago un gesto obsceno con la mano derecha.
El perfecto idiota. El típico imbécil que cree que todas las mujeres existen para él.
Pues que se joda. Él podrá ser el "Dr. Perfecto" pero como buen imbécil, su orgullo es su Talón de Aquiles.
Sonrío satisfecha y giro mis talones con la cabeza en alto. Que se joda.
O_O
Descontrol: Sasuke Uchiha
Entro a casa y percibo el olor a licor. Menos de 3 horas en mi casa y ya lo quiero fuera de ella. Me dirijo al estudio esperando encontrarlo en el mismo sillón.
Lo busco frenéticamente hasta que noto que la puerta de mi cuarto está abierta.
Espero no encontrarte…
Un montón de prendas de vestir en el suelo. Una camisa encima de una lámpara a mi lado.
La agarro como si tuviese pinzas en vez de dedos y la tiro al suelo.
Y ahí está. Acostado en mi cama, con los brazos extendidos y sólo con el bóxer.
Lo odio.
Lo quiero fuera.
-¿Qué haces en mi cuarto, Itachi?- Lo digo deseando que desaparezca en el siguiente parpadeo.
Itachi se remueve de la cama y se levanta con los ojos entrecerrados.
-¿Dónde estoy?- ¿En serio? Maldito alcohólico.
-En mi cuarto, tarado, sal de aquí ¡ya!- Alzo la voz.
Me mira como si tardara en reconocerme.
-¿Por qué carajo estás en mi cuarto? Hay uno de huéspedes en frente de mi habitación- Pregunto, haciendo un intento fallido de permanecer calmado.
-Porque tu cama es la más cómoda, ¿por qué no duermes tú en el de huéspedes y resolvemos este asunto?-
Mis ojos se agrandan como búho y doy un paso hacia adelante.
Itachi me observa con una sonrisa burlona. De repente levanta su dedo índice, como si recordara algo importante.
-Ah, casi se me olvida-
Me hace un gesto obsceno con su mano derecha.
-Esto te lo manda la preciosura que vive en frente-
Siento como la sangre sube a mi cabeza y salgo corriendo de mi casa.
A este paso, termino durmiendo en mi Jeep.
:ooOOOO
Insignificante: Sakura Haruno
Salgo como alma que lleva el diablo. Tener una discusión con mi madre siempre me hace sentir como una débil e insignificante cucaracha.
Recuerdos…
-Hola, mami- La saludo con ternura.
-¿Sakura? Hola, pequeña, ¿emocionada por comenzar la universidad?- Ruedo los ojos de inmediato.
-Bastante- Digo sin muchos ánimos
-Más te vale porque decidir por una carrera como esa, después de tener los contactos y las calificaciones para entrar a la Facultad de Medicina…-
-Madre, déjame en paz. Fue mi decisión-
-Ya lo sé, y vaya que nos sorprendió a tu padre y a mí. Más te vale ser la mejor, porque sino nada habrá valido la pena-
-No es como si hubieran fallado en criarme, madre-
-Por supuesto que no, pero si no eres la mejor ¿cómo piensas triunfar? Ya sabes cómo es el mundo real ¿cierto? Eres una más del montón. Tienes que resaltar-
-Madre…-
-Si no estás a la altura, ¿qué pasará con todo el esfuerzo que hemos hecho para formarte? A la basura-
-Madre, ya sé que debo estudiar duro-
-Y ser la mejor-
-No soy perfecta, madre-
-Nadie es perfecto. Pero se intenta-
Cuelgo el celular y lo estrello contra mi cama con agresividad.
Me veo envuelta en una ira que me hace respirar ruidosamente y me dilata las pupilas. Veo la habitación con ganas de romper lo primero que toque mi mano.
Debo controlarme.
Cierro los ojos y bajo las escaleras corriendo.
Abro la puerta y el viento frío golpea mi rostro.
…
Caminata: Sasuke Uchiha
Camino por la cuadra mirando el suelo. Mis puños están a salvo dentro de los bolsillos de mi chaqueta negra.
Digo "a salvo" porque a cualquiera que se me atraviese le puedo soltar un puñetazo en cualquier momento.
Mi hermano mayor siempre ha estado por encima de mí. No importa qué elija o qué haga, él siempre resalta más que yo.
Cierro los puños tan fuertes que la sangre deja de fluir. Cierro mis ojos con fuerza.
Académicamente era el mejor del instituto. Socialmente era carismático y tenía un excelente sentido del humor. Físicamente era el más guapo.
Y yo… Era su hermano.
Respiro profundamente y observo el cielo.
Hasta que ese accidente lo condenó.
…..
Liberar: Sakura Uchiha
No sé cuánto tiempo llevo corriendo pero no quiero parar. Quiero seguir hasta que mi corazón estalle. Comienzo a sentir el sudor adherido a mi camiseta.
No quiero más presión por parte de mi madre. Ella nunca está satisfecha con lo que he logrado. Nunca está satisfecha con lo que soy.
Quiero correr hasta que mis piernas se deshagan. Hasta que mi cerebro bloquee toda esta ira. Hasta que me desplome.
Cierro los ojos y corro con más fuerza.
Y me desplomo.
…
Caída: Sasuke Uchiha
En segundos me veo tirado en el asfalto frío y sucio. Me doy cuenta de que mis codos están raspados y de que mi trasero duele.
Frunzo el ceño a la vez que observo la razón de mi caída.
Y esos ojos felinos llameantes me miran con rabia.
….
Encuentro: Sakura Haruno
-De todas las personas me he tenido que tropezar contigo- Digo mientras sus ojos negros me miran alerta.
-¿Y ahora soy yo el que se tiene que disculpar?- Oh no… No estoy de humor para tus bromas, Dr. Perfecto.
Me obligo a cerrar la boca y me levanto. Le tiendo mi mano para ayudarle a levantarse pero no la recibe. Lo observo con la mirada dura.
Y lentamente levanta su dedo medio hasta formar un gesto obsceno que conozco muy bien.
Y sonríe juguetón.
-No esperabas ninguna respuesta a tu lindo saludo ¿o sí?-
Abro los ojos desmesuradamente y él se pone en posición de defensa.
….
Mi realidad: Sasuke Uchiha
Esos ojos los reconozco. Esa explosión de sentimientos. Seguramente me golpeará.
Y comienzo a escuchar una risa estruendosa.
La miro sin poder creerlo. De todas las respuestas, la risa era lo que menos me esperaba. Sigo mirándola con mi cuerpo alerta.
Pero cuando la veo echar su cabeza hacia atrás en una risotada, me relajo.
Comienza a tapar su boca en un fallido intento de reprimir su risa. Pasa a dar saltitos mientras presiona el estómago con sus manos.
Y sin poder detenerlo, mis labios dejan escapar una risotada a la vez que niego con la cabeza.
Pasan unos minutos antes que ella pueda controlar su risa lo suficiente para mirarme de nuevo.
Tiene los ojos cristalinos y brillantes. Comienza a estrujarse los ojos para quitar las lágrimas que salen a causa de la risa.
Sus mejillas sonrojadas. Su cabello rosa está todo despeinado y algunos mechones caen sobre su cara y su cuello, y se pegan a causa del sudor y las lágrimas.
Y una sonrisa genuina aparece en su rostro.
-Lo siento- Suelta sin previo aviso y caigo en cuenta que sigo sentado en el asfalto y mirándola como si fuese un cachorrito embobado.
Me levanto y comienzo a sacudir mi pantalón lleno de piedritas molestas.
-Lamento haberte tirado al suelo- Se disculpa de nuevo y la miro.
Sus ojos se estrechan y me muestra esa sonrisa genuina.
-Creí que te disculpabas por tu gentil saludo-
Y de nuevo suelta otra risotada. Esta vez con dejo de vergüenza en su rostro.
-Lamento eso también, aunque no tanto- Me mira juguetona y acepto que me atrae.
Me atrae y punto.
Me sostiene la mirada y la observo detenidamente.
Si metes la pata con ella, adiós carrera.
Y mi boca suelta las palabras antes de que pudiera detenerla.
-Déjame acompañarte a casa-
…OOOO…OOOO
Y aquí les dejo el capítulo. Lamento haberme tardado tanto, pero estuve de viaje y no se me permitía estar mucho tiempo en la laptop.
Muchas gracias por todos aquellos que se toman un tiempo para comentar mi trabajo. Son libres de comunicar lo que les gusta y lo que no y me encanta saberlo. Muchas gracias.
Nos leemos pronto…
AndyDemon